Hola chico, aquí Rikimlp con un nuevo capitulo.
Como siempre, lamento la demora y esta vez no tengo escusa como para aclarar mi retraso. Cada vez siento que pierdo mas el interés al escribir o me da flojera, aunque la mayoría es por falta de tiempo por mi trabajo.
Hago lo posible para darle continuación o no retrasarme, pero a este punto, ya no se ni que decir. Solo un lo lamento de corazón por entregar esto tan tarde.
Espero aun sigan allí y solo lo sabre si me dejan algún Review.
si algunos han perdido el hilo de la historia, recuerden que pueden pasar por mi Deviantart "debastador" para ver algunas imagenes y fracmentos de que se trataba o como era y asi se darán una idea y no tengan que re-leer todo de nuevo.
Pero bueno, no los distraigo mas y disfruten de este capitulo.
Intro De La Historia (opcional): Opening - Mi Vida Y Mis Poderes Ocultos - Fanfic
watch?v=WhTaBcwuStI
Música De Fondo: Legend of Zelda: Skyward Sword - Lord Ghirahim's Theme
watch?v=qcs5vyOS1Lg
Richar había logrado entrar al hotel que fue secuestrado y capturado, junto a unos civiles de la ciudad, incluyendo al príncipe BlueBlood por ese supuesto "Humano" junto a la pony encapuchada, aunque más bien fue una mera "invitación" que se le otorgo a pesar de intentar hacerlo por la fuerza.
Richar en este instante se encontraba parado, sosteniendo un tubo de plomo, mientras apuntaba al otro "Humano" con una cara de confusión absoluta, debido a lo que acaba de pronunciar de ese otro humano.
Richar. - ¿Qué fue… lo que dijiste? – Menciona ladeando la cabeza, mientras levantaba una ceja, demostrando toda su confusión, he intentado saber si escucho bien.
"Humano". - ¿Estas Sordo? Me rindo, pueden esposarme y llevarme ante la máxima autoridad… - Menciona el otro humano.
Incluso ante esta rara situación, aquel humano lucia tranquilo, despreocupado ante aquella idea de ser llevado a juicio.
Richar por otro lado, seguía sin sacar la estupefacción de su rostro ante lo que acaba de escuchar. Incluso se podía decir que dentro de su cabeza, había una especie de engranajes imaginarios que hacían trabajar su mente, hasta que esta empieza a acelerar sus piezas a una inmensa velocidad, para al final sobrecalentarse y sacar chispas, dando a entender que su cerebro colapso por un leve momento.
El joven sin poder comprender bien, parpadeo varias veces y solo sacudió la cabeza, para intentar despejar su confusión e intentar volver a la realidad.
Richar. - ¡¿Qué quieres decir con "Me rindo"?! – Volviendo a colocar el tubo cerca del rostro del otro humano. - ¡¿Acaso me quieres ver la cara de tonto?! ¡Ni pienses que voy a caer en tu trampa solo para que baje la guardia y me ataques por sorpresa! – Decía intentando sonar intimidante, a pesar de seguir esforzándose por no caer al suelo debido al dolor que en ese momento sentía.
El otro humano no decía nada al respecto en un principio, pareciendo que observaba a Richar desde los pies hasta la cabeza, finalmente para sonreír de manera un poco burlesca.
"Humano". — en tu estado actual, ¿no crees que ya hubiera aprovechado eso? A leguas se nota que estás herido y mal cuidado... en cambio yo... - Retrocedió un poco para hacer señas con sus manos aún arriba en su posición de "rendirse". Para cuando Richar miro donde señalaba, este sudaba frío al ver el montón de raíces que comenzaban a agitarse agresivamente e incluso parecían gruñir. — no es por presumir, pero mi victoria está asegurada en una pelea contra ti... a menos que aceptes mi rendición... o ¿acaso no te interesan los rehenes? ¿Viniste a salvarlos o solo a lucirte tratando de detenerme?
Richar se sentía en este momento acorralado, mientras respiraba algo agitado, intentando mantener la compostura. No esperaba que ese otro sujeto se diera cuenta de su estado actual, pero ahora que ya lo descubrió, ya no tenía escapatoria. Si intentaba hacer un movimiento en falso, su vida acabaría en un instante. A pesar de estar sudando frio, el Joven seguía esforzándose por mantener la compostura, mientras apretaba los dientes y fruncia el ceño.
Richar. - ¿Qué es lo que planeas con todo esto? – Decía esta vez más calmado, sabiendo que ya no servía de nada demostrar agallas. - ¿Por qué hacer todo este "teatro" si al final decides "rendirte"?
"Humano". – Je… Te felicitaría por deducir algo así, pero para este punto es demasiado obvio. - El supuesto humano solo cerro los ojos y acto siguiente las raíces se calmaron, aun permaneciendo en sus lugares vigilantes, luego el mismo hombre volvió a abrir los ojos y bajaba las manos para meterlas en sus bolsillos. - ¿Qué tal si aceptas mi oferta para que estos ponys inocentes puedan irse… sanos y salvos? Te garantizo que ninguno ah resultado herido en su secuestro.
Richar. – (En su mente.) – Algo aquí no me cuadra. Estoy seguro que trama algo, aunque no logro encontrar ningún signo de sospecha en él, por el momento le seguiré el juego. – Se dice con un rostro entre calmado y serio. – Primero que nada, libera a los rehenes y retira todas las raíces del edificio. – Le responde al otro humano.
El humano simplemente asintió con la cabeza, para luego ver como extrañamente las raíces comenzaban a bajar del techo, soltando con cuidado y dejando a los ponys secuestrados en el suelo. No hacía falta saber que todos empezaron a correr con algo de miedo directo a la salida, la cual ya no poseía las raíces dejando el camino libre.
"Humano". – Listo, está hecho… Excepto…
Se escucha la voz de un pony que hizo fruncir el ceño al humano, suspirando de frustración, siendo que se trataba de BlueBlood, quien había sido liberado de su bolsa donde fue secuestrado.
BlueBlood. - ¡¿Qué clase de falta de respeto blafesmico es esta?! ¡¿Cómo se atreven a tocar mi presencia sin mi consentimiento?! ¡Y más que nada en esa sucia bolsa de ropa! ¡¿Quién sabe qué clase de gérmenes tiene allí dentro?! ¡Pagaran muy caro por esta humillación! ¡¿Saben lo que cuesta mantener mi pelaje en perfecto estado?! ¡Mi presencia siempre debe mantenerse impecable, y solo los más finos cosméticos son capaces de lograrlo, lo cual no son nada baratos!... al menos para los plebeyos. – Menciona eso ultimo un tanto arrogante.
Richar. – (En su mente.) – Afff genial, me olvide de la existencia de este patán. – Dice llevándose dos dedos al tabique de la nariz mientras, cerraba sus ojos y escuchaba las quejas del príncipe.
Al poco rato, se podía escuchar el galopeo de la guardia real como entraban al edificio, hasta llegar donde se encontraba el Joven Richar. De allí, el capitán Shining Armor, que venía también con la guardia, se pone a un lado de Richar.
Shining Armor. – ¿Son ellos? – Le pregunta al Joven Richar, mientras miraba a los 2 individuos que estaban parados frente a él, lo cual este asiente con la cabeza sin dejar de mirar al otro humano. – Bien. – Se aclara la garganta. - ¡Por orden de las princesas, quedan bajo arresto por secuestro de un edificio y civiles inocentes en la ciudad de Canterlot, así como posiblemente la desaparición de un animal en el zoológico de la ciudad! – Eso ultimo dejo extrañado al Joven Richar, haciendo que mirara al capitán por unos segundos para volver a mirar al otro humano.
El humano vuelve a levantar las manos en señal de aquella rendición, para luego notar la forma en que Richar lo miraba, haciendo que arqueara una ceja.
"Humano". - ¿Qué? Era comerme a ese elefante o comerme a muchos ponys, por suerte me contuve lo suficiente para solo comerme el cuerno de un unicornio…
Mientras el hacia esta declaración, la pony encapuchada caminaba para ponerse al lado del otro humano, quien solo mantenía la cabeza agachada, manteniendo su cara oculta.
Los demás presentes al escuchar lo mencionado del otro humano, inhalaron de manera sorpresiva, logrando que algunos guardias tuvieran expresiones de asco que incluso algunos no pudieron aguantar y vomitaron.
Richar. – (En Su Mente.) – ¡Maldito! ¡¿Por qué dijiste eso frente a ellos?! – Se decía mientras apretaba los dientes de frustración.
BlueBlood. - ¡¿Te… comiste… el cuerno… de un unicornio?! – Mostrando tanto expresión de asco como de miedo, intentando también no vomitar. - ¡¿Y ni siquiera te inmutas en afirmarlo?! – Esta vez cambiando a un semblante molesto pero alterado. - ¡Lo sabía! ¡Sabía que tu raza era peligrosa! – Menciona observando a Richar.
Richar. - ¡Oye! ¡No me compares con ese demente! – Dice apuntando al otro humano.
BlueBlood. - ¡¿Cómo qué no?! ¡Si son de la misma raza! ¡Es más que obvio que nos has estado mintiendo todo este tiempo! ¡Ustedes son unos dementes carnívoros de seguro! ¡Apuesto que has estado fingiendo ser bueno todo este tiempo para tener nuestra confianza y enviar una invasión a nuestro planeta para devorarnos a todos! ¡¿El Defensor Equestriano?! No me hagas reír, no sé en que estaba pensando mi tía para mencionar que te otorgara ese título, ¡Ni siquiera pudiste evitar que me secuestraran y termine siendo envuelto en un saco de ropa sucia! ¡¿Acaso tienes idea de cuantos gérmenes deben estar recorriendo mi hermoso pelaje?! ¡Esto es una desgracia! – se queja haciendo una pose dramática ante lo último mencionado.
Richar al escuchar las patrañerias de BlueBlood solo hacían que el apretara sus puños y los dientes. Aunque es cierto que les ha estado ocultando todo este tiempo que su especie come carne para evitar que lo vieran como una amenaza, sin embargo, era obvio que tarde o temprano esa verdad saldría a flote… aunque no esperaba que se revelara de esa manera.
Richar estaba a punto de seguir defendiéndose, pero el capitán Shining se adelantó en hablar primero.
Shining Armor. – Príncipe, por favor, entiendo que este alterado, pero eso no implica a que debe juzgar a un… - En eso mira por un momento de reojo a Richar. – "amigo" … y más cuando ha hecho mucho por nosotros en este tiempo, por lo tanto, no debería juzgarlo por el error de otro.
Richar se sentía alegre al saber que lo defendía, pero al mismo tiempo triste, ya que logro captar que cuando dijo "amigo" lo menciono de una manera disgustada… seguramente aun sentía resentimientos por la manera ególatra y grosera que trato a las chicas y más que todo a su hermana. No lo culpaba; Richar se sentía mal por haber dicho esas cosas que ni siquiera sabe porque las dijo… tenía que pedir disculpa o las cosas podrían ir mal en su amistad.
BlueBlood. - ¡Usted ni hable excapitán! ¡Sus soldados ni siquiera pudieron atravesar esas simples raíces para venir a rescatarme! – Decía las cosas como si él fuera lo más primordial ante todos sin importarle a los demás civiles. – La guardia real realmente se está volviendo incompetente, ¡Se supone que deben mantener el orden en esta ciudad! Pero en vez de eso, se dejan vencer por una criatura desconocida, como si fueran simples restos de basura. ¡Sencillamente patéticos!
Shining Armor. - … ¡Príncipe BlueBlood! ¡Le recuerdo que ahora yo pertenezco a la familia real, por lo tanto, eso me hace un príncipe igualmente! ¡La guardia real estuvo haciendo todo lo posible para lograr adentrarse y rescatar a todos los ciudadanos, incluyéndolo! ¡Estos ponys fueron entrenados con sangre y sudor con tal de servir y ser leal a la corona! – Apuntaba a sus soldados, lo cual hacía que ellos sonrieran con melancolía a ver como su capitán daba la cara por ellos. - ¡Y no voy a permitir que usted ni nadie se burle ellos como si fueran desperdicios, ya que hacemos todo lo posible que este en nuestros cascos con tal de mantenerlos a salvo! – Finalizo molesto, dando un pisotón al suelo.
BlueBlood. – ¡Y USTED DEBE RECORDAR CON QUIEN ESTA HABLANDO! ¡Talvez se allá casado con mi prima y se allá unido a la realeza, pero sigue siendo un Pony de sangre plebeya! ¡Yo por mi parte soy de sangre pura y tengo mayor estatus que usted! – Menciona dándole un pequeño empujón en el pecho de Shining. - ¡Así que más le vale recordar su puesto! ¡Porque si yo lo deseo, hablaría con mi tía Celestia de como usted y su panda de incompetentes me faltaron el respecto a tal grado que debería encerrarlos en el calabo…!
*PLAAAF.*
Un sonido de un golpe bastante fuerte se escuchó en toda la recepción del hotel, seguido de algo desplomándose al suelo. Los ponys que aún estaban dentro del hotel y la guardia real tenían los ojos y la boca abierta tras presenciar lo que paso. Resulta que el Príncipe BlueBlood estaba tendido en el suelo con los ojos en blanco, mientras un chichón caliente estaba formado en su cabeza. Y a un lado de este, se encontraba Richar con el puño extendido y lleno de sangre. Resulta que el Joven había golpeado al príncipe y como resultado hizo que se desmallara antes de que terminara su frase. Sin embargo, la sangre que escurría de su puño, era de él mismo, ya que se abrió la herida tras dar ese golpe.
Richar. – ¡Ya me cansé de escuchar tanta estupidez salir de tu boca! – Menciona con su cabello cubriendo sus ojos, mientras ignoraba el dolor y la sangre que salía de su puño. - ¡Deberías más bien estar agradecido de que te rescatáramos el trasero con vida y no salieras como un cadáver! ¡Idiota! – Menciona molesto, mientras fruncía el ceño. - ¡AAHHH! ¡Joder, eso sí que duele! – Dice esta vez sintiendo el dolor de su puño, haciendo que se arrodillara y agarrara su mano.
"Humano". – Vaya, parece que en este mundo realmente hay drama… - Menciona el "humano" mirando toda la discusión sucediendo frente a él, sin contener una risa por todo aquello. - ¡Bien, bien! ¿Dónde está mi celda? ¿Estoy en la lista "V.I.P"?
Shining Armor. - ¡Tu mejor ni hables! ¡Al estar bajo arresto tienes la prioridad de quedarte callado y todo lo que digas será llevado en tu contra! – le replica al otro humano, la cual este solo sonríe mientras levantaba los hombros como si no le importara. – Soldados, escolten al prisionero al castillo y asegúrense de que no escape. – Menciona mientras se acercaba a Richar. - ¡Y tú! ¡¿Te das cuenta de lo que acabas de hacer?! ¡Acabas de agredir a un miembro de la familia real! ¡¿Sabes en los problemas que ahora se te pueden presentar?!
Richar. - ¡¿Y qué querías que hiciera?! ¡¿Qué siguiera escuchando todas sus estupideces del cómo nos pisotea con sus palabras ofensivas?! – le pregunta molesto. – Es más, ¿Cómo siquiera puedes seguir defendiéndolo después de lo que dijo?
Shining Armor. – Escucha, no te voy a negar que sentí cierta satisfacción al ver lo que hiciste, pero igual, al hacerle daño al príncipe, esta más que claro que quedaras condenado, ¡Incluso puede que te ejecuten y yo no podré hacer nada para impedirlo!
Richar. – ¡Jum…! pues no me arrepiento de lo que hice, asumiré las consecuencias. – Decía intentando pararse con dificultad. – Aunque dudo que las princesas hagan algo tan severo como eso... grrr. – Gruñía en lo último ya que su cuerpo estaba gritando de dolor.
Shining Armor. - ¿Estas bien? ¿Ese sujeto te hizo algo? – Mirando con molestia al otro humano, que salía por la puerta principal rodeado de guardias.
Richar. – No… él no tiene nada que ver con mi estado. – intentando levantarse en vano. – Mi cuerpo… empezó a dolerme de repente, segundos después de que entrara… grrr. Aunque la verdad, no estoy seguro si él utilizo alguna artimaña para debilitarme… o simplemente, se acabó el hechizo que me mantenía en pie, y termino pasándome factura.
Shining Armor. - ¿"Hechizo que te mantenía en pie"? – Pregunta las mismas palabras del joven extrañado.
Richar. – Es complicado de explicar… y ahorita mucho menos…
Shining Armor. - ¿Quieres que te ayude? – Dice ayudando al Joven a levantarse sin esperar la respuesta.
Richar. - ¿lo dices enserio? ¿Aun después de lo que dije hace poco… allí afuera con las chicas?
Shining Armor. - … *Suspiro* No voy a negar que aun sigo molesto después de actuar como un completo idiota frente a las princesas y las chicas. Pero, mi deber es proteger y ayudar a todo ciudadano que la necesite, por más cretino que parezca.
Richar. - … Yo. – Agacha la cabeza apenado. - Lo lamento… no fue mi intención decir todo eso. Ni siquiera sé porque lo hice; Prometo que are lo posible para recompensar mi falta de respeto.
Shining Armor. – Je, más te vale… pero no creo que sea conmigo quien te debas disculpar. – Menciona mientras empieza a caminar a la salida junto a Richar.
Richar. – Si… tienes razón…
Tras todo ese pequeño suceso, todos los civiles que fueron capturados, estaban siendo atendidos por los médicos y escoltados por los guardias a las afueras del pueblo. Mientras el otro humano estaba siendo escoltado por los guardias directo al castillo; Y obviamente no podría faltar a los entrometidos reporteros y periodistas, quienes estaban tomando fotos al nuevo humano que ahora era un prisionero.
Richar y Shining también empezaron a salir del lugar y lo mismo le paso a ellos en que los periodistas y reporteros empezaron a bombardearle de preguntas. Por suerte el resto de la guardia mantenía al margen a todos ellos para dejar que pasen.
Un poco más atrás salía también el príncipe BlueBlood noqueado, siendo transportado en una camilla por dos ponys.
Las chicas al verlos fueron directamente a ellos y preguntar que ocurrió adentro. Richar quería responder a sus preguntas, pero en su estado le era difícil apenas mover la mandíbula, ya que el dolor incluso se le reflejaba allí. Por orden de las princesas, decidieron dejar todo eso para después, ya que ahora tenían un juicio que resolver y eso al parecer podía tomar algo de tiempo, aparte que tenían que tratar a Richar y calmar el dolor de su cuerpo.
Richar por otro lado, mientras caminaba ayudado, noto que tanto Twilight, Rainbow y Rarity, no le dirigían la mirada, se notaba que realmente estaban molestas con el Joven, lo cual hacía que este se sintiera decaído, haciendo que el disculparse fuera más difícil. Tenía que arreglarlo de alguna manera o su amistad podría estar en peligro.
Música De Fondo: The Legend of Zelda: Skyward Sword- Gate of Time [EXTENDED]
watch?v=CkCepD1V68Y
(Castillo De Canterlot.)
Mas tarde, ese mismo día, dentro del castillo se encontraba las princesas en sus tronos con una mirada calmada. Las mane 6 y Richar también estaban en el sitio, junto a la guardia real, pero a grandes cantidades, ya que, en medio del salón, se encontraban los prisioneros de rodillas con la cabeza agachadas.
Todos estaban atentos en caso de que intentara algo, pero más que nada estaban escuchando a alguien que estaba caminando de un lado a otro cerca de las escaleras hacia el trono.
Este "alguien" se trataba del mismo Príncipe BlueBlood, quien se había despertado y tenía tanto una venda en la cabeza, mientras sostenía una bolsa con hielo sobre esta. El príncipe estaba redactando y quejándose de todo lo que le hicieron pasar, y el cómo lo insultaron, haciéndose completamente la víctima. Incluso decía cosas negativas ante Richar y el capitán Shining.
El Joven Richar por otro lado estaba apretando los dientes tanto de dolor ya que los médicos estaban allí para atenderlo, como de frustración y molestia por estar escuchando a BlueBlood.
BlueBlood. - ¡Y es por esa razón que exijo que ese mequetrefe irrespetuoso este en prisión por el resto de su vida! ¡Lo mismo va para ese otro simio al que ahora llaman "Defensor Equestriano"! ¡Se atrevió a levantarme la mano y golpearme en mi preciada y real cabeza! ¡Y CON ESO SE ATREVIO A TOCAR MI CRIN! ¡¿Puedes creerlo tía?! ¡Tanto el cómo ese otro degenerado son un peligro para nuestro reino! ¡Es más! ¡Sugiero que los exilien de estas tierras y que no vuelvan a pisarla jamás!
Richar. – (En su mente.) – Dios santo, si me escuchas, dame la paciencia necesaria para ¡NO ARRANCARLE LA CABEZA A ESTE IDIOTA! – Decía intentando calmarse mientras frotaba sus dientes, provocando un rechinido por la frustración.
Celestia. – Entiendo tu frustración, sobrino. Sin embargo, no tenemos que anticiparnos y llevar las cosas tan lejos, primero debemos escuchar las aclaraciones de todos antes de tomar una decisión.
BlueBlood. - ¡Pero tía, con todo lo que he dicho! ¡¿No te parece suficiente al saber que ellos se atrevieron a hacerme daño?! – Menciona apuntando a ambos humanos y al pony encapuchados.
Celestia. – Como mencione, primero tenemos que escuchar a todos los presentes antes de tomar una decisión, y eso incluye al prisionero.
BlueBlood. – Pero Tia…
Celestia. - ¡Suficiente sobrino! – Menciona levantando un casco con autoridad. – Dejaremos que esto se arregle con un veredicto justo, así que por favor, te recomiendo que guardes silencio por el momento. Ya disté tu parte de la historia, es hora de que escuchemos el de los demás. - A regañadientes, el príncipe solo chito de frustración, mientras se posicionaba a un lado de las escaleras. – Muy bien. – Se aclara la garganta. – Antes de empezar, primero quisiera saber el nombre de aquel que causo todos estos problemas. – Menciona con una cara seria y autoritaria. – Y eso va para ambos. – Mirando a los prisioneros.
Aquel "humano" se levantó de su lugar y también su acompañante, lo cual alerto a los guardias, haciendo que apuntaran sus lanzas a ellos en modo de advertencia. Al ver eso, el "humano" le dio una señal a su compañero de que no se levantara y volvió a su posición original.
"Humano". – De dónde vengo, mi nombre se pronuncia "llai" o "Joshua" pero ustedes en su idioma lo entenderían como… "Jesús". – Guardo silencio por unos momentos, mientras miraba de reojo a su compañera, para luego volver a mirar a la princesa Celestia. – Y ella es… "Rose", mi esposa.
Algunos de los presentes empezaron a murmurar cosas como que su nombre era extraño y el cómo se pronunciaba, aunque el nombre de "rose" era normal en sus tierras. Por otro lado, Richar simplemente levanto una ceja al escuchar el ultimo nombre, tanto porque que le suena igual a una de sus amigas que trabaja en este castillo, como también en la forma que lo dijo, la cual le hizo sospechar en cierta manera algo, por la forma pausada en que lo menciono.
Richar. – (En su mente.) - ¿Jesús?... Valla ironía con el nombre. Porque de "Jesús" no tiene NADA. Mas bien debería llamarse Lucifer, por lo endemoniado que se ve este tipo.
Celestia. - ¡Orden! ¡Orden en la sala! – Sonaba como si fuera una jueza, golpeando su casco contra el suelo varias veces, haciendo que todos se silenciara. Solo faltaba que tuviera el escritorio y el martillo para dar el veredicto. – De acuerdo. Señor Jesús, se le acusa de haberse adentrado ilegalmente a la ciudad de Canterlot y secuestras tanto un hotel como secuestrar a civiles inocentes junto a mi sobrino BlueBlood, y someterlos al peligro de su propia garra, ¿Qué tienes que decir en tu defensa?
Jesús. – Solo una cosa, princesa Celestia; soberana del sol, "etcétera, etcétera, etcétera". – hablaba mientras miraba a la princesa Celestia, notándose su cara la poca importancia que le tomaba al asunto. - ¿Por qué pierde el tiempo? No tengo nada que defender de mí, solo advertirles que necesito una dieta carnívora. ¡Una chuleta al día es suficiente!
Tras declarar eso último, se escuchó entre todos los presentes, exhalar de la impresión, por la respuesta del "humano" ¿Hablaba enserio? Ni siquiera tenía la vergüenza o trataba de esconder sus crímenes, aparte de que trataba con irrespeto a la princesa. También exigía alimento. ¡Y hablaba de carne como si no fuera la gran cosa!
Cada uno de los guardias tenía unas inmensas ganas de querer golpearlo o estrangularlo. Y ni hablar de las chicas, sobre todo Rainbow Dash y Applejack que se le mostraba una cara de molestia muy grande. Por otro lado, Celestia seguía con una cara serena, demostrando su madurez como toda una regente del sol.
Richar. - ¡Imbécil! – Se escucho la voz del joven, mientras caminaba directo al otro humano con una cara igual de molesta que el de los otros, abriéndose paso, para luego tomarlo de la gabardina de su pecho y acercarlo a su rostro. - ¡¿Quién te crees que eres para estar exigiendo de esa manera tan irrespetuosa hacia las princesas!? – Dice mirándolo a los ojos con furia, mientras el otro humano no mostraba ninguna expresión en su rostro. - ¡De no ser porque no estoy al 100% de mi capacidad, ya te habría manado a volar hacia una pared! ¡¿Qué es lo que pretendes ganar con todo esto?! ¡Está más que claro que planeas algo y no voy a permitir que te salgas con la tuya! – Menciona agitando un poco al otro humano.
Celestia. - ¡Joven Richar, Detente! – Menciona colocando un casco al frente. – Agradezco tus intenciones por defenderme, pero la violencia en este instante no resolverá nada. A parte que aun estas herido por tus batallas anteriores y dudo que puedas resolver algo en este instante peleando – Richar aun con molestia, simplemente chito, al saber que lo que decía Celestia era verdad, así que solo lo soltó y se echó para atrás. – Te lo agradezco. – Dice mirando a Richar, para nuevamente mirar al otro humano. – Esta más que obvio que tus intenciones por hacer todo lo ocurrido tienen su propósito. Hay algo que estas ocultando y no quieres mencionar. ¿Porque crear todo ese escándalo y al final rendirse sin mostrar ninguna pisca de resistencia? Lo otro es que ninguno de los rehenes salió herido a pesar de que los secuestraste. Quisiera saber todos tus verdaderos motivos del porque viniste a este mundo antes de tomar una decisión en que hacer contigo… así que, por favor, si no es mucha molestia, ¿Cuáles son tus intenciones?
El chico Jesús guardo silencio por varios segundos en los que la mayoría estaban esperando con el mismo silencio por escuchar, siendo que aquello era lógico. ¿Por qué hacer todo eso? Finalmente, el humano suspiro para mirar al frente y mirar a Celestia.
Jesús. - Por qué estoy cansado, majestad…
Aquello confundió un poco más a los presentes, pero nadie hablo porque esperaban a que el otro humano siguiera su relato.
Celestia. - ¿A qué te refieres con que estas "cansado"?
Jesús. – Déjeme preguntar algo a su humano aquí presente. – Dice para luego mirar a Richar. - Te llamas Richar. ¿Verdad? Tienes poco de haber llegado a este mundo, por lo que me doy cuenta. – El Joven Richar simplemente abrió los ojos he inclino la cabeza, demostrando su extrañeza y diciendo sin decir nada: ¿Cómo es que sabe eso si nunca lo menciono? – No es necesario que responda, tu mirada me lo dice todo. Míreme a mi… Le are una pregunta, ¿Cuánto tiempo llevo haciendo esto? Y sé que usted sabe de qué hablo, cruzando mundos, dimensiones… entre otros.
Celestia. – Si te soy sincera, no tengo claro tu respuesta, ¿Podrías explicarte mejor?
Jesús. – De acuerdo, lo diré de una manera que pueda entender… ¿Cuál sería su reacción después de viajar a tantos mundos? ¿Tantos que en su mayoría lo consideran una amenaza sin siquiera haber hecho algo? ¡El asunto es simple! ¡Estoy harto de explicar lo contrario a tantas civilizaciones! Tengo tanta maldita experiencia en ello que estoy cansado, así que me adelanto en simplemente tener una celda tranquila antes de crear un conflicto mayor.
La mayoría de los presentes estaban confundidos, y ni siquiera sabían de que estaba hablando, a excepción del Joven Richar, Celestia, Luna y Twilight.
Luna. - ¿Insinúas que has viajado a varias dimensiones y que en cada una de ellas te trataban como una amenaza apenas te veían? – el chico llamado Jesús simplemente asiente lentamente sin decir nada. – Eso… suena cruel.
Ahora todos se encontraban en duda ante lo que dijo el otro humano, no sabían que pensar al respecto. Por un lado, lo veían como un criminal, pero por otro lado lo veían con pena, y eso era lo que estaban empezando a discutir entre los presentes sin saber que hacer al respecto.
Richar también estaba pensando en la situación, Debido a que lo que dijo ese otro humano era verdad… sobre todo porque el mismo lo vivió cuando llego a ese mundo. Cuando se presentó ante Ponyville por primera vez y casi lo arrestaban porque creyeron que manipulaba a las niñas y por ser diferente.
BlueBlood. - ¡Que no los engañe! – Menciono en voz alta para llamar la atención. - ¡Es más que obvio que es una farsa inventada por él, solo para que sintamos lastima y lo dejemos libre! Seguramente su intención es acabar con nosotros una vez bajemos la guardia ante él. – Apunto de una manera incriminatoria al humano esposado.
Eso hizo que nuevamente los presentes empezaran a hablar de manera negativa, volviendo a verlo como el criminal que es.
Celestia. – Espera un segundo sobrino, no nos precipitemos. Recuerda que fue el mismo quien se entregó y no lastimo a ningún pony.
BlueBlood. – Pero tía, te recuerdo que también ese sujeto se comió un… un… un… - trataba de pronunciarlo, pero le entraban nauseas por solo pensarlo. – el punto es que esa cosa es una amenaza para todos nosotros y opino que no debería quedar impune por sus fechorías. ¡Por lo tanto tienes que otorgarle un castigo adecuado!
Un breve silencio se presentó en el área, mientras todos observaban a su princesa del sol, como tenía los ojos cerrados, indicando que estaba pensando en que hacer. Después de un rato, Celestia abrió los ojos y empezó a mirar a todos los presentes, para luego poner su mirada en Richar y por último, volvió a ver al chico llamado Jesús.
Celestia. – Una última cosa antes de tomar una decisión, Joven Jesús.
Jesús. – Pregunte lo que quiera, con tal terminemos rápido con esto.
Celestia. – Esta bien. Por lo que veo, tienes una habilidad un tanto… peculiar, debido a lo que causaste. – el "humano" simplemente miraba a la gobernante sin decir nada. - ¿Eso quiere decir que tienes poderes o algo por el estilo? Digamos, ¿algún artefacto o hechizo que te permitía manipular esas raíces que sacaste anteriormente?
Jesús. – Yo… diría que es complicado de explicar, pero resumiré que puedo manipular la vida en la tierra. – explico mientras miraba alrededor, hasta que fijo su vista en una dirección del jardín del lado norte. – puedo revivir plantas muertas o tomar energía de ellas para sanarme. También mutarlas y enviarles órdenes. ¿Entiende? ¿Ve porque soy una amenaza? Puedo esterilizar campos de cultivo y matar de hambre a pueblos enteros, convertir algo inocente como la naturaleza en algo voraz…
BlueBlood. – ¡Ja! ¡Lo sabía! ¡No es más que un monstruo destructor!
Celestia. – Sobrino, por favor, basta. – Mirándolo de manera molesta. – Talvez dijo que podía destruir la naturaleza, Pero también dijo que tiene la capacidad de crearlas y darle vida si se lo propone como acaba de mencionar. – Menciona otorgándole una sonrisa. – Aunque… viéndolo por otro lado… Si. Estoy segura que podría ser… - Empezó a murmurar y pensar en voz baja, en la cual solamente su hermana quien estaba a su lado, apenas y logro escuchar.
Luna. - ¿Qué tienes planeado, Celestia? ¿A qué quieres llegar con todo esto?
Celestia. – Ya verás Luna. – Mirandola con una sonrisa tranquila, para observar nuevamente al prisionero. – Por lo que entiendo hasta ahora, no pareces alguien que intentara hacerles daño a otros. Solo eres… incomprendido. – El otro humano simplemente se mantuvo callado, sin saber que responder.
Nuevamente se empezó a escuchar el murmullo de los presentes, hasta que un guardia dio unos pasos al frente.
Guardia. – Mis disculpas su majestad, si me permite, le recuerdo que este sujeto termino por, ¡Arrancarle! El cuerno a uno de mis compañeros ayer por la noche en la estación de trenes, ¡¿Cómo eso puede ser algo en la que él no aria daño?! – Aclaro el guardia volviendo hacer que los demás volvieran a murmurar de manera negativa ante otro humano.
Celestia. – Es cierto, y no voy a negar que eso no puedo pasarlo por alto. Sin embargo, tendrá sus motivos por hacerlo, ¿No es verdad?
Jesús. – Como cualquier intruso que quiere pasar desapercibido, necesitaba dejarlo incapacitado de pelear e inconsciente, ¿pero que es mejor? ¿Dejarlo muerto? No estaba de ánimos para dejar un cadáver escondido.
Celestia. – Muy bien, con todo esto, ya tengo concluido que es lo que debo hacer. – Menciona esta vez con una mirada seria. - Tras pensarlo por un rato, tras todo lo ocurrido y mencionado ante los involucrados y los prisioneros… he tomado finalmente una decisión. – Menciona con la cabeza alta mirando a tanto al humano y al pony encapuchado. – Joven Jesús, desde ahora tu sentencia será… - Dio una breve pausa, provocando un suspenso matador ante todos. – permanecer en estas tierras y estar bajo custodia durante medio año en Equestria. – Menciona embozando una sonrisa maternal.
Tras declarar eso, un gran pero enorme silencio se pegó en el área, y lo único que se escuchaba era el sonido de un grillo frotando sus patas en una esquina. Para luego escuchar un gran "¡¿HEEEEEEEEEEEEEE?!" con los ojos bien abiertos de parte de todos sin poder creer lo que acaba de declarar su princesa.
BlueBlood. – ¡Que! ¡¿QUÉ?! ¡¿Acaso estas jugando, Tía Celestia?!
Celestia. – No estoy jugando querido sobrino, estoy hablando completamente enserio. A partir de ahora el Joven Jesús permanecerá en estas Tierras y será vigilado durante las 24 horas. Tampoco lo pondremos en una celda, ya que estoy segura que eso no será suficiente para mantenerlo, se me ocurrió otro método donde podrás vivir mientras estés aquí sin que le causes problemas a los demás civiles.
BlueBlood. - … no puedes estar hablando enserio Tía… ¡¿Acaso no te das cuenta de lo que es capaz de hacer?! ¡Nos condenaras a todos si proclamas algo como eso?!
Celestia. – Ya está decidido, sobrino. Y este será mi veredicto final.
BlueBlood. – Pero… pero…
Celestia. – ¡Fin de la discusión! – Menciona firmemente.
Nadie podía creer que la princesa Celestia allá terminado aceptando al humano Jesús en esta tierra como si nada. Esto provocó que todos empezaran a quejarse negativamente, pensando que era una mala idea. A pesar de que aún seguía siendo un prisionero, resulto que tenía el privilegio de vivir en algún sitio de estas tierras sin problemas. BlueBlood por otro lado tenía un tic en el ojo, solo para luego ver como este se desmallaba.
Luna. – Hermana. ¿Está segura de tomar esa decisión?
Celestia. – Completamente, Luna. No tienes por qué preocuparte.
Richar. – a ver, a ver, a ver. Discúlpeme tantito. – Menciona el Joven caminando un poco lento directo a las princesas, levantando las manos y agachando la cabeza. – No es que quisiera contradecir su decisión final, pero debido al caso de que este sujeto tiene una boca sucia, rapta civiles, casi mata a un guardia, secuestra al príncipe la cualno me importa. - Susurra eso ultimo. –Y termina comiéndose algo lo cual no mencionare frente a los presentes. ¿Le da el beneficio de estar solamente bajo custodia? ¿Ósea no lo encarcelara ni nada por el estilo? – La princesa simplemente asiente con la cabeza, aun manteniendo su serenidad. – okey, admiro bastante su benevolencia, incluso ante las criaturas más peligrosas y alocadas como a cierto draconicus que conozco. – al mencionar eso, dentro de una dimensión abstracta, observamos por un momento a Discord estornudar, preguntándose quien estará hablando de él. - Pero por esta vez, temo que tendré que decirle, de una manera respetuosa que… ¡¿ACASO SE LE FUNDIO UN TORNILLO?! ¡Ósea, ¿Habla enserio?! – Menciona de una manera alarmante, lo cual termino haciendo que los presentes jadearan de impresión tras el tono en que lo dijo.
Twilight. – Ri…Ri… Richar, ¿Qué estás haciendo? No deberías hablarle así a la prince… - Es callada tras ver que el Joven le levanta la mano para que no siga.
Richar. – Disculpa Twilight, pero enserio tengo que decirlo. A parte que te recuerdo que tú también has hecho lo mismo cuando intentaron reformar a Discord cuando lo liberaron de su estado petrificado. – Dicho esto, Twilight no pudo evitar sentir pena por recordar ese día y callarse. – Pero hablando enserio Celestia, ¿Cómo se te ocurre poner eso como veredicto final? ¿Te parece bien que el este suelto por los alrededores con saber de lo que es capaz?
Celestia. – Nunca dije que estaría suelto, dije que estaría bajo vigilancia con libertad condicional.
Richar. - ¡Es casi lo mismo! ¡Incluso si lo mantienen vigilado, no creo que eso lo detenga! Si él logro hacer que ningún soldado entrara al edificio con esas raíces casi impenetrables, ¿Qué te hace pensar que no lo ara de nuevo?
Celestia. – No pienso que tenga esas intenciones, de ser así, ¿Por qué pide entregarse? De tenerlo dentro de una celda, algo me dice que su habilidad sería suficiente para poder escapar sin problemas. Y de ser que planea algo, ¿No te parece mejor cambiar un poco su "petición" para modificar "sus planes"?
Richar. – Bueno… no negare que tienes un buen punto. Pero eso no quita el hecho de que pueda hacer algo en cualquier momento.
Celestia. – Ya tengo eso controlado. – Dice para luego ver a un soldado que tenía a la cercanía, la cual llevaba consigo una caja metálica en su lomo. La princesa del sol asiente con su cabeza mirando al guardia, la cual este con un saludo en su frente empieza a acercarse al otro humano. – con esto seremos capaces de mantenerlo controlado en caso de que intente algo. – Menciona mientras el soldado abre la caja, mostrando unos brazaletes alargados, muy parecidos a los que usa "La mujer maravilla" solo que estos eran de un tono gris oscuro metálico. – Estos son brazaletes reforzados de kairoseki, creados para mantener a los maleantes más peligrosos del reino. – Menciona mientras cuatro unicornios usaban su magia para intentar levantar los brazaletes, ya que parecía que hacían esfuerzo por levantarlos, debido a que los brazaletes lo debilitaban y absorbían parte de su magia.
Una vez lograron colocarle las esposas al prisionero, este coloco una mueca de molestia, mientras sus manos tocaban el suelo, indicando que se sentía débil.
Jesús. – Que artefacto tan interesante… es la primera vez que algo así me hace redoblarme… aunque solo es cuestión de tiempo para adaptarme. – Murmuro eso último en voz baja, evitando que lo escucharan mientras disimulaba una sonrisa.
Richar. - … Esta bien, supongo que con eso me siento un poco tranquilo. – En ello, observa al acompañante del otro humano, la cual solo tenía puesto sus grilletes normales. - ¿Y qué me dices de ella? ¿No le pondrán también unos brazaletes?
Celestia. – No será necesario. El anillo anulador que tiene en su cuerno es suficiente para mantenerla al margen. – Dijo apuntando al cuerno de la prisionera, donde tenía esta incrustada el anillo que mencionaba. – Incluso es capaz de anular la magia de un Alicornio o algo con mayor poder.
Richar. - … Vale, ya entendí, lo tienes todo bajo control… - Menciona cruzándose de brazos y rotando los ojos. – Aunque de alguna manera no puedo evitar sentirme inseguro. – menciona eso último en su mente.
Luna. – Apropósito, ¿Por qué no estás en la enfermería reposando de tus heridas? Cuando saliste de ese edificio se notaba que muy a duras podías estar de pie.
Twilight. – Es justo lo que le dije, Princesa. Pero él es tan ¡TERCO! Que se niega a ir. – Menciona medio molesta, mientras observaba a Joven Richar de Reojo.
Richar. – Lo lamento, ¿Esta bien? Pero no puedo evitar pensar que mientras este en un sitio apartado de alguien que me parece sospechoso y sobre todo MUY peligroso, este cerca de las princesas y de ustedes. Había muchas iniciativas de que parecía que planeaba algo que podía hacer en cualquier momento en mi ausencia.
Rainbow Dash. - ¡¿Insinúas que somos débiles?! – Dice acercándose a la cara de Richar de forma molesta.
Richar. – No estoy diciendo eso, yo sé que son capaces de hacer muchas cosas, pero también sé que habrá momentos en la que necesitaran de mi ayuda.
Rainbow Dash. - ¡Pues para que sepas, ya hemos enfrentados diversos acontecimientos antes de que tu llegaras y siempre salimos victoriosas!
Richar. – Si… lo sé, ya lo he visto… ¿pero alguna vez has enfrentado algo en la que implica ver muerte o ver que casi al borde de la muerte? – Rainbow parecía que quería hablar, pero no sabía que decir, ya que nunca ha vivido alguna experiencia en la que implique estar al borde de la muerte así. – No me sentía seguro, por eso estoy aquí frente a ustedes. Desde que llegue a este mundo… De alguna forma siento que las cosas aquí no son como me lo imaginaba. Como si el peligro hubiera aumentado a mayor escala desde que llegue… - Dice de alguna manera haciéndose ver como si fuera el culpable de que el mundo de Equestria hubiera cambiado tras su presencia. – Es por eso que me siento responsable que de todo lo malo que pase, sea por mi culpa. – Se sujeta el brazo mirando para otro lado. – Y que yo no esté allí para defenderlo…
Las chicas se miraron entre si con una cara entre melancolía y enternecida, al ver como el joven se sentía responsable y dispuesto a protegerlos a conste de su vida.
Applejack. – No tienes por qué sentirte de esa manera terroncito. – menciona acercándose al Joven. - Nosotros jamás te culparíamos por todos esos problemas.
Pinkie Pie. - ¡Si, eres demasiado divertido y sonriente para pensar que todo esto podría ser tu culpa! – Dice también acercándose al Joven con sus típicos saltitos.
Fluttershy. – Tienes un buen corazón después de todo lo que has hecho por nosotros. No podría pensar que fueras alguien malo, por intentar protegernos. – Dice también acercándose.
Rarity. – Salvaste a Ponyville y a Canterlot de una desgracia, a pesar de estar en malas condiciones. Te esforzaste más de lo que ninguno de nosotros hubiera logrado. – Dice también acercándose.
Rainbow Dash. - ¡Fuiste valiente, audaz y un gran luchador! Ni siquiera retrocedías ante peligro y protegías a todos los que podías. – menciona acercándose volando velozmente.
Twilight. – Lo que las chicas quieren decir, es que no deberías cargar con todo el peso tu solo. Todos aquí estamos dispuestos a ayudarnos mutuamente, para preservar la paz del reino. Pero no podemos forzar a un amigo a que este siempre dispuesto a ayudar cuando sabemos que no está en condiciones. Te agradecemos de todo corazón tus intenciones, pero debes entender, que siempre nos apoyaremos uno sobre el otro, evitando que el más frágil sea lastimado.
Richar quería decir algo, pero al observar a sus amigas que lo miraban con esas sonrisas de confianza, hizo que no pudiera mencionar lo que quería replicar.
Richar. – Yo… *Suspiro* está bien… lo lamento. Intentare ser menos… lanzado por así decirlo… y… gracias. Por todo.
Las chicas. - ¡Para eso están los amigos!
Tras mencionar eso, solo se escuchó las rizas de parte de todos. Mientras que, por otro lado, el Supuesto Humano Jesús, miraba la escena amistosa del grupo, sin alguna pizca de expresión que los demás pudieran leer. Un perfecto rostro en blanco vacío de emociones que pudo cambiar por uno de molestia para mirar hacia la princesa soberana de Equestria.
Jesús. - ¡Escuche, Celestia! No voy a quejarme de su decisión hacia mi condena, pero aun necesito tener en claro, ¿Cómo viviré entre ustedes y como seré vigilado? ¿Cuántos de sus guardias me estarán vigilarán? Solo apresúrese y terminemos con esto de una vez, ¿Quieren?
Y nuevamente vuelve a arruinar el pacífico ambiente que se estaba formando por su manera tan irrespetuosa de hablar. Los guardias ya estaban a casi unos segundos de querer abalanzarse sobre el chico llamado Jesús; Incluso Shining Armor tenía ganas de ejecutarlo ahí presentemente por tal falta de respeto a su soberana del sol. Sin embargo, todos sabían que debían aguantar y no cometer algo que los meta en problemas, ya que estaban en un juicio. Solo tenían que esperar y tal vez… solo talvez puedan "Enseñarle" algo de respeto a su manera.
Por otra parte, Celestia seguía con su mirada serena sin mostrar algún inicio de estar ofendida, aunque no podía decir lo mismo de su hermana que estaba algo seria y un poco molesta.
Richar y las chicas por otro lado estaban igual, pero el Joven era el que más deseaba poder golpearlo con todas sus fuerzas, aunque eso implicara romperse ambos brazos. Pero como acaba de prometer que no debía ser tal lanzado estando herido, también debía aguantarse con todas sus fuerzas. Incluso se decía así mismo una y otra vez: "Señor, dame la paciencia por favor, ¡SEÑOR DAME LA PASIENCIA POR FAVOR!"
Richar. – Cielos… enserio que este tipo sabe cómo arruinar buenos momentos con sus palabras. – Dice entre dientes y en voz baja, agarrándose el tabique de la nariz. – Pero ya hablando enserio Celestia. – Dice mirando a la soberana del sol. – No sé qué es lo que pretendes con dejarlo libre de esa manera, pero manteniéndolo vigilado, y creo que hablo por todos de que esto es una mala idea.
Celestia. – Como mencione, nadie debe preocuparse, estoy al tanto de toda la situación y les aseguro que mi decisión no podrá en peligro a nadie en todo el reino. – pronunciaba aun manteniendo esa seguridad benevolente en su rostro.
Richar. – De acuerdo, vale, ya me quedo claro. Pero dejando eso de lado, ¿A cuántos guardias piensas asignarle? Por como yo lo veo, este sujeto tiene pinta de que necesita un pelotón completo o mínimo toda la guardia vigilándolo, y dudo que pongas a toda la guardia real hacer eso sin dejar el castillo desprotegido.
Celestia. – Eso tampoco será necesario, ya que… solo asignare a uno solo a cumplir esta tarea. – Dice manteniendo una sonrisa tranquila.
Y nuevamente los presentes empezaron a cuchichear entre ellos, con grandes incógnitas en su cabeza, preguntándose por qué solo asignara a un solo hombre a vigilarlo y quien podría ser capaz de hacer semejante deber.
Twilight. – Princesa Celestia, ¿Pero que Dice? ¿Enviar a un solo pony a hacer este trabajo tan peligroso? No cree que ya es muy… pues, ¡¿Irresponsable de su parte?!
Richar. – Concuerdo con Twilight, ¿Quién sería tan idiota como para aceptar ser el guardián de este sujeto tan peligroso? – Menciona de brazos cruzados mirando a Jesús.
Celestia. – Me alegra que preguntaras, ya que quien cumplirá dicha tarea de mantenerlo vigilado, serás tú. – Dice apuntando a Richar.
Hubo un silencio de 10 segundos en todo el salón, en donde de alguna manera se podía incluso el escuchar el sonido del viento de afuera.
Luna. - ¿He?
Richar. - ¿He?
Las Mane 6. - ¿He?
Todos. - ¡¿HHEEEEEEEEEEEEEE?!
Y otra vez nadie se podía creer que Celestia volviera a declarar y permitir algo tan peligroso, como si no lo fuera, manteniendo esa calma en su rostro.
Luna. - ¡Hermana! ¡¿Acaso estas Bromeando?! ¡¿Estás hablando enserio?!
Celestia. - *suspiro* Cielos, ¿Por qué todos creen que bromeo o no hablo enserio? Estamos en un Juicio, es más que obvio que siempre hablare con seriedad y la justa verdad.
Richar. – ¡Okey, Okey! ¡Esto ya es el colmo, Princesa Celestia! Primero tenemos aquí un sujeto peligroso en la cual fue una suerte "Capturarlo" ya que se entregó por sí mismo; Hacemos un Juicio para darle sentencia antes sus actos; Lo perdonas y dejas que este "casi libre" por Equestria; Lo pones en custodia, ¡¿Ahora quieres que yo me encargue de este… este… Zopenco?! – El otro humano simplemente mira a Richar con una Ceja levantada, para luego girar los ojos, como si le importara un comino lo que le diga. – Mis disculpas su majestad, ¡!¡Pero todas las decisiones que a tomado en este caso, ya se pasaron más allá de Veeeeeerrrrrppprrrrrrr! – El Joven intentaba completar la última palabra, pero solo le salían trompetillas ahogadas al final de la oración, ya que le es difícil decir esas vulgaridades frente a las chicas y sobre todo ante la realeza. - ¡Lo que intento decir es! ¡¿Por qué tengo que ser yo quien se quede a cargo de él?! – Apuntando al otro humano con una cara molesta.
Celestia. – Porque está claro que eres el más indicado entre los presentes para poder mantenerlo a raya en caso de que algo salga mal. – Seguía sonriendo con esa firmeza en su decisión.
Richar. – ¡No puedes hacerme esto Celestia! ¡No puedes simplemente agarrarme y usarme como su guardia personal, así como así! ¡Ni siquiera estoy en condiciones para poder enfrentarlo!
Celestia. – Hoooo, ¿Pero acaso no fuiste tu quien dijo que quería estar aquí en caso de que algo salga mal? ¿Qué pretendías hacer entonces si esto se saliera de nuestros cascos en vez de estar en la sala de emergencia?
Richar en ese instante cerro la boca por completo, ya que no tenía ninguna excusa para responder a eso.
Richar. – amm… yo… esto… podría… tal vez… algo… - El Joven intentaba defenderse, pero ante lo que dijo, solo podía balbucear cosas sin sentido. El mismo se había puesto la soga al cuello por tonto.
Celestia. – Ademas, esto es más un castigo que una orden otorgada.
Richar. - ¿Castigo? ¿Y yo que hice?
Celestia. – Mas bien, que NO hiciste. – Ante eso, La princesa Celestia saca un pergamino y se colócala unos lentes con su magia. – Desobedeciste una orden directa de la princesa Twilight en no quedarte en el hospital de Ponyville por tu bien. Golpeaste a mi sobrino, aun sabiendo que era un pony de la realeza. Fuiste descortés y grosero con las chicas cuando intentábamos entrar al edificio secuestrado. Sin mencionar que me dijiste si se me había zafado un tornillo por las decisiones que tome. – Cada palabra que decía Celestia era como una flecha emocional que se le enterraba a Richar en el corazón. Incluso empezó a sudar de los nervios.
Rainbow Dash. – ¡Oigan es verdad! ¡Por poco olvido lo que dijiste sobre nosotras! – Dice mirando al Joven con una mirada fulminante.
Richar. - ¡Espera, no es lo que parec…!
Rarity. - ¡Es cierto! Fuiste muy grosero; Nunca espere que alguien como tu fuera así de cruel. – Menciona arrugando la cara de manera triste, sintiéndose ofendida.
Richar. - ¡Es que yo no quería…! – Se estaba empezando a poner nervioso
Fluttershy. – Realmente no fuiste nada amable. – Agachando la mirada triste.
Richar. - ¡Pero te juro que…! – Richar intentaba defenderse, pero no le salían las palabras a tiempo
Pinkie Pie. - ¡No fue nada agradable en cómo te nos insinuaste!
Richar. - ¡Es que no fue mi intención decir…! – Cada vez los nervios le ganaban y su corazón se aceleraba.
Applejack. – ¡Te comportaste como un verdadero patán, burlándote de nosotras!
Twilight. - ¡Y realmente nos afectó que dijeras todo eso cuando solo queríamos ayudarte!
En eso todas se acervan a él Joven con una mirada molesta, haciendo que este retrocediera unos pasos, mientras sudaba a mares por todo lo que le decían.
Las mane 6. – ¡Así que! ¡¿Qué tienes que decir en tu defensa?!
Richar estaba acorralado, ya no sabía que decir, tener las miradas incriminatorias de las mane 6 frente a él, le otorgaban un nudo en la garganta. ¿Cómo es que de un momento a otro pasaron de decir cosas bonitas y alentadoras sobre el Joven, a lo muy descarado y grosero que fue?
Richar. – Yo… ¡Yo!... ¡YO!... – El Joven no podía seguir aguantando esas miradas de las ponys que más admiraba en el mundo. Así que instintivamente, de manera rápida y exagerada, se posiciono en modo Dogeza japonesa al Máximo. - ¡GOMEN'NASAI! – Las chicas y los demás presentes se extrañaron tanto por la frase mencionada y la posición ridícula del Joven. - ¡Perdón, se me salió lo Japones! ¡Lo que quise decir en realidad fue! ¡LO LAMENTO MUCHISIMO! – Decía aun estando reverenciado en suelo. - ¡Lamento mucho lo que dije! ¡Nunca fue intencional! ¡Ni siquiera sé porque lo hice! ¡Es como si otro yo de manera arrogante poseyera mi cuerpo sin saber lo que hacía! ¡Realmente lo siento! ¡Fui un idiota por mencionar todo eso! ¡Enserio que lo lamento! ¡Por favor! ¡Perdonenmeeehehehe!
Richar se arrepentía con todo su corazón, de una manera rápida por decirle todas esas palabras hirientes a las chicas. Su lado Brony era muy sensible cuando se trataba de las mane 6 o las princesas, si algo que odiaba el Joven, era ver que alguien les faltara el respeto de esa manera, y ahora que lo hizo el mismo, se sentía como el idiota más grande del mundo. Incluso lagrimeaba de arrepentimiento.
Las chicas a pesar de que todavía estaban molestas, al ver al Joven Richar arrepintiéndose de esa manera, se le dificultaban seguir manteniéndose de esa manera frente a él. Por lo tanto, simplemente se miraron entre ellas, para luego suspirar todas al mismo tiempo.
Applejack. – Esta bien, Está bien, no es para tanto como para ponerte melodramático.
Fluttershy. – Sabemos que no lo decías enserio de todas formas. – Insinuaba regalándole esa sonrisa tierna de su parte.
Rarity. – Aunque todavía nos sentimos algo molestas, no signifique que realmente te odiemos, cariño.
Pinkie Pie. – Sabíamos que algo te había pasado como para actuar de esa manera, aunque no supiéramos… O ¿tal vez si sabíamos, pero no teníamos pruebas? Esperen, ¿cómo podríamos saber si no teníamos idea? ¿o era al revés? – empezó a divagar con sus locuras de Pinkie pie.
Twilight. – Okey Pinkie, ya entendimos. – Sonreía por su manera de ser. – Pero, aun así, a pesar de que tendremos algunas riñas entre amigos, eso no implica que dejemos de serlo. Lo importante es que demostraste que estas arrepentido y eso es suficiente para nosotras como para perdonarte.
Rainbow Dash. - ¡Yo no! Él Tendrá que hacer algo mejor que eso para que logre perdonarlo. ¡Saben cómo soy de sensible cuando alguien se burla de mi velocidad, y eso no lo puedo tolerar! – Menciona molesta, mientras se cruzaba de cascos y le daba la espalda estando en el aire.
Twilight. – Bueenooo. Casi todas te perdonamos, ya que algunas son demasiada orgullosa para admitirlo. – Mirando de reojo a Rainbow con una sonrisa, la cual esta sin voltearse responde con un "Jam" simplemente.
Richar. – ¿Lo… Lo dicen ense… rio? – Preguntaba entrecortado, ya que aún no se recuperaba del todo ante su arrepentimiento, teniendo algunas lágrimas en sus ojos. Las chicas simplemente asentían sonrientemente, a excepción de Rainbow Dash. – Gracias chicas… - Quitándose las lagrimas y poniéndose de pie. – Enserio que son las mejores amigas que uno podría tener… - Regalándole una sonrisa a todas. – Y Rainbow, aunque se que no puedas perdonarme por insultarte de esa manera, are lo posible para recompensarte de alguna manera.
Rainbow Dash. - …¡Mas te vale! Porque Tendrás que hacer un gran esfuerzo para hacer que te perdone. – Menciona mirando al Joven de reojo.
Richar. – Je. Dalo por hecho. – Menciona ofreciéndole una sonrisa confiada, con el pulgar en alto, para luego voltearse y ver nuevamente a las princesas. – Esta bien Princesas Celestia. Aceptare este "Castigo" como una manera de arrepentimiento ante mis actos. – Dice para luego inclinarse con una rodilla mientras se sostenía con la otra. - Are lo posible para mantenerlo vigilado y evitar que haga cualquier cosa que perjudiquen al reino.
Celestia. – Me alegra oírlo. Con tu fuerza y habilidad, estoy segura de que casi podrías mantener todo bajo control.
Richar. – Por su puesto Princesa, le aseguro que… Momento… Acaso dijo usted, ¿"Casi"? – Pregunta algo confundido, para saber si escucho mal.
Celestia. – En efectiva. Ya que no estoy segura del todo si podrás manejarlo como es, debido a tu estado y que todavía no conozco de lo que es capaz este otro chico. Por eso te lo asigno a ti, ya que al ser de "la misma especie", tendrán mejor comunicación y así puedo evitar que ninguno de mis preciados ponis corra el riesgo, en caso de que cometa algún error.
Richar. - ¡¿Me esta insinuando que soy como una especie de conejillo de india para saber de lo que es capaz este sujeto?!
Celestia. – Ho no, no, no. ¿Cómo crees? Solo digo que es mejor que dos seres que son de distintos mundos se junten para así establecer una mejor relación. Ya que tu has convivido lo suficiente con nosotros y demostrado que eres de confianza ofreciendo tu ayuda, estoy segura de que hay una probabilidad de que este chico también pueda serlo.
En ese momento Richar tenia un tic en el ojo con una media sonrisa incomoda, ya que al pesar de que Celestia dice que él es el indicado para "mantenerlo vigilado" y que tal vez podría ser de "ayuda", es más que obvio que REALMENTE lo usaba como conejillo de india. Por lo tanto, a Richar solo le vino Dos palabras de golpe a la mente: ¡TROLLESTIA ATACA!
Celestia. – Aun tienes tus guantes alquímicos que te di la otra vez, ¿Verdad? Te serán de mucha ayuda en caso de que algo salga mal.
Richar. – Au… Si… Respecto a eso… - Empieza a juntar los dedos de manera tímida, mientras sudaba de a poco y miraba para otro lado. – Resulta que… bueno. Mis guantes fueron… Des... – Mencionaba cada vez en voz baja, que casi parecía la voz de Fluttershy.
Celestia. – Perdona, pero, ¿Podrías repetir eso ultimo? No te pude escuchar.
Richar. – Que mis guantes fueron destru… - seguía mencionando en voz bajita lo último, intentando apartar la mirada mientras el sudor le salía a cantaros.
Luna. - … ¿Podrías elevar un poco más la voz? No se te escucha nada. ¡TIENES QUE HACERLO DE ESTA MANERA! – Pronunciaba usando la voz de Canterlot en lo último. Aunque para los presentes fue algo exagerado he innecesario.
Richar. – Dije que… mis guantes fueron destru… - Seguía sin poder decir la última frase en voz alta por mera pena.
Applejack. - ¡Vacas emplumadas! ¡Ya déjate de rodeos y escupe tus palabras de una vez! – Menciona ya perdiendo la paciencia, mientras le daba un pequeño golpe con su sombrero al Joven.
Richar. - ¡Esta bien! ¡Esta bien! ¡Perdón! – Menciona agitando sus manos frente a ella, para luego suspirar y tomar una bocata de aire. - ¡Resulta que mis guantes fueron destruidos en mi ultima batalla y ya no tengo ningún método para pelear o defenderme sin transformarme! – Dice todo alto y claro, con los ojos cerrados, ya que lo dijo un poco apresurado.
Luna. - ¡Que Tus Guantes! ¡¿QUÉ?! – Grita eso ultimo usando la voz de Canterlot. - ¡¿POR QUÉ NO MENCIONASTE ESO ANTES?! ¡SE SUPONIA QUE ESO ERA UN SEGURO DE VIDA PARA PROTEGERTE DE LOS PELIGROS QUE SE TE PRESENTAN! – Mencionaba molesta aun usando la voz de Canterlot, la cual aturdía a los presentes.
Richar. - ¡Lo sé, lo sé! ¡Gomen' Nasai! ¡Gomen' Nasai! – Se disculpaba haciendo varias reverencias, donde nuevamente se le escapaban las disculpas en lenguaje Japones sin darse cuenta. - ¡Se lo mucho que esos guantes debieron costarle hacer, sobre todo para una especie distinta como la mía y que se adaptara a mis poderes! ¡Pero no pude hacer nada para evitar que me lo destruyeran! En ese momento estaba entre la espalda y pared, sin poder hacer nada. – Decía arrepentido por olvidar ese detalle que era primordial en sus batallas.
Luna. – Por mi maestro, Star Swirl. Enserio que no tienes caso… - Menciona llevándose una pezuña a la cabeza, cerrando sus ojos.
Celestia. – Calma, Calma. – Decia tranquila dándole unos golpecitos de mimo a su hermana, detrás de su espalda. – Todo tiene su solución, no es necesario alarmarse tanto como para usar la voz de Canterlot.
Luna. - ¡Muy bien, hermana! ¡Ya basta! ¡¿Qué te sucede?! – Menciona colocando se rostro muy cerca de Celestia de manera molesta. - ¡En todo este Juicio has estado muy rara con todas tus decisiones! ¡Nada de lo que has sentenciado tiene sentido o verdadera Justicia! ¡¿Sentenciarlo a que se quede con nosotros bajo la protección de otro humano que apenas y acaba de salir del hospital sin siquiera haber recuperado sus fuerzas?! ¡Sobre todo que ni siquiera tiene la protección del ítem con el que más cuenta para mantenerse a raya! ¡Pareciera como si ya supieras de él o como realmente es! – Decía toda histérica frente a su hermana. - ¡¿Sabes qué?! ¡Ya no importa! ¡Se nota que tienes todo bajo control! ¡Todo lo que haces tiene sentido! ¡Si, si, claro que sí! ¡¿Es más, que hago aquí?! ¡Es obvio que estoy simplemente de decoración! ¡No necesitas de mi ayuda para NADA! – Empieza a bajarse de su trono, para luego ir hacia donde estaba el príncipe BlueBlood, que aún seguía desmayado. – Lo mejor seria que yo lleve a BlueBlood a su habitación, ¡No te preocupes! ¡Estaré bien! ¡Es lo MENOS que puedo hacer en esta situación! – Empieza a caminar hacia la salida junto al Príncipe flotando con su magia. - ¡Si alguien me necesita estaré en mi habitación, Jugando algún video Juego! ¡Y que alguien me traiga algunos Cupcakes y malteadas a mi habitación, Junto con algunas aspirinas! ¡Y QUE SEAN DOBLE! – Termino de decir, seguido de un portazo que sacudió un poco el área una vez se retiró.
Todos los presentes dentro del salón estaban calladiiiiitos tras lo ocurrido. Sencillamente esa fue una situación muy incómoda y nadie sabía que decir, mas que solo ver a su soberana del sol en total silencio.
Celestia. - *suspiro* A Pesar de que tiene mas de 1000 años, aun se sigue comportando como una niña. – Menciona negando con su cabeza abajo.
Jesús. – ejejeje realmente hay una buena posibilidad de que este sitio no sea tan aburrido. – Hablo el "humano" para llamar la atención de todos los presentes. Cuando se aseguró de que volvía ser escuchado, continuo. - ¿Y bien? Si no entiendo mal… ¿estaré en libertad "Condicional" bajo la vigilancia de su "héroe"?
Celestia. – Técnicamente, es eso lo que se plantea hacer. – Menciona con toque de serenidad en sus palabras y algo seria. – Y ahora que mencionas eso último, me hiciste recordar algo importante. – Ante ellos, la princesa llama a una pony que tenia una vestimenta muy parecida a una secretaria, en donde la princesa le indica algo en voz baja, para luego asentir y retirarse del salón. – De momento lo dejaremos hasta este punto. Por lo tanto, tomo por concluida este juicio, cerrando la sección. – Dice golpeando el suelo como si de un mazo se tratara.
Jesús. - ¡Por fin! Ya estaba a punto de contar cuantas moscas se pegaban a la pared en este salón. – Menciona en tono burlesco. - ¿Y ahora qué? ¿Me meterán en alguna celda o alguna habitación encerrado? ¿O acaso me llevaran a ese pueblucho que está cerca de aquí?
Celestia. – No exactamente. – Menciona con una sonrisa confiada. - ¿No creerás que en todo este tiempo te iba a dejar estar tan cerca mis súbitos en tu estadía aquí? ¿verdad? Ya te tenia planeado un sitio algo alejado y cercano al mismo tiempo.
Richar. - ¡Un momento! Si YO voy a estar vigilándolo a cada momento y resulta que el no va estar por estos lares, ¿Eso significa que yo también tengo que estar o vivir en el mismo lugar donde él?
Celestia. – Básicamente. Si, así es.
Twilight. - ¡¿Qué?! ¡¿Eso quiere decir que ya no vivirá con nosotras en Ponyville?! – Decía de una manera preocupada, al saber que las únicas especies de otros mundos se alejarían de su "cuidado".
Rarity. – ¿No seria mas recurrente que todas estuviéramos cerca de ellos en caso de que no pueda manejarlo?
Celestia. – Ustedes como antiguas portadoras tienen un deber distinto al del Joven Richar, que muy pronto se les presentara. Es necesario recurrir a eso, por razones de que su intervención podría causar incomodidad y falta de seguridad en los ciudadanos. El Joven Richar necesita estar presente ante nuestro invitado en todo momento y evitar que el caos entre los residentes de desate. – Replicaba la princesa, dándoles un buen punto a entender, del porque no puede seguir viviendo en el pueblo.
Richar. – ¡¿Y dónde pastos planeas enviarnos?! – La única respuesta que recibió de Celestia, fue que ella embozo una sonrisa calmada, la cual puso a Richar un tantito nervioso.
Celestia. – No te alarmes. – Menciona mientras se levanta. – Te enseñare el lugar donde se alojaran, se puede incluso ver desde el balcón principal, no esta muy lejos. – Menciona mientras caminaba. – síganme, y traigan a nuestro "invitados especiales" para que también lo vea. – Refiriéndose al humano prisionero
Dicho eso, levantaron tanto al al "humano" como a la pony encapuchada, mientras todos seguían a la princesa.
En ese momento, el capitán Shining Armor puso su mirada fija en la pony encapuchada, quien ha estado callada en todo este tiempo sin emitir ningún sonido. Por otro lado, logro observar algo muy familiar a través de su túnica. Unos mechones de su crin bastante familiar se le presento ante sus ojos lo cual por alguna razón no podía ignorar.
Shining Armor. - … Oye, tu, aguarda un momento. – Menciona acercándose a la pony encapuchada. La chica al notar que el capitán se acercaba, se puso un poco tensa y alarmada, que hasta empezó a retroceder con la intensión de escapar. Sin embargo, el resto de la guardia que los escoltaba, impidieron su paso. – En todo el Juicio no haz dicho ni una palabra y nunca te quitaste esa capucha. ¿Qué estas intentando esconder? – Dice con las intenciones de quitarle dicha capucha.
La chica al ver su casco acercarse, nuevamente parecía que quería escapar, pero los guardias se lo impedían.
Jesús. – Ey, ya déjala, yo que tu no aria eso. – Menciona intentando acercase a ellos, pero otros guardias se interpusieron con sus lanzas, bloqueándole el camino. – Lo digo por tu bien.
Shining Armor. – Tu no estas en derechos a darme ordenes, y ya tengo suficiente con tener que haber escuchado tu falta de respecto hacia la princesa como para tener que seguir aguantándote. – Dice con una cara entre seria y molesta, ya colocando su casco en la capucha de la chica.
Jesús. – Consté que te lo advertí.
Sin siquiera haber escuchado su advertencia, Shining Armor procedió a quitarle la capucha con rapidez a la pony, exponiendo su rostro ante los presentes.
Entre el pasillo, se logro escuchar el Jadeo de todos, con una gran cara de impresión al ver el rostro de la pony, sobre todo el capitán Shining, que por su rostro parecía estar impactado. Esta chica tenía un aspecto Joven, con ojos morados. Pelaje rosa. Con una melena algo desordenada con los colores en líneas de color amarilla, morada y rosa… No esperaban que esta pony fuera en realidad…
Shining Armor. - ¡¿CA… CA… CA… CADANCE!?
CONTINUARÁ…
