CIV
Las Sailor Starlights
Tokio, 18 de mayo de 1994, 09:22a.m.
Lita y Mina no podían ocultar su emoción al saber que el grupo musical Three Lights iba a ingresar a la misma preparatoria que estudiaban Serena y las demás. Rei, como estudiaba en otra preparatoria, no podía sentir más envidia por sus amigas. Serena y Amy eran las únicas que no lucían tan emocionadas por la noticia. Serena aún no sabía si Darien iba a aceptar la beca que le estaba proporcionando la universidad de Stanford, y Amy tenía la fuerte sospecha de que el trío que componía el grupo musical sensación del momento no eran hombres, lo que le llevaba a preguntarse cuál era la razón para ocultar su verdadero género. Tal vez lo del grupo musical era una fachada para algo más, pero admitía que aquella era solamente una conjetura.
Un furgón con el logo del grupo llegó frente al colegio, frente a un batallón de chicas, esperando por sus autógrafos, mientras que los chicos miraban a las chicas, llevándose la mano a la cara, y algunos murmuraban "chicas, ¿quién las entiende?" Eso le causaba mucha gracia a Amy. Si ella estaba en lo cierto, los chicos serían los que buscaran los autógrafos, mientras las chicas se quedarían atrás, mostrando expresiones de desdén. No obstante, debía reconocer que las chicas eran bastante más fervorosas que los chicos cuando se trataba de sus ídolos musicales. Ella misma se habría mostrado más nerviosa en presencia de ellos, si no tuviera la sospecha de que ellos eran, en realidad, ellas.
Lita y Mina se abrieron camino entre la tropa de chicas que clamaban por un autógrafo de sus artistas favoritos. Como Lita era más alta y fuerte que el resto, apartaba a la muralla de alumnas con facilidad. Mina solamente debía seguirla desde atrás, pero cuando finalmente llegaron al frente de la barrera de chicas, Lita se quedó congelada, sin saber qué hacer, mientras que Mina, sin ninguna vergüenza, sacó de su morral una especie de credencial que la identificaba como una fanática certificada del grupo.
Desde la distancia, Serena pudo ver que, de los tres, Seiya era el que más disfrutaba de la atención de sus fanáticas. Saludaba a cada una de ellas, e incluso le dio un autógrafo a Mina, quien había sacado su arma secreta. Yaten lucía más o menos aburrido por la tropa de chicas que clamaba su nombre, y Taiki se mostraba serio, templado, como si toda esa atención no pudiera afectarle. Serena pudo ver con toda claridad por qué Amy lo prefería a él…hipotéticamente.
Y, hablando de Amy…
Por alguna razón que se le escapaba a su raciocinio, Amy también trataba de colarse entre el mar de estudiantes que querían ver a los Three Lights, claro que estaba teniendo muchas más dificultades para hacerlo que Lita. Solamente cuando buena parte de las alumnas pudo obtener algún recuerdo del grupo, Amy pudo llegar frente a ellos, y, para sorpresa de todas, mostró su tarjeta de fanática certificada, y de color dorado, lo que era aún más chocante. No obstante, siguiendo con las extrañezas, Amy no mostró algún objeto común para que los tres le dieran su autógrafo. En lugar de eso, les ofreció su computadora de bolsillo y un lápiz electrónico para que firmaran en la pantalla. Por un momento, los tres se mostraron un poco escépticos ante la poco usual forma de solicitar autógrafos, pero ninguno de los tres se negó. Aquello era predecible, porque las estrellas musicales difícilmente se rehusaban a dar un autógrafo a sus fans más reconocidos. La interrogante que surgía de todo eso era por qué Amy, habiendo negado cualquier interés por el grupo, tenía una tarjeta dorada de fan.
Para cuando el ajetreo se hubo acabado, las clases pudieron dar comienzo. Pero las miradas hacia los tres no se acabaron, porque ellos había escogido el curso de Serena, lo que les hacía compañeros. Como era natural, Lita y Mina no ponían atención a lo que el profesor decía, aunque estuviera simplemente presentando a los alumnos nuevos. Serena notó que los tres tenían el mismo apellido (Kō).
Amy era otra alumna que no prestaba atención al profesor, lo que era en sí mismo extraño. Sin embargo, no miraba a los Three Lights como una obsesa, sino que prestaba más atención a su computadora de bolsillo, frunciendo el ceño y mirando la pantalla muy atentamente. Serena se preguntó qué era lo que había hallado en su computadora, pero sospechaba que tenía que ver con sus aprensiones sobre los Three Lights.
El más distendido de los tres, Seiya, tomó asiento justo al lado de Serena. Le guiñó un ojo de forma muy coqueta, pero ella no le devolvió el gesto. De hecho, le parecía de mal gusto que un tipo que no conocía estuviera haciéndole esa clase de cosas. Si estuviera Darien presente, le diría a ese tal Seiya una cosa o dos. No obstante, el profesor comenzó a dictar la clase, y Serena, recordando su nueva determinación por ser mejor de lo que era antes, no solamente como Sailor Senshi, sino como persona también, clavó sus ojos y sus oídos en la clase. Aunque había ocasiones en las que se distraía con relativa facilidad, recordaba su promesa a sí misma, y su concentración volvía. Eso la tenía muy contenta, porque demostraba que, con suficiente tesón, cualquiera cosa era posible.
El recreo llegó, y a Serena le dio la impresión que mucho tiempo había transcurrido desde que entró a la sala. Supuso que forzarse a sí misma a poner atención a algo que, en principio, le causaba un aburrimiento monumental, era un esfuerzo que la agotaba y distorsionaba su reloj interno. Le agradaba tomar un poco de aire después de estar una hora y media encerrada en la sala de clases, y dialogar siquiera un poco con sus amigas.
Las encontró sentadas en un banquillo, apartadas del resto del alumnado. Parecían discutir algo muy importante. No queriendo perderse nada, Serena se aproximó a ellas, y vio que todas miraban la computadora de bolsillo de Amy. Sus expresiones eran de shock.
—¿Qué pasa? —preguntó, y las demás alzaron la cabeza, mirándola como si estuvieran a punto de decirle algo muy desconcertante.
—Amy acaba de descubrir algo sobre los Three Lights —explicó Mina, invitando a Serena a que tomara asiento junto a ellas—. Cuando les pidió sus autógrafos, ella hizo que ellos firmaran sobre la pantalla de su computadora de bolsillo… y bueno, lo demás no lo entiendo, así que voy a dejar que Amy lo explique.
Amy carraspeó para aclararse la garganta, y habló.
—Lo que pasa es que programé mi computadora para que asignara marcas de tiempo a mi detector de radiación sigma a mi programa de detección de entrada táctil. Resulta que los tiempos que registraron mi detector y mi programa de detección de entrada táctil son los mismos. Eso prueba que los Three Lights son, en realidad, Sailor Senshi, lo que aclara otro punto. Ellos son, en realidad, ellas.
Serena, pese al asombro que le causaba la interminable fuente de ingenio de Amy, aún no se convencía de que los Three Lights eran mujeres. Amy percibió su escepticismo, y continuó con su línea de razonamiento.
—Puede que no estés convencida aún de ello, pero la evidencia lo prueba. Todas las Sailor Senshi con las que nos hemos encontrado han sido mujeres. Viendo esto, es muy poco probable que haya hombres desempeñando ese rol. Creo que hay una razón por la que las Sailor Senshi siempre son mujeres y no hombres, pero aún no sé cuál podrá ser. Supongo que las respuestas se revelarán por su cuenta (124).
—Bueno, debo admitir que tiene sentido lo que dices —dijo Serena, llevándose una mano al mentón, pero aún no lucía enteramente convencida de las palabras de Amy—, pero hay muchas cosas que no conocemos de este universo. Puede que haya hombres cumpliendo con esa función.
—No creo que ese sea el caso —opinó Amy, mirando hacia los Three Lights, quienes dialogaban entre ellos, mirando de forma recurrente a una mujer menuda de cabello albino y que gustaba usar gafas de sol—. Ya has visto lo que los hombres son capaces de hacer si ellos tienen el poder. Ayer estaba viendo las noticias, y supe que Estados Unidos ya tiene listas las armas basadas en nuestros poderes, y están entrenando soldados para emplearlos. El Departamento de Defensa los ha denominado "Fuerza Omega", porque representan el fin de sus oponentes.
—Tienes que estar bromeando —increpó Lita, con el ceño fruncido y los puños crispados—. ¿Un país tiene armas con nuestros poderes?
—Sí, y es gracias a Kamikaze que supieron que los tenemos —dijo Amy, recordando su pelea contra ese samurái armado hasta los dientes, el mismo que había dejado a sus compañeras al borde de la muerte (125)—. Serán capaces de desatar la tercera guerra mundial dentro de unos pocos meses. Ya hay tensiones entre Estados Unidos y Japón. Si la diplomacia falla, nuestra vida va a cambiar de forma muy repentina.
Las palabras de Amy dejaron a las demás en silencio, pensando en quién podría ser tan ambicioso para estar dispuesto a librar una guerra solamente por poder político y económico.
—Primero, Sailor Galaxia, y ahora, la misma humanidad —dijo Serena, en voz baja, mirando al suelo—. Si un líder mundial es capaz de matar millones, solamente por poder, ¿qué estamos intentando salvar? ¿Cómo es que el ser humano ha descendido a este nivel? ¿Estaremos siempre luchando contra la corriente, incapaces de cambiar el destino de la humanidad?
Las demás miraron a Serena como si la hubiesen visto por primera vez. Recordaban cuando la conocieron, cuando era la chica perezosa, golosa y enamoradiza que jamás podía quedarse callada. En ese momento, sin embargo, la veían bajo una luz nueva. Habían peleado varias batallas junto a ella, y, todas aquellas contiendas, sin importar cuán terribles hubiesen sido, habían hecho que Serena no solamente fuese creciendo como guerrera, sino que como persona también. Aquella carga que debía soportar le había despojado de aquella alegría que la caracterizaba en sus inicios como Sailor Senshi.
—Tienes razón, Serena —dijo Lita, a quien ya se le había pasado el enojo anterior—, en todo, pero tenemos que seguir adelante, pese a lo que piensen o hagan los líderes de la humanidad. Cuando todos sean testigos de que lo que hacemos es por ellos, ahí van a saber quiénes son sus verdaderos líderes. Piensa que son unos pocos los que quieren condenar a este mundo a la más absoluta tiranía. Si suficiente gente piensa que nosotras somos quienes realmente vamos a protegerlos, ten por seguro que las cosas van a cambiar, y mucho.
Serena suspiró.
—El problema, Lita, es que no son solamente unos pocos. Ya viste lo que pasó con la ley Kobayashi. Creí que podíamos ser un ejemplo para la humanidad, personas en las que el resto podía depositar su confianza, y pensaba actuar en consecuencia. Pero no vi a nadie darnos las gracias por salvarles de las amenazas que casi han destruido a la humanidad. La gente siempre va a ver lo malo de los demás. Creímos que podíamos salvarlos de cualquier enemigo que amenazara al mundo, pero resulta que no podemos protegerlos de ellos mismos. Sin importar lo que hagamos, siempre habrá gente que buscará el poder solamente por el poder. Podemos mostrarles que hay otra forma de hacer las cosas, pero tampoco podemos forzarlos a que sigan nuestro camino. Eso sería emplear las mismas armas del enemigo para lograr nuestros fines.
Ninguna de las demás logró rebatir los argumentos de Serena, pero, de las tres, Amy era la única que estaba de acuerdo con ella. La capacidad de usar el pensamiento frío sin complejos, le permitía ver la situación con objetividad, y vio que el mundo estaba necesitando cada vez menos a las Sailor Senshi. Era cierto que había un grupo de personas, en su mayoría adolescentes, que las veían como poco menos que estrellas de pop, pero las personas que ya habían crecido, y que más encima habían perdido algo, o a alguien, producto de sus batallas, no pensaban igual. Tampoco era que solamente en la actualidad hubiesen sufrido por culpa de ellas. En el pasado también hubo muchas víctimas a causa de las batallas de Sailor Silver Moon, y las tragedias no se olvidaban. Ella lo sabía por experiencia propia.
Cuando el recreo estaba llegando a su fin, Serena y las demás escucharon un grito agudo que perforó el aire. Al principio, pensaron que era una chica que había recibido un autógrafo de algún miembro de Three Lights, pero luego percibieron la nota de terror en su voz, y las cuatro se pusieron de pie, corriendo hacia la fuente del grito.
Resultaba que la mujer del cabello albino y las gafas había atacado a una de las estudiantes, y sostenía lo que parecía un cristal en forma de octaedro, que parecía haber brotado de la alumna atacada. Los Three Lights también se habían dado cuenta de ello, pero, en lugar de ayudarla, se retiraron a un rincón vacío del patio. Aquello le causó mucha sospecha a Amy, quien se escabulló entre el gentío que se apiñaba para ver lo que estaba ocurriendo. Serena, Lita y Mina se transformaron a plena vista del resto de los alumnos (ellos ya sabían que ellas eran Sailor Senshi), e hicieron que se apartaran para ayudar a la joven en apuros.
Por otro lado, Amy usó los árboles como cobertura para aproximarse al lugar donde se habían escondido los Three Lights. Fue cuando escuchó unas palabras que no alcanzó a procesar correctamente, pero una de ellas fue perfectamente audible. Era la palabra "transformación", y aquello le confirmó lo que Amy ya sabía. Después, hubo unos cuantos rayos de luces, los que duraron por aproximadamente el mismo tiempo que le tomaba a ella transformarse. Con la suficiente información en su poder, Amy se transformó para asistir a sus amigas en el rescate de la pobre muchacha que había sido atacada por la chica del cabello albino.
—¡Déjala en paz! —exclamó Sailor Moon. La agresora giró su cabeza y, cuando vio a las Sailor Senshi, su boca se curvó en una amplia sonrisa.
—Como quieras —dijo la chica del cabello albino, regresando el cristal al pecho de la alumna—. De todas formas, ella solamente era un señuelo. Sabía que ustedes aparecerían en cuando atacara a una de estas adorables jóvenes presentes. Mi verdadero objetivo son ustedes, Sailor Senshi. Ya verán que me apoderaré de sus Sailor Cristales.
—Así que eres una de las sirvientas de Sailor Galaxia —dijo Sailor Mercury, quien había recién llegado a la escena—. No creo que haya sido inteligente venir aquí sola.
—¿Y quién dijo que vine sola? —dijo la joven, y, al momento en que tronó los dedos, otras tres jóvenes aparecieron de la nada. En cuanto mostraron la cara, se transformaron de inmediato, y cuando acabaron, Sailor Moon y sus amigas se percataron que ellas también eran Sailor Senshi.
—¿Así que ustedes son el ejército de Sailor Galaxia? —increpó Sailor Jupiter, con los puños crispados.
—Parte de él —dijo la joven del cabello albino—. Permítannos presentarnos antes que nos apoderemos de sus Sailor Cristales. Yo soy Sailor Iron Mouse, la del uniforme provocativo es Sailor Aluminum Seiren, la que siempre anda mirando feo es Sailor Lead Crow, y la que tiene las alas gigantescas en la espalda es Sailor Heavy Metal Papillon. Y ahora, creo que ustedes tienen algo que nos pertenece. (126)
Sailor Moon y las demás se prepararon para la pelea, pero las enemigas no perdieron tiempo atacando, y con ataques rápidos y certeros, dejaron a las Sailor Senshi en el suelo, salvo a Sailor Moon, quien había tumbado a Sailor Iron Mouse con el poder de su nuevo cetro. Las demás se pusieron de pie con mucha dificultad, sobándose diversas partes del cuerpo.
—Oh, creí que darían más pelea —dijo Sailor Iron Mouse en un tono burlón que le hizo hervir la sangre a Sailor Jupiter. Ignorando sus dolencias, se abalanzó sobre ella, pero ella estaba preparada. Esquivó el inmenso relámpago, y, con un destello de luz plateada, dejó inconsciente a Sailor Jupiter.
—Mantengan ocupadas a las demás —ordenó Sailor Iron Mouse, y las demás, sin esperar a que las Sailor Senshi se recuperaran, las atacaron nuevamente, y ellas, débiles como estaban, también sucumbieron ante sus enemigas. Sailor Moon era la única que quedaba en pie, y había herido gravemente a Sailor Lead Crow, quien tenía un brazo roto.
—Chicas —dijo Sailor Moon, con la voz quebrada, mirando a sus compañeras caídas.
—Ataquen a la líder, mientras que yo me apodero de los Sailor Cristales de las demás —dijo Sailor Iron Mouse, y sus compañeras iban a obedecer, cuando un rayo multicolor les obstaculizó el paso. Sailor Moon hizo visera con una mano, y vio a tres figuras, haciendo poses como las que haría una modelo de talla internacional. Para cuando el resplandor hubo pasado, tres mujeres con uniformes bastante exiguos, de color negro y hechos de cuero, se interpusieron entre ellas y sus enemigas.
—No permitiremos que ustedes se salgan con la suya —dijo la del cabello negro y una cola de caballo bastante larga, característica que se le hizo muy familiar a ella, porque Seiya tenía un peinado similar a la mujer que había hablado—. Nosotras, las Sailor Starlights, las castigaremos por sus injusticias.
La Sailor Senshi que había hablado alzó un brazo al cielo, y un fulgor dorado apareció en su mano. A continuación, bajó el brazo con violencia, y un rayo impactó a la velocidad de la luz a Sailor Aluminum Seiren, haciendo que chillara en dolor, cayendo al suelo, inconsciente. Después, su compañera, la del cabello plateado, giró sobre sus talones bastante rápido, y una lluvia de estrellas dejó varios cráteres sobre el patio, dejando a Sailor Lead Crow más maltrecha de lo que estaba. La tercera Sailor Starlight envió una bola gigantesca de energía, la que hizo que Sailor Heavy Metal Papillon saltara por los aires, cayendo de espaldas al suelo, también inconsciente. Sailor Iron Mouse trató de atacar a Sailor Moon, viendo que las recién llegadas estaba distraídas con sus compañeras, pero antes que Sailor Moon pudiera reaccionar, Sailor Iron Mouse salió catapultada hacia un lado, dando de lleno con una pared de concreto, quedando atascada en ésta. Sailor Moon miró hacia el lugar donde su oponente había sido golpeada, y vio, para su sorpresa, a Sailor Silver Moon. Pero aquello no era todo. Cuando la miró con más detalle, sin embargo, vio que su uniforme era distinto, muy similar al suyo cuando era Super Sailor Moon, claro que los colores eran distintos.
—Es la segunda vez que le doy su merecido a esa idiota —gruñó Sailor Silver Moon, mirando a su alrededor, notando que los alumnos lucían como congelados, a bastante distancia del campo de batalla, notando la presencia de las Sailor Starlights—. Por cierto, ¿quién mierda son ellas? Parecen chicas de la calle.
—Pues ellas dijeron ser las Sailor Starlights —dijo Sailor Moon, aún choqueada por la facilidad con las que sus amigas habían caído a manos de las sirvientas de Sailor Galaxia—. Aunque no sé aún si están de nuestro lado o no.
—¿Están en contra de Sailor Galaxia? —dijo la que parecía ser la líder de las Sailor Starlights. Su voz le resultaba familiar también.
—Lo estamos —dijo Sailor Moon, viendo a sus amigas despertar y ponerse de pie, haciendo muecas de dolor—. De hecho, estamos planeando una invasión al centro de la Vía Láctea. ¿Podemos contar con ustedes?
—Mientras no encontremos lo que estamos buscando, no podemos unirnos a ustedes —dijo la líder, pero, pese a la respuesta, compuso una sonrisa—. Pero ustedes podrían ayudarnos a cumplir con nuestra misión, si es que están dispuestas a hacerlo.
—¿Y qué están buscando?
—Es un quién, no un qué —aclaró la líder de las Sailor Starlights—. Es nuestra princesa. Desde hace un tiempo que se fue de nuestro planeta de origen, sin ninguna explicación. Vinimos a este planeta porque tenemos una sospecha de que podría estar aquí.
—Bueno, mientras más seamos, mejor —intervino Sailor Silver Moon, dichos que causaron la aprobación de las demás—. Por cierto, necesito que vengas a mi casa, Sailor Mercury.
—¿Por qué? —quiso saber la aludida.
—Porque tengo una niña allá, y tengo razones para sospechar que ella es más de lo que aparenta.
(124) De hecho, la intención de la autora de Sailor Moon fue que todas las Sailor Senshi, sin excepción, fuesen mujeres, algo que fue deliberadamente pensado, de forma de fomentar el empoderamiento femenino. Es por eso que no le gustó lo que hicieron con el anime en su quinta y última temporada. En ésta, las Sailor Starlights eran hombres que se transformaban en mujeres, contradiciendo lo que se había estipulado en el manga, donde las Starlights siempre son mujeres, solamente que se disfrazaban de hombres. Como en este fic decidí respetar este hecho (que las Sailor Starlights siempre son mujeres), no existirá eso de que Seiya está enamorado de Serena. Pese a que es un ship muy popular, no voy a caer en esa trampa, ni tampoco voy a hacer a Serena lesbiana, solamente para que haya un romance con Seiya.
(125) Ver capítulo 26 de este fic para más detalles.
(126) En este fic voy a incluir a todos los miembros de Shadow Galactica del manga, no solamente las que aparecieron en el anime. Las que aparecieron en el manga y no en el anime son Sailor Heavy Metal Papillon, Sailor Phi, Sailor Chi, Sailor Lethe y Sailor Mnemosyne, más un par de mi propia invención.
