Este fic participa en el minirreto de marzo para La Copa de la Casa 20/21 del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.

Objeto sorteado: el Santo Grial

He utilizado mis 100 palabras extra


Mil gracias a Nea Poulain por el beteo


Ante los ojos de Dios

Helga se arrebujó en su capa cuando salió de detrás de los árboles y se enfrentó a la iglesia que presidía el claro.

—¿Estás bien? —preguntó Rowena. Helga asintió.

Había sido Rowena la que había convocado tras la cena y la había arrastrado lejos de la calidez que transmitía Hogwarts hasta ese sitio. Helga no había hecho preguntas; los gestos de su amiga mostraban que no había tiempo para explicaciones y si Rowena llamaba, Helga no era capaz de negarle nada.

Cuando llegaron a la parte trasera de la iglesia, Rowena sacó la varita, apuntó al muro y las piedras empezaron a brillar.

—Ten cuidado —le dijo Rowena antes de atravesar la pared. Helga sacó su varita, respiró hondo y dio un paso hacia adelante.

Traspasar un muro de piedra, incluso con la magia de su lado, siempre le era desagradable; sentía que, si no lo hacía rápido, se quedaría atrapada, convertida para siempre en parte de la construcción. No ayudaba que estuviesen en una iglesia. Una voz, proveniente de un rincón de su infancia que Helga conocía muy bien, le decía que estaban haciendo algo malo.

—¿Y ahora? —preguntó en un susurro cuando se encontró al lado de Rowena.

—Sígueme.

Helga llevaba años sin pisar una iglesia, pero se encontró sabiendo adonde se dirigían. Cuando se acercaron a una de las capillas laterales, comenzaron a oír murmullos.

—Son cinco —murmuró Rowena asomándose—. ¿Podrás ocuparte de los dos de la izquierda? —Helga asintió—. Y ten cuidado con el ruido que hagan al caer, estoy segura de que habrá más rondando por aquí.

Helga nunca había sido muy diestra en el combate, le faltaba nervio, pero no puntería. Los dos hombres cayeron antes de verla. Ni siquiera se giró a ver a su amiga.

—Les quitaremos la memoria después. Podemos hacerle pensar que han bebido y que se quedaron dormidos —dijo Rowena adelantándose.

La copa las esperaba en el centro cuando entraron en la capilla.

—¿Es verdadera? —preguntó Helga.

Conocía la historia, la copa que había utilizado Jesús en la última cena, aquella en la que se había derramado su sangre, la conexión directa con la divinidad, el Santo Grial. Rowena levantó la varita y lo convirtió en polvo.

—Que Dios me perdone —dijo y en su tono casi había desafío—. Vámonos, no tenemos nada más que hacer aquí.

No fue hasta que salieron que Helga habló.

—¿Por qué lo has hecho? —su voz seguía siendo un susurro, aunque ya se habían alejado de la iglesia.

—Me llegaron noticias de que un grupo de soldados proclamaba haber encontrado el Santo Grial. Mañana, a primera hora, llegarán las autoridades eclesiásticas a verificarlo. Ya no encontrarán nada.

—No estás respondiendo a mi pregunta, ¿y si era verdadero? ¿Una reliquia real?

—Entonces, se nos agradecerá que hayamos parado una guerra entre hombres. Ese objeto solo provocaría rivalidades, traiciones y muerte. Y si hay una guerra, también nos llegará a nosotros —dijo Rowena —. Helga, los muggles no tienen ninguna forma de comprobar si era realmente el original, para ellos solo importa lo que creen.

—Y la creencia es más poderosa que cualquier magia —terminó Helga. Había escuchado a su amiga decir tantas veces esa frase, que la tenía grabada en la mente.

—E igual de peligrosa —dijo Rowena—. Anda, volvamos a casa e intentemos dormir algo antes de que amanezca.

Helga se permitió mirar una vez más hacia la iglesia y por primera vez en años, elevó unas plegarias. Por si acaso, se dijo, uno nunca sabe. Esos fueron sus últimos pensamientos antes de desaparecer.


Nota de autora: hace poco comenté por un grupo de Telegram que me flipaba la idea de combinar religión y magia y bueno, los dioses del random me escucharon y me dieron este objeto. Me habría gustado tener más palabras para desarrollarlo más, pero bueno, mi headcanon es que los padres de Helga eran católicos y la ciaron así y me gusta mucho la idea de que las enseñanzas católicas a veces choquen contra la magia y su uso. Y bueno, a Rowena todo le da más igual, pero en el fondo solo quiere que la gente deje de molestarla y de meterse en líos. Y, obviamente, las quiero mucho a las dos.