Llegó el segundo día de campamento para las chicas de primero y como tal, Kouki y Makoto las despertaron a las cinco en punto, a pesar de que Sora y Yuzu seguían sin estar acostumbradas, se prepararon y esta vez comenzaron con algo ligero como lo fue trotar alrededor del hotel, esta vez no fueron al bosque sino que rodearon las vallas y solamente unas treinta veces, lo equivalente a recorrer el bosque en una sola vuelta.
- Ya estoy cansada… - Yuzu se dejó caer al suelo. – Dijeron que sería más ligero pero sigue siendo una tortura…
- Esta debe ser su definición de ligero. – Expresó Lin secándose el sudor.
- Muy bien, ya empezaremos con lanzamientos, así que Kusakari-san. – Kouki llamó a la peligris a lo cual asintió y ambos fueron por su lado.
- Oigan. – Sora llamó a las demás chicas a que se acercaran. – No creen que hay algo entre Matsubara-kun y Kusakari-san ¿cierto?
- Acaso quieres decir… - Expresó Chiyo por debajo, la pelirroja sonrió.
- Han estado muy juntos desde que se conocieron, digo que es amor.
- ¿Amor? – Chiyo y Lin se sonrojaron.
- Eso debe ser algo posible, ya vemos como es que él le ha prestado especial atención y el juego de ayer me lo confirmó, hay algo entre ambos.
- Seguro son puras coincidencias. – Expresó Lin.
- No, yo igual creo que es posible. – Habló en esta ocasión Yuzu. – Los dos son pitchers por lo que le ha dado bastantes consejos, quizás en esos momentos se han acercado cada vez más.
- Sin hablar del hecho de que Kusakari-san se siente cómoda a su lado, solo vean su rostro. – Observaron a la peligris que veía a Kouki como siempre.
- Ese es su rostro normal. – Respondió Lin.
- No tienen visión más allá, sus ojos obviamente brillan al verlo, está enamorada.
- Solamente hablas estupideces, creo que deberías de dejar todo eso y…
- ¿Es de esta forma? – Preguntó Runa, Kouki negó con la cabeza, en ese momento se puso a sus espaldas y sujetando sus brazos, la acomodó, estaban bastante juntos.
- Tienes que acomodar los brazos de esta forma, sino la pelota se acabará desviando hacia la derecha. – Ella asintió.
- Entendido. – Y así continuaron, las demás observaron aquello.
- Prácticamente la está tocando bastante. – Comentó Yuzu.
- O-Ok, entendimos, puede que sea posible… - Exclamó Lin por debajo.
- Y por eso tengo un plan para que al final de este campamento sean una pareja. – Sora se veía emocionada al respecto.
- ¿Funcionará? – Preguntó Chiyo.
- Ya verás, es algo prácticamente infalible, luego platicaremos al respecto de ello.
- Ya es momento de entrenar. – Llamó Makoto a lo cual fueron por su lado para el entrenamiento. Pasó un rato y estaban en su descanso, en ese momento Runa tenía su teléfono para sus logueos diarios en juegos gacha, es entonces que Sora decidió empezar.
- Kusakari-san. – La pelirroja se acercó, esta observó de reojo.
- ¿Necesitas algo?
- Bueno, a decir verdad necesito ayuda con algo. – La peligris enarcó la ceja.
- ¿Qué quieres?
- Bueno. – Frotó sus manos. – Esperaba obtener un poco de ayuda en mis bateos y como eres nuestra pitcher ahora, no hay nadie mejor para ello. – Runa no expresó nada, Sora temía que lo rechazara, entonces cerró su teléfono.
- Ok, vamos. – La pelirroja sonrió dentro de sí. Ambas comenzaron a moverse, es entonces que fueron llegando hasta la parte trasera del hotel, Runa comenzó a darse cuenta. – No es por aquí donde deberíamos entrenar.
- Solo espera, vamos un poco más ahí. – De tal modo continuaron moviéndose hasta llegar a un cobertizo, la pelirroja abrió la puerta. – Y es aquí.
- ¿Aquí? Pero si es un lugar ce… - Antes de que dijera algo, Sora la empujó adentro del cobertizo. - ¿Qué haces?
- Jeje, esto es por tu bien Kusakari-san… y para mi diversión. – Sora cerró la puerta y escuchó como le puso candado. Runa fue para intentar abrirla sin éxito alguno, ella gruñó por debajo.
- Me las pagarás Agatsuma-san…
- ¿También te encerraron? – Escuchó una voz, Kouki salió en ese momento. – Parece que estamos aquí.
- Todo es culpa de ella… - Expresó por debajo.
- Supongo que no nos dejarán irnos de alguna manera, tampoco veo otra salida factible. – Kouki había revisado los alrededores, solamente se encontraban ventanas pero estaban en lo alto por lo que escalar sería peligroso. – En algún momento Makoto se dará cuenta que no estoy y vendrá a rescatarnos, hay que esperar hasta que pase.
- Ok… - Ella soltó un suspiro y fue a sentarse sobre una colcha que estaba ahí mientras veía su teléfono, Kouki solo observó a los alrededores hasta verla. - ¿Pasa algo?
- Bueno, realmente te gusta estar en tu celular.
- Solamente porque necesito jugar. – En ese momento recordó algo. – Es verdad, podría llamar a Ryuusei-san ¿tienes su número?
- Claro, es… - Kouki comenzó a decirle el número y ella esperaba llamar, así que lo hizo. Mientras tanto, Makoto estaba tomando una soda cuando escuchó su teléfono sonar.
- ¿Hmmm? ¿Quién será? – Estaba por contestar, Chiyo se encontraba ahí y sabía que tenía una parte en el plan, estaba avergonzada al respecto pero tenía que hacerlo, antes de que conteste. – Este número no…
- ¡Ryuuisei-kun! – La pelirrosa corrió hacia él para abrazarlo, dejando que su rostro estuviera entre sus pechos.
- ¡¿EH!? ¡¿Sakurada-san!? ¡Que haces! – Exclamó el peliazul con sonrojo.
- ¡E-Es que solo tenía ganas de hacer esto!
- N-No es necesario que lo hagas, suéltame. – Buscó librarse pero ella no lo soltaba para nada, es entonces que dejó de resistirse y acabó desmayado, incluso con un pequeño sangrado nasal. Chiyo lo soltó, cubriendo su rostro.
- No quiero volver a hacer eso de nuevo… - Exclamó con lagrimones en los ojos, Sora llegó con el pulgar arriba.
- Bien hecho Chiyo-chan, sabía que tus atributos serían útiles. – Sonrió con confianza.
- ¡No vuelvas a pedirme algo así! – Gritó con vergüenza.
- Ahora es solo que ellos dos hagan lo necesario y todo habrá sido un éxito.
Regresando al cobertizo, Runa intentó llamar de nuevo pero no contestaba.
- ¿Qué raro? Normalmente contesta al instante. – Comentó Kouki, al final la peligris desistió de ello.
- Algo debieron haberle hecho, Agatsuma-san es rastrera, más de lo que pensé. – Se la imaginó con fuego de fondo mientras reía de forma diabólica.
- Realmente nos la hicieron… - Kouki se recostó sobre la colcha mientras que Runa se quedó sentada, el pelinaranja la vio de reojo; ella, a pesar de la situación, no se encontraba muy alarmada aunque obviamente sintió que las demás estarían en problemas una vez salgan de ahí. – Por ahora, hay algo que me interesa.
- ¿Qué?
- ¿Por qué deseas tanto superar a tu hermana? – Preguntó Kouki, Runa miró hacia arriba.
- Esto es lo que pasa cuando tienen expectativas muy altas de tu persona y creen que el talento se transfiere por igual…
"Flashback"
La familia Kusakari es una que gusta de dinero, tienen una buena vida y es que todos han destacado totalmente en el ámbito deportivo.
- Una Runa de cinco años estaba sentada en el sofá de la sala de la mansión donde vivían, ella realmente no compartía mucho el hecho de que practicara deporte, le gustó más jugar videojuegos, una afición que descubrió y acabó por llamarla, en aquel momento jugaba con tranquilidad el Xbox 360 que tenía, dándole duro a unas partidas de Call Of Duty online.
- Eso, mueran. – Exclamó con su voz monótona mientras aniquilaba a soldados, en ese momento llegó su madre y la vio.
- De nuevo con esos juegos. – Esta soltó un suspiro, es entonces que apagó la televisión, alarmando a la peligris.
- ¡Okaa-san, estaba en medio de una partida!
- Deberías de dejar esta diversión insana de lado y se más como Reina, ya ves como ella es la actual campeona en quinto de primaria.
- No me interesa. – Respondió, su madre se vio molesta pero tampoco podía decir mucho.
- Y yo tenía esperanzas en que fueras igual que ella, parece que al final será el único orgullo de nuestra familia.
En cada momento solo escuchaba como sus padres alababan los logros de su hermana mayor y le prestaban más atención, eso la acabó molestando con el paso del tiempo, tampoco ella ayudaba.
- Runa, si realmente quieres apuntar a lo más alto, deberías de entrar a una gran academia como yo. – Exclamó la peligris mayor. – Aunque claro, sigues siendo inferior en habilidades.
- Onee-chan, no es algo que tenga decidido.
- Pues deberías, ya en realidad pensé sobe mi futuro, y es entrar a Kaio, haré de ese equipo el más grande de toda la prefectura. – Ella se veía muy segura de lograrlo y tenía razones para ello. – Si entras, por lo menos podría darte un hueco en el equipo como reserva.
- Tsk. – Ella chasqueó la lengua y se fue, realmente no soportaba la actitud engreída de su hermana, como todos en su familia la atendían más encima de ella, como que siempre estuviera destinada a ser la sombra, llegó un momento en el cual se acabó hartando de ello. – Debo hacer algo…
Es entonces que comenzó a practicar a espaldas de su familia, aprovechó siempre ir sola, acudiendo a arcades y durante ese tiempo acabó entrenando lo necesario, nadie la veía al salir de la escuela como iba a centros de bateo, lanzamiento de pelotas, fue formando su habilidad y se dio cuenta que era natural, ella igual lo poseía, sonrió por debajo.
- Parece que estar en una familia privilegiada también me afectó… pero romperé todo eso… ya verás Onee-chan, te superaré, cueste lo que cueste…
"Fin del flashback"
- Toda la presión que ejerció mi familia, esperar tanto de mi fue lo que me llevó a este punto y no deseo retroceder, no pararé hasta que lo pueda cumplir.
- Entiendo… creo que me sentiría igual si ponen demasiadas expectativas sobre mi persona, por lo menos lograste sacar esa habilidad en poco tiempo.
- Comencé a entrenar desde los diez años, estudié todo lo posible para poder lanzar de manera perfecta.
- Y justo te termina faltando, para eso estoy aquí, estoy seguro de que podré ayudarte en lo que falta.
- Eso realmente lo agradezco… - En ese momento escucharon pisadas, quizás era una de las trabajadoras del hotel, sabiendo ambos eso, fueron a llamar, tocando la puerta.
- ¡Hey, estamos atrapados aquí, sáquennos! – Gritó Kouki, aquello pareció tener efecto puesto que se escuchó como se acercaban y entonces el candado se abría, la puerta estaba abierta.
- ¿Qué hacen aquí? – Preguntó la trabajadora.
- Bueno, digamos que ocurrieron unas cuantas cosas… - Kouki se rascó la nuca, en eso Runa agradeció.
- Debo irme Matsubara-kun… hay alguien quien debe conocer mi ira… - Notó un aura oscura a sus espaldas, Kouki sabía que era mejor no meterse en su camino por lo que la dejo.
- De todas formas, gracias por todo. – Agradeció a la trabajadora y en cuanto a Runa… mejor no dijo nada.
- ¿Te arrepientes? – La peligris estaba ahí sentada de rodillas cabizbaja.
- Si… - Exclamó en voz baja, las demás solo observaban sin decir nada, era mejor no meterse o también sufrirían la ira de Runa y era mejor evitarlo.
- Si vuelves a hacer algo así, esto no se quedará como un simple regaño, tómalo en cuenta. – Dicho eso, la peligris se calmó, Sora obviamente seguía asustada.
- Eso te mereces por intentar algo estúpido. – Comentó Lin.
- Pero bien que ustedes me ayudaron. – Respondió Sora por debajo.
- Parece que todo terminó bien. – Makoto estaba ahí con un pedazo de papel en sus fosas nasales. – Lamento no haber ido a ayudarlos, me vi en una situación… un poco complicada. – Al escuchar eso, Chiyo se sonrojó.
- No importa Makoto, lo importante es que nada grave ocurrió, pero igual deberían pensarlo, si nos hubiéramos quedado ahí toda la noche.
- Tienes razón Matsubara-kun, lo sentimos. – Yuzu hizo una reverencia igual que las otras tres chicas, el pelinaranja sonrió.
- Solo por eso… ustedes cuatro. – Las señaló. – Esta noche tendremos un entrenamiento especial en el bosque y lo será porque aparecen osos. – Al escuchar eso, las cuatro se pusieron pálidas.
- ¡¿O-Osos!? – Exclamó Yuzu tragando saliva.
- Descuiden, son inofensivos, siempre y cuando no se topen con ellos.
- ¡Eso no nos alivia para nada! – gritó Lin.
- Kusakari-san, puedes quedarte fuera de esto, date un baño o algo por el estilo.
- Es lo que tenía planeado. – Se fue en ese momento, entonces miró de reojo a las cuatro castigadas, soltando una pequeña risa.
- ¡Te reíste! – Señaló Yuzu.
- No dije nada… suerte en su entrenamiento especial… - Y se retiró.
- ¡No nos abandones! – Reclamó Sora, entonces fue sujetada de ambos hombros por dos fuerzas pesadas, Kouki y Makoto estaban ahí, ella tragó saliva.
- Entonces Agatsuma-san, espero estés lista, nos pondremos especialmente atentos contigo. – Sonrió Kouki.
- Es cierto, seguro esto lo disfrutarás tanto como nosotros… - Makoto igual, sus sonrisas eran peligrosas, ella sabía que de esa no saldría viva.
- ¡SHINONOME-SENPAI, AYUDAMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!
Ninja Britten 11: Bueno, sufrieron castigos duros y si que algunos estuvieron malos, más que otros, por lo menos es algo de solo una vez, no es que vuelvan a repetir la experiencia aquí jaja.
El Redentor 777: Pues bueno que cada una se llevó lo malo que pudo haber sucedido y pues la verdad que lo hicieron por diversión, ya no tanta al final pero así fue jaja.
Pues bueno, aquí Sora buscó la forma de juntar a Kouki y Runa y eso salió mal, al menos este ya sabe un poco más de sus motivaciones para querer superar a Reina, ya queda un día más del campamento para antes de irse, ya veremos lo qué pasará en esos momentos, hasta el próximo cap. Saludos.
