Los chicos de primero fueron recibidos al volver de su campamento, en sí sienten que lograron mejorar y Taiga agradeció a Kouki y Makoto por lo que hicieron, ahora podrían volver a sus actividades normales en el club, ya estaban todos reunidos y practicaban lo que podían.

- (¿Quién era esa chica que estaba con Saionji-kun y por que estaban tan juntos? No me gusta lo que veo… si pudiera saber quién es…)

- ¡Tsubasa-chan, cuidado!

- ¿Eh? – La castaña solo pudo ver una pelota volar directo hacia su cabeza e impactarla, cayendo al suelo con los ojos en remolino.

- ¡Tsubasa-chan! – Tomoe y las demás fueron a ver con preocupación a la castaña. Pasó un rato y ella despertó en una cama, estaba en la enfermería.

- ¿Dónde estoy?

- Me alegra que estés bien. – Vio a Tomoe a su lado. – Nos preocupaste a todos.

- Jeje, lo siento, estaba distraída… - Se rascó la nuca aunque bajó la mirada, su mejor amiga sentía que algo le estaba sucediendo.

- ¿Qué pasa?

- … No es nada Tomocchi, en serio. – Parecía forzarse y es que nada se le escapaba a ella, no después de haber sido amigas por varios años. Si algo realmente le estaba sucediendo, lo sabría y ese era uno de esos momentos.

- Tsubasa-chan, sabes que no puedes engañarme, por lo menos ahora estamos solas, así que puedes hablar conmigo o es que acaso no me tienes confianza, me lastimas. – Fingió lagrimas para hacerla sentir mal.

- ¡E-Espera Tomocchi, no quise decir eso! Está bien, te contaré. – La pelinegra apretó el puño por debajo en victoria. - … Lo que sucede es que… el otro día vi a Saionji-kun con una chica y por alguna razón estaban muy apegados, ella no dejaba de sujetar su brazo, al verlos, yo…

- Te pusiste celosa, entiendo. – Asintió Tomoe.

- ¡No realmente! Es solo que… no me gustó lo que vi.

- Es eso Tsubasa-chan, celos. – Tomoe sonrió de forma peligrosa. – Me alegra ver que tengas en mente algo más que el beisbol. – La castaña se sonrojó en ese momento.

- Basta Tomocchi, no sigas.

- A decir verdad, me alegra que encontraras a alguien más, lo de Shimazu-kun fue doloroso.

- Es cierto… pero creo que podría atesorar estos nuevos sentimientos, ya he conocido bastante de él que… me di cuenta de lo que siento.

- Entonces, deseas averiguar sobre esta chica ¿no? – Tsubasa asintió. – Sabemos que tenemos a la persona adecuada para ello, podríamos llamar a Nakano-san y…

- Espera Tomocchi. – La castaña la detuvo. – de ser posible, no quiero que nadie más sepa esto.

- ¿En serio? – Tomoe se sorprendió.

- Digo, pronto tendremos ya el siguiente partido así que me gustaría que todas estén concentradas, es algo con lo que debo tratar yo misma.

- Tsubasa-chan… has crecido, realmente estoy orgullosa.

- Tomocchi, no soy una niña… - Exclamó la castaña con un gotón en la frente.

- Descuida, sé que todo saldrá bien, por lo menos Saionji-kun verá lo afortunado de que alguien como tu le quiera, aunque temo por su salud cuando cocines.

- ¡No traigas eso! Sé que mejoraré en la cocina.

- No, eso es imposible. – Respondió la pelinegra con rostro inexpresivo a lo que Tsubasa comenzó a quejarse. Al menos ella estaba bien, solo era que pudiera descubrir el meollo del asunto respecto a esa chica que Fudo conoce.


Al termina el entrenamiento, todos se fueron por su lado, Fudo igual tenía asuntos pendientes, al despedirse de los chicos, se retiró, lo que no sabía es que alguien le estaba persiguiendo en ese momento, llevando una gabardina, lentes de sol y mascarilla.

- (Con este disfraz no descubrirá quien soy, que inteligente) – Se rio Tsubasa para sus adentros, comenzando a seguir al pelinegro desde una distancia segura. Empezó a avanzar por la ciudad hasta llegar a una estatua donde se detuvo. – (Entonces está esperando a alguien…)

- ¡Fudo-kun! – Vio a aquella chica llegar, de cabello rubio largo con ojos verdes y llevaba el uniforme de otro instituto.

- Kaede.

- ¿Esperaste mucho?

- No realmente, salí del entrenamiento hace poco.

- Perfecto, vamos entonces. – Así ambos se fueron mientras Tsubasa les vio irse.

- (Esa chica está muy apegada a él… no me gusta, quizás deba atarla a un yunque y hundirla en un rio…) – Pensó Tsubasa para sus adentros mientras tenía una expresión sombría. – Se están yendo, debo seguirlos.

Al seguirlos, vio como es que entraban a una tienda de ropa, es así que la chica empezó a ver vestidos mientras Fudo estaba a un costado, esa chica de nombre Kaede le hablaba con una sonrisa mientras mostraba vestidos para probarse.

- (No quiero creerlo… que ella quizás sea…) – Sentía como sus ojos se aguaban, estaba por llorar, entonces agitó su cabeza. – (No, debo ser positiva, quizás sea un familiar o algo por el estilo, pero ella realmente es linda…)

Me llevaré estos. – Kaede tomó esos vestidos. – Gracias por los consejos Fudo.

- No fue nada ¿algo más que debas ver?

- A decir verdad ¿sabes de esos postres que últimamente están de moda? Siempre quise probarlos, acompáñame por favor.

- … Está bien… - Y se fueron, Tsubasa los siguió en aquel momento, llegaron hasta una heladería, al entrar se sentaron en una mesa, el pelinegro pidió ese helado que Kaede quería, al traerlo comenzó a comer.

- Está delicioso. – Expresó su gusto.

- Parece que era lo que esperabas ¿no?

- Si, toma, prueba un poco. – Le pasó la cuchara, al ver eso Tsubasa, abrió los ojos como platos.

- ¿Está bien que lo hagas? Digo, comiste de la misma cuchara.

- Vamos, nos conocemos desde hace tiempo, no será una molestia. – La rubia le ofreció e insistía, al final comió de la cuchara, Tsubasa gritó para sus adentros.

- Muy dulce.

- ¿Cierto? Puedes tener más si quieres.

- No es mi estilo realmente, además lo compré para ti, no lo desperdicies.

- Veo que sigues siendo muy recto… - Soltó un suspiro. – Eso no ha cambiado en nada.

- No es algo que te importe realmente, aunque ya debes saber que he vuelto.

- Es verdad… - Sonrió por debajo. – Realmente pensé que abandonarías el béisbol, después de lo que pasó con tu padre…

- Es cierto, pero hubo cierta persona que no dejó de insistir y debido a ello no pude resistirme, al final volví a recordar lo mucho que lo amo. – Tsubasa se sorprendió al escuchar eso, sonriendo por debajo.

- (Saionji-kun…)

- Debes apreciar mucho a esa persona ¿cierto?

- Claro, una chica muy hiperactiva pero sincera consigo misma, tanto que no se guarda nada ¿cierto Arihara?

- ¿Eh? – La castaña se sorprendió al escucharlo, entonces vio que Fudo observaba a su dirección. - ¿Cómo?

- ¿A quien engañas con un disfraz tan obvio?

- … Eh… jeje, me descubriste. – Se retiró los lentes y la mascarilla. – Saionji-kun.

- ¿Es esa chica? – Preguntó Kaede.

- Si, Arihara Tsubasa.

- He escuchado de ella, Satogahama está ganando bastante fama últimamente como equipo.

- ¿En serio? – Los ojos de la castaña se iluminaron al saber eso. – Espera, antes de todo, ¿Quién eres y por qué estás tan cerca de Saionji-kun?

- ¿Oh? ¿Acaso son celos? – Ella sonrió seductoramente, acariciando su barbilla. – Bueno, siendo más bonita que tú, es obvio.

- Ya basta Kaede… - El pelinegro la apartó. – Arihara, ella es Saionji Kaede, mi prima.

- ¿Prima? – Preguntó con sorpresa, la rubia hizo un puchero.

- No eres divertido Fudo.

- No quiero malentendidos. Viví con ella y mi tío luego de la muerte de mi padre hasta que me fui para estar en un departamento, por eso es que la trato casi como una hermana.

- Un gusto Arihara, en ocasiones Fudo ha hablado de ti cuando nos mensajeamos, realmente fuiste una gran ayuda para él. – Extendió su mano, la castaña aceptó el apretón.

- Esto… gracias… pero, eran tan cercanos y le sujetabas el brazo.

- Siempre hemos sido así, me gusta molestarlo con mis gestos de cariño, además ya tengo novio, lamento si te hice sentir celos.

- ¡No estaba celosa! – gritó, la rubia comenzó a reír.

- Ignórala… - Fudo soltó un suspiro. - ¿Era todo lo que necesitabas?

- Si~ - Canturreó la rubia. – esta ropa será la perfecta para mi próxima cita con mi cariño, ya es momento de irme, así que chau~ - Antes de ello, se acercó a susurrarle al oído a Tsubasa. – Fudo puede ser un poco distraído si no atacas, debes decirle de frente para que entienda, suerte. – Después de decir aquello, se retiró.

- Ella no cambia… lamento si pasaste un mal rato Arihara.

- No fue nada… a decir verdad, también tengo algo de culpa en ello jaja… - Se rascó la nuca. – Ya que estamos aquí ¿salimos un rato?

- Bueno, el sol no se ha ocultado totalmente ¿algún lugar donde desees ir? – Tsubasa sonrió en aquel momento. Los dos se movieron, caminando cerca del rio, no había mucha gente cerca, así bajaron pro la pequeña ladera.

- Es perfecto. – Exclamó la castaña, Fudo la siguió. – Juguemos un rato, traje una pelota.

- Entendido. – Comenzaron a pasarse la pelota de béisbol entre una distancia a otra, la castaña se veía feliz por ese momento, Fudo también lo disfrutaba debido a la tranquilo que era.

- Saionji-kun, hay algo que tengo que decirte. – Empezó a hablar mientras pasó la pelota, el pelinegro enarcó una ceja.

- ¿Qué quieres?

- Bueno… realmente he disfrutado todos estos momentos y, a decir verdad, hace poco cuando estuvimos con tu prima, me di cuenta de algo y es que no debería perder más el tiempo.

- ¿Arihara? – La castaña sujetó la pelota para luego ponerse frente a él, esta tomó un respiro hondo.

- Desde el inicio admito que me llamó la atención que fueras un jugador de béisbol, tu padre siendo un profesional y todo, quise traerte a ser entrenador, aunque fue duro, saber todo lo que pasaste y que luego ya pudieras estar con nosotros, trabajar duro es algo que aprecio, y ahora que finalmente he conocido más acerca de ti, ya lo tengo totalmente claro… ya nunca más Tomocchi y las otras me llamarán soltera que vivirá con pelotas de béisbol… Saionji-kun, me gustas.

- Arihara… - Fudo no pudo evitar sorprenderse, la castaña estaba sonrojada en ese momento.

- … Di algo, no quiero ser la única con vergüenza.

- Es que realmente, no sé que decir… ya antes he recibido otras confesiones pero… en esta ocasión mi mente está en blanco.

- S-Si no tienes una respuesta ahora, no importa, puedo esperar y…

- Alto Arihara. – El pelinegro la detuvo. – Me he aclarado, la verdad es que, de no haber sido por ti, creo que nunca hubiera superado mi trauma y hubiera odiado el béisbol para siempre, parece que ser terca y una molestia es una de tus cualidades.

- ¿Me estás insultando? – Preguntó con algo de molestia, el pelinegro soltó una pequeña risa.

- Es debido a eso que tengo una gran deuda contigo, y llegar a conocerte mejor vi más allá de una simple jugadora, observé a la verdadera chica detrás del guante y lo adorable y grandiosa que puede ser, así que no tengo razones para rechazar tu confesión.

- ¿Eso significa? – Asintió Fudo, Tsubasa se sentía muy feliz por dentro que empezó a llorar. – No sé que decir… estoy feliz ahora pero…

- Solo que esto no te distraiga del partido ¿entendido? – Expresó el pelinegro, Tsubasa asintió.

- Descuida, pero igual me alegra que ambos ya estemos saliendo, las demás se sorprenderán cuando se enteren, más bien lo haré ahora. – Sacó su teléfono para mensajear en el grupo del equipo.

- Eres irremediable… - Fudo soltó una pequeña risa mientras Tsubasa expresaba su felicidad, sabía que ella sería una chica ideal por lo cual necesitaba cuidarla.

- Ahora la foto juntos, quiero tenerla de fondo.

- ¿Es necesario?

- Claro, toda pareja la tiene, vamos. – En eso le abrazó y así juntó su mejilla con este. – Di queso.

- Aun lo siento un poco excesi… - Fudo no espero cuando en aquel momento la castaña le besó en los labios, y entonces tomó la foto.

- Listo~

- Arihara…

- jeje~ - Se golpeó en la cabeza de forma tierna. – Esto seguro será la envidia de todas. – Ya parecía no tener frenos ese tren pero Fudo no se quejó, con una nueva pareja formada, el camino hacia el siguiente partido se estaba cimentando con nuevas fortalezas en todas las chicas, ya esperaban a que llegara el día pronto.


Ninja Britten 11: Bueno, ya las chicas necesitaron su descanso luego de tanto sufrimiento y pues con Tsubasa, sí que conoció los celos, aunque ya luego sintió un alivio, algo mejor que eso.

El Redentor 777: Pues ya hicimos sufrir demasiado a Tsubasa, ya le toca ser feliz ahora y pues si que lo será, de tal modo que ya pueda disfrutar de la vida y lo nuevo que tiene ahora.

Pues así fuimos, todo resultó ser un malentendido al ser una prima de Fudo y Tsubasa finalmente dio el paso, confirmando una nueva pareja en la historia, ya ahora ella puede ser feliz junto a Fudo, en el próximo cap veremos otros personajes desarrollándose antes del partido, quiero dedicarme a ello por unos cuantos caps más, hasta el próximo cap. Saludos.