- Bueno, pero contigo es que vamos a tener el problema de que no sé cuándo va a hacer decidido crecer este señorito cuando llegue el día del evento – dijo Andrew mientras que dejaba qe la pelirroja mirase el boceto que acababa de dejarle delante de la mesa-. Pero se me ha ocurrido que con esa forma tenemos algo más de margen y que además, podemos ir sobre grande y luego si te hace falta reducir.
Sora estaba sentada en su mesa de reuniones. Hacía un rato que había estado atendiendo unos asuntos más serios con el personal y cuando se había quedado sola con Andrew, él se le había acercado con una carpeta y había dejado que viera lo que en ella había.
- Pero… ¿Tú cuándo has hecho esto?
- Pues mira, resulta que hace no mucho tiempo me mandaron de vacaciones a un sitio bastante tranquilo y donde se me ocurrieron algunas cosas.
- Ah, sí… - dejó ir una pequeña risa-. Sé de lo que me hablas… ¿Los últimos kimonos de la colección? Pues de ahí salieron – volvió a posar la vista en el dibujo del vestido-. Pero es muy bonito… ¿Tú crees que me va a quedar bien?
- De maravilla. Mira, como me has dicho que será en Abril yo creo que no vas a tener frío con ese tipo de escote. Tampoco tiene demasiado antes de que protestes – dijo señalándoselo-. Te deja la zona de la clavícula al descubierto y tampoco enseña demasiado. Así tienes una excusa para que Yamato se pierda otra vez un rato en la joyería para regalarte algo…
La pelirroja puso los ojos en blanco por el comentario, a sabiendas de que era algo que tampoco era muy complicado. Yamato era de costumbres bastante fijas y con esos temas todavía más. No iba a decir nada por defenderlo, porque, por mucho que pudiera reñirlo cuando llegaba el momento, ella era la que más encantada estaba con ese tema.
- El lazo de la cintura, si te fijas, va algo más arriba, y además podemos usarlo para ajústalo a lo que haya crecido el bebé para ese entonces, que tampoco es que falte demasiado, ¿no?
- No… La verdad es que no. Un mes más menos… - dejó de mirar hacia el papel, acabando por levantar la vista hacia su amigo-. No tienes que vendérmelo, me parece precioso y me fio a ciegas de lo que tú digas que para estas cosas eres el especialista – sonrió-. Lo que pasa es que no me esperaba que me fueras a aparecer con eso…
- Pues lo tengo más o menos terminado, solo quería saber tu opinión para poder mandarlo a confección – se delató.
- ¿En serio?
- Y pobre de ti como tuvieras algo que protestar con el vestido que te he hecho… La semana que viene te lo tengo para que lo veas. Si me sabré yo tus gustos… Que la mitad de ellos los fuiste descubriendo de la que me atacabas con las alfileres – le dijo divertido haciendo referencia a los años habían estado estudiando juntos-. Y para que no protestes puedes aceptarlo como método de agradecimiento por las vacaciones que me he pegado…
Sora negó con la cabeza, divertida, volviendo a coger el boceto en sus dedos. Ahora que ya sabía más detalles sobre el evento estaba segura de que el vestido iba a ser perfecto. Era largo y entonces podía estar más cómoda. A su vez, tambien era suelto desde dónde él había dicho que se ajustaba y con eso se acababan sus dramas sobre el ir apretada o no que tenía con el embarazo. Y el color… El color era un bonito verde botella que estaba segura que iba a hacer un efecto bastante llamativo con la palidez propia del invierno que aún tenía y con su color de pelo.
- ¿Has visto como cuando quiere hace cosas rápido? – dijo Haru entrando en la sala de reuniones, dejando el teléfono encima de la mesa-. Han llamado los proveedores de las telas para decir que está todo enviado – hizo una pausa antes de volver a mirar hacia el boceto ella también-. ¿Qué? ¿Te gusta?
- Es precioso… - asintió.
- ¿Ves? Te dije que con eso nos íbamos a cargar a Yamato, pero yo ceo que le va a quedar muy bonito… Pero como no me da nada de pena ese rubio que se arregle él solo con sus problemas personales.
- Lo del color fue cosa de ella – la señaló con la cabeza, alargando la mano para cogerla por el brazo y arrastrarla algo para dejar a Haru a su lado-. ¿Tengo que preocuparme por lo vigilado que tengas los gustos del astronauta importante?
- No por favor, con que a él le diera la paranoia en su momento porque no te daba la neurona ni para hablarle a Haru cuando te acercabas y solo a mí hemos tenido todos bastante – dijo Sora, divertida-. La verdad es que había estado más centrada en el modelo de Shiori, la mujer del jefe de Yamato, que te lo que yo misma me iba a poner. Pero por el tema de este señorito – se posó la mano en el vientre-, porque no sé cómo va a estar de grande en ese momento… Pero yo creo que la solución de Andrew es la buena, así también vas cómoda.
Sabían lo mucho que valoraba Sora el estar cómoda y más estando embarazada. Se le había ocurrido poner esa zona del vestido ligeramente elástica y luego con la cinta por encima para cubrirlo. Así tenían algo más de margen tambien con lo que pudiera crecerse la barriga. Se notaba que eso lo habían tenido en cuenta.
- Yo me fio de vosotros dos, ya lo sabéis… Así que me dejo hacer como cuando jugáis a las muñecas con Aiko.
- Seguro que tú protestas más que ella – dijo Andrew divertido.
- A ella seguro que no la amenazas con pincharla con un alfiler…
- Por la cuenta que me trae – se echó a reír-. Tengo los papeles del divorcio encima de la mesa automáticamente y la pérdida de la custodia del perro también.
- Exacto, tú lo has dicho – asintió Haru-. Inmediatamente… ¿Dónde tienes a la nena?
- Con su abuelo que nos la ha robado… Tenemos que ir hoy a otra reunión con los jardines de infancia. Aunque yo creo que la cosa está bastante decidida.
- ¿Sí? ¿Ya te ha convencido Yamato para dejarla en casa eternamente y seguir usándola de peluche?
- Nadie podría culparlo – contestó Andrew tomando asiento finalmente, apoyándose en la mesa-. Yo también me moriría de pena, pero bueno… Si lo pillas poniendo pucheros me manas foto que eso tiene que ser divertido de ver.
Sora se rio. Estaba completamente segura de que el día que la chiquitina empezara iban a tener todos un drama considerable. Seguía siendo demasiado pequeña para pensar en que se pasara la mañana fuera de casa y rodeada de gente que no conocía. Esperaba que con el carácter de ella no fuera a tener problemas, ya que era tranquila y se adaptaba a lo que le pudieran. Pero una cosa era dejarla con sus primos, con los Yagami… y otra con desconocidos.
- Lo que no sé es lo que voy a hacer con dos que yo me sé… - habló de forma distraída-. No saben lo que es despegarse de Aiko desde que nació. Creo que lo llevó peor Gabumon que Yamato en el último viaje que tuvieron… Los veo queriendo ir con ella o colándose.
- Se os van a colar los dos. Aunque bueno, también tienen que vigilarte a ti, así que igual tienes a uno en el jardín de infancia y al otro persiguiéndote a ti – le dijo su socia, divertida-. En el fondo me parece supertierno que la quieran tanto. Vale que es una cosita adorable a la que hay que querer, pero cuando ni siquiera la conocían ya estaban persiguiéndote a todas partes.
- Lo sé… - sonrió ligeramente.
No había forma de decir que algo de lo que había pasado cuando se había llevado el susto del embarazo de Aiko pudiera considerarse bueno, pero sí que recordaba con cierto cariño cuando se había despertado en mitad de la noche y se había encontrado a Gabumon hablándole a la barriga y diciéndole al bebé que se tenía que poner bien. Ella misma se dio cuenta de que se le estaban humedeciendo los ojos ante ese pensamiento mientras que sonreía sin poder evitarlo.
- Vale, venga. A ver, vamos a hacer cosas útiles porque no quiero echarme a llorar otra vez – hizo una mueca, delatándose y provocando que ellos dos se echaran a reír.
Hiroaki se quedó mirando hacia Aiko mientras que ella estaba coloreando en la mesa del salón. Era un buen entretenimiento aunque entre sus manos tuviera el teléfono para poder leer la prensa del día. Sonrió al apartar la mirada de ella y poder seguir con lo que estaba haciendo.
- Oye, tenemos que ir a hacer la compra de una vez… - le dijo Natsuko llegando hasta dónde él.
- Vamos luego si quieres con Aiko y así le damos un paseo – contestó distraído-. ¡Anda!
- ¿Qué? – se acercó hasta él para ver qué era lo que había llamado su atención.
La cabecita rubia de la niña se giró también hacia su abuelo, poniéndose en pie y caminando hacia él para ver qué era l que lo había hecho alzar el tono, asomándose al quedar su teléfono a la vista.
- ¡Chi! ¡Chi! – dijo nada más reconocer a su padrino en un reportaje.
- ¿Qué está haciendo ahí? – preguntó Natsuko, divertida por la rección de la pequeña.
- Más le vale que algo del trabajo, que no tengo gana de enfadarme ya temprano… - empezó a leer.
- No te enfades abu – le dijo Aiko trepando hacia el sofá para poder quedarse sentada a su lado-. ¡Chi!
- Mira Aiko – le acercó la pantalla para que pudiera verlo mejor-. Sale ahí por su trabajo, algo que debe de haber hecho bastante bien – distraído mientras que hablaba fue toqueteando hasta poder enviarle la noticia a su hijo y que se entretuviera ya temprano por la mañana en sus picoteos con Taichi-. ¿Qué te parece? ¿Sale bien?
- ¡Sí! Pero está serio – hizo una mueca, arrugando ligeramente la nariz tal y como había visto a su madre hacer-. No me gusta.
- Normal, si te digo la verdad que pocas veces en esta vida lo he visto serio…
Se le ocurrían algunas ocasiones pero sin duda, más que serio, lo que lo había visto era histérico, así que no estaba del todo seguro de que eso contara. Quizás debiera leer luego bien el artículo por si había alguna mención a todo el problema que habian tenido con el tema de él y Sora. Por la cuenta que les traía esperaba que no.
- Bueno, señorita – dijo su abuela cogiéndola en brazos-. ¿Vamos a hacer la compra? ¿Vienes a ayudarnos para que tu abuelo no se nos pierda?
- ¡Sí! – se cogió a Natsuko, dejando que la llevara con ella a poder ponerse la ropa de abrigo.
- Vamos a comprarle cosas verdes para metérselas en la nevera y que coma más sano…
Hiroaki las siguió con la mirada, dejando el teléfono sobre la mesa. No se había terminado de atrever todavía a encontrar la oportunidad para decirle que se viniera a vivir con él. La última excusa que se le había ocurrido era que las caras de ambos se quedaban pequeñas para poder estar los dos cómodamente y que no era momento de andar planteándose tener que mudarse. Pero simplemente era algo que se había dicho a sí mismo porque si lo decía en voz alta seguramente aquel a quien se lo dijera, Yamato con toda la probabilidad, le daría una colleja por andar dando vueltas con cosas que no debería de hacerlo. Sin embargo, era superior a él.
- ¡Venga Hiroaki que se nos va a hacer tarde! – escuchó cómo lo llamaba desde la cocina.
Nadaoriginal: pues mira, primero os pongo que ando mal de tiempo, primero me cruzo con unos días festivos. Que no te voy a decir yo que no es que ya hicieran falta más que el agua a las plantas, porque después de no haber tenido vacaciones de Navidad la cosa empezaba a ser urgente, especialmente este año.
Ya, estos dos es raro que se estén más quietecitos, que ya los tenemos calados, sobretodo con las hormonas revueltas aquí de doña pelirroja, que esas nunca sabe nadie por dónde van a salir, que lo mismo le tira algo a la cabeza o es ella la que se le tira al cuello según el momento del drama jajaja Pero bueno, que lo importante de este capítulo es que Aiko ha descubierto que su padrino sabe ponerse serio y no le gusta nada de nada jajaja
Espero que tengas muy buena semana.
¡Un beso!
ElenaAA23: tú a callar, que eres la primera que viene a darme "la lata" porque te retrasas en dejar una review. Así que ni media palabra te quiero oír o te mandó a mis monstruítos a que te hagan una visita, que ya sabes que no les quedas tan lejos y estos los cierres perimetrales se lo pasan por dónde el resto de las normas. De todas formas, como lectora que soy desde hace bastante tiempo por aquí, me gusta dejar esos avisos porque estoy taaaaaaaaaaan harta de ver cómo autores dejan las historias a medias al ir desapareciendo poco a poco, alargando más y más los espacios entre actualizaciones... Que prefiero dejar claro que lo mío no va por ahí, sino porque el día solo tiene 24 horas por el momento.
Resecto a lo de Mai... solo te puedo decir que Hideki da fe de ello. Y respecto a lo de estos dos... Es lo que hay, ya los conocemos. Sí que tienen sus momentos de dejarse las monerías en el olvido, pero son los menos. Y sí, es que sigo pensando a veces en dejar escrito el momento en el que por primera vez estuvieron juntos pero de manera más detallada, no como os tengo hecho con comparaciones, porque tiene que haber sido un cromo. No sé si a ti te lo tengo dicho pero el motivo por el que dejé a los Srs Yagami sin despedida fue porque no quería que estos dos se cruzasen en condiciones de ese tipo porque a ver quién es el listo que a esas alturas del tonteo se va a casa solo jajajaja
Las histerias de querer hacer bien las cosas cuentan como algo bueno, no solo como paranoias de estos dos sí. Y nada vecina, te dejo un poquito fangirleando con Aiko diciendo que no le gusta ver a Chi serio ni por foto, que eso seguro que te ha gustado jajaja
¡Un bico grandote!
