Kaito seguía dando ordenes a diestra y siniestra. Los Guardias menos dañados eran los que habían tomado el relevo a sus demás compañeros. Los cuales de inmediato fueron internados en el mismo hospital. Personas iban de aquí allá tratando de ayudar en lo mejor que podían.

Akari se había alejado un poco con su madre y padre. Los cuales le explicaron la situación y el por qué de tanto alboroto. Gritos alterados se escuchaban a lo lejos. Mientras el cuarteto de amigos se ubicaba cerca de aquellos Guerreros levemente heridos.

-Esta vez fue un ataque mucho más fuerte... ¿Por qué? ¿Que diferencia hubo de los anteriores a este? Digo. Siguen siendo de la misma calaña ¿No?-Menciono aquel pelinaranja atrayendo la atención de los presentes.

-Puede ser... Puede ser... -Menciono III en apoyo.

-Lamento el interrumpir así pero...-Menciono Erí acercándose un poco más a los jóvenes- En la batalla pudimos notar como es que Soberbia utilizó cartas mágicas o de apoyo. Pensamos que de ahí radicó el cambio en los ataques...

-Ciertamente note lo mismo-Menciono ahora el peliblanco mirando de soslayo a los Guerreros- Y eso combinado a su habilidad lo hizo un duro oponente...

-¿Habilidad?-Cuestiono Yuma con interés, tratando de recordar lo que vivió.

-Sí. Tu la viste en primera persona. La habilidad de transportarse...-Astral entonces solo suspiro- Es cierto que tengo muchas habilidades. Pero esa es una con la que he batallado mas en dominar... No creí que un Caballero tuviese tal carta bajo la manga...

-Astral-Llamo el pelirosa con una mirada curiosa-¿Puedo saber cuantas habilidades poses? Quiero decir. En todo el tiempo que Vector y yo hemos estado a su cargo. Hemos visto muchas habilidades ser usadas en práctica... Y eso me hace querer preguntar eso. ¿Cuantas habilidades tienes?

-...-Astral se mostro por un momento con duda. Más colocando una de sus manos en su mentón y la otra en su cintura, mirando hacía arriba tratando se recordar, fue que contestó-No estoy seguro... Poner un número, no me facilitaría las cosas... Puedo decir que algunas habilidades son innatas de mi raza...-Menciono mirando al pelirosa- Pero otras son aprendidas junto al título que ahora poseo... Ciertamente también puedo replicar alguna habilidad que haya visto. Pero tardo mucho en dominarla por completo... Así que... Eso me lleva a contestar, que realmente no lo sé y no soy consciente de un número...

-...Entiendo...-Dijo III no muy satisfecho. Pero comprendiendo que se trataba no de una persona. Si no que más bien era de un ser Astral. Lo dejo así.

-¿Entonces que es lo que haremos con el imbécil?-Cuestiono Vector colocando sus manos detrás de su cabeza.

-Es una excelente pregunta... ¿Astral? ¿Qué es lo que haremos con él?-Preguntó Yuma mirando con curiosidad a su amado. El cual pareció meditarlo por unos segundos hasta que con felicidad, dijo.

-¡Matémoslo!

Los Guerreros solo sintieron un escalofrío recorrer su espalda. Pues para que su Rey sea una persona amable y comprensible, aquella respuesta los descoloco por mucho. Imaginándose el como habría sido si ellos en su momento le hubiesen hecho enojar más de la cuenta.

-¡Vaya! ¡Hasta que por fin dices algo coherente y razonable!-Menciono Vector con una sonrisa satisfecha.

-¡Astral! ¡No podemos hacer eso!-Reclamo el menor. Haciendo que ambos rivales le miraran de manera extraña. Tres suspiros se escucharon a lo lejos.

-¿Qué? O vamos. ¡Se lo merece! ¡Ese idiota se atrevió a tocarte! ¡A mi juicio es lo más razonable!-Replico el peliblanco a su pareja. El cual le miraba con su lindo seño fruncido.

-¡Astral! En un Guerrero... No puedes matarlo... Por más que lo deseemos...

-¡Ja! ¡Lo admitiste!

-Astral por favor...-Menciono Yuma tomando con una de sus manos su cabeza.

-¡No puedo creerlo! ¡El salvador del mundo Astral quiere cometer homicidio! Jajajaja y yo creía que jamás lo vería... Me alegra estar vivo-Menciono Vector con burla. Más fue olímpicamente ignorado por la pareja.

-Yuma... Vamos... Podemos sobrevivir sin un Guerrero de la Esperanza menos...-Rogo el peliblanco a su pareja. El cual solo negó con su cabeza.

-No Astral...-El menor suspiro y cambió su idioma al del mayor- Se que estas molesto... Mucho de hecho... Pero no puedes solo asesinar tus problemas tratando de arrojarlos por la ventana... Además hay nueva información con su llegada...

-No lo creo... De hecho lo dudo mucho...

-¡No puedes cerrarte de esa manera Cariño!...

-No lo hago...

-Sí lo haces...

-Que no...

-Sí

-No

-Sí

-No

-No-Menciono Yuma. Confundiendo a su pareja.

- - Termino por contradecirse el peliblanco. El cual solo le miro retadoramente.

- ¿Ves? Tu ya lo admitiste...

-Yuma...- Menciono el peliblanco. Sin dejar de mirar a su pareja. Quien le veía con triunfo y ligera burla.

-¿Si cariño?-El menor volvió a hablar en su propio idioma.

-...Nada...-Astral se rindió. Más se prometió a si mismo enseñarle una lección aquel imbécil Caballero.

-¡Ja! Pero mira que domesticado te tiene Yuma, Astral...-Menciono Vector acercándose a la pareja. Más fue detenido por una mano delicada que se poso en su hombro. Mirando de soslayo fue que pudo distinguir a un bello pelirosa con su lindo seño fruncido.

-Mejor Cállate de una vez Vector. No estas ayudando en nada...-Advirtió Michael. Vector dudo si en no hacerle caso o de plano dejar aquellas provocaciones.

-No puedes...-Aquel reclamo murió en sus labios al ver un aura oscura salir del pelirosa.

- Dije... Cállate Vector- El mencionado al ver aquello paso duramente saliva. Y solo asintiendo detuvo toda acción que pudiera enojar más al pelirosa. Quien al ver que sus palabras eran escuchadas. Sonrió con satisfacción.

La pareja miro esto de manera ligeramente sorprendida. Más al mayor le gano la risa. Y girando sobre si mismo fue que trato de ocultar su alegría. Yuma solo suspiró ante las acciones de su amado. Preguntándose, ¿Cómo es que su prometido era un importante Rey en otro mundo?

Pero dejando aquella escena que les tranquilizó de lado. Fue que se dirigió de nuevo con aquellos Guerreros.

-Erí-san, Ema-san, Hayato-san... Gracias por ayudarnos-Agradeció dando una pequeña reverencia a lo que aquellos Guerreros se alteraron.

-Su-Su Majestad no tiene por que haces eso-Menciono en tartamudeo aquella ángel. Moviendo sus manos en negación.

-¡Ema tiene razón! Por favor. Reina Yuma. Nosotros somos quienes debemos agradecerle-Dijo Hayato hincándose ante su monarca. Levemente sonrojado. Siendo imitado por sus compañeros.

-Hayato dice la verdad-Replico Erí dirigiendo su mirada al suelo- El Rey Astral nos brindó parte de su poder para curarnos y ayudarnos en la batalla... Quienes debemos agradecerles somos nosotros...

-¡Es cierto mi Reina! Nuestro deber es protegerlos... Y nos honra hacer nuestro deber como se debe. Procuraremos hacer mejor nuestro trabajo la próxima vez...-Menciono Ema inclinándose un poco más.

Yuma miraba esto con incomodidad. No estaba acostumbrado a tanto respeto y mucho menos que alguien lo viese con admiración. Astral después de burlarse por al menos otros cinco minutos, noto como es que Yuma sufría por no saber que decir. Y yendo a su rescate, se poso a un lado de él. Cambiando su voz a una autoritaria. Dirigiéndose a aquellos Guerreros.

-Erí, Ema, Hayato... No se preocupen por esos detalles... Deben aprender de la batalla. De sus oponentes. Los tiempos cambian y la manera de proceder a veces se vuelve complicada... El Caballero uso trucos sucios que favorecían a su persona... Procuren abrir sus ojos y pensar en una estrategia que les ayude a ganar... De ahí en más... Buen trabajo...-Les felicito.

Aquellos Guerreros arrodillados posando su mirada en su Rey. De la nada juraron ver un par de alas detrás de la espalda del mismo. Al igual que detrás de su Reina. Ángeles. Ángeles bellos y misericordiosos que les extendían su mano para llevarlos a un bello lugar. Ema comenzó a llorar sacando un pañuelo de su traje. Mientras Erí trataba de contener su felicidad. Hayato por otro lado sonrió con felicidad. Y los tres orgullosos Guerreros con animo renovado, fue que hablaron al unísono.

-¡Gracias sus Majestades! Que la Gloria y la Victoria sean sus guías...

-Digo lo mismo-Menciono Astral dando una leve reverencia.

Aquellos Guerreros entonces al no ver ninguna otra amenaza, comenzaron a despedirse parándose orgullosamente del lugar. Yuma sonrió y les extendió su mano a manera de saludo. Más no llego a tocarlos. Pues recordó un pequeño gran detalle.

-Astral...-Llamo con suavidad-¿Podrás regresarme mi pendiente?

Astral le miro y reaccionando torpemente fue que sonrió nervioso. Más con rapidez devolvió aquel arete. El cual fue colocado de inmediato en la oreja del menor. Y sintiéndose listo. Ahora si despidió como se debía aquellos Guerreros.

III y Vector miraban esto a lo lejos. Sonriendo tenuemente por el "Final Feliz" que tuvo aquel encuentro.

-Podemos relajarnos ahora, ¿No?-Cuestiono Michael a su acompañante.

-Supongo que sí...-Contesto de manera desinteresada.

-Oye...-Llamo el menor. A lo que Vector solo le miro de soslayo.

-¿Qué?

-Hay un buen restaurante cerca de aquí... Me preguntaba sí...-Iba a dar por abierta aquella invitación. La cual fue interrumpida de inmediato por el mayor. Quien le tomo de las manos mirándolo soñadoramente.

-¡Estoy libre y por supuesto!-Y con aquellas palabras fue que la cita se acordó. La cual tendría lugar después de dejar a la pareja a salvo en su hogar. Después de todo. ¿Quien dice que no a la comida?

Por otro lado Astral estaba más que listo para volver a trasladar a aquellos Guerreros de nuevo a la Llave. Hasta que recordó los daños materiales que su batalla ocasiono.

-Un minuto...-Llamo a los Guerreros. Quienes le miraron curiosos- ¿Podrán ayudarme con su magia para restaurar con los daños?-Cuestiono con un suspiro. Recibiendo una afirmación por parte de los Guerreros.

Y ante la mirada de los presentes, alzaron en vuelo y rodeando la infraestructura dañada. Fue que una energía dorada salió de sus cuerpos. Ocasionado un extraño bucle en el lugar. Pues aquellos escombros justo ahora volvían a colocarse en donde antes había una pared. Una puerta, entre otras cosas. Era ver como una cinta cinematográfica al revés.

Y una vez vieron aquel trabajo terminado. Fue que sonrieron satisfechos, y bajando de nuevo justo frente a sus Señores. Fue que volvieron a arrodillarse.

-Esta hecho mis Señores...-Menciono un feliz Erí. Y Astral viendo como Kaito suspiraba de alivió fue que se dispuso a devolverlos a la Llave del Emperador. Aquellos Guerreros fueron envueltos en una luz dorada antes de desaparecer en pequeñas partículas de luz. Dando por terminado su principal trabajo por ahora. Proteger a la Familia Real.

El cuarteto de amigos entonces se acerco de nueva cuenta a Kaito. Quién les espero con una sonrisa satisfecha. Dejando de lado aquella pantalla de comando.

-Nada mal Astral... Deberías ayudarnos de esa manera más seguido-Menciono tomando a su hermano en brazos. El cual se dejo hacer, contento.

-Lo tendré en cuenta...-Respondió el mencionado.

El ambiente se sentía tranquilo. Ameno. Y eso era pauta para comenzar con las nuevas preguntas. Astral resumió toda la información que pudo extraer de su encuentro con el Caballero. Vector y III escucharon atentamente, mientras Yuma comenzaba a atar cabos sueltos.

-Eso sería todo. Al menos por ahora...-Termino aquel peliblanco. Kaito solo asintió en respuesta.

-Entiendo... En ese caso algunos planes deberán acomodarse ante este nuevo escenario-Menciono el cazador seriamente.

-Eso me temo... Aun falta convertirlo en Guerrero...

-Sí... Un favor-Pidió aquel cazador mirando a la pareja- Cuando vayan a convertirlo... avísenme... Quiero estar presente ante cualquier eventualidad...- Yuma y Astral asintieron con una sonrisa.

-Espera Kaito-san...-Llamo III- ¿Entonces nosotros debemos acoplarnos a lo que surjan en los planes?

-...-Kaito lo pensó un momento antes de asentir- Sí. Sera nuestro primer paso. Pero primero, debemos actualizar nuestra base de datos... Estén al pendiente... Por ahora tengo que retirarme... Hay bastante papeleo por hacer...

Astral sintió el dolor de su amigo. Él también odiaba el papeleo. Y apiadándose un poco del cazador. Fue que chasqueo sus dedos. Provocando que una corriente de energía envolviera sutilmente a Kaito. Dejándole listo y con energía para lo que tenía que hacer.

-...Gracias... Eso fue... Extraño...-Menciono Kaito abrazando con un poco más de fuerza a su hermano. Quien le miraba sonriente. Pues aquellas heridas habían desaparecido así como las rasgaduras de su traje.

-Para nada... Tómalo como un agradecimiento-Menciono el peliblanco, mirándole con una sonrisa.

Kaito sonrió y comenzando a encaminarse de regreso al recinto. Fue que Haruto alcanzo a despedirse. Moviendo su mano a manera de despedida.

-¡Yuma! ¡Astral! ¡Cuídense! ¡Despídanse de Hayato por mi!

-¡Sí!- Grito Yuma agitando su mano. Sin percatarse de una pelirosa acercándose rápidamente. La cual le tomo en brazos.

-¡Yuma! Estas bien...-Menciono Akari mirándole a los ojos totalmente preocupada- Mamá me conto todo. Fue horrible... ¿El tipo que te acompaña sigue vivo?

Astral hizo un ligero gesto de enojo al escucharla. Más acercándose a su amado. Fue que pudo quitárselo de sus brazos.

-Sigo vivo Akari-san... Gracias por preocuparte tanto por mí-Agradeció sarcásticamente.

- Tsk... Hola Astral. Veo que estas bien...-Dijo mirando de mala manera al peliblanco.

-Hola para ti también Akari... Veo que es hora de regresar a casa...

Akari se enojo al escuchar al peliblanco mencionar esa familiaridad a su hogar. Más una mirada rápida a Yuma le hizo reconsiderar sus opiniones. Y suspirando derrotada, solo atino a mencionar.

-Como sea... Será mejor que nos vayamos ya...

-Hecho...-Y con ello Astral y Yuma se dirigieron a sus Guardias los cuales solo se limitaron a seguirles.

-Los vigilaremos hasta que lleguen a casa... De ahí nos retiraremos...-Menciono III comenzando a caminar junto a ellos. Vector siguiéndole de cerca.

-.-.-.-.-

Una vez que la pareja llego a casa sanos y salvos, fue que sus Guardias dieron sus despedidas antes de desaparecer entre el sol de la tarde. Akari siguió abrazando a Yuma un rato más antes de ir directamente a su oficina, pues la editorial para la que trabajaba exigió un par de documentos para seguir con una cierta nota que ella escribió.

Mira junto a Kazuma preguntaban de vez en vez a la pareja si todo estaba bien. Yuma y Astral confundidos solo contestaban que sí.

El peliblanco se ofreció para ayudar a tratar las heridas del padre de familia. Más siendo rechazado, solo suspiro. Kazuma deseaba que fuese su esposa quien le ayudara a curarse. Mira se sonrojo levemente ante lo pedido. Más sonriéndole asintió.

El ambiente paso a ser hogareño y reconfortante. La pareja por fin pudo respirar al ver un lugar conocido por ellos. Y una vez que explicaron con una mentira el por qué Mira no pudo tocar a Yuma. Fue que ambos se escaparon a su habitación. Cerrando la puerta para no ser interrumpidos.

Yuma miro a Astral de manera sugerente. Acercándolo a su cuerpo. Susurrando.

-¿Sabes que podríamos hacer?

-¿Qué?-Respondió Astral de la misma manera.

-Pues...

-.-.-.-

A la luz de la luna. En el hogar de la familia Tsukumo, se podían observar a dos jóvenes durmiendo profundamente en aquella mullida cama. Ambos aún con sus ropas puestas y sin haberse cambiado. Abrazándose dejaban salir un pequeño hilo de saliva en aquellas almohadas. Ambos completamente agotados. Física y mentalmente. Obteniendo el descanso tan ansiado que ambos deseaban. Y sin percatarse de como aquel ritual sagrado para ambos iniciaba. Fue que se dejaron llevar por Morfeo.

Ajenos al mundo que les rodeaba. El mundo que les abrazaba.