Ben observó Coruscant y se puso su casco, hacía ya un tiempo que no lo usaba pero por el momento lo consideró necesario, Trudy también se cubrió parte del rostro pero dejó su cabello a la vista y Kuruk hizo lo mismo.
- Maestro estamos listos, cuando usted diga.
- Está bien Kuruk, creo que llegó el momento - Ben suspiró y dió una última instrucción a los tecnicos.
- A partir de ahora mi esposa está al mando.
- Si señor - fue la respuesta colectiva.
Satisfecho Ben fue con Kuruk y Trudy al hangar, cada uno subió a su nave y esperaron, el líder supreno tenía que comunicarse con alguien más.
- ¿General está lista?
- Cuado tu digas Ben - Leia respondió apresurada a la transmisión de su hijo, sabía lo que le estaba costando separarse de Rey y no quería que las cosas se retrasaran más de lo debido.
- Bien, vamos.
Ben salió del destructor en su Tie Silencer y enseguida lo siguieron tanto cazas de la primera orden como X-Win de la resistencia y el crucero de su mamá, aunque se sentía solo sin Rey a su lado, podía sentir su vínculo con ella,eso y la alianza en su mano lo tranquilizaban.
Desde el Fulminatrix Rey obsebaba el movimiento, todas las naves siguiendo al Tie Silencer, observó la alianza en su mano también y le envío un pensamiento a su esposo.
- Te amo Ben.
Él sonrió y le respondió lo mismo antes de poner atención a la superficie del planeta, al parecer la llegada de la flota de destructores había causado conmoción, hizo un gesto de desprecio y se concentró en lo que haría al llegar.
Los Senadores obsevaron como nave tras nave entraban al planeta, algunos hablaban en voz baja entre si, otros guardaron silencio y la Reina de Naboo andaba de un lado a otro nerviosa, retorciendo sus manos, pensaba que tal vez al verla el líder supremo aceptara sus planes y si no ya vería que hacer pero no pensaba irse de Coruscant derrotada, lo que no sabía era que sus planes habían fracasado aún antes de hacerlos.
Cuando estuvieron en tierra Ben esperó a que Leia y el Senador Bes con sus demás acompañantes descendieran de las naves para salir él también del Tie Silencer, la Reina de Naboo al ver al Senador palideció y trató de ocultarse pero no sé lo permitieron.
- Venga majestad, creo que alguien estará feliz de saludarla después de no haberla visto en semanas.
El Senador de Cantonica prácticamente arrastró a la mujer sin ninguna consideración y siguió a los más ancianos que ya se habían acercado a saludar a los recién llegados.
- ¡General Organa, Líder Supremo! ¡Que gusto que estén aquí, los esperábamos!
- Si, hay todo un comité de bienvenida allá arriba - la respuesta sarcástica de Ben puso aún más nerviosos a los ahí presentes pues el casco le distorsionaba la voz haciendo su presencia más tenebrosa.
- Será mejor dejar las hipocresías a un lado Senador - respondió Leia secamente también - recuerdo que hace años me echaron de aquí sin misericordia - ¿Por qué solicitan mi presencia ahora?
- General eso fué...un desafortunado error.
- Si claro, mejor díganos qué hacemos aquí, así nos podremos ir pronto.
- Si, verá Líder Supremo tal vez la petición que le hicimos estaba un poco... equivocada.
- ¿Ah sí? ¿Quiere decir que no querían darme un ultimátum?
- Bueno...eso también fue...
- ¿Un error? Parece ser que últimamente cometen muchos errores.
Eider Ptah sentía un frío que le congelaba los huesos, el aspecto del líder supremo era aterrador y al parecer no era fácil de manipular.
- Será mejor que hagamos una asamblea para tratar de llegar a un acuerdo ¿O usted que dice majestad?
El Senador de Cantonica llamó la atención sobre la asustada mujer y todos voltearon a verla menos Ben que la ignoró, tomó el brazo de Leia y caminó por delante de ella como si no existiera.
Leia iba platicando con la senadora de Corellia y junto a ellos iba el Senador Bes que también comentaba algo con el Senador del planeta del borde exterior.
- ¿Usted que piensa Líder Supremo?
- Que quiero salir de aquí cuánto antes Senadora, por cierto gracias por venir.
- No tienes que darlas muchacho - le respondió en voz baja - me gusta ver perder a los malos.
- Si - Ben sonrió al pensar en Rey - yo perdí.
- ¡Ah! Pero esa fue una buena derrota.
Leia había puesto al tanto a su conocida de la historia de Ben y Rey, si bien no eran amigas habían tenido en común a Han y este le había tenido confianza.
- Tiene razón Senadora.
- Yo...me siento indispuesta - murmuró Eider Ptah pero el Senador de Cantonica se negó a soltarla.
- Después tendrá tiempo para descansar majestad, ahora tendra que explicarle al Líder Supremo que la llevó a hacer tal amenaza.
- Pero...
- ¡Camine! - le sujetó el brazo con más fuerza - no me obligue a ser más rudo con usted, por su culpa es que estamos en este problema.
El anciano que se había quedado atrás suspiró con pesar, ya no servía de nada recriminar y hacer acusaciones pero entendía la molestia de los demás y esperaba que el Líder Supremo fuera benevolente con todos ellos.
Mustafar.
- Te estás arriesgando mucho Anakin.
- ¡Por la fuerza Obi wan! ¡Deja de aparecerte así!
- Tu le haces lo mismo a tu nieta.
- Eso es distinto, ella es muy distraída.
- ¿No crees que lo que estás haciendo debiste consultarlo con Ben?
- Es una sorpresa para Rey, con todo lo que está pasando esa niña necesita algo lindo en su vida.
- ¿Y crees que esto es...?
- ¿Querías decirme algo Obi o solo veniste a espiar? - Anakin interrumpió a su antiguo maestro antes de que continuara con sus críticas.
- Este lugar ha cambiado un poco, la energía oscura que hay aquí ya no me oprime.
- Eres un fantasma Obi, no hay nada que oprimir.
- ¿Cómo la controlas?
- ¿Qué?
- La energía oscura.
- Fue parte de mi por muchos años, aprendí a controlarla y ahora estoy en paz conmigo mismo.
- Me impresionas. Por cierto, creo que es hora de que vayas con tu nieta, Ben ya está en Coruscant.
- Es verdad pero...
- Yo me quedo aquí si quieres, pero esa niña necesita sentir a su familia cerca y ahora tú eres su familia.
- Está bien.
- Anda ve, así tendré oportunidad de saber que secretos guardas aquí.
- ¡Obi!
- ¡Oh está bien! No espiare... mucho.
Anakin le dió a su maestro una mirada de reproche y se fué, aunque tenía razón, Rey necesitaba a alguien de su familia cerca y él le había prometido a Ben que estaría con ella.
La encontró viendo al espacio, sumida en sus pensamientos y acariciando su vientre abultado.
- Ya te sentí abuelo.
- Ya era hora niña.
- ¿Que haces aquí?
- Le prometí a Ben que estaría contigo.
- ¿Para vigilarme?
- No, pero admito que no es mala idea, tiendes a hacer locuras cuando estás sola.
- ¡Abuelo!
- Lo siento, pero es verdad.
Rey le hizo un gesto con los ojos y Anakin se puso al lado de ella.
- ¿Que cree que este pasando allá abajo?
- No tengo idea pero si quieres voy a ver.
Volteó a verlo sorprendida y al ver su mirada pícara se dió cuenta que estaba bromeando y sonrió.
- Gracias por estar aquí abuelo.
- Bueno tengo que cuidar a mi bisnieto.
- Pensé que estaba aquí por mi - reprochó Rey con los brazos cruzados.
- ¡Oh! No seas quisquillosa, también es por tí.
Al ver la ceja levantada de Rey Anakin también levantó los hombros y estaba por hablar cuando las doncellas entraron apresuradas.
- ¡Mi Lady! ¿Está bien? - Isa se interrumpió a media frase al ver a Anakin.
- Si, no se preocupen, él es el abuelo de mi esposo.
- ¡Oh! ¡Bueno!
- En verdad estoy bien chicas.
- Entonces vamos por sus alimentos ¡No vuela a desaparecer!
- No creo que pueda - murmuró Rey por lo bajo - parece que hay ojos vigilandome por todos lados.
- No sufras, pronto pasará esto y todo volverá a la normalidad.
- Eso es lo que quiero.
- ¿Ya pensaste cómo vas a construir tu sable? - preguntó Anakin con los brazos cruzados.
- No, ni siquiera he buscado las piezas necesarias para eso, aunque...
- ¿Qué?
- Tal vez mi bàculo sea de utilidad, ya veré más adelante.
Siguieron hablando de trivialidades mientras en el planeta las cosas para el senado galáctico iban nada bien pues Ben, Leia y algunos Senadores que estaban de parte de ellos se enfrentaban a los demás en una acalorada discusión.
- ¡Un momento! ¡Solo escucho excusas y nadie me explica que es en realidad lo que pasó! - exclamó Ben molesto.
- Un error, eso es lo que pasó - el anciano Senador no sabía que más decir.
- He escuchado esa palabra más veces en las dos horas que llevo aquí que en toda mi vida señor.
- ¿Y que propone Líder Supremo? - cansado, el anciano solo quería terminar con eso.
- Pensé que estaba aquí por un ultimátum... perdón, por una propuesta de ustedes.
- Es verdad - secundó Leia a Ben - a mí me llegó el mismo comunicado.
- Y a mi - el senador de Cantonica no se quedó atrás, aunque no entiendo por qué.
- Creo que a todos nos llegó lo mismo, pero al parecer solo una mínima parte acudimos.
- Creo senadora que no todos están dispuestos a enfrentar a la primera orden - Leia que estaba junto a la Senadora de Corellia, tomó la palabra.
- Además es extraño que hayan hecho esa... propuesta, después de que el emperador fuera derrotado ¿Por qué? - Ben estaba cada vez más molesto.
- ¿Majestad? - el Senador Bes se dirigió por primera vez a la Reina de Naboo que deseó desaparecer en ese momento - ¿Nos quiere explicar por favor por qué trajo esa propuesta al Senado?
- Yo...no...tal vez no me expliqué bien pero no era mi intención hacer una amenaza.
Leia se adelantó para responder a las palabras de la Reina por qué Ben parecía más interesado en el diseño arquitectónico del salón de conferencias que en la mujer que se suponía era su "prometida".
- ¿Cuál era su intención? Es obvio que quiso sacar provecho de la situación... majestad.
- ¡No es así Princesa Organa!
- ¿Entonces? ¿Por qué no solo propuso una alianza política? Eso era lo más normal.
- No pensé en eso Princesa, creo que me precipité.
- ¿Se precipitó a querer aprovecharse de la muerte de Palpatine?
- ¡No! ¡Solo pensé en el bien de la galaxia!
- ¿El bien de la galaxia? ¡No me venga con esas por favor, todos en Naboo saben que si familia era fiel seguidora de emperador!
- ¡No es... verdad!
Eider Ptah veía como sus posibilidades de tener éxito se esfumaban frente a ella.
-¿Está segura majestad? Por qué la información que me dieron dice otra cosa.
- ¡Yo nunca he sido parte de eso!
La mirada escéptica de Leia hizo sonrojar a la Reina.
- Creo será mejor posponer está asamblea - el anciano Senador quería evitar un linchamiento público - todos estamos nerviosos.
- Con todo respeto Senador de aquí no nos vamos hasta que aclarar esto.
- Líder Supremo, no podemos precipitarnos...
- ¿Ah no? ¡Por qué eso fue presisamente lo que hicieron al mandarme ese ultimátum!
- ¿Líder Supremo? - el Senador Bes se acercó a Ben y le habló en voz baja - creo que será mejor dejarlos unas horas con la incertidumbre.
- Él tiene razón hijo - Leia también trató de calmarlo - además todavía falta pedir el voto de no confianza para la Reina.
- Es verdad muchacho, ese será su final.
- Tiene razón Senador Bes, además no quiero estar más tiempo del necesario en el mismo lugar que esa "dama".
La Senadora de Corellia rio disimuladamente mientras Leia y el Senador Bes tomaban la palabra.
Y unos minutos después todos salían de la reunión apresurados y con evidente susto pues Ben había dicho que nadie podía salir del planeta hasta que el obtuviera una respuesta satisfactoria.
Ben también salió apresurado y fue directo a su Tie Silencer después de despedirse de Leia, tenía prisa por ir con Rey para decirle que todo estaba bien pues podía sentir su incertidumbre.
Varios Senadores se acercaron a Leia para proponer que se hiciera una recepción, tenían la esperanza de que el Líder Supremo se tranquilizara un poco y fuera más benevolente con ellos, ella se comprometió a convencer a su hijo para asistir a dicha recepción ideando un plan.
La Senadora de Corellia y el Senador Bes estuvieron de acuerdo con los planes de Leia y pusieron todo en marcha.
Eider Ptah al saber eso se alegró pues pensó que era una gran oportunidad para poder acercarse al Líder Supremo y ganarse su simpatía, se fue a sus aposentos haciendo muchos planes.
Mientras, Ben llegaba al hangar del Fulminatrix y bajaba apresurado del Tie Silencer para ir dónde Rey, la encontró a mitad del camino y rápidamente la tomó en sus brazos para besarla, Rey se aferró a él, lo había sentido cuando se acercaba y había ido a su encuentro.
- Mi amor, pensé...
- Shhhh, no pienses esas cosas mi cielo, ya te dije que tú eres la dueña de mi corazón, de mi ser.
Se besaron de nuevo y las doncellas que habían seguido a Rey al ver que estaba con el Líder Supremo se retiraron para darles espacio, Anakin también había desaparecido al sentir a su nieto cerca.
Ben fue con Rey a una sala vacía y se quedaron ahí disfrutando de ese momento juntos, el bebé volvió a hacer sentir su presencia para alegría de ambos.
Rey estaba sentada en las piernas de Ben cuando Leia los contactó para comunicarle a su hijo los planes para la recepción y aunque al principio este se negó terminó aceptando, pues su madre tenía razón, era el momento perfecto para presentar a Rey como su esposa.
Unas horas después Rey no podía creer lo que veía en el espejo, esa mujer del reflejo no era ella, no podía ser ella ¿O si?
- Se ve hermosa mi Lady - le dijo Tara mientras le rociaba una mínima cantidad de loción.
- Gracias chicas.
- El Líder Supremo se va a ir de espaldas cuando la vea.
Rey sonrió y siguió viéndose al espejo, el vestido era hermoso y el diseño ayudaba a ocultar su embarazo aunque eso ya no le importaba pues estaba orgullosa de llevar en su vientre al hijo de Ben y como si lo hubiera llamado con el pensamiento él apareció detrás de ella.
- Rey... estás...
- ¿Te gusta?
La mirada de su esposo le decía todo, pero ella quería escucharlo.
- Cada día me sorprendes más mi amor, decir que estas hermosa es poco, no tengo palabras para describir lo que siento.
Le acarició la mejilla y le dió un beso en la frente.
- Ben - el susurro de su esposa lo estremeció como siempre pero se resistió y solo la abrazó con todo el amor que sentía por ella.
- Más tarde amor, te lo prometo, si te beso ahora no saldremos de aquí y nos esperan.
Las mejillas sonrojadas de Rey le dieron el toque final al atuendo pero antes de salir Tara la cubrió con una capa y Ben la llevó con él de la mano hasta la nave Lanzadera dónde ya estaban Poe y trudy esperando, Kuruk se quedaría con Hux y Phasma esperando órdenes y Ap'lek y las doncellas serian quienes escoltarian a Rey.
- ¿Es necesario esto? - preguntó nerviosa antes de que la nave saliera del crucero.
- Tranquila mi cielo, yo voy a estar contigo todo el tiempo.
Cuando llegaron al salón de fiestas ya había actividad dentro, Ben fue hacía la entrada con Rey y los demás y antes de entrar le quitó la capa para darsela a Tara.
- Ya saben que hacer - les dijo a las doncellas.
- Si señor - respondió Tara y rápidamente ella e Isa se cubrieron el rostro.
- Estoy muy nerviosa Ben.
Él se detuvo antes de entrar al salón y le levantó el rostro con un dedo.
- Recuerda que mi Reina eres tú.
Dentro todos esperaban espectantes, unos seguros de haber triunfado en sus planes, otros solo esperando que todo terminara de manera satisfactoria.
Un revuelo en la puerta del salón llamó la atención y todos voltearon a ver quién había llegado, era el Líder Supremo con su séquito de guardias y alguien más.
Una hermosa mujer lo acompañaba, Leia les sonrió y se acercó a decirles una palabras que solo ellos escucharon, los tres Senadores que los habían apoyado también se acercaron a ellos mientras los otros se morían de curiosidad.
Después de presentar a Rey con ellos Ben fue al centro de la sala con ella de la mano, se quitó el casco mostrando por primera vez el rostro ante los que estaban ahí, le dió un beso a su mujer que dejó a muchos con la boca abierta y a la Reina de Naboo pálida y temblorosa.
Varios de los presentes se sorprendieron al ver al hombre ante ellos pues era más joven de lo que habían imaginado y para nada parecía el monstruo que muchos decían.
Los murmullos cesaron cuando la profunda voz de Ben se escuchó por todo el salón.
- Damas, caballeros, quiero presentarles a Rey Solo, la Emperatriz de la Primera Orden... y mi esposa - Ben levantó la mano de Rey y le dió un beso en el dedo dónde tenía la alianza de matrimonio.
Un silencio pesado se hizo presente, seguido de la avalancha de murmullos que se escucharon por todo el salón.
Muchos de los presentes se apresuraron a saludar a Rey que se sonrojó al ser el centro de atención pero Ben la acercó a él sujetándola de manera posesiva de la cintura y dándole confianza con una sonrisa llena de amor.
- Tú puedes mi cielo - le dijo en voz baja.
- No me dejes sola.
- Jamás.
Eider Ptah había perdido el habla, y bajo toda la pintura en su rostro empezó a hiperventilar, recibía miradas furtivas de los presentes, muchas era de lastima, otras más de burla mal disimulada pues al llegar a la recepción había alardeado de que posiblemente el Líder Supremo aceptara los planes iniciales.
Nada más alejado de la realidad, él ya estaba casado, cerró los ojos avergonzada y deseó estar muy lejos de ahí. Todas sus ilusiones de gobernar la galaxia habían sido solo eso, ilusiones.
El Líder Supremo nunca le prestó atención ni volteó a dónde ella estaba, esa era la peor humillación que le pudieron haber hecho, él simplemente la ignoró.
Y deseó morir cuando todos los presentes alabaron la belleza y juventud de la Emperatriz, trató de escapar pero uno de sus cómplices la detuvo llamando la atención de otros más que empezaron a recriminarle el apoyo que le habían dado.
Ben al darse cuenta le hizo una seña a Cardo y este procedió a acercarse con un grupo de stormtroopers a dónde estaba la Reina.
- Acompañeme.
La voz dura del hombre dejó a la mujer estática y este la tuvo que tomar del brazo para hacerla caminar y al pasar por dónde Trudy estaba con Poe se tropezó al ver la mirada de odio que le dió la chica.
Cardo la llevó por los pasillos hasta su habitación y antes de llegar a esta la necia mujer trató de sobornarlo.
- ¿Podemos hacer un trato? Puede pedirme lo que quiera, solo tiene que ayudarme a salir del planeta.
- Silencio.
Al entrar a la habitación la doncella que habían puesto al servicio de la Reina al ver al hombre y a los soldados salió corriendo pero en la puerta se encontró con Trudy y Poe que iban llegando pues habían salido del salón detrás de Cardo.
- Nosotros la vamos a vigilar, tú ve con el Líder Supremo.
Cardo vio con sospecha a su compañera pero Poe lo tranquilizó.
- Es posible que quiera escapar, así que nos vamos a quedar aquí.
La Reina de Naboo veía como sus posibilidades de escapar se hacían nulas y se dejó caer en un sofá aparentemente derrotada.
Mientras en otro punto del Senado arropados por la noche un grupo muy sigiloso se acercaba a la sala de comunicaciónes del planeta, Vicrul acompañado por Lando, Chewie, Finn, BB-8 y otros más iban a poner en marcha la segunda parte del plan de Ben.
Aprovecharon las sombras de la noche y sometieron a los pocos guardias que había ya que casi todos custodiaban el salón de fiestas, no les fue difícil poner en funcionamiento el dispositivo de Rose que funcionó a la perfección.
- Eres listo amiguito - le dijo Vicrul al droide, después todos salieron tan rápido como entraron dejando a los guardias encerrados en una pequeña habitación, esperaba que cuando despertarán todos estuvieran lejos de ahí, aunque lo dudaba.
- Ya están todos juntos - dijo Finn al salir de la habitación - despertarán hasta mañana.
- Bien volvamos a las naves.
Vicrul volvió por dónde habían llegado seguido de los demás y al llegar a puerto espacial fueron a sus naves como si no hubiera pasado nada.
En la fiesta la presentación de Rey como esposa de Ben había sido un éxito, la mayoría de los Senadores trataban de ganarse su simpatía pero la naturaleza reservada de Rey y la posesividad de Ben no ayudaban mucho y tuvieron que conformarse solo con saludarla e intercambiar un par de palabras con ella.
- General Organa.
- Senador - Leia saludo al anciano no con muy buen ánimo.
- Se que es tarde pero le debo una disculpa por lo que pasó hace tantos años.
- Ya no tiene importancia.
- Es verdad, ya no tiene caso, pero aún así permítame disculparme.
- No hay rencor de mi parte Senador, lo que importa es que todo se está arreglando ahora.
- Si, su hijo es...inteligente, debí saber que alguien capaz de acabar con Snoke y con el mismo Emperador no sería fácil de amedrentar.
- Aun no entiendo ¿Cómo es que usted se dejó envolver por la ambición de esa mujer?
- Fue un momento de debilidad del cual me arrepiento.
- ¿Y ahora que piensa hacer?
- Mañana le voy a proponer al Líder Supremo una alianza política, que es lo que se debió hacer desde el principio y después voy a anunciar mi retiro, ya estoy viejo para estas cosas, es hora de darle paso a la juventud.
Observó a Ben que no se saparaba para nada de Rey y sonrió con melancolía, una nueva era estaba llegando a la galaxia.
