Mis padres fueron los primeros en llegar, Rick estaba en la cocina, preparaba una ensalada mientras esperaba que el horno terminara de cocinar la cena, mis manos sudaban aunque él había intentado mantenerme ocupada yo solo podía ver en mi mente la expresión en el rostro de mi madre, me preguntaba que pasaría, me preocupaba que ella se molestara por no haberle dicho lo que sucedía el día que lo preguntó, pero por alguna extraña razón había guardado la noticia para nosotros.
Rick me miró cuando el timbre sonó, sabía que el momento había llegado, caminé lentamente, pude escuchar los murmullos del otro lado de la puerta, respiré profundamente y luego abrí.
Mis padres estaban allí, ambos me miraban, fue mi padre quien se acercó, besó mi mejilla, me abrazó y luego con la mirada me pidió entrar, me hice a un lado para dejarlo pasar, mi madre entonces se acercó, sus brazos me rodearon, luego sin decir nada más entró y se dirigió a la cocina donde Rick secaba sus manos con una toalla.
Unos minutos más tarde fue el turno de Martha, ella apareció llevando en sus manos una botella de vino, la tomé en mis manos, la puse sobre la mesa y luego de unos minutos de conversación nos sentamos a la mesa.
La conversación era completamente ajena a nuestro objetivo, nuestros padres recordaban viejos tiempos, me hacia sentir extraña allí, se referían a mi como si aun fuese una niña, mi madre incluso mencionó nuestra diferencia de edad, lo que por algún motivo me hizo sentir incómoda, Rick tomó mi mano, la apretó suavemente y suspiró, la cena casi había terminado entonces, lo vi sonreír para luego ponerse de pie.
-creo que deberíamos hablar del verdadero motivo de esta cena.-dijo Rick ceremonioso.
-y cuál es?.- preguntó su madre de inmediato.
-bueno, tenemos una buena noticia.- pronuncio esta vez mirándome.- ha pasado ya suficiente tiempo, Kate y yo estamos muy bien, somos felices pero aun teníamos espacio para más felicidad, así que después de pensarlo durante un tiempo llegamos a la conclusión de que queríamos tener un hijo.
-y eso será pronto.- afirmo mi madre.
-si , señora Beckett, más pronto de lo que pensamos… -el besó mi mano.- estamos embarazados.-dijo después de unos segundos de suspenso.- aunque creo que no es una novedad para ustedes.
La madre de Rick se levantó de inmediato de su asiento, nos abrazó a ambos mientras decía una y otra vez que estaba feliz por nosotros, que esperaba lo mejor y que quería ser la primera en saber si nuestro bebé era un niño o una niña, yo esperaba la reacción de mi madre, mi padre nos miraba visiblemente conmovido, pero el rostro impasible de mi madre me tenía con la duda de lo que haría o diría.
Martha por fin se separó de nosotros, fue el turno de mi padre de abrazarnos, nos deseó lo mejor con mucha menos efusividad que Martha pero con efusividad al fin, mi madre seguía clavada a la silla.
Rick y yo nos miramos entonces, supuse entonces que la noticia no era del agrado de mi madre, fue mi padre quien llamó la atención de todos.
-no les dirás nada?.- preguntó mirándola.
-si claro… felicidades.- dijo en un tono seco.
Nadie se atrevió a decir nada más, la cena terminó entonces, recogí los platos y luego de una breve conversación en la sala, todos se despidieron.
Estaba recostada en la cama con algo de nauseas cuando Rick se acercó, acarició mi vientre con suavidad, beso mis labios y luego susurró en mi oído.
-no te preocupes, cambiará de parecer.
-si.
-estas bien?
-tengo náuseas.
-necesitas algo?
-no, ya se me pasará.
-descansa, te amo.
Te amo, susurre, lo vi salir de la habitación, en dirección a la cocina, intente relajarme tratando de no sentir las náuseas mientras pensaba en lo difícil que esto sería si mi madre no se sentía cómoda con la situación.
Sentí los labios de Rick besándome, me había dormido sin darme cuenta.
-Kate, despierta…
-que hora es?.- pregunté confundida.
-casi las 10, te preparé un baño tibio.
-estoy muy cansada.
-dormirás mejor, lo prometo.
-vendrás conmigo?
-si eso quieres.
Me levanté con dificultad, de nuevo las náuseas amenazaron con fastidiarme la noche, Rick tomó mi mano, me ayudó a desvestirme, se sentó detrás de mi en la tina y masajeo mis hombros haciéndome sentir mejor.
-iras a la entrevista mañana?
-si, mi papá dijo que estarían esperándome después de mediodía.
-bien.
Percibí el aroma del jabón, y las manos de Rick subiendo y bajando por mi espalda, era una sensación relajante, tanto que mis ojos comenzaron a cerrarse de nuevo, apoyé la espalda en su pecho, me dejé llevar por sus leves caricias, desee que no se detuviera.
Desperté cuando Rick secaba mi cabello.
-me he dormido otra vez.
-Rick sonrió.- no puedes evitarlo, está bien, vayamos a la cama.
La toalla cubría mi cuerpo, caminé detrás de Rick pero apenas unos pasos después me di cuenta de que mi asunto con las náuseas no había terminado, con dificultad me incliné para devolver el contenido de mi estómago.
-estas bien?.- preguntó preocupado.
-lo estaré.
-cielos, ahora me siento culpable.
-por qué?
-hace días que te sientes mal.
-el médico dijo que es lo normal, que pasará en unas semanas.
-si pero, no me gusta verte así.
-estaré bien, ahora debo lavarme la boca, sabe horrible.
La mañana siguiente Rick ya había salido cuando me levante para tomar el desayuno, solíamos hacerlo juntos pero esta vez por alguna razón me sentía aun mas cansada que otros días, había vomitado la cena las últimas 3 noches y aunque por la mañana me obligaba a comer algo, se hacía cada vez más difícil, saqué del refrigerador una botella de suero oral, di algunos sorbos, comí un par de rebanadas de pan tostado con un poco de leche y luego hice el esfuerzo de caminar hasta el auto, me senté dentro mirando la llave, suspiré y luego tomé el teléfono.
-papá?... oye podemos posponerlo?... si, la verdad es que no muy bien… gracias papá.
Bajé y entre de nuevo a la casa, me recosté en la cama aunque no podía dormir, el teléfono sonó de nuevo.
-si?... no, yo estoy mareada, no quise conducir… no es necesario… está bien, te espero aquí.
Me levanté de la cama, bebí un poco más del suero y luego me senté en el sillón, miré el reloj y esperé pacientemente que mi madre apareciera.
Abrí la puerta en cuanto la escuché afuera.
- mamá … pasa.
-como estás?
-un tanto mareada.
-tu padre me llamó, traje algunas cosas que podrían ayudarte, por que no te sientas.
-gracias.
La miré dar vueltas por la cocina, por un momento recordé todas las ocasiones en las que mi madre cuidó de mi cuando enfermaba, ahora no era diferente pero era un poco extraño tenerla aquí sin saber siquiera que era lo que pensaba al respecto.
No me atrevía a preguntar, sentía algo de vergüenza al respecto, mi madre siempre había sido cariñosa conmigo, siempre me había dado seguridad pero ahora podía sentir algo diferente en ella, algo que me obligaba a guardar silencio esperando, solo esperando que fuese ella quien diese el primer paso.
-toma esto, bébelo despacio te sentirás mejor.
-gracias.
Intentaba no mirarla a los ojos, daba pequeños sorbos a la taza, solo el tic tac del reloj se escuchaba, hasta que mi madre decidió hablar.
hace varios días que intento subir un capítulo y la aplicación no me dejaba, me disculpo pero ahora la verdad es que no fue mi culpa, espero lo disfruten mañana otro capítulo nos leemos en el próximo.
