PURPLE HAZE
Habían pasado unas cuantas horas después del último trabajo, que incluso, ya decidido, Vik volvió por más trabajo.
Para su suerte, Beau también estaba entusiasmado por tenerlo como un nuevo contacto. Tan es así que cuando lo vio llegar a su lugar donde se hospedaba, Beau no dudo ni un segundo en saludarlo a Vik – Ah, Vik, amigo mío. Tengo un negocio paralelo que requiere… Un toque de discreción– le informo en tanto bajaba el tono de su voz.
Vik al verlo casi refugiándose dentro de sí mismo, le pregunto con una ceja inclinada – ¿Discreción?–.
Sin querer profundizar en la parte de "discreción", Beau le dijo – Digamos que no quiero que nadie se entere de esto... Ni mis hombres–.
Comprendiendo la docilidad y cautela que el joven Beau mostraba, Vik le respondió mientras asentía con la cabeza y plenamente convencido – Déjame adivinar. ¿Has cortado esa porquería para ganarte un dinerillo extra…?–.
Elevando un poco el tono de su voz, una vez que Vik responde ante eso, Beau lo calla mientras le exige que no diga más – Shhhh... Vik, por favor...–.
Plenamente confiando el uno hacia el otro; es el momento justo donde Beau reanuda todo y le pregunta con algo de seriedad y pena – ¿No es ésta la tierra de las oportunidades?–.
Ante dicha cuestión, Vik niega en repetidas ocasiones y ligeramente con su cabeza, en tanto le contesta un poco molesto – No me importa a quien se la quieras tantear Corona, siempre que no sea a mí–.
Después de asentir de parte de Beau, y después de unos cuantos segundos, este último le informa con algo de vergüenza en su semblante – Bueno. La mercancía está en la playa. Llévala a la otra parte del pueblo–.
Una vez dicho esto Viktor y Beau se despiden, y es ahí donde rápidamente Vik tiene que hacer su trabajo, por ello se dirige hacia el carro donde está la mercancía en la playa cercana del pueblo y la lleva a un callejón de este mismo a unas cuantas cuadras, donde al llegar observa una diligencia enorme y que indica que puede estar de lado de Beau.
Pero, mientras llega hasta la diligencia lo sorprende está y le da una sorpresa desagradable.
De ella aparecen dos individuos que al final lo terminan golpeado con tanta fuerza que incluso, Vik queda inconsciente en el suelo.
Al salir del vehículo, los dos ladrones empiezan a platicar amenamente, diciendo uno de ellos – Le has dado demasiado fuerte a este imbécil. La mercancía está por todas partes. Hay más mierda en este sitio que en la parte de atrás–.
Ante eso, su compañero no puede evitar responderle de esa misma manera, pero siendo más hostil en su forma de hablar – Deja de lloriquear. Llevemos esta mercancía a la fiesta cerca de la playa. Vamos idiota, que nos están esperando unas lindas damas–.
Inconscientemente y pasando unos cuantos minutos, Vik se levanta del suelo algo adolorido.
Al darse cuenta de que la mercancía no está, agita tantas veces la cabeza, que en ese instante se decide ir a avisarle a Beau sobre lo sucedido.
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Una vez que llega hasta donde esta Beau y reuniéndose con este, Vik le da la noticia, provocando que esté lo cuestioné primero – ¿Por qué tardaste tanto?–
Vik con dificultad para hablar, comienza después de un leve tartamudeo; diciéndole – ¿Corona? Me han robado... La mercancía... Ha volado–.
Incrédulo, Beau le exclama con tanto asombro por lo sucedido – ¿Qué? ¿Me quieres joder?–.
Percatándose de su evidente preocupación y enojó, Vik alza sus manos en señal de pretender calmarlo y de paz – No... Yo no...–.
Consiguiendo que Beau se controlé, este último le responde con algo de pena y mientras niega por el fallo – ¿Que pasa contigo? ¿Te has metido con mi mercancía?–.
Vik suspirando después de pensar que Beau lo atacaría le dice con excusas – No... Sí... Debo de haberla estado respirando cuando estaba desmayado–
Realmente no sabiendo que paso, Beau niega y ante eso, Vik sin decirle nada, sale del lugar donde está Beau tranquilamente descansando.
Teniendo que ir a la fiesta en la playa cercana, se digna a ir, con ello, al llegar; se presenta y después de estar un rato en medio de la relajación que hay en el ambiente, logra sabotear todo, y con ello y después de varios minutos, logra recuperar la diligencia que usaron los malvados sujetos para golpearlo y distraerlo.
Consiguiendo robarla sin ningún percance, vuelve y logra entregársela nuevamente a Beau.
Convencidos ambos de la peligrosidad, al final, Beau lo elogia, comentándole – Bueno, al menos has conseguido recuperar mi mercancía… Pero, por nuestra amistad, será mejor dejarlo todo hasta aquí–.
Subiendo a la diligencia y siendo escoltado por sus hombres, Beau se despide de Vik – ¡Adiós! –.
Después de que mutuamente se despiden ambos, Vik decide emprender el rumbo hacia el teatro, el día apenas comienza con algo de trabajo para él.
Terminando así este capítulo.
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