X-Men no me pertenece.

ADVERTENCIA: Ay, este… ¿lo habitual?... perdón que Wade y Raven usen ofensas mexicanas, pero volví a ver un pedacito de deadpool 2 en español y me causo mucha risa escucharlo decir "Chinga tu madre" y pues ya no me pude resistir.


Erik se sentía extraño en su propio cuerpo, no había una sola palabra que describiera completamente su sentir… desconexión, incertidumbre, una extraña sensación de vacío… su mente le parecía un lugar demasiado silencioso y amplio.

Se sentía solo.

Escuchó a Raven soltar un carraspeo destinado claramente a captar su atención, por lo que dejó de fingir que vigilaba a los nuevos mutantes y se giró a ver a su amiga.

Raven hizo un movimiento rápido pero discreto con su cuello, indicándole que la siguiera hacia el área de los controles, notó a Sean acercarse de inmediato a ocupar su lugar (con un asentimiento de cabeza dirigido a Erik), así que concluyó que Raven ya tenía todo planeado.

Una vez en la ilusoria privacidad del área de controles en compañía de Alex y Janos, Raven inició una conversación susurrada, que no debía envidiar nada a una conversación a gritos.

—Usaste…— Raven tragó con incomodidad. —¿Estabas usando la telepatía? — Vio a su amiga morder su labio inferior con nerviosismo y el ceño fruncido. —Tú…— Su amiga cerró los ojos con fuerza, claramente incapaz de ordenar los pensamientos caóticos en su mente.

Erik notó a Janos y Alex mirándolo de reojo, creyéndose discretos.

—No fui yo—

—Erik— Exclamó Raven, fallando en eso de controlar el volumen de su voz. Erik, que se encontraba dándole la espalda al resto de mutantes, no necesito girarse para estar seguro de que estaba siendo observado.

—No fui yo— Reafirmó. —Se sentía como si fuera yo— Trató de explicar aquello que había entendido en su cabeza, pero que no se sentía capaz de trasmitir. —Pero al mismo tiempo… no— Podía decir que se sintió como si por un instante él fuera Charles, pero esa explicación quedaba corta y no expresaba realmente el cómo se había sentido.

No se sintió como "Erik", no se sintió como "Charles", se sentía como alguien más... poderoso, invencible, suficiente.

—No sabía que los compañeros destinados podían hacer eso— La voz de Ellie empujó el silencio a desaparecer. —¿Eso fue lo que pasó no? — Aunque la mujer alfa había soltado aquella última frase en tono interrogativo, la realidad es que lucía convencida de lo que decía. —Tú y Charles hicieron alguna cosa rara de compañeros destinados— Sean, dejando atrás su expresión eternamente despreocupada, se notó incómodo y nervioso ante las palabras crudas de Ellie.

Erik no podía enojarse, primero porque su cabeza se sentía hueca y atontada y segundo porque Ellie lo había explicado mucho mejor de lo que él nunca podría, así que se limitó a regresar su mirada a Raven.

—Fuiste…— Comenzó Raven una vez sus miradas estaban nuevamente conectadas, pero, pese a que Erik la notó hacer un esfuerzo descomunal, nada más salió de entre sus labios.

—Muy aterrador— Escuchó de una de las voces nuevas. Girándose a buscar al dueño de inmediato.

—Wade— Escuchó que riñó entre dientes un hombre bien parecido sentado junto a uno con la cabeza repleta de cicatrices.

—¿Qué?, es la chingada verdad— Exclamó poniéndose de pie. —No es algo malo, eres un alfa, eres un líder— Explicó el hombre mientras caminaba, estirando cada una de sus manos hacía en frente para después juntarlas frente a su pecho una vez llego a donde estaba Erik. —Eres un alfa líder, tienes que ser pinches aterrador— Erik pensó en fruncirle el ceño, pero no parecía contar ni con la energía para eso. —Y eso es, déjame decirte, muy putas sexy— Le soltó de manera coqueta. Erik lo recorrió con la mirada.

—Estas muy cerca de mí— Exclamó con voz fría y el tal Wade soltó una carcajada al tiempo que echaba su cabeza para atrás.

—Puta madre, me encantan las expresiones del rostro de Michael Fassbender— Erik decidió que era mejor ignorar al bastardo, pero iba a anotar en su lista de pendientes mental exigirle a Hank una evaluación psicológica inmediato para ese pobre diablo.

Se suponía que era su turno de dormir, su mente se sentía lenta, pero con demasiada energía al mismo tiempo.

No, no podía dormir.

—Deberías dormir— Riñó Raven, sentándose a su lado.

La mujer había decidido mantener vigilado a Erik en todo momento y Lensherr suponía que debía enojarse por este intentó de niñera persiguiéndolo, sin embargo, terminaba encontrándose incapaz de hacerlo, porque hasta él podía entender de donde venía la necesidad de su amiga de mantenerlo vigilado.

Prefirió no ofrecerle una respuesta a la alfa, simplemente porque no tenía una. Sí, debería dormir.

Raven continuó el intento de conversación.

—Así que… supongo que esto va a hacer que sea mucho más fácil decirle a Charles que son compañeros destinados, ¿eh? — Comentó su amiga sonriéndole de medio lado.

Y Erik recordó de golpe la forma en que se había despedido de su pareja.

—¡Mierda! — Soltó con la mayor cantidad de fuerza que había usado desde que su mente se separara de la de Charles.

—¿¡Qué mierda!?, ¿¡Qué Erik!?, ¡Me asustas bastardo! —

¡Era un idiota!

¿Por qué mierda le había dicho a Charles que eran compañeros destinados justo antes de irse a una misión, en el momento en que no podían tener la conversación decente y necesaria requerida al revelar tal información?

Sí, sí, podía hacerse el desentendido consigo mismo, pero sabía perfectamente porque lo había hecho; porque le dio miedo.

Miedo no decirlo nunca.

Miedo decirlo.

Miedo a quedarse y presenciar la reacción de Charles.

Miedo de no regresar y jamás poder decirle a Charles.

Era un imbécil, patético, perdedor… Charles no se merecía eso, su hermoso y perfecto compañero destinado no merecía la forma en que Erik había actuado.

Se restregó la cara con ambas manos con exceso de fuerza.

Le incomodaba decirlo en voz alta, porque era un horrible error, pero merecía la vergüenza y el auto-sabotaje que estaba por provocar.

—Le dije—

—¿Qué? — Raven se escuchaba entre confundida y preocupada, así como enojada.

—A Charles, justo antes de irnos— Recién se daba cuenta de lo seca que estaba su boca. —Sin explicarle nada más— Presenció con lujo de detalle el momento en que Raven pasó de no entender a entenderlo todo.

Erik parpadeó sin alejar la atención de su iracunda amiga, aceptó sin quejas el tremendo golpe en la cabeza (que le dejaría la zona de su parietal derecho adolorido por una semana) al que Raven lo sometió, así como la palabra muy elocuente que ilustraba con exactitud su nivel de inteligencia.

—Eres un pendejo, vas a explicarle las cosas a Charles apropiadamente, ¡lo vas a hacer Lensherr!, así tenga que putas encerrarte en tu jodida casa, ¡Bastardo idiota! —

Era sorprendente que Raven hubiera dicho todo aquello en un susurro. Fue lo que pensó, mientras se masajeaba la cabeza.

Ni bien llegar, Erik hizo lo que estuvo en sus capacidades para responder al alivio y euforia con el que su gran manada los recibió, tratando de controlar ese cosquilleo que iniciaba en la punta de los dedos de sus pies y recorría su cuerpo por completo, un discreto, pero incapaz de ser ignorado, chispazo que le exigía correr y buscar a su compañero destinado y a su hija.

Su alfa exigía con un grito ahogado que corrieran; sin embargo, Erik era más que su instinto, era más que el compañero destinado de Charles y el padre de Jean, también era el líder de Genosha y debía permitir que su manada realizara las acciones casi ritualísticas acostumbradas a su regreso.

Permitió saludos, manos posándose en su cuerpo de forma respetuosa, percibiendo una combinación de aromas que solo transmitían felicidad, alivio, respeto… hasta que finalmente llegó al laboratorio de Hank.

El laboratorio de Hank siempre era la primera parada, porque después de una misión siempre había alguien que requería ser revisado por el médico y en este caso, todos los mutantes que habían sido rescatados de las manos del jodido de Trask debían serlo.

Erik quería entrar rápido al laboratorio de Hank, pero al mismo tiempo el miedo luchaba por paralizarlo.

Dio un paso dentro de las instalaciones, encontrándose al instante frente a frente con McCoy.

Lensherr estaba tan acostumbrado al ligero toque de miedo siempre agriando el olor natural de beta del médico, que fue muy sencillo notar su ausencia.

También fue sencillo percibir su ira, así como la ausencia de su Charles y de su Jean.

—La mi…— Trató de decir, pero Hank lo interrumpió.

—La misión fue un éxito, sí, lo sé—

La mirada severa de Hank se suavizó en sobremanera cuando Alex se interpuso entre ellos, además de que terminó por apartar su vista de Erik al inclinarse a besar a su novio, para luego aferrarse el uno al otro.

Hank no parecía poder estar tranquilo, por lo que fue él el que terminó con el enlace.

—¿Estás herido? — Cuestionó McCoy a Alex en tono bajo. El omega sonrió al instante.

—No, estoy bien, esa cosa rara que hicieron el jefe y Charles no permitió que nadie saliera herido— Comentó Alex dedicándole a Erik una mirada de soslayo. Hank le dirigió su atención por más tiempo.

—¿Dónde está Scott? — Hank endureció su rostro muy discretamente.

—Con Charles, Jean, Azazel y Kurt en casa de… del jefe— Explicó. —La telepatía de Charles regresó, así que supo el momento justo en que aterrizaron en la isla, no quise traer a Scott por si… alguien estaba herido, no quería que viera algo así— Alex asintió con una sonrisa repleta de amor hacia el beta. Hank se concentró de nueva cuenta en Lensherr, frunciendo levemente el ceño. —¿Tú estás herido Erik? — Mhm… no había usado el "jefe", Hank estaba muy enojado con él.

—Estoy bien— ¿Cómo podría haber sido herido al tener a su compañero destinado peleando a su lado?

—Dile a Logan que venga a ayudarte a mantener todo en orden mientras revisas a los recién llegados, esperaremos a que llegue y después iré con Raven a mi casa, ¿vienes Alex? — El rubio parecía un poco reticente, pero luego de una sonrisa suave de Hank, finalmente asintió en su dirección.

Lensherr se dispuso a dar media vuelta, pero fue detenido por la voz de McCoy.

—Erik— Y finalmente el beta ya no se veía enojado, sino más bien preocupado hasta casi suplicante. —Usa tus palabras, por favor y sé amable, ahora que su telepatía regreso, Charles no la está pasando muy bien— Claro, haberse conectado con su compañero destinado implicaba el regreso de la mutación de su pareja, pero no había considerado las dificultades que su amado debía estar enfrentando para acostumbrarse nuevamente a sus habilidades. —Habla— Agregó McCoy por último.

Erik asintió, prometiéndole al beta y a sí mismo en el silencio.

Raven torció los ojos ante el dramatismo de Erik.

El alfa líder llevaba casi un minuto frente a la puerta de su hogar con la mano estirada, pero sin atreverse a tocar el picaporte.

Raven se concentró en dejarle en claro a Alex, con un marcado movimiento de cabeza, que estaba a punto de arruinar el lento proceso de acumulo de valentía que Erik estaba protagonizando.

Alex entendió bastante rápido, pero no lo suficiente como para detenerla.

—¡Azazel, Kurt, mami regresó! — Exclamó a la vez que empujaba a Erik a un lado y abría la puerta.

Tuvo el tiempo de notar a Charles en su silla de ruedas y con una mano sobre su frente, como su la cabeza le doliera, Azazel le mostró una sonrisa de sincera felicidad, pero su expresión estaba ligeramente afectada por preocupación dirigida al omega.

Raven ya no pudo concentrarse mucho más en lo que veía al sentir a Kurt teletransportándose a sus brazos, aunque sí escuchó la pregunta preocupada de Azazel dirigida a Xavier.

—¿Estás bien? — No supo la respuesta.

—¡Mami! — Escuchó de la voz de su pequeño.

—Mi bebé— Le susurró a su amado hijo.

—¡Hermano! — Se escuchó de voz de Scott, para que el encuentro entre los dos Summerse se diera, en medio de la habitación.

Jean, al mismo tiempo que Scott lo había hecho, corrió al encuentro con su estúpido padre.

Por primera vez desde lo ocurrido en el laboratorio de Trask, Erik lució más como sí mismo y menos como un ente errante.

—Hola Jean, te extrañé— Le susurró para besarle en el primer lugar que logró alcanzar de la cabeza pelirroja, la hija de su alfa líder se dejó hacer notoriamente feliz de estar en brazos de su padre, con sonrisa enorme y lágrimas en el rostro, removiéndose en el abrazo no como si quisiera alejarse, si no como si no pudiera con tanta alegría en su pequeño ser.

Al enfocarse, con ojos claramente temerosos, en Charles, el cual se encontraba con ojos cerrados y un gesto que denotaba dolor, incluso si buscaba fervientemente ocultarlo, el miedo y la turbación que habían reinado en Erik se evaporaron entre preocupación y la clara necesidad instintiva (así como racional) de cuidar de su omega, de su compañero destinado, caminó con presura hasta el telépata.

Raven suspiró aferrándose con más ahínco a su hijo.

Ni bien estuvo a la distancia suficiente, Erik, manteniéndose cargando a Jean con un solo brazo, se aferró a una de las manos del omega.

Ni bien el contacto ocurrió, Charles soltó un suspiro repleto de alivio, para finalmente abrir los ojos.

Azazel eligió esa como su señal para alejarse y unirse al abrazo de Kurt y Raven.

—¿No estás herida? —

—No— Contestó de inmediato, acercándose a besar de manera breve pero apasionada a su amado.

—Charles— Llamó Erik. Raven sentía que aquel nombre había sido dicho como si el alfa pudiera vivir únicamente de eso, como si el decir ese nombre fuera la respuesta a todo lo que estaba mal.

Los ojos azules de Xavier estaban húmedos y en su barbilla se notaba la fuerza que estaba haciendo para no llorar, aun así, el omega le sonrió al idiota que le tocó de compañero destinado, estirando el brazo cuya mano no estaba aferrada a la de Erik, en una petición silenciosa de un abrazo.

Erik se inclinó ligeramente y alzó la silla de ruedas un poco, logrando una posición medianamente cómoda para abrazarse.

—¿Estás bien? — Cuestionó Charles. Erik se notaba extrañado.

—Tú sab…— Comenzó, pero se detuvo a sí mismo. —Sí— Terminó por susurrar. Charles asintió.

—Trask…—

—Se acabó— Interrumpió Erik. Charles parpadeó con rapidez. Constantemente alfa y omega lucían como si ambos quisieran apresurarse en hablar, como si tuvieran mucho que decir al otro.

—¿Los mutantes? — Volvió a hablar el omega, interrumpiendo a Erik, dejándolo con las palabras en la boca.

—Hank los está revisando— El telépata volvió a asentir. —¿Tú estás bien? — Charles sonrió con un claro rastro de dolor.

—Mi telepatía— Contestó el omega al tiempo que Erik asentía como si entendiera perfectamente. —es…—

—Complicado— Terminaron por decir al unísono los compañeros vinculados, la sonrisa de Charles se tornó más aliviada, ella no entendía muy bien al telépata, pero conocía a Erik y recordaba perfectamente ese "Sentí que él entendería" y esa sonrisa a Raven le trasmitía la misma sensación que aquellas palabras provocaron.

—Deberíamos irnos— Le susurró Azazel, ella aceptó, totalmente de acuerdo.

Alex claramente estaba por hacer lo mismo.

—Erik, ya nos vamos— El alfa a duras penas y logró alejar su mirada unos segundos de su pareja y de su hija.

Raven se preguntó si debería ofrecerse a cuidar de Jean, después de todo, Erik y Charles tenían una conversación muy importante pendiente, conversación que en definitiva desataría muchas emociones… llanto… ¿gritos?... bueno, sea como fuera la menor no debía presenciar aquello.

Sentía que debía preguntar, pero Erik ya estaba en su propio mundo privado con su familia.

Supuso que su pregunta no iba a terminar siendo bien recibida.

Todo parecía igual, pero al mismo tiempo todo se sentía diferente.

Su corazón estaba dividido entre felicidad, la incapacidad de apartar su mirada de su hija y de su pareja, sin poder apagar el sentimiento de irrealidad, maravillado ante el hecho de que esta era su vida, en contraposición con la sensación de desasosiego por no saber qué era realmente lo que Charles pensaba acerca de ellos siendo compañeros destinados, para Erik conectarse con la mente de Charles había sido único y perfecto… ¿Charles lo percibía desde una perspectiva positiva también?

Jean había tenido mucho que contarle y mostrarle hasta terminar agotada y quedarse dormida mucho más temprano de lo habitual.

Él y Charles apenas y se habían alejado del otro.

Acomodó a Jean sobre su futón y al girarse a ver a Charles acomodado en el suyo lo encontró haciendo fuerza con sus labios y cubriéndose los ojos con el antebrazo. Erik se acercó de inmediato a su pareja, acomodándose a su lado.

Antes de que pudiera trasmitir cualquier pregunta rondando su mente con el uso de palabras, Charles lo interrumpió con un suspiro.

—Estoy bien— Explicó justo después, sonriéndole. —Es solo la… telepatía— Erik trató de corresponder la sonrisa. —Volver a acostumbrarme después de estar sin ella, llevará un tiempo— Lensherr no estaba seguro de qué decir al respecto. —Tu mente y la de Jean me ayudan— Eso último interrumpió sus pensamientos auto-despreciativos.

—¿A qué? — Cuestionó.

—mhm…—Charles lucía relajado a la vez que un tanto pensativo. —A centrar mi mente— Bueno, al menos estaba haciendo algo bien.

—Me alegra— Dijo acercándose más a Charles, hasta acostarse junto a él, sobre su costado, para así poder ver al otro a los ojos.

Sabía que ahora era el momento en que la conversación pendiente debía ocurrir, en la que su cobardía ya no tenía cabida, el momento en que debía dejar de pretender que Charles no estaba enojado con él, Erik lo entendía, Charles merecía estar enojado con él.

El omega rio en voz baja.

—No estoy enojado contigo— Claro, la telepatía. Charles sonrió, como si hubiera percibido también aquel pensamiento, para que su expresión se volviera más seria. —Entiendo la razón de que no me lo dijeras— Sí, pero esa no era justificación para haberlo dicho y después huir a una misión suicida. Charles rio un poco más. —También entiendo el que lo dijeras y después huyeras—

—Lo siento— Dijo, porque era lo primero que debía decir. Había estado mal y debía disculparse, porque realmente se arrepentía de ser imbécil y estar constipado emocionalmente.

—Acepto tus disculpas y te disculpo— Respondió Charles con un ligero tono juguetón, para dejar de estar sobre su costado y acomodarse sobre su espalda, enfocando su mirada en el techo y no en Erik.

—¿Por eso no pudiste matarme? — Lo cuestionó, sin flaqueo en la voz. Erik no podía alejar su mirada de su compañero destinado.

—Mi instinto tomó el control de mi mutación y evitó que la bala te lastimara— Una lagrima bajo por el costado del rostro de Charles.

—A eso te referías cuando decías que no pudiste— Usó su mano dominante para limpiar la lágrima recién liberada.

Su amado concentró su mirada en él, sonriendo suavemente, para que su expresión tomara un tono amargo.

Ceño arrugado, barbilla temblorosa, labios levemente apretados.

—Yo no puedo sentirlo, lo siento— Le susurró y Erik se tragó sus ganas de llorar, para abrazarse a su pareja.

—Lo sé— Dijo luchando con el nudo en su garganta. —No tienes que disculparte— Charles se sentó, haciendo todo lo posible por evitar que sus miradas se encontraran.

—Pero estás atrapado con alguien como yo, alguien que no puede sentir esa conexión— Erik se sentó, buscando calmar la tempestad en el interior de su compañero destinado.

—No estoy atrapado y conexión de compañeros destinados o no, aun así, te enamoraste de mí— Explicó, pero tarde comprendió que había dicho las palabras incorrectas.

Sí, logró que Charles le regresara la mirada, pero no se veía para nada feliz.

—Tú…— De repente su amante lucía aterrado. —¿Te enamoraste de mí por la conexión que sientes conmigo, porque se supone que soy tu destino? — Preguntó con voz entrecortada y Erik entendió su terrible error.

—No, no…— Dijo, viendo a Charles cruzarse de brazos, bajar la mirada y aguantar su llanto. —Charles— Llamó, pero la mirada azul que tanto amaba no se conectó con la suya, alzó una mano, lentamente, temeroso de ser apartado, acomodando un mechón de cabello castaño detrás de una de las orejas del omega que se dejó hacer, incluso si su postura no se relajó, el simple hecho de que su muestra de afecto no hubiera sido rechazada, le dio la confianza de seguir hablando. —Pude sentir que eras mi compañero destinado desde que te conocí, pero no te amé en cuanto te conocí, ni siquiera me agradabas— Eso logró que su telepata lo mirara y las comisuras de sus labios temblara ligeramente, como si hubiera estado a punto de sonreír. —Comencé a amarte cuando comencé a conocerte, por la forma en que hablas con tanta pasión acerca de todo, por cómo te expresas de los mutantes, el hecho de que eres tan inteligente, sabes mucho de muchas cosas, el hecho de que siempre estás dispuesto a dar, aunque sea un poco, consuelo a quien lo necesite, no puedes controlar el enseñarles algo nuevo a los niños cada vez que hablas con ellos— Apartó su mirada solo por un instante. —Nunca me juzgaste— Su voz se quebró. Limpió su garganta escandalosamente y se obligó a continuar, porque esto era importante, presión dolorosa en la garganta y el pecho o no. —Eres muy fuerte— El rostro de Charles le mostró un mohín pasajero, Erik sonrió. —Me gustas y me gusta la persona que soy cuando estoy contigo— Charles ya había dejado de fingir que no quería verlo. —Además, quien podría no amar al hombre que aceptó ser un sujeto de experimentación para una medicación con el potencial de regresarle la voz a su hija—

—¿Lo sabías? — Erik soltó una risa casi silenciosa, ante la pregunta llena de vergüenza.

—Te amo— Las lágrimas en el rostro de Charles caían una tras otra.

—No vas a poder vincularte conmigo—

—Está bien—

—No puedo darte hijos— Erik sintió su rostro enrojecer al saber cuál sería su respuesta.

—En esta relación el que nos dio una hija, fui yo— Exclamó con la voz un tanto aguda y una risa nerviosa breve.

Finalmente, el llanto de Charles se volvió completo con ojos cerrados, hombros encogidos y sollozos que trataban de mantenerse silenciosos.

Erik volvió a arrepentirse de sus palabras, pero el arrepentimiento se disipó cuando Charles se movió para abrazarse a él, correspondió al instante.

—Te amo, Erik— Le dijeron aun entre gimoteos suaves. —Te amo y-y…— Charles se tragó un sollozo. —Estoy muy feliz de que tú seas mi compañero destinado, resulta que sí eras mi regalo—

Supo que había querido escuchar eso desde hace mucho tiempo, cuando su propio llanto comenzó.

Escondió el rostro contra el cuello de Charles, sintiendo el miedo disiparse.


¡Ay Diosito!

¿Estuvo bien?, espero que estuviera bien, espero y lo hayan disfrutado.

Perdón por estar lejos tanto tiempo, no era mi intención :( pero sigo con dos trabajos y así será al menos un mes más, ¿cuándo habrá nuevo capítulo?, no sé, pero con suerte no pasaran 2 meses y medio esta vez… ay no, que feo caso.

Espero hayan disfrutado el capítulo y nos estamos leyendo.