TRES

LEVI

Escabullirse, deslizarse entre las personas era algo que Levi no hacía desde sus tiempos en la Ciudad Subterránea. Y que él supiera la infiltración tampoco era una materia que impartieran en la milicia, mucho menos en la legión. Allá solo les enseñaban a los cadetes lo que es artillería, defensa personal, manejo de armas, cuchillas y claramente el manejo del EM3D. Pero habilidades como burlar la vigilancia, abrir cualquier tipo de cerraduras, identificar entradas en el lugar menos esperado, y hacer de pequeñas cosas una herramienta eran técnicas amaestradas por el propio esfuerzo de él. Era algo presuntuoso de admitir para Levi, pero en el pasado, él no se consideraba como cualquier ladrón o matón ordinario. Mientras ellos eran bordes, toscos y preferían el uso de la fuerza bruta, Levi fue un ladrón decente que prefería usar el cerebro que los músculos para desarrollar sus trabajos con la mayor fineza.

Infiltrarse en los compartimientos del barco extranjero no supuso un gran reto solo por el pequeño detalle de que tenía que guiar paso a paso a Armin y Sasha, dos de sus subordinados menos ágiles en su escuadrón. Los tres, enfundados con el uniforme especial de operaciones tenían la tarea de substraer la mayor información posible, mientras el resto de la escuadra mantenían la atención fuera de ellos.

A pesar de lo inmensa que era la nave, de los anteriores buques que habían logrado confiscar, sabían que estas máquinas tenían una estructura base. Su objetivo era la cabina de mando del capitán, allí esperaban encontrar pruebas que confirmaran o desmintieran la razón que trajo a esa gente a la isla.

Había una razón por la que había traído a Armin y Sasha. Por muy bueno que Levi sea en el arte de escabullirse flaqueaba un poco cuando se trataba de sortear documentos sin saber exactamente lo que buscaba. Armin era bueno para eso, para ver los patrones. Y en cuanto a Sasha, no venía en mal tener un par de oídos y ojos extra que percibieran la menor señal de ser atrapados.

Cuando Levi había logrado sortearlos a través de la nave hasta al puente de mando, con una señal dejo a Sasha cerca de la entrada para que hiciera vigilancia y se internó con Armin en la cabina. Primero, estaba lo de confirmar la ruta del navío de Willy. Estas naves trazaban su trayectoria en mapas.

- Aquí esta Marley – señala Armin, una extensión de tierra en un continente más amplio – Ellos dijeron que fueron a un compromiso con una región al norte – Armin sigue los puntos sucesivos que marcaban la trayectoria seguida por el barco en sentido ascendente – De ahí, regresaron por la misma ruta hasta este punto – la ruta descendió hasta toparse con el símbolo que Levi supuso seria la catástrofe mencionada – Esto los alejo de la ruta varias millas al este. Retomaron la ruta – la ruta ahora descendía en diagonal – Hasta dar con la isla: Las Murallas – Leyó finalmente Armin hasta donde la ruta terminaba en un espacio de mar abierto donde lo habían rellenado con unos garabatos poco compresibles para él.

- ¿Entiendes lo que dice? – pregunta con curiosidad Levi mientras inspecciona los bordes del mapa.

- La mayor parte – contesta Armin – Nuestra escritura es una derivada de la marleyana. Sino que perdió su estructura original con el tiempo adoptando nuestro propio vocabulario. – El mapa estaba suspendido por sujeciones a cada esquina. Levi probo uno y este cedió – Annie me alcanzo a enseñar lo necesario.

- ¿Leonheart? – no puede evitar arquear una ceja mientras le señalaba los seguros del tablero al otro lado a Armin.

- Sí – es la única respuesta que le ofrece Armin y Levi decide dejarlo ahí.

Cuando sueltan los seguros por ambos lados deslizan la plantilla del mapa por sus corredores descubriendo en el proceso una réplica del mapa debajo, pero ampliada, enfocada solamente en el continente de Marley. Cuando bajan la plantilla del primero se permiten estudiar la desvelada.

La mitad izquierda la cubría la extensión de terreno que dominaba Marley, y en la parte derecha la seguía la extensión de mar. Ahí está, fue el pensamiento de Levi al identificar las rutas que serpenteaban en el lado derecho del mapa cada una acercándose más a la región noreste donde se ubicaba la isla.

- Estaban buscando la isla – Armin llega a la misma conclusión de Levi. Ahí quedaba desmentido Willy y toda su estrafalaria historia de fenómenos naturales que lo llevaron a la isla – Tenemos que llevarnos esto, capitán. Es nuestra prueba.

Levi asiente en acuerdo y proceden a bajar la segunda plantilla del mapa. Su infiltración era secreta hasta que hallaran pruebas de la mala fe de esa gente. Aunque no importaba si se daban cuenta o no del robo, las mañas no se olvidan. Levi se aseguró de dejar todo como lo encontraron.

Cuando se reunieron con Sasha en la salida ésta sostenía en sus manos un pergamino.

- ¿Qué haces con eso, Blouse? -intento expresar Levi con la mayor paciencia.

- Lo encontré en ese compartimiento -señala ella apresuradamente a un casillero colindante a la entrada- Estaba bien resguardado. Intenté leerlo, pero no entendí nada.

- No te mande a… - Levi intenta mesurar su genio por el bien de mantener el sigilo. Suelta una insonora exhalación – Armin, ¿puedes mirarlo?

Armin desenrolla la carta y con la frente fruncida intenta descifrar el mensaje.

- Es un… compromiso de ascenso… otorgado a ¿Oniakpan? Es un nombre difícil – Levi ve como Sasha se retuerce en su lugar por el insignificante mensaje – Por cumplir con el deber de… traer a salvo a la familia Ti… - Los ojos de Armin se abren por completo.

- ¿Qué dice? – pregunta con ansia Sasha.

- Es… - Armin sacude la cabeza - Capitán, ¿Cuál fue el apellido con el que se identificó Willy?

- ¿El apellido?... Taiba.

- Claro – expresa con incredulidad Armin, mientras saca un lápiz de uno de sus bolsillos y sin remilgos empieza a garabatear en el reverso del documento. – Así está escrito "Taiba". Hay unas reglas que me explico Annie sobre la pronunciación de algunas letras. Si lo fuéramos a transcribir del texto a nuestra letra, la pronunciación corriente para nosotros no sería Taiba, sino…

- ¿Tybur? – interrumpe Sasha al seguir los trazos de Armin.

- Sí, la familia Tybur. – el nombre le suena familiar a Levi, pero no logra recordar de qué. Armin ve su confusión – Es…

- ¡La que dirigió el ataque en la Ciudad Subterránea! – exclama Sasha con alarma adelantándose a Armin. Levi iba a reprender a Sasha por alzar la voz cuando esta habla de nuevo – Hora de irse. -Dice ella mientras mira hacia el final del pasillo vacío por el que todavía no se ve nadie. Levi no quiso ponerse a cuestionar los instintos de Sasha por lo que rápidamente desalojaron el lugar.


- Así que… ¿la familia de la que instigó toda la pesadilla en la Ciudad Subterránea decidió aventurarse en las aguas hasta dar con la isla? – comento Hange con tono apesadumbrado mientras contemplaba sin gana los ejercicios de entrenamiento matutino de los soldados.

- Podría decirse que sí – murmura Levi quien con gesto aburrido observaba el circuito de obstáculos que habían instalado para el acondicionamiento de los soldados que hacían servicio en la costa.

Hacía menos de una semana de su montaje. Además de mantener en forma a los soldados el propósito para la recién ensamblada pista fue el reducir el personal que circulaba en el área del puerto. Habían invitado a Willy y a su familia a que presenciaran un espectáculo de agilidad en la inauguración de la pista, espectáculo que trascendió a competencia cuando unas cuantas adulaciones rumoradas entre la tripulación de Willy sobre la insuperable habilidad de los soldados de la legión había llamado la atención de este y varios de sus hombres.

Levi había alcanzado a llegar cuando Jean, Connie y Mikasa estaban haciendo una impecable carrera de ella, ganándose la atención y admiración de los que se habían acercado a observar. Los tres mantuvieron un ritmo estable y coordinado con el otro, sin fallos ni errores confirmándole una vez más a Levi que si Armin era el cerebro, Sasha la de los sentidos desarrollados, el resto eran las piernas y brazos del grupo. Pero a comparación de los demás que estaban maravillados con la perfecta sincronía de los tres, el conocimiento y la experiencia le dijo a Levi cual era la extremidad más fuerte. De una sola observación supo perfectamente como Mikasa se contenía por no sobrepasar a los otros dos. Quizás para no sobresalir o para no desalentar a los otros o simplemente para no ganar más atención de la ya obtenida, en especial del sector masculino. Cosa que confirmo cuando levemente cruzo miradas con Mikasa y con un solo gesto le hizo saber lo poco que le agradaba hacer espectáculos, Levi simplemente la ignoro y siguió de largo.

- Debo llevar a Willy a Las Murallas – le comenta Hange, que se había sentado cruzada de piernas en el césped. Algo que sus pantalones no iban a agradecer, noto Levi con disgusto – Son las indicaciones que me dieron.

- Hm. ¿y eso es malo?

- No – Hange se apoya en sus palmas y echa la cabeza hacia atrás para contemplar el cielo – Es una buena forma de presentar a Las Murallas como una civilización organizada. Y sé que Willy ha estado haciendo tiempo para esta invitación.

- ¿Entonces?

- Lo malo es lo que me acabas de decir. Hay una intención oculta tras todo esto.

- Siempre hay una – murmura Levi para sí mismo - ¿Qué vas a hacer entonces?

Hange se levanta de un salto y le da una sonrisa socarrona.

- Confrontación directa.

Conociendo a Hange como lo hacía Levi sabía que las palabras de ella tocaba tomarlas literalmente, por lo que no se sorprendió cuando ella se encamino directo al pabellón donde Willy se resguardaba del sol. Levi no podía negar que el porte y estilo del hombre le agradaban, al verlo finamente sentado mientras leía un diario con un juego de té al lado. Varios de sus familiares estaban dispersos en sus propios asuntos.

- Willy. Tengo noticias para usted. – fue como anuncio Hange su entrada.

Willy solo asiente mientras cerraba su libro y hacia un gesto a una de las mujeres del lugar, la cual como un comando empezó a arrear a los niños del lugar, fuera del pabellón. Solamente quedaron los más ancianos, Willy, Hange y él en el sitio.

- Escucho, comandante Hange – expresa finalmente él con tono cortes.

- He recibido noticias de Las Murallas. He sido autorizada para escoltarlo al reino.

- Es bueno escuchar eso.

- Sin embargo, proceder a ello es bajo mi criterio. Es mi deber y función asegurarme que la gente que llevo a las murallas no supone algún peligro para ella.

- ¿Y qué le dice su criterio ahora?

- Que usted es uno potencial. Dígame, Willy ¿Por qué mentir y decir que toparon con nosotros por casualidad cuando las cosas apuntan a que estaba en la búsqueda de la isla? – inquiere Hange mientras extiende el mapa que Levi había sacado del barco.

Willy se ve ligeramente sorprendido al ver el mapa que desvelaba su fachada, los ancianos al igual que Levi solo prestaban oídos a la conversación.

- Veo que su criterio tiene nombre y apellido – comenta finalmente Willy mientras da una mirada subrepticia a Levi con su uniforme especial. No había tenido tiempo para cambiarse.

- Ya se lo dije, es parte de mi trabajo. Entonces, Willy ¿Cuál es su respuesta? ¿Acaso conocía la existencia de esta isla? – Pregunta capciosa pensó Levi sin apartar la mirada de los sujetos en el lugar.

El murmullo de los ancianos es lo demasiado bajo para parecer un zumbido de fondo en la situación. Por otro lado, Willy cogió de nuevo el diario y se quedó contemplándolo por unos momentos en gesto pensativo, en ningún momento volteo a mirar a los otros para pedir auxilio o consejo en lo que hacer.

- Efectivamente estaba en la búsqueda de este lugar – Willy se pone de pie – Encontrarlo es como si un mito se hubiera vuelto realidad.

- ¿Un mito?

- Sí, y una esperanza. No le negaré que las circunstancias de este lugar me intrigan. Su desconocida existencia, su nulo registro en los mapas o naciones conocidas. – Willy encoge sus hombros – Pero más allá de todo eso, tengo un interés particular al encontrar esta isla.

- ¿La esperanza? – señala Hange - ¿De qué se trata?

- Lara – es la simple respuesta que da él mientras saca del diario una fotografía de una mujer de mediana edad y expresión seria para enseñárselas a ellos.

Aunque el rostro de Levi no denota ni un atisbo de reconocimiento, sus sentidos si lo hacen al reconocer a la mujer como aquella a la que habían identificado como la titan cambiante encubierta en la Ciudad Subterránea. Atisba como las expresiones poco entrenadas de Hange revelan un destello de reconocimiento a la fotografía, algo que la mirada atenta de Willy no pierde detalle.

- Lara es mi hermana. El deber y otros factores hicieron que se postulara a una expedición al mar de la cual no regreso.

- Piensa que se encuentra acá – concluye Hange.

- Así es. – Willy vuelve a guardarse la foto antes de concentrar su atención en Hange - ¿Cuál es su veredicto ahora, comandante? ¿Piensa correrme de la isla o le dará la oportunidad a esta pobre familia de encontrar la paz a la vez que le abrimos una brecha política a la isla?


- A excepción de Jaeger y Arlet, el resto de ustedes permanecerán acá para garantizar la seguridad del resto de la familia Tybur – anuncio Levi esa tarde cuando se había reunido con los miembros de su escuadrón.

- Al final si se va a reunir con los altos mandos – comento Jean.

- ¿Pero si se entera de lo que paso en la Ciudad Subterránea? – pregunto con duda Sasha.

- No tendría por qué, solo nosotros sabemos lo que paso... – contesto un atento Armin.

- Si, ¿Quién se lo diría? Idiota – responde a su vez Connie.

Hange había decidido llevar a Willy a las murallas. Rechazarlo o enemistarse con él implicaría perder grandes oportunidades. Por sugerencia de Hange, debido al trayecto largo y la no disponibilidad de transporte adecuado habían decidido que Willy iría en representación de los Tybur, junto con un asistente y una pequeña guardia personal. A cambio había prometido garantizar la seguridad de él y su familia con sus mejores hombres.

Ya una vez informado su escuadrón y aprovechando que las dudas que tenían se las contestaban ellos mismos Levi se retiró del lugar. Se encontraba agotado, desde la infiltración en la madrugada hasta la charla con Willy no se había tomado ningún descanso. Más teniendo en cuenta que apenas había dormido un par de horas nada reparadoras. Últimamente, tenía sueños inquietos que le quitaban todo el gusto que le ofrecía las escasas horas de cama. Tenía la intención de ir a dormitar, aunque sea unos minutos en una silla en un lugar apartado.

Pero primero lo primero.

- ¿Qué pasa? – pregunto sin alterar el paso de su caminata.

- Quisiera saber por qué somos exentos de hacer de escolta a las murallas – es la voz de Mikasa la que responde a unos pasos tras él.

- No están exentos. La tarea de ustedes es vigilar que ninguno de ellos se aleje más de lo permitido de la zona.

- ¿Entonces Armin y Eren?

- Armin es más útil al lado de Hange y el… - Levi detiene la marcha para girarse y mirar con gesto incrédulo a Mikasa - ¿Por qué no vas directo al grano y pides ser parte de la escolta para no separarte de Jaeger?

- No es esa mi intención – responde Mikasa con el entrecejo fruncido a buena distancia de él, sus brazos cruzados tras la espalda.

- ¿Cuál es entonces?

- No veo ningún motivo por el que Eren tenga que regresar. No toma parte en las decisiones como Armin, ni tampoco ostenta el rango para asistir a las ceremonias oficiales.

- ¿Y? – Levi cruza sus brazos sobre el pecho en actitud desinteresada.

- ¿Por qué llevarse a Eren? – sí, había motivos. Pero nada que estuviera en la obligación de compartir con ella.

- No es de tu incumbencia, mocosa. – contesta Levi mientras retomaba su camino.

- ¿Es que no lo entiende? – Mikasa no se rendía – Eren ha estado un poco sensible. Con todo. Lo desalienta saberse un desconocido para casi todos. Evita encontrarse con gente que lo conocía, pero ahora pasan de él. Y alejarlo de nosotros solo hará mella en eso.

- Me aseguraré de darle un par de palmadas en la espalda de vez en cuando.

Levi alcanza a escuchar una exhalación que camufla una maldición a su espalda, pero lo deja pasar.

- ¿Por qué estoy recibiendo tareas tan… insustanciales?

- ¿De qué hablas ahora? – suspira Levi con un poco de fastidio en la voz mientras se gira nuevamente a encararla.

- Hablo de construcción, distracción, vigilancia. Soy mejor que eso.

Ahora Levi sabia de que hablaba ella. Mientras ella estaba asignada en el grupo de construcción e instalación de la pista, él estaba haciendo reconocimiento de los patrones de guardia y estructura del barco con otros; mientras ella estaba dando una muestra al público de sus habilidades, él estaba infiltrándose en la guarida del lobo; ahora que la dejaba en el grupo de vigilancia, él iba en el de escolta a las murallas. Levi no sabía si Mikasa era estúpida por quejarse de esas trivialidades o quizás era que extrañaba el toque de peligro en su vida. Quizás ambas.

- A ver, cría. El como yo designe las misiones solo me compete a mí. Tomo en cuenta a cada uno de ustedes, no tengo favoritismos con ninguno. No seas pretenciosa al creerte superior a los demás.

- No lo hago – el tono de ella es casi indignado – Pero me pregunto si esto es… alguna clase de castigo por… lo que paso antes.

¿Era un castigo? No realmente. Mas bien un respiro para él. Levi no quería a Mikasa y sus insidiosas miradas en medio de algún operativo con él. Al menos no por el momento.

- Te quedarás. Fin del asunto. ¿Entendido? - Levi ve como una réplica parece querer salir del gesto fruncido de ella. Su estado de muda cólera parecía querer salir nuevamente, un viejo conocido para Levi - ¿Quedo claro, Ackerman? – repite él lentamente, no iba a irse sin su respuesta.

- Está claro, capitán – responde ella casi mascullando, la indignación coloreando sus mejillas.

Mikasa colérica no era nada nuevo. Ella tenía una ira silenciosa que en el peor de los casos solía plasmarse en una mirada sombría. En otras, como cuando la impotencia y la indignación se mezclaban con la ira, esta solía subir por su tenso cuello hasta sus mejillas. Levi no pudo evitar hacer la observación de cuan diferente era una Mikasa sonrosada por la cólera a la Mikasa sonrosada de cuando se habían besado la última vez. Sacudió la cabeza y siguió su camino.