Disclaimer: los personajes de Twilight son de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es Robsmyyummy Cabanaboy. Yo solo traduzco con su permiso.


Capítulo treinta

EPOV

—Bien, de acuerdo. Tu turno.

Bella se retuerce en la cama, riéndose histéricamente después de escuchar mi última elección de nombres para una niña. Realmente no creo que Estelle sea tan malo.

—No veo por qué es tan gracioso, ¿sabes? Sería muy tierno llamarla Stella. ¡Incluso rima con Bella!

Cuando ella recupera la compostura, estira una mano, y la ayudo a reincorporarse. Su vientre dificulta sus movimientos estos días—al punto que podría rebotar un centavo sobre ella. Mi pequeña y hermosa esposa luce como si se hubiera tragado un balón.

Y camina como pato. Como pato. Me mata.

—Edward, ¿daré a luz a un bebé de ochenta años? Ella saldrá con lentes de lectura atados a una cadena alrededor de su cuello. Y no quiero nada que rime con Bella. Luego ella se vuelve Stella Apestela. No pasa la prueba del jardín de niños, cariño.

Sacudo mi cabeza.

—Tú y tu prueba de jardín de niños.

—Oye, lo digo en serio. ¡No puedes llamar a un niño con un nombre raro y esperar que no hagan bromas al respecto! Los niños son jodidamente crueles. Fui Bella Apestela por varios años hasta que hice caer sobre su trasero a una niña presumida. —Resopla—. ¡Esa fue la última vez que Victoria Smythe se rio de mí! Por supuesto, también terminé en la oficina del director... estúpidas políticas de jardín de niños.

—Oh, cielo. —Me inclino y beso su frente—. De acuerdo, adelante. ¿Cuál es tu sugerencia?

—No he pensado en un nombre de niña tanto como de niño.

—Bien, entonces pasamos a niños. ¿Qué tienes en mente?

—Me gusta Christopher.

Miro hacia el techo, analizándolo. Christopher Masen. No tan mal... De hecho...

—Me gusta. Me encanta, en realidad.

Su rostro se ilumina.

—¿Sí? ¿Así de fácil?

—Así de fácil. —Lo sello con un beso—. ¿Qué tal un segundo nombre?

—No he llegado tan lejos. —Se ríe antes de fruncir el ceño—. Eh, ¿cuál era el segundo nombre de tu papá?

—Edward.

Ella resopla.

—Sí. Él era Anthony Edward y yo soy Edward Anthony. Mis padres no tenían mucha imaginación. —Mi mente da vueltas—. Pero me gusta la idea de nombrar al bebé por alguien que conocemos y amamos. ¿Qué tal tu papá? ¿Cuál es su segundo nombre?

—Mortimer y eso sería un rotundo no.

Mi carcajada es instantánea.

—Charles Mortimer Swan. Déjame adivinar... ¿nombre de familia?

—Sí. Mi bisabuelo.

Permanecemos en silencio por otro minuto mientras que Bella pasa las páginas de 50.001 Mejores Nombres de Bebé.

—¿Y Flynn definitivamente está fuera de discusión?

Bajo la mirada hacia mi delirante pero adorable esposa.

—Cariño, ni siquiera está en la misma zona horaria.

Me hace una pedorreta con su boca pero sigue estudiando sus páginas. Se me viene una idea... me pregunto si a ella le gustará.

—¿Qué tal Michael?

Una media sonrisa se forma en su boca, pero se mantiene callada.

—Él te amó. Tú lo amaste. —Enlazo mis dedos con los de ella, observando nuestras manos unidad—. Y no estaríamos...

Sus suaves labios se mueven hacia los míos para silenciar lo que los dos sabemos. Cuando vuelvo a abrirlos, los suyos brillan con lágrimas sin derramar que hablan muchísimo.

—Michael es hermoso —confirma suavemente—. Christopher Michael Masen.

~TotS~

—¿Estás seguro de estar bien con esto?

Riley me tiende una cerveza de la nevera, mientras que yo doy vuelta la carne y las brochetas de pollo en la parrilla. Bella los dejó en el refrigerador para que yo los cocine con el grupo para la cena. Le prometí que estarían listos para cuando ella volviera a casa.

—Es un hecho, E. Ni bien terminen las clases, ella estará con Kalia y conmigo todo el tiempo. Emmett y yo nos aseguraremos que las chicas estén a salvo y saludables. Escuché que Rose irá a Carolina del Norte durante las primeras tres semanas de junio.

—Oh, ¿es definitivo entonces?

Él se encoje de hombros después de tomar un trago.

—Supongo. Su madre adoptiva quería que ella volviera así podía hacerle un baby shower. Y es durante ese tiempo que Emmett estará contigo en UFG de todos modos, así que todo se acomodó con respecto al tiempo. Él volverá justo cuando ella lo haga.

—Hablé con el coronel de nuevo, y a pesar que fue un maldito sobre ir en primer lugar, al menos concordó que a la primera señal de trabajo de parto, y realmente digo en la primera puta señal, Riley, él me dejará ir. —Deslizo las pinzas hacia las manijas de la parrilla—. Lo juro por Dios, si mi esposa se retuerce o levanta sus cejas, me iré. Debes prometer que me llamarás.

—Lo prometo.

—Porque ella intentará ser un héroe al respecto. El otro día casi la estrangulo cuando me dijo que se había torcido un tobillo y cayó sobre su rodilla mientras caminaba con su clase por la acera.

—¿Cómo diablos hizo eso?

—No lo sé. Alguna raíz de árbol que ella no vio.

—Y déjame adivinar, tú...

—La llevé a la oficina y la hice evaluar con el jodido monitor fetal a menos de veinte minutos después que me lo contó.

La confusión de Riley es aparente.

—Entonces, ¿por qué estrangularla?

—¡Porque ella no me lo dijo hasta el final de su día y pasó a las once de la mañana! —Bebo la mitad de mi botella—. Lo digo en serio, Riley. CUALQUIER cosa que pase y me llamas, ¿entendido?

—Sí, señor.

Giro mi cuello, contorneando mi rostro para quitar la tensión. Sí, ella estaba bien y , el bebé estaba bien. Solo... solo odio tener que irme. Eso es a lo que se resume.

—¿Estás bien?

—Sí. —Me aclaro la garganta—. Solo deseo que las cosas fueran diferentes.

Riley resopla y lanza su botella al tacho de basura.

—Te escucho.

¡Maldita sea! Soy un descerebrado a veces.

—Lo siento —digo, estirándome para tocar el hombro de Riley—. Siempre logro meter la pata.

—No te preocupes. Y deja de reprenderte. Solo porque Nalani murió no quiere decir que deba seguir lleno de dolor y furia por el resto de nuestras vidas. Hay suficiente mierda de la vida para repartir. —Se ríe.

Asiento, pero aún me siento como una mierda.

—Mmm, olí la barbacoa desde la entrada —dice Bella mientras gira la esquina de nuestra casa antes de lanzar sus brazos alrededor de mi cuello—. Eres increíble, esposo.

Después de unos besos, ella se aparta con una sonrisa. Jalo de las puntas de su cabello.

—Luce adorable. Jamás lo he visto así de corto antes.

—Sí, supuse que, con las temperaturas más cálidas, se sentiría más liviano y fresco. —Lo aparta por detrás de sus hombros—. Le dije a Miki que, mientras que pueda usar una coleta, estaría bien. A la altura de los hombros funciona para mí —añade con una sonrisa.

—Funciona también para mí. —Le guiño un ojo antes que Bella gire hacia Riley.

—¡Hola, compa! —Se inclina y besa su mejilla—. ¿Dónde está mi chica?

—Ella llegará en un momento con Em y Rosalie. Ellos la llevaron a una matiné en Kadena.

—Oh, genial. —Ella se sienta en su tumbona, se quita las sandalias y levanta sus pies—. Mírame, definitivamente estoy reteniendo agua hoy.

Riley frunce el ceño y se inclina hacia adelante, probablemente sin saber adónde mirar, pero Bella lo ayuda moviendo los dedos de sus pies.

—Mis pies y tobillos están espantosamente gordos.

Pongo los ojos en blanco, odio cuando ella se menosprecia.

—No estás gorda. Has estado de pie todo el día y estás embarazada de casi siete meses.

—Probablemente tampoco ayude que comiera esa ensalada caprese en el almuerzo hoy. —Suspira y cruza sus tobillos—. Oh, bueno, ¿no te molesta estar casado con un hobbit, no?

Estallo en risas mientras que Riley sacude la cabeza.

—Eres la hobbit más hermosa que hay. —Le doy un suave golpe en la nariz con el dedo y un beso rápido—. Mi propia Bella Baggins.

—Bien, ¿de qué hablamos? —pregunta, tomando una botella de agua de su bolso.

—Solo estaba poniendo al día a Ri con el plan de ataque mientras no esté. —Miro señaladamente a mi esposa—. Él sabe que a la primera señal de trabajo de parto, me llama y vuelo aquí.

—¡Señor, sí, señor! —Mi esposa hace el saludo militar, excepto que su lengua está afuera. Problemática.

—No me hagas burla, Sra. Masen.

—Me estoy burlando por completo, cariño. ¿Crees que quiero tener este bebé sin ti? Prometo ser honesta con Riley si me llego a sentir rara.

Vuelvo a las brochetas y noto a Bella maniobrando para ponerse de pie y salir de la tumbona antes de acercarse por detrás mío y envolver sus brazos alrededor de mi pecho, nuestro bebé en su vientre firmemente plantado en mi espalda baja.

—De ninguna manera esto pasará como un dúo, Comandante —murmura contra mis escápulas—. Somos un trío, ¿entendido? Vamos, Equipo Masen.

~TotS~

BPOV

Cuatro días después, precisamente a las tres en punto de la mañana, nos encontramos estacionados en el arsenal en Kinser. Edward necesitaba ser uno de los primeros aquí ya que él dirige el primer grupo de Marines que vuela hacia Corea para el ejercicio. Ellos juntarán armas que necesitan llevar con ellos y luego subirán a los buses que los llevarán a la Base Aérea Kadena para su vuelo.

Estoy detrás del volante, aunque mi vientre intente estorbarme, pero aún puedo conducir. Edward se suena los nudillos, su mandíbula se tensa y relaja con cada suspiro forzado.

—Odio esto.

—Sé que lo haces.

—No puedo creer que te esté dejando.

—No me estás dejando, vas a trabajar.

—Bella...

—Edward... —copio su tono, tratando de mantenerlo suave porque si me pongo sensible, él tendrá un paro cardíaco. Voy a extrañarlo demasiado. Odio que no estará por las próximas siete semanas de nuestras vidas, pero es lo que hay. No podemos hacer mucho al respecto, a menos que entre en trabajo de parto en este segundo. Y eso no resolvería nada, porque no solo el bebé nacería demasiado pronto, sino que Edward aún así tendría que ir a Corea después que sus diez días de licencia por paternidad terminen.

Él apoya su cabeza contra el asiento.

—Danos un beso y ve. Mientras más pronto te vayas, más pronto te tendremos de vuelta.

—Eso es un montón de mierda.

Asiento.

—Lo es, pero intento hacerte sonreír. —Luego noto que puedo darle algo mucho mejor como regalo de partida.

Tomo su mano.

—Ven. El pequeño está pateando en código morse.

Al menos eso me consigue una gran sonrisa mientras él presiona su palma sobre cada movimiento distintivo de codo, rodilla, mano o pie que está presionando cerca de mi ombligo.

—Te amo mucho, Guerrero —susurra con un beso al pequeño empujón—. Se bueno con mamá.

Tomando aire profundo, trago el nudo que se asoma por mi garganta. Él encuentra mi mirada y me da un medio intento de sonrisa.

—Tengo que irme.

—Sí, tienes. Estaremos esperándote cuando vuelvas, Papi.

Él presiona su frente contra la mía.

—Te amo, Clementine.

—Te amo. —Rozo mis labios contra los suyos un par de veces, saboreando su sabor—. Ve.

~TotS~

Los días pasan lentamente ahora que Edward se encuentra lejos. Él me llama todas las noches; al menos estamos en la misma zona horaria. Aparentemente, las cosas van bien en el ejercicio, pero no puede elaborar realmente... cosas secretas y OPSEC y todo eso, supongo.

No sé quién inventó Skype, pero estoy agradecida de que exista. Al menos de esa forma Edward puede poner sus ojos sobre mí, como él dice.

Esta noche, estoy tirada en el sofá con la laptop sobre mis rodillas. Mi camiseta está levantada hasta mi sostén así él puede ver mi vientre. El bebé se está poniendo lo suficientemente grande que cuando él o ella se mueve para ponerse cómodo en su pequeño cuartel, todo mi vientre se ondula en cámara lenta, es jodidamente gracioso.

Diablos, te extraño.

—También te extraño, esposito. Pero ya van tres semanas, quedan cuatro.

Él asiente pero frunce el rostro, luciendo preocupado.

¿Cómo estás hoy?

Me encojo de hombros, recordando esos momentos agridulces que volvieron.

—Mamá y papá me llamaron temprano. Me puse un poco sensible cuando estábamos hablando.

Es comprensible. Deseo estar allí contigo.

—Lo sé. Tuve una charla con el pequeño después de almorzar. —Sonrío, recordando lo activo que parecía estar el bebé mientras hablaba con él o ella esta tarde. Le cuento la historia a Edward.

"Me siento un poco triste hoy, pequeño. Hace cuatro años tu hermano mayor nació como un ángel." Froto el área donde siento una extremidad empujarme mientras mis ojos se llenan de lágrimas. "Y a pesar que nunca lo escuché reír o llorar, lo sigo amando todos los días. Estoy segura que él te está cuidando mientras creces y te pones fuerte, así puedes reír y llorar para mí y para papi algún día pronto."

Ni siquiera me doy cuenta que estoy llorando hasta que una lágrima salada llega a mis labios y la aparto.

Bella... —La voz de mi marido suena como si estuviera sufriendo, en sincronía con mi tristeza.

—Lo siento. —Sacudo la cabeza, esbozando una sonrisa—. No pensé que volvería a ponerme triste.

Por favor, no te disculpes. —Se frota el rostro bruscamente—. Esta es una de las razones por las que odio estar lejos ahora. La semana pasada con el aniversario de Mike y ahora hoy.

—Estoy bien, en serio. —Seco las lágrimas restantes.

Aunque lo que le dijiste al bebé fue totalmente perfecto.

Asiento, inhalando temblorosamente, lista para seguir adelante con pensamientos más felices.

—Fui a cenar con Emmett y Rosalie esta noche para celebrar el fin del año escolar. Ella volará en unos días a casa para su baby shower.

Desearía que le hayas dejado hacer algo para ti también.

—Nah, no es necesario. Ya tenemos lo esencial, además del corralito y el set de cuna. Prefiero esperar a saber lo que vamos a tener antes de que hagamos gastar mucho dinero a las personas en ropa neutra y eso. ¡Oh, y la facultad en Kinser me dio una tarjeta de regalo para Aafes, hoy! Es suficiente para comprar la mecedora que quiero para el cuarto del bebé. ¿Qué tan bueno es eso?

Fue muy bueno de su parte. —Gira su brazo para echar un vistazo a su reloj—. Bueno, escucha, se está haciendo tarde, cariño. Necesitas descansar, y tengo que estar arriba en unas horas.

—De acuerdo. Te extraño, Comandante.

También te extraño. —Frunce sus labios, besando al aire—. Llámame mañana después de que te instales en lo de Riley.

—Lo haré. Te amo.

Te amo. Buenas noches.

Termino la llamada y envuelvo mis brazos alrededor de mi vientre mientras el bebé se mueve de nuevo.

Cuatro años.

Mi cabeza cae sobre el reposabrazos del sofá. La vida hubiera sido muy diferente si hubiera cargado a mi hijo a término. La vida hubiera sido tan diferente si Mike nunca hubiera respondido esa llamada por disturbio doméstico.

Es doloroso usar el cliché que todo pasa por una razón. En el medio de esa nube de dolor, uno no quiere mirar el lado bueno. La conclusión es que Mike no merecía morir. Y si los doctores y yo hubiéramos sabido sobre mi condición, mi bebé podría haber sobrevivido más allá de las diecinueve semanas.

Pero al final, no podemos seguir colocando un signo de pregunta donde Dios puso un punto final.

Pasó. Fue trágico. Pero aquí estoy ahora, apreciada por un esposo compasivo, generoso y encantador, mientras que un bebé sano y hermoso —que llegará en menos de dos meses— sigue creciendo dentro de mí.

Me siento increíblemente bendecida.

El amor que tengo por una persona jamás reemplazará el amor que encuentras con otra; el corazón, con su fuerza infinita, solo se expande para hacer lugar para más.

Y es así como sigo poniendo un pie delante del otro. La vida —completa con su belleza y dolor— logra seguir adelante.

~TotS~

Al día siguiente, empaco un par de bolsos y me dirijo hacia las Torres Foster para mudarme con Riley y Kalia. Después de cenar, Riley nos sienta para establecer algunas reglas.

—Ahora, no sé mucho sobre entrar en trabajo de parto y cosas por el estilo —solo lo que he visto en películas— así que a menos que quieras que aparezca con un par de periódicos y agua hirviendo, voy a necesitar ayuda de las dos.

Llevo mis labios hacia adentro de mi boca para evitar reírme en su rostro. Otro jodido oficial de suministros y logística. Aquí vamos.

—Bella, esto es para ti. —Me tiende una campana. Una campana escolar como la maestra solía sonar en La Pequeña Casa en la Pradera. Oh, santo Dios.

—Riley, ¿de dónde diablos sacaste este artefacto?

—El BX en Kadena. Ese lugar tiene jodidamente todo.

—¡Rileeeeeey! —reprende Kalia.

—Diablos... LO SIENTO, lo siento. Mierda —masculla, abriendo los ojos de par en par—. ¡CARAJ...!

Buscando en sus pantalones, saca dos dólares, camina pisoteando hacia la mesa del comedor y los mete en el cesto que se ubica en el centro. Se parece a un cesto de ofrendas que circulan por la iglesia a la que van mis padres. Solo le hacen falta los sobres parroquiales.

—Eso tiene unos cincuenta centavos extra en caso de que arruine esta charla —le admite a Kalia, quien asiente—. Estoy algo tenso. Vas a tener que darme un poco de flexibilidad.

—Bien por mí. Mientras más maldices, más seguido salimos a cenar. —Ella se ríe cuando él pone los ojos en blanco, un sonrojo en su rostro.

—Oye, estoy mucho mejor a cuando recién comenzábamos en Hawái. Te llevé a cenar todas las noches por una semana al principio.

—Eso es verdad. Estábamos en Boots and Kimo's comida por medio el verano pasado.

Justo cuando comienzo a disfrutar de la típica charla entre los dos, Riley lleva su atención de nuevo hacia mí.

—De acuerdo, tienes que ser honesta, Bella. Si te sientes enferma, rara, graciosa o experimentas algún tipo de dolor, necesitas decírmelo de inmediato. Ambas tienen mi número de celular y el de mi escritorio en la oficina. Si me encuentro en mi escritorio, la llamada es desviada a mi OJ y él me rastreará.

Él nos observa directamente hasta que asentimos en confirmación. Comandante Biers en acción.

—Bien. Así que Bella, si necesitas algo, pero estás demasiado cansada o lo que sea, solo toca esta campana y vendré corriendo.

—¿Cómo el Sr. Belvedere?

—Ahora, ¿cómo sabes quién es el Sr. Belvedere? —Él inclina su cabeza a un lado, una sonrisa en el rostro.

—Repeticiones en TV Land, amigo. Y como sea, necesitaré que uses ese acento inglés si vas a obligarme a usar una campana.

Sin perder un segundo, responde.

—De prisa, Kalia. Enciende el televisor. Chao, colega.

—De acuerdo, relájate, Mary Poppins.

Todos comenzamos a reírnos de lo ridícula que se ha vuelto esta conversación.

—Pero en serio, usted y este bebé están bajo mi custodia, Sra. Masen. Solo he fallado una misión antes, y me costó todo. No voy a dejar que eso vuelva a pasar.

Estoy sorprendida de la horrible y repentina evaluación de Riley, pero antes que pueda decir algo, suena el timbre y es Senna, la tutora de Kalia.

A pesar de que las clases acabaron esta semana, la profesora de Kalia le recomendó a Riley que ella siguiera con sus tutorías así no retrocede durante el verano. Senna la ayudó demasiado a mejorar en los últimos cinco meses, así que ella aceptó seguir con Kalia durante las sesiones de verano.

La postura de Riley se tensa ni bien Senna cruza la puerta. Él se disculpa, dirigiéndose hacia el balcón con una cerveza. Charlo con Senna por unos minutos mientras Kalia junta sus materiales, antes de decidir ir en busca de una botella de agua y unirme a Riley afuera.

—¿Te molesta si me siento?

Él extiende su mano.

—Por favor.

Su departamento se encuentra en el noveno piso de la torre, así que tienen una maravillosa vista del mar cuando miras más allá de la vida de Okinawa en la ruta 58. Me hace extrañar la vista desde el balcón de mi viejo departamento. Ese lugar fue genial en los cuatro meses que lo tuve, pero mi vida con Edward no puede compararse.

—Necesito decirte algo.

Él toma un trago largo de su cerveza y asiente.

—De acuerdo.

—Realmente me perturbó que dijeras que fallaste tu misión anterior. —Obtuve silencio mientras él mueve su dedo sobre la etiqueta de su cerveza—. Riley... no le fallaste a Nalani.

—¿No?

Cierro los ojos, sacudiendo la cabeza.

—¿Cómo puedes decir eso? Estás criando a su hermanita por tu cuenta ahora mismo. ¿No crees que estás haciendo todo lo que Nalani te pidió?

—No debería haberme tomado tanto tiempo en hacer las cosas oficiales con ella. Podríamos haber empezado nuestra vida juntos meses, incluso años antes de lo que lo hicimos, pero fue mi miedo al compromiso que la mantuvo lejos. Si ya estábamos casados, puede que ella no hubiera estado afuera esa noche. Si hubiera sido un mejor hombre, ella seguiría con vida. —Escupe esa última parte y me quita el aliento.

—¿De dónde...? ¿De dónde viene todo esto? No hay forma que hubieras podido predecir lo que pasaría esa noche el verano pasado. No puedes torturarte pensando que las cosas hubieran sido diferentes si hubieran estado casados.

Él no responde, así que no presiono. Unos minutos después, la puerta corrediza de abre.

—Riley, ¿está bien si voy con Senna a los bancos de picnic en el patio y hago la tarea allí? Está demasiado lindo como para permanecer adentro.

—Sí, está bien.

—¡Gracias!

—Pero lleva un repelente. Y un poco de postre para ti y para ella. ¡Y agua! —sigue diciendo aún después que ella cierra la puerta detrás de ella.

Normalmente no me gusta intervenir, pero decido ponerle pecho a las balas al haber presenciado el extraño comportamiento de Riley varias veces.

—¿Puedo decir algo más?

—Adelante.

—¿Este odio propio tiene algo que ver con Senna?

Él me mira fijo a los ojos.

—¿Por qué pensarías en eso?

Me encojo de hombros.

—Eres diferente cuando ella está cerca. Te conviertes en este anti-Riley que a ninguno de nosotros...

—¿Ninguno de nosotros? ¿Quiénes son?

—Yo, Kalia... Creo que Em y Rose lo notaron en algún momento.

—¿Qué dijo Kalia?

Abro mi boca para hablar, pero él vuelve a saltar.

—¿Y cuándo?

—Ella lo mencionó por primera vez en marzo. Ella dijo que te callas y te pones raro cuando Senna viene. Y lo haces. —Inclino mi rostro para tratar de verlo a los ojos—. No actúas como tú mismo cuando ella atraviesa la puerta. Solo pensé que había... algo allí.

Él sacude su cabeza.

—Nah, solo estoy luchando con unas mierdas en mi cabeza. Si actúo diferente a su alrededor, es solo una coincidencia.

Asiento, tragando un sorbo de agua cuando pasa otro minuto de silencio.

—De acuerdo. Bueno, escucha... Estoy aquí si alguna vez, ya sabes... necesitas hablar.

Él se muerde el labio inferior, asintiendo con su cabeza.

Decido volver adentro y encender mi laptop, pero él se estira y toma mi brazo antes de girar.

—¿Crees que ella lo ha notado?

—¿Quién? ¿Senna?

Él asiente.

—Eh, probablemente no. Seguramente piensa que esa es tu personalidad si ese es el único costado que has mostrado a su alrededor, Ri.

Él envuelve alrededor de la parte posterior de su cuello y presiona repetidamente.

—No es mi intención ser un maldito.

—Entonces no lo seas —susurro—. Sabemos lo increíble que eres, cariño. Y sabemos lo mucho que amas a Kalia. No hay razón para no mostrar tu genialidad a los demás.

Él se mantiene callado... pensando en mis palabras, espero.

—Gracias, Bella. —Suelta mi brazo, pero no antes que le dé unas palmadas en consuelo y me dirijo adentro.

Sonrío para mí misma.

Pasos pequeños. Pasos de bebé muy pequeños.

Solo han pasado diez meses. Él llegará allí cuando esté listo.

~TotS~

EPOV

Mientras analizo el personal y los suministros para el ejercicio de mañana, suena mi celular.

—Comandante Masen.

¿Cielo?

—Hola, hermosa. ¿Qué pasa con tu voz?

Eh, como que estoy en el hospital.

Salgo de mi silla rápidamente.

—¿Estás en trabajo de parto? ¡Mierda! ¡Ya voy!

Espera, espera. No es eso, pero estoy bien y el bebé está bien.

—Bueno, ¿qué diablos pasó? ¿Estás enferma? ¿Riley está contigo? —disparo mis preguntas sin respirar.

Sí, Riley está aquí y no estoy enferma, solo un peligro para mí misma de nuevo. De hecho, te vas a reír.

—Dudo mucho de eso. —Santo cielo, mi puto corazón está embistiendo contra mi caja torácica—. Solo dime lo que pasó.

El Camp Foster tiene un carnaval familiar hoy y mañana. Riley y yo llevamos a Kalia y a un par de sus amigas esta tarde. Mientras las chicas estaban en fila para un paseo, le dije a Riley que necesitaba testear la azúcar en mi sangre ya que había comido un poco temprano. Estacionamos junto al campo, así que me llevó solo un minuto volver al coche. Abrí la puerta y justo me estiré para tomar mi kit de prueba que se encontraba en el asiento del pasajero. —La escucho inhalar profundo—. Estábamos estacionados en un pequeño nivel y supongo que no abrí bien la puerta, así que me golpeó por detrás, haciendo que cayera hacia adelante, y me rompí la nariz con la jamba de la puerta.

—¡¿QUÉ?!

Creo que me rompí la nariz. Al menos, así se siente.

—Tienes que estar bromeando, Bella.

Ella se queja.

No te enfades conmigo. ¡Duele en serio!

Coloco la llamada en altavoz y sostengo mi cabeza en mis manos. Esta chica intenta matarme.

—No estoy enfadado contigo.

Fue un momento de Los Tres Chiflados, lo juro. La puerta me embiste, yo embisto al coche.

—¿Qué pasó después entonces?

Riley vino a buscarme cuando no volví unos minutos después. Me encontró llorando y sangrando por la nariz.

Sacudo mi cabeza, mordiéndome la lengua.

¿Hola?

—¿Entonces estás en Emergencias?

Sí.

—Pon a Riley al teléfono.

Si, amigo. —Riley suena tan agotado como yo me siento.

—¿Qué tan malo es?

Bueno, el sangrado de su nariz se detuvo. Ella tiene un corte sobre el puente de su nariz, donde se la rompió contra la jamba.

—¿Y realmente está rota?

Algo inflamada en estos momentos. Probablemente tomen una radiografía para darnos el veredicto. Lamento no haber estado allí.

—No es tu culpa. ¿Todo lo demás está bien? ¿Kalia está bien?

Sí, estamos bien. Solo tratando de mantener a tu esposa a salvo. —Se ríe—. No es fácil.

—Ni me lo digas —resoplo—. Gracias por cuidarla. Dale el teléfono de vuelta, ¿sí?

Claro. Mantén la calma allí. El bebé sigue seguro adentro.

—Gracias, Ri.

Hola, cielo.

—Si te pidiera que te envuelvas en plástico de burbujas y te sientes en una silla por las próximas tres semanas, ¿me escucharías?

¿Me pones en tiempo fuera?

—Eso intento.

Ella no responde de inmediato.

Lo siento mucho.

Trago con fuerza y sacudo mi cabeza antes de responder.

—Sé que lo estás. Y sé que realmente no fue tu intención esto. Solo, por favor, por favor, ten cuidado. Estoy muriéndome aquí, Bella.

Lo sé. —Pausa antes de seguir—. ¿Puedo llamarte más tarde?

—Por supuesto. Hazme saber lo que dicen las radiografías, ¿de acuerdo?

Lo haré. Te amo.

—También te amo.

Termino la llamada y me reclino en mi silla, enterrando los dedos en mis ojos.

Quince días más. Podemos hacer esto.

Quizás este tiempo fuera funcione.

~TotS~

Las próximas dos semanas logran pasar volando, sorprendentemente. Con el General Kessler en posición, los Marines lucieron más severos, se mantuvieron ocupados —diablos, incluso sobrepasaron sus obligaciones— y completaron la misión con resultados estelares.

Después de odiar cada minuto lejos de Bella, al menos mi FitRep recibirá notas brillantes.

Tenemos un vuelo tranquilo de vuelta a Oki; es el viaje en bus de Kadena a Kinser el que pasa lentamente.

Diablos, ¿acaso todos los semáforos de la 58 están en rojo?

—¿Un poco ansioso allí, señor? —Los Marines a nuestro alrededor se ríen del comentario del soldado de primera Malcom cuando ven mi pierna rebotar descontroladamente.

—Cuidado, Malcom. O sino ordenaré una formación para las cero cinco mañana.

Todo el bus suelta un gruñido y alguien lanza su servilleta hacia la cabeza de Malcom.

—Él está por ser un papi, Mal. El Comandante tiene permitido estar ansioso.

Asiento.

—Gracias, Jensen. No hay deber para ti por el resto del año fiscal.

Silbidos y gritos de "adulador" estallan mientras nos detenemos en el mismo estacionamiento del que nos fuimos hace siete semanas. Escaneo el área en busca de nuestro coche, pero no puedo encontrar a Bella en la multitud.

Mis Marines bajan del bus, muchos hacia los brazos de sus esposas y niños. Algunos en la multitud tienen carteles, unos agitan banderas. Ciertamente no son tambores y platillos como he visto cuando un UEM vuelve a casa de la guerra, pero sigue siendo una cálida bienvenida.

Soy el último en bajar del bus, una sonrisa en mi rostro para las familias, mis ojos aún buscando. Me doy vuelta para permitir que el soldado del Motor T sepa que es libre de llevar el bus al depósito, cuando siento un jalón en mi brazo.

—¡Bienvenido de vuelta, Edward!

Kalia.

—¡Hola, tesoro! Extrañé ver tu rostro. —La abrazo y echo un vistazo alrededor de nuevo—. Supongo que eres la mensajera.

Ella asiente con una gran sonrisa.

—Llegamos aquí un poco tarde y Riley tuvo que estacionar al final del estacionamiento. Él no quería que Bella caminara tanto en el calor.

Llevo mi bolso sobre mi hombro.

—Tu hermano es un hombre inteligente. Marca el camino.

Después de atravesar la multitud, encuentro a Riley parado junto a su coche, su mano en el aire. Mientras nos acercamos, Riley da la vuelta para abrir la puerta de Bella, ayudándola a ponerse de pie.

Su sonrisa es radiante. Skype no hace justicia a mi esposa. Cielos, ella es increíble.

—Mírate. —Envuelvo mis brazos alrededor de ella mientras que entierra su rostro en mi cuello lo mejor que puede, y me hace reír—. Estás un poco más lejos que la última vez que hicimos esto.

Ella resopla y me abraza más fuerte.

—Estoy gigante. Doce kilos y contando. Este bebé va a salir luciendo como uno de siete meses.

Ambos nos reímos antes de finalmente besarla en sus dulces labios. No hacemos un show por Riley y Kalia, pero una vez que la lleve a casa, puede pasar cualquier cosa.

—Detente. Estás sana y hermosa y el bebé también lo estará.

Aparto mi cabeza para mirar bien su rostro, su nariz, específicamente. Ella inmediatamente la cubre.

—¡No! Me da vergüenza —se queja—. ¿Realmente luce tan mal?

—Puedo ver una pequeña marca roja donde estaba la costra, pero luce bien. No veo algún cambio.

—Se inclina para este lado. —Señala con su dedo, pero estoy sin palabras y sacudo mi cabeza.

—Si tú lo dices. Para mí, eres perfecta. —Me inclino y la beso una vez más antes de volverme hacia Riley—. Gracias por todo, hermano. —Estrecho la mano de Ri y nos abrazamos, sabiendo que esto fue un desafío para todos.

Riley sonríe, dirigiendo su respuesta hacia Bella.

—A excepción de unos pequeños paros cardíacos, nos fue bien.

—Oye, todos sabemos que la nariz rota no fue mi culpa. ¡Y la rueda ponchada que nos dejó varadas a Kalia y a mí en Kadena definitivamente no fue mi culpa!

Riley y yo sacudimos la cabeza la recordar la locura.

—¡Los chicos en Makimanato encontraron dos clavos en esa rueda y ambos lo saben!

—¿Y el yakisoba? —añade Riley.

—Oh, el ahogo con yakisoba fue apenas un accidente —Bella defiende mientras todos nos acomodamos en el coche con aire acondicionado—. Tosí la arveja, ¿o no?

Riley fulmina con la mirada a a mis esposa a través del espejo retrovisor.

—No antes que catorce canas más aparecieran en mi sien. —Señala a su oreja derecha—. Si miras con atención, el patrón que forman deletrean la palabra B-E-L-L-A.

Bella chasquea su lengua, sacudiendo la cabeza.

—Como sea, amigo.

Nos detenemos en nuestra casa y nos despedimos. Bella abraza a Kalia mientras que Riley y yo tomamos sus bolsos del maletero.

—En serio, gracias de nuevo. Sé que te volvió un poco loco, pero le hizo bien a mi corazón saber que ella estaba en tus manos.

—Nah, ella estuvo genial. Ayudó a Kalia y a mí un poco, de hecho. Sonreímos y reímos. —Mira a las chicas con nostalgia—. No ha habido suficiente de eso en lo últimos once meses.

Él da unas palmadas en mi espalda, abraza una vez más a Bella, y los despedimos antes de entrar.

Hogar, dulce hogar... al fin. Hora de compensar por las siete semanas perdidas con mi esposa.


UFG: Ulchi Freedom Guardian; un ejercicio militar combinado entre Corea del Sur y los Estados Unidos. Este ejercicio anual es la implementación de comando y control computarizado más grande del mundo que se enfoca mayormente en defender a Corea del Sur de un ataque norcoreano.

OPSEC: Seguridad Operacional; el acto de mantener actividades militares, entrenamiento, planes, etc, protegidos del enemigo, hackers, espías, y cualquiera que quiera herir de alguna forma una misión en específico o aquellos envueltos en ella.

Aafes: Servicio de intercambio de la Armada y la Fuerza Aérea.

OJ: Oficial Ejecutivo; segundo al mando en una oficina, compañía, grupo, etc.

FitRep: Reporte de aptitud física. Reportes de aptitud a los que son sometidos los Marines para evaluar cada aspecto de su desempeño, tanto físico y el trabajo dentro del COM (MOS). Todos los Marines, sin importar el rango, recibe el reporte de aptitud física por su comandante. También son muy tomados en cuenta a la hora del ascenso en rango.

Oki: Okinawa, Japón.

Cero cinco: idioma militar para las cinco de la mañana.

Deber: vigilancia de la propiedad y las instalaciones por veinticuatro horas dentro de una orden. Cada noche hay un oficial y varios Marines enlistados que son asignados estas tareas. Sus horarios rotan, por supuesto. Ellos son responsables de supervisar la guardia, preservar el orden, proteger la propiedad, imponer regulaciones de inspección, y vigilar a los prisioneros.

UEM: Unidad Expedicionaria de Marines; una fuerza expedicionaria de reacción rápida, designada y lista para responder inmediatamente a cualquier crisis. Un UEM embarca Marines y equipamiento en buques. Estos buques tendrán buques que los escolten y submarinos para protegerlos de amenazas por aire, tierra y agua. Usualmente, cerca de 2.200 Marines son parte de un UEM que incluye elementos logísticos de combate así también como fuerzas aéreas y terrestres bajo el mando de un comandante.

Motor T: Marines en Motor T están a cargo de operar y mantener los motores de vehículos tácticos militares y comerciales. Son responsables de transportar recursos, personas, equipos, y suministros.

Makimanato: Mecánica de confianza afuera del Camp Kinser en Okinawa.


Aww, hubo un pequeño salto en el tiempo, pero ya casi estamos. El bebé ya llega así como el final de esta historia :(

¡Gracias siempre por estar allí y hasta el próximo!