Shaoran.

No podía creer todo el expediente que estaba leyendo.

-Siempre me viste la cara de estúpido y yo... - me jalo el cabello - Es el precio a pagar por haber jugando con Sakura.

Me di cuenta que no solo yo jugaba al infiel a las espaldas de alguien si no, también Akiho ella y Yuna eran amantes y él estaba casado con la señora Monori.

-¡Qué fue lo que pasó!.

-Señor, permiso - ingresa mi secretaria - El señor Yuna, desea hablar con usted.

Me asombro, es como invocar al diablo, que rápido - Dile que pase.

Ella asiente y sale de la oficina, veo que abren la puerta y ahí lo vi parado mirándome serio, nuestra miradas chocaron, lo invitó a pasar, él se sienta en una de las sillas de la mini sala.

-¿Le ofrezco algo de beber? - le digo, él asiente.

-¡Una copa de whisky!

Sirvo dos esto va tomar tiempo. Yuna se cruza de piernas y suspira pesadamente.

-Lo siento - comenzó hablar. Lo miró incrédulo - Te pido disculpas porque no sabía que Akiho andaba contigo, bueno después de un tiempo ella me contó sus planes, pero yo no tenía idea de quién eras, aunque no somos tan desigual los dos. Ambos jugamos con el amor y justo la misma persona, Sakura.

Empuño mis manos, era muy cierto

-¡Ve al grano! - le habló con una voz bastante ronca, estoy controlando mi paciencia.

-Todo lo que investigas te es muy cierto. Akiho fue mi amantes por mucho tiempo más de 6 años a mi lado pero, no la quería como mujer, la verdad jamás la vi así, además ella no estaba en mis planes.

-ya ahora ¿Qué es lo que usted desea?

-Deseo, que Sakura sea feliz, yo se que ella jamás volverá conmigo, además se le nota que ella a usted lo ama, mi vida fue complicada en el pasado y no tenía cómo sostenerla, quería poder.

-Entonces coja su poder y vaya bien lejos de nosotros, es un acto muy cobarde el que usted escogió.

-lo sé y claro que me Iré, pero primero debo hablar con Sakura, debo pedirle disculpas.

Frunzo el ceño, quiere limpiar su conciencia.

-No soy quien para decidir, pero si Sakura está dispuesta a hablar no me opondré, pero si ella decide lo contrario, le pediré que la deje en paz.

El asienta en afirmación, entiende lo que le estoy diciendo, además hay que entender que Sakura estaba pasando por un momento bastante fuerte, una pesadilla para ambos.

-Espero pronto una respuesta.

-Eh.. Yuna, el proyecto ya está en pie, usted decide que debemos hacer.

-Continúa, él queda a cargo de usted, sé que no me defraudará.

Sakura.

-Sakura te vienen a visitar - anuncia Ieran, yo la miro con duda, nadie venía, se supone que Tomoyo estaría ocupada, Mei está de viaje y los demás trabajando.

¡Quién podría ser!

-Buenas tarde señorita Kinomoto! - ingresa un señor bastante alto, buen mozo, es bastante bello, de cabellos largos y ojos azules. - Mucho gusto, Clow Reed, su psicólogo!.

-Buenas tardes, mucho gusto y que pena, pero jamás pedí una cita con un...

-Lo sé señorita - Me interrumpe - Pero muchos están preocupados por usted, incluso su padre.

-¿Mi padre?.

Él asiente y comienza a caminar por la habitación.

-Sí señorita ¿Por que no se deja ayudar?. - el señor Reed pregunta.

-¡Por qué no lo necesito! - le habló con determinación

-La negación, es la raíz del problema, ya que no te deja superar aquel problema que te tiene así.

Me quedo callada, eso era algo mío, yo misma debía solucionarlo.

-Pero siempre necesitas ayuda y debes pedirla! - ¡Me leyó la mente o que!.

Me incorporé de la cama, me siento de tal manera que no me haga daño.

-Y ¿Cómo se supone que me va ayudar usted?.

-¡Eso depende de usted!.

-Pues yo le digo que estoy bien. ¡Buena tarde, estoy cansada se puede retirar! - me acuesto y cierro mis ojos.

Yo estoy bien.

Shaoran.

Estoy desesperado, al ver salir al psicólogo de esa manera, me angustie más, el señor Clow nos veía con preocupación, Sakura no estaba bien y no iba a escuchar a nadie.

-Señor Li, si usted no toma las agallas y habla con la señorita, ella no se dejara ayudar, y estoy seguro que ella no escuchara a nadie que no sea usted. - él suspira pesadamente - Vuelvo a viajar en quince días, cuando cambie de pensar busqueme, pero también debe ayudarla usted.

Mi madre lo acompaña a la salida, la sala se suma en silencio.

-Shaoran, lo que dice el doctor es cierto y te lo vengo diciendo desde hace rato, ve buscala en el cuarto y habla con ella, que ella sienta tu apoyo. Sakura no puede estar toda la eternidad encerrada. - me habla Eriol, todos asientan.

-Hijo te lo suplico, ayuda a mi hija! - el padre de Sakura me hace una reverencia, asiento, tomó aire y subo las escaleras, ya estaba un poco tarde.

Llegó a la a puerta de la habitación de Sakura, tomó la perilla y me dio abro, no emito sonidos, Sakura estaba sentada tomada de sus piernas llorando, como si pidiera a gritos que la ayuden, me acerco a su cama decidido, no importa lo que me hiciera, la voy a ayudar.

La abrazó así como ella está, siento que se tensa y comienza a forcejear mi abrazo.

-Shaoran ¡suéltame! .

-¿Cómo sabías que era yo?.

-Es obvio, tu olor, además el bebé se comenzó a mover impaciente, no le gustas.

-Es mi hijo ¿Como no le voy a gustar? - le susurro. Nos quedamos por un largo rato así abrazados.

-Te odio.

-Yo se que no Sakura.

-Por eso te odio, porque no te puedo odiar.

Me rió suavemente, Sakura algunas veces se comporta como una niña pequeña, su ternura hace que mi corazón se desboque de mi pecho.

-Estoy preocupado por ti, por los dos Sakura.

-Lo sé.

-Debes escuchar y dejarte ayudar.

-Lo sé

-Entonces ¿Que te lo impide?

-Ella.

Me asombro ante esa palabra, la miró a los ojos ya que su mirada verdosa estaba puesta en mi.

-¿Ella? - pregunto

-Si ella. Ella volverá a hacerme daño, lo sé.

-Shh.. No digas eso, ella ya no podrá venir hacerte daño, eso te lo juro cerezo, yo te protegeré.

-No me dejes.

-Jamás lo haré.

-Si lo has hecho.

-¡Ahora no! - tomó su mentón y me acercó a su cara y la beso, le doy un tierno y suave beso, ella corresponde, pensé que me tiraría de la cama pero no, ambos nos separamos y nos vimos a la cara, le Sonrió, me vuelve abrazar pero esta vez con fuerza y llora muy fuerte.

-Saca todo eso que tienes guardado, Sakura. No te dejes nada. - llora por un largo rato.

-Por qué me pasan estas cosas, no comprendo - susurra ya más tranquila

-Es parte de la vida, así aprendemos todos.

-Pero yo no le hago mal a nadie, la vida debería enseñarme diferente.

-Pero te aseguro que después serás feliz, es cuestión de tiempo y de que nos aceptes.

Ella se aleja de mí.

-Y ¿Si la vida no me quiere aquí? - me mira con temor.

-Eso no lo decides tú - le acomodó los cabellos detrás de las orejas y me acarició la cara - Eso es cuestión de los dos, Sakura.

Ella me vuelve abrazar.

-¡Ya no me sueltes más!.- acarició su espalda.

-Ya no lo haré.- le aseguró.

Sakura.

Llevo una semana durmiendo tranquilamente, Shaoran me ha acompañado en las noches hasta que me duermo, todavía me siento incomoda que él me toque.

Acepté recibir la ayuda, debía dar todo de mi. El doctor Clow vendrá hoy a hablar conmigo, pero tampoco le tengo confianza.

-Sakura, ya llegó - asiento en afirmación, hoy si estoy un poco más presentable, más presentable que la última vez.

Me había puesto un pantalón holgado blanco y una blusa no muy larga de mangas largas, por lo menos mi abdomen no estaba cortado aunque no se viera mucho, pero ya iba para haya, me alcanzó hacer un pequeño corte en la cara cada vez que me lavo está, acarició la cicatriz y cierro mis ojos con fuerza, si Shaoran no me hubiera encontrado ¿Será que todavía seguiría con vida? No dejó de verme en el espejo.

-Señorita Kinomoto no se mate más la cabeza con pequeñeces. Esa mala pasada ya pasó, debe continuar, debe aprender a ser segura.

-Doctor Reed, usted no comprende lo que pasó y como pasó, yo... - Comienzo a temblar, trato de tapar mi cara pero mi nerviosismo no me deja, mis lágrimas nublan mi vista, hasta que siento unos brazos a mi alrededor.

-Primero, vamos a dialogar, respire profundo y me vas a contar hasta donde puedes, pero desde el comienzo, así te podré ayudar.

Termine de llorar y me separe de mi psicólogo, me sonroje por lo que acabo de hacer y que me deje abrazar de un extraño.

Tapó mi boca, en verdad no medí mis miedos y terminé refugiado en él.

-lo siento - me disculpo con él y le hago una reverencia.

-No te disculpes es normal lo que acabas de hacer. Suele pasar no solo con mujeres sino también con hombres y eso solo pasa cuando en verdad desean ayuda!. - me sonríe, acomoda sus lentes y saca una libreta - Donde se sienta más cómoda para hablar comienza, ya sea caminando sentada acostada, como usted desee.

Tomó aire y lo boto, me rasco la cabeza y rió nerviosa, es difícil.

-Todo comenzó esa noche de la inauguración, afuera del Hotel. Había una mujer en peligro, mi instinto fue ayudarla pero después no se que había pasado, hasta que desperté a las horas, hacía mucho frío, me dolía la cabeza, a los minutos de despertarme ahí la vi ingresar por la puerta. Con su porte de chica mala y su risa malvada, es como hablar de la bruja de los cuentos de princesas, cuando le hace la vida imposible a las princesas por qué están con su apuesto príncipe, es así mismo. - suspiré tomé asiento, me cruce de pies y fije mi vista al techo - Sentí mucho miedo, porque sabía que nada bueno iba a pasar, y ella no estaba dispuesta a decir dónde estaba o levantar alguna sospecha, yo solo temí por mi vida y la de mi bebé. - unas lágrimas bajan por mis mejillas - Todos los días me trataba mal, no había día que me hiciera sentir mal o me azotara, me ultrajada, o me Có-corta-ra...-tapo mi cara con mis manos - Fue aterrador.- susurro.

-Sabes ¿Por qué ella dijo eso? - asiento.

-Por qué no sabía que me veían ellos a mi! - Miro al psicólogo con terror.

-Tranquila que yo no te haré nada de eso al contrario, quiero que sanes todo eso que tienes guardado - Vuelvo a sentir - Y ¿Quienes son ellos? - vuelvo a miralo a los ojos.

-Yuna y Shaoran! - cierro mis ojos - Por qué a Yuna lo ama y a Shaoran por su dinero, y yo estaba en medio, también me culpa por lo que le pasó a su familia y la Verdad yo no les hice nada, simplemente actúe por el bien de todos.

-Ya veo, actuó por envidia, es normal entre los seres humanos, en vez de apoyarnos nos destruimos entre nosotros mismos.

-Lo sé.. - suspiro - Traté de ayudarla. Hasta le dije que la ayudaba a escapar, pero ganó más su sed de venganza, me dijo que mi belleza era su impedimento por eso ella...

-Te comenzó a cortar sin piedad y sin siquiera detener la sangre - asiento levemente.

-Ella quería matarme, todos los días me lo decía, lenta y tortuosamente - comienzo a temblar - ¡Se imagina que ella se hubiera dado cuenta de que yo estaba embarazada! - mi cara de terror era aún peor.

-El hubiera no existe señorita Kinomoto no se preocupe por eso! - él se acerca a mí - Ella está encerrada, no puede hacer nada contra usted, tengo entendido que le dieron 37 años de prisión, aunque ahora está en el psiquiátrico - abro los ojos con asombro.

-¿Por qué? - lo dije en casi susurro.

-Por qué en la audiencia enloqueció - sólo me dijo eso, creo que me omite cosas para no perjudicarme. - Pero veo que ya se está reponiendo más, es usted una mujer muy bella, no se preocupe por eso, unas cremas y desaparecen esas cicatrices, pero las del alma y corazón si demoran bastante tiempo Sakura!

-Lo sé.

-Así que dígame ¿Qué tan dispuesta está usted de recuperar su vida? ¿Se quiere quedar aquí encerrada para siempre? Ya pronto termina su reposo por su nene. Después de eso ¿Que piensa hacer? - Niego suavemente.

-Todavía no se

-No le huya más a la vida, que la vida es hermosa, la estación ya va cambiar la nieve se borra y la primavera vuelve, el ciclo de la Vida debe continuar, no se estacione usted en un solo lugar, mire al frente, mire a sus hijos, mire al amor de su vida. ¿Usted cree que a él le va importar esto? - me señala las pequeñas cicatrices - Yo creo más bien que la ama aún más - me asombró por sus palabras - No deje que esto dañe su felicidad, su futuro, su familia.

Me quedo quieta, en silencio no sabía qué decir. La verdad me ha dejado sin palabras.

-Me retiro, vuelvo en dos días, descanse señorita. - asiento. Ni despedirme pude, sigo sumergida en mis pensamientos.

¿Qué es lo que debo hacer?.

Continuará

𝓨𝓲𝓷𝓰𝓯𝓪.