Coruscant.
- ¡Senador, Senador!
El Senador de Cantonica se alarmó al ver la desesperación y palidez de su asistente.
- ¿Que pasa?
- ¡Señor! Escuché al senador de Iridonia decir que había recibido un mensaje del los astilleros de Corellia, al parecer la primera orden está preparando una nueva flota.
-¿Qué quieres decir con nueva flota?
- No escuché más señor.
- ¿Será posible que el lider supremo sepa del recibimiento que le espera al llegar acá?
- Tal vez señor, por lo que escuche la flota es grande, el senador de Iridonia y otros más se marchan hoy.
- Cobardes.
- ¿Senador, que piensa hacer?
- Esperar al líder supremo y confiar en que no va a destruir el planeta así como sucedió con Hosnia.
El asistente palideció aún más y observo al Senador con impotencia, pensando que habría sido mejor quedarse en Cantonica, pero ya era tarde para eso.
En ese momento otros Senadores más discutían la posibilidad de irse y esperar que sus planetas no sufrieran la posibles represalias o quedarse y enfrentar al líder supremo, estaba debatiendo que hacer cuando un escándalo fuera llamo la atención de todos.
La reina de Naboo había llegado y no de muy buen humor pues sin doncellas que la atendieran su aspecto no era nada glamuroso e iba gritando a todo el que se atravezara en su camino.
Solo un par de los Senadores se acercaron a preguntar que había pasado pero los stormtroopers que la acompañaban dieron una respuesta escueta y se retiraron dejando que ella fuera la que diera la explicaciones.
- ¿Que fue lo que pasó majestad? - el más anciano de los Senadores tenía mucho que hablar con la malhumorada mujer.
- Nos atacaron unos contrabandistas Senador y se llevaron a mis doncellas.
- ¿Y su guardia por qué no hizo nada para protegerlas?
- Bueno es que...yo...
- ¿No llevaba guardia?
- No lo consideré conveniente y ahora que el líder supremo es mi...
- ¿Su qué? ¿Su prometido? - el senador harto de los sinsentidos de la caprichosa mujer perdió los estribos y gritó - ¡Ni siquiera sabemos si va a aceptar la alianza, no se ha pronunciado al respecto, ni ha dicho cuando llegará, estamos en el limbo sin saber que va a pasar cuando llegue, si es que llega!
- ¡Pero Senador, usted estuvo de acuerdo con plantearle los planes de alianza por medio del matrimonio!
- ¡No le planteamos los planes de una alianza, le lanzamos una amenaza si no aceptaba!
- Tal vez no... me expliqué bien.
Eider Ptah veía como su ambición de hacerse con el control de la primera orden de desvanecía ante sus ojos, los Senadores que habían estado de acuerdo con ella ahora la veían disimuladamente sin opinar al respecto ni le daban el apoyo que antes le habían dado.
- ¡Si lo hizo majestad, fue muy clara en cuanto a lo que quería! Ahora solo queda esperar que el líder supremo no tome represalias.
- ¿Represalias? ¿A qué se refiere con eso?
- Ya lo verá usted cuando el lider supreno llegue. Pediré que le envíen una doncella.
Sin despedirse el Senador se fue seguido de los otros que estaban escuchando la discusión, se arrepentia de haberle hecho caso a esa mujer, pero ya no servía de nada lamentarse.
Corellia.
Ben veía el planeta cada vez más cerca, el lugar natal de su padre, un nudo en el pecho le impidió respirar por un momento, si tan solo tuviera una oportunidad...
Se dió una bofetada mental y dejó sus pensamientos sombríos para otra ocasión, habían llegado un par de horas antes pero apenas estaban descendiendo a la superficie del planeta debido a un par de detalles que tenían que arreglar.
- ¿Solo estás bien?
La voz de Poe lo saco de sus pensamientos, y tardó un momento para responder, le había pedido que lo acompañara junto con Kuruk y BB-8 para que Hux, Rose y Trudy se quedaran con Rey pues en los últimos días había hecho un par de locuras y no quería descuidarla ni un momento.
- Si, es que...estaba recordando a Han Solo.
- Entiendo ¿Por que me pediste que viniera contigo?¿Y por qué BB-8 viene también?
- Para que Trudy se quedará con Rey y necesito al balón parlanchín.
- No llegué a conocerla bien - dijo Poe con cautela - pero tal parece que te está dando dolores de cabeza.
- Ella es...
- ¿Terca?
- Algo así.
- Tal vez cuando llegue el bebé cambie.
- Lo dudo y no es eso lo que quiero, la amo tal cómo es.
- Bueno, supongo que es parte de su encanto - estuvo de acuerdo Poe.
- ¿Dameron?
-¿Hay algo más?
- Si, quiero pedirte que cuando estemos en Coruscant la protejas, no le permitan hacer alguna locura y si hay que tomar una decisión drástica lo hagan ustedes en lugar de ella.
- Eso no tienes que pedirlo pero ¿Y Hux? Se supone que es el General.
- Ya lo sabe pero si él llegara a estar impedido por alguna razón tendrás que hacerlo tú.
- Yo...está bien, espero que no te arrepientas de esto.
- Me voy a arrepentir si no me enfrento ahora al Senado Galáctico, se que la primera orden ha causado muchas penas pero también ellos, la mayoría de los miembros son ambiciosos y corruptos.
- En eso tienes razón Solo.
Se quedaron en silencio cuando a lo lejos avistaron los astilleros dónde habían construido las naves, había muchos obreros afanados en sus ocupaciones y cuando vieron la Lanzadera de mando descender todo se detuvo por unos segundos para después volver a ponerse en movimiento.
Los encargados se acercaron presurosos a recibir a Ben y cuando lo vieron.
- Líder supremo, lo que pidió está listo - le dijo el capataz que estaba visiblemente nervioso.
- Gracias ¿Sus créditos le fueron entregados?
- Si señor y como usted lo pidió los planos han sido destruidos, solo guardamos esto.
Le entregó a Ben un pequeño chip que este guardó pero puso al hombre a sudar con la petición que le hizo.
Me gustaría que le diera a mi droide acceso a su base de datos.
- Pero...señor yo...
- ¿Hay algun problema con eso? - Ben se metió a la mente del hombre y la que vio lo puso sobre aviso.
- No...señor, pero...
- ¿Me está ocultando algo?
- Nada señor - el nerviosismo del hombre está cada vez más evidente.
- Entonces guienos por favor.
El hombre al saberse descubierto no lo pensó más, sabía que si se seguía negando le iría muy mal, además de que estaba rodeado de stormtroopers, una orden del hombre frente a él y el lugar sería senizas en menos de un minuto.
- Señor yo...
- ¿Si? - Ben levantó una ceja en espera de la excusa.
- Le pasé un informe al Senado Galáctico, yo...pensé que era mi deber.
- ¿Su deber? ¿Cuánto le pagaron?
- Nada, ellos solo me pidieron informes de cualquier nuevo proyecto o nave que nos llegaran a pedir, amenazaron con cerrar los astilleros si no cooperabamos.
- ¿Les diste los planos?
- Aún no, lo siento mucho señor.
- No voy a tomar represalias por el momento, pero te estaré vigilando. Ahora muestrale el camino al droide.
El hombre cumplió la orden presuroso y Poe fue tras él con BB-8 y un grupo de stormtroopers.
- Kuruk - el Caballero que había permanecido en silencio se acercó a Ben - Comunícate con Vicrul y que alerte a la General, al parecer en Coruscant ya saben que vamos preparados para un ataque.
- Si líder supremo.
Poe espero con paciencia hasta que BB-8 termino con su tarea y volvió a dónde estaba Ben, este al verlo salir dió la orden y poco a poco los cazas fueron saliendo del planeta hasta que el astillero quedó prácticamente vacío.
Se dió la vuelta para ir a la nave Lanzadera pero el capaz lo llamó
- ¡Señor!
- Quédese tranquilo - la dura mirada que Ben le dió al hombre lo puso a temblar literalmente - nada le va a pasar, pero la próxima vez piénselo bien antes de dar información confidencial a quien no debe.
- Si señor.
Cuando todas las naves abandonaron el planeta el hombre suspiró aliviado y se secó el sudor de la frente con manos temblorosas, se alegraba de estar lejos de Coruscant pues lo que le había dicho al Senador de Iridonia no se acercaba en nada a lo que les esperaba.
Rey observaba desde el puente del Fulminatrix el planeta natal de Han Solo. Había pensado ir con Ben pero este la había disuadido, y había tenido razón, no sabían que se iban a encontrar ahí.
Observó también más allá de donde ellos estaban, había cuatro destructores estelares rodeándo el planeta, en unos de esos iría Ben, suspiró y se llevó una mano al vientre abultado, el temor de perderlo era más fuerte cada día.
- ¿Rey estás bien?
Rose al verla pensativa se acercó a ella, si bien no eran grandes amigas, le tenía aprecio y se preocupaba por ella.
- Si Rose, es que todo esto me preocupa.
- Confía en tu esposo Rey, creo que sabe lo que hace.
- Ella tiene razón - Trudy se había acercado a ellas y se puso al otro lado de Rey.
- Si, casi siempre tiene la razón, odio eso.
Rose sonrió y le puso una mano en el vientre.
- Cada día está más grande.
- Si y yo más gorda.
- Te ves muy linda Rey - le dijo Trudy - y estoy segura que el bebé será hermoso también.
- Mi Lady - Rey vio a Tara que se acercaba con un té - por qué no se sienta un momento y se relaja.
Rey suspiró y se sentó, tenía la sospecha de que la estaban vigilando, y más cuando supo que Ben había hablado con las doncellas, no sabía sobre que pero se hacía una idea.
Y no estaba equivocada, Ben las había advertido de los posibles planes de su esposa y las chicas no la perdían de vista ni un segundo, Ap'lek y Ushar también estaban ahí, en silencio, siempre vigilantes, pero ya se había acostumbrado a ellos.
Hux iba de un lado a otro por el puente con una datapad en la mano y hablando en ocasiones y deteniéndose por momentos para dar alguna orden cuando uno de los técnicos se acercó.
- Señor, ya vienen.
Hux asíntio y esperó un momento.
- ¡Rey, Hux! - Trudy que observaba el espacio los llamó.
Rey fue rápidamente con el pelirrojo y Rose detrás de ella y vio como del planeta empezaban a salir infinidad de naves cazas que fácilmente se confundían con la oscuridad del espacio.
- Bueno - dijo con pesar - al parecer está todo listo.
- Estamos contigo Rey, ya verás que todo va a salir bien.
- Eso espero Rose.
Salió del puente y fue al hangar con Trudy y las doncellas, Rose la observó marcharse y siguió trabajando en un proyecto que Ben le había dado de manera secreta, con la experiencia que tenía como mecánica en la resistencia no le fue difícil crear un dispositivo para inhabilitar el sistema de comunicación de Coruscant en tierra.
- ¿En qué trabajas? - Hux tenía curiosidad, sabía que el líder supremo le había encargado algo a la chica pero no había querido preguntar hasta ese momento.
- En algo que me pidió tu jefe, espero que funcione.
- No está dejando cabos sueltos.
- No, es más listo de lo que pensé, se parece a la General en eso.
- Si, es muy irritante que siempre vaya un paso adelante y que la mayoría de las veces tenga la razón.
Rose sonrió ante la molestia de Hux y siguió trabajando en lo suyo mientras Rey llegaba al hangar justo cuando Ben descendía de la nave Lanzadera.
Se acercó a ella y cuando todos los cazas habían abordado tanto el Fulminatrix como los destructores estelares, dio la orden de partir de inmediato a Coruscant.
- ¿Ben? - Rey estaba confundida y esperanzada.
- Vamos a ir juntos mi cielo - la tomó de la mano para acercarla - lo pensé bien y no quiero estar sin ti más de lo necesario.
- ¿Y la flota? - Rey lo abrazó feliz - ¿Quien está a cargo?
- Por el momento Dameron y Kuruk pero antes de llegar allá tú tomarás el mando.
- Gracias mi amor, por no dejarme sola.
Ben entrelazó su mano con la de ella y le mostró las alianzas que llevaban desde el día que se habían casado.
- Mira, siempre juntos, pase lo que pase tú siempre serás mi prioridad Rey.
Se quedaron abrazados con las doncellas y Trudy observando sonrientes.
Leia recibió el mensaje de Ben y llamó a Maz, un par de horas antes había estado charlando con el Senador Bes y prácticamente ya todo estaba listo, solo tenían que llegar a Coruscant.
Habían hablado con algunos Senadores que no tenían mucho que ver con el senado galáctico y habían aceptado estar presentes para darle su apoyo a Leia sobre todo, los demás se llevarían una sorpresa pues no sabían cuándo llegaban, tenían ya más de dos semanas esperando, la sorpresa sería grande.
Al parecer algunos Senadores seguían siendo tan corruptos como en los tiempos de Palpatine, aunque en medio de todo eso también habían recibido noticias de Lando, buenas noticias pues les había comunicado que los vería en Coruscant con más adeptos a la resistencia.
- ¿Que pasa princesa?
- Habrá problemas al llegar a Coruscant.
- ¿Por qué?
- Al parecer saben de la flota.
- ¿Quien les avisó?
- Un soplon del astillero.
La expresión de Maz hizo sonreír a Leia y fueron a buscar al Senador y a algunos de los miembros de la resistencia más cercanos a ella.
- ¿Ya sabes lo que tiene planeado tu retoño para cuando lleguemos allá?
- Solo que les tiene preparada una sorpresa.
- ¿Me pregunto que sorpresa será?
- Rey.
- ¿Ah?
- Rey es la sorpresa.
- Tu hijo es maquiavélico Leia.
- Que te puedo decir Maz.
Amabas mujeres se reunieron con los otros miembros de la resistencia y pasaron unos minutos cambiando algunos de los planes que ya tenían.
Los hombres de Ben iban a comandar un pequeño escuadrón que se infiltraria en los controles de mando del planeta para desconectarlos y dejarlos incomunicados, así Rey podría actuar en consecuencia e inhabilitar las tropas arriba, lo escencial de ese plan era evitar un enfrentamiento y muertes innecesarias.
Después de eso Leia fue en busca de Finn, hacía un par de días que lo notaba pensativo y sabía por qué, había esperado que él le dijera lo que pasaba pero al parecer tenía miedo y lo entendía, era difícil aceptar algo así.
Lo encontró leyendo uno de los libros que había sacado Rey de Ahch-to.
- Finn.
Estaba tan concentrado que la voz de Leia le causó un fuerte sobresalto.
- ¡General! Yo...lo siento solo estaba...
- No te disculpes, soy yo quien lo siente, no quise asustarte.
- Yo...
- ¿Hay algo que quieras decirme Finn?
- Bueno es que yo... ¿Usted lo sabe verdad?
- Si, ¿Por qué tienes tanto miedo Finn?
- He escuchado tantas cosas acerca de los Jedis que no se que pensar.
- Es verdad que no es una historia linda de contar pero aunque sea difícil de creer tiene su lado bueno.
- ¿Si?
- Solo tú puedes decidir tu futuro Finn, piénsalo y cuando decidas que quieres hacer ven a verme.
Leia se fue dejando al chico pensando, la verdad era que no sabía que iba a hacer más allá de ayudar en la última misión, tal vez después de que todo terminara tomaría una decisión.
Un par de días después, horas más, horas menos la primera orden y la resistencia hacían la última parada antes de llegar a Coruscant, Rey abrazaba a Ben con fuerza y este correspondia al abrazo.
- No estaremos separados mucho tiempo mi cielo, te lo prometo.
- Cuídate mucho Ben, por favor.
- Tu también y recuerda quien eres Rey.
- ¿Quien soy?
- No solo eres mi esposa, también eres la emperatriz de la primera orden.
- ¿Qué? ¿Cuando me dieron ese título?
- El día que nos casamos.
- Pero Ben...
- Confío en ti mi amor.
- Líder supremo, todo está listo - Kuruk se acercó a ellos y saludó a Rey con una inclinación - mi Lady.
Rose también se acercó a darle a Ben el dispositivo que le había pedido.
- Aquí tienes, BB-8 sabrá cómo hacerlo funcionar.
- Gracias, vamos balón parlanchín, tu vienes conmigo - el droide se acercó y se quedó junto a él.
Poe se acercó a Trudy y la abrazó, ella se recostó en su pecho.
- Cuídate Poe y cuida de Rey por favor - le pidió en voz baja.
- Tu también ten cuidado ¿Si? - Trudy asíntio y Poe le dió un beso antes de hablarle al droide en voz baja.
- Pórtate bien amiguito.
- Bien, es hora - Ben volteó a ver a Hux y a Poe antes de irse - ya saben, ella es prioridad.
- Si señor - respondió Hux.
Ben le dió un beso a Rey y se fue con Trudy y Kuruk dejando a Ap'lek y a Ushar con ella.
Rey lo vio subir a su Tie Silencer y salir rápidamente para ir a uno de los destructores. El estómago se le contrajo por un momento pero después recordó que ella era una mujer fuerte y tenía que estar a la altura para defender a su esposo, a su hijo y a Leia, a todos los que amaba, incluidos el par de sombras que la seguian siempre y que le daban golosinas a escondidas, Rose y Trudy con sus consejos y ocurrencias, las doncellas mandonas, también el pelirrojo malhumorado, los miembros de la resistencia y Finn.
Todos ellos formaban parte de su vida y de su familia ahora y tenía que luchar por conservarla. Cuando vio que el destructor dónde iba su esposo y las naves de la resistencia alcanzaban la velocidad luz, ella dió la orden de avanzar también.
- ¿Hux?
- Si mi Lady.
- Vámonos.
Hux ordenó dar el salto y fue con Rey, Rose y Poe al puente, las doncellas y los Caballeros que acompañaban a Rey también iban detrás de ellos, se quedó mirando al rededor suyo y sintio todo vacío a pesar de los que estaba ahí, suspiró y cuadró los hombros y se prometió a si misma estar a la altura del apellido que su esposo le había dado, Rey Solo, la chatarrera de Jakku demostraría de que estaba hecha.
Coruscant.
Cuando algunos de los Senadores estaban por irse otros más estaban llegando y eso frustró los planes de huída, había varias naves llegando a la superficie del planeta y nadie de los que estaban ahí entendía que pasaba hasta que alguien se acercó a preguntar.
- ¿Por qué están llegando apenas ahora?
- El líder supremo y la General Organa nos pidieron estar aquí - respondió la senadora de Corellia y otro más de un planeta del borde exterior en el cual el Senado Galáctico no tenía ingerencia alguna también se acercó.
- Al parecer estamos frente a otra guerra por el control de la galaxia.
- ¿Otra guerra? ¡Eso no es verdad Senador!
- ¿Ah no? Pues cualquiera pensaría lo contrario al ver todas esas naves desplegadas allá arriba.
De pronto un silencio pesado se hizo presente como presagiando el desastre y un par de segundos después en el cielo de Coruscant se dejaron ver infinidad de naves pero entre todas ellas destacaban el destructor estelar y detrás de este el Fulminatrix flanqueado también de tres destructores estelares más.
- Bueno señores - dijo la Senadora de Corellia - al parecer el líder supremo no es un hombre fácil de manipular.
Una sensación de frío estremeció a la mayoría de los que estaban ahí, estaban atrapados sin posibilidad de salir hasta que la primera orden lo permitiera.
