Un tiempo para decidir.


Serena camino despacio, mirando las manchas del asfalto, pensando mientras golpeaba con sus rodillas su bolso, dándole un ritmo a sus pensamientos.

" Si te revelas a tu destino siempre creerás que es cruel " escucho de nuevo en mente. "Si solo obedeces todo iría como camino de rosas"

¿ Sería así ? Se preguntó por milésima vez desde que había visto desaparecer a la niña. Después de esa extraña conversación, su de por si inexistente atención, había sido definitivamente desechada. Sus amigas le estado intentado hablar, pero ella solo les había asegurado que estaba bien y había dejado casi de todo a su alrededor. Las clases pasaron en algo menos que un borrón y antes de darse cuenta estaba asegurándole las chicas que estaba bien caminado solo a su casa. Estaba tan distraída que solo había caminado sin espera una respuesta de ellas y solo unas manzanas después se había percatado de su mala desaire.

Necesitaría una gran disculpa por todo lo que les estaba haciendo pasar

Ahora sin embargo su mente estaba demasiado lejos.

"... camino de rosas"

Esa niña había metido un nuevo carrusel en su mente y como una canción no paraba de repetir una y otra vez sus palabras.

¿Sería tan fácil? ¿Acaso su tormento terminaría si solo le dijera Si a Darien?

Un agudo dolor daño en el estómago y los pequeños golpes a su bolso aumentaron de ritmo como si exteriorizaran su agitación.

" Nuestro destino esta entrelazado" Las palabras de Darien se unieron a la tonada y su corazón se agito "Danos una oportunidad" ¿Podría hacer algo así?

El dolor en su corazón palpito y levantó su bolso para abrazarlo estrechamente, sintiendo su dureza presionarla como si con eso mantuviera su alma, que parecía empezar a desgarrarse, en una sola pieza.

Darien era su destino, así había sido desde hace muchas vidas. Se perdido búsqueda y encontrado una y otra vez, enamorándose cada vez, y cada vez parecía que se amor crecía redoblando su tamaño si eso fuera posible. ¿Sería igual ahora?

" Tan fácil como respirar"

Si, se dijo cerrando los ojos. Dejarse enamorar por Darien sería tan fácil como respirar. Pero…

-Hola- saludo una voz que parecía darle un toque eléctrico y ella se estremeció y perdió el color del rostro antes de ni siquiera ver ese color azul que parecía vibrar.

Seiya estaba apoyado a un lado de la puerta de es su casa y Serena miro a su alrededor dándose canta de que había caminado hasta su casa sin mirar una sola vez hacia adelante.

Sus ojos volvieron a Seiya sintiendo ya esa parte de su alma estirarse desde su cuerpo hasta él, haciéndola sentir un desgarro ardiente y tortuoso. Estaba imposiblemente guapo, vestido de forma relajada solo con jeans desgatados y una camiseta blanca, en medio de luz y sombra que proyectaba un árbol cercano, y su boca, aunque en una inclinación hacia abajo, parecían querer subir a toda costa, en esa perpetua sonrisa que lo hacía arrugar los ojos y estirar sus mejillas hasta que su hoyuelo aparecía.

-Hola- saludo de vuelta tragando pesado mientras sentía que su cuerpo temblaba y su lengua se volvía gruesa y pastosa- ¿Qué…? - su voz salió como un silbido sin fuerza y carraspeo volviéndolo a intentar- ¿Qué haces aquí? - murmuro retorciendo su bolso entre sus brazos y Seiya suspiro despegándose de la pared.

-¿Quieres venir un momento a mi casa? -Pregunto mirándola con el rostro inseguro y ella tembló de arriba abajo

¿Acaso podría ser así? ¿Podría, a pesar de todo este desastre, permitirse hacer como si nada hubiera pasado?

-Está bien- respondió sin ser consiente y Seiya alzo sus labios un poco, pero ni cerca de llamarlo una sonrisa. Movió la mano en un ademan para que se adelantara como siempre y ella camino con las piernas temblando hacia la casa que para esas fechas era tan conocida como las suya propia. Su estomaga hizo extraños giros y su corazón salto en su pecho tan fuerte que lo sintió golpear sus costillas, provocando que la electricidad que generaba viajara a cada terminación nerviosa haciéndola temblar como una hoja.

¿Y si Seiya le decía algo como lo que Darien había dicho? ¿Si le pedía olvidar su pasado, su destino, y elegirlo a él?

El no podía saber nada por supuesto, Ni de su destino ni lo que pasaba por su cabeza, pero la sola idea de él haciéndola elegir la hizo querer vomitar.

Entro a la silenciosa casa, y como si fuera un día cualquiera, su cuerpo se movió por voluntad propia llevándola hasta el sofá.

Seiya entro detrás cerrando la puerta y la imagen de él se fragmento por un segundo.

Serena entrecerró los ojos mareada al ver los dos Seiyas parado frente a ella.

Los mismos ojos, la misma boca sonriente…

Este Seiya, sin embargo, era algo más alto y varonil que su contraparte pasada pero igual de estremecedoramente guapo.

-… ¿Bien? - escucho de pronto y ella movió su cabeza concentrándose en el presente

- ¿Que? - inquirió moviendo su cabeza despejándola y Seiya frunció el ceño mirándola algo preocupado.

- ¿Estas bien? - Repitió acercándose y sentándose frente a ella en la mesa de centro, y ella abrazo más fuerte su bolso, como un escudo, asintiendo.

-Si- susurró sintiendo esa ira por todo lo que pasaba la embargaba de nuevo - Lo siento, he estado algo distraída hoy

- ¿Hoy? - bromeo Seiya de forma algo desganado, pero Serena sintió sus labios estirarse, aun así.

- Hoy ha sido algo mas- respondió suspirando y luego recordó. Se removió nerviosa en el sofá haciendo crujir su bolso al apretarlo con más fuerza- No fuiste a clases- dijo mirándolo y la pequeña sonrisa de Seiya se tambaleó hasta caer.

-Yo… - comenzó dudando, pero se estiro un poco y dejo caer su cuerpo hasta que sus codos se apoyaron en sus rodillas. La distancia entre ellos se acorto y Serena sintió como los bellos de su brazo se levantaban- No iré a clases por un tiempo- dijo al fin, haciendo que su mirada dejara de vagar y la clavara en sus ojos.

- ¿Que? - farfulló de forma ahogada y la culpa y tristeza la abrazaron dolorosamente- ¿Es mi culpa? - inquiero ahogada mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

Seiya abrió los ojos sorprendido y Serena vio como sus manos viajaban por el espacio entre ellos queriendo tocarla, pero dudando como si no supiera que hacer con ellas una vez que estaban en el aire. Ver ese gesto en Seiya que jamás había dudado en tocarla fue otra flecha a su corazón.

- ¡No! - exclamo dejando por fin de mover las manos hasta ponerla en sus piernas, apretando y soltando sus muslos. Serena le lanzo una mirada envenenada al oír ese tono de mentira que tan bien había llegado a reconocer y el retrocedió haciendo una mueca- Puede que sea de ayuda viajar por unas semanas, lo admito.

Serena se estremeció mirándolo con remordimiento.

-Lo siento Seiya yo… - hipo sintiendo las lágrimas acechar los bordes de sus ojos y Seiya suspiro mientras se movía y se sentaba a su lado. Luego de una nueva duda sus manos tomaron las suyas con seguridad.

El cuerpo entero de Serena se electrifico haciéndola enrojecer, pero luego la culpa y el asco propio la hizo perder todo el color en el rostro.

¿Cómo podía sentir tantas ganas de lanzarse a sus brazos cuando solo minutos antes de estaba pensando en lo fácil que sería dejarse llevar y enamorarse de Darien?

-Deja de disculparte tonta- le dijo apretando sus dedos y Serena apretó los labios para no reír y llorar al mismo tiempo- Nada es tu culpa- esta vez su voz estaba segura y sus ojos la abrazaron haciéndola sentir reconfortada- Escucha, sé que me comporte como un cretino las semanas pasadas- comenzó volviendo a apretar sus manos y haciendo una mueca- Estaba demasiado sumergido en mí mismo. Quería cosas… deseabas cosas, pero no me supe hacer entender- Serena sintió como su rostro se dulcificaba al ver la sinceridad con la que estaba hablando Seiya y deseo ella también muchas cosas- Yo… - Seiya dudo nuevamente mirándola preocupado y ella supo sin una duda lo que le diría. El dolor se adelantó y ella retorció los dedos entre los de él y Seiya soltó el aire de golpe- No lo diré. No quiero hacerte daño. Pero sabes mis sentimientos y soy feliz con eso- una sonrisa afligida movió sus labio y Serena sintió las lágrimas comenzar a bajar por sus mejillas aun cuando lucho por evitarlas. Seiya negó despacio y alargo una mano para atrapar el torrente de gotas pequeñas- No llores. Es verdad. Sabia a lo que me podía enfrentar cuando te los dije. Y ahora una parte de mi por fin esta en paz.

- ¿Lo sabias? - lloro Serena sintiendo el dolor en su pecho que no podía explicarle, porque si no todo se vendría abajo.

-En una confesión siempre hay un cincuenta, cincuenta. No por ser yo tenía todas las de ganar- bromeo compungido y Serena saco sus manos para cubrirse el rostro para evitar que el viera eso en sus ojos. "Tenías mucho más que eso" quiso gritar, pero no podía hacer eso. Ni a él, ni a ella misma. Porque todo era falso… una ilusión… una mentira.

De pronto sintió los brazos de Seiya a su alrededor cubriendo su cuerpo, haciendo que el frio que comenzó haber comenzado a embargar su alma se entibiara un poco

Sin pensarlo bajo las manos y dejo que su rostro se estrellara contra el pecho de Seiya, moviéndolo con sus sollozos.

-Lo siento, lo siento, lo siento- balbuceo querido decirle la verdad. "Algo te hizo renacer en este mundo. Algo que creyó divertido jugar contigo haciéndote pensar que podías ser feliz a mi lado. Has salido dañado Seiya y es todo por mi culpa… o al menos una parte de mí en el pasado"

-Ya vasta. Te dije que dejaras de disculparte. No puedes amar a alguien solo porque así no le haces daño- murmuro de pronto con la voz algo quebrada y Serena se apretó más cerca mientras sus manos aferraban su camiseta con ira. No tenía idea de lo que hablaba. Quería… no, deseaba golpear a algo. Deseaba destruir y quemar y bailar en las llamas de quienes han ideado esto. Se odiaba. A ella en presente ya la ella del pasado- Todo estará bien. Deja ya de llorar- murmuro pasándole una mano por el cabello y ella negó moviendo su nariz por la tela tragando con glotonería el aroma de Seiya

-Si es así ¿Por qué te vas? - murmuro en su pecho y Seiya suspiro.

- ¿De verdad quieres tenerme aquí lloriqueando por ti en lo rincones? –Le pregunto con voz bromista y Serena se estremeció.

-¡Oh por dios Seiya! - exclamo y una nueva ronda de llanto la ataco y Seiya la abrazo mas fuerte haciendo que la vibración de su risa se propagara por su piel.

-Es una broma. No seas boba. Tengo trabajo que hacer- dijo por fin más serio y Serena se despegó de su cuerpo para verlo a los ojos- No te mentiré- dijo mirándola directamente- También necesito un tiempo para mí y tú necesitas tiempo para ti.

-Yo no ...

-Sí, si lo necesitas- la interrumpió con firmeza- tus ojos están rojos y eso no es solo de ahora, tienes ojeras y pareces un fantasma de lo pálida que estas- su mirada barrio de un plumazo todo su cuerpo y Serena sabía que no se le había escapado nada. - Necesitas espacio para hacer lo que quieres sin mí, mirando sobre tu hombro preocupada de cómo me romperás el corazón- Seiya hablaba con firmeza, pero sus ojos cada vez parecían más dulces y tristes. Los sollozos de serena se detuvieron, pero las lágrimas que comenzaron a caer parecieron incluso mas estruendosos que si ella hubiera gritado y lamentado como una banshee, y Seiya cerro sus ojos repirando hondo. Cuando los abrió, eran de nuevo los ojos del Seiya que conocía, pero en el fondo ella vio el profundo dolor, increíblemente más intenso que el suyo.

-Me iré unas semanas- dijo de nuevo con voz temblorosa pero decidido y Serena sintió su barbilla temblar y sus pulmones quemar mientras el llanto la ahogaba. - Podrás hacer lo que desees y cuando yo vuelva seré tu amigo de nuevo. Volveremos a bromear y a comer pastel, pasaremos navidad todos juntos en grupo y te daré un enorme y absurdamente costoso regalo solo para ver cómo te sonrojas de ira- Seiya trago su propio nudo metras su voz vacilaba y Serena sintio como su mundo temblaba a sus pies . Sabía que no lo merecía ni mucho menos, pero se volvió a lanzar a sus brazos donde Seiya la recibió de forma tan natural como siempre.

-No es justo- murmuro sin pensar y Seiya la estrecho mientras un tembloso suspiro, más parecido a un sollozo, abandonaba sus labios. Serena se movió para mirarlo, pero el la apretó impidiendo que moviera un musculo

-No siempre debe ser justo Dulce. Solo correcto- le dijo en un murmullo. - Aprovecha este tiempo para encontrar tu destino- Le dijo de pronto y Serena dio un grito ahogado quedando petrificada.

- ¿Que podrías saber tú de mi destino? - le pregunto entre dientes apretados mientras el miedo frio y absorbente le recorría la columna.

Seiya se quedó en silencio un momento demasiado largo que la hizo estremecer hasta que soltó el aire y sus brazos la estrecharon haciendo que su cuerpo pareciera querer fundirla con el suyo.

-Pase lo que pase yo estaré ahí para ti como prometí. - dijo sin responder a su pregunta haciéndola respirar agitada mientras su roto corazón doblaba la marcha asustado. ¿Seiya sabía algo sobre su destino, sobre Darien? - Si tu destino está ahí para ti, esperando para hacerte feliz, no será yo quien te lo impida.

Si, su destino estaba ahí esperándola, literal y figurativamente… pero ella solo deseaba estar justo donde estaba en ese momento.

Se mordió la alengua para no decir esas palabras, mientras recostaba la mejilla justo en donde el sonido del corazón de Seiya le hacía cosquillan en el oído, pensando en el dolor que le estaba provocando y comprendiendo que él tenía razón. Necesitaba tiempo… pero no para lo que él creía. No necesito buscar su destino. Sabía exactamente dónde encontrarlo y también sabia que hacer ahora.


Saludos y nos leemos pronto