El Juicio de Tobías Snape
El sábado, el día antes de que Lily y Severus regresaran a Hogwarts, se celebraba el juicio de Tobías Snape en el palacio de justicia de Londres.
Árnica y Petunia iban a quedarse. Así que se despidieron de Lily, Severus y Erwin mientras estaban preparándose para salir.
'Tengo algo para ti, Severus,' dijo Petunia mientras le entregaba un tubo de cartón para guardar posters. 'Ábrelo cuando estés de vuelta en Hogwarts, ¿vale?'
Severus sabía que tenía que ser una obra de arte que había hecho para él. 'Gracias, Petunia,' dijo sinceramente.
'Lo hice con la tinta que me regalaste,' dijo ella con una sonrisa.
'Buena suerte hoy en el juicio, Severus,' dijo Árnica mientras lo abrazaba.
'Gracias por todo,' susurró él en respuesta.
Lily estaba sentaba con las rodillas encima del asiento trasero con sus baúles, estuches de guitarras, y Leo, mientras decían adiós con la mano a las dos mujeres que se quedaban atrás.
'¿Puedo estar presente en el juicio o tengo que esperar en el Caldero Chorreante?' preguntó Lily.
'Yo preferiría que te quedaras en el Caldero Chorreante, Lily,' dijo Severus con tono serio. 'No quiero que veas esto.'
'¿Estás seguro, Sev? Quiero decir, me gustaría estar allí para apoyarte.'
Severus miró por encima del hombro y le lanzó una sonrisa triste. 'Simplemente no quiero que lidies con toda esta miseria.'
Lily alcanzó su mano y la estrechó suavemente. 'Entonces te esperaré.'
Fue un tranquilo viaje a Londres, probablemente debido al hecho de que el juicio pesaba en sus mentes. Esta vez, Erwin decidió conducir hasta el centro de la ciudad y encontrar un aparcamiento de pago allí.
El Caldero Chorreante estaba más ocupado de lo habitual. Muchas familias se habían reunido aquí, con niños que iban a regresar a Hogwarts, pero ninguno que Lily o Severus reconocieran de inmediato.
La única habitación que quedaba disponible tenía dos grandes camas gemelas, y habían sido capaces de conjurar otra cama para Severus en el rincón de la habitación.
Mientras Erwin y Severus se preparaban para marcharse, Lily echó su baúl sobre la cama y comenzó a rebuscar en él.
'Sev,' dijo. '¿Quieres un coletero?'
Severus asomó la cabeza fuera del cuarto de baño. '¿Para qué querría usar un coletero?'
'Para tu pelo, por supuesto,' dijo Lily con sequedad. 'Te hace verte al menos un poquito más presentable para el juicio.'
Severus se acercó a ella, le cogió el coletero de las manos, y se recogió el cabello apretado.
Lily lo miró con cara seria, pero sus ojos acuosos traicionaron que estaba tratando de contener la risa.
'Hace que mi nariz parezca aún más grande de lo que ya es,' dijo Severus con frialdad.
'Hace que te parezcas a Malfoy,' dijo Lily entre risitas.
Ante eso, Severus se quitó el coletero del pelo de inmediato y lo dejó caer sobre sus hombros.
'Prefiero conservar mi aspecto de Ozzy Osbourne, muchas gracias.'
'¿Estarás bien aquí sola, Lily?' le preguntó Erwin cuando él y Severus se preparaban para salir.
'Estaremos bien,' dijo Lily mientras daba palmaditas a Leo. 'Buena suerte, Sev.'
Erwin y Severus cogieron el bus hasta el palacio de justicia. Muchos procedimientos eran un borrón para Severus. Lo único que ocupaba su mente era el hecho de que tendría que volver a ver a su padre cara a cara, y lo molestaba sin fin que estaba poniéndolo nervioso. Ya no había razón para temer, y aun así, la perspectiva de ver a su padre le pesaba en el corazón.
'Señor Snape.'
Cuando estaban a punto de entrar en la sala de justicia, Dumbledore había aparecido detrás de ellos y él dejó escapar un suspiro de alivio.
'Director,' lo saludó Severus. 'Me alegro de verlo aquí.'
A juzgar por los ojos de Dumbledore, el asunto era más grave de lo que ya lo era.
'Estoy en el jurado junto a algunos otros del Ministerio de Magia. Hablaremos tras el juicio si os parece bien a ambos.'
Tanto Erwin como Severus asintieron accediendo.
'Buena suerte,' dijo Dumbledore mientras palmeaba a Severus en el hombro.
La sala de justicia no se parecía en nada a la sala del Wizengamot donde él mismo se había visto sometido a juicio una vez. De algún modo, había esperado una jaula como en la que él había estado, pero por supuesto, ésa no era la manera en que los muggles celebraban los juicios, ya que no tenían que lidiar con los peligros de la magia.
Algunos miembros del jurado ya habían tomado asiento, pero ni el juez ni Tobías habían llegado todavía.
Erwin y Severus tomaron asiento en la fila delantera en caso de que tuvieran que ser llamados delante. 'Dumbledore es el Mugwump Supremo de la Confederación Internacional de Brujos y el Jefe Warlock del Wizengamot,' le susurró Severus a Erwin. 'Está involucrado en muchos asuntos políticos.'
'No tengo idea en absoluto de lo que ninguna de esas cosas significan,' admitió Erwin.
'Básicamente que Dumbledore es un hombre importante de más formas que ser director.'
Severus se sorprendió de cuánta gente había presente entre el público. Por el púrpura y verde que llevaban algunos, Severus se dio cuenta de que estaba lleno de brujos entre ellos. Una mujer destacaba particularmente entre la multitud.
No sólo estaba vestida excéntricamente, por decir lo mínimo, sino que tampoco se había molestado en traer un bolígrafo muggle y estaba escribiendo con avidez en un block de notas con una pluma.
Severus apretó un puño con frustración y tuvo que contenerse para no gritarle. Dio un codazo suave a Erwin y asintió en dirección a ella.
'Ésa es Rita Skeeter,' dijo en voz baja.
'Una joven aparentemente interesante,' dijo Erwin. '¿Sabes por qué está aquí?'
'Es reportera,' dijo Severus con frialdad. 'Una mentirosa, falsa-'
'-No nos preocupemos demasiado por eso, ¿vale?' interrumpió Erwin.
'Al contrario, Erwin, nos da toda la razón para preocuparnos. Su historia acabará en los diarios contando sólo medias verdades.'
'¿Su historia te pondrá en entredicho?'
'Muy probablemente. Y a Dumbledore y a todos los que estén relacionados con este juicio. Esto es malo, Erwin. Esto es muy, muy malo.'
Si la presencia de Rita Skeeter no fuera ya bastante mala, una mujer tan baja que hacía parecer a Lily una gacela en comparación, había tomado su lugar en la mesa del jurado.
La llegada de la mujer baja no había pasado desapercibida, ya que estaba envuelta en un atuendo rosa brillante y tenía un aspecto de sapo particularmente agrio en su cara.
Severus sintió una antigua rabia hervir en su interior. 'Y esa señora es Dolores Umbridge,' dijo Severus con voz temblorosa, 'Jefa de la Oficina del Uso Indebido de la Magia.'
'¿Por qué estaría entre el jurado?' preguntó Erwin confundido.
'Espero que Dumbledore tendrá una respuesta para eso una vez el juicio haya terminado,' chirrió Severus entre dientes.
Erwin no tuvo que preguntar para comprender que su presencia era algo muy malo, si no aún peor que Rita Skeeter sentada entre la multitud.
Dumbledore entró como último miembro del jurado al mismo tiempo que el juez tomaba asiento.
Cuando todos fueron llamados al orden, Tobías fue conducido por dos oficiales de policía, y le quitaron las esposas. No se había atrevido a mirar a la multitud, y probablemente ni siquiera sabía que su propio hijo estaba sentado cerca detrás de él.
El temor que Severus tenía al principio, se desvaneció en cuanto vio a su padre. El hombre se veía débil, desamparado y derrotado, y, para frustración de Severus, se veía mucho como él lo hacía de adulto.
En verdad, Severus no quería escuchar cuando Tobías fue interrogado. Apenas notó que llamaron a Erwin delante para explicar la situación en que Severus se encontraba ahora, o que regresara al asiento a su lado.
'No recuerdo cómo acabé en la ciudad,' dijo Tobías suplicante. 'Apenas recuerdo nada.'
A Severus no le habrían interesado esas palabras si no hubiera captado los ojos de Dumbledore moviéndose incómodos. ¿Había estado implicada la magia?
'Recuerdo estar borracho y furioso,' admitió Tobías, 'pero no recuerdo por qué continué golpeándolos. Es como si hubiera perdido la cabeza literalmente.'
Los muggles en la sala no lo escucharían, pero los brujos que estaban presentes estaban escuchando atentamente. El corazón de Severus comenzó a acelerarse. La magia había estado implicada de un modo u otro. Esto podría explicar por qué Umbridge estaba presente. Estrellas comenzaron a formarse en sus ojos.
Entonces, todo se volvió negro.
Se despertó, una vez más, al sonido y el olor de lo que tenía que ser un hospital. Sólo que esta vez era San Mungo.
Podía oír pasos en el pasillo pero nadie estaba cerca de él cuando abrió los ojos. Enseguida rastreó hacia atrás su proceso mental hasta el último momento que estuvo despierto. ¿De verdad se había desmayado?
Voces estaban hablando desde detrás de la puerta y la voz de Lily era especialmente clara para él. Era reconfortante saber que ella estaba cerca, incluso si no podía verla.
'Estoy despierto,' gritó con algo de dificultad mientras se incorporaba. Sentía la garganta tan seca como papel de lija.
'Estoy despierto,' volvió a decir, un poco más fuerte esta vez.
La puerta se abrió de golpe, revelando a Lily, Erwin y Dumbledore.
Lily corrió hacia él enseguida y le dio un abrazo. 'Me asustaste de verdad, Sev,' dijo con emoción.
'Creo que sólo me desmayé,' dijo tranquilizándola mientras inhalaba su aroma. '¿Cuál fue el resultado del juicio?'
Tanto Dumbledore como Erwin tomaron asiento a un lado de la cama.
'Tobías va a ser sentenciado a cadena perpetua,' dijo Erwin. 'Como era de esperar.'
'Umbridge no estaba allí sin una buena razón, ¿verdad?' le preguntó Severus a Dumbledore.
'¿Estás seguro de que quieres hablar de esto ahora mismo?' dijo Dumbledore preocupado. 'Acabas de despertar.'
'Me siento bien, Director,' dijo Severus con confianza. 'Y necesito saber. No confío en esa mujer.'
'Ya había sospechas de que la magia podía haber estado implicada,' dijo Dumbledore con gravedad. 'Pero por desgracia también es todo lo que sabemos. Sugiero que hablemos de esto cuando estés de regreso en Hogwarts.'
Severus asintió accediendo. '¿Podemos volver al Caldero Chorreante, Erwin? No quiero estar aquí.'
'Buscaré a un sanador y veré si podemos marcharnos, ¿de acuerdo?'
Tanto Erwin como Dumbledore se pusieron en pie. 'Los veré a los dos en el colegio,' dijo Dumbledore. 'Intenten descansar para el viaje de regreso mañana.'
Los dos hombres salieron por la puerta juntos, y Lily saltó sobre la cama para sentarse a su lado.
'Algo muy malo está pasando en nuestro mundo, ¿no?' dijo Lily con cautela.
Severus la miró con seriedad. 'Y sólo va a empeorar.'
