Elsa abrazó a Hans, quien inmediatamente cubrió su rostro de besos haciéndola reír. Era un bello día.

El pelirrojo la había invitado a una cita, ella había aceptado diciéndose a sí misma que no iba a seguir permitiendo que su esposo controlase su vida, sin embargo no quería perjudicar a Alistair cuando su empresa se encontraba en medio de una auditoria rutinaria, así que optaron por alejarse un poco de la ciudad.

Habían cruzado el puente en auto y esforzado por pasar desapercibidos, eligiendo un pequeño restaurante de la ciudad vecina, en el cual había muy pocas personas.

—La próxima vez será un mejor lugar, lo prometo — Dijo el pelirrojo aun rodeándola con uno de sus brazos.

—Este lugar tiene su encanto, es lindo salir del departamento — Comentó Elsa —. Además, creo que esto es mejor que cualquier restaurante elegante — Hans la miró con una ceja alzada — ¡Estoy diciendo la verdad! — Exclamó la rubia ante la incredulidad del hombre — Esto es cómodo, me agrada estar contigo sin ser observados por muchas personas, además siento que puedo ser yo misma…o algo así.

— ¿Algo así? — Se desconcertó un poco.

—Aún intento descubrir a la nueva Elsa, sé que suena algo dramático — Respondió —. Naveen me ofreció llevarme a Nueva Orleans y bueno, tendría un empleo allá y podría iniciar desde cero.

— ¿Aceptarás? Nueva Orleans suena increíble y podríamos ir si eso te hace feliz.

—Sigo pensándolo, pero ¿Hay algo relacionado con robótica allá? — Preguntó Elsa — No quiero que renuncies a tus sueños con tal de estar conmigo, yo no te permitiría hacerlo.

—Elsa…

—Yo pasé gran parte de mi matrimonio intentando hacer feliz a Alistair, complacerlo y por mucho tiempo yo me convencí de que todo eso era algo que yo también quería, pero…bueno, ya conoces el desenlace — Tomó la carta del menú y comenzó a ver que ordenaría —. Sabes que me gustaría mucho que estuviésemos juntos, pero no quiero impedir que tú cumplas tus sueños, sabes que San Fransokyo es una oportunidad que difícilmente se presenta dos veces.

—Pero no voy a pedirte que te quedes por mí, encontraré empleo en Nueva Orleans o iniciaré algo yo mismo.

—Aún sigo pensando con respecto a Nueva Orleans — Repitió Elsa —. Por ahora sólo tenemos que preocuparnos de una decisión ¿Papas fritas o nuggets de pollo? — Preguntó apuntándole las comidas mencionadas en el menú.

—Elsa…

—Tomaré una decisión, pero no es algo que pueda tomar a la ligera, además antes debo solucionar lo del divorcio — Dijo la rubia —. No creo que ese tema sea el indicado para una primera cita, pero si te tranquiliza te diré que Alistair se está comportando amable y está dispuesto a que solucionemos esto de la mejor manera para ambos.

—Espero no sea uno de sus trucos para convencerte de volver con él — Elsa tomó la mano de Hans.

—Él no va a separarnos Hans, enserio creo que esta vez intenta hacer lo correcto. No es una mala persona, enserio.

—Te hizo daño.

—Lo sé, pero sus intenciones siempre fueron buenas, no justifico lo que hizo y hay cosas que me es difícil perdonarle, pero no es el súper villano de la historia — Suspiró —. Sé que me quiere, desea que yo esté bien.

La rubia volvió a mencionar algo sobre la comida que pensaba ordenar y aquello terminó con la conversación previa.

-o-

Elsa sumergió uno de sus nuggets en salsa BBQ.

—Hacía mucho que no hacia esto, me recuerda a cuando recién llegué a la ciudad — Comentó — Mi compañera de departamento, amaba los nuggets en forma de peces y estrellas — Recordó.

—No entiendo la necesidad de darle forma a los nuggets.

—Es divertido, personalmente creo que los dinosaurios son superiores a las estrellas o los peces — Dijo ella —. No siempre necesitas una explicación o hallarle un sentido a algo para encontrarlo divertido.

—Las formas en nuggets sólo provocan que los niños jueguen con la comida, que es lo que muchos padres desean evitar — Opinó el pelirrojo.

—Dices eso porque seguramente en algún punto de tu infancia quisiste nuggets en forma de dinosaurio y te los negaron — Aseguró la rubia —, no seas tan amargado rojito. Deberías comprar una bolsa de nuggets congelados en forma de dinosaurios y eso posiblemente pondría algo de alegría en tu vida, se ve que la necesitas.

— ¿Los nuggets en forma de dinosaurio son la solución a todo?

—Es una teoría que tendremos que verificar — Rió ella —. Gracias…por invitarme.

—Enserio lamento haber elegido este lugar.

—Está fuera de San Fransokyo y los hombres engreídos que rodean a Alistair no son del tipo que frecuentan restaurantes de comida rápida de dudosa higiene — Bromeó —. La comida esta buena, estamos juntos, eso es lo importante ¿No? Hace unas semanas no pensaba que esto fuera posible.

—Sí, eso es lo importante — Coincidió él.

La rubia sonrió y colocó sus brazos alrededor de su cuello antes de atraerlo hacia ella y besarlo en la mejilla — Conocerte ha sido una de las mejores cosas que me han sucedido en la vida.

— ¿Una de las mejores? — Fingió indignación — ¿Acaso no soy la mejor cosa que te ha sucedido?

—En ocasiones puedes ser un verdadero engreído ¿Lo sabías?

—Sólo digo que soy asombroso y un gran novio — Los ojos azules de Elsa se iluminaron al escuchar esa palabra.

— ¿Novio? — Optó por reafirmar lo escuchado. El pelirrojo asintió con la cabeza.

—Sé que no podemos hacer nada del todo formal hasta que lo de tu divorcio sea solucionado, pero realmente deseo algo serio contigo, un futuro en dónde estemos juntos y deseo hacer las cosas bien.

—No conocerás a mis padres — Advirtió ella.

—No es como que desee conocer a esas horribles personas y presiento que tu hermana no me agradaría en lo absoluto. Eso está descartado, definitivamente.

—En realidad a quien realmente quiero que conozcas es a Naveen, él y yo fuimos muy buenos amigos cuando recién llegué a la cuidad y es como un hermano — Habló la rubia —. La otra noche sólo te dedicaste a verlo con desconfianza y le pareciste raro.

—Él no te había buscado en mucho tiempo y justo cuando decides separarte de Alistair, él aparece…

— ¿Estás celoso? — Rió ella — Cómo te dije, Naveen es como un hermano para mí y el incesto no es algo con lo que yo esté de acuerdo. No estoy tan loca, Hans.

-o-

El señor Weselton revisaba los documentos sobre la auditoria a Krei Tech, pensando que todo era demasiado bueno para ser verdad.

Estaba al tanto de los problemas legales a los que Alistair Krei se había enfrentado tras la desafortunada muerte de Abigail Callaghan, se preguntaba como una empresa que solía realizar muchas de las pruebas de sus inventos en personas ahora tenía una reputación tan buena ante el mundo de la robótica y tecnología, así como ante el mundo.

¿Cómo el mundo podía olvidar y perdonar tan fácilmente lo sucedido?

Sin mencionar la repentina desaparición de Robert Callaghan, algunos decían que había abandonado la ciudad debido a que no podía soportar continuar en San Fransokyo sin su hija, otros aseguraban que se había quitado la vida.

Él creía que Alistair Krei estaba involucrado.

Así cómo también en la ausencia de su esposa, él dudaba mucho que se encontrase de viaje, se escuchaba como una gastada mentira para deshacerse fácilmente de toda clase de dudas y preguntas.

Sin embargo gracias a sus indagaciones había descubierto que Elsa Krei llevaba mucho tiempo desaparecida, había renunciado a su empleo tras un ataque de pánico que varios empleados presenciaron y después de ello se le había visto solo un par de veces antes de que se fuese sin dejar rastro.

Tenía que reunir las pruebas suficientes para llamar a las autoridades. Sabía que algo terrible se escondía tras los muros de Krei Tech.

Y él lo descubriría.