Amor de cristal

Anexo 4

-Bueno ya sé que te dije, que cuando te hiciste novia de Anthony, que no permitieras ir más allá de un beso o unos cuantos, pero que si se propasaba debías detenerlo por la cuestión que tu reputación podría verse afectada. Bueno la cuestión es que cuando te cases, sucederá todo lo contrario él te besara y te tocara de una manera más permisiva, tu dejaras que él lo haga ya que en el matrimonio es permitido, ya que él será tu esposo y tu su esposa.

Él te desnudara y te tocara, así como tú lo vas a comenzar tocar a él, también tu cuerpo reaccionara así como el de Anthony, notaras cosas raras en su cuerpo, no te asuste es normal. Sé que él es un caballero, así que no creo que en un principio tome las cosas muy arrebatadamente, espero y sea sutil pero con lo enamorada que estas sé que terminaras disfrutándolo.

-Disfrutar ¿Qué? Mama.

-Pues hacer el amor, sé que me estoy quedando corta a lo que realmente sucederá pero eso no se puede platicar, sino que tú lo tendrás que experimentar, anda mi niña ya falta poco solo que tenía que tener esta charla contigo.

-Mama, tú experimentaste todo eso con papa.

-Oh sí, mucho de hecho muchísimo. – Tragando seco.- hay hija creo que te estoy dando una idea equivocada de lo que realmente es, así que te lo voy hacer más fácil dame papel y el tintero te hare un dibujo de lo que te estoy tratando de decir para que lo entiendas.

-Katy, solo sintió como un foco se le prendía en su cabecita, que no sabía dónde ocultar su nerviosismo cuando ella este con Anthony en el lecho matrimonial, ni siquiera podía imaginárselo.

-Así se pasó Candy, charlando con su hija sobre realmente como vienen los bebes y como evitar tenerlos si aún no se sentía preparada para tenerlos, al terminar muy sonrojada. espero que me haya dado a entender.

-¡Mama! Tú y papa, ustedes aun hacen eso.

-Oh si muchas veces, más cuando estamos solos y sabemos que no vas a llegar luego, aprovechamos para estar juntos.

-Pensé, que eso solo se hacían en la noche.

-No, de hecho cuando amas mucho a tu esposo solo se la pasa uno deseando estar juntos incluso en lugares donde no es la habitación.

-¡Mama!

-Hay hija que quieres que te mienta, pues no tu padre es un volcán en erupción y yo bueno que te digo, cuando lo veo bueno me nace la pasión así que pues ya me entenderás cuando tú también estés con tu esposo.

-Katy, solo escondía su cara con sus manos, ya no me digas hiciste que muchas imágenes en mi cabeza se dispararan, que solo de pensarlo me ruborizo.

-George y Nancy, tuvieron problemas con el barco y se atrasaría unos días en llegar, que quizás y hasta lo harían el mismo día de la boda, estaban muy afligidos viajar tanto para no poder llegar a tiempo.

-Ya amor, sé que llegaremos.

-Sí, Nancy pero porque nos pasa esto, debimos viajar con más tiempo quizás un par de meses antes.

-Hay amor, ya deja de enojarte que te hará daño si ya dijo el capitán que llegaremos un par de días antes de la boda.

-Ojala, sino créeme que me lo voy a comer con todo y zapatos, la niña se nos casa y yo que la vi nacer no estaré ahí para verlo.

-Ya tranquilízate, si anda vamos a la cubierta para tomar aire fresco.

En la casa Andrew, las damas llegaban de estar con los Briter.

-Hija sube a tu habitación, anda hija le diré a Sandrita que suba para que te ayude a cambiarte anda – bostezando- estoy tan cansada que se me cierran los ojos.

-Está bien mama, pero no esperaras a papa para cenar.

-No, estoy que me duermo parada.

-Sí mami, ve a descansar creo que la charla que tuvimos te canso.

-William llegaba a su casa, buscando a su mujer e hija –la señora y mi hija.

-Señor las dos subieron a descansar.

-Ok subo a ver a mi esposa, está bien Bruno ve a descasar, cuando subió llego hasta la habitación observando a Candy que estaba recostada muy dormida, solo se cambió y se acurruco al lado de ella solo metiendo su cara en su cuello – amor, ya llegue y tu ni en cuenta.

-William, llegue muy cansada me vine a descansar – con los ojos cerrados.

-He notado que has estado así ya varios días, deberías ir al médico a que te de algún tónico vitamínico.

-Hmm si iré, es todo esto del correr, corre de la boda solo eso.

-Sí, debe ser pero aun así no lo dejes para después, si te veo muy cansada eso en ti no es normal.

-Hmm si te prometo, que de esta semana no pasa.

Al siguiente día Katy, iba a ir con su nana a que le ajustaran unos vestidos que le estaban haciendo para su luna de miel, ese día Candy estaba muy ocupada haciendo pedidos para las flores y el banquete que solo no pudo acompañarla, así que ella iría sola.

Al llegar fue interceptada por un caballero…

-Hola Katy.

-Hola Michael, no espere encontrarte por aquí.

-Bueno lo que pasa, es que necesitaba platicar contigo.

-Niña, debemos apurarnos para llegar con la modista, no debe solo estar platicando en la calle con el caballero sabe que es muy mal visto.

-Lo siento Michael, pero no puedo entretenerme.

-Katy, es urgente que platique contigo, por favor si no fuera importante no lo haría.

-Está bien, mira ahí hay un café si quieres vamos.

-Sí, está bien.

-Niña, no podemos su ama se va enojar mucho, sabe que no solo puede ir sola así con un caballero.

-Nana no pasa nada, Michael y Anthony son primos no le veo nada de malo, anda deja que charle con él debe ser muy urgente lo que tiene que decirme, como para que me buscara así.

-Solo espérame en una de las mesas, sí.

-Está bien.

-Michael y Katy, se sientan en ese café. – Bien Michael dime ¿Por qué tanto misterio?

-Katy, tú no te puedes casar con Anthony.

-Katy, solo se le transformo la cara, que no sabía a qué iba todo eso - ¿Qué? Pero ¿porque motivo no podría casarme con él?.

-Katy, es una trampa solo te quieren hacer daño, no se los motivos pero Anthony no te quiere de hecho él te odia, así como su madre.

-¡Estás loco! No sé a qué viene todo esto, ni los motivos que te lleven a decirme esta sarta de mentiras, pero no Anthony me ama, ¡ el me ama!

-Él no te ama, jamás te amado ni lo hará, créeme.

-No te creo nada, sabes que dejemos esto creo que hice mal en charlar a solas contigo, ya que mi prometido puede pensar mal.

-Sé que es muy difícil que me creas, pero por favor solo no te cases, no lo hagas mira pensaras que lo estoy haciendo por celos pero no Katy, lo hago porque te aprecio sé que jamás poder llegar a ti de otra manera más que el de un amigo, pero mira yo no debería decirte esto pero algo tiene que ver con una venganza que causaron tus padres, no sé qué le hicieron pero ellos piensan vengarse contigo, lo escuche planeando todo.

-No te creo, no estas mal sabes que me voy creo que se me hace tarde, vamos nana se hace tarde.

-Si niña, le dije que no lo hiciera pero ahí va, usted nunca hace caso de nada cuando se case vamos a ver cómo le va hacer para cuando el joven Anthony quiera que lo obedezca y usted solo sea así tan voluntariosa.

-Hay nana, Anthony es un amor el jamás se me impondría ya que él vive para complacerme.

-Niña y si lo que dice el joven Michael es cierto, digo será no sé, digo no está de más investigar.

-Hay nana no como crees, no sé porque Michael dijo eso pero no hay motivos para que él me pueda hacer una cosa tan fea, si hasta me ha protegido de las adulaciones del capitán que solo se le impuso y mira que dejo de molestar.

-Así pasaron los días, Katy estaba muy metida en los preparativos para su boda, así como haciendo sus maletas para todo lo que llevaría para su luna de miel, cosa que la tenía muy emocionada, el hecho de pensar en estar en los brazos de Anthony la tenía muy ilusionada.

Ya solo faltaban una semana antes de la boda y Anthony, solo mandaba una misiva que decía que no la vería hasta el día de la boda, ya que el barco de su tía se había retrasado y que no había podido regresar antes, pero que ya estaba en la empresa trabajando sobre unos asuntos acerca de las propiedades que quería dejar todo listo antes de irse de luna de miel, que si no lo hacía solo se tendrían que quedarse un par de semana más y eso no podía suceder.

-Todos estaban tan atareados con sus cosas sobre todo recibiendo los regalos, las flores, la mantelería que la mansión era un caos en todo, que solo nadie se había percatado que Katy, había tomado su capa para ir a ver a su prometido a su oficina, tenía un par de semana sin verlo que solo no podía esperar para verlo y porque no quizás, así él se atrevía a darle ese tan anhelado beso que deseaba recibir de su parte.

Llego a la oficina y todos estaban en lo suyo, solo subió los escalones la secretaria no estaba y la puerta estaba entre abierta, pero se escuchaban unas voces una era de Anthony, de una mujer desconocida.

-Amor, no sabes cómo te extrañe. – jadeando ya que ella estaba sobre de él, en uno de los mueble de esa oficina.

-Lose, estaba deseoso de estar contigo, no sabes no dejaba de pensar en ti.

-Me vas a decir que esa chiquilla, con la que te vas a casar ella y tu no.

-Claro que no, jajajjaja esa niña no sabe ni besar, además no me inspira nada solo me casare para llevar a cabo una venganza que hemos preparado por años, pero yo no la soporto, sus arrebatos de niña caprichosa que lo ha tenido todo, ni siquiera creo que ella sepa siquiera complacer a un hombre.

-Bueno ¿Por qué no le enseñas?

-No yo no tengo paciencia para eso, sabes que eso no sucederá. – muy pensativo cuando tocaba el tema

-¿Qué piensas hacer ahora que te cases? Digo porque tendrás que aguantarla. – mirándolo muy inquisitiva.

-No yo no la aguantare, los planes son otros ella no estará conmigo, de hecho se la cederé a alguien más – con una mueca en los labios.

-No sé, porque siento que me mientes, te conozco sé que no eres malo solo es esa absurda venganza que te arrastra, siento que muy en el fondo albergas sentimientos por ella, aunque lo quieras negar sé que así es.

-¡¿Estas celosas?!

-Sí y mucho Anthony, no soy tonta sé que cuando a tu casa me buscas deseoso porque tu deseas estar con ella y solo te desfogas conmigo, pero la realidad es que te estas muriendo por dentro puedo verlo.

-No, eso no es así, solo es que sería tan fácil solo ir ponerle una bala en la cabeza de William y punto se acaba todo, pero mi madre quiere las cosas de otra manera.

-No te dejes a rastrar por ella, solo declina todos sus deseos y acepta tus propios deseos.

-Sabes que no puedo, no puedo traicionarla solo haciendo algo que no debo, porque no debo quererla, mucho menos amarla. – Solo dejemos de hablar de ella que me enferma – besando su cuellos – ya deja de hablar y hagamos cosas más interesantes, bajando el corseé de aquella mujer para acceder a sus pechos.

-Katy, no podía creer lo que escuchaba que solo se mordió la mano para que no la escucharan, sin hacer ruido se regresó por donde venía topándose con la secretaria casi entre llevándola. – perdón no quise yo, yo.

-Señorita está bien, le pasa algo.

-No, yo estoy bien, adiós. – saliendo de ahí casi corriendo, que solo no podía con todo lo que su cerebro tenía que procesar, solo le pidió al chofer que la regresara a su hogar. Sentía que no podía ni respirar pero ¿de que venganza hablaban?, no podía creer todo lo que había escuchado, eso quería decir que lo que le dijo Michael era verdad él no le mentía, pero que clase de enfermos hacen una cosa así, no podía contener sus lágrimas pero tenía que calmarse así que decidió ir a casa de Alondra.

-Amiga, me dijeron que me buscabas pero ¿Qué te pasa? – cuando se percató que venía desecha.

-Alondra, Anthony no me ama, me ha estado engañando todo este tiempo que solo no se ¿Qué hacer?

-¿Qué? ¿Cómo puede ser eso?

-Yo lo escuche en su oficina, cuando hablaba con su amante que solo ellos, ellos, ellos se burlaban de mí, que yo solo era una niña tonta y que hay no puedo respirar.

-Cálmate te pediré un té.

-Katy, ya más calmada le comenzó a platicar a Alondra todo lo que Michael, le había contado y no solo eso, sino todo lo que escucho en su oficina.

-Pero esto es de miedo Katy ¿Qué vas hacer? Mejor dicho debes cancelar todo, habla con tus padres.

-No, papa es capaz de matarlo y si lo meten a la cárcel por mi culpa, no yo no podría con eso mama se muere, Alondra no sé qué hacer.

-Pues debes tomar una decisión antes de que sea demasiado tarde, si te casas y ellos te hacen lo que tienen planeado, si te matan o no sé qué más te puedan hacer, no sabes que habla con tus padres, ya estas a solo unos días de la boda que debes de hacerlo ya.

-Alondra debo irme, si pensare que hacer así que me voy, al llegar observo que en su casa estaba la algarabía que no se habían percatado que había salido, solo subió a su habitación, comenzó a llorar al recordar todo lo que había escuchado, solo tenía que tomar una decisión pero ¿Qué debía hacer? Solo se sentó para pensar, escucho que tocaban a la puerta.

-Niña va a bajar a tomar el té, ya la esperan su mama, su tía Paty y su abuela.

-No nana, estoy muy cansada que solo quiero dormir discúlpame con todos.

-Su nana bajo para disculparse- señora dice la niña Katy que se quedara a dormir en su habitación que está cansada.

-Hay pobre de mi hija, realmente todo esto de la boda la tiene agotada.

-Hay tenia tantas ganas de verla que tendré que esperar hasta mañana, no sabes le traje de Francia varios camisones para su luna de miel, también te traje unos a ti Candy, sé que mi hermano los va a disfrutar mucho..

-Sí, sobre todo él.

Así las damas se quedaron ahí charlando muy ajenas a todo lo que pasaba.

-Katy, solo meditaba todo y las decisiones que tomaría - solo se puso una capa y decidió salir a caminar para despejar un poco lo que tenía en mente, algo donde sus padres no se vieran afectado en lo que ella averiguaba todo, pero tenía que analizar bien lo que iba hacer. Seguía inmersa en sus pensamientos, que cuando sintió las primeras gotas no le tomo importancia, cuando de repente la tormenta comenzó sin dar tregua, lo cual con el dolor que tenía clavado era lo que menos le molestaba, pero aun así emprendió el viaje de regreso, solo que con la lluvia tan espesa solo no podía ver el camino.

Candy, estaba en el despacho después de que tanto como Paty y su madre se fueron de la mansión a sus respectivas casas. Cuando de repente Sandra entro a buscarla ya eran cerca de las ocho de la noche. – señora, señora…

-¿Qué pasa dime?

-Señora mi niña Katy no está en la casa, ya la buscamos y al parecer salió a dar una caminata y no ha regresado.

-¡Dios!, no hay que ir a buscarla.

En ese momento Candy, tomo una capa iba de salida a buscarla cuando William llego igual empapado por la lluvia, con unos tragos encima porque había estado brindando con algunos socios sobre la boda, vio que todos estaban como locos.

-¿Qué es lo que pasa?

-William, Katy salió a dar un paseo y no ha regresado.

-¿Qué con esta lluvia?

-Es que cuando salió no estaba lloviendo, pero ya se tardó y con esta lluvia.

-Dile a los hombres que saldremos a buscarla, no te preocupes yo voy a buscarla.

-No yo voy contigo, no solo me puedo quedar aquí esperando estoy muy preocupada.

-Candy, solo quédate aquí a lo mejor y regresa, por favor amor solo quédate aquí yo la buscare – mirándola a los ojos – Candy solo acento con la cabeza.

-Katy, siguió caminando sin rumbo por la propiedad buscando un refugio pero solo se adentró entre los árboles, la noche comenzó a caer y era peor, ya que no podía ver nada, el cansancio la venció y solo se sentó debajo de un árbol, hacia muchísimo frio que no supo cuando se desmayó.

William, salió como desesperado buscando a su hija, sentía que el corazón se le iba a salir de la desesperación, cuando era niña y estaba muy molesta, se salía por los alrededores hasta que se le bajaba el coraje regresaba. William jamás le negó nada, jamás se le impuso le concedía hasta el menor de los caprichos, pero esto ya rayaba con lo que ya no estaba dispuesto a tolerar, si tenía que retarla lo haría. Solo no podía salir así sola, aunque fuera su propiedad, ella era una dama y tenía que ir siempre acompañada de sus damas o su nana.

Estaba tan preocupado que no sabía ni que hacer, las antorchas solo se movían bajo la lluvia, gritando - Katyyyyyyy, Katyyyyyyyy. – niña Katyyyyyyy, katyyyyyyy.

-Hasta que alguien vio un bulto debajo de un árbol – acá esta la niña señor.

-Katy, hija háblame por favor – tratando de hacerla reaccionar.

-Katy solo abrió los ojos y muy débil – papito eres tú, me quiero morir solo eso.

-Hija, que te hicieron dime.

-Señor, hay que llevarla para que no se siga mojando sino se puede enfermar.

-Sí, vamos tráigame una de las cobijas que pedí – William la subió con él al caballo para regresar y al entrar a la mansión ya Candy los esperaba en su habitación con la chimenea encendida y un té caliente.

-Vamos déjala en la cama ya nosotros nos encargamos, Candy solo sosteniendo su cara – hija, pero que te paso mi amor.

Ya que había mandado un mozo por delante para informar que la habían encontrado pero desmayada, mandaron a traer al doctor de inmediato.

-Entre Candy, su nana así como las damas de la servidumbre despojaron de la ropa mojada a Katy, para cambiarla y arroparla, en lo que llegaba el doctor, en cuanto llego subió a verla, revisándola.

-Tanto William como Candy, estaban muy preocupados por saber que le ocurría a su hija, ya que no despertaba, cuando salió el medico inmediatamente lo abordaron – doctor mi hija, ¿Cómo esta?

- Ella está bien, estuvo mucho tiempo bajo la lluvia al grado de casi causarle un desmayo, el agua y el frio no ayudaron, así que solo toca esperar a que reaccione deberán cuidarla toda la noche, si despierta por la mañana será mejor así descansara, pero algo muy fuerte la afecto ya que balbucea que se quiere morir ¿le paso algo?

-William – miro a Candy – ¿paso algo?.

-Candy, solo negó con la cabeza – no, ella solo salió a caminar eso me dijo una de sus damas, pero que quiso salir sola, cuando después nos percatamos que ella no había regresado y que estaba lloviendo a cantaros.

-Hmm bien, quizás tuvo algún disgusto, fue retada no sé, algo.

-No, ella estaba feliz hasta donde yo la deje descansando, ya que en un par de días ella se casa, no hay motivos para que este así.

-Tal vez peleo con su novio, no sé.

-No su prometido apenas llego hoy, ellos no se han visto de hecho no se verán hasta la boda.

-Creo que deberá interrogar a la servidumbre si le paso algo, bueno me quedare en la cocina para esperar si reacciona, la estaré vigilando.

-Sí, doctor nosotros no nos moveremos de aquí, en cuanto el doctor desapareció William saco a Candy de la habitación al pasillo, en lo que veía que su hija dormía tranquilamente.

- dime ¿Qué paso con Katy? ¿Por qué esta así?

-No lo sé, yo estuve todo el día con las cosas de la boda, después llego Paty y mi madre, cuando le dijimos que bajara a tomar el té, ella solo dijo que se quedaría a descansar me extraño que ella solo haya salido a pasear.

-No me gustó nada que ella solo ¡dios! me preocupe tanto al verla así sin reaccionar, para mi es solo una niña, digo quizás apresuramos las cosas, solo para que se casara que no se tal vez debimos esperar más.

-Crees que nosotros la orillamos a esto, quizás ella aun no esté preparada pero yo la veo tan enamorada eso a mí no se me escapa, su sonrisa cuando habla de Anthony que no se, hablemos con ella, solo escuchándola sabremos ¿Qué es lo que le paso?- salió la mucama

– señora la niña despertó – Tanto William, como Candy entraron para ver a su hija.

-Katy, estaba sentada su padre fue abrasarla – mi niña ¿Cómo te sientes?

-Bien, papa no te preocupes, sin dirigirles casi la mirada, pero Candy estaba tan preocupada que solo soltó un respiro y comenzó a llorar – snif, snif estaba muerta del miedo que no despertaras.

-Ya mi vida, mírala está bien.

– Te sientes bien cariño.

-Vamos nena contéstale a tu madre, que te sucede.

-No, es nada solo estoy cansada.

-Pero que estabas haciendo en medio de la lluvia casi nos matas del susto, Katy no lo vuelvas hacer en verdad que casi me da algo de solo verte sola bajo la lluvia.

-Papito – te quiero mucho.

-Ya con esas palabras William estaba completamente desarmado, él no podría soportar el que su hija este enferma, peor aún en riesgo o peligro, eso jamás el daría hasta su vida entera para que ella alcanzara su felicidad.

Anthony, ya estaba ahí al siguiente día, con un ramo de flores al saber que Katy, había sufrido un accidente lo dejaron entrar a la habitación de ella ya que preferían que Katy descansara.

-Amor este bien, me asuste cuando me contaron lo que paso que solo decidí venir corriendo para ver que estés bien.

-Katy quería gritarle a la cara todo lo que había escuchado pero solo tenía amor para él, le dolía en el alma todo lo que estaba pasando, pero si lo hacía sabía que su padre se enteraría y al hacerlo podría hacer una estupidez, no ella tenía que pensar ¿Qué hacer? Antes de tomar una decisión – nada, es solo que salí a caminar y cuando quería regresar la lluvia me alcanzo.

-Katy, no lo vuelvas hacer si te pasa algo yo me muero, solo prométeme que dejaras de salir sola.

-Katy, solo dejo caer una lagrima en una de sus mejillas- no te preocupes no lo hare, sabes que te extrañe.

-Sí, yo también – dándole un beso en la frente – no llores solo cuento los días para la boda, mirándola peo solo unos segundos y después solo desvió la mirada.

-Ese pequeño acto hizo que Katy, captara todo lo que escucho y aunque le dolía en el alma tenía que ser muy fuerte para engañarlo de la misma manera que él lo hacía, tras unos minutos Anthony salió despidiéndose de todos.

Sus padres la interrogaron sobre lo que dijo y solo les dijo, que ella no recordaba nada sobre haber balbuceado algo, que no se preocuparan que todo estaba bien, a lo que ellos al verla bien y sonriéndoles solo accedieron aceptar a lo que su hija les decía. Candy quiso llegar un poco más allá de lo que ella les decía, pero Katy solo la tranquilizo que eran nervios de novia que no se preocupara.

Katy seguía con los preparativos de la boda, pero de una forma autómata casi sin tener ganas de seguir, solo estaba sumida en sus pensamientos.

-Bueno el cortejo nupcial es que estará Anthony con su madre y yo adentro, Katy entrara con William en cuanto los niños del coro inicien – me estas escuchando Katy.

-He si, mama como digan por mí lo que ustedes elijan está bien.

-El día de la boda se llegó, esa mañana Katy era levantada muy temprano para arreglarla así como todos en esa casa, ya los familiares ya habían llegado así como su hermano Albert que había llegado hacia dos días, junto con sus primos Candy, estaba feliz de verlo de regreso así como William que andaba muy contento de que todo se estuviera acomodando y ahora al llevar a su hija al altar que más podía pedir.

-Anthony se despertaba esa mañana con una agonía que no podía con ella, por un lado estaba por cumplir su tan anhelada venganza y por otro lado, se engañaba así mismo que todo estaría bien, que lo que iban hacer estaba bien, el Capitán Oxford le informaba en qué lugar harían el intercambio, que se la tenía que entregar esa misma noche y él se la llevaría lejos, que cuando pasaran dos días él debía regresar y decir que Katy, se había ido con el capitán por su propia voluntad que lo había abandonado dejándola al desprestigio ante la sociedad.

Candy, ayudaba a colocar el velo y una joyas que ella tenía – listo aquí esta lo protestado, su abuela le había llevado una pulsera que era de ella que su esposo el señor Briter le había regalado el día que se casaron. – listo aquí esta lo viejo.

-Cuando William entro por ella – toc, toc, toc – se puede.

-Si papa pasa, ya terminamos.

-¡Dios! hija estas bellísima, jamás pensé que te llevaría al altar digo aun nos podemos retractar.

-Hay cariño no le hagas caso a tu papi sabes bien que él está celoso, pero los dos deseamos que seas muy feliz.

-Katy, no pudo dejar escapar una lagrima – perdón lo siento es solo que me pongo un poco sentimental.

-Lo se hija, pero anda vamos sino el que se va a desesperar será Anthony, anda mi bebe vamos.

Los carros salían hacia la iglesia toda la sociedad estaba presente, la condesa Oleska no había asistido ya que estaba un poco delicada de salud en los últimos años, había tenido varias enfermedades y fue uno de los motivos por lo cual no pudo viajar.

Al llegar a la iglesia todos estaban en sus lugares, solo gritaba uno de los niños del coro – ahí viene la novia, ya viene, ya viene, el sacerdote salía para recibirla, William bajaba ayudando a Katy a bajar ya afuera todos quedaron maravillados con la belleza de la novia, casi la mayoría de los jóvenes envidiaban a Anthony, por la suerte que tenia de llevarse a la muchacha más bonita de Chicago al altar.

El cortejo nupcial iniciaba ya adentro estaba Anthony con su madre, al lado de ella estaba Amber que lejos de estar celosa ella sabía lo que esa pobre muchacha estaba por pasar, pero nadie podía hacer nada la madre de Anthony era una mujer muy persuasiva, que si el solo hecho de llevarle la contraria la consideraría su enemiga, solo le causaba lastima desviando la mirada hacia Anthony.

Al llegar ya William, le entregaba a Katy a Anthony – te entrego mi mayor tesoro, así como la mitad de mi corazón, espero sepas cuidarla como si de la más preciosa gema se tratara.

-Yo la recibo para albergarla en mi corazón y cuidarla como mi mayor tesoro.

-William solo le levanto el velo y le dio un beso en la mejilla, sabiendo que ella sería muy feliz al lado de Anthony – te amo mucho mi princesa.

-Yo a ti papa.

-El sacerdote llevo a cabo la ceremonia, hasta llegar a la gran pregunta donde el sacerdote se dirigió a los novios.

-Anthony, aceptas Amelia Katherine Alexandra Andrew Briter, como tú legitima esposa para amarla y respetarla en la salud, así como en la enfermedad, hasta que la muerte los separe.

-Acepto.

-Tu hija Aceptas a Anthony Brown Browser como tu legitimo esposo para amarlo y respetarlo, así como en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe.

Katy, estaba en silencio y un par de lágrimas, comenzaron a salirse sin que ella pudiera evitarlo.

-Hija, estoy esperando tu respuesta.

-Katy, permanecía callada aun buscando dentro de su interior su voz pero solo no podía pronunciar palabra, Anthony solo se volteo para mirar que le pasaba – Katy, amor contéstale al sacerdote, que si quieres casarte conmigo.

Katy, se levantó el velo y miro a su padre – perdóname papa, pero tengo mis razones - miro al sacerdote – jamás me casare con este hombre, eso no sucederá ni hoy, ni mañana, ni nunca.

Ella solo levanto su vestido para correr de aquella iglesia hacia la salida, ya un auto estaba aparcado con un chofer que la llevaría a su nuevo destino el cual apenas iba a comenzar a escribirse.

Anthony no daba crédito a lo que veía, estaba siendo plantado en el altar por Katy, pero que le pasaba si el que tenía que terminar humillada debía ser ella no el, solo quedo en shock sin poder hacer nada, quizás se lo merecía por ser tan ruin, su madre solo observo como ella salía corriendo apretando sus guantes fulminando con la mirada a los padres de Katy.

William, solo salió detrás de su hija para saber los motivos de su decisión, pero no pudo alcanzarla.

Candy, se desmayó su padre apenas y la pudo sostener, el chismerío no paraba los murmullos se escuchaban por todos lados, todos los presentes no daban crédito a lo que vieron la novia había dejado plantado al novio.

-Michael, gracias por estar esperándome sé que te meterás en un gran problema, cuando sepan quien me ayudo para salir corriendo.

-No te preocupes por mi bella Katy, que de eso yo me ocupo, me imagino que ya dejaste la carta para tus padres.

-Si ya lo hice, me duele hacer las cosas así, pero si no lo hago mi padre es capaz de matarlo.

-Discúlpame Katy, pero para lo que ellos te querían hacer creo que es lo menos se merece.

-No podría soportar ver a mi padre tras las rejas por matar a Anthony, mucho menos el hecho que mi madre se muere sin mi padre.

-Quizás tengas razón, te llevo al tren ya tu vagón privado esta pagado, tus maletas igual pedí que las acomodaran y cuando llegues a Nueva York el barco zarpa a las diez de la mañana hacia Inglaterra, Sandra te acompañara en todo así como me lo pediste.

-Muchas gracias Michael, jamás olvidare lo buen amigo que eres.

-Nada linda, solo cuídate y escribirme quieres.

-Si lo hare, dejando escapar unas lágrimas en su inicio de viaje, al llegar se despidieron y abordaron el tren ella y su nana.

Continuara.

Como están chicas, pues como ven a nuestra Katy, en verdad que agallas tuvo verdad yo la verdad no sabría que hacer después de escuchar lo que ella, que templanza al soportar todo ese dolor, pero bueno esperemos que va a pasar ¿Cuál será su destino? ¿Cómo reaccionara William? ¿Qué hará Anthony ante esta humillación? Vamos déjamelo saber en los comentarios.

Las espero en el próximo capítulo ya saben por la XEW, Radio.

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