Capítulo 228
Octubre 9, 4pm
Templo principal
Santuario de Hera, Grecia
Afro y DM asomaron la cabeza entre la enorme grieta de una pared para ver una cascada al otro lado. El pasto crecía uniformemente y flores multicolores se veían a lo lejos. La misma cascada donde meses antes, Aioros se había encontrado sin querer a Liz a la luz de la luna.
- ¿Estas seguro de que nadie nos encontrara aquí? – Preguntó DM en voz baja.
- Si quieres estar más seguro de mi palabra, pondré algunas rosas – dijo atravesando la grieta para volver la cabeza y burlarse– o tal vez tienes miedo que esa cabezota no quepa por aquí.
DM le hizo una seña obscena y atravesó también la grieta siguiéndolo.
- Si tu gran trasero entra, mi cabeza también – reclamó haciendo reír a Afro
- Gracias por notarlo jajajaja
Atravesaron todo el muro y DM volteó de nuevo para todos lados buscando más gente, pero el lugar estaba muy tranquilo y sin nadie alrededor.
- Oye, pero… creí que solo se podía acceder desde el salón del patriarca y por el rio – mencionó DM – aunque de noche creo que si he terminado por aquí en una que otra borrachera. Jajaja
- Y así es, pero en la renovación dejaron esa grieta que yo cubrí con mis hermosas bebés para que quedara como mi entrad privada. Así entro y salgo cuando me plazca. – contestó Afro – de Hecho – le señaló un balcón tres pisos más arriba – Ese es el balcón de los aposentos de Athena…. Diga Hera… o no. Espera. ¿Si ella no está entonces debe ser donde esta Sasha? ¿O Aioros? Hay no sé, pero uno de ellos y aquel – señaló otro de donde bajaban unas escaleras – Son los aposentos del Patriarca.
DM caminó unos metros hacia dentro. Ese era uno de los paisajes más bellos y tranquilos de todo el santuario. Con razón los lideres eran los únicos que tenían permitido usarlo. El sol pegaba de lleno y tenía que taparse los ojos para evitar los rayos del sol que aumentaban su intensidad al reflejarse en el agua.
- Se nos va a echar a perder las sardinas que trajiste con este sol – refunfuño – Y mi pau pau se me va a calentar.
- Ese ya lo tienes bien caliente. A mí no me culpes Jajaja – dijo Afro mientras se cubría el reflejo del sol en el agua que le daba en los ojos – pero tienes razón, mejor vámonos a la sombrita. Debajo del balcón está bien de Athena.
- Y así si se asoman no nos regañan.
- Exacto, pero por si las dudas… - hizo crecer unos rosales por todo el barandal para tapar que pudieran verlos – mis hermosas rosas nos ayudaran.
Afro sacó un mantel que extendió entre unas piedras que usaron para recargarse descaradamente y poco a poco sacó varios ingredientes que comenzó a mezclar frente a DM quien miraba entre curioso y con asco.
- ¿Recuérdame por que debo sacrificarme yo con tus experimentos?
- ¡Oh vamos! ¡Ayúdame anda! ¡Quiero hacer una receta única y fantástica!
- ¿Sí, pero para qué? – respondió oliendo la mezcla
- Para ver si puedo usarla para impresionar a alguien.
- ¿A quién?
Los sonidos de Las Pisadas de dos personas arriba de sus cabezas los obligaron a callar para no ser descubiertos. Para su sorpresa, las rocas de la construcción hacían algo de eco por lo que podían escuchar todo lo que pasaba ahí arriba.
Sasha e Izzy entraron al balcón. Izzy corrió a recargarse en el barandal rodeado de rosas.
- ¡Es precioso!
- ¿Acaso Aioros no te ha llevado ahí aun? – preguntó Sasha mientras se sentaba en una de las dos sillas de metal frente a la mesa – Le pedí que lo hiciera.
Izzy se volvió hacia ella con una sonrisa. Sasha se preguntaba cómo era posible que hubiera dos personas tan parecidas físicamente pero tan distintas a sus ojos. Izzy era tranquila y obediente mientras que Liz, era obvio que era hiperactiva y hacia lo que quería.
- Él le pidió a Europa que lo hiciera, pero yo le dije que no para que ella tuviera tiempo para hacer otras cosas. – suspiró Izzy mientras veía las rosas – Siento que no le caigo muy bien a Aioros. Tal vez no soy tan bienvenida aquí como pensabas.
Sasha se levantó para tomarle la mano y sonreírle de vuelta.
- Claro que eres bienvenida. Aioros solo está en ese plan porque contradije sus órdenes, pero no es nada personal contra ti. No te preocupes. A mí me alegra tener una amiga con quien platicar. De otro modo, esta posición es muy solitaria.
Izzy pareció tranquilizarse.
- A mí me gusta mucho estar aquí. Es como si fuera primavera todo el tiempo y se respira mucha paz a pesar de todo. Pero me preocupa eso que acabas de decir. ¿El patriarca no está por encima de todos?
Sasha le soltó la mano para recargarse junto a los rosales también viendo al horizonte.
- Aún le falta por aprender mucho sobre el puesto. No es imparcial como debe ser y es por eso que todos le pasan por encima – respondió
- ¿A que te refieres?
- Por ejemplo, el comportamiento de las "señoras" de las casas doradas. Entran y salen como si fueran las dueñas absolutas del lugar. Seguramente a nada bueno. Ahí está de ejemplo la señora de Milo quien se fue de viaje a pesar de estar a pocos días de dar a luz. Tal vez ni siquiera es hijo del caballero en cuestión y por eso no lo toma en cuenta.
Izzy se mostró escandalizada.
- ¿Estas queriendo decir que pudo haberse escapado con su amante? ¿Pero, la conoces bien? O solo estás viendo muchas telenovelas latinas.
- Teleque?
- Nada.
- No, no la conozco en persona. – confesó Sasha - Cuando llegué ya se había escapado. ¿Pero que otra explicación podría ser? Y ahí tienes la esposa del amable y fiel Shura. Demasiado… mmm… corriente podría decirse.
Izzy trató de hacer memoria. Ella cuando había pasado por las casas doradas no había visto a ninguna mujer, así que no podía dar su opinión.
- No he tenido el placer de conocerlas.
- No te pierdes de mucho. Al parecer es una gitana española. Y todos sabemos cómo son esas personas.
Izzy lo pensó un poco. Tampoco había conocido ninguna gitana. Las comunidades que había en Estados Unidos y que veía por la tele eran muy llamativas y hasta cierto punto medio locas, pero era la televisión. Podría ser actuado. Comenzaba a pensar que Sasha tenía muchos prejuicios al respecto.
Sasha volteó a ver el paisaje. Todo eso había cambiado en 200 años. Le hubiera gustado estar ahí con sus hermanos y en lugar de eso, la habían castigado convirtiéndose en una simple sirvienta con título al servicio de…
- Por lo que he oído son tres los caballeros dorados que están casados, aunque aún no conozco ninguna de sus esposas. – interrumpió Izzy sus pensamientos - ¿Pero si son como tú dices, como le hacen para conquistarlos? ¿Acaso ellos no se dan cuenta de cómo son?
Sasha la miró con ojos fríos. La respuesta la tenía en la punta de la lengua, pero liberar las palabras, solo la harían ver mal, así que hizo lo mejor que pudo para responder.
- Pues como todas las mujeres fáciles, seguro solo se embarazan a la primera y ellos, al ser educados en un régimen tan diferente, pues se hacen cargo. Pero dudo que alguna vez puedan serle fieles a ellas.
- Pero ellos nunca salen… - se quedó pensando de nuevo y sonrió con espíritu fregativo que le salía de vez en cuando. – Y crees que el Sr. Kanon también sea así?
Sasha desvió la mirada y le dio la espalda para tratar de ocultar su rubor y consternación al respecto.
- Hasta ahora, él se ha portado como todo un caballero. – dijo – No. No creo que sea así.
Izzy se puso junto a ella y la picó suavemente con el codo sin dejar de sonreír.
- A mí se me hace que ya dio el siguiente paso contigo. Ehhh? ¡Cuéntame anda! Ya se besaron? ¡Anda! ¡Dime!
Sasha se tomó las mejillas con las manos ruborizada mientras asentía. Desde que había pasado la primera vez que él se había atrevido finalmente a hacerlo, ella hacia lo posible para quedarse solos y que él lo repitiera tantas veces como fueran posible.
- No creo que sea algo que deba decir en voz alta.
Izzy insistió.
- Eso quiere decir que sí. ¿Estuvo rico?
- Pues… si, pero… últimamente está algo distraído y no sé por qué. – confesó con voz triste– Tal vez mi falta de experiencia lo afecta. ¿Verdad?
- No lo creo. – contestó Izzy – Mi padre dice que a los hombres les gusta ser los maestros de las mujeres. Que a su orgullo no le gusta saber que hubo otra persona antes que ellos.
Sasha se quedó pensando. No sonaba tan descabellada esa teoría, pero tampoco tenía a otra persona que supiera decirle si era correcta o no.
- ¿A ti ya te han besado Izzy?
- ¿Yo? – ahora fue el turno de Izzy de sonrojarse – No. Aun no
Sasha decidió aprovechar la respuesta para también molestar a su amiga.
- Pero te gustaría que fuera Aioros el primero, ¿no?
Izzy sonrió.
- ¡Bueno, es apuesto, inteligente, alto, fuerte… - se tapó la cara con las manos – Ay! ¿Soy demasiado obvia?
Sasha río por primera vez.
- Solo un poco. Pero ya lo intuía cuando decidiste aceptar mi invitación después de que te lo presente y no antes. Y si creo que Aioros Es todo eso que dijiste, solo que no es mi tipo. – respondió Sasha – Intenta acercarte con un poco más de calma y sonríele siempre.
Izzy fue a sentarse a la silla para quedar frente a Sasha.
- Pero tal vez de verdad está enamorado de su novia y yo no debería insistir. - declaró
- Te prefiero mil veces a ti que a esa niña mimada y engreída – respondió Sasha sentándose también – Yo creo que se le metió a Aioros por los ojos únicamente para ser la espía de Hera. ¡Me dijeron que ella ya pasó por los brazos de otro caballero dorado que afortunada o desafortunadamente ya no está entre nuestras filas!
Izzy sacudió su cabeza incrédula.
- ¿Pero como es posible que entonces Aioros esté tan ciego?
- A veces también peca de inocente Izzy, y hablando de eso, así como te pedí que no te acercaras al caballero de escorpio y al de acuario, debo extender mi petición a dos más: Piscis y Cáncer.
- ¡Ah sí! ¿Los de la campaña de la Bella y la bestia? Jajajaja
- ¿Cómo?
- De nuevo no me hagas caso. ¿Veo demasiada televisión… y revistas… y espectaculares… - dijo Izzy – ¿Pero solo por no quedarme con la curiosidad, por qué no?
- Porque son criminales, asesinos y traidores… No son una buena influencia para nadie y menos alguien tan pura e inocente como tú. Pueden corromper tu corazón puro. – exclamó con vehemencia
Izzy la miro sorprendida mientras Sasha respiraba para tranquilizarse. No debía dar a conocer sus sentimientos así.
- ¿Si son todo eso, porque les permitiste la entrada? – preguntó Izzy
- Porque ya hay muchas casas vacías y no podemos darnos ese lujo. Además, siendo traidores, son más fáciles de controlar aquí que allá afuera. – respondió – Y dudo que Aioros pueda dar la orden de eliminarlos aún.
- Elimi… narlos?
Sasha pareció darse cuenta que había dado demasiada información y decidió corregirlo rápidamente con una sonrisa inocente.
- ¿De la nómina Izzy, eliminarlos de la nómina Jajaja acaso tengo cara de sicario?
Izzy respiró aliviada.
- No claro que no
Sasha se levantó de nuevo para ver el paisaje. Esta vez, le llamó la atención una rosa blanca, que, al intentar cortarla, se pinchó con la espina. La sangre comenzó a brotar de su dedo soltándola y está cayendo a los pies de Afro, quien con cuidado la levanto y comprobó que en efecto se había hecho daño.
- No es nada personal, Izzy, solo que no confió en ellos. Auch. ¡Juraría que esa rosa lo hizo a propósito!
Izzy se atrevió a reír de su expresión al ver como chupaba su dedo.
- Las flores no lastiman a la gente. La gente lastima a la gente. – dijo – además, creo haber oído que ellos estaban de parte de Hera. Eso es bueno no?
- Dudo que ellos sean leales ni a ellos mismos – respondió Sasha volviendo a su silla al sentirse mareada sin saber que era por el mismo efecto de la espina de la rosa – Pero sabes que, nada de eso importa. Te contare un secreto – hizo que Izzy se acercara más a ella - Aioros muy pronto estará agradecido conmigo por hacer que finalmente su hermano siente cabeza con la madre de su hija. Eso formara un precedente. Le estaré haciendo un favor a ellos y a la niña, que, aunque no es santo de mi devoción, tiene derecho a crecer con ambos padres.
- ¿Crees que Aioros de verdad se ponga feliz? – preguntó Izzy volteando a ver la cascada de forma nostálgica– Si no están juntos es por algo. Tal vez no eran felices antes y obligarlos sería contraproducente con la niña. Además, parecía estar muy apegada a tu Jefa de Estado.
- Marin debe ser Marin y debe concentrarse solo en su puesto y no andar de niñera de una bastarda como… - vio la expresión de asombro de Izzy y se contuvo tomándose la cabeza. No se sentía muy bien - ejem… además debe serme fiel a mí ya que gracias a eso está en ese puesto. Intento hacer cambios, pero Shion los tenía bastante mal acostumbrados y será muy complicado cambiarlo de un día para otro.
- Shion era el anterior patriarca no? ¿Antes de Aioros? – preguntó – Si Aioros aún no tiene la experiencia que se necesita según me has dicho, porque cuando llegaste no pusiste a uno que a ti te gustara?
- Porque ninguno sirve para eso – respondió Sasha tranquilamente
Izzy comenzó a voltear hacia todos lados nerviosa. Si alguien llegaba a escucharla…
- no digas eso que te pueden oír
- quien me va oír si estamos solas? No seas paranoica.
Izzy volvió a querer molestar a Sasha para aligerar un poco la carga de energía negativa del momento.
- ¿Tampoco el Sr Kanon es bueno para ser patriarca?
Sasha guardó unos momentos de silencio y pensó la respuesta.
- No. Él es apto, inteligente y muy guapo, pero no considero que convenga a mis intereses que el ascendiera al puesto. – contestó - No tendríamos tiempo para nuestras citas y porque al igual que su hermano, tiene demasiada experiencia en manejar este tipo de lugares y no permitiría tomar las decisiones a mí. Además, Kanon tiene algo que no me convence y es su cercanía con Poseidón. Me metería en problemas de siquiera proponerlo. Al único que veo apto para el puesto es a Dohko, pero lamentablemente él nunca lo aceptaría y si lo hiciera, estoy más que segura que querría a Shion de vuelta en el santuario y eso no lo permitiré. El me faltó al respeto y también a la diosa Hera y eso no se puede perdonar.
- ¿Y Hera también está enojada con el antiguo Patriarca?
- Ella odia a Shion. Créeme que al que menos le pediría volver es a él.
Izzy se sentó a horcajadas en la silla interesada de nuevo en la plática.
- Pero entonces Aioros deberá entrenar muy duro, ¿no? Eso tampoco le dará, al igual que a Kanon, tiempo para mujeres.
Sasha sonrió. Ya sabía por dónde iba su amiga.
- Eso dependerá de la mujer de la que estemos hablando. ¿Sabías que él también está de acuerdo en las reformas que quiero implementar para que las mujeres de los santos dorados trabajen aquí y le juren fidelidad a Hera? No creo que sean unas completas inútiles. ¡Deben saber hacer algo bien aparte de embarazarse, y pavonearse semidesnudas frente a los santos!
- ¡Que escandalo! ¿Por qué hacen eso?
- No lo sé. Tengo como ejemplo lo que dicen de la mujer de Shura, que les pide a los santos de plata que le traigan cosas coqueteándoles para convencerlos, y como ellos se niegan porque son muy modestos, ella los amenaza con la posición de Shura o acusarlos. – Izzy tuvo a bien poner cara de incredulidad. Si los quejosos eran hombres, dudaba que en realidad eso les molestara, pero Sasha siguió: - Eso no es justo para nadie. Pero cuando entren en vigencia las nuevas reglas, podrán ser castigadas por esos comportamientos indecorosos. También he pensado en que, si Hera está de acuerdo en reforzar lazos con más dioses, podríamos casar a Marin con algún ángel de Apolo o Artemisa.
- ¡Oh! ¡Ya entiendo! – exclamó Izzy – Como hiciste en Asgard, no? Hera debió estar muy complacida con eso!
Sasha hizo una mueca, pero no dijo nada. Hera no estaba enterada de eso aun y ella suponía que no iba a estar muy de acuerdo, pero ya estaba hecho. Izzy sonrió aún más fuerte.
- Al menos tuvo algo bueno todo eso y nos reencontramos. – se quedó pensando un momento – Debe ser difícil servir a una diosa lo que me hace pensar… tú que has servido a ambas... Cuál de las diosas es mejor para trabajar.
Hubo otro silencio incomodo de parte de Sasha. Ya había servido a Athena suficiente tiempo como para llegar a su límite por el cual había pasado a un punto sin retorno del cual Hera le estaba otorgando la oportunidad de realizarlo sin saberlo.
- No creo que deba responder a eso. – dijo finalmente - Después de todo, no elegí trabajar para ninguna de las dos.
- Hablando de diosas… - Izzy sacó su celular para abrirlo en una aplicación – aquí tengo el catálogo de lencería que te comenté y mi padre está de acuerdo en enviarnos la ropa. Solo necesitaríamos que tú eligieras los modelos y viéramos tu talla.
Le pasó el celular para mostrarle el catalogo a lo que Sasha después de darle un rápido vistazo a dos hojas, lo regresó a su dueña completamente ruborizada. Eso no era para nada ropa interior. Si acaso eran dos pedazos de tela unidos tan diminuta que solo podía pensar que andaría mejor desnuda.
- ¿En que dices que trabaja tu padre?
- Tiene una agencia de detectives privados. Va mucho a Asgard a entregar informes y cosas así, aunque no me deja involucrarme en el negocio familiar y cada que insisto, para distraerme me sube mi mesada jijiji
- Y de seguro le insistes varias veces al año.
- Obvi! ¿Oye… podemos ir a asaltar la cocina? Tal vez te enseñe a hacer unos chips de lujo.
Sasha sonrió y asintió.
- Vamos. Un refrigerio no hace daño a nadie y aún faltan tres horas para la cena.
Tanto Afro como DM, quien tenía la boca llena de los bocadillos que había llevado su amigo y le sostenía la mano derecha para que no lanzara la rosa que traía en la mano, escucharon las pisadas retirándose del balcón, pero aun así esperaron unos minutos más para poder moverse.
- ¡Suéltame! ¡Debiste dejarme lanzársela! – reclamó Afro enfadado – Como puede expresarse así de nosotros si no nos conoce y aun no le hemos hecho nada aun?
- Hizo lo que te dije que haría: Juzgarnos sin conocernos, aunque debo reconocer que nos describió bien Jajaja - DM se encogió de hombros – Cría fama y échate a dormir dicen por ahí.
- De no ser porque Athena nos pidió que no dejáramos el santuario… - una sonrisa sádica se dibujó en el rostro del peliazul- Aunque nunca dijo que le hiciéramos las cosas fáciles a Sasha, o si? – Afro volteó a ver el recipiente vacío en su mano – Oye Te comiste todo!
- Desde luego. La angustia de saberme traidor me da mucha hambre – contestó DM en tono de burla – me pregunto cómo le hará Camus para mantener su cinturita Jajaja
- Y yo de la misma angustia ni saboree nada. ¿Estaba bien de sabor?
- Nah… demasiado Keto para mi gusto – dijo DM mientras sacaba su celular que no dejaba de vibrar. ¡Lo miró y puso cara de Homero Simpson viendo rosquillas - uy que ricura!
Afro hizo una mueca al escucharlo y comenzó a recoger todo para meterlo en la mochila. ¿Ahora como iba a sacar esa conversación de su cabeza?
- Por eso no me gusta portarme bien. No lo vale. - murmuró
- Es cierto. Yo tengo muchas ganas de enviar a alguien a Yomotsu y pronto. – respondió DM escribiendo algo y guardando el celular – Total. ¿Si ya somos asesinos y traidores nada me lo impide no? – sacudió la cabeza y revolvió su cabellera – Ok Ok mientras Athena no me considere traidor los demás no me importan.
- Y yo que?
- Tu solo con hacerle ojitos a Athena, te va a perdonar como cuando el malentendido de Asgard. – DM hizo la pantomima de ojitos que hizo que Afro le azotara la mochila en la cabeza.
- Ella no me perdono. Es más, dudo que estuviera al tanto de las tonterías de Saori y Shion siguiéndole la corriente. Casi me rompí mis uñas ahí.
- Y con lo caro que te sale la manicura francesa Jajaja además no seas mentiroso. Si acaso le diste dos o tres trapazos a una tumba y después te la pasaste echado como vaca al sol. Admítelo.
- Manicura francesa? Me confundes con Milo.
- Nah, él se pone acrílico con glitter en un solo dedo Jajaja así es más barato.
Afro se puso la mochila al hombro y camino a la grieta.
- Y entonces qué? Nos rebelamos o nos hacemos los occisos como casi siempre? – preguntó mirando a DM
- Que flojera enfrentarnos a esos dos – respondió DM estirándose – No tengo ganas de enfrentarme a Sasha o Aioros. Mejor finjamos demencia y continuemos como estamos. Ella no se atreverá a hacernos nada malo porque la balanza se inclinaría hacia el bando de Milo y dudo que puedan ellos soportarlos. Además podemos sacar ventaja de eso. – volvió a sacar el celular que seguía enviándole mensajes que vibraban – Jajaja tontita.
Afro frunció el ceño e intentó quitarle el celular, pero DM fue más rápido.
- Epa! Esto es mío!
- Con quien me engañas ahora, degenerado? – exclamó Afro – Siquiera déjame ver
- No porque se te antoja Jajaja Además no te pongas celoso. Yo soy quien está contigo aquí y ahora.
- Si claro. Ya dime con quien me engañas?
- Te diría que con tu prima pero el leoncito me mata jeje
- Al que van a matar es a otro, si se concreta los planes de Sasha con Marin. No escuchaste que la pondrá como moneda de cambio? – preguntó Afro deteniéndose frente a la entrada.
- Dudo que la nueva sanbocho se deje. – contestó DM - Sería muy débil y tonta y… ok mejor no digo nada.
Afro le hizo una señal de silencio. Sabía que el eco sería mucho mayor dentro de ella que afuera y no quería que orejas no doradas escucharan su conversación.
- Solo te digo que nadie me llama traidor que no sea de mi familia y se queda tan tranquilo. – le susurró a DM
- Ese es mi Afro! Métele una rosa por el trasero a esa loca. – contestó DM
- Jajaja no. Eso se lo dejo a Kanon
- Dije una rosa no una rozada jajajaj
- Jajaja y como a el casi no le gusta Jajaja – se puso muy serio de repente – No creerás que fue a ella a quien eligió para la madre del sucesor de géminis, o si?
Dm se detuvo para hacer cálculos con sus dedos por unos segundos.
- No lo creo. Ya debería haberla embarazado para ahorita si esa fuera su jugada y según el chisme que oímos, no han pasado de algún buen faje. Fregado Kanon. Como no se nos ocurrió eso? Jajaja
- Soy capaz de ir a acusarlo con Saga para evitar que eso suceda aunque me mande a otra dimensión – tembló como si tuviera escalofrió antes de sacudir la cabeza – Pero que tontería estoy diciendo? Kanon jamás se fijaría en serio en alguien como ella. De seguro solo está pasando el rato.
DM lo empujó para que cruzara de nuevo la grieta.
- Pues los accidentes pasan…
Afro sonrió antes de darse vuelta.
- Lo dice el maestro de los accidentes de nueve meses.
- Oye no! Se me frunce nada mas de recordar que… - volvió a sacar el celular a media grieta – Ahhh eso si me gusta cariño.
DM se detuvo a media grieta para contestar el mensaje, por lo que Afro, fastidiado por no tener toda su atención, le arrebató el celular y saliendo lo mas rápido posible haciendo que DM en su afán por alcanzarlo atorara su cabeza entre las rocas.
Afro camino viendo los mensajes. Eran más recetas y fotos de postres y Pandora haciéndolos que alguna otra cosa. Tampoco había ninguna conversación melosa ni en absoluto nada interesante para el, lo que se le hacia aun mas sospechoso.
Finalmente después de romper un poco más la roca, DM corrió para arrebatarle el celular de nuevo. Afro sonrió.
- Solo quería ver quien te satisface más que yo, cangrejito.
- Por tonterías como estas es que creen que de verdad eres mi waifu.
- Yo debería ser el primero en tu lista siempre – dijo tomándole la barbilla con la mano de manera coqueta.
DM se la quitó de un manotazo.
- No tienes derecho a decirme eso porque cuando la sirenita anda cerca, a mí ni me pelas e incluso me dejas plantado y yo no te reclamo nada!
Afro comenzó a reír.
- Pero si me estas reclamando justo ahora!
- Eso no cuenta!
- Pues tampoco mi situación con ella! A mí no me hace caso y a ti si la tuya.
DM comenzó a reír mientras caminaba fuera de ese lugar.
- A mi hacerme caso? Jajaja Si claro. Si te fijas en la conversación, solo hablamos de recetas de cocina. En cambio la tuya, se peleó por ti con dos fieras. Eso dice aún más.
Afro se paró en seco haciendo que DM chocara con su espalda.
- Se peleó por Aiacos, no por mí. – salió de la grieta, esperó a que DM saliera y sello de nuevo con rosas la entrada – Lo siento. Me puso de malas la conversación que escuchamos. Saori era pasable, pero esta se pasó de la raya.
- Tranquilo o te saldrán arrugas. Lo que me preocupa es que Aioros no reaccione a tiempo. Sigue teniendo la posición más alta aquí y queramos o no, debemos respetarlo. A menos que tú quieras el puesto en cuyo caso me apunto para hacer tu campaña política.
Afro sonrió. Siempre podía contar con DM para quitarle el mal humor pero ser el patriarca? No gracias.
- Dudo mucho que mis métodos ortodoxos para llevar el santuario fueran mejores que los de Aioros. Además, no iré contra las ordenes de Athena otra vez y ahora menos. Reconozco que sí, soy un asesino, un traidor y la flor más bella de todo el universo, pero si quiero conseguir mi premio, debo portarme bien.
DM se apresuró a tomar sus signos vitales, su temperatura y escuchar su corazón.
- Y ahora a ti que te pasa?
DM puso cara de gatito de shrek con unos ojos tan tiernos que a Afro le dieron ganas de cachetearlo.
- Creí que te sentías mal por todo lo que dijiste. No te mueras florecita. Prometo regarte todos los días…
- Ok. Ya me preocupaste cangrejo. Siempre estas renegando de mí y ahora quieres que no me muera. Decídete.
- Porque me quedaría muy solito. Eres mi mugre… mi petaca… mi Bonnie…
Afro le dio un coscorrón.
- La mugre lo serás tú. Yo soy lo más hermoso que veras en tu vida.
- Pues ya sin tu pelambre de gata de angora y tu brillito, no tanto. Pero hablando de belleza, como dices que te bateo la sirena?
- Me contaras que pasó con Pandora?
- Depende de que tan bueno es el chisme que me des.
- De acuerdo, pero llegando a mi casa. Aquí hay demasiados escondrijos donde las alimañas rastreras metiches a los que no quiero darles detalles de mi vida, se esconden.
Ambos acordaron hacerlo y tan pronto cruzaron el umbral de la doceava casa y DM se puso cómodo en el sofá, Afro comenzó a explicarle todo lo que había pasado con Thetis, desde la boda de Shaina, hasta la última llamada de Fler donde sabía que estaba castigada.
DM lo escuchó sin ninguna interrupción maldiciendo a su amigo internamente por callarse todo eso.
- Y por eso te digo que yo no tengo ninguna esperanza. Es normal, soy casi 10 años mayor – remató Afro
- Y más lindo. Tal vez eso es lo que le molesta. O de verdad no le gustan los hombres. – dijo DM
- Imposible. Si andaba tras Kanon no tiene sentido lo que dice. Pero no te hagas tonto y ahora dime si no hay nada entre Pandora y tú, entonces por qué tanto mensaje y tanto postre? En mí, la belleza no está peleada con el cerebro así que no intentes verme la cara de estúpido. Va a seguir usando tu brazalete o no?
Dm Puso sus manos en su nuca.
- Eso solo fue para protección de ella que se estaba moviendo en círculos muy peligrosos. – respondió DM - Pandora está bastante por encima de mi liga y aunque yo quisiera, y no estoy afirmando que quiero, no podría pasar nada entre nosotros y menos después de lo de Shaina y Minos.
- Estas mal. Si ella quisiera…
- Estábamos hablando de la sirenita y el pescadito que ya colgó las aletas con ella. – interrumpió DM
- Tú me estas jodiendo verdad? Los postres entre ustedes es algún código secreto?
DM comenzó a reír tirándose en el piso histérico. La cara de Afro al decirle de forma tan seria no tenia precio.
- Ay por Athena! – dijo una vez que pudo reponerse – deja de ver películas de espías. Es algo que ella tiene como un hobby secreto y entonces le doy algunos tips.
- Creí que Ratatouille era francés no italiano
Ahora fue el turno de Afro de reír ante la seña obscena que le hizo DM a esta declaración.
- Bueno ya! La vas a invitar a salir o no? – preguntó DM
- Para que me mande al carajo? No sé si estoy listo para eso.
- Acaso tienes 14 años? Por lo menos así ya sabrás a lo que le tiras y si buscas a otra más guapa y mejor para ti. No es como que ella fuera la unica.
- Pues sí pero yo la quiero a ella y…
Su celular comenzó a sonar y con una mirada confundida miró a su amigo.
- La invocamos? – preguntó DM y Afro asintió – y que esperas? Contesta!
Afro se apresuró a hacerlo abriendo el manos libres para que su amigo por lo menos le pudiera dar un apoyo mas informado.
A Parakalos?
T …
A Hello?
T …
A Alo?
T Hola. Estas muy ocupado?
A No, para nada. Como estas? Dónde estás? Ya te levantaron el castigo?
T Sí. Llegue hace un par de días pero no pude ponerme al día. El jet lag me estaba matando
A Si te entiendo. Eso tomara otro par de días. Pero estas bien? Estaba preocupado.
T No debiste. Julián puede ser muy duro, pero estaba con la tía Anfitrite así que, no me fue tan mal.
A Me alegro. Cómo va la renovación de la boutique?
T En realidad no he tenido muchas ganas de hacerle nada. Estoy en una etapa en la que me pregunto si tan siquiera vale la pena intentarlo.
A De que hablas? Claro que sí! Tienes a tu clientela cautiva, a las nuevas que obtendrás por vestir a Pandora…
T Si bueno. Tal vez convierta la boutique en un simple taller de costura y me evito la molestia.
A No te escucho muy motivada.
T No, no lo estoy. Pero no hay nada que se pueda hacer. Tengo mucho trabajo y ponerme al corriente en la escuela… Pero dejemos de hablar de tonterías. Solo te llamee porque quería agradecerte la oportunidad de vestir a Pandora. Fue una buena experiencia que no hubiera obtenido sin tu intervención. Gracias por eso y… te dejo en paz.
A Oye oye! Cuál es tu prisa? No hemos hablado en muchos días.
T Kanon siempre dice que los caballeros dorados están muy ocupados. No quiero quitarte tu valioso tiempo.
A Y si Kanon te dice que digo yo que me veas el próximo fin de semana entonces lo harías?
T Si claro pero… que?
A Genial. Pasare por ti a eso de las 10 am.
T No, no. Espera. Estas en Paris?
A No. Pero eso no me detendría. Viste ropa informal.
T Yo vestiré ropa informal si tú vistes pants deportivo.
A Qué? No porque? Odio esos pants! Parece que traigo un pañal sucio y…
T Tómalo o déjalo.
A Está bien, está bien. Yo me iré en unos … (mueca de asco) pants.
T Está bien. 10 am. Si estas que bueno y si no a las 10.01 am yo saldré sola. Me distraeré contigo o sin ti.
A 9.59 con 59 estaré ahí.
T Perfecto
A Perfecto.
Thes colgó el teléfono dejando a Afro sorprendido y a DM confundido. Qué tipo de conversación e invitación había sido esa?
- ok necesito el viernes libre – declaró Afro
- Y como piensas conseguirlo? –preguntó DM - mejor aún, como piensas ir y venir el mismo día dentro del horario en caso que logres que te lo den? No no …. Espera. Puedo mejorar eso. Dónde vas a conseguir un pants, con el cual te vas a escapar porque dudo que te den el día, y tu pasaporte para ir y venir el mismo día y…
Afro comenzó a reír.
- No seas ridículo. Mis rosas me ayudaran a llegar y tú me vas cubrir con ellos, porque si crees que voy a perder esta oportunidad que acabo de sacarle estas muy equivocado. Y cuidadito dices algo a alguien o te juro que te quedas sin bolas.
- Yo chitón – dijo DM haciendo la pantomima de ponerse un candado en la boca – Pero por cierto, que no me dijiste que estaba casada?
- Casada pero no capada. Además, es un reto. Ella no puede ni debe ser inmune a mis encantos. No es natural. La voy a traer al lado bueno sí o sí.
DM comenzó a tallarse los ojos con ambas manos.
- Y ahora qué te pasa? – le preguntó Afro
- Es que… es que… Mi Afro está creciendo y madurando buaaaa que felicidad
Afro comenzó a lanzarle los cojines comenzando una alegre guerra entre ellos. Lo que él había dicho era cierto. No iba a dejar pasar esta oportunidad para estar cerca de Thes y tal vez, con ayuda de Athena, pudiera hacer que ella lo viera de un modo mas acorde a sus deseos.
Octubre 10, 11 a.m.
Templo Principal
Santuario de Hera
Aioros marcó por décima vez en una hora el teléfono de Liz. No había podido comunicarse con ella desde días atrás y eso lo tenía preocupado. Le había enviado mensajes de texto, correo electrónico y era como si se la hubiera tragado la tierra. Solo esperaba que no le hubiera pasado nada malo. El necesitaba saber que aunque lejos, ella estaba bien.
Sumido en sus pensamientos, no escuchó cuando Marin tocó a la puerta.
- Disculpa Aioros pero tienes una visita y como no me avisaste…
Aioros se levantó rápidamente. Acaso era Liz que había regresado? Para su sorpresa, Saga entro por la puerta seguido de Kanon. A Aioros se le iluminaron los ojos:
- Saga, Hermano!
Lo recibió con un fuerte abrazo de bienvenida.
- Creí que no vendrías.
- Bueno, mi horario se movió para el turno nocturno y aproveché para venir a saludarte. – contestó Saga – Vaya. Las remodelaciones sí que cambiaron el lugar.
Aioros despidió a Marin con un movimiento de cabeza y los invitó a pasar a su salita privada.
- Me siento ignorado – bromeó Kanon
- A ti te veo todos los días y mucho más tiempo del que yo quisiera aquí arriba – respondió el nuevo patriarca – Pero sabes que también te quiero. Quieren que ordene algo de tomar? Algún refresco? Obviamente es muy temprano para otra cosa y Kanon está de servicio.
- Mentira…! bueno si pero eso que?
- Significa que no debes tomar en horario laboral, Kanon – dijo Saga sonriendo – Tal vez le pida que te ponga a trabajar más horas para que así no te vuelvas alcohólico.
- Demasiado tarde – refunfuño Kanon sentándose de mala gana y cruzando los brazos en tono de enfado.
Saga y Aioros comenzaron a reír y Aioros pidió a uno de los guardias que trajeran bebidas para los tres. Este se apresuró a traerlas.
- Y bien Aioros, para que soy bueno aparte de lo obvio – Preguntó Saga a Aioros.
- Acaso no puedo simplemente querer verte? Hace mucho tiempo que no platicamos.
La expresión de Saga y Kanon de incredulidad terminaron por hacer que Aioros cediera.
- Es que pues sin mi Liz, me está costando un poco de trabajo concentrarme estos días.
Saga enarcó una ceja y Kanon se plantó la mano en la cara.
- Tu Liz? Me perdí la boda? – preguntó Saga.
Aioros sonrió sonrojándose un poco. No había salido solo con Saga para poder contarle los problemas de su vida secular, pero tampoco podía hacerlo ahí mismo.
- Bueno, es mi novia. Puedo decirle así, no? Ya solo falta que Kanon también tenga novia y estaremos más cerca de cumplir la promesa que hicimos de niños de formar tres familias unidas y estar juntos siempre.
- Paso – respondió Kanon muy serio – A mí no me metan en sus líos.
Tanto Aioros como Saga cruzaron miradas de complicidad. Kanon siempre había estado muy reacio a esa idea, pero la atribuían a su juventud.
- Ya te tocara Kanon – señalo Aioros – En realidad Saga, quisiera pedirte algunos consejos si no te molesta – vio la expresión asombrada de Saga – Recuerda que no estuve aquí cuando tú eras patriarca, pero según he escuchado, a pesar de todo tenías todo en orden. Como lograbas eso?
- Pues... principalmente delegando y haciendo que todos me temieran. – respondió sonriendo – Y antes de que me regañes, siempre he pensado que temor y respeto van de la mano. No hablo de un temor a que los mates, pero sí que haya una consecuencia si no están de acuerdo contigo o deciden desobedecerte. Y no hablo únicamente de los santos o personal del santuario, sino con todos a tu alrededor. Al convertirte en Patriarca, te vuelves una figura paterna para todos los que se involucren en asuntos del santuario. Y como padre nadie tiene derecho a "educar" a tus "hijos".
Kanon lo miró con los ojos entrecerrados. A él también lo castigó y solo era su hermano. Aioros vio sus ojos preocupados hacia Kanon.
- Kanon, te pido por favor que lo que platiquemos aquí no salga de esta sala.
- Me estás diciendo chismoso?
- No, pero te la vives al lado de Sasha y ni siquiera quiero pensar lo que hacen cuando no hay nadie alrededor. Ella cambia su humor cuando tu estas cerca lanzándose sonrisas y rozando sus manos – Kanon sonrió satisfecho – No creas que estoy de acuerdo, pero por el momento no puedo hacer nada para detenerte.
- Haces bien. Mientras no se afecte al santuario, no te metas en mis asuntos – contestó Kanon
Saga decidió intervenir.
- Kanon! Ten más respeto para tu patriarca!
- No le estoy faltando al respeto y Shion siempre dijo que cuando no vestía su túnica no estaba en funciones así que Aioros no lo está. O sí?
Los dos hermanos voltearon hacia Aioros, quien sonrió tranquilamente. Kanon tenia razón además de que conociéndolo, no lo tomaba a mal.
- No. Kanon tiene razón. Es mi día libre. Podemos tratarnos mas familiarmente.
Saga miró a su hermano. Acaso en su demencia había elegido a la representante de Hera como la madre de su sucesor? Sacudió la cabeza para sacar esa idea de su cabeza. Athena le había dicho lo contrario días atrás.
- En todo caso, creo que pecare de nuevo de chismoso ante la diosa a la que ahora sirvo gracias a Sasha – dijo Aioros con un semblante serio – Sobaja mi autoridad ante todos y así no podré poner orden nunca.
Saga asintió aprobando la idea. Debía ser muy difícil para Aioros, quien era conocido por siempre ser recto y querer llevar las cosas en su orden correcto, no poder hacerlo por el capricho de su superior.
- Creo que hasta que Hera no venga a poner los límites, será casi imposible hacerlo sobre todo si dices que ella no te da tu lugar. – dijo – Además, es ella o la furia de Hera. Tienes que demostrar de lo que eres capaz.
- Y como sugerencia, entre más interés muestres en hacer bien las cosas ante Hera, menos poder le das a Sasha. Pero no lo oíste de mi – concluyó Kanon.
Aioros pareció reflexionar un poco. Ya había pensado eso, pero escucharlo de alguien mas le ayudaba a confirmar que no era un asunto personal.
- Además, Tu ya estabas listo para el puesto. No te había elegido Shion a ti hace 18 años?
- Hace 18 años parece toda una vida y las cosas han cambiado mucho en ese tiempo. – respondió Aioros - Yo me imaginaba esto con Athena, no con Hera. Ambas son estrictas pero en diferentes flancos. Es algo confuso.
Los gemelos asintieron. Athena buscaba la paz en la tierra pero Hera? Nadie sabía a ciencia cierta para que quería el santuario.
- Y por si no fuera suficiente, ahora también tendremos mujeres seculares embarazadas a las cuales Sasha quiere ponerles reglas como si ellas pertenecieran al Santuario. En algunas estoy de acuerdo, o estaba antes de que Liz se fuera. Ahora no tanto - confesó
- En serio? Cómo cuáles? – preguntó Kanon curioso. No se imaginaba ni a su cuñada ni a Zita, Niv o Samira siguiendo las reglas que ellos seguían.
Aioros se cruzó de brazos. No era su intención quejarse de ella con ellos, pero son a los que mas confianza les tenia debido a que se conocían desde hace mucho tiempo.
- Como que tienen que reportarse, que no pueden salir sin el permiso de ella, que deben comprometerse a trabajar para ella y cosas que dudo que ellas o los dorados estén de acuerdo
Kanon comenzó a reír, pero a Saga no le causó mucha gracia. Poniendo a Laura en una situación hipotética, sabía que iba a hacer todo lo contrario a lo que Sasha quería. La mayoría de las mujeres actuales de los dorados que ya conocía, harían lo mismo, así que un motin era inevitable.
- Eso causara divisiones y fricciones entre la orden – susurró – Pero ella no tiene forma de hacerlas cumplir esas reglas. No son parte del Santuario.
- Estoy de acuerdo, pero tampoco quiero que se salgan las cosas de control porque ellas no pertenecen aquí. Si viven dentro, debe haber un reglamento de convivencia con ellas. – dijo Aioros – O simplemente no vivir aquí.
- Que dramática forma de pensar – exclamó Kanon – Ninguna de las tres obedece ni a su marido, mucho menos a ustedes.
- Por eso mismo, Kanon. – respondió Saga – No es controlarlas, sino que respeten las normas y reglas con las que todos nosotros crecimos y fuimos educados aunque en realidad tampoco las cumplimos nosotros. Imagínate que se pongan a hacer una pijamada en esta sala solo porque si?
- No pues que rico – bromeó Kanon
Aioros y Saga lo miraron con fastidio. Kanon no estaba viendo la importancia de eso por su falta de experiencia en el manejo del santuario. Saga volteó hacia Aioros.
- Creo que lo que puede ayudarte – sugirió – Es tener una entrevista personal con cada una. Saber que piensa, sus planes, sus habilidades y el conocimiento que ya tengan del Santuario y sus reglas. Por alguna razón intuyo que ninguno de los que hasta ahora se han casado, les han explicado muchas cosas y por eso pueden estar cometiendo faltas. – vio que Aioros lo iba a interrumpir – Y no. Tu jefa de estado, por muy sexy y cogible que se ve con ese nuevo uniforme, no es la indicada para esa tarea. De nuevo te repito que tú eres la figura paterna aquí. No ella.
- Odio que me conozcas tan bien. A veces quisiera haber aprendido algo de Shaka sobre meditación para tenerles suficiente paciencia.
- Hablando de Shaka – interrumpió Saga – Lo han visto últimamente?
- No desde su juicio.
- Yo tampoco.
Saga sonrió
- Parece que ha recuperado la memoria. – dijo – Fue a visitarme y a contarme todo.
Aioros no cambio su expresión. Sin pruebas que dijeran lo contrario, el seguía siendo un traidor y Kanon también hizo una mueca. Si Shaka ya no era Aleix, las posibilidades de continuar su amistad y que le sirviera de algo, eran casi nulas. La personalidad de Aleix junto con su inocencia en algunas cosas y su espíritu rebelde, complementaban bien con el, pero como Shaka, este siempre preferiría a Saga.
- No sé si eso es bueno o malo – concluyó Aioros – No cambia el hecho de que ya no forma parte de nuestra familia.
Saga guardó silencio. No era el lugar para comenzar a defender a Shaka. Las bebidas llegaron y los tres cambiaron a temas menos escabrosos para disfrutar su poco tiempo juntos.
En la entrada del santuario…
Un auto deportivo rosa se detuvo frente a la puerta norte proveniente de Atenas. Dentro, Hera veía asombrada como Milo pateaba la puerta con fastidio.
- Ábranme la maldita puerta o juro que los castraré yo mismo!
Tocó el claxon para llamar su atención y Milo, haciendo acopio de toda su concentración para no ponerle una mala cara, se acercó al auto. Al confirmar su sospecha, Milo hizo una reverencia mientras una rejuvenecida Hera retiraba sus lentes obscuros para verlo bien.
- Hola Junior
- Señora…
- Acompáñame a mi templo – dijo Hera abriéndole la puerta del auto del lado del pasajero.
Milo se recargó en la ventanilla del auto de esa puerta mientras Hera tocaba el claxon de manera más insistente.
- No creo que le vayan a abrir. La cha lo prohíbe
- Quién?
- Sasha. Yo llegué cinco minutos tarde y ya no me dejaron pasar – dijo sonriendo – Creo que ya hasta me despidieron.
A Hera se le borro la sonrisa. Como se atrevía esa zorra a tocar a alguien de su familia. Aunque a su favor estaba que ella no sabia.
- Sube. Voy a necesitar que me escoltes. – Sin insistir más, incremento su cosmos haciendo que automáticamente la puerta se abriera para ella. Los guardias comenzaron a perseguir el auto mientras Milo se divertía al saber que a por lo menos dos personas no le iba a hacer la menor gracia que ella estuviera ahí.
- El estacionamiento que usaba Shion está en esa dirección – le dijo mientras Hera manejaba hacia allá
- Y Sasha tiene estacionamiento?
- Ella no maneja ni una mula – se burló.
Cuando detuvo el auto, al instante una docena de guardias los rodearon amenazadoramente. Milo prácticamente saltó del vehiculó por sobre el capó para rodear y abrirle la puerta a Hera.
- Detente ahí Milo! – gritó el que parecía ser el líder de los soldados – Tú no eres bienvenido aquí y te sacaremos aunque sea muerto.
- Jajaja Señora, me permite abrirle paso? – dijo divertido – Prometo que no habrá sangre que limpiar.
Hera miró de reojo a los guardias que ya amenazaban a Milo con sus lanzas y asintió. Milo atacó a velocidad luz a todos los guardias haciendo que su ataque con sus scarlet needles a cada uno de ellos, fuera totalmente imperceptible para la diosa y el, a manera de agradecimiento por poder desquitarse le ofreciera caballerosamente el brazo. Hera lo miró sonriéndole y lo aceptó, recordando cuando su hijo era así de joven y entusiasta. Hera ignoro los gritos de dolor y ambos comenzaron a caminar hacia las doce casas, pasando por un grupo de varios guardias quienes bajaban la cabeza en señal de respeto.
- Que ha cambiado desde la última vez que vino? – preguntó Milo curioso – Aquella vez no parecía que usted pudiera controlarlos así.
- Esta vez, oficialmente soy yo quien manda. – dijo Hera mirando su bolso donde guardaba el documento de cambio de dueño firmado por la misma Athena en caso de necesitarlo.
Milo siguió caminando, viendo como conforme pasaban, el cosmos de Athena era suavemente reemplazado por el de Hera. Era un sentimiento extraño pero igual de cálido.
- Cuéntame, porque te impedían el paso? Que hiciste? – preguntó
- Ya le dije, Llegué cinco minutos tarde. – respondió Milo – Todavía de que no me deja estar con mi hija y mi Samira para cuidarlas, se pone de ma… - recordó con quien hablaba – Disculpe. A veces no tengo filtro.
Hera sonrió y para pesar de Milo, pareció que a sus ojos se veía más hermosa. Era efecto por el cambio de cosmos?
- Todo salió bien en su parto? Lamento no haber estado presente como debería. Después de todo, sería mi bis… ay no! Mejor no lo digo o me sentiré vieja. – dijo – Pero entonces, porque no te dejaron estar con ella? Es tu obligación como su esposo.
Milo respiró hondo y profundo para no despotricar tan temprano.
- Ella y yo tuvimos una pelea y decidió irse a refugiar con "su familia". Sasha dijo que para ella, Samira había desertado de ser mi esposa y por tanto no importaba lo que hiciera. Así que tuve que regresar después de que dio a luz, aunque para mi propia paz mental, ellas dos están bien y saludables y me comunicare por video llamada todos los días para tratar de no perderme nada. Después de todo debo trabajar para mantenerlas.
Hera se frenó por un momento. Como era posible que Sasha, sabiendo bien que Hera iba a defender los derechos de los matrimonios y mujeres embarazadas, hiciera lo que quisiera? Lo hacía deliberadamente?
- Quieres que te de el permiso yo misma? Como mi nieto puedo…
- No! No quiero favoritismos por ese motivo y en lo posible, le pido que olvide que lo soy. – pidió Milo muy serio – No estoy orgulloso y tampoco quiero que los demás se enteren.
- No prometo nada. – respondió la diosa – acompáñame hasta arriba por favor. Así evitaras que mate a más de uno por insolentes, incluyendo al mocoso de esta primera casa – dijo al ver a Kiki parado unos escalones arriba de ellos en actitud entre desafiante y sorprendido.
Milo se adelantó unos pasos protegiendo así a Hera.
- Kiki buenos días. Por favor danos el paso.
- Pero la señorita Sasha no ha dado la orden. Y el patriarca me ha encomendado esta casa porque…
Hera se aproximó adelantándose a Milo, haciendo que todo el cosmos de la primera casa cambiara hacia ella y obligando a Kiki a ponerse de rodillas para su sorpresa.
- Lo… lo siento… - balbuceó provocando que Hera lo mirara despectivamente.
Milo volvió a ofrecerle el brazo para pasar a un lado del adolescente.
- Discúlpelo. Solo es un niño que ahora sin sus maestros, ha confundido las palabras de los líderes. Ya aprendió su lección.
- Es un lemuriano, cierto?
- Si
- Hay más de sangre lemuriana como el en el santuario?
- No. Ahora que Shion y Mu se han ido, no queda ninguno más que él. Son una raza en extinción como sabe. – dijo Milo tratando de ayudar a ganar la simpatía de Hera para con el niño
- En realidad no. Pero quien soy yo para abrirles los ojos? – dijo subiendo las escaleras hacia la segunda casa dejando a Milo intrigado.
Hera continuó caminando del brazo de Milo, viendo su cosmos iluminando su paso satisfecha. Unos brillos metálicos más adelante llamaron su atención. Se movían y parecían pertenecer a otra orden.
- Quienes son ellos? – le preguntó finalmente a Milo
Milo miró hacia donde ella señalaba. Moses y Misty cuchicheaban al verlos desde lejos.
- Son los Santos de Plata. Están… mmm… espiando nuestros pasos para Sasha.
- Por qué?
- Jajaja porque teme terminar descuartizada por nosotros – respondió Milo poniendo cara inocente – Pero nosotros no somos capaces de hacerlo.
Hera lo miró. Si siempre le iba a poner esa mirada, la iba a poder controlar con un dedo como lo hacía su hijo.
- Y que dijo el Patriarca al respecto?
- Él está… mmm…
Aldebarán le salió al paso y antes de que el cosmos de Hera lo alcanzara, él solito se puso en una rodilla en señal de respeto.
- Señora, no me avisaron que venía pero sea bienvenida a esta su segunda casa dorada – dijo
Hera sonrió. Ese grandulón era tan gentil y caballeroso que le daba ternura.
- Buenos días. Y su señora? Supe que finalmente se casaron.
- Si señora. Gracias a su apoyo, somos la pareja más feliz del mundo – contestó Alde sin levantar la cabeza
- Y bueno, donde está. Quiero saludarla.
Aldebarán se levantó y dio su mano a Hera para ayudarla a atravesar la casa de Tauro.
- Mi señora, Niv esta con su padre en Brasil haciéndose exámenes para poder recuperar la vista ahora que descubrimos que está embarazada.
- Si eso ya lo sabía. Por qué crees que les ordené que se casaran? – dijo en voz algo altanera la diosa del matrimonio – Ninguna criatura debería crecer como bastarda. Y menos entre los que ahora son mis caballeros.
- No es algo anticua… - Milo cerró su boca al encontrarse con la mirada enfadada de Hera – quiero decir, puede usted saber quién está o no embarazada?
- Desde luego.
Alde le entregó a Milo la mano de Hera al final de su territorio y ambos siguieron su camino a la tercera casa dorada.
Milo se había quedado pensando lo ultimo que había dicho Hera y ya casi llegando a la cuarta casa dorada, no pudo evitar hacer la pregunta.
- Y… usted que ha estado en todos lados, no hay nadie del lado de Hades que este embarazado?
- Hades no tiene más de tres de mujeres ahí pero exactamente por quien me estas preguntando? Las acabo de ver hace relativamente poco.
- No se… soy curioso. Vamos a ver. Pandora por ejemplo?
- Pandora es una niña bien portada que está esperando a casarse para poder tener descendencia – respondió Hera un poco dudosa. Eso es lo que habían estado cuchicheando sus hermanos, pero por la forma que iba vestida, comenzaba a dudarlo.
- Y… la señora de Minos?
- No, tampoco. Aunque definitivamente requiere unas lecciones de etiqueta y… - vio a Milo suspirar de alivio – Porque lo preguntas?
- Para saber si habrá también herederos de los Sapuri pronto. No queremos que nos ganen, verdad? – respondió Milo con una sonrisa encandiladora que evitó que Hera hiciera más preguntas.
DM también los esperaba en una rodilla. No era tampoco que el cosmos de la diosa hubiera alcanzado la cuarta casa, sino que aun estaba cabreado por lo de la conversación que había escuchado el día anterior.
- Bienvenida mi señora.
Hera volteó hacia abajo y contó las casas. Se suponía que habían entrado a la tercera pero ahora estaba en la cuarta?
- No entiendo.
- No se sorprenda señora – dijo DM – Kanon está arriba hablando con el Patriarca y para ayudarse a cuidar la casa, abrió un pasaje dimensional directo a la cuarta donde sabe que nadie pasara si yo no lo permito.
- Así que me ahorré unas escaleras?
- Si señora.
- Qué bueno! – levantó la cara de DM con un dedo – Vaya… te veías mejor en la fiesta de Hades.
- Es que ese día si se bañó – respondió Milo haciendo sonreír a los dos con su broma.
- Ya que estas tan de buen humor y vas para arriba, puedes darle sus toppers a Afro? – preguntó DM – me da flojera subir y tú sabes que si no devuelves sus recipientes es como si a Camus no le devolvieras sus libros o sus copas.
- Auch. Dámelo. No quiero que te meta su rosa por el… - Hera volvió a darle una mirada reprobatoria – Filtro. Perdón.
DM corrió a su casa por ellos y Hera aprovechó para reprenderlo.
- Respétame por lo menos en mi presencia. De no hacerlo, tendré que darte una tunda en mis piernas y lavarte la boca con jabón.
- Perdón, perdón, perdón….
El ruido de burla de uno de los caballeros de plata a un lado de la siguiente escalinata la hizo voltear enfadada. DM le dio un morral a Milo y los acompañó a la salida, desde donde comenzaron a subir a la siguiente casa. Llegaron pocos minutos después y, a diferencia de la última vez que estuvo ahí, la casa ya no tenía juguetes tirados ni nada. El caballero plateado que estaba ahí no dijo nada, pero si le hizo algún tipo de señal de reflejo al siguiente con su armadura como si estuvieran hablando en morse. Hera los ignoró y siguió hacia la casa de virgo.
- Por qué esta vacía esta casa? Donde está el papa soltero? Y la niña?
- Su madre vino por la niña y Aioria anda buscando al sucesor de la armadura como estaba programado. Aparentemente Mist no cumplía los requisitos. – explicó Milo
- Y su madre era Asgardiana, verdad?
- De Aioria? No. Era griega.
Milo se ganó finalmente su primer manazo de parte de Hera.
- Auch
- De la niña!.
- Ah si! Lyfia de Asgard. Muy cercana a Odín en su momento.
- Pues estoy de acuerdo en que busque a otra heredera. No queremos más problemas por ese frente. – respondió Hera
- Apruebo eso. Mi Hielito ya ha sufrido mucho también por causa de los asgardianos, pero esa es otra historia.
Subieron hablando de otras trivialidades atravesando la casa de virgo. Quedó enamorada de los vitrales con los que estaban decoradas las ventanas que daban al pasillo.
- Que están haciendo al respecto de esta casa? No es acaso el que fue a trabajar con mi hermano?
- El Patriarca podrá darle más detalles. No es como que fuera yo su consejero o algo así. No nos informan de muchas cosas.
- Mal hecho. Dame tu opinión respecto a los cambios que se han hecho aquí últimamente.
Milo siguió dándole alguna información sin dejar en mal a Aioros en ningún momento. Ahora más que nunca lo iba a necesitar de su lado.
Mientras tanto en el templo principal…
Kanon llevaba varios minutos dándole quejas a Aioros de lo "mal" que se portaba Saga.
- Y ni modo. Tuve que drogarlos a los dos. Ya había Shura hecho varios destrozos y antes de que me regañes, dejamos nuestra tarjeta para que se comunicaran con nosotros y pagáramos los daños.
Aioros suspiró aliviado. Se llevó una mano a la cabeza y se imaginó cual sería la reacción si le llegaran con una noticia así de Liz. Tal vez hubiera reaccionado igual.
- Así que debemos agradecerle a Marin que nos haya bateado con la Xbox porque de otro modo no sé qué hubiera pasado. – dijo Kanon
- No soy tan dramático – Replicó Saga haciendo que sus dos hermanos voltearan a verlo con un gesto de incredulidad – Ok ok… solo un poco. Y demos gracias a Athena que no le pasó nada a Zita o Poseidón nos vuelve a querer inundar la tierra. Nada agradable de seguro.
Aioros codeó a Saga.
- No hables del jefe favorito de Kanon o se pondrá a defenderlo
- Oye! Si quisiera declararme fan de él, ya hubiera matado a Afro por andar tras los huesitos de Thetis como él quiere, pero debo reconocer que me conviene porque así a esa niña finalmente se le pasaría el crush que trae conmigo. Aunque sé que nunca me olvidara porque obvio, quien puede olvidar a este papito?
Saga y Aioros comenzaron un ataque de cosquillas hacia Kanon. Ya lo tenían en el piso cuando Marin entró.
- Disculpa que interrumpa su… convivencia Aioros pero Sasha pregunta si puedes ir a la oficina porque tiene unas dudas. No parece que te quitara mucho tiempo.
- Voy enseguida. Saga, no me tardo. No discutan ningún chisme jugoso sin mi, ok?
Aioros salió de la Sala seguido de Marin, y Saga ayudó a levantar a Kanon del suelo.
Kanon volvió a sentarse y Saga quedó viendo hacia la puerta preocupado por Aioros.
– Parece que Shion tenía razón y Aioros necesita de tus consejos. – dijo Kanon
– No se me hace justo juzgarlo. Perdió la experiencia de 13 años y según entiendo, no completó su educación para ser patriarca. – dijo Saga
– Más bien, tiene a alguien a su lado que no lo deja ser. – respondió Kanon
– Sasha? Creí que estabas de su lado y te la estabas tirando – contestó Saga – Debo preocuparme por eso?
Kanon lanzó una carcajada
– Desde cuando te preocupa con quien mientras no sea tu vieja? Tranquilo que aún no pasa nada. – respondió – Es una forma inteligente de quitársela de encima que él no ha podido o sabido aprovechar y al mismo tiempo que me permite obtener privilegios y diversión mientras estoy aquí.
– Más te vale. Solo no te metas en problemas. Y hablando de eso – dijo Saga mientras se acercaba más a su hermano para que no pudieran escucharlos – Que tan peligrosa puede ser una Scale vacía suelta?
Kanon no entendió la pregunta de inmediato y Saga tuvo que darle los detalles.
Inicio del Flashback
Saga dormía con Laura en sus brazos. Los dos habían llegado de sus respectivos trabajos apenas unas horas antes y estaban exhaustos. La noche, aunque apenas estaba comenzando el otoño, ya era fría en la madrugada por lo que estaban usando ya los edredones de invierno.
Un ruido pisadas en la terraza los despertó súbitamente. Eran pisadas de dos personas y los dos se levantaron de un salto.
- Yo voy. Quédate aquí – dijo Saga a una Laura que ya había sacado su revolver de cargo.
- Vamos los dos. Si son ladrones…
- Me llaman el terminator así que I'll be back…
Saga salió primero para verificar el peligro. Vio dos sombras reflejados por la luna detrás de las cortinas de los ventanales que iban a la terraza. Abrió la puerta y recibió un gran golpe directo en la nariz que lo hizo sangrar. Habia sido tan rápido que no lo había visto venir.
- Te dije que no era tu muro de cristal – dijo Aldebarán – Hola Saga
Sin poder ver por tratar de detener la hemorragia, Saga camino al baño más cercano.
Mu y Aldebarán iban a hacerlo pero fueron apuntados por la pistola de Laura.
- Alto Ahí! – Laura prendió la luz para ver a los dos aturdidos caballeros dorados – Ustedes? Que hacen aquí a esta hora.
- Pues…
Laura bajo el arma escuchando el agua correr en el baño.
- Pasen y siéntense en la sala por favor. No tardamos. – tocó a la puerta – Estas bien?
- Sí. Me agarraron dormido todavía.
- Lo sé. Déjame ver que tan mal esta. – pidió Laura
- No. Ya casi salgo
Saga salió del baño para comprobar quienes eran y agarrarlos de la camisa para desquitarse pero vio que tanto Aldebarán como Mu ya se quitaban las prendas.
- Qué demonios creen que están haciendo?
- Pues… tu estas desnudo… Laura semidesnuda… creímos que era fiesta fiesta suavecito! – dijo Alde
Laura se tapó modestamente la cara con las manos abriendo los dedos para ver los musculosos torsos desnudos de ambos, antes de que Saga la empujara para la recamara y le diera una nalgada.
- Ponte algo debajo de la camisa.
Laura asintió mientras Saga solo fue a ponerse una bata al baño.
- Listo – dijo al terminar – nada de fiestas. Vístanse que están delante de una señora decente.
- Buuuu desde cuándo? – Preguntó Mu recibiendo una mirada de parte de Saga que se fue a esconder detrás de Alde.
- Ella tiene tendencia fujoshi así que si no quieren que ella los obligue a…
- Ya entendimos! – Ambos comenzaron a vestirse pero Mu apartó a Saga de su camino para ir al baño a vomitar.
Saga lo miró extrañado. Mu estaba ebrio? Se llevó a Aldebarán a la sala.
- Que fue lo que tomó Mu? Por qué esta así?
- Mea culpa. En lo que yo me reconciliaba con Niv una y otra y otra y…
- Si si, ya me la sé. Que pasó mientras.
- Mi suegro se lo llevó a tomar unas caipiriñas y regresó un poquiiiiiiiiito intoxicado. Nada de cuidado. Lo malo es que le costó 11 intentos de tele transportación para llegar a Atenas y caímos aquí.
Mu los alcanzó un poco tambaleante. Se había refrescado la cara para no parecer tan mareado.
- Mentira fueron 10.
- Ok pero de esos 10, en 9 caímos en bares alrededor del mundo – aclaró Alde haciendo que Saga se diera una palmada en la cara.
- Déjenme adivinar. Tomaron algo en los 9 bares.
- No. Solo en 8. – dijo Mu – Ya no traíamos dinero para el noveno.
- Porque nos compramos esos snacks – mencionó Alde
Saga vio que Laura salió de la recamara ya vestida y respiro mas tranquilo..
- Dulzura, podrías prepararles unos cafés bien cargados por favor?
- Pero el café es una droga y Shion dijo que le dijera No a las drogas… - contestó Mu
- Aunque esa regla cambio cuando lo mataste y no supimos porque – dijo Alde pensando
Laura se dirigió a la cocina para preparar otras bebidas a las que no le pusieran pretextos mientras Saga veía como Mu caía lentamente adormilado en el sillón.
- Jijiji shhhhht Mu esta cansadito – Alde lo acomodó en el sofá – A poco no se ve muy tierno?
- Si claro. Y bueno. Ustedes siempre son bienvenidos pero, no creo que hayan venido a esta hora solo para visitarnos – dijo Saga – o sí?
Alde miró el reloj y se sintió un poco avergonzado mientras Laura le dio un te con cafeína bien cargado el cual tuvo a bien tomarse de inmediato.
- A celebrar que voy a ser padre?
- De verdad? Wow! Felicidades – exclamó Saga – Yo también!
Alde dejó la taza en la mesita para abrazarlo.
- Felicidades! Y a Laura también.
- Lo mismo para ustedes – dijo Laura – Niv debe estar feliz!
Mu se despertó de repente y se levantó ruborizado. Los tres lo miraron extrañados.
- Te sirvo un té? - preguntó Laura
- No me siento muy bien…
- Eso es un sí. – Dijo Saga viendo a Laura.
Laura regresó a la cocina y Alde la siguió:
- Tengo hambre. Me das permiso de asaltar el refri?
- Claro no sé por qué… - Laura se detuvo al ver como todos sus jugos eran mezclados en una sola jarra que prácticamente se tomó el solo
- Mis… jugos…
Alde hizo ojitos de gatito de Shrek.
- Pero tú dijiste que podía…
- Tienes razón. Discúlpame. Sírvete todo lo que quieras.
Alde prácticamente se metió adentro del refrigerador para ir sacando lo que necesitaría. Saga se acercó a Mu y revisó sus signos. Su ritmo cardiaco estaba muy elevado y sus labios resecos. Los ojos rojos le hicieron sospechar de algo más.
- Lau… podrías avisar que tengo una emergencia y que busquen un reemplazo por favor? – esperó a que Laura fuera al teléfono para preguntarle a Mu - Aparte de alcohol, tomaste medicina? Fumaste algo?
- No y no. – respondió Mu algo ido – No tienes que faltar al trabajo. Nosotros cuidamos la casa – le susurró al oído – Si el torito llega tomado se le va a armar con Aioros.
Saga suspiró. Tenía que llamar a su amigo del alma para justificarlo y que no tuvieran problemas.
- Oye Mu! Encontré el escondidito de Kanon! – Le aventó una lata de cerveza destapando el otra – Hay palitos de queso para ti aquí! Ven!
Obediente, Mu se levantó para empinarse sobre el refrigerador también. Alde se comió una banana metiéndolo en un frasco de hot fudge ofreciéndole a Mu, pero este lo rechazó con una mueca de asco.
- No gracias. Ya no quiero más chocolate. Con los snacks que comimos me basta.
- Pero esto no tiene calorías!
- Tiene como 3 mil millones! – respondió Mu – Guacala.
- Vengan acá los dos! – Gritó Saga enojado haciendo que los dos sacaran la cabeza del refrigerador.
- Pero…
- Mu. Si no vienen te juro que le llamo a Shion para que venga por ti y al verte no será tan benevolente. – dijo
A regañadientes y porque no quería que Shion lo viera en ese estado, Mu regresó a la sala renegando como niño pequeño. Alde siguió a su amigo.
- Eres muy enojón, Saga – le reclamó el grandote – Solo por eso no te vamos a convidar de los snacks que compramos. A Laura si pero a ti no.
- Qué tipo de Snack fue ese? Muéstramelo para ver de que me perdí.
Aldebarán sacó de su mochila un envuelto con papel film que le entregó a Laura.
- A ti no te tocara – le dijo a Saga sacándole la lengua
Laura lo olió y de inmediato supo que era, cruzando miradas con Saga.
- Ustedes lo hicieron?
- Jajaja no! En una de nuestras paradas nos dio hambre y los estaban vendiendo en un callejón afuera del bar. – dijo Mu – Nos gustó el nombre y por eso los compramos.
- Y ese nombre era?
- Happy brownies – contestó Alde – Si se llaman Happy pues tal vez era porque la gente que los hizo en alguna villa con ese nombre tenían que comer.
- Nos dieron lastima.
Los dos regresaron a la cocina y Laura se lo entregó a Saga.
- Creo que son de marihuana – los olio Saga
- Sí, pero por su tamaño, dudo que tengan solo medio gramo como se acostumbra. Puede ser pelig…
El ruido de cosas cayéndose en la cocina y Alde gritando hicieron que ambos corrieran hacia ellos. Mu estaba inconsciente tirado en el piso mientras Alde no sabía qué hacer. Saga lo cargo en brazos y lo llevó al cuarto de invitados donde se dio cuenta que su ritmo cardiaco se había vuelto irregular y si seguía así, podría tener un paro cardiaco.
Alde lo miró inyectarle algo y Saga volteó enojado.
- Cuantos brownies se comieron?
- Pues… 3 o 4… no estoy seguro. – preguntó ansioso – Mu está bien?
- Lo estará. Quédate con el mientras regreso.
Saga salió a hurgar entre la bolsa de Alde para descubrir otros tres paquetes. Laura, quien lo había seguido extendió las manos.
- Dámelos. Esconderé la evidencia.
- No sé si ahora si llamar a Shion o no. No hay precedente de algún lemuriano drogado. Ellos son muy delicados para eso.
- Tal vez debas esperar a ver como evoluciona. – sugirió Laura – Si se pone peor, no habrá otra alternativa, pero si lo delatas por nada, perderá la confianza que te tiene.
Saga asintió y regresó a ver a Mu y sacar a Alde, pero no pudo hacerlo porque ya se había acostado junto a él.
Unos 45 minutos más tarde, Laura tomó una revista junto a ellos para hojearla mientras Saga hacia una parada técnica al baño. Habían estado vigilando la evolución del ritmo cardiaco de Mu y al parecer , por el ritmo de su metabolismo, Mu aterrizaría pronto.
- Se fue el vampiro? – le preguntó Mu a Laura aun sin abrir los ojos
- Quién?
- Que no lo sabes? – secundó Alde – Saga es el rey de los vampiros. Le gusta chupar sangre de las señoritas
- Y su pelo se vuelve gris
- Y sus ojos rojos
- Y da mucho miedo – dijeron al unisonó.
Laura no sabía si reír o seguir mostrándose seria. Ciertamente el efecto aún no había pasado.
- Si, se fue por unos momentos pero volverá – contestó sonriendo – Pidió algo para desayunar para cuando se despertaran. Carne para Alde y vegetariano para Mu.
A los dos se les dibujaron corazoncitos en los ojos.
- El Rey vampiro piensa en todo. Viva!
- Al menos él tiene a una reina vampiro – respondió Mu deprimido – Yo ni eso.
- Ya Mu. Supéralo. Hay muchas vampiras allá afuera para que te chupen el…
- Cof cof también hay carne para asar en el congelador cof cof – dijo Laura toda ruborizada de las palabras de Alde
Alde se levantó de inmediato y corrió a descongelarlos y prender el asador. Mu se quedó en la cama abrazando la almohada y volvió a cerrar los ojos para evitar recordar la soledad que sentía en su alma aumentada por el efecto de los brownies.
Laura, al comprobar que había vuelto a dormir, vio que Saga salía del baño y fue a interceptarlo.
- Parece que va bien. No tienes de que preocuparte. – dijo
- De verdad? Qué bueno. En su ingenuidad e inocencia comieron de más. El metabolismo de los lemurianos es algo diferente al nuestro – le informó mientras la tomaba de la mano hacia la cocina – No asimilan bien la carne y el alcohol. Es algún gen recesivo que no asimila las enzimas pesadas como esas, pero a cambio, les da su tele transportación y parte de su fuerza. Algo que no todos poseemos.
- Vaya.
- Snif snif… quien prendió el asador? – salió con ella a la terraza viendo horrorizado como Alde vaciaba toda la bolsa de carbón y prendía con maestría el fuego.
Laura abrazó a Saga que parecía en shock.
- Alde tenía hambre.
- Mis… filetes…
Alde envolvió cebolla y papas sazonándolas con maestría y las puso en las rejillas esperando a que el fuego se extinguiera lo suficiente mientras sazonaba los filetes.
- Después compramos más. Lo importante es convivir con ellos, no crees?
Saga asintió. El también intuía que ellos estaban ahí por algo más. Alde aprovechó esto para acomodar la mesa de jardín con los elementos para un desayuno y acomodar las sillas de la terraza.
- Vengan a sentarse conmigo! – Dijo Alegremente.
Saga y Laura lo hicieron y esperaron a que Alde lo hiciera. Por un momento reinó el silencio. Lo único que se oía era el fuego en las brasas calentando el papel aluminio de las verduras.
- Saga… sientes o has sentido miedo de perder a Laura?
- Todos los días, pero me aguanto – respondió sin dudar – Su trabajo es así y no puedo encadenarla a mi cama. Bueno si puedo pero ella tiene que trabajar.
- Saga! – gritó Laura escandalizada
- Jajaja entendí. – contestó Alde – Disculparan que pregunte esas cosas pero no quiero ser el único que se siente de ese modo. Ahora mi mundo gira alrededor de Niv y no quiero que le pase nada.
Saga se puso muy serio. La esposa de Alde estaba en peligro?
- Niv está en alguna situación peligrosa, Alde? Es eso?
- Vine por tu consejo y posiblemente tu ayuda – mencionó mientras se levantaba y ponía la carne en el asador. Saga dejó que encontrara las palabras exactas. – Niv tiene la posibilidad de volver a ver con una operación para retirar el coagulo que está presionando sus nervios ópticos…
- Wow! Pero esas son buenas noticias! – exclamó Laura viendo que ninguno de los dos la secundaba – o No?
Saga dudó un poco en responder. No quería ponerlo más nervioso con palabras técnicas y tampoco darle falsas esperanzas sin alguna prueba.
- El manejo del cerebro siempre es muy delicado.
- Es correcto. Y más en su estado actual. Puede haber consecuencias tanto para ella como para mi hijo y no quiero correr los riesgos por una tontería así. – exclamó Alde – Yo la amo con o sin vista. Pero ella me expuso sus razones y debo plantearte algo. Es por eso que vine.
El timbre de la puerta sonó y Laura se levantó. Que momento tan inoportuno.
- Debe ser la demás comida que pedimos. Ya vengo.
Aldebarán retiró la carne ya hecha y volvió a sentarse junto a Saga. A Saga se le hacia agua la boca con el olor pero decidió concentrarse en su amigo.
- Te escucho.
- Quisiera saber si te plantearías la posibilidad de que estés con ella en el quirófano si es que en tu gran sapiencia, consideras que los riesgos que corre son mínimos y yo solo estoy exagerando.
- Alde, me halaga la petición pero, yo no soy experto en Neurología.
- Lo sé pero, sabiendo que tu estas ahí aunque sea solo para suturar, me quedaría mucho más tranquilo. Y por los gastos no te preocupes. Aunque tome todos mis ahorros, con gusto te los pagare para que me ayudes.
Saga lo miro sonriendo. También lo manejaban con un dedo. Pobre Alde.
- Necesito ver su expediente médico para poder opinar y…
Rápidamente Alde se sacó del pantalón una memoria USB y se la puso enfrente. Saga tomó la USB y sin dudar, se levantó de la mesa hacia su computadora. Alde regresó al fuego mientras Saga leía el expediente y Laura regresaba con varios omelettes, y Glikadias, que eran un tipo griego de empanadas rellenas de carne o verduras.
Saga pasó a ver la evolución de Mu y regresó unos minutos después sentándose.
- Pues de acuerdo a lo que vi, si es peligroso hacerlo ahora.
- Lo sabía! Pero ella es muy necia!
- Que tanto crees que ella pueda esperar?
- En realidad no mucho – contestó Alde desesperado – Con trabajo logre que hablara conmigo al respecto y solo me entere porque su padre me lo dijo – comió dos empanadas de forma nerviosa. – Temo que mientras estoy lejos ella lo haga.
Saga lo pensó un momento. Si no era una operación urgente, había forma de posponerla desde el punto de vista médico.
- Hablare con su médico y lo convenceré de posponerla. Así puedes traértela mientras tanto y estarás más tranquilo.
Alde corrió a abrazarlo.
- Yo sabía que no me fallarías.
- Lo intentare por lo menos. – dijo Saga soltándose – Por cierto… que le pasa a Mu? Lo veo y siento algo deprimido.
- Lleva varias semanas así. – respondió Alde – Pero no me dice que le pasa. Cuando duerme murmura que nadie lo quiere y que no tiene amigos. Entonces yo estoy pintado de seguro.
- Entiendo.
Laura, quien estaba preparando más jugo de frutas frescas, volteó hacia la puerta al escuchar el timbre nuevamente. No esperaban a nadie y ya les habían entregado todo el pedido. Se secó las manos, y fue a abrir. Una chica muy joven de cabello castaño vestida a la moda apareció frente a ella.
- Hola! Lamento la hora pero no tengo mucha conciencia del tiempo aquí. Esta Saga?
Laura fue de algún modo a agachar la cabeza y dejarla pasar. Que había sido eso?
- Quien lo busca?
La chica le sonrió mientras extendía la mano a ella.
- Me llamo Athena. – vio el collar en el cuello de Laura y se vio tentada a tocarlo, pero antes de que pudiera hacerlo, tanto Saga con Aldebarán estaban en una rodilla frente a ella.
- Mi señora – dijo Saga besándole la mano para sorpresa de Laura – A que debemos el honor de su visita a este humilde hogar? No tengo nada digno que ofrecerle.
- Yo tengo brownies de chocolate! Con gusto se los doy mi señora.
Saga se levantó y la condujo de la mano hacia adentro del departamento. Laura cerró la puerta y los siguió con Aldebarán.
Condujo a Athena a la sala haciendo que se sentara en el individual y ellos tres en el otro.
- Qué bueno que están los tres. Venía a felicitarlos. Escuché que están de celebración en esta casa.
Laura y Saga se tomaron de la mano.
- Si señora – dijo Laura – Vamos a ser padres.
- Yo también! – secundó Alde
- Esa es una excelente noticia Alde – dijo juntando sus manos emocionada – Ambos niños, productos del amor verdadero tendrán siempre mi bendición y mi protección.
Los tres sonrieron complacidos. Laura fue la primera en tomar la iniciativa.
- Le gustaría desayunar con nosotros? Estábamos a punto de hacerlo.
- Me encantaría.
Saga tomó una mantita ligera y la guio de la mano hacia la mesa, donde la tapo con ella. Laura sonrió ante lo atento de su marido. Alde iba a decir algo pero solo pudo excusarse a correr al baño. Athena lo miró extrañada y preocupada.
- Se siente bien?
- Lo estará. Comió algo que les hizo daño. – respondió Saga
- Siento el cosmos de Mu también. – dijo Athena – También esta indispuesto?
Laura iba a contestar pero Mu apareció en la puerta para inclinarse hacia Athena.
Mu, dentro del viaje espacial que traía, se sentía sumamente avergonzado con Athena. Ella lo sintió y al ver que no hacia contacto visual le levantó la cara desde la barbilla con suavidad.
- Tan mal me he portado como diosa que no me quieras dar la cara, mi querido Mu?
- Todo lo contrario señora. estoy demasiado avergonzado con mi comportamiento. Renuncie a mi puesto por un capricho.
- Pero no renunciaste a mí, Mu – dijo sonriendo – Aun escucho tus oraciones y las de tus hermanos diariamente. Muéstrame tu hermosa sonrisa y come con nosotros. Cambiará tus ánimos.
- Si señora.
Aldebarán regresó de mejor ánimo, y comenzó a servirles. Athena rechazó la carne para comer lo mismo que Mu. Laura les sirvió los jugos y los cinco comenzaron a desayunar.
- Mi señora, espero que no piense que es muy impertinente de mi parte pero, a pesar de que mi corazón esta gozoso por tenerla en mi casa, me preocupa. – dijo Saga – Acaso pasa algo malo?
- Siempre tan perspicaz, Saga. – dijo tomando un poco de jugo de naranja – Te vi en el hospital hace unos días e intente hablarte pero después tuve que ir con Apolo y cuando regresé, tu cosmos dio un bajón muy grande. Temía que volvieras a estar inestable y me preocupaba. Pero puedo comprobar que solo fue momentáneo y que ambos son felices.
- Si señora – contestó Saga – Creí que Laura estaba en peligro y tuve mucho miedo pero fue una falsa alarma.
Athena miró a Laura y de nuevo a su collar. Laura sintió como si ella pudiera ver su alma.
- Laura… Ese collar… de dónde salió exactamente?
Laura lo tomó en su mano nerviosa. No quería mentirle pero tampoco se sentía preparada para otra cosa.
- Fue una herencia familiar, señora – contestó.
- Parece que es algo más y ustedes lo saben – miró a Alde y Mu quienes escuchaban atentos y decidió cerrar el tema – No dejes que pase mucho tiempo antes que ella aprenda que hacer con él. Vendrá el tiempo que ella deba tomar una decisión y de eso dependerá su vida.
Saga palideció. Era una de las cosas que le preocupaba, pero que la misma diosa Athena se lo dijera…
- Pero eso no fue por lo que vine. – sonrió Athena – Quiero pedirte algo.
- Por usted, hasta mi vida si la requiere de nuevo – dijo Saga esta vez haciendo palidecer de miedo a Laura. Y si eso es a lo que venía a Athena? Como podría vivir ella con eso?
Athena puso su mano sobre la de Saga.
- No digas cosas que no sientes de corazón – le dijo tranquilamente – Antes yo podía pedírtelo. No tenías un motivo real para vivir y podías hacer y deshacer a tu gusto pero ahora, tu vida ya no te pertenece y a mí tampoco – Miró a Laura y volvió a mirar a Saga – has dado tu vida suficientes veces por mí y nunca pondré en duda tu amor y lealtad. Lo que tengo que pedirte, es que tú seas el que tenga el heredero de la armadura de Géminis.
Saga la miró con sorpresa mientras Mu y Aldebarán comenzaron a ahogarse con la comida. Laura les daba palmaditas en la espalda para ayudarles y pronto siguieron desayunando como si nada. Athena comía poco y despacio disfrutando de la compañía.
- Disculpe mi señora pero… eso es responsabilidad de Kanon. – dijo Saga finalmente
- Kanon no quiere tener hijos y debo respetar su decisión. – declaró Athena con tranquilidad.
El silencio reinó en la mesa por unos segundos. Ninguno de los caballeros dorados en realidad habían soñado con tener familia y Athena sintió que debía dar una aclaración mas extensa.
- No se siente preparado para la responsabilidad y me reza todos los días para que yo acepte su decisión. – dijo Athena – Él no se siente tampoco digno a pesar de que está de acuerdo en que es un gran honor. Apenas se está dando cuenta de lo fuerte que es el amor y eso le asusta demasiado.
Mu y Alde asintieron. Ellos estaban de acuerdo con Kanon. Saga los miró y se abstuvo de preguntar lo que necesitaba.
- Laura, me gustaría que hablaras con Saga respecto a lo que acabo de plantearles – le dijo – En realidad aunque yo le pregunte a él, de acuerdo a las reglas, tú tienes la última palabra y prometo que sea cual sea la decisión que tomes, yo la respetare.
Laura se mostró sorprendida y los miró a todos.
- Por qué yo?
- Todas las madres de los potenciales sucesores serán las que decidan sus destinos. Pero también te sugiero que busques las respuestas a las preguntas que tienes antes de tomar la decisión.
Laura asintió, y entre risas y cosas serias, los cuatro hablaron de muchas cosas durante casi una hora donde muchas cosas fueron reveladoras. Mu estaba cada vez más callado y menos participativo y en determinado momento, se levantó de la mesa.
- Discúlpenme un momento.
Para sorpresa de todos, fue directo a la habitación. Saga miró a Alde, quien negó con la cabeza resignado.
- Señora, al parecer Mu necesita palabras de aliento de parte suya. – dijo Saga – Me han dicho que ha estado algo decaído y usted misma puede sentirlo en su cosmos, verdad?
- Sí. Hablaré con él. Discúlpenme un momento.
Athena desapareció en el pasillo. Tocó suavemente la puerta y entró a la habitación donde Mu estaba sentado en la orilla con la cabeza entre sus manos.
- Mu? Puedo pasar?
- Adelante.
Athena se sentó junto a él encendiendo su cosmos. Mu inhalo profundamente para tratar de tranquilizarse con él.
- He escuchado que te sientes indispuesto últimamente.
- No. En realidad estoy perdido señora. – confesó sin voltear a verla – He tomado decisiones sin pensarlas bien y afectaron toda mi vida y no para bien. Renuncie a mi puesto quizá por miedo al cambio; acepté que decidieran mi destino y eso terminó con mi oportunidad de conquistar a la mujer que amo en su momento; No tengo un hogar definido; el que yo creí que era mi amigo me odia; Geist no me contesta mis llamadas; No tengo un trabajo… todo eso no solía afectarme pero ahora que todos a mi alrededor si están cumpliendo su misión con usted a pesar de que el santuario ahora pertenece a la diosa Hera… más dudas vienen a mi cabeza. Tal vez todos mis pecados anteriores me están pasando factura incluido el hecho de no buscar a la chica ideal para cumplir la misión que usted nos encomendó debido a que di por sentado que Kiki sería mi sucesor.
- Mu…
- Otras veces me detengo al pensar que he decepcionado a todos. Que tal vez, para no fallarle a mi raza, debo hacer lo que debo y buscar alguna chica lemuriana pero… de hacerlo solo me mentiría a mí mismo. Y quiero hablar con Shion y pedirle consejo, pero el últimamente esta distraído, distante… y entonces recuerdo que él no tiene ninguna obligación para nosotros y ya no lo hago. Estoy solo y confundido…
Athena abrazó a Mu aun con su cosmo encendido. Mu se ruborizó y no se movió. No sabía cómo reaccionar a esto.
- Mu, debo disculparme contigo.
- Por qué dice eso?
- Eres tan especial para todos nosotros, el pilar para muchos de tus hermanos, que a veces olvidamos que tú también tienes derecho a sentirte así. – sonrió – Tu raza es muy sensible y poderosa, pero por lo mismo, no es forzoso que tú te sacrifiques. Hay muchas personas de sangre pura lemuriana y otros que no tanto, alrededor del mundo, pero Shion sabe mejor que nadie, que solo si existe el amor en la pareja, se puede sobrevivir. Un matrimonio sin amor, está destinado a fracasar y tú no eres de los que acepte el fracaso.
Mu bajó la cabeza. Siempre se había sentido con esa obligación.
- Yo estoy segura de que si te esfuerzas, encontraras la solución a tu problema y además podrás volver a verla y ella te aceptara. Nadie en su sano juicio rechazaría tu corazón si se lo entregas incondicionalmente. Ya lo hiciste?
Mu lo pensó un momento. Siempre le decía que él quería que ella fuera su novia pero en realidad ninguna de las veces le había dicho que la amaba en realidad. Tal vez por eso ella nunca hizo mucho caso a sus palabras o no las había creído. Que tonto había sido.
- Creo que no.
- Sé que lo harás cuando sea el momento adecuado y podrás ser muy feliz con ella. Yo les daré mi bendición a ambos porque tu serás considerado un caballero mío, hasta el final.
- Gracias señora.
- En cuanto a lo de Shion… creo que hay algo que debes saber porque el necesitara apoyarse en ti muy pronto y debes estar al tanto de lo que sucede en su vida, solo te pido que no se lo menciones hasta que él se abra contigo. Tengo tu palabra de caballero?
- Si señora.
Athena asintió y le hizo un pequeño resumen de la situación de Shion en cuanto a la búsqueda de sus descendientes. Mu se mostró muy sorprendido pero en ningún momento la interrumpió.
- Muy pocas personas saben esto, Mu. Es por eso que ahora que Shion está libre de sus obligaciones prematuramente, se ha dedicado a hacer más extensa esa búsqueda.
- Usted sabe quiénes son?
- Desafortunadamente no – dijo Athena con tristeza – pero estoy segura que una vez que el los encuentre, podrá dedicarse a ser feliz. Antes de eso, no se sentirá digno de hacerlo.
Mu asintió. Ahora comprendía por que Shion siempre andaba en la calle, en la computadora o en las bibliotecas. Andaba en búsquedas de respuestas que ni la misma diosa a la que adoraba podía contestarle. Athena se levantó y Mu hizo lo mismo.
- Mu, tu nunca estas solo. Tienes gente que te quiere en todos lados. Abre los ojos y vive feliz. Me lo prometes?
Mu besó su mano y la puso en su frente.
- Pido su bendición y protección porque me embarcaré en una misión personal que si sale como espero, podré encaminar mi destino.
La expresión de Athena se suavizó mientras ponía su mano libre en su cabeza.
- La tienes siempre Mu. Ahora debo irme. Te sientes mejor?
- Si gracias.
Saga los miró salir de la habitación y los alcanzó.
- Se va tan pronto mi señora?
- Si Saga. Tengo que regresar a descansar. Hay muchas visitas más que debo hacer – vio hacia donde Laura reía con Aldebarán – Gracias por ayudar a Mu y Alde. Verlos tan unidos como siempre me da esperanzas. Los visitare más seguido
- Siempre será bienvenida en mi casa.
Athena hizo un movimiento con su mano para despedirse y desapareció por la puerta. Aldebarán llegó corriendo.
- Ya se fue?
- Si
- Entonces podemos seguir la fiesta, Mu? – le preguntó sacudiéndolo haciendo que Mu sonriera de nuevo.
- Si!
- No tienes te para reumas como el de Shion, Saga?
- Jajaja no creo que tenga Alde – contestó Mu mientras tomaba del refri otra cerveza y aventándole una a su amigo.
- De qué hablan?
- Es un té que Dohko y Shion usan para relajarse.
- Ustedes dos ya están bastante relajaditos – dijo Saga – Preferiría que comieran un poco más para que se les pase el viajesote que traen
Los dos enarcaron una ceja mientras lo veían.
- Yo no voy a engordar nada más para darte gusto – dijo Mu cruzándose de brazos.
- Y yo ya me acabe la carne. Queremos relajarnos.
- Alde… no quería decírtelo para no preocuparte pero… Mu y tu están drogados.
- Jajaja nosotros le hacemos a eso – se burló el grandulón.
- Apuestas un mes sin nada de carne a que si? – lo desafío – Podemos hacer una prueba aquí mismo y para que me creas yo no la voy a hacer sino Laura con sus pruebas oficiales. Aceptas?
Mu y Alde se miraron y comenzaron a reír. Saga salió enfadado para decirle a Laura lo que necesitaba y esta le sacó dos frascos donde debía recolectar la muestra.
- Yo?
- A menos que quieras que hagan un cochinero en el baño o que yo les ayude…
- Ya entendí. Pero si trajiste esas pruebas a casa no?
- Sí. Siempre tengo algunas de las que sobran en los operativos – contestó – solo debo encontrarlas. Me tomara unos minutos.
Saga fue con los frascos hacia los chicos mientras Laura iba a la recamara:
- Alde! por todos los #$%^* ¡! atínale carajo! – se escuchó desde el baño.
Riendo de imaginar la escena, Laura comenzó a buscar por todos lados las pruebas. Acababan de hacer limpieza profunda así que debía estar en alguna de las cajas sobre el armario. Subiéndose a una silla, logro llegar hasta ahí y aunque sintió que algo se le cayó en el proceso, no le prestó atención mientras mantenía el equilibrio. Puso la caja en la cama, sacó las pruebas y con ellas en la mano fue hacia el baño. Tocó dos veces con los nudillos pero antes de que Saga pudiera abrir la puerta, un nombre en su cabeza comenzó a surgir y al voltear hacia la terraza, un brillo cegador comenzó a manifestarse. Se cubrió con el antebrazo el brillo, pero dejando caer las pruebas y sintiendo como si algo la llamara, comenzó a caminar hacia él.
Saga abrió la puerta de baño cuando ella iba a la mitad del camino y al ver a la Scale de dragón marino en su forma original, corrió a detenerla.
- A dónde vas? Estas loca?
Laura pareció reaccionar al sentirlo a él, y Mu y Aldebarán salieron también para sorprenderse de lo que veían.
Aldebarán, llamando a su armadura, se puso delante de los tres.
- Laura, no debes acercarte!
- Por qué? – preguntó- es hermosa
- Es la Scale de Dragón del Mar – contestó Mu – Pero Aleix, su portador, no viene con ella.
Saga dejó encargada a Laura con Mu y camino hacia ella movido por la curiosidad. La Scale, pensando que era Kanon, rápidamente intentó fusionarse con el sin lograrlo. Frustrada y tomando la forma humana, camino hacia Laura.
Aldebarán le cerró el paso junto con Mu. Un sonido como de animal herido, salió de la armadura queriendo aturdirlos, pero el cosmo de Laura le daba más fortaleza para continuar. A Mu se le hacía cada vez más difícil detenerla y prácticamente tuvo que formar un muro de cristal a su alrededor para evitar que se lanzara contra la esposa de su amigo.
No pasó mucho tiempo antes de que un cosmos familiar para los tres los hiciera voltear. Shaka también había aparecido por la puerta por la que minutos antes había salido Athena
- Así que aquí estas. – miró a Saga - Comienzo a pensar que la Scale está un poco confundida ya que tu cosmos es similar al de Kanon.
Aprovechando las palabras de Shaka, la Scale desapareció de los ojos de todos para aparecer detrás del muro de cristal y fusionarse con Shaka, pero al saber que Shaka no la dejaría hacer lo que quisiera, de nuevo se separó de su cuerpo para ponerse en forma humana frente a Laura, quien ya estaba en brazos de Saga.
Avanzaba hacia ellos despacio y decidida a tocar a Laura. Esta, como en trance, extendía su mano para intentar tocarla pero Saga se lo impedía, temeroso de lo que pudiera pasar.
Shaka entonces, viendo que no podría controlar la situación sin que alguien resultara herido, marcó el teléfono.
- Sh – La encontré pero esta desobediente.
- P - Dónde estás?
- Sh - Atenas.
- P - que estaba haciendo mi Scale?
- Sh - acosar a un ex caballero dorado y familia
- P - A qué ex caballero dorado?
- Sh – Saga
- P - Porque demonios estoy sintiendo un cosmo familiar en ese lugar?
- Sh - con todo respeto, no conozco a todos los que usted conoce así que no lo se
- P - pues averigua. Si mi Scale estaba ahí es por algo.
- Sh -.y si primero se la lleva y después averiguo? Es más seguro.
- P – De acuerdo
Poseidón desde su ubicación, envió un rayo azul llevándosela violentamente, haciendo a Laura desvanecerse exhausta en brazos de Saga. Los cuatro siguieron a Saga hasta su habitación donde deposito suavemente en la cama a Laura. Los tres miraban intrigados a Shaka, quien se inclinó a recoger algo que brillaba debajo de la cama. El cosmos de Laura comenzó a brillar también y Saga extendió la mano con la palma arriba.
- Dámelo Shaka.
- No. – los barrió a Mu y Alde – Me llevare esto. Está creándome problemas.
Laura despertó y miró horrorizada su collar en manos de Shaka y el collar reaccionando, comenzó a quemar la mano de este quien por instinto, lo dejó caer.
Mu se agachó a agarrarlo para dárselo a Saga, haciendo que Shaka mirara extrañado como no le hacía nada a él. Saga le pidió a Mu con la mirada que se lo pusiera en el cuello a su esposa, pero Mu le mostró que el broche estaba roto, por lo que se lo puso a Laura en la mano para estabilizarla mientras tanto.
Saga, más tranquilo, le puso la mano en el hombro a Shaka.
- Como un favor personal, te pido que en tu informe no menciones a Laura o el collar.
- Me pides que esconda algo muy importante y que puede perjudicarme directamente para cubrir lo que sea que estés encubriendo?
- Sí. Como un favor.
Shaka no dijo nada pero camino hacia la puerta, dio media vuelta para verlos, y desapareció sin decir nada más.
Alde miró a Mu preocupado.
- Crees que si lo haga?
- Si conozco un poco a Shaka, él se abstendrá de contarlo por el momento, pero no se quedara tranquilo y va a regresar.
Saga frunció el ceño. El también creía lo mismo. Revisando que ya todo estuviera normal afuera, regresó al baño. Hizo las pruebas y les gritó:
- Aldebarán! Mu! Vengan acá los dos.
Ambos corrieron hacia él. Saga les puso las pruebas a nivel de la cara, ambas positivas. Los dos las miraron incrédulos.
- Pero te juro que no fumamos nada – dijo Alde
- Pero lo comiste
- No entendemos – mencionó Mu
- Los brownies tenían marihuana. Estoy muy decepcionado de los dos.
Ambos tuvieron a bien mostrarse avergonzados.
- Entonces… afectamos a tu bebe al dárselo a Laura? – preguntó Alde casi llorando. Que tal que el olimpo se enojaba con el y se desquitaba con su familia?
Mu vio a Saga. Y si si? Saldría como vampiro como su papa?
- Alde, no lo hicieron, pero te perdonare si vas y te duermes un rato más. – Alde asintió y fue directo a la recamara de huéspedes para obedecer a Saga - Mu, creo que comprendes que necesito de tus servicios con ese collar. – dijo muy Serio – Hasta que Laura no aprenda a controlarse…
Mu asintió y sacó de su bolsillo una cartera con micro herramientas que cargaba siempre.
- Dame unas horas. El material es un poco pesado pero lo arreglare y quedara como nuevo. Solo necesito que entretengas a Laura mientras tanto para que no vaya a tumbar el edificio.
Saga sonrió de forma malévola, abrió un cajón y le entregó un reproductor de mp3 con audífonos a Mu. Solo sabía de una sola forma de controlar a Laura mientras se entretenían ambos, pero era muy escandalosa y a Mu se le podría antojar.
Fin del Flashback
La expresión de Kanon se tornó preocupada. No contestó de inmediato porque el hecho de que la Scale hubiera tomado cosmos propio para ir allá, era tan preocupante como que un androide obtuviera conciencia de los sentimientos humanos. Muy muy peligrosa.
- Si querías preocuparme lo lograste.
- Solo te aviso que si esa cosa le toca un pelo a Laura…
- Tranquilízate. De querer dañarla, ya tuvo varias oportunidades. Y no serias tan estúpido de ir a hacerle frente a Poseidón solo por… - volteó a verlo – Olvídalo. Si lo harías.
Aioros volvió a entrar por la puerta. Estaba tranquilo y sonriente.
- Disculpen la interrupción. Hay cosas que de verdad no entiendo como no sabe.
- Como qué?
- Olvídenlo. De que hablaban?
- De lo bien portado que anda Kanon – aseguró Saga sonriendo – Casi ni lo reconozco
- Cálmate! Ni creas que le voy a dar buen ejemplo a mi sobrino. Lo entrenare para que te haga la vida de cuadritos. – refunfuño Kanon
- Cual sobrino? – preguntó Aioros
Los dos gemelos se pegaron con la palma en la frente.
- Pero que no acaso acabamos de decirte que Laura está embarazada? – preguntó Kanon
Aioros se le iluminó la cara de felicidad.
- Saga hermano felicidades! – exclamó abrazándolo fuertemente siendo correspondido
- Gracias. Estamos muy felices.
- Me imagino. Pero hay que celebrarlo no?
Los tres de pronto escucharon alboroto afuera y sintieron un cosmos extraño acercándose al templo principal poniéndose en alerta.
- Que está pasando? – preguntó Saga
- Parece que alguien con un poderoso cosmos está subiendo – dijo Kanon tratando de poner atención.
- No es enemigo – explicó Aioros – Todos le están dando el paso fácilmente y no es Athena sino…
En la décima casa…
Shura recibió a Hera y a Milo tal como sus compañeros, en una rodilla.
- Señora…
- Ahhh el apuesto caballero esposo de mi sobrina – dijo Hera – Esta ella en casa?
- Lo siento señora. Zita se sentía algo melancólica y sus abuelos se la llevaron de paseo. No debe tardar más de un par de días en regresar. A ella le encantara saber que usted está aquí.
Esta vez, Hera se separó agresivamente de Milo y comenzó a subir su cosmos enojada. Una chica menos podía haberse ido con su papa; dos chicas menos por una de ellas habían dado a luz, era muy posible. Pero tres de tres ausentes? Que es lo que estaban escondiendo?
- Están tratando mal a sus esposas? Es eso? Por eso ellas tienen que escapar y huir? - Milo y Shura dieron un paso atrás ante la potencia de su voz – Todos los hombres son iguales! Infieles, mentirosos… Y tu sangre ya tiene antecedente de eso – le gritó a Shura quien se sorprendió ante estas palabras.
Milo la tomó suavemente del brazo para tranquilizarla.
- Todos nosotros amamos a nuestras esposas y por eso mismo debemos darle espacio – le dijo – Somos incapaces de serles infieles. Hasta nos manejan con un dedo.
Hera lo miró para encontrar la mentira, pero al no hallarla, pareció calmarse.
- Muy bien. Así debe ser. Sigamos. Ya solo me faltan tres escaleras. Por lo menos esto contara como varias horas en la elíptica, cierto?
- No es como que lo necesite señora – dijo cortésmente Shura – Juraría que está más maja que la última vez que la vimos.
- Yo iba a decir eso mismo – intervino Milo – Hace algo para volverse más joven?
- Claro. Romper bolas de infieles, manicura perfecta y mis rituales de belleza – contestó Satisfecha –les creeré por ahora. Shura, verdad? Hágame un favor.
- Dígame señora
- Dígale al chico chino que está durmiendo en horas de trabajo que suba a barrer la casa de sagitario. Está muy abandonada. – dijo Hera – Es su castigo. Y llama a todos los caballeros dorados. Los necesito arriba ahora.
- Si señora
Milo la instó a subir las escaleras mientras por cosmos preguntaba Shura a Milo.
- Que le diga que a quién?
- Dohko no salió a recibirla. Se quedó dormido.
- Le tocó doble guardia y acaba prácticamente de bajar hace unas dos o tres horas.
- Algo así le dije pero no me creyó.
- Yo le paso el recado.
Hera iba a la mitad de las escaleras cuando le dijo a Milo.
- Dijiste que no había nadie con Sangre Lemuriana en el santuario más que el niño de la primera casa.
- Pues sí. No hay. – contestó extrañado – A quien vio?
Hera lo miró de reojo y solo negó con la cabeza. Que estúpidos si no se habían dado cuenta.
- Nada. – subió las escaleras admirando el perfil de Milo con ojos soñadores – Aun no puedo creer que mi bebe haya hecho algo tan perfecto.
- No haré comentarios al respecto porque si no también me pondrá a limpiar las casas y no voy a arruinar mis uñas – respondió Milo enfadado.
Hera dio un paso resbalando su pie y de no ser por la velocidad de Milo, se hubiera ido de bruces. Los últimos escalones estaban congelados. Para evitarle un accidente, Milo le pidió permiso para levantarla en brazos y cargarla hasta que salieran de esa parte.
Camus salió de su casa muy despacio poniéndose en una rodilla frente a ellos.
- Así que tú eres el culpable de que casi me lastime?
- Conoce a mi mejor amigo, Camus señora? – dijo Milo con cierto dejo de advertencia hacia Hera que no pasó desapercibido por ella – Volviste a hacer corajes Camusito?
El susodicho se levantó para lanzarle una helada mirada a su compañero de aventuras.
- No tenía ganas de que bajaran o subieran a molestarme – contestó
Hera se quedó callada. Ese era el caballero por el que Odín y Zeus peleaban?
- Discúlpelo, señora – intervino Milo al ver que no respondía – Esta algo ofuscado porque los dioses nórdicos no lo dejan ver a su esposa Fler de Pol… Fler de Verseau. Ella está embarazada y nos gustaría que pudiera apoyarlo para que puedan estar juntos.
Camus le lanzó una mirada fría a Milo por chismoso mientras se sonrojaba un poco y Hera seguía analizándolo: Bien parecido, mirada fría como hielo, modales perfectos…
- Estoy segura que recibirás buenas noticias al respecto pronto. – le dijo finalmente - Vamos Milo.
Milo no la bajó de inmediato sino hasta que ya no había peligro de escaleras congeladas. El aroma a rosas inundó el ambiente.
- Vaya… es como si estuviera en el jardín de Deméter.
- Agradezco la comparación – dijo Afro mientras extendía hacia ella una de sus inofensivas rosas blancas. Vio como cambio el cosmos de su casa y asintió – Pasen por las escalinatas traseras y gracias por lo de Columbus, señora. Se lo agradezco
Hera lo rodeó para verlo en su armadura. Su porte era bastante varonil y seductor. No por nada Poseidon estaba preocupado.
- Mi hermano puede portarse algo histérico cuando de Thetis se trata y también algo blando. Necesita darle mano dura – dijo Hera – Aunque ciertamente a veces no logra controlarse.
- Si me permite diferir, ella por el contrario necesita de su atención – replicó Afro – No pueden dejar a una hermosa chica sola por el mundo y esperar que no se rebele cuando debe portarse bien.
- Es por eso que últimamente no te le despegas? – preguntó de nuevo Hera – Ella definitivamente no es de tu nivel, así que búscate a alguien más linda y educada. Mostró el cobre en la fiesta de Hades igual que Pandora.
Afro iba a comenzar a discutir con ella pero Milo, adivinándole la mirada, intervino.
- El ultimo jalón y podrá descansar señora. Vamos.
Hera asintió y Milo la condujo por la escalera posterior. Casi al llegar al final de la escalinata no aguantó las ganas de preguntar.
- Y señora, que fue lo que pasó en la fiesta de Hades como para que diga que Thetis mostró el cobre? Se equivocó de cubiertos?
- No. Tanto ella como Pandora se agarraron a golpes con la esposa de Minos y otra chica – respondió – Hades estaba en extremo consternado.
- Pero… no les pasó nada, verdad?
- Claro que no. No estaríamos tan tranquilos. – dijo Hera – o más bien, Hades ya hubiera declarado la guerra a Poseidón si le hubieran hecho daño a su hermana.
- Si si pero… a Shaina tampoco le paso nada verdad?
Hera se paró en seco e increpó a Milo subiendo un escalón mas para quedar mas o menos a su altura.
- Cuál es tu interés al respecto con la esposa de Minos de Grifo? Ya son muchas preguntas al respecto.
- Yo? Pues… curiosidad nada más. Como era la Sanbocho aquí y era mi amiga…
- Seguro que es solo por eso? Te recuerdo que estas casado y tienes una hija – lo regaño – ocúpate de ellas y deja de pensar en las mujeres de otros.! Ojala no hayas heredado los genes infieles de tu abuelo.
- No, no. Yo le he sido fiel a Samira… - se detuvo al pensar un poco. Qué pensaría de que estaba comprometido por una segunda vez? Mejor se abstenía de decirlo.
Llegaron al templo principal y Marin les cortó el paso con tres plateados detrás de ella para respaldarla sin notar a Hera debido a que estaba dos escalones por debajo de Milo pues el se había adelantado dos pasos para precisamente avisar que Hera había llegado.
- A donde crees que vas, Milo? – exclamó – Tú ya no eres bienvenido aquí. Regresa por donde viniste si no quieres problemas.
Hera llegó hasta la orilla para ver a la nueva Sanbocho. Qué clase de uniforme traía puesto? No dejaba nada a la imaginación tanto por la pierna descubierta como el escote de corazón. Al menos se había dejado la mascara puesta.
- Este caballero viene conmigo – declaro con voz neutra – Tienes algún problema con esto?
El cambio de cosmos alcanzó a Marin y los plateados obligándolos a arrodillarse.
- Lo siento, señora. No la habíamos visto. Sea bienvenida.
- Así esta Mejor. Deje mi equipaje en el auto. Envíen a alguien por él y preparen mi habitación. Me quedare aquí por tiempo indefinido y deseo que esté listo. Donde está la chica que me sirvió la última vez?
- Europa está ayudando en el recinto hoy – dijo Marin – subirá por la tarde y la pondré a sus órdenes.
- De acuerdo – respondió Hera mientras pasaba junto a ella- Quiero ver a todos los caballeros de plata de inmediato y Dile a los líderes que…
Se escucharon risas graves provenir de la sala del patriarca, y sin que pudiera detenerlos, Milo y Hera entraron allá. Los tres se levantaron rápidamente al verla entrar. Tanto Kanon como Aioros se arrodillaron ante ella, pero Saga no lo hizo. Técnicamente, no tenia esa obligación y estaba decidido a ejercer ese derecho.
Hera lo reconoció de inmediato como uno de los últimos avatares de su hijo y decidió ignorarlo por el momento o no podría ponerse firme.
- Señora, no la esperábamos – dijo Aioros
- Sí. Ya escuché eso muchas veces este día. Levántate – Aioros se levantó – Porque no tienes tu uniforme de Patriarca?
- Es mi día libre. Estaba teniendo una charla con Saga y Kanon. Sea bienvenida a su Santuario. – respondió Aioros
Hera camino hasta sentarse en el trono. Sus pies no estaban tan cansados como en la otra visita pero tampoco estaba acostumbrada a hacer más ejercicio que el de subirse a su limosina.
- Donde esta Sasha?
- En la oficina haciendo parte de trabajo burocrático. – respondió Aioros
- Y Liz?
- Su padre se la llevó por una emergencia familiar – contestó algo consternado. No esperaba la visita de Hera tan pronto y menos en un estado tan a la defensiva.
Hera miró a Saga, a Marin, a Aioros, a Milo y a Kanon. Aioros le hizo una señal a Marin para que saliera lo que hizo de inmediato.
- Yo creo que debo irme al no pertenecer más a este lugar y… - comenzó a decir Saga
- No. Quédate. Te necesito de testigo ahora que Liz no está – respondió Hera – Aioros. Cuál es la función de los santos dorados en este lugar?
Aioros volteó a ver a Kanon. Acaso era algún tipo de examen oral en frente de testigos?
- Los Caballeros dorados tienen por misión guardar las doce casas del zodiaco a fin de rechazar cualquier invasor. Solo ellos están autorizados a subir y bajar a voluntad y es la última línea de batalla, la más fuerte, para salvaguardar la integridad de la diosa a la que servimos y su pontífice. – contestó
Hera lo miró sin parpadear y volvió a preguntar.
- Y cuál es la función de los caballeros de plata?
Aioros pensó bien en la respuesta.
- Como segunda línea de defensa, y siendo más fuertes que los caballeros de bronce, deben guardar los diferentes flancos del santuario para evitar la invasión en caso de una guerra Santa.
- Y cuando son tiempos de paz como ahora?
- Hacen misiones en el exterior y entrenan a futuros caballeros – respondió de nuevo
Hera comenzó a tamborilear los dedos en los posa brazos del trono. Si no era ningún estúpido entonces por que actuaba como tal?
- Entonces si comprendo bien lo que dices, las escaleras desde aquí hasta después de la primera casa, son territorio de los caballeros dorados y unos pocos guardias que hacen más de mandaderos que otra cosa, cierto?
- Así es.
- Muy bien. – volteó a ver a Milo – tu dime cual es la función del Patriarca en este Santuario?
Aioros la miró por unos segundos pero dejó que Milo respondiera detrás de él.
- Es… la máxima autoridad solo por debajo de nuestra diosa.
- Kanon?
- Comanda el ejército de Saints, prepara el santuario para la llegada de la diosa, prepara todo para una próxima guerra santa y custodia las 88 cloths.
- Saga?
Saga miró por un momento a Aioros. No podía salir de ahí sin pasar y ofender a Hera y por amor a Laura y su futuro hijo, no podía darse ese lujo.
- Es el encargado de ejecutar el poder administrativo, legislativo y judicial dentro de las filas del Santuario.
- Puedes agrandar tu respuesta?
- Bueno… el poder administrativo obviamente porque él es el que se encarga de administrar los recursos de todo tipo que existe en el santuario; el legislativo porque elabora leyes y normas para todos los santos de su generación con ayuda de los más sabios de la orden y el judicial porque funge como juez supremo en decisiones que afectan a todo el santuario, aunque en cuestión de disciplina también intervienen otras instancias y…
- Suficiente.
Todos guardaron silencio a su alrededor. No sabían a donde quería llegar con esto pero era interesante.
- Según entiendo hay muchas cosas más de las que un Patriarca es responsable en épocas de paz – dijo Hera – Y lo se porque a diferencia de algunos otros dioses, a mí me gusta leer los reportes que llegan al olimpo. Pero no es por eso que pregunto. – se levantó para quedar frente Aioros – En mi subida para acá, una docena de guardias nos atacó, otra docena de caballeros plateados se han burlado de nosotros y no han sido capaces ni de presentarse además de que es obvia la incomodidad que le causa a tu flanco más fuerte. Por lo tanto pregunto Aioros… Por qué siendo el Patriarca no los has puesto en su lugar que es en cualquier lado menos aquí en las doce casas? Responde!
Saga hizo una reverencia y sacó a Milo y a Kanon de ahí. Cualquiera que fuera lo que tenían que decirse, no era apto para que dos caballeros dorados estuvieran escuchando.
- La señorita Sasha se sentía un poco insegura de la lealtad de algunos caballeros dorados y pensó que si hubiera algún motín en su contra, ella estaría más segura con los caballeros de plata a su alrededor.
Sasha entró corriendo asustada. Que era lo que estaba haciendo Hera ahí? Por que no había avisado?
- Qué bueno que estas aquí Sasha. Puedes decirme que tontería es esa de tener a los caballeros de plata vigilando las casas doradas?
- Yo…
- Cuantos caballeros hay en la orden plateada?
- 22
- Y dorados en servicio?
- 8. Aioria no está en el santuario y Kiki aún no ha sido envestido con la armadura.
Hera volvió a sentarse en el trono y respiro profundamente.
- De acuerdo. Sasha. Te informo que Milo de Escorpio sigue en funciones porque yo así lo quiero. La estupidez de que no es bienvenido aquí porque tardó cinco minutos más que la hora del permiso es invalida y antes de que preguntes el por qué? La respuesta es porque yo así lo digo
Sasha se mordió el labio para no responder como quisiera. Ese tipo de actitudes de la diosa, la sacaba de sus casillas pero de estallar como la ultima vez, solo le daba la victoria a Hera.
- No sé qué tanto hicieron estos días que los deje solos pero es más que obvio que necesitan de mi guía y sabiduría y por el bien de todos se las voy a dar. Que pasen todos a los que convoqué y Saga también ya que esta aquí de metiche! - gritó
Marin entró junto con Shura y todos los caballeros dorados y plateados quienes con mucha resistencia se inclinaron ante ella.
Sasha miró hacia los santos de plata con una mirada significativa para pedirles ayuda en caso necesaria. Hera volvió a mirar a todos ahí. Levantándose de nuevo.
- De acuerdo señores. Yo no los conozco y ustedes a mí tampoco. Pero he visto cosas muy perturbadoras en mi camino al templo principal y no me gusta. Usted – señaló a Orfeo – No estabas tú abajo con Hades?
- Si señora.
- Ok. Debes ser bastante fuerte entonces
- Se me conoce como el más fuerte de la orden de plata señora.
- Muy bien. Ustedes son 22. Den un paso al frente cinco de ustedes. Los que sean. Fuertes o no.
Cinco de ellos dieron un paso al frente rápidamente.
- Los demás háganse a un lado. – señaló Hera. Después se dirigió a los dorados y principalmente a Aldebarán – A ver, tu. Eres grande y pesado. Da un paso al frente.
Aldebarán obedeció sin chistar y los demás dorados se hicieron a un lado. Hera miró a los seis.
- Caballeros de plata. Sasha y Aioros piensan que son ustedes lo suficientemente fuertes como para hacerle frente a los santos dorados y protegerlos a ellos en caso necesario. Por tanto, quiero ver como acaban con el Caballero de Tauro en este momento.
Todos ahí la miraron horrorizados. Aioros se acercó para susurrarle.
- Señora, su integridad puede verse comprometida en este lugar si…
- Si los caballeros de Plata ganan – dijo ignorándolo - los subiré de posición a dorados. Pero si pierden, estarán un mes a merced de los deseos no malsanos de los dorados. Están de acuerdo?
Los seis se miraron. No es como que tuvieran una opción, así que todos asintieron. Aioros se colocó a la derecha de Hera junto a Saga y Sasha y Marin lo hicieron a la Izquierda.
Aldebarán se puso frente a los Caballeros de Plata en actitud defensiva quedando la diosa y sus asistentes detrás de el para darle mas dramatismo al asunto. No quería pelear contra sus compañeros pero no tenía otra opción.
Los cinco comenzaron a atacarlo a diferente velocidad, diferentes flancos y diferentes técnicas. Para sorpresa de Hera, Alde ni siquiera se movía y aun así. Los cinco, después de unos minutos, habían salido despedidos hacia las paredes.
- Suficiente! Ustedes ocho… - dirigiéndose a los caballeros dorados – Tendrán la tarde libre porque tengo cosas que arreglar aquí. No quiero verlos en el santuario hasta que sean las ocho de la noche. Fuera!
Todos salieron y Saga se incluyó en el grupo. No quería que le hicieran más preguntas de examen.
- Marin! lleva a los heridos a la enfermería. Los demás, que custodien las escaleras hasta que los dorados regresen.
Marin asintió y salió junto a los plateados que cargaban a sus compañeros heridos aunque ninguno de gravedad. Hera esperó a que todos salieran para decir:
- Aioros, Sasha, no saben lo molesta que estoy con todo esto. Se supone que ustedes me representan aquí. Explíquenme por que me hacen ver cómo tonta?
Sasha se quedó callada. Aioros bajó la cabeza avergonzado.
- Nunca ha sido nuestra intención ofenderla señora, y precisamente por eso estamos haciendo una reestructuración. – vio los ojos de sorpresa de Sasha. De que estaba hablando? - Puedo mostrarle en mi oficina.
- Si. Tu y yo hablaremos largo y tendido en tu oficina y me lo mostraras, pero si eres tan eficiente, por qué no has terminado de organizar la ceremonia y los votos para tu designación oficial?
- Votos?
Ahora fue Aioros el sorprendido y Sasha sonrió. Tal parecía que habían omitido ensenarle ese pequeñísimo detalle. El quería hacerla quedar mal con una cosa? Ella podía jugar el mismo juego.
- Si Aioros, tu sabes. Los que hacen los patriarcas para dedicarse al cien por ciento a la vida del santuario renunciando a todos los placeres seculares como tener familia… etc. Para evitar las distracciones.
Aioros la miró con los ojos entrecerrados. Y cuando pensaba decirle eso?
- No me digas que no sabías? Esa regla estaba desde antes de que yo estuviera aquí la primera vez.
- Y es una de las principales reglas de hecho. – reafirmó Hera pensando que de hecho Shion no había cumplido pero eso no tenían que saberlo.
- Estarán listos para el día de la ceremonia – afirmó Aioros con voz apagada. Algo tenia que hacer para detener eso pero en este momento no podía pensar con claridad.
- Me alegro oírlo. Y ahora que tenemos la oportunidad voy a dejar algo muy claro – dijo Hera – No quiero más problemas de comunicación entre ustedes o entre nadie. El malentendido de lo que paso con Milo de Escorpio y que ya había pasado con Shion y los demás, no deberá volver a suceder. Nadie es expulsado sin mi consentimiento por escrito. De acuerdo?
- Malentendido? – Aioros volvió a mirar a Sasha quien se hizo la desentendida
- Silencio Aioros! Sasha. Tu trabajo como mi representante es verificar que mi buen nombre sea respetado y representarme en algunas juntas y demás en el olimpo. No podrás meterte en el asunto de los santos dorados ni de sus esposas y/o hijos vivan o no vivan en el lugar a menos que sus integridades físicas sean amenazadas. En cuyo caso y previa justificación, podrás intervenir. No puedo permitir que los activos más valiosos sean desechados a capricho. Y por favor refuercen la seguridad del lugar. Como es posible que dejen escapar a una niña de cinco años? Y no me digan que no sabían nada porque entonces si los voy a castigar.
- Samantha se escapó mientras estaba en el hospital para una cita médica – dijo Aioros - y tenía tres caballeros dorados custodiándola. Si usted lo permite, podrá ser enviada al recinto de forma permanente donde…
Hera azotó las manos en su trono.
- Ella se quedara aquí y será responsabilidad de ustedes dos directamente. Zeus se ha encariñado con ella y no querrá que sea entrenada con otras niñas más violentas. Voy a dejar algo bien claro a ustedes dos para que pasen el mensaje: Este lugar sigue con el mismo tipo de administración porque se lo prometí a Athena, pero si siguen con este tipo de tonterías, lo desmantelare y piedra por piedra lo venderé a mis hermanos. Créanme que no me tentare el corazón y obviamente habrá quienes tendrán problemas para reubicarlos con todo y familia así que… ustedes tienen la última palabra.
Aioros y Sasha quedaron en silencio. Ninguno de los dos quería eso. Hera se levantó y comenzó a caminar hacia la ventana de la terraza. No tenía intención de hacer eso ahora que había familias ahí, pero si eso hacía falta para que ellos comprendieran la importancia de lo que acababa de decirles, por Gea que cumpliría su palabra.
