Ya me voy, ya me voy.
.
El Redentor 777. Lo digo porque me preocupa que algo pueda estar pasándote, así de cercanos nos hemos vuelto los 3 jeje, yo desde el 25 de enero estoy. Jaja, ya me imagino Runa jugando con el Ded y este partido de la risa cuando lo maten jaja.
.
RinMakoto. Con todo lo que pasa, Tsubasa ya debe estar conociendo a alguien luego de que pasó por un mal momento amoroso y con el partido llegará a su tiempo, ahí veremos que pasa.
.
Sin más, comencemos…
.
.
.
Starffin estaba yendo a su casa la cual era un apartamento de buena posición. Llegando a su hogar, la joven solo entró, resultando que su apartamento era bastante lindo y poseía varios artículos de su natal Rusia.
Llegando, se quitó los zapatos y solo fue directo a su cama en su habitación, resultando que la chica vivía sola, aun así, no le importaba en lo más mínimo.
- ¿Por qué no les digo nada a ellos? Está interesante eso del béisbol – la rusa solo pensaba un poco sobre la situación de poder asistir a ese club que tanto le había llamado la atención, pero de igual forma era algo tímida y fría como para ir solo a decirles.
Mientras veía el techo se le vino a la mente el momento en el que el joven de cabello oro llegó a ayudarla a pesar de que ambos habían llegado a chocar, a pesar de eso, él fue bastante caballeroso con ella.
- ¿Satoshi Sakurai? Qué lindo nombre – mencionaba la peli blanca mirando hacia el techo y solo recordando los ojos amarillos del joven y su sonrisa, además de que percibió que no había nada de falsedad en su sonrisa y eso por alguna razón, la ponía roja - ¡¿Por qué sigo pensando en él?! S-Solamente estoy recordando lo amable que fue, nada más.
Sin más, Elena solo encendió su computadora de escritorio para tratar de distraerse, se metió en YouTube para relajarse, aunque le llamó atención cuando encontró en los recomendados de la plataforma algunos vídeos en los que de casualidad aparecía en el título de uno de estos el nombre de la Academia.
- ¿Satogahama vs Ryoyukan? – la rusa quedó extrañada y solo puso en reproducción el metraje y aunque duraba bastante, decidió verlo para poder observar cómo era el equipo de la Academia comandado por la capitana de cabello castaño - ¿Tsubasa Arihara? ¿Así se llama la capitana?
Elena observó como las chicas de Satogahama lucharon contra un gran equipo, aunque le ganó la curiosidad de quienes eran las de la academia rival y descubrió que Ryoyukan había sido campeón hace 3 años, además de ser uno de lo que equipos a vencer en el torneo.
Satogahama logró hacer un gran juego, venciendo a su mejor jugadora, Nao Nakata con ayuda de un gran lanzamiento que poseía la pitcher peli verde que respondía al nombre de Kotoha Hiiragi. Elena quedó sorprendida por el lanzamiento de la chica ya que notaba que era bastante ágil con eso y más cuando giraba justo cuando llegaba a donde estaba la bateadora.
Una hora después de ver el juego, la chica detuvo el vídeo y solo miró una pelota de béisbol que estaba sobre su mesa de noche.
- ¿Necesitará una pitcher más aun viendo que tienen una experimentada? – Elena tomó la pelota al mismo tiempo que ponía una almohada sobre la pared para practicar un poco. La rusa había elegido la posición de pitcher ya que desde que era más pequeña le gustó esa posición, aunque antes de venir a Japón, considerado como uno de los países más beisbolisticos del mundo.
Elena solo se puso en posición y sin más, lanzó con fuerza la pelota hacia la almohada la cual cubrió el golpe, aunque quedó con una pequeña marca por la fuerza dada por la rusa.
Sin más, dejo todo a un lado y solo se fue a dormir al final, aunque siempre pensando en el juego que observó y por la gran jugada que hizo el equipo de la academia.
.
Al día siguiente…
Ya llegando viernes, muchos de los estudiantes estaban alegres porque el fin de semana se acercaba y muchos iban a descansar esos días, aunque del lado del club de béisbol, estos iban a entrenar por si venia el juego ese o el otro fin de semana.
En el camino, Elena solo iba caminando sin dirigirle palabra a nadie sabiendo cómo era, aunque durante el transcurso, se topó con alguien que por el momento iba solo y al verlo sus ojos quedaron maravillados.
- ¿E-Es Sakurai-san? – preguntó un poco entrecortada la chica de cabello gris mirando al chico, aunque este se dio cuenta de que alguien lo observaba, quitó su mirada de la revista que estaba leyendo y cuando miró, se encontró con los ojos azul pálido de Elena.
- Buenos días Starffin-san.
- E-Este… b-buenos días Sakurai-san.
- No pensé que vinieras casi en el mismo camino que yo.
- N-No me di cuenta – Elena seguía con su actitud tímida y nerviosa, cosa que era muy rara en ella, pero solo le pasaba cuando estaba cerca del peli oro. Aunque en eso, notó la revista que el chico venía leyendo – por cierto, ¿Qué leías?
- ¿Esto? – Satoshi le mostró la revista – es la entrega semanal de Baseball Magazine y la estaba revisando. Realmente hay buenas cosas en esta revista.
- ¿Te gusta el béisbol?
- Sí, es mi deporte favorito en todo el mundo, lo practicaba en secundaria, aunque lo dejé de practicar una vez ingresé a Satogahama, aun así, siempre mantengo mi interés en el béisbol.
- Y-Ya veo – sonrió la joven y permaneció unos segundos en silencio hasta que se le vino algo a la mente – por cierto, ¿Qué posición jugabas Sakurai-san?
- Jugaba de pitcher – las palabras del peli oro abrieron grande los ojos de Elena la cual quedó sonrojada al saber que compartían la misma posición.
- E-Es increíble… sabes, yo también jugaba de pitcher.
- Eso es genial, ¿eres zurda o derecha?
- Zurda… lo sé, es algo extraño ¿no?
- No, de hecho, es bastante impresionante, no es como si hubiera muchas pitchers zurdas, aun así, es genial – Satoshi le dedicó una sonrisa poniendo más colorada a la rusa.
- G-Gracias.
Sin más, ambos chicos solo se fueron juntos hacia la Academia, aunque tuvieron suerte de que Rin no estuviera cerca, aunque para Elena fue bastante bueno hablar con alguien de béisbol, así como lo hacía con Satoshi.
Llegando cada uno a sus salones, solo se despidieron mientras que Satoshi entraba al suyo en el que se encontró con su mejor amigo leyendo la misma revista que la de él.
- ¿Llegaste temprano Rin?
- Mi alarma se activó antes de tiempo y me acordé que mi hermana cumplía años hoy, pero de igual forma no me importa mucho.
- ¿Aun no se reconcilian con tu hermana?
- No me importa si ella viene rogando a mí, no la perdonaré después de tantos años – decía el peli cian – pero no me quiero amargar el día, por cierto, dime ¿Qué te pareció el número de esta semana?
- Bastante bien, me gustó bastante el poster del pitcher de los Búfalos.
- Lo dices más por tú fuiste pitcher Satoshi.
- Y tú te emocionas un poco con el jardinero izquierdo porque sabes que fuiste uno ¿verdad Rin?
- Más o menos – reía este junto con su amigo.
.
En el salón 2-1…
Llegando algunas de las del club de béisbol estas solo se saludaron, yendo todo normal incluso cuando algunos de los chicos las saludaron, aunque para Tsubasa fue diferente cuando llegó Sorata al salón.
- ¡Buenos días Amemiya-kun! – Tsubasa siempre con su energía positiva saludaba al peli rojizo.
- Oh, buenos días Arihara-san. ¿Cómo amaneciste?
- Vivita y coleando – reía la oji azul, siendo vista por las demás chicas las cuales veían con envidia como la capitana hablaba con bastante normalidad. Del lado de las amigas de la castaña, estas solo veían confundidas esa actitud.
- ¿Alguien me puede explicar qué pasa con Arihara? – preguntó Shinonome.
- Bueno, es que, desde hace unos días, ella y Amemiya-san han convivido bastante – decía Tomoe.
- No me digan nada, pero esto me huele raro – decía Ramón mirando a los demás.
- ¿A qué te refieres Maldonado?
- Que a lo mejor así comienza una relación – habló Joan – muchas parejas inician así.
- Hasta tu Shinonome-san iniciaste una – Tomoe miró a la peli azul la cual solo atinó a sonrojarse bastante.
- E-Eso que tiene que ver – reclamó la peli azul.
- Aunque deben admitir que Arihara es objetivo de bastantes chicas, al menos eso miro – el mexicano miraba como varias féminas quedaban mirando de forma molesta a la capitana la cual parecía no saber de esas miradas de parte de las demás chicas.
.
El último receso de la semana llegó y varias de las chicas se iban en grupos, aunque en este caso, la rusa de cabello gris seguía caminando y justamente llegó al sitio en el que iba hacia el salón del club de béisbol y esta solo quedó callada cuando observó la puerta.
- ¿D-Debería ir o no? – se preguntó en voz baja la rusa mientras seguía viendo la puerta del salón.
- ¿Starffin-san?
- ¡Wuaaaaa! – gritó con fuerza la chica mirando hacia atrás estaba Satoshi mirándola - ¿Sakurai-san?
- ¿Qué tanto miras? – preguntó el joven mientras miraba por el pasillo hacia el salón del club.
- B-Bueno… no pasa nada y…
- ¿Te interesa entrar al club de béisbol?
- E-Es que… el otro día las miré jugar y la verdad es que me llamó la atención, aunque no estoy muy motivada para decirles que me quiero unir.
- Sé valiente y solo ve – reía el peli oro – si quieres yo te puedo acompañar.
- ¿En serio?
- Sí – el chico solo la tomó de la mano – vamos, después de todo no puedo dejar sola a una amiga.
- Sakurai-san – la joven solo lo siguió hacia el salón y justo cuando estaban afuera, la peli gris solo suspiró y miró al peli oro antes de entrar – bien.
- Aquí vamos – Satoshi abrió la puerta del club, aunque al final, solo estaba una persona y se trataba de Tsubasa la cual solo esperaba a sus amigas a que llegaran.
- ¿En qué puedo ayudarlos?
- E-Este…
- Ella quiere unirse al club – Satoshi habló por la rusa la cual estaba algo nerviosa.
- ¡¿En serio? – eso alegró bastante a la castaña la cual solo miró a los dos chicos y notó el agarre de manos de ambos - ¿son novios?
- ¿Novios?
- Sí, porque pues… - la capitana señaló al agarre de ambos y Elena solo se separó del agarre mientras que Satoshi solo reía un poco.
- ¡N-No, solo somos amigos nada más!
- Bueno, pero dime, ¿te unirás a nosotros? – preguntó la castaña mirando a Elena.
- M-Me gustaría, aunque la verdad no sé si haré algún aporte bastante valioso…
- No digas eso – una voz se unió al grupo el cual había estado a un lado escuchando – cualquier jugadora puede aportar su granito de arena para el equipo.
- ¡Nishimura-kun!
- ¿Tu eres…?
- Es nuestro entrenador en jefe, Yoshimaru Nishimura-kun.
- ¿Entrenador en jefe?
- Veo que alguien nuevo se une – dijo el castaño mirando a la rusa - ¿Qué posición juegas?
- Elegí ser pitcher.
- ¡Increíble! – dijo Tsubasa - ¿eres derecha o zurda?
- Zurda.
- Igual que Nozaki-san – dijo Yoshimaru recordando que la rubia poseía de igual forma esa habilidad.
- Tener dos pitchers zurdas sería bastante productivo para cuando enfrentemos a los rivales.
- ¿Te unirás al final? – la de ojos azules tomó las manos de la peli gris la cual solo se sonrojó mirándola.
- A-A eso vine ¿no?
- ¡Muy bien! ¡Bienvenida al club! – aunque Elena no lo mostrara, esta estaba feliz por haberse unido, aunque también debía bastante a Satoshi el cual parecía estar feliz por el ascenso de su nueva amiga.
Elena solo lo miró de reojo y aunque no pudo explicar, sus mejillas volvieron a ponerse rojas, realmente era algo nuevo para ella.
.
Yoshimaru luego de que Elena se uniera, tuvo que mandar a decir que no podría asistir porque le surgió un fuerte dolor de cabeza y se tuvo que retirar con ayuda de Shinonome para llevarlo a casa por lo que la práctica sería hasta el siguiente lunes.
En el camino, ambas amigas venían hablando un poco sobre todo y justo llegó un momento en el que, pasando por un parque, algo les llamó la atención y fue que justamente estaba Rin hablando con una chica.
- ¿Ves eso Tomocchi? – preguntó la castaña escondida en unos arbustos junto con su mejor amiga.
- ¿Qué pasa?
- ¡Por favor hermanito! ¡Solo quiero reconciliarme contigo! – decía una chica de cabello negro y ojos azules mirando al peli cian el cual no estaba nada feliz.
- No me llames hermano ni nada por el estilo, recuerda que tú misma lo decías.
- ¡Sé que cometí varios errores y me arrepiento de ellos, por eso quería que hoy vinieras a mi fiesta! – decía la joven de unos 18 años bastante triste – papá no me quiere hablar, pero al menos pensé que tu…
- No tengo intención de ir a ninguna fiesta de personas que no conozco, así que solo deja de joderme la puta vida.
- ¿D-De que estarán peleando? – preguntó en voz baja Tomoe.
- Quiero arreglar las cosas contigo Rin, además, pensé que mi cumpleaños podría ser la mejor fecha para que pudiéramos hablar.
- No tengo nada que hablar contigo Suzu, así que es mejor que te vayas, después de todo no tengo hermana, soy hijo único.
- ¡Por favor Rin, hablemos! – la peli negra tomó del brazo al peli cian, pero este para sorpresa de todas, le dio una fuerte cachetada a su hermana la cual solo cayó al suelo tomándose la zona afectada, Tsubasa y Tomoe se quedaron heladas ante eso - ¿R-Rin?
- Te lo diré por última vez Suzu, por tu culpa, la de mi supuesta madre y la de esa chica que no quiero volver a recordar es que perdí la fe en las mujeres. Todas son iguales, solo lo usan a uno como quieren y luego lo dejan tirado, para mí, ustedes no son más que unas estúpidas, así que, si tienes un poco de dignidad, no me vuelvas a hablar en tu puta vida de nuevo si no quieres sufrir las consecuencias – sin más, el peli cian solo se fue del sitio dejando a su hermana en el mismo lugar llorando, no tanto por el golpe, sino por el momento que no pudo compartir con su hermano su cumpleaños.
Con ambas amigas, estas solo estaban anonadadas y con algo de miedo, Tsubasa recordó entonces las palabras que le dio el chico el otro día y se dio cuenta de algo había detrás de todo eso. Él era un buen beisbolista, pero ese lado malvado contra las mujeres, le intrigaba bastante.
Rin Minagawa era todo un misterio cuando se trataba del sexo opuesto.
.
.
Continuará…
