.
Disclaimer: Personajes de Masashi Kishimoto-sama y la trama es de Hang Yu-rang unni –sazonada a mi manera–. (-u-)
.
QUIENES ME LLAMAN ASÍ, SUFREN
/Distrito Nagomi/Noche/
Dejó el dojo luego de escuchar todo el discurso de Tobi. En su mente danzaban dos huracanes: uno llevaba el nombre de Sasuke y el otro de Neji. No sabía a cual darle prioridad. Muy en el fondo no quería creer aquello sobre Neji, pero habían pasado años desde lo sucedido en ese callejón. Si su primo estuviera vivo no habría parado de buscarla hasta encontrarla porque él le dijo que la protegería siempre, que sin importar la distancia él siempre estaba allí para ella. Aunque claro, eso lo decía cuando la dejaba en un parque mientras iba por algo para comer o cuando se quedaba afuera del orfanato luego de un mal día de dinero.
Cerró los ojos y sacudió la cabeza.
Habían dos opciones para descubrir la verdad: ir personalmente al hospital que mencionó Tobi o tomar valor para preguntárselo a Ka...
—No lo odies. —Esa voz lo sacó de aquel corto tramo de pasillo recorrido. A su derecha, en el marco de la sala encontró a una muchacha tal vez un año menor que él. —Obito tuvo una niñez horrible y lo único que desea es amor. Aunque no lo parezca. —Hiro la miró con frialdad, pero ella continuó. —Es verdad que hace cosas malas. Lo sé. No soy ciega como él cree. —Ella bajó la mirada por un momento antes de proseguir. —Pero él tiene un corazón muy dulce.
— ¿Por qué me dices esto? —fue lo único que pudo responder Hiro.
La jovencita suspiró.
—Sé que no lo quieres, pero no por ello debes malinterpretar lo que dijo.
Hiro apartó la mirada con la misma frialdad con la que dejó el dojo y abandonó la mansión.
Rin entró al dojo y encontró a Obito envolviéndose el torso con pedazos de camiseta. Ella corrió a revisarlo, pero su voz la detuvo a medio camino.
— ¿Escuchaste todo? —ella asintió cuando él la miró.
—¿En serio es una chica? —preguntó cuando él se puso de pie intentando dejar a un lado el ardor en el pecho.
—Just pretend you don't know. ¿Okey? —ella volvió a asentir y se acercó para ayudarlo a caminar, pero él la rechazó.
—Por que... ¿Por qué lo hace?
—Mientras menos sepas, mejor para ti. —Obito caminó hasta las katanas para levantarlas.
Rin lo observó moviéndose con lentitud. Lo había visto con peores heridas físicas, pero la que le había dejado esa extraña chica no se podía ver y dejaba un dolor difícil de sanar. No dejó de observar a Obito hasta que dejó las dos katanas en la pared. Cuando él se acercó a ella y la miró no quiso contener más la pregunta en su interior.
— ¿Te gusta, verdad?
Obito se detuvo y dio una forzosa carcajada. —No, claro que no, tonta. No digas estupideces.
Él continuó caminando a paso lento y ella no pudo evitar entristecer. "Ay, Obito... Mientras más tiempo pases a su lado más fuerte será ese sentimiento unilateral."
.
Cuando Hiro cerró la puerta, los recuerdos de Neji amenazaron con inundarla, pero la voz de Kiba los dispersó.
— ¡Ya era hora! —se puso de pie, limpió su pantalón y esbozó una sonrisa— ¿Ganaste, no? —Hiro no pudo contener la sorpresa.
— ¿Por qué sigues aquí? ¡Ay!
Kiba se acercó, le dio un coscorrón en la cabeza, pasó el brazo por sobre los hombros del muchacho y lo llevó hasta la esquina de la cuadra para tomar un taxi. Le dio un empujón para que subiera, dijo la dirección de la casa de Sakura y luego otra, que Hiro supuso era la dirección de su casa. Cuando el auto partió, miró a Kiba con un dejo de intriga.
—Yo pago el viaje, sólo déjame dormir, eh. —Kiba se acomodó en el asiento, colocó los brazos detrás de la cabeza para usarlos como almohada y cerró los ojos. Hiro continuó mirándolo.
— ¿Por qué me esperaste? —dijo de forma inconsciente; quizá para evitar pensar en lo de Neji.
Kiba abrió un ojo. —Por el destino. —Hiro quedó aún más confundido y Kiba suspiró— En mi vida he tenido toda clase de personas que vienen y van como el jodido viento, pero de repente llegan otras como una piedra en la cabeza. —Kiba abrió ambos ojos y le sonrió con camaradería. —Me di cuenta que he tenido muchas coincidencias contigo, mocoso. Encontrarnos tantas veces sin siquiera saber más que nuestros nombres debe ser el destino que me está diciendo que debes formar parte de mi vida. —Hiro trató de decir algo, pero Kiba continuó. —Y ahora que lo pienso, me gusta tenerte como amigo.
Hiro lo observó con indiferencia.
— ¡Acaso no quieres ser mi amigo! —Kiba levantó el puño para darle un golpe, pero Hiro simplemente giró la cabeza con un toque melancólico en los ojos.
Kiba contempló esa mirada por el reflejo del vidrio y bajó el puño, dio un sonoro bostezo y volvió a acomodarse en el asiento. —Dormiré un rato. —Pasaron varios minutos antes de que Hiro volviera a mirar a Kiba.
"No deberías verme de esa manera, Kiba-kun. Todos quienes me llaman así terminan sufriendo." Hiro volvió a mirar por la ventana. El rostro de su primo llegó junto con la última vez que lo vio; y cuyo día fue el mismo en que su vida cambió. Sentía un ligero ardor en el borde de los ojos que obligó a desaparecer porque no iba a derramar ni una sola lágrima por Neji hasta descubrir la verdad.
/Distrito Tamana/Al día siguiente/
Cuando el timbre sonó, Sakura dio un brinco. No tenía que recibir el recado de la sirvienta para saber que era Sasuke quien la había ido a buscar. Agarró la leva de Hiro y éste la miró a los ojos. —Tranquilícese, Sakura-san. —Hiro volteó por completo para mirarla a los ojos con un toque sutil de cariño. —Diga la verdad, no importa lo que suceda. Estaré de su lado siempre. —Sakura asintió no muy convencida y ambos bajaron del segundo piso.
Cuando abrió el portón de la calle los ojos negros y blancos se encontraron por un fugaz momento. Él miró a Sakura y le dijo que se adelantaría para darles privacidad, pero Sasuke no apartó los ojos de la espalda de Hiro hasta que éste dobló la esquina.
Sasuke empezó a caminar, pero unos sollozos lo detuvieron, dio media vuelta con el cuerpo completamente tenso. Sakura empezó a murmurar palabras que no comprendía y levantó la mano con la dudosa idea de si abrazarla sería suficiente para calmarla, pero cuando ella aclaró el tono de voz ese abrazo se perdió en el abismo.
— ¡Perdóname, Sasuke-kun! ¡Pe-Perdóname, de-de verdad!
Luego de confesarle sobre la falsa violación apartó la mano de los ojos para verlo porque llevaban varios minutos en silencio y por un momento creyó que se había ido, pero no. Sasuke seguía de pie frente a ella mirándola fijamente. Sólo eso: mirándola. No decía absolutamente nada, pero esa mirada...
—Sa-Sasu...
Sasuke dio media vuelta.
—Lo que importa es que estés bien.
Esas palabras la dejaron pasmada. ¿Es que acaso no le iba a gritar?
— ¿No... No estás molesto? —apresuró a decir secando su rostro y avanzando un par de pasos para estar más cerca, pero él no le respondió. —Sasuke-kun... —expresó preocupada. Podría soportar los peores gritos y palabras salir de su boca, pero tenerlo callado la estaba consumiendo viva desde los pies. —Sasuke-kun, por... por favor. Di algo. Cualquier cosa. Está bien si... si me gritas. Estás molesto por lo que hice. No tienes que perdonarme nunca, pero...
Sasuke se detuvo y la miró. Esa mirada... Sakura hipó del dolor en su corazón.
—No estoy molesto, estoy tranquilo porque ya no tengo que fingir ser tu novio nunca más.
El vacío en esos ojos negros no le permitió decir nada. Absolutamente nada.
Ante el silencio, Sasuke respiró tranquilamente antes de continuar.
—Jamás te voy a odiar, Sakura, porque eres importante para Hiro. Él siempre dice que eres como su familia y si estas herida, él también. Por eso no te voy a odiar, pero eso no significa que ahora voy a aceptar tus caprichos y demás estupideces. De hoy en adelante no se te ocurra darme una sola orden.
"Jamás podría odiarla, Sakura-san, porque la considero como alguien de mi familia" Fue lo que dijo Hiro cuando le contó la verdad y no pudo evitar sonreír con melancolía. Hiro y Sasuke se parecían tanto que dolía. Dolía tanto que no podía decir nada, ni siquiera derramar otra lágrima.
Sasuke dio media vuelta y continuó caminando, sólo que cada paso era como estar flotando.
Sakura apresuró el paso para estar a su lado y luego de varias cuadras en silencio levantó la mirada para contemplar el perfil de Sasuke.
—Aún... Aún te amo, Sasuke-kun. Eso no va a cambiar incluso si... si amas a alguien más. —el rostro de Hiro surcó su cabeza un momento y no pudo evitar mostrar rabia y tristeza en esos verdes jades.
Sasuke continuó caminando en silencio porque nada de lo que dijera Sakura iba a molestarle por el resto del día ya que la sensación de libertad lo llevaba cada vez más y más cerca de Hiro y de su sonrisa que no había visto en un largo, muy largo tiempo.
El rostro de Sasuke siempre lucía indiferente, pero esa chispa que mostraba su oscura mirada la podía leer. Ella lo sabía, pero no quería creerlo, e incluso después de todo lo que causó deseaba no saberlo. Pero Sasuke era importante para ella incluso si no sentía lo mismo por lo que no iba a ocultarle nada más.
—Debes tener cuidado de Tobi. —dijo ella unas cuadras antes de llegar al instituto— Él parece que te... no. Él te odia, pero no sé porqué.
Sasuke arrugó la frente ligeramente.
.
Abrió la puerta para bajar con una sonrisa amigable, pero una pelota rebotó en su cabeza con fuerza y la grosería se materializó con sonora molestia.
— ¡Quien fue el maldito hijo de perra!
Al mirar los alrededores no tuvo que volver a maldecir porque el rostro del culpable lo decía en los ojos. Tobi tomó la pelota y la tiró hacia Sasuke quien la esquivó y caminó hasta él con una bruma en la mirada que a Tobi le causó gracia.
—Ahora usas a Sakura para lastimar a Hiro.
Tobi cerró la puerta y se paró delante de Sasuke con la misma aura que podría asfixiar a quien tuviera la desgracia de acercarse.
—Si te tranquiliza un poco, Sakura resultó ser más inútil de lo que esperaba, sabes. Mínimo quería verte una semana sufriendo por la culpa.
Sasuke apretó la mandíbula.
—Déjalo en paz. —Amenazó Sasuke sin apartar sus ojos de los de ese maldito delante suyo.
La mirada de Tobi oscureció y esa sonrisa asesina mostraba ira y satisfacción.
—No creo. —Tobi levantó la barbilla ligeramente y Sasuke endureció más la mirada. —Siempre he molestado a parejas porque es divertido ver como se destrozan entre ellas, pero con Hiro es diferente. De hecho, es tan interesante que lo quiero para mí, así que me lo llevaré a Estados Unidos cuando me vaya.
La ira en la mirada de Sasuke parecía adoptar un toque carmesí.
—Él jamás se iría con un psicópata de mierda. —respondió aguantando las ganas de darle un golpe en el rostro porque aquello podría perjudicarle a Hiro.
La sonora carcajada de Tobi no se hizo esperar y la bruma cambió por ese brillo coqueto y alegre de antes.
—Yo no estaría muy seguro. Anoche Hiro apareció en mi casa para jugar un poco. —guiñó el ojo y Sasuke apretó los puños concentrándose en mantener la calma lo que hizo reír a Tobi de nuevo. — ¡You're killing me, broh! —dijo limpiándose unas pequeñas lágrimas.
Sasuke respiró profundo para poder hablar y no caerle encima y destrozarle la cara a golpes.
— ¿Qué quieres para dejarlo tranquilo?
Tobi calmó su risa lentamente y lo miró a los ojos con un toque divertido y serio al mismo tiempo.
—Si de verdad quieres que deje a Hiro en paz tendrás que derrotar a todas las bandas que se formaron luego de que Tsuki no Hebi se deshizo, y además tendrás que convertirte en el número uno del país. Ya sabes: El Líder. Creo que con eso bastará para poder enfrentarme de nuevo. —Tobi cerró los ojos un segundo y golpeó el puño sobre su propia mano con una sonrisa contagiosa. — ¡Sí! ¡Sólo así valdrá la pena!
La campana sonó y los estudiantes que aún estaba afuera empezaron a correr, pero ambos continuaron de pie uno frente al otro unos segundos. Tobi sonrió, acomodó la maleta en su espalda y dio un par de pasos hacia la entrada.
— ¡Ah, y Sasuke! —ambos volvieron a chocar miradas— Sólo tendrás cinco días, eh. Yo de ti me daría prisa porque, quien sabe, en el sexto día ya no volverías a ver el rostro de Hiro nunca más.
El patio quedó desierto, pero Sasuke continuó de pie mirando el suelo. Tenía la mandíbula tan apretada que ya no la sentía y en su mente estaba el rostro de Hiro junto con la promesa de proteger a ese par de niños que rescataron de la calle: Yahiko y Nagato.
.
.
.
Besos y abrazos a un monitor de distancia.
.
PD: Agradezco con todo el corazón los comentarios que me han dejado, chicas y chicos. Lamento no ser más activa en este fic (o en los otros). Solía responder los comentarios en años pasados, pero como ya no soy tan activa no hay tantos mensajes como antes, pero eso no significa que no los lea.
Rafaela25, Viapass 3, The reader who write their message in English, Saivalyn, fictionInador, Yamii20, y aquel que me deja sus mensajes bajo el común de Guest. Los amo! :3
