EL MUERTO AL HOYO

De vuelta al trabajo, se digna a ir a ver a Beau Corona quien está practicando un deporte parecido al golf, pero al parecer, sufre de torpezas.

En tanto Vik se le acerca, no puede evitar ser saludado por Beau – Ah, Vik... Espero que sepas como golpear está pelotita–.

Sintiendo un aire de inconformidad, Vik le corresponde el saludo y solo le levanta la mano; ante su comentario, le dice – Claro, he jugado algo parecido–.

Sin lugar a dudas, la respuesta de Vik provoca que Beau se ría y le presuma con sus aires de buen noble – Yo juego siempre que puedo, pero no se lo digas a mi novia. Vik, según mi experiencia, la forma en que un hombre juega a este deporte, dice mucho de quién es–.

Incrédulo con su comentario, Vik parpadea perplejo y lo interroga aún más perplejo – ¿De verdad?–.

En ese instante, Beau se le acerca y lo toma del hombro; casi abrazándolo, y en eso, le dice – Sí. Por ejemplo, confié en ese Jesús de ahí, pero me traicionó. Pero debería habérmelo imaginado; es un deportista espantoso– termina después de señalar a un individuo atado a un carro con dinamita.

Después de señalar al objetivo y separarse, Beau le informa – Veamos si me gusta cómo juegas, ¿eh? De ser así, puede que hagamos negocios–.

Con esa condición, Vik se prepara y luego de unos cuantos pasos, inicia el lanzamiento, fallando la primera vez al pegarle al individuo atado.

Luego de observar ese fallo, Beau le dice en forma de burla – Que mal, Vik–.

Demostrando que puede ser mejor, vuelve a lanzar la pelota por los aires, pero nuevamente falla.

Con una serie de golpes fallidos y subsecuentes entre Vik y el triunfal Beau, Vik logra hacer estallar en última instancia, la dinamita que está detrás del hombre atado.

Cuando explota el carro, Beau queda boquiabierto, y ante eso, le exclama muy impresionado y muy enojado – ¡Bueno! ¡Hijo de perra! ¡A mí nadie me vence!–.

Ante tantos fallos de parte de Vik, al final resultó él, como el ganador.

Controlándose Beau, le dice muy conmovido mientras le pone su mano en su hombro a Vik – Considera esto un anticipo por tus servicios. Estaremos en contacto–.

Con esa noticia de que trabajarán juntos, Beau se retira del lugar, acompañado por sus hombres, y dejando a Vik ahí solo.

Unos cuantos minutos de estar ahí, Vik se digna a volver a su mansión para descansar.

Cómo suele ser costumbre, Vik se percata de que en su correspondencia hay un mensaje de Runeard, el cual dice y se lee: "Runeard: Vigila tu espalda. Se dice que Gothel ha cortado con la protección de los piratas. Está a la deriva. Ten cuidado.".

Después de analizar el mensaje unos cuantos segundos, suspira profundamente y sin más que pueda hacer, se decide ir a la entrada de su mansión, para después descansar.

Terminando así este capítulo.

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