Hinata.

Un año después.

Me acomodé en la banca y miré el jardín que rodeaba una de las fuentes de agua en Hyde Park. Miré a mí alrededor buscando a Naruto, pero él se había ido para conseguirnos agua de uno de los vendedores cerca de la entrada.

Era una fría pero hermosa mañana de octubre y estábamos en Londres durante la semana para ponerse al día con los viejos compañeros de escuela y miembros de la familia de su mamá.

Suspiré. Había sido un año maravilloso considerando el infierno por el que habíamos pasado.

Yo estaba en mi último año de escuela, pero había renunciado a mi trabajo en la librería para trabajar en mi joyería. Meyer me había ofrecido otro contrato de trabajo para diseñar, y cuando no estaba estudiando, estaba trabajando en nuevas creaciones.

Sai e Ino estaban juntos. La mayor parte del tiempo. Peleaban mucho, y no sabía si iba a funcionar, pero tenía mis dedos cruzados.

Menma era el mismo de siempre, festejando en la casa de la fraternidad y durmiendo por ahí. Yo conocía al verdadero hombre sin embargo. Debajo de esa capa brillante había un chico buscando amor.

Mi mamá había dejado a Karl, y la última vez que la había visto, ya había encontrado a un nuevo hombre, un baterista que había conocido en un concierto.

El padre de Naruto le había dado a él y a Menma un regalo de graduación de varios cientos de miles de dólares, por lo tanto, cancelando el préstamo. El Sr. Minato juró que siempre había sido su intención darle a cada uno de sus hijos un regalo de graduación universitario, y los chicos no discutieron. El Sr. Minato y Naruto habían declarado una especie de tregua, y aunque no era una reconciliación total, era un progreso. Las cenas en la mansión eran todavía un poco irritantes y extrañas, pero yo estaba contenta. Otra montaña para que escaláramos, y estábamos armados y listos.

Era la mejor familia que había tenido.

En cuanto a Toneri se refería, él estaba en la cárcel esperando juicio por intento de asesinato en primer grado por mí, así como un cargo por intento de asesinato en segundo grado por Naruto. Con la cinta adhesiva y la navaja, iba a ser muy difícil probar su inocencia. El asistente personal del senador Otsutsuki también se había presentado, revelando el plan de chantaje urdido por Karl y mamá, dándole un montón de motivación a Toneri. Su sentencia podría ser de hasta cadena perpetua sin libertad condicional. Él y su padre habían hecho todo lo posible para sacarlo en libertad bajo fianza, pero ya que él estaba en riesgo de fuga, nunca había llegado a buen término.

Había sido acusado de violación, también, lo cual no tiene estatuto de limitaciones en Carolina del Norte, pero el peso de la verdad descansaba en mí, y mis abogados tendrían un momento difícil demostrándolo. Había fotos de mí borracha en el baile y los acompañantes nos habían dejado por estar intoxicados. Pero había decidido contar toda mi historia en la corte, e Ino y Sai también testificarían. No sabíamos si sería suficiente para condenarlo, pero estaba en esto a largo plazo. Yo lo valía. Naruto me había dicho eso hace mucho tiempo, fuera de la parada de camiones, y ahora lo creía.

Naruto regresó del puesto de refrescos con dos botellas de agua, sus largas piernas cruzando el parque mientras un grupo de mujeres a través de la fuente lo miraban con ojos hambrientos, pero él las ignoró, su mirada clavada en la mía.

El gimnasio se había inaugurado oficialmente en febrero, y habíamos tenido una gran fiesta de inauguración, este pasado mes de mayo. Estábamos viviendo en un apartamento en la parte de atrás que él había tenido restaurando, y era pequeño, pero por ahora, era solo para nosotros y era suficiente.

Él me sonrió mientras se sentaba a mi lado y tomó mi mano para sostenerla. Habíamos estado viniendo aquí cada tarde para disfrutar de las bonitas flores y observar a la gente.

Justo en ese momento, un aleteo cruzó por el banco y aterrizó junto a nosotros. Una libélula.

Dejé escapar un pequeño jadeo y fui a empujar a Naruto, pero él ya la había visto.

—Ella sabe que te encontré —murmuró y me envolvió en un abrazo. Vimos como el insecto azul flotaba alrededor de nosotros, revoloteando de un lado de nosotros al otro durante mucho tiempo, hasta que, finalmente, se fue volando…

Fin