El doctor que anteriormente les dijo acerca de un tardío despertar. Justo ahora ya les terminaba de dar aquellos papeles que la pareja necesitaba para irse sin ningun problema del hospital. Mira firmo un par de ellos antes de recoger lo que pertenecía a su yerno y a su hijo. Sonriéndole de manera extraña aquel doctor, se despidió de él y alguna enfermera que estaba cerca. Y encaminándose a la habitación de la pareja fue que llamo a su hija, para que hiciera el favor de llevarlos hasta la casa en el auto familiar. Akari solo acepto de inmediato.
Sus pasos tranquilos y seguros hacian que más de una persona le volteara a ver. La bella Dama portaba un aire elegante, feliz. Parecía que nada le agobiaba. Ella pasaba saludando con quien se llegaba a topar, aunque no supiera quien era.
Su tranquilidad y amabilidad era contagiosa. Y eso fue lo que encanto a los demás. Incluso a un ser que veía de lejos el lugar.
Sonriendo de manera perversa y un poco juguetona fue que decidió teletrasportarse a un lado de aquella Dama, sacándola de su ensoñación.
-¡Hola! Iba pasando por aquí y no pude dejar de notar tu belleza. ¿Puedo saber tu nombre?-Aquella bella Dama dio un salto por el susto. Y mirando ahora a la criatura que estaba a su lado fue que dio un pequeño grito. Su complexión robusta y fuerte, su piel de un color oscuro, así como un cabello corto color rojo, envuelto en una especie de armadura con bastante tela que colgaba de ella. Un Guerrero del antiguo Crecía era lo más cercano a la descripción de aquel sujeto. Adornado con una sonrisa y mirada perversa. Trato de alejarse corriendo en dirección a la habitación de su hijo. Más aquel tipo que había dejado atrás. De la nada ahora aparecía justo frente a ella.
Mira entonces se detuvo para tratar de no colisionar con ese sujeto. Y dando unos pasos atrás fue que de la nada, trato de asestarle un buen golpe con una de su pierna, fallando miserablemente, pues aquel sujeto había vuelto a desaparecer.
Quiso buscarlo rápidamente, mas una voz a sus espaldas ocasiono un nuevo susto.
-¿No te han dicho que es de mala educación tratar de golpear a las personas que no conoces?-Preguntó altanero. A lo que Mira trato de alejarse. Más aquel tipo de nuevo impidió su paso, esta vez apareciendo justo frente a ella. Tomándola de la cintura fue que la acerco a él. Sonriéndole de manera orgullosa.
-¡Suéltame! ¡Ayuda! ¡Ayuda por favor!-Grito, más parecía que nadie la había escuchado.
-No. No. No. Gritar no le queda a una bella Dama como tú... Deberías ser un poco más... tranquila...-Y con ello trato de dar un beso a la fémina. Más un golpe en su mejilla le detuvo.
Un enojado Kazuma fue el responsable de esta acción. Aquel sujeto aturdido levemente por el golpe, fue que dejo aquella Dama libre. La cual corrió a los brazos de su esposo. Quien la recibió de manera protectora. Pues su mirada no se despego de aquel tipo que se atrevió a molestar de esa manera a su amada.
Aquel sujeto entonces le sonrió. Sobando su quijada. Mirando retadoramente a su nuevo adversario.
-¿Tú eres...?
-¡Kazuma Tsukumo! ¡Esposo de esta bella mujer! ¡Mira Tsukumo! ¡Y te advierto de una vez, que si vuelves a acercarte a ella! ¡Juro que no tendré contemplaciones contigo!
-...-Aquel sujeto solo lo miro aburrido. Y colocando sus manos en su cintura respondió-Bien, Bien Kazuma... Aunque, ¿Sabes que esta mal visto que interrumpas a una linda pareja en plena muestra de su amor?
-¿Qué...?
Tarde fue cuando reacciono. Pues aquel sujeto le había golpeado duramente separándolo de la bella Dama. Arrojándolo al menos un par de metros lejos al suelo. Mira Grito el nombre de su amado. Más fue acallada de nuevo por aquel tipo que le sonreía con malicia.
-¿Es que acaso no escuchas? Es malo para una bella Dama como tú el gritar de esa manera...-Mira entonces giro su cabeza poco a poco mirando con horror aquel sujeto. El cual seguía manteniendo una de sus manos en su boca.
Mira había pasado por demasiado. Mucho. Y eso le ayudo a hacer lo que hizo a continuación. Pues después de ubicarse en el aquí y ahora. Fue que mordió los dedos de aquel sujeto, provocando que le soltara. Y con una de sus piernas fue que dio un golpe bajo al tipo que se atrevió a sobrepasarse con ella. Dejándolo por un momento en el suelo. Sobando sus partes nobles.
Mira ocupo esto para correr de nuevo con su marido, el cual ya se volvía a levantar mucho más enojado. Más entendiendo la fuerza monstruosa de aquel sujeto. Fue que de su propio comunicador. Marco un número que había registrado días anteriores.
El sujeto en el suelo una vez que se hubo recuperado. Fue que busco con su mirada a aquella Dama, pues esperaba enseñarle una lección. Más de pronto fue que de la nada se encontraba rodeado por distintas personas en traje negro y discos de duelo. Los cuales dieron un grito de guerra al unísono. Distrayendo por un momento al sujeto, que después de ver como convocaban a un sin fin de monstruos. Solo atino a sonreír sádicamente.
-Bueno, Bueno. No se puede complacer a todos, ¿Cierto?-Y emanando un aura de color rojiza. Fue que soltó una carcajada maligna.
-.-.-.-
Aquella pareja ya estaba colocándose sus ropas habituales. Yuma con aquel pantalón blanco con tres lunas a su costado (el cual noto que le quedo apretado en cierta zona). Su playera con una D, su chaleco rojo y sus demas accesorios. Astral por otro lado, con suma elegancia se coloco su camisa de vestir manga larga blanca, su chaleco color negro de un par de botones. Su pantalón negro y sus botines. Agregando sus demas accesorios después.
Los demas solo miraban a otro lado para darle privacidad a la pareja mientras terminaban de cambiarse. Aquel pájaro blanco se poso sin ningun inconveniente en la cabeza del menor. Manteniéndose tranquilo y alerta. Pues hace solo un momento fue que sintió energía maligna en el recinto.
Kaito una vez que observo a la pareja lista para salir. Fue que recibió una notificación de emergencia, la cual mostraba una invasión enemiga hace tan solo un par de minutos. Alterado desplegó una pantalla frente a él. Tecleando con rapidez, mando refuerzos al lugar del altercado. E invadiendo las cámaras de seguridad, pudo divisar como es que en medio del fuego cruzado yacían los padres de Yuma. Los cuales trataban de cubrirse con un monstruo de duelo. El cual ya se estaba debilitando a un ritmo alarmante.
-¡Debemos apresurarnos a salir de aquí! ¡III, Vector no dejen en ningun momento a Yuma y a Astral! ¡Ellos son nuestra prioridad!-Menciono dejando de lado aquella pantalla y colocándose de nuevo su traje de cazador. Listo para el asalto a tan solo unos pasillos.
-¿Qué esta pasando?-Cuestiono alterado Michael mientras activaba su disco de duelo junto a su sello, siendo imitado por Vector, el cual rápidamente se acerco a la pareja mirando a todos lados tratando de encontrar algo fuera de lugar.
-¡Nos atacan! ¡Eso esta pasando! ¡Al parecer un Caballero más a aparecido!-Menciono acercándose a la puerta de salida, acomodando su baraja y disco de duelo- ¡Yuma! ¡Astral! ¡Les encargo a Haruto!-Y con aquellas palabras salió corriendo del lugar. Dejando atrás a un asustado Haruto.
-¡Hermano!-Grito queriendo ir en busca del mayor. Más un par de brazos le detuvieron. Al voltear pudo ver a Yuma con una expresión seria, negando levemente con su cabeza-¡Pero...!
-No Haruto, por favor. No es momento para eso...-Menciono Astral mientras discretamente un aura azul comenzaba a cubrirlo.
El niño entonces miro en dirección a la puerta. Hasta que de la nada un bello pájaro obstruyo su visión. El cual rápidamente paso a ser un joven en armadura.
-No te preocupes Haruto... Tu hermano es una persona muy fuerte. No caerá ante este percance... Confía en él...-Menciono aquel Guerrero tomando en brazos aquel niño. Tratando de consolarle. Haruto le miro, para después pasar su mirada a la pareja, los cuales le sonreían, transmitiéndole seguridad.
-...Tienes razón Hayato-kun... Pero... Aun así...-Tomo con cuidado su pecho. A la altura de su corazón-Es inevitable que me preocupe por él.
-Eso es normal Haruto... Es tu hermano mayor después de todo... Confía en que pronto terminara esto y volveremos a verlo sano y salvo-Menciono Yuma dando una caricia en la cabeza al infante. El cual solo le sonrió ante el tacto.
III entonces se asomo por el pasillo y confirmado con un mapa rápido en su propio comunicador, fue que asintió. Ahora sabía por donde salir y sacar a la pareja de ese lugar. Y llamado su atención fue que dio a conocer su ruta de escape.
-¡Vamos! ¡Debemos salir de aquí!-Los demas asintieron en acuerdo.
-.-.-.-
Aquel Caballero tomaba con fuerza la cabeza de un hombre vestido de negro para después hacerlo volar por los aires, arrojándolo a un par de guardias más que se venían acercando.
El matrimonio estaba alistándose de nuevo para defenderse al ver caer a la mayoría de aquellos guardias. Y preparando sus propios discos de duelo, fue que miraron decididos al tipo frente a ellos. El cual solo les devolvió la mirada aburrido. Más suspirando fue que se acerco hasta ellos.
O ese era el plan. Pues de la nada sintió una peligrosa presencia justo detrás de él. Y volteando con rapidez fue que pudo esquivar un golpe contundente a su persona.
Kaito solo dio un par de saltos antes de ubicarse delante del matrimonio malherido. Los cuales le sonrieron al verlo.
-¡Kaito-kun!-Menciono en alegría aquella Dama.
-Váyanse de aquí... Es peligroso-Ordeno con seriedad sin dejar de ver a su contrincante el cual se preparaba para dar un nuevo golpe.
-¡Pero Yu...!-Intento replicar Kazuma, mas fue interrumpido por el cazador.
-¡Ellos ya deben estar fuera! ¡Vayan!-Grito esquivando aquel golpe del Caballero.
Mira observo a su esposo. El cual solo le sonrió antes de empujarla con suavidad en dirección a la salida. Dándole a entender sus acciones.
-¡Adelántate! ¡Estaré bien! ¡Ayudare a este valiente joven de aquí!-Señalo sutilmente a Kaito. El cual seguía en una batalla intensa con aquel sujeto.
Mira le observo dudando. Más sabiendo que su esposo era fuerte. Fue que asintió con decisión.
-¡Entendido! ¡Estaré afuera! ¡Más vale apurarte Kazuma!-Y con aquellas palabras, corrió en dirección a la salida. Confiando plenamente en su marido.
Kazuma por otro lado. Cambio de baraja. Y subió una vez más su disco de duelo. Preparado para dar una buena batalla.
-¡Oye imbécil! ¡Terminemos con esto!-Grito acercándose a la pelea que cazador y Caballero sostenían. Logrando alejar al Caballero del joven con leves magulladuras.
-¡Señor Kazuma Aléjese!-Grito Kaito alejándose de aquel Caballero junto al mencionado.
-¡¿De que rayos hablas muchacho?! ¡No puedo dejarte solo con esto! ¡No seas necio! ¡Este tipo tiene cartas bajo la manga!
Kaito entonces se enfoco de nuevo en aquel oscuro rival. Notando como aquella aura maligna se volvía aun más grande.
-...¡Entiendo! En ese caso, ¡Por favor bríndeme su fuerza!
-No tienes que decirlo dos veces muchacho. ¡Vamos! ¡Kattobingu!
-¡AHHHH!-
Aquellos hombres se lanzaron en contra de aquel Caballero el cual relucía de maldad. Sonriendo sádicamente.
-.-.-.-
Mira corría a través de los pasillos, tratando de advertir a las personas para que salieran del lugar lo más rápido que podían. Los guardias de seguridad hacian caso a las advertencias al ver tan magullada a la bella Dama, y comenzando a evacuar fue que de pronto de escucho un estallido en los pisos superiores. Mira sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Más volviendo a retomar su camino, no se atrevió a mirar atrás. Logrando salir al poco tiempo de aquel hospital. Pudiendo divisar a lo lejos a la pareja y sus guardianes.
Yuma giro su vista hacia atrás al escuchar el estallido. Notando como uno de los pasillos del hospital ahora era claramente visible.
Astral se percato de esto. Y dejando salir su poder fue que tomo en brazos a Yuma. Quitándole rápidamente su pendiente. De esa manera agregando una protección extra al menor gracias a su bebé.
III se coloco frente a la pareja, mientras Vector tomaba la retaguardia. Aquel Guerrero depósito al infante en el suelo, cerca de la pareja, y planteándose como la primera defensa fue que saco una de sus armas. La cual con un movimiento de sus manos apareció en ellas. Una Naginata de metal blanco apareció para proteger a sus Señores y aquel infante que miraba asustado la situación.
Aquellos jóvenes estaban alertas. Listos para actuar ante cualquier eventualidad. Y divisando a la bella Dama a lo lejos. Solo atinaron a apenas dar unos pasos de regreso. Logrando encontrarse con Mira. La cual estaba claramente alterada y cansada por el largo recorrido. Más importándole poco el dolor en sus piernas fue que se acerco a Yuma para tratar de abrazarlo. Sin embargo fue detenida por un peliblanco baste serio.
Mirándolo por unos instantes trato de entender sus acciones. Más no pudo dar con ellas.
-Astral... Por favor déjame abrazar a mi hijo...-Menciono aquella Dama claramente disgustada.
-No. No puedo. Por favor evite el hacerlo... Al menos por ahora. No queremos que salga volando accidentalmente por los aires a causa de su toque a Yuma...-Trato de explicar Astral a aquella madre. La cual entonces, asintió en mudo entendimiento. Pero sin llegar a entender lo que aquel joven le dijo. Más confiando en sus palabras, se limitó entonces abrazar aquel infante que lucia visiblemente asustado. Tomándolo en brazos.
III vio esto ligeramente molesto. Más recordando como una vez anteriormente salió volando, fue que su enojo se desvió a aquella sombra que se acercaba con rapidez a su ubicación.
Kaito y Kazuma yacían en el suelo. Atados con cadenas oscuras. Impidiéndoles todo movimiento. Sus ojos mostrando impotencia y enojo. Pues ellos estaban a punto de vencer. Hasta que ese tipo saco de la nada una carta extraña. Y de ahí unas cadenas oscuras impidieron todo plan que pudieron pensar. Un movimiento cobarde a su parecer.
Astral veía como aquella sobra se acercaba sin ningun miramiento a ellos. Y haciendo notar su propia aura, fue que provoco que aquella extraña sombra se detuviera. A unos metros del suelo.
Para sorpresa de los presentes ahora justo frente a sus ojos. Un nuevo Caballero hacía acto de presencia. Su rostro enojado y su cuerpo magullado les decía que se vio envuelto en una batalla bastante intensa. Y preparándose ante cualquier movimiento en falso de aquel sujeto, fue que aquel Caballero hablo.
-¡Lamento la demora mis queridos admiradores! ¡Pero ya estoy aquí! ¡El Caballero de la Soberbia a llegado!- Menciono con claro orgullo. Sus ropas moviéndose conforme al viento que soplaba.
-¡Mn! ¡Caballero esto! ¡Caballero aquello! ¡Odio a los tipos presumidos como tú!-Grito de pronto aquel pelinaranja. Llamando la atención de aquel Caballero. El cual claramente se molesto.
-¿Cómo te atreves a faltarme el respeto de esa manera? ¡Aprende cual es tu lugar maldito gusano!-Y apuntando con su mano, una esfera de energía oscura se materializó, la cual estaba lista para lanzarse. Hasta que en una distracción fue que se topó con lo más hermoso que sus ojos hubiesen visto jamás.
Pues un bello joven pelinegro era abrazado por un tonto peliblanco. Esa belleza que desprendía jamás la había visto además de su bella y linda hermanita. Y haciendo desaparecer aquella esfera de energía oscura. Fue que se teletrasporto frente a la pareja. Y dando un rápido golpe al peliblanco hizo que soltara aquella bella Dama de cabello negro.
Tomándola en brazos fue que se elevo de nuevo al cielo. Y girando el rostro de aquella Dama a la fuerza, fue que quiso propinar un beso en los lindos labios de aquella belleza. Hasta que de la nada. Yuma coloco una de sus manos evitando el contacto. Provocando que una muy fuerte descarga al Caballero el cual de inmediato le soltó. Dejándolo caer varios metros de alto.
Siendo apenas atrapado por un muy enojado Astral. Pues su mirada sería y su mejilla magullada le hizo saber que tan molesto estaba.
Astral se había sorprendido por la habilidad de aquel Caballero. Pues de un momento a otro se teletrasporto justo frente a ellos. En su descuido perdiendo a Yuma. El cual de inmediato se alejo de aquel sujeto haciendo uso de la habilidad de su bebé. Y regañándose por no prever un escenario como ese. Sobre todo ver como su amado estaba a punto de ser besado por otro. Eso hizo sus sangre hervir. Un instinto dormido dentro de él despertó con más fuerza que nunca. Y depositando en el suelo a su amado cerca de aquella madre que veía preocupada aquella escena. Fue que lo encargo a su cuidado.
El Guerrero al verse envuelto en aquella escena. Analizando a su enemigo fue que batió aquella arma de manera amenazante y lanzándose sin dudar aquel Caballero fue que dio un golpe certero. El cual momentáneamente fue detenido por otra arma de igual mortal filo. Ocasionando un fuerte choque entre metales.
Aquellos hombres en las alturas se miraron y alejándose con un movimiento de sus armas, fue que de nuevo se abalanzaron en contra del otro. Desatando una fuerte y dura batalla.
Yuma miraba aquello con preocupación y abrazando a su amado fue que apenas noto como la Llave del Emperador comenzó a brillar intensamente para después dejar ver a un par de Guerreros más.
Erí y Ema se mostraban en escena. Y notando al enemigo frente a ellos. Fue que de igual manera cada uno movió sus manos, llamando a su arma. Erí entonces blandió una espada de metal blanco, mientras Ema blandía un látigo con picos de metal blanco. Y ambos preparándose para la batalla, fue que se lanzaron en contra de aquel Caballero. El cual parecía llevar una sucia ventaja en contra de Hayato. Pues él aumento aun más su aura, fuerza y velocidad, gracias a una carta escondida.
El par de Guerreros, apoyando a uno de sus hermanos recién traídos. Fue que la batalla se intensificó. Ondas de energía provocadas por los choques de aquellas armas dejaban secuelas en los objetos cerca a ellos. Dañando incluso la infraestructura del lugar.
Yuma veía todo esto. Mientras era abrazado por un serio Astral. El cual parecía analizar algo que él ignoraba. Vector y III ya habían invocado a su monstruo As con ayuda de su disco de duelo y el sello en sus manos. Haciendo una barrera alrededor de ellos. Dejando al centro a la bella Dama, al infante y a la pareja.
De alguna manera aquel día se había transformado en una intensa batalla. Yuma entonces suspiró en decepción. ¿En qué momento ambos disfrutarían de la tranquilidad y la belleza de su embarazo? No lo sabía. Pero estaba comenzando a hartarse de aquello. Se hizo entonces una nota mental. Prometiéndose hablar con su pareja al respecto. No podían seguir ignorando el problema.
Astral por otro lado. Sus pensamientos no estaban lejos de los de su amado. Su constante fallo hacia la protección de Yuma solo lo hacía ver que seguía siendo solo un aprendiz. Él necesitaba aprender aun más cosas. Más técnicas para proteger a su familia. Ser más precavido y más astuto. No quería admitirlo antes. Pero necesitaba la ayuda de Elifas para lograrlo. Necesitaba entrenarse en el área de las armas. No solo su mente o su magia. Si no también un poco más su cuerpo. Y aceptando aquel hecho. Fue entonces que decidió su siguiente paso. Con aquello comenzaría su camino al arte de la Guerra.
Movió un poco sus brazos, dejando libre al menor, el cual le miro extrañado. Pidiendo con la mirada explicaciones. Fue que con un pequeño susurro menciono.
-Confía en mi...
Yuma dudo. Más su confianza ciega al mayor le permitió dejarlo ir. Diciéndole con determinación.
-Tienes que volver. Sano y a salvo...
-...-Astral le miro y sonriendo, fue que asintió. Y dejando su carta insignia a Yuma en cualquier caso de emergencia, le miro de reojo avanzando hacía la pelea- Prometo acabar con esto de una buena vez...
Y con aquello fue que con un movimiento de su mano. Del suelo surgió una bella espada de metal blanco con joyas incrustadas en ella. Haciéndola parecer de un diseño exótico y poderoso.
Tomando aquella espada, fue entonces que Astral se elevo hasta la pelea. Notando entonces como es que sus Guerreros perdían fuerza a causa de la última carta de aquel Caballero. El cual reía como un desquiciado al ver su victoria cercana.
Fue entonces que con fuerza. Tomando el mango de la espada, se abalanzo en contra de aquel Caballero, los Guerreros abriéndole el paso, dejando el asunto en las manos de su poderoso Señor. Soberbia entonces al ver acercarse con velocidad aquel peliblanco, blandió su propia arma en espera a que colisionara con la poderosa arma de su rival. Más jamás espero a que este desapareciera justo antes de la colisión.
Sorprendiéndose momentáneamente. Fue que no noto como aquel peliblanco aparecía justo detrás de él. Propinado un golpe mortal. Cortando de manera diagonal su espalda. Haciendo que diera un grito adolorido.
Aquel Caballero quiso entonces devolver el golpe. Más con la velocidad y precisión que se le abalanzaba el peliblanco. Le era imposible hacer esta acción. Siendo acorralado al poco tiempo.
Aquellos Guerreros que apenas recuperaban su fuerza. Fue que se dispusieron a ayudar a su Señor. Ema utilizando su látigo, fue que amordazo al Caballero. Azotándolo en contra del suelo. Erí fue el siguiente. Pues levantando su espada fue que asesto un golpe más a su enemigo. Dejándolo medianamente aturdido por la perdida de sangre. Y por último aquel Doppelganger, dejo de lado su arma para cambiar su forma a un Fénix de llamas blancas. Lanzándose en contra del caballero. Ocasionando un nuevo grito agónico por parte del mismo.
Astral entonces supo que debía sellarlo de una buena vez. Y así lo hizo saber a los Guerreros. Los cuales se alejaron rápidamente del moribundo Caballero.
Un extraño sello apareció debajo del moribundo. Y reluciendo unas cadenas blancas fue solucionado por aquel portal a un lugar desconocido para él. De esta manera derrotándolo y sellándolo para salvar su vida. Pues por más que Astral quería matarlo por tal atrevimiento a su amado. Sabía eso no era lo correcto.
Así quedando solamente los presentes sumados a los Guerreros. Quienes sonreían por la dulce victoria. A lo lejos pudiendo divisar a dos hombres conocidos por ellos.
Haruto dejo los brazos de aquella madre y corrió en busca de su hermano. El cual le recibió con los brazos abiertos. Mira por otro lado, imitó la acción pero con su marido, el cual se veía lastimado. Pero feliz.
-¡Cariño!-Grito la bella Dama al abrazar a su marido. El cual solo le devolvió el gesto. Apretándola lo más que podía, haciéndole saber lo feliz que estaba. Disipando cualquier preocupación pasada.
Yuma por otro lado iba en busca de su amado. El cual apenas aterrizaba en el suelo.
-¡Astral!-Grito, feliz. Llamando la atención de su pareja. El cual dejando caer su espada abrió sus brazos para recibirlo.
-¡Yuma! ¿Estas bien? ¿Te sientes mal? ¿Que hay del bebé?-Cuestiono con rapidez. Haciendo solo que Yuma negara con lágrimas en sus ojos.
-Todo esta bien. Astral. Estamos bien... Estamos bien... Oh Astral... ¡Por favor no dejes que se me acerquen así de nuevo!-Menciono a manera de ruego. Abrazando a su amado. El cual le correspondió. Acariciando su espalda.
-Lo prometo...Yuma-Llamo, separándose apenas un poco, y mirándolo intensamente a los ojos contrarios continuó- Soy el único que tiene tu consentimiento para tocarte de esa manera... Y solo con tu permiso puedo decir esto... Soy el único que puede tocarte así. El único con ese derecho... Y prometo que así se mantendrá hasta que lo desees...
-...Siempre...-Correspondió Yuma. A lo cual el mayor sonrió. Y acercándose al menor con cariño y cuidado. Fue que le beso.
Ante la mirada atenta de los presentes. Los cuales sonrieron al ver tal escena. Ahora tranquilos de que la intensa batalla por fin diera su final. Y escuchando de pronto un grito sorprendido fue que voltearon al origen del mismo.
-¡¿Qué rayos paso aquí?!- Fue lo que pido saber Akari. La cual había dejado caer un par de helados. Antiguamente destinados a la pareja.
-Oh Akari. ¡Que bueno que llegaras querida!-Menciono Mira dirigiéndose a ella. Seguida de su esposo.
-¿Ma-Mamá? ¡Por Dios! ¿Estas bien?-Cuestiono acercándose a la bella Dama. La cual solo le sonrió. Asintiendo.
-Nada malo... Al menos nada malo paso...
-¡Eso no me convence mucho!-Menciono Akari alterada.
Kaito entonces dejo en el suelo a su hermano. Y volviendo a desplegar la pantalla de su comunicador. Tomo control de nuevo sobre la situación. Y mirando a la pareja, los cuales ya se habían separado, menciono en un tono cansado.
-¿Volvemos a lo mismo?
La pareja se miro antes de sonreír de la misma forma que Kaito. Cansados.
-Sí... Al parecer sí...-Dijo Astral tomando de la cintura a su amado.
-Mn. Vaya manera de salir del hospital ¿he?...-Menciono Yuma divertido. Aligerando el ambiente.
-Ni que lo digas... Creo que sí necesitamos un descanso... Aunque sea un par de días...
-¿Mundo Astral?-Cuestiono el menor con una sonrisa, recargando su cabeza en el hombro de su amado.
-Mundo Astral...-Correspondió ahora observando el desastre de la batalla contra aquel tramposo Caballero.
Los Guerreros mirando a sus Señores, se emocionaron. Pues después de tanto tiempo. Parecía que pronto irían de regreso a su verdadero hogar. Claro después de ayudar con el desastre ocasionado por el daño colateral de su enfrentamiento.
Vector y III haciendo desaparecer a sus monstruos. Fue que se acercaron a los demás. Ligeramente cansados por utilizar aquella magia de los sellos de manera constante y de cierta manera prolongada. Y hablando a la pareja fue que sus cuerpos dejaron de estar alertas.
-Ustedes de verdad que son como imanes...-Menciono Vector a manera de burla.
-¿Imanes?-Cuestiono el peliblanco viéndolo de reojo.
-Si así es. Cualquier desastre es causado por ustedes...-Contesto de manera retadora. A lo que el peliblanco esta vez ignoro.
-Ajá...
III y Yuma solo les veían sonriendo con ligera incomodidad. Ambos hombres se querían... A su manera, suponían. Pero lo hacían de todas formas. Aunque ambos lo negaran vehemente.
