Capítulo 36: Tiempo restante - 24h.
Que los dos soldados encerrados se mostraran tan reacios e incluso enfadados al intentar la morena obtener respuestas a sus preguntas no era ninguna causalidad.
Después de que se la llevaran en pleno ataque de ira y la encerraran en la habitación por miedo a lo que pudiera hacer tanto a ellos como a ella misma, Levi y Hange idearon un brillante plan para engañar a Sannes. A punta de cuchillo, incitaron a Ralph a hablar frente a la puerta de la celda donde se encontraba el otro hombre encerrado, leyendo un guion escrito por ellos mismo, dando alusión a que lo había traicionado. Supieron que el hombre se había tragado todo el engaño cuando volvieron a por él y este soltó la bomba: los Reiss eran la auténtica familia real.
Pero ahí no acababan las sorpresas, puesto que Hange, después de leer un papel que le dió Eren sobre las conversaciones que tuvieron Ymir, Reiner y Bertholdt, concluyó que los titanes normales volvían a ser humanos tras comerse a un humano con la capacidad de transformarse en un titán obteniendo a su vez el poder de este. Y que debido a eso, lo más probable es que el motivo por el que habían capturado a Eren fuera traspasar ese poder a otro individuo.
Al saber ese hecho, ni los consejos de Hange por que la acompañara a Trost ni las órdenes de Levi consiguieron hacerle cambiar de opinión: iría con su escuadrón, rescataría a Eren e Historia y, de paso, descubriría los secretos en torno a la Primera División de la Policía Militar, aun si se moría desangrada por algún camino. Con el pretexto de servir de mula de carga, _ avanzaría a caballo, portando la gran mayoría del equipaje del Escuadrón de Operaciones Especiales, y así, se agilizaría la marcha.
Horas más tarde de separarse de Hange, ya al día siguiente, _ se alegró tremendamente de su decisión de quedarse con el grupo.
Mientras que encendía el fuego para preparar la comida en un claro del bosque, _ escuchó unos sonidos tras los arbustos cercanos a ella. Reaccionando al ruido, _ sacó con rapidez de su bolsillo trasero de sus pantalones negros la pistola de Dimo Reeves y apuntó con los ojos entrecerrados en su dirección. De ellos surgieron Mikasa, Armin y Jean los cuales se habían marchado hacía unas horas para comprar provisiones para pasar el trayecto, sorprendiéndose un poco de la extraña bienvenida de la morena. Reconociéndolos, _ bajó el arma y la guardó en el mismo sitio, continuando con sus labores, en silencio.
Los tres jóvenes soldados avanzaron en el campamento improvisado que se habían levantado tras llevar bastantes horas caminando en medio del bosque.
-¡Capitán!¡Ya hemos hecho las compras!-Informó Jean dejando a un lado su mochila repleta de comida.
Con rostro serio, Armin caminó hasta Levi, el cual se encontraba sentado cerca de la morena.
-La Policía Militar nos ha dado esto-El rubio rebuscó entre sus ropas y, cuanto encontró lo que buscaba, tendió al moreno un panfleto. Con un leve deje interesado en los ojos, Levi, con el brazo apoyado en su rodilla, alargó su extremidad y empezó a leerlo- Si lo que pone es cierto, han disuelto a los exploradores. Dicen que por la tarde van a peinar las montañas. También van a colocar guardias en los caminos principales para que no pueda pasar nadie sin salvoconducto.
Aquello no era muy buena señal. La situación parecía haberse complicado demasiado y no parecía que tendiera a mejorar pronto. Con un poco de ansiedad, _ pensó: "¿Qué habría pasado con el Comandante Erwin, Hange y el resto del Cuerpo de Exploración?¿Qué pensaría mi familia al respecto? No...Estoy segura que dudaría...Sí..."
-¿Y por qué motivo han disuelto el Cuerpo de Exploración?-Preguntó _ viendo el crepitar de la leña en medio del fuego. Dadas las noticias, Trost se había convertido en el centro del huracán de los problemas.
-Al parecer nos han encasquetado la muerte de Dimo Reeves y los suyos-Le respondió Levi con los ojos centrados las líneas del trozo de papel.
Pillandola por sorpresa, _ alzó sus ojos grises en dirección al capitán de aquel escuadrón, mirándole sin poder creérselo-¿Han muerto?
-Eso parece- Cerrando los ojos por unos instantes, _ descendió sus ojos hacia el suelo, sintiendo el arma de su antiguo dueño más pesada- Según este artículo, nosotros contratamos a la Compañía Reeves para que nos atacara y secuestraran a Eren, con tal evitar la orden del rey de llevarlo ante él. Y que, después de que cumplieran con su parte del trato, los asesinamos para cerrarles la boca- Durante unos instantes, se quedó en silencio hasta que, de pronto, mostrando su molestia, Levi chasqueó la lengua. Con un pequeño gesto de irritación, el hombre arrugó el papel entre sus manos hasta formar una bola, la cual, acto seguido, fue lanzada al fuego para que se consumiera entre sus llamas -Menuda puta basura de historia.
-Entonces, ahora nosotros somos unos fugitivos de la justicia- Concluyó Sasha levemente preocupada con un arco entre sus brazos, sentada en una roca situada detrás de los dos morenos. Dados sus excelentes instintos y oídos, desde esa posición podía captar cualquier presencia en cuestión de segundos.
Agachado frente al capitán, Armin dirigió sus inquietos ojos celestes hasta este.
-Capitán ¿qué hacemos ahora?-Preguntó con timbre de voz intranquilo-Si, no hacemos nada, Eren e Historia…
Deteniendo su hablar nerviosa, el moreno alzó la mano.
-Tranquilo. Van en coche de caballos, por lo que calculo que tardarán al menos un día en llegar a las tierras de los Reiss- Le dijo Levi dirigiendo sus ojos serios hacia el chico- Tenemos que idear un plan mientras tanto.
De pronto, tras _ y el moreno, Sasha dejó ir el aire, en un sonido de sorpresa. Todos los presentes dirigieron su atención hacia la castaña, que había girado el rostro hacia un lado, como si de un perro de presa se tratara, localizando a su próxima víctima.
-Capitán, se oyen pasos-Avisó con un poco de alarma en la voz- Y vienen hacia aquí.
-¿Vamos a por ellos?- Le propuso Mikasa al capitán, haciendo un gesto con la cabeza.
-Mikasa, espera. No sabemos si son la Policía Militar- Negó con la cabeza Armin- podrían portar armas. Si damos un paso en falso, el sonido de los disparos podría llamar la atención de cualquiera que esté por aquí.
-¿Y, entonces, qué?¿Huimos?-Hablo Jean con un tono de fastidio- Si continuamos así algún día terminarán por atraparnos y todo se irá a la mierda.
-No tiene por qué- Comentó, de pronto, la morena levantándose del suelo, con una pequeña sonrisa bailándole en los labios y un objeto en la mano- Podemos aprovecharnos de esta situación.
-¿Qué quieres decir, _?-Preguntó el rubio mirándola con un leve deje de intriga, con las cejas levantadas-¿Se te ha ocurrido algo?
Sin abrir la boca, la morena dejó ir un sonido de una risa maliciosa mientras levantaba un cubo de madera vacío, balanceándolo de un lado a otro. Todos los presentes le miraron con el ceño fruncido, sin comprender qué le estaría pasando por la cabeza.
...
Minutos después, dos soldados de la Policía Militar se encontraban arrodillados, desarmados y atados.
El plan había sido todo un éxito, pensó la morena, desde su montura, con un rifle en la mano, apuntándolos en todo momento. Hacer que uno de los chicos hiciera de cebo para atraerlos y atacarles por la espalda había conseguido que pudieran atraparlos.
Tras registrarles y encontrar su identificación, descubrieron que los individuos que habían capturado eran procedentes del cuartel general de Stohess. Un chico de pelo negro cortado en forma de un urinario llamado Marlo Freudenberg; y una chica de pelo rubio rizado y corto llamada Hitch Doris. Al parecer, habían sido testigos de los crímenes cometidos por el Cuerpo de Exploración en su ciudad, cuando sucedió lo de la batalla entre los dos titanes, lo cual concluyó con la muerte de más de cien civiles; ya que, entre gritos de rabia y miedo, Hitch se encaró contra todos ellos en cuanto tuvo oportunidad. No obstante, al descubrir de la boca de Levi que uno de los titanes, el Titán Hembra, había sido su compañera de cuarto, Annie, la dejó completamente fuera de juego. Sin muchas ganas de discutir ni pelear.
En cambio, a pesar del comportamiento hostil de su compañera Hitch, Marlo, muy colaborativamente, se ofreció a ayudar a aquel pequeño grupo, ya que consideraba que estaban haciendo lo correcto para acabar con las injusticias del mundo. Sin embargo, aun con sus buenas intenciones, Levil lo rechazó terminantemente debido a que no estaba seguro de si realmente estaría dispuesto a enfrentarse contra el sistema entero de las Tres Murallas. Y así habría sido, de no ser por Jean, que ideó una manera de hacerlo, consiguiendo con ello la confianza del líder del Escuadrón de Operaciones Especiales.
Gracias a la colaboración e información por parte de Marlo y Hitch, descubrieron un camino en donde la vigilancia de la Policía Militar era más carente. Por ello, después de despedirse y agradecer a los dos cadetes, ya entrada la tarde, Levi ordenó el ataque contra aquel puesto, aprovechando aquella brecha en la defensa de aquel cuerpo.
Utilizando un carromato, Jean, Sasha y Connie se internaron a la fuerza en el lugar sirviendo de punta de lanza, destruyendo a su paso las barreras de seguridad de la entrada con un grito de guerra. Seguidos, atacaron el resto de individuos excepto _, que se quedó entre los árboles sobre Spirit, sirviendo de vigía y de guardaespaldas en caso de que vinieran refuerzos. Tras una hora repartiendo golpes y patadas, el puesto de vigilancia de la Policía Militar terminó completamente acabado, con la seguridades rotas y todos sus soldados por los suelos, entre gimoteos y sollozos doloridos. Quedando bajo el control del Escuadrón de Operaciones Especiales.
Para fortuna de aquel grupo, en el proceso, consiguieron capturar a un hombre de la Policía Militar Central, del cual, a base de patadas y puñetazos, lograron obtener una información importante: el nombre completo de Kenny el destripador, el líder de la Primera División de la Policía Militar, siendo este Kenny Ackerman. El mismo apellido que Mikasa.
Con los labios apretados por pura ira, _ continuó escuchando la conversación en un segundo plano, puesto que su mente divagaba entre sus pensamientos. Aquel era el nombre del hombre que lideró la división que mató a su madre. Él, más que nadie, podría responder a sus preguntas. Tenía que encontrarlo.
No obstante, antes de poder sacar algún otro dato más de importancia, Sasha, con su tremendo ultrasentido, detectó nuevamente la presencia de nuevos individuos. Reaccionando ante el aviso, todos y cada uno de los miembros del Escuadrón de Levi se prepararon para el ataque, ocultándose tras los árboles, arbustos y césped del lugar, alzando las armas en dirección a donde la castaña había señalado.
Desde el suelo, y teniendo cuidado de no apoyar su pierna mala,_ apuntó al frente con un poco de dificultad, ya que el lugar estaba un poco oscuro, a pesar de recibir la luz de la luna. Un movimiento llamó su atención y, entonces, con el cañón apuntando, siguió el recorrido de dos encapuchados y armados, que se pararon en mitad del prado que había junto al bosque donde se escondían en aquellos momentos. Gracias a la leve claridad que ofrecía el astro del cielo, pudo ver cómo, descendiendo sus armas, ambos alzaron una de sus manos y se bajaron la capucha, mostrando su identidad al Escuadrón de Operaciones Especiales. Como si hubiera pasado años, y en realidad solo habían sido 24 horas, _ sintió un tremendo alivio al ver a Hange y Moblit, completamente bien. Habían vuelto sanos y salvos de todo el lío de Trost. Cuánto se alegraba.
-Hange. Moblit-Se levantó Levi al reconocerlos, alzando la voz para que pudieran escucharle tanto los recién llegados como el resto de su escuadrón, arrastrando con él al hombre que habían secuestrado a que se pusiera en pie- Veo que estáis de una pieza.
Acercándose al grupo, la castaña se rascó la mejilla echando unas risillas por lo bajo.
-Por suerte, sí. A pesar de haber sido un día movidito, hemos conseguido sobrevivir de alguna manera- Bromeó sin gracia. Parecía que había tenido también un día bien duro- Menos mal que os encuentro a tiempo. Traigo noticias de Trost y de Erwin.
-¿Está bien el Comandante y el Cuerpo?-Preguntó _ dando un paso titubeante hasta la castaña, sintiendo un pequeño pinchazo en la herida. Las últimas noticias que habían tenido habían sido demasiado desesperanzadoras.
-A eso voy- Continuó hablando Hange mientras metía su mano entre su capa, para después sacar un trozo de papel. Acto seguido, se lo tendió al moreno, el cual lo cogió con un leve deje de intriga- Tened. Moblit, enciende la lámpara de aceite, que siendo tan oscura la noche, dudo mucho que puedan leer correctamente lo que pone- Asintiendo firmemente su segundo al mando acató la orden y les tendió la lámpara, iluminando el lugar con su cálida luz. Atraídos por la curiosidad, el resto del Escuadrón de Operaciones Especiales se acercó a su líder, apretujándose los unos a los otros para poder alcanzar leer las líneas de aquel, parecía ser, periódico- Como podéis ver, el golpe de estado ha sido un éxito- Explicó la castaña mientras Moblit se disponía a atar contra un árbol el individuo secuestrado- El comandante en jefe Zackly ha tomado el control de la capitán y los distritos adyacentes. Por el momento, los nobles aún no se han rebelado.
Ante la tremenda noticia, una multitud de emociones recorrió los rostros de los presentes de manera notoria, salvo en el de Levi, que tranquilamente continuó leyendo el artículo. Sin que ninguno pudiera decir nada, Armin se giró hacia la castaña, con los ojos abiertos de la sorpresa.
-Pero…¿Qué ha pasado con el asesinato?
-Hay testimonios de que fue un montaje- Le contestó con una sonrisa de alegría colándose en sus labios. Una pequeña malicia brilló en sus ojos tras los cristales de las gafas- Su hijo Flegel se ha encargado de que salieran a la luz. El periódico ha publicado que el asesinato fue una encerrona, que el rey Fritz es un impostor y que el gobierno presionaba a los medios para ocultarlo. También pone que nosotros actuamos en defensa propia ¡En resumen, que somos libres!
Con un jadeo de la impresión, todos, excepto Levi, alzaron sus ojos para mirarse los unos a los otros, sin poder creérselo. Sin poder articular ni una mísera palabra. Y, entonces, desatando todas las emociones de su interior, gritaron todos juntos de alegría, dando saltos y piruetas.
Mientras alzaba la voz con toda la emoción del mundo, _ no notó como los ojos se le empezaban a humedecer de la alegría y alivio por saber que no continuaban siendo unos prófugos y criminales ¿Cuánto de preocupada habría estado su familia? No quería ni pensarlo…¡Pero por suerte todo había terminado!
-¡_, ¿no me digas que estás llorando?!-Exclamó entre risas Jean con un tono burlón, envolviendo con su brazo los hombros de la morena, uniéndola a la celebración a pesar de que ella no podía saltar y hacer movimientos bruscos.
El resto de chicos, salvo Levi y Hange que se habían juntado para hablar, dirigieron sus ojos hacia la morena, que había reaccionado pellizcando dolorosamente la mejilla del castaño, con el rostro completamente rojo por el bochorno de haber sido descubierta, haciendo fuerza para que bajara el rostro hacia su altura. Mientras tanto, Jean gritaba de dolor escandalosamente lanzando algún que otro insulto.
-¡Pero qué dices!¡Es por el frío de la noche!- Le replicó con voz chillona, provocando que todos los más jóvenes empezaran a reírse de la escena, con un humor que se agradecía en aquellos momentos-¡Maldito Jean, yo no lloro!¡Es sudor!
No obstante, aquel ambiente de júbilo se vio interrumpido por una conversación demasiado importante como para pasarla por alto procedente de los altos cargos del Cuerpo de Exploración.
-Historia y Eren están en alguna parte con el primer escuadrón de la Policía Militar y su líder- La voz grave y seria del líder del Cuerpo de Operaciones Especiales, sin pretenderlo, captó la atención de todos los individuos presentes en aquel bosque, que giraron sus rostros hacia este. Las expresiones de euforia y alegría se fueron apagando conforme más escuchaban la conversación hasta sumergirse en un gesto de seriedad- Hay que encontrarlos cuanto antes.
Dando un paso hacia delante, Hange, revolviendo de nuevo en su capa, sacó un grueso libro, de aspecto desgastado.
-Tengo una pista al respecto. Allí pondremos fin a esta batalla- Anunció con aquel objeto entre sus manos. Los ojos de todos los presentes se enfocaron en aquel libro, con mucha curiosidad en su mirada- Pero debemos ponernos en marcha de inmediato, tenemos mucho camino por recorrer.
Asintiendo con firmeza, unos se montaron sobre sus propios caballos y el resto se subieron al carromato que habían llevado Hange y Moblit. Quedando sobre este: Armin, Hange, Levi y Mikasa. Y a caballo: Jean, Connie, Sasha, Moblit y _. Estando listos, no quisieron perder más tiempo y pusieron rumbo directo hacia el lugar donde Hange olía que se encontrarían Historia y Eren.
Tras varios minutos cabalgando, le preguntaron a la mayor del Cuerpo de Exploración por la esperada pista sobre el paradero de ambos chicos.
Alzando el libro, Hange les contó que Erwin le había entregado dicho informe de investigación acerca de los Reiss, en el cual narraba los sucesos ocurridos hacía 5 años, cuando atacaron a dicha familia. Como consecuencia del caos ocurrido tras la Caída del Muro Rose, un grupo de bandidos asaltó el pueblo y prendió fuego a una iglesia de aquel lugar, estando la familia entera al completo en su interior, rezando. Como consecuencia de ello, todos los individuos de su interior murieron durante aquel suceso, excepto Rod Reiss. Y, al cabo de unos pocos días después de aquella desgracia, la Policía Militar Central se presentó en la granja y mataron a la madre de Historia. La castaña, tras analizar este hecho, concluyó que solo se puso Rod Reiss en contacto con Historia tras haber perdido a toda su familia, por lo que una posible razón por la que la necesitaran en aquel momento fuera debido a su relación sanguínea con este. Además de ello, también tenía ciertas sospechas acerca de la destrucción de la iglesia, ya que los daños eran demasiados para un simple incendio. Algo más había pasado. Y para más extrañeza de Hange, utilizando su patrimonio, Rod volvió a levantar la iglesia de nuevo.
Dadas las circunstancias tan anormales envueltas en aquel lugar, _ comprendió completamente que la castaña señalara ese sitio como el posible destino de Rod Reiss tras obtener a Eren y a Historia.
-El resto de soldados llegará a las tierras de los Reiss cuando amanezca, pero no creo que Reiss vaya a quedarse sentado esperándonos- Les informó Hange.
-Tenemos que estar completamente preparados-Estuvo de acuerdo el moreno con una voz extremadamente seria. Más que de costumbre- Lo más seguro es que vayamos a enfrentarnos a Kenny Ackerman y su escuadrón. Estamos hablando de Kenny el Destripador. Si está con ellos, será nuestra principal preocupación. Imaginaos, será como si yo fuera vuestro enemigo- "Pues entonces estamos todos muertos" no pudo evitar pensar _, al visualizar esa posibilidad. Un escalofrío recorrió su cuerpo- O peor. Con esa arma, es aún más peligroso.
Ante aquellas palabras tan poco alentadoras, un ambiente muy sombrío envolvió los individuos del Escuadrón de Operaciones Especiales. Una cosa era enfrentarse a un Levi, pero un Levi armado con una pistola…. De nuevo, _ sintió un estremecimiento. Había visto y sentido en combate al hombre, y era el último ser de la tierra al que querría enfrentarse. Lo tenía bastante claro.
-¿Cómo es posible que sepas tan poco de Kenny el Destripador si vivías con él, Levi?-Preguntó Hange, pillando por sorpresa a _. Ante aquel repentino dato, la morena giró su rostro hacia su superior, con los ojos abiertos de pronto. Aquello no lo había esperado ¿Levi había vivido con Kenny Ackerman? Aunque a decir verdad, no podía extrañarse o sorprenderse, ya que desconocía completamente el pasado del hombre de pelo negro. Era como si no supiera nada de Levi, y, por alguna extraña razón, aquello la molestaba.
-Lo siento. Ya ves que ni conocía su apellido- Se disculpó con un tono neutro, carente de emociones- Se llama Kenny Ackerman. Puede que sea pariente tuyo- Sugirió el hombre, dirigiendo sus fríos ojos gris azulado hacia Mikasa, la cual estaba sentada abrazando sus rodillas, con el rostro un poco preocupado.
Entonces, a través de la voz carente de emociones de la morena, les contó la historia de sus padres. Tanto su madre, una mujer de raza oriental, como su padre, un Ackerman no eran bienvenidos en ninguna ciudad, obligándoles a exiliarse en las montañas, aislándose de todo el mundo. Entre los árboles y la naturaleza, se conocieron, se enamoraron y se casaron, siendo Mikasa fruto de su amor.
-No sé por qué perseguían a los Ackerman- Continuó diciendo la morena con la mirada en el suelo del carromato- Mi madre era de otra raza, pero no había ningún rasgo físico que diferenciara a mi padre.
Por unos instantes, tras el relato contado por Mikasa, el silencio envolvió a los presentes, escuchándose de fondo el galopar de los caballos y el arrastre del carromato.
Con un poco de pena por la morena, _ apretó los labios. No era la primera vez que escuchaba la historia de la infancia de Mikasa, pero no por ello, no lo lamentaba tanto por la chica como por sus padres, asesinados debido a las avaricias de las personas. Como siempre, el mundo era demasiado cruel con los que menos debían sufrir.
-Dime-Habló Levi interrumpiéndolo, dirigiéndose de nuevo hacía la morena de menor edad- ¿alguna vez has sentido como si una gran fuerza despertara en tu interior?- Recibiendo una respuesta positiva por parte de Mikasa, el hombre se quedó por unos segundos callado, como si se sumergiera en sus más profundos recuerdos- A Kenny le pasó lo mismo. En cierta ocasión y en cierto momento, una fuerza inhumana inundó su cuerpo de pronto. Y entonces supo justo lo que tenía que hacer...Yo también viví un momento así- Confesó el capitán del Cuerpo de Exploración, con un tono muy serio.
El silencio volvió a ser protagonista del ambiente. Aquella confesión estaba plagada de sospechas no manifestadas por el hombre; pero dado el desconocimiento general de su pasado, ninguno pudo identificar el porqué. Ni siquiera el propio Levi. Y, antes de que alguien pudiera preguntar o decir algo, a lo lejos se vio la torre de un edificio eclesiástico.
Un latido fuerte impactó contra el pecho de _, ante la imagen de la iglesia en la lejanía, inundando su cuerpo de una sensación de impaciencia. Por fín, habían llegado. Donde se encontraban Eren e Historia.
…
Al poner un pie dentro, se encontraron con que el lugar estaba completamente a oscuras y, debido al grosor de las paredes de piedra, la humedad hacía complicado respirar con normalidad. Sin embargo, pronto, el primer inconveniente fue solucionado, al encender las lámparas de aceite que previamente habían cogido del carro. Mientras unos iluminaban, otros se adentraron con las armas en la mano, precavidamente.
Dándoles la bienvenida, los ojos de las figuras religiosas colgadas en las paredes se iluminaron macabramente ante la luz, enviando un escalofrío a los más miedosos del grupo: Sasha, Jean y _. Los tres se apartaron disimulada de aquellas representaciones con leves temblores a la vez que registraban el sitio. El titiritero en sus manos, causaba que las armas que portaban en ellas emitieran un leve sonido metálico.
Aunque no le gustara admitirlo, la morena tenía cierto respeto por aquel tipo de figuras, las cuales parecían que te estuvieran observando en todo momento, siguiéndola con esos ojos de madera pintados. Muy malignos. Sí.
Sin embargo, al recorrer el lugar, se dieron cuenta de que no había ni rastro de Eren, Historia, Rod o la Primera División de la Policía Militar. Estaba completa y absolutamente vacío. Ni un alma había. La ausencia de enemigos provocó que los soldados se relajaran un poco, aunque realmente aquello no era buena señal.
-Dispersaos y buscad cualquier rastro de una entrada- Ordenó Levi descendiendo el arma- Están aquí, en alguna parte.
-Sí, afuera en el barro están las marcas de las ruedas de un carro que lo demuestran-Estuvo de acuerdo la Mayor del Cuerpo de Exploración, asintiendo.
Poniendo patas arriba la iglesia, empezaron a desplazar procurando hacer el mínimo ruido posible los bancos y los muebles, a tocar las paredes y a pisar con fuerza en el suelo. En busca de cualquier trampilla, puerta oculta o agujero; en realidad cualquier cosa. Después de un rato, examinando cada ladrido o peldaño del lugar, una sensación pesimista empezó a azotar a los soldados del lugar. Todo parecía indicar que la hipótesis había sido errónea y que solamente eran las marcas de los previos devotos. Solo unos minutos después, Hange les llamó, con una voz cargada de emoción. Cuando el equipo al completo se reunió, observó a la castaña, agachada tras el altar, frente a una cara alfombra de color rojo y dorado.
-Es aquí- Y, entonces, para demostrarlo, golpeó con los nudillos encima de aquella tela. Un sonido metálico opacado por la alfombra resonó en el lugar como consecuencia, iluminando los rostros de algunos de los presentes- Una trampilla oculta- Indicó con una pequeña sonrisa en los labios mientras retiraba la tela. Acto seguido, dirigió su mano hacia el mango de esta, siendo detenida por Levi, que le agarró del hombro antes de que hiciera nada.
-Un momento, cuatro ojos-Le interrumpió mirándola con el ceño fruncido- No creo que sea muy inteligente por tu parte meterte de lleno en la mierda sin tomar precauciones. Primero debemos encontrar el método para no morir a la primera de cambio de un disparo en la frente.
-Oh, tienes razón, Levi- Estuvo de acuerdo la castaña, retirando su mano de la trampilla-Pero ¿cómo lo hacemos? No tenemos ni idea de que hay ahí abajo. Ni cuántas personas hay. Ni cómo están armados.
-Estamos en una clara desventaja- Comentó la morena, empezando a caminar hacia ambos líderes, con el rostro serio- Creo que primero deberíamos- Sin embargo, antes de que pudiera concluir su proposición, su pierna mala falló en el último momento al intentar subir el escalón que elevaba aquella ara, causando que tropezara con su propio pie, precipitándose hacia delante, y que la lámpara de aceite, que había junto a Hange y en el camino de _, cayera sobre la alfombra, rompiéndose en mil pedazos.
Agarrándose en el último momento al altar de la iglesia, antes de desnucarse contra el suelo, _ vio con los ojos como platos debido a la sorpresa y susto como, inclinada sobre este, la tela de color rojo y dorado empezaba a arder, producto del aceite y fuego que habían en el interior del objeto roto. En cuestión de segundos, las pequeñas llamas se convirtieron en una auténtica fogata.
Reaccionado casi al instante, Hange, muy cerca de todo, se levantó de golpe en un grito de sorpresa y, golpeando sin ninguna delicadeza, empezó a patear la alfombra, intentando apagar las llamas. El humo producido por la combustión llenó en cuestión de segundos el lugar, dificultando la visión de los presentes. Y, fue entonces, con la dificultosa imagen de la Mayor del Cuerpo de Exploración, intentando evitar que murieran todos incinerados y axfisiados, que Armin emitió un pequeño jadeo, llamando la atención de Levi, el cual simplemente se había quedado mirando con los ojos entrecerrados el espectáculo que se había montado en un momento.
-¡Eso es!-Exclamó el rubio con los ojos brillando a través de la humareda, por la emoción de su nueva idea- Ya se como infiltrarnos sin que seamos un blanco fácil ¡Eres un genio, _!-Le felicitó a la morena, palmeando el hombro al pasar.
Parpadeando sin comprender, _ siguió con la mirada al rubio, el cual se dirigía a grandes zancadas hacia el exterior de la iglesia.
De una patada brutal, la cerradura se rompió y, como consecuencia de la fuerza empleada, la puerta de madera roída por el tiempo y la humedad se abrió con rapidez, describiendo un arco circular hasta estamparse contra la pared de piedra junto a ella. El golpe resonó en el lugar, en forma de eco. Acto seguido, tres barriles unidos a dos ruedas, un equipo EMT y un par de sacos, rodaron por las escaleras que había enfrente de la puerta, descendiendo con gran velocidad hasta el suelo del lugar. Aprovechándose de la confusión del enemigo, surgieron del interior el Cuerpo de Exploración.
Avanzando medio cojeando hasta el borde, _ se paró justo al límite, alzando un arco y una flecha en llamas. El rostro de la morena estaba bañado en seriedad y en concentración. Y, tras apuntar a uno de los barriles, ella, junto a Armin y Sasha, dispararon en su dirección mientras el resto de individuos bajaban las escaleras con velocidad.
Al impactar en la superficie de madera, una llamarada surgió casi al instante del objeto, seguida de una gran explosión, la cual llenó en cuestión de minutos el lugar con un humo negro y denso.
Con una pequeña sonrisa, _ recargó otra flecha, elogiando internamente la mente tan brillante de Armin. Había conseguido su propósito con solo un barril, EMT, pólvora, aceite y telas: un asalto seguro ¿Hasta dónde abarcaría la inteligencia de aquel niño de 15 años?
Elevándose por los aires, el grupo que se encargaría de recuperar a Eren e Historia, se camuflaron en torno a las columnas de humo que ascendían lentamente hacia el techo de aquella extraña caverna de cristal luminoso. Aquello imposibilitaba la visión de la Primera División de la Policía Militar, aun no siendo al 100% efectivo. Como consecuencia de su movimiento, pronto estuvieron en la mira de los enemigos, pero no por mucho tiempo.
Mientras Sasha y _ se dedicaban a defender desde la distancia, disparando flechas a cualquiera que se acercara demasiado; Hange, Moblit, Connie, Jean y Armin empezaron a lanzar bengalas de humo, protegiendo la espalda de Levi y Mikasa, los dos soldados más fuertes de aquel grupo y la punta de la lanza que permitiría iniciar el ataque.
En cuestión de segundos, y debido al humo de los barriles y de las bengalas, las tornas cambiaron a favor del Cuerpo de Exploración. Y la cosa no había acabado ahí. Tras que Levi y Mikasa contabilizaran los enemigos, entraron al ataque Connie, Jean y Hange, aumentando la fuerza del ataque.
Espadazos, flechas y gritos resonaron en el ambiente. Ambos bandos iniciaron una encarnizada pelea donde parecía que el Cuerpo de Exploración llevaba la ventaja, dada la experiencia a la hora de utilizar los EMT y las condiciones favorables creadas y naturales del lugar. Su bando enemigo descendía poco a poco conforme los exploradores fueron acabando con ellos. No obstante, la repentina entrada de un nuevo sujeto supuso el cambio en el curso de la batalla.
Desde la distancia, _ observó como Levi se elevaba por el aire, acabando con todos los enemigos con una facilidad y habilidad impactante. Parecía que nada ni nadie podría detenerlo; y, sin embargo, eso no era cierto. De pronto, una sombra apareció tras el moreno acechándolo mientras él continuaba con su labor. E incluso en la distancia, _ lo reconoció abriendo los ojos desorbitadamente. Con el corazón latiendo a velocidad y una sensación de puro terror recorriéndole las venas, cogió a toda prisa una flecha y, después de colocarla en su arco, disparó. Sus ojos siguieron el recorrido del proyectil y, aunque no dieron con el objetivo, sí que supuso que el hombre que conoció en Trost lo esquivara antes de atacar a Levi por la espalda. Esos segundos de ventaja, le dieron tiempo al moreno más bajito a reaccionar y captar la nueva presencia, evadiendo un nuevo disparo al ocultarse, acto seguido, en una columna de cristal.
Un mal presentimiento recorrió a _ al contemplar desde la distancia el inicio de una pelea entre dos individuos muy peligrosos que se alejó en cuestión de seguidos del alcance de su vista.
Sin embargo, poco le duró la preocupación por aquello ya que, a continuación, sucedió algo que le dejó por unos segundos con la mente en blanco.
Con los ojos abiertos, temblando del terror, dio un paso hacia delante, quedando justo justo al límite.
-¡HANGE!-El grito de la morena recorrió la cueva, alterando a todos sus compañeros.
Segundos antes, la castaña había sido alcanzada por el gancho de uno de sus enemigos, atravesándole el hombro derecho. Tirando el cable, la rubia de la Policía Militar había lanzado por los aires a Hange, provocando que se estampara contra una de las columnas de aquel luminoso cristal y cayera contra al suelo, completamente inmóvil.
El impacto psicológico y moral que causó aquel ataque fue aprovechado por el enemigo que procedió a una retirada rápida, dejando atrás a los miembros del Cuerpo de Exploración.
Mientras los soldados enemigos procedían a marcharse a toda prisa, Moblit y Armin se lanzaron a socorrer a la castaña. Siguiendo sus movimientos desde la distancia, _ con el corazón latiendo a toda prisa por la ansiedad y la preocupación, vio agacharse a ambos chicos e incorporar a la mujer, mostrando como en su hombro derecho había aparecido una mancha escarlata tiñendo su camisa blanca. Acto seguido, pusieron los dedos bajo la nariz de Hange y asintieron. Un alivio recorrió el cuerpo de _ al instante tras entender el gesto. Estaba viva.
Descendiendo, Levi se dejó caer al lado de ambos hombres, con el gesto un poco alterado por la preocupación. No obstante, al comprobar el estado de salud de la castaña, este se relajó un poco, pero no demasiado. Seguidamente, haciendo movimientos bruscos, les indicó algo con urgencia y, después, señaló en la dirección donde se encontraban Sasha y _, causando que ambos asintieran firmemente. Mientras Levi se marchaba para reunir al resto del grupo, los otros dos cogieron por los brazos a Hange y se dirigieron corriendo hacia las escaleras donde las dos chicas les esperaban arriba.
-¡Sasha, el capitán dice que te dirijas hacia donde se han ido la Policía Militar!-Le gritó Armin desde abajo-¡Nosotros nos haremos cargo de Hange!
-S-sí-Y, entonces, dando un salto hacia arriba, la castaña más joven se fue por el aire utilizando el EMT.
Con la marcha de Sasha, ambos empezaron a subir las escaleras, arrastrando a la herida.
-¡Armin, Moblit! ¿Cómo está Hange?-Preguntó la morena con nerviosismo cuando estuvieron arriba. Necesitaba. Necesitaba que le dejaran examinarla y darle primeros auxilios. Debía. Debía asegurarse de que iba a estar bien.
-Está viva-Le contestó Armin con voz tensa para la poca alegría de _.
-Sangra bastante- Quiso especificar más Moblit al ver el gesto que esbozó la morena ante la respuesta del rubio.
-Vale, suficiente-Les cortó a ambos. Prefería verlo por sí misma y juzgarlo-Tenedla en el suelo. Voy a tratarla rápidamente.
Siguiendo las órdenes de la morena, recostaron con suavidad a la castaña en el frío suelo de cristal. Cuando estuvo la herida tumbada, _,dejándose caer, inclinó su cuerpo hacia delante y examinó rápidamente la lesión, separando los trozos de tela manchados, procurando no tocar mucho el lugar. A simple vista parecía que el gancho había atravesado el hueco de abajo de la clavícula, lo cual era buena señal porque eso significaba que el hueso no estaba roto. Lo malo es que Hange estaba perdiendo bastante sangre. Sin querer demorar más aquello, la morena cogió de su cinturón multiusos un trozo de venda y, acto seguido, la empezó a enrollar hasta formar un churro. Bajo la mirada estupefacta de los chicos, sin ningún tipo de aprensión o duda, la morena metió en el agujero que había dejado el gancho el trozo de tela. Al mismo tiempo, Hange, ante la intromisión, gruñó dolorosamente pero no llegó a despertarse. Con alivio, vio como la venda empezó a teñirse pero no del todo, lo cual se debía que el tapón había resultado. Aquello detendría el sangrado. Al menos, de momento.
Y, entonces, justo en aquel instante, un haz de luz iluminó la caverna donde se encontraban pillando por sorpresa a todos los presentes, seguido de un preocupante temblor que casi provocó que cayeran al suelo. Con espanto y la boca abierta, ascendiendo su mirada, vio cómo, a causa de la sacudida repentina, pequeñas piedras empezaron a caer del techo y las paredes del lugar empezaban a resquebrajarse. "Hostia puta. Esto se viene abajo" pensó con preocupación y horror, con los ojos temblando.
Reaccionando antes que los otros dos, el segundo al mando de Hange se arrodillo ante su superior y la cogió por un brazo, para colocarlo, acto seguido, en sus hombros.
-¡Tenemos que salir de aquí!-Les gritó Moblit por encima del zarandeo y temblor- ¡Vamos, no hay tiempo que perder, hay que poner a salvo a la Mayor!
-¡S-Sí!-Asintieron ambos saliendo de su estupefacción.
Armin se apresuró en ayudar al hombre y, cogiendo el otro brazo de Hange y colocándolo sobre su hombro, ambos la levantaron de nuevo. Cuando la tuvieron bien agarrada, juntos se dirigieron hacia la salida de la caverna, por donde habían entrado hace apenas unos minutos; seguidos de una dudosa _ que no dejaba de ver hacia atrás, con los ojos encogidos.
-¡Pero ¿y el resto?!-Preguntó preocupación la morena, volviendo su rostro hacia los dos chicos, andando un poco más lento a causa de su pierna mala. Si no salían cuanto antes, la cueva se les echaría abajo.
-¡El capitán sabrá cómo manejar la situación!¡Pero ahora no es el momento de preocuparse por los otros, tenemos una misión que cumplir!-Le contestó Moblit con un poco tensión en su voz.
Apretando la mandíbula con impotencia, no pudo evitar gruñir. Era cierto. Debían poner a Hange a salvo. No podían dejarla a su suerte. Ella no podía.
Segundos después, el pequeño grupo salió de la trampilla y avanzó con lentitud hacia el exterior de la iglesia, sintiendo como debajo de sus pies el suelo temblaba cada vez con más violencia. Justo en el momento que salieron del edificio, este empezó a caerse a pedazos, sacudiendo todavía más la superficie por la que caminaban. Siguiendo a unos pasos más atrás del trío, _ de pronto notó, con puro terror, como la tierra que había bajo ella empezaba a hundirse en el suelo, arrastrándola a ella, provocando que no tuviera más opción acelerar más el paso. Al aumentar el ritmo, la pierna herida le empezó a protestar conforme más esfuerzos empleaba para salir de aquel hundimiento. Con un gruñido, la morena intentó ignorar el palpitar doloroso y siguió avanzando movida por los deseos de sobrevivir. El corazón de _ palpitaba con fuerza contra su pecho al sentir la muerte persiguiéndola tan de cerca.
Más adelante, Moblit, Armin y Hange se habían tirado al suelo en una zona completamente segura del desprendimiento. Captando la ausencia de uno de sus miembros, el rubio alzó los ojos celestes con miedo, observando como a unos pocos metros _ estaba en aquella situación tan complicada.
-¡_!-Gritó el rubio levantándose de golpe y echando a correr hacia el hueco que se empezaba a caer al vacío. Cuando estuvo cerca del lugar, lanzándose contra el suelo, extendió la mano al borde del límite y cogió la muñeca de _-¡Agárrate!
Haciéndole caso, la morena envolvió entre sus dedos la mano de Armin, agarrándose como si su vida- que así era- dependiera de ello mientras notaba como la tierra que había bajo la planta de sus pies había desaparecido completamente, quedando suspendida en el aire. El rubio empezó a estirar hacia atrás, intentando subir a la morena hacia el suelo firme. _, viendo aquello, colocó los pies en la pared vertical y, sin importarle nada los puntos cosidos a su carne, empujó con todas sus fuerzas hacia arriba, ayudando al chico a sacarla de ahí mientras respiraba acelerada y dolorosamente. Gracias a los esfuerzos de ambos, _ consiguió ascender y dejarse caer sobre el borde junto a un Armin jadeante.
Lamentablemente ninguno de los dos tuvo tregua porque, del agujero que tenían frente a ellos; de pronto empezó a surgir un vapor ardiente, obligándoles a arrastrarse a duras penas hacia donde se encontraban Moblit y Hange, ya despierta, observando con impresión como poco a poco surgía un cuerpo del interior de la tierra. Una mano enorme se alzó en el aire y cayó con violencia, provocando pequeñas sacudidas. De un pequeño tirón, el cuerpo entero salió al completo, mostrando un titán de dimensiones que superaban sin discusión al Titán Colosal.
Toda la sangre de los rostros de los presentes se marchó completamente, quedándose blancos como la cal.
Viendo aquella terrorífica imagen, lo primero que se le vino a la mente fueron las personas que se encontraban debajo de aquel monstruoso ser. Por ello, movida por su propio miedo y preocupación, y sin pensar claramente, _ se giró y se arrastró hacia Armin, con los ojos encogidos.
-¡Armin, dame tu EMT!-Le ordenó con nerviosismo, extendiendo la mano-¡Rápido!
Girándose hacia ella, Armin abrió mucho los ojos a la vez que fruncía el ceño.
-¿¡Qué!?-Exclamó el chico mirándole como si de pronto se hubiera vuelto loca. Que así era lo más seguro.
-¿¡Se puede saber qué estás diciendo, _!?-Exigió saber Moblit, sin creer lo que estaba escuchando.
-¡Tenemos que ayudarles!-Les respondió sacudiendo la mano delante de ellos con mucha impotencia. Si se daban prisa, tal vez ...Si lo hacían, tal vez...- ¡Tenemos que sacarlos de ahí!
-¡Ya te lo he dicho, el capitán seguro que sabrá qué hacer!-Le contestó de vuelta el segundo al mando de la mayor empezando a perder su compostura, algo raro en él "¿¡CÓMO VA A SABER QUÉ HACER!?¿¡TIENEN ENCIMA A UN JODIDO TITAN ARDIENTE Y ENORME!?"
En su interior su mente se encontraba bloqueada por el temor de perder a todos sus seres queridos en las profundidades de la tierra. No. Ninguno lo impediría. Pasaría por ellos si no le dejaban otra opción.
-¡El sólo no podrá!¡Tengo que hacerlo, por favor, dádmelo!-Les rogó con la voz rompiéndose de la desesperación. Un picor sucedió al humedecimiento de sus ojos.
De nuevo. Iba a quedarse sola. Iba a ser tan inutil, que de nuevo, se encontraba en la misma situación incapaz de hacer nada. Simplemente observar y lamentarse. Una oleada de desesperación causó que agachara la cabeza frente a Armin y a Moblit sin poder controlar sus propias emociones, como si estuviera suplicando. La ansiedad de pensar en ese fatídico futuro le estaba paralizando por completo. Ya casi ni podía respirar y su corazón parecía amenazar con irse debido a lo rápido que golpeaba su pecho.
-_-La voz de Hange cortó cualquier pensamiento de su mente, debido a lo firme y seria que se escuchó. Tan extraño en su comportamiento usualmente alocado y extrovertido- Recuerda que es de Levi de quien estás hablando. Estará bien. Y se asegurará de que el resto también lo esté- Entonces, la morena sintió como una mano se colocaba en la coronilla de su cabeza, frotando con cariño su cuero cabelludo- Confía en tu capitán, pequeñaja.
Alzando el rostro,_ le devolvió la mirada de comprensión de Hange con los ojos brillantes y húmedos, encogidos por el completo terror que sentía. Con las manos temblando, las apretó hasta formar un puño. Y, inspirando profundamente, asintió varias veces, indicando en qué creería en sus palabras, ganándose otra caricia cariñosa.
Lo haría. Confiaría.
Al poner la vista en Hange, se dio cuenta de que el trozo de venda que había colocado se había empapado completamente de sangre; por lo que, para distraer su mente, le indicó que se tumbara para que pudiera tratarle. Siguiendo el mismo procedimiento, volvió a taponar la herida con otra venda y, además, a envolver el hombro con otra más, para paralizar el brazo y así evitar que se agravara la herida.
Después de unos segundos, en los cuales el enorme titán se alejaba arrastrando su enorme cuerpo en la dirección opuesta a ello; por el agujero donde por poco habría caído de no ser por Armin, aparecieron dos rostros familiares para alivio de todos. Sasha y Connie. Los cuales, al subir del todo, les contaron muy por encima lo sucedido en la cueva: al parecer Eren había obtenido el poder de la solidificación y, empleándolo, había conseguido proteger a los miembros que se encontraban en esos momentos con él. Después de informarles, volvieron hacia las profundidades de la tierra, por donde, al cabo de unos instantes, empezaron a salir todos los miembros restantes.
_, todavía concentrada en atender a Hange, mantuvo la cabeza agachada, agradeciendo internamente a cualquier dios, diosa o entidad sagrada que hubiera permitido aquel milagro mientras escuchaba las afables reuniones de todos. El que hubieran vuelto sanos y salvos era el mejor regalo que podría recibir nunca.
-Ey, pequeñaja-Le llamó Hange con un tono suave provocando que los ojos de _ se dirigieran hacia el rostro de ella, saliendo de sus pensamientos. Con una pequeña sonrisa, la castaña le indicó con la barbilla tras de sí-Ha vuelto.
Extrañada y curiosa por aquel comportamiento, siguió la dirección a la que señalaba la mujer, girando su rostro hacia atrás. Apareciendo en su campo de visión, vio como Levi, sin permitir recibir ayuda de nadie, subía en aquel momento al suelo firme, para quedarse de pie y sacudirse el polvo de sus ropas, con aire asqueado. Una oleada de alivio tan intensa como desconocida envolvió a _, a la cual, sin poder evitarlo, se le llenaron de lágrimas los ojos y las manos le empezaron a temblar.
Dándose cuenta perfectamente de lo que le estaba sucediendo a la morena, Hange decidió darle un empujoncito, metafóricamente hablando.
-Ve a ser si está herido.
Con los ojos completamente pegados al hombre, el cual, en aquel instante se había girado a observar el agujero por donde habían salido, _ le contestó vagamente.
-Pero Hange...tú…
-¡Yo estoy bien, pesada!-Exclamó la castaña con pequeñas risitas-¡Ve y punto!
No teniendo ninguna intención de contradecirle más, _ se levantó lentamente del suelo sin dejar de mirar la ancha espalda de Levi, y, paulatinamente, fue avanzando hacia este, con el corazón completamente emocionado. Justo cuando se situó tras este, el moreno se giró hacia ella, dándose cuenta entonces de su presencia. Los ojos de ambos se conectaron, gris contra gris azulado, y se quedaron enganchados por unos segundos, sin dejar de verse. Para completa sorpresa de ella y del hombre, _ no lo pudo aguantar más el impulso y, deslizando los brazos por la cintura de Levi y recorriendo suavemente los costados de este con sus dedos, enterró su rostro contra su pecho, dándole igual el momento, el lugar y las personas que había delante. El cuerpo de este se tensó ante el repentino contacto y,_, temiendo que se fuera alejar de ella, agarró la camisa de Levi, con fuerza y temblando. Lo que no se esperó fue, que al cabo de unos instantes, un peso extra se apoyara en su coronilla y una mano le cogiera de la nuca y otra por la baja espalda, atrayéndola más hacia delante. El corazón de la morena respondió ante este gesto con alegría, golpeando el pecho de esta y el de Levi.
-Lo hemos logrado.
