NOA DEL AUTOR:

Un poco tarde pero seguro el nuevo capítulo de esta aventura, ya estamos en las ultimas así que a disfrutar de esta historia y muchas gracias a todos por leer.

La normalidad poco a poco se reponía en las ciudad, los juicios no se hicieron esperar, todo el proceso fue mediático y controversial, pero logro unir a todos contra quien ese momento se convirtió en un enemigo público. Todos sabían su destino y el de sus colaboradores.

Las extradiciones de los mercenarios se llevaron a cabo con muchos problemas ya que el gobierno no los querían dejar ir, pero dado que eran criminales buscados por delitos graves, militares y de lesa, la mayoría seria sacado de ahí a sus países después de tensas y hasta hostiles negociaciones, algunos prefirieron suicidarse antes que ser extraditados.

Pero lejos del foco mediático, en el hospital de Tundratown una conejita estaba en los pies de la cama de un zorro, en esas dos semanas y media Judy no se había movido de más de lo necesario, al zorro lo habían mantenido en constante estado de anestesia para que su cuerpo no sintiera las heridas que provoco la metralla, Judy vio cuando le quitaron las gazas, cuando le retiraron los puntos, el pelaje poco a poco crecía, le comentaron que no toco nervios importantes, solo daño musculo y carne que el tiempo se encargaría de sanar así como una arteria y hoy era el día, el sedante que lo mantenía inconsciente por fin había dejado de entrar en él, ahora estaba expectante, solo lo veía, con aquella máscara de oxígeno y el montón de cables y tubo unidos a él, le dijeron que no le inyectarían nada para despertarlo antes y dejarían que su cuerpo reaccionara a su ritmo, eso fue hace una hora y estaba empezando a preocuparse pero antes de que empezara a pensar algo el ritmo cardiaco del zorro cambio y ella lo noto en su monitor, los dedos de su pata izquierda empezaron a moverse solo pasaron unos minutos cuando el ceño de Nick se frunció, Judy vio cómo su vulpino abrió los ojos y miraba desorientado el techo tratando de identificar donde estaba, hasta que sintió una mirada giro un poco la cabeza y la vio, su bella conejita lo miraba con ojos inundados de lágrimas, una mirada de alivio que mezclaba muchas emociones más. Y antes de que pudiera pensar en algo que decirle ella lo abrazo, lo abrazaba con desesperación mientras lloraba con más fuerza, Nick la quiso abrazar como consuelo pero enseguida un fuerte dolor en muchas partes de su cuerpo se disparó, pero no quería asustar a Judy así que lo aguanto cuanto pudo. Pero gracias a ese latigazo de dolor su mente se aclaró por completo, lo recordó, el oso, el disparo…él recibió el tiro, Judy abrazándolo con desesperación, él estaba seguro que no lo lograría, se sentía tan mal que…se despidió de ella

—Judy…—apenas logro articular con volumen audible mientras trataba de ver cual brazo era capaz de usar-.

La coneja al escucharlo alzo la vista y lo ve alzar el brazo izquierdo y con su mano trata de quitarse la máscara de oxígeno.

—Nick—ella se limpia un poco las lágrimas—No te quites la máscara, la necesitas—le dijo con la voz algo quebrada aun, Nick la vio y en sus ojos podía ver la angustia y la preocupación por ella—Eres un tonto ¡Eres un idiota Nick! ¡¿Cómo se te ocurre?! ¡No puedes dejarme! ¡No me puede dejar! ¡Ese disparo debimos de haberlo recibido los dos!

Nick finalmente se había quitado la máscara—No Judy—aun sentía la lengua un poco pesada pero ya podía hablar mejor—Jure protegerte aun cuando fuera con mi vida—le aclaro—Claro si… tuviera que escoger no haría esto otra vez, pero lo volvería a hacer una y mil veces más con tal de que estés a salvo-.

Judy lo miraba asombrada, lo dijo con tanta convicción y serenidad, fue lo más valiente, dulce y estúpido que lo ha escuchado decir en toda su relación. Nick logro sonreír un poco y le hizo una seña para que rodeara la cama, podía usar mejor ese brazo y no le dolía mucho el cuerpo de ese lado, Judy aun algo temblorosa por las emociones hizo lo que le pidió y ahí estaba a su lado, pronto el zorro le toco el rostro, ella sintió esa suave caricia y no pudo evitar cerrar los ojos.

—Sube Judy—le pido el zorro-.

Quería decirle que no, estaba preocupada por lastimarlo, pero ahora verlo despierto, hablándole y tocándola, lo necesitaba. Con cuidado sube a la cama, lo más cercano al rostro de Nick, el zorro sonríe y se quita por completo la máscara de oxígeno y sin miramientos acerco a Judy a sí mismo y la beso, ambos necesitaban ese beso, lo que creyeron que iba a ser un contacto rápido y conciliador se convirtió en un acto pasional, los dos profundizaron el beso en la necesidad de sentirse el uno al otro, pues lo dos pensaban que nunca podrían volver a hacer eso. Cuando se separaron se vieron a los ojos y Judy volvió a romper en llanto. Oculto su rostro en el cuello de Nick mientras lloraba.

—Creí que te perdería—le dijo entre lágrimas-.

—No voy a dejarte tan fácil.

—Fueron los peores días de mi vida.

— ¿Días? —Cuestiono el zorro incrédulo-.

La coneja se retiró un poco y lo vio a los ojos—Estuviste dormido más de una semana.

La cara de Nick fue suficiente para darle a entender a Judy lo que pensaba y luego escucho que el pitido de la maquina se hizo un poco más rápido.

—Nick tranquilo…

— ¿Fue un coma?

—No Nick, solo te mantuvieron sedado para que no sufrieras tanto los primeros dolores de tu cirugía…

Ante esa mención el zorro se movió abruptamente solo para ser detenido de un fuerte dolor.

—Nick no te muevas tanto—le pidió la conejita mientras ponía su pata en su hombro-.

—Creo que necesito más anestesia—le dice cuando se calma un poco más-.

Cuando lo ve calmado se acerca y le da un corto beso—Llamaremos a la enfermera-.

La coneja baja de la cama y empieza a presionar el botón para llamar a la enfermera. A los pocos momentos llega una gacela uniformada y se alegra de ver al zorro consiente.

—Muy buenos días oficial Wilde, bienvenido al mundo de los vivos—sonríe con sincera alegría-.

—Gracias…arg—se quejó un poco-.

— ¿Incomodidad? —Pregunta mientras se acerca al zorro-.

—La verdad es más bien dolor…en muchas partes—le aclara-.

—No se preocupe enseguida viene el médico-.

Pero a diferencia de lo que Judy esperaba el tigre dorado no apareció y en su lugar apareció un jaguar que enseguida empezó a evaluar al vulpino. De hecho ahora que Judy lo pensaba las constantes visitas del tigre dorado se empezaron a reducir hasta que ahora ya no fue el personalmente a evaluar a Nick. Tal vez estaba muy ocupado…

— ¿Cómo se siente oficial Wilde? —Pregunto con amabilidad-.

—Necesito sedantes—le dijo el zorro entre dientes-.

—Vaya, que especifico—dijo risueño—Dele una dosis de morfina—le indico a la enfermera, la gacela asintió y fue al gabinete de medicamentos y saco la dosis con la droga y pronto se la inyecto al vulpino. Al ver su reacción no pudo evitar preguntar— ¿Mejor?

Nick enseguida siente los efectos—Hay si doctor—dijo Nick con un tono que a Judy le dio una pequeña risa-.

Por el sonido de la risa de su amada el vulpino la volteo a ver y se le quedo viendo como un bobo. Cuando la coneja se dio cuenta se le quedo viendo.

—Orejitas tiernas—le dijo con mirada embelesada-.

Judy se sonrojo porque aún no dejaba que nadie le dijera tierna en público y ahora su novio lo dijo.

—Soy un suertudo, ¿No es la conejita más bonita y esponjocita del mundo?

El sonrojo de la coneja se intensifico por las palabras de su zorro y la enfermera no pudo evitar reír por la ternura de la situación.

—Hay deberían de verla cuando solo tiene una toalla encima-.

— ¡Nick! —la vergüenza exploto en ella y no resistiendo le dio un golpe en la cabeza, recordando de inmediato que ahí estaba el doctor—Hay no yo no.

Sin embargo el medico se rio un poco—No se preocupe, no tiene intervenciones en la cabeza, solo no abuse—le guiña un ojo-.

El doctor le hizo una revisión al zorro y se alegró de ver su buena recuperación, tuvo heridas en varias arterias o vasos sanguíneos importantes más no vitales, así como un pulmón que resulto lacerado, además de varias otras partes de su cuerpo. Las heridas eran profundas necesitaban reposo y recuperación, el diagnostico era alentador, les dijeron o bueno a Judy más precisamente que era quien realmente estaba prestando más atención aunque a Nick el efecto se le estaba pasando ya y ahora si estaba un poco más centrado.

—Solo tendrá que quedarse aquí varios días para observación, más mientras lleva un poco de terapia física, después podrá irse a casa a descansar lo más posible y continuar con ciertos ejercicios

El doctor dio unas últimas palabras antes de retirarse junto con la enfermera. Después de eso y de que el zorro estuviera más centrado, Judy le explico los pormenores de la situación o por lo menos de lo que ella estuviera enterada, mientras el zorro escuchaba atento y asentía de vez en cuando.

—Al menos lo atraparon—menciono Nick mirando al techo y luego a su coneja-.

—Todo el peso de la ley caerá sobre él—aseguro la coneja-.

— ¿Y los enfermos?

—El tratamiento parece estar funcionando y los que tenían menos esporas en su cuerpo sanaron más rápidos mientras otros siguen en observación, pero al parecer no habrá rastros permanentes.

—Es un alivio—suspiro—Y ¿Tú? Seguro no la pasaste bien.

—No mentiré, fue la experiencia más horrible de mi vida, el sentimiento de estar a punto de perderte—el recuerdo estrujo su corazón y cerro un poco su garganta

—Tranquila zanahorias, no me iré de tu lado en un buen tiempo-.

Judy sonrió al escuchar el apodo zanahorias y se acercó a él para abrazarlo con cuidado. Nick la rodeo con su brazo bueno.

—Entonces Jack está en coma.

—Es coma artificial—le aclaro Judy— Es para que su corazón pueda sanar mejor.

—Entiendo—asintió y Nick y vio mejor la habitación— ¿Qué es todo eso? — Señalo al fondo de la habitación-.

—Son muestras de apoyo y agradecimiento a nuestro trabajo—Sonrió un poco-.

— ¿De nuevo héroes? —pregunto divertido-.

Judy solo se encogió de hombros y después de un rato estaba recostada junto a Nick leyendo de nuevo todos los mensajes, incluso logro convencerla de darle una galleta de tantas que les enviaron, pues sabia por adelantado que le tocaría una dieta bastante desabrida e insípida. Y como invocado por el cielo un rato después entro lo que sería el desayuno de Nick. Gelatina, yogurt, un caldo que no sabía identificar aun y puré de manzana junto con vaso de jugo de manzana. Judy pudo ver rápidamente lo miserable que sentía por recibir una dieta así, por lo que ella trato de animarlo, y tuvo su resultado. El zorro se sintió mejor cuando su novia le dio de comer en el hocico con todo el cariño del mundo, sin duda se sentía como el zorro más afortunado del mundo al tener a esa conejita como su novia que lo amaba tanto.

Pero en otra habitación el ambiente a un era gris. Skye estaba sentada frente a Jack, la vulpina hablaba sobre cómo fue su graduación de bachillerato y el pelmazo que escogió como pareja para el baile, a menudo le contaba que le hubiera gustado conocerlo antes y cosas por el estilo. Todos los días le hablaba, siempre lo hacía para que no se sintiera solo, de repente suspiro…un mes. Jack debía seguir así un mes, no era mucho en realidad pero a ella se le hacía una eternidad, desde que su amistad inicio casi nunca se separaron y lo máximo que habían pasado sin verse tal vez sería una semana a lo mucho, pero ¿un mes? Lo extrañaba, extrañaba su voz, sus miradas, sus gestos, lo extrañaba mucho y realmente se sentía miserable. Hace poco le avisaron que Nick despertó, le dio mucho gusto por Judy pero ella aun debía esperar para estar con su amado. Solo un poco, ya no era tanto, o eso se repetía pero aún no se convencía.

Aunque después ya teniendo más nociones con el tiempo y esas cosas Nick no pudo evitar preguntar.

—Zanahorias ¿Y el trabajo?

La coneja bajo las orejas y suspiro—Bogo sabía que yo no tendría cabeza para nada más que tú así que me dio una licencia con goce de sueldo, ya que tu no tenías a nadie más y necesitaban a alguien que se encargara de ti.

El zorro tomo la pata de su coneja haciendo que lo mirara, le dedico una cálida sonrisa contagiándosela a la coneja.

—Todo este tiempo tuve un ángel conmigo-.

—No solo fui yo, todos estaban preocupados por ti.

— ¿Todos?

—Casi todos en la comisaria, Finnick, mis padres, mis hermanos, la familia Big, la familia Nutriales, todos Nick, hay muchos mamíferos que se preocupan por nosotros, por ti.

Nick la miro sorprendido y luego miro al techo y sonrió con sinceridad—Sin duda las cosas han cambiado y para bien…Dices que Mr. Big ha pagado todo ¿verdad?

—Sí—asintió—Hasta por mí.

—Le debemos una enorme…

Y enseguida al zorro se le ocurrió algo que sin duda valdría oro. Pero para hacerlo debí salir de ahí y estar bien.

El caso siguió su marcha legal, fue obvio que todo el apoyo que tenía previamente se esfumo. Políticos y amigos buscaron deslindarse de su amistad, pero ya que no pudo tener un trato para salir libre de esto comenzó a cortar cabezas que lo ayudaron, jefes de departamentos, jueces y varios amigos influyentes cayeron con él. Pero la compañía que por años presidio y dirigió se hallaba al borde del colapso.

Y como todo gigante corporativo-económico se volvió centro del ojo público, animales ataviados en trajes costosos entraban y salían constantemente de oficinas foráneas de la empresa mientras casi todas las actividades estaba detenidas por las investigaciones penales, se encontraron varios casos de evasión fiscal orquestados por el ex-CEO así como muchos desvíos usados para financiar sus actividades ilícitas, también vieron a todos los "talentos" contratados por él, la mayoría con antecedentes de ser personajes no gratos en sus lugares de origen y con perfiles de hostigamiento o intolerantes. Sin duda una cloaca fue destapada y todo lo que había ahí saldrá a la luz. Los accionistas pronto guiados por sus temores financieros empezaron a tomar medidas drásticas con tal de tratar de corregir esos errores que de por sí ya les han costado bastante.

Judy y Nick estaban en el hospital, ahora que el zorro estaba despierto se les fue otorgado un televisor y ambos, Judy acostada a su lado veían las noticias, Nick estaba un poco cansado, habían pasado días desde que despertó y estaba teniendo terapia física para asegurar que sus músculos y nervios sanen apropiadamente, era muy doloroso, lo admitía, pero tenía que recuperarse al 100% y ahora estaba descansado con su adorada coneja.

—"La situación en Predacorps se ha vuelto casi insostenible, pero el consejo dio una a conocer una movida que podría ser el principio de algún plan o algo por el estilo, un nuevo presidente del consejo de accionistas ha sido nombrado pero no han dado a conocer su nombre…"

Ese tipo de noticias han sido usuales en los últimos días, querían evitar que la empresa siguiera el camino de su ex-representante. Hasta que una noticia resalto.

—"Se ha dado a conocer que al final un mamífero a tomado la dirección interina de la compañía, después de que a un puñado de prominentes mamíferos se les ofreciera el puesto, pero este nuevo CEO acepto solo con las condiciones de operar con autonomía del consejo. O eso se ha sabido a través de diversas fuentes confidenciales"

Cierto tiempo pasó y alguien apenas abría los ojos, una liebre de penetrante mirada al fin pudo despertar de su sueño.

Miro al techo con ojos desorbitados en extremo confundido hasta que su mente al fin pudo reaccionar…

Skye regresaba a la habitación de Jack, tuvo que firmar varios papeles, ya que la liebre dejo como responsable de él en caso de coma o situaciones en las que él no puede decidir sobre el mismo como accidentes cerebrovasculares a la vulpina, si, a ella le sorprendió mucho cuando se enteró, pero como siempre Jack era directo, se lo dijo sin tacto y sin rodeo, "tú decidirás si me desconectas o no" mientras le entregaba los documentos que la autorizaban en eso, siempre tan al estilo de Jack, pero de hecho estaba feliz con su decisión ella lo cuidaría mejor que nadie y la ayudo a ver lo importante que era ella en la vida de la casi inexpresiva liebre, cuando volvió a entrar a la habitación se encontró con la gran e inquietante sorpresa de que la liebre no estaba en su cama, luego vio el monitor cardiaco y observo que aun marcaba un ritmo y los cables estaban hacia un lado de la cama, la vulpina se asustó pensando que la liebre había caído de la cama.

— ¡Jack! —corrió hacia el lado de la y se volvió a sorprender al encontrarse con la liebre despierta y sentada en el suelo de la cama con una cara bastante peculiar y poco usual en él, la cara de la derrota

La ve por el rabillo del ojo y luego vuelve a mirar al suelo—Siento que me apalearon—dice derrotado y con amargura-.

Al escuchar su voz pudo salir de su estupefacción inicial—Jack ven—la vulpina le tendió la pata—el piso esta frio-.

La liebre alza la vista, ve los cálidos ojos de su vulpina y no puede evitar sonreír un poco y toma la pata que le ofrecía, pero cuando estuvo de pie no soltó su pata sino que tiro de ella, la beso con cariño, la hembra en un principio se sorprendió pero después correspondió con ímpetu. Jack tenia tenía los ojos cerrados pero unos segundos luego de que iniciara su muestra de cariño sintió unos temblores en su pareja por lo que termino el beso y vio llorando a su amada vulpina.

—Skye—murmuro preocupado pero teniendo una idea de lo que le pasaba, pues recordaba todo incluso lo último que le dijo.

Pero la zorra no logro contenerse y rompió en llanto mientras lo abrazaba con toda la delicadeza que podía.

—Oh Jack…tenía miedo, tenía tanto miedo de perderte…yo…no sabría qué haría si tú…

Sin embargo la liebre no la dejo terminar pues la abrazo contra sí.

—Estoy aquí— le susurro—aún estoy aquí—le dijo con tranquilidad, la separo de él y ella lo vio e hizo algo que realmente le sorprendió, su mirada se suavizo y le dio una sonrisa reconfortante—Estuve en un lugar lejano y oscuro, pero no me rendí, por ti—acaricio su mejilla—Porque fuiste tú quien me regreso al mundo, antes era un fantasma, un infeliz que quería beber hasta morir o buscar una forma más eficiente de hacerlo, pero tú me diste lo que necesitaba, un propósito, pero no solo eso me diste más, mucho más me diste esperanza, me regresaste la confianza a otros y en el mundo, pero sabes que solo tengo confianza absoluta contigo…eres la única que sabe todo de mí, las monstruosidades que hice y aun a pesar de eso me amas y yo…no he sido más que un maldito egoísta—vio que ella iba protestar pero puso su dedo en sus labios—No me harás cambiar de opinión porque sé que es verdad, admito que he sido un maldito insensible…tú nunca has hecho nada más que ayudarme y yo no he podido corresponderte como mereces—le dijo serio pero su cara volvió a suavizarse—Cinthia te amo, amo tú forma de ser, tu excesiva energía, la dulzura con la que me tratas y la paciencia con la que me aguantas.

La vulpina solo lo escuchaba con lagrimillas en los ojos, conmovida ante la sinceridad y la suavidad de las palabras del macho—Jack…

—No he sido el novio perfecto de lejos, eh cometido un sinfín de errores en esta relación y yo…

Sin embargo ya no pudo hablar más pues la vulpina lo abrazo contra su pecho, aun a pesar de la camisa formal, el saco y el sujetador el macho podía sentir muy bien sus pechos, sus ojos se abrieron…

—Jack…no seas tonto, eres el mejor novio para mi…—le dijo con una voz aguda y aun llorosa—Yo tampoco soy perfecta, tengo tantas o más fallas que tú y eso es lo maravillosos de una relación, superarlo juntos, ayudarnos a ser mejores uno al otro. —Lo separa un poco y lo ve a los ojos—Jack…no eres una maquina…

La liebre la vio a los ojos y se perdió en ellos comprendiendo lo que ella quería decir con eso, cerró los ojos y al fin sonrió… una sonrisa sincera, cariñosa, transparente.

—Tienes razón… no soy una maquina…Y es hora de demostrarlo al fin-.

Sin más se besaron, un beso largo y apasionado, cuando se separaron Jack vio a la vulpina y noto su fuerte rubor.

—Jack…espero que estés hablando enserio porque… me podría acostumbrar muy rápido a esto—declaro aun arrebolada, esa sonrisa y ese proceder era bastante…cautivante y muy atractivo en un macho del porte de Jack— "Sí así era él antes ahora la comprendo" —Pensó enamorada, sin embargo recordó algo muy importante, se aclaró un poco la garanta mientras trataba que su sangre saliera de su rostro, Jack la miro con una ceja alzada—"Rayos, no bromeaba cuando dijo que intentaría expresarse más, eso nunca lo había hecho así de fácil y seguido…me gusta"—pensó con una sonrisa—Jack debemos llamar al médico, acabas de despertar de un coma clínico-.

La expresión de Jack vario un poco y luego frunció el ceño un poco— ¿Coma?

—Sí—asintió un poco preocupada—"No debí ser tan directa"

— ¿Cuánto tiempo estuve fuera? —pregunto cauteloso al tiempo que el monitor cardiaco detecto un ligero aumento en el ritmo-.

—Un mes-.

El corazón de Jack se saltó un latido y la maquina lo detecto.

—Jack tranquilo—enseguida ella ya estaba a su lado—sube a la cama…

La liebre se puso la pata en el pecho— ¿Daño mi corazón? —Pregunto al sentir una sensación extraña-.

—Rozo un poco, tuviste una cirugía pero no a corazón abierto, pero si hubo algo…

—Llama al médico—le dijo serio-.

Y ahí estaba Jack recibiendo una cátedra entera sobre su condición y por qué se decidió ponerlo en un coma artificial, la liebre escuchaba atento y sin cambiar su expresión seria.

—Señor Savage, no podrá realizar su trabajo durante al menos 2 meses más para que su cuerpo sane al 100%, si puede descansar completamente se recuperara por completo—le advirtió una pantera negra con bata blanca— ¿Podrá hacerlo?

—No se preocupe—la vulpina intervino—El estará en cama y relajado todo el día, yo me encargare de ello, incluso si debo atarlo a la cama—le aseguro sonriente-.

La pantera sonrió—Muy bien, solo bastaran uno o dos días en observación más un electrocardiograma para un último chequeo a su corazón. Tiene mucha suerte de tener a alguien como ella que lo cuide, no salió de aquí casi para nada durante todo este mes—sonrió contento y empezó a retirarse—Tiene mucha suerte de tener una esposa así señor Savage—fue lo último que les dijo antes de salir-.

Eso dejo en blanco a la liebre y por instinto miro a su pareja, la pobre Skye paso de blanco a rojo en su rostro en tiempo record, estaba seguro que si le arrojaba agua saldría vapor, luego sonrió un poco, se veía muy linda así, tal vez liberarse no sería tan complicado o malo como pensaba…