Apoyo de Romance (Celica/Mae)
A esas alturas, Celica se encontraba bastante preocupada por la actitud de su amiga Mae luego de su desastrosa derrota en ese juego de cartas coloridas, sabía que su amiga no era alguien que aceptara la derrota tan fácilmente, pero… su comportamiento resiente se estaba volviendo en algo nuevo para ella.
Primero fue por el hecho de que deliberadamente la estaba evitando, no importaba si era en los ejercicios, en la cocina, en el tiempo libre o incluso en el campo de batalla, cada vez que la veía parecía huir de ella como si hubiera visto a una bruja o un fantasma…
Celica estaba segura de que su rostro era lo bastante común como para no asustar a alguien… en especial a Mae…
Lo peor era que, cada vez que trataba de hablar con ella o preguntarle que estaba pasando, Mae sin falla huía sin mirarla a los ojos o clamaba que necesitaba ir al baño o que tenía algún asunto muy urgente que debía atender en ese mismo momento.
¿Qué había hecho para que su mejor amiga la evitara de esa forma?
Buscando consejo en Palla ya que, aunque no era la Palla que conoció en su tiempo, estaba segura que ese rasgo tan característico de amabilidad y madurez que poseía, era algo no solo de la que conoció, afortunadamente Palla no solo la apoyo, sino que también la aconsejo para que pudiera tratar de enmendar su amistad.
Con ayuda de la increíble cocina privada de la invocadora y de algo de asesoría de parte de la señorita Cherche, Celica logró cocinar las galletas favoritas de Mae y las coloco en una bolsita llamativa como envoltorio, esperando que a Mae le gustara.
Celica a paso decidido se dirigió hacia la habitación de Mae que, estaba justo al lado de la suya, toco la puerta con cierta suavidad, esperando no interrumpir a Mae en caso de que estuviera ocupada con algo, Mae no tardo en abrir la puerta, pero en cuanto la vio, la cerró inmediatamente…
…
…
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Esa no era la respuesta que Celica esperaba…
-Mae…-comenzó a decir Celica nerviosa, tocando la puerta un poco temblorosa-¿P-puedo pasar?-quiso saber aun algo tensa.
-P-por el momento no-mencionó Mae tratando de sonar firme desde la puerta de su habitación.
-¿Mae, estas molesta por algo?-cuestionó Celica muy preocupada.
-N-no, ¿Qué te hace pensar eso?-respondió Mae tratando de sonar tranquila.
-Bueno, es que últimamente has estado evitándome-expresó Celica con cierta tristeza.
-¡Q-qué va!-exclamó Mae tratando de restarle importancia-Solo he estado algo ocupada-se excusó Mae como pudo.
Hubo un momento de silencio incomodo, Mae estaba consciente de que no estaba haciendo lo correcto, pero en esos momentos su pena estaba superando la razón y por mucho, para sorpresa de ella, Celica solo susurró un "Lo siento" casi llorosa antes de que escuchara sus pasos alejarse.
…
…
…
¿¡QUÉ ACABA DE HACER!?
Por su parte, Celica se retiraba a paso lento sintiendo un terrible dolor en su pecho… ¿Acaso Mae… ya no quería ser su amiga?
Estaba tan ensimismada en su tristeza que casi tropezó cuando algo súbitamente la tomo de las piernas, apenas manteniendo el equilibrio Celica miro hacia abajo solo para toparse con una llorosa Mae aferrada a sus piernas.
-¡LO SIENTO!-clamó Mae a todo pulmón-¡PERDÓNAME CELICA!-siguió exclamando Mae tan fuerte que a Celica no le sorprendería que la gente del castillo la hubiera escuchado.
-¡T-tranquila Mae!-expresó Celica desesperada sin saber qué hacer, ¿Qué le estaba pasando a su mejor amiga?
Por fortuna nadie fue testigo de lo sucedido y Celica pudo llevar a su amiga a su habitación para que intentara calmarse, tuvo que pasar un rato algo largo y unas cuantas galletas para que finalmente Mae comenzara a hablar.
-No era mi intención que te sintieras así Celica-aseguró Mae algo cabizbaja.
-Tranquila Mae, me ayudaría mucho saber, ¿Por qué me has evitado estos últimos días?-cuestionó Celica preocupada por su amiga.
-Bueno…-comenzó a decir Mae algo sonrojada.
-¿Hice algo que te molestara?-expresó Celica un poco alarmada.
-¡No Celica! ¡Es imposible que hagas algo que llegue mínimamente a molestarme!-se apuró a decir Mae más nerviosa y sonrojada.
-¿Entonces, qué fue lo que sucedió?-cuestionó Celica con genuino interés, tuvo que esperar un momento antes de que finalmente Mae le respondiera.
-Es que… ¡Ah! ¡No tenía cara para mirarte!-exclamó Mae muy sonrojada, al ver la mirada confusa de su amiga-Es decir, que me vieras haciendo algo tan vergonzoso… ¡Ay! ¡Simplemente no puedo soportarlo!-declaró Mae cubriéndose el rostro.
Celica observó a su amiga de años con genuina preocupación, ¿Tanto le importaba a su amiga lo que pensara de ella?, estaba bastante segura que de haber sido otra persona, Mae no le hubiera importado mucho o simplemente los hubiera amenazado a la mínima de burla, pero con ella…
Celica se acerco a Mae, sentándose junto a ella en el sofá donde estaba y, con delicadeza la abrazo, tal como lo hacía cuando eran más jóvenes en los momento en los que Mae estaba asustada o triste, con la dulzura con la que siempre le trataba le susurro.
-Sabes que, sin importar lo que pase, jamás sería capaz de mirarte como alguien inferior-aseguró Celica en tono dulce.
-Lo sé, pero…-comenzó a decir Mae retirando sus manos para mirar a Celica, su cercanía la había sonrojado mucho más-Sabes que, me importa mucho tu opinión sobre mi-afirmó Mae aun algo sonrojada.
-Me halaga que me tengas en tan alta estima Mae-comenzó a decir Celica en tono cálido-Pero nunca debes preocuparte por eso, yo jamás dejare de verte no solo como una gran maga, sino también como mi mejor amiga-concluyó Celica en tono sincero.
-Gracias Celica-respondió Mae mostrando su mejor sonrisa.
Y aunque sabía que sin importar lo que hiciera, aquel amor que sentía por su mejor amiga nunca sería correspondido, al menos aun podía estar a su lado protegiéndola y haciendo todo lo que estaba en sus manos para ayudarla a alcanzar su felicidad… aunque esta… no fuera a su lado.
