La Belleza del Arte de Petunia

'Mi madre murió, ¿recuerdas?' espetó Severus enojado en respuesta.

'¡Tú no estabas allí cuando murió!' dijo Lily elevando la voz. '¿Por qué aun así puedes verlos?'

'¡No lo sé!' dijo Severus con frustración. 'Simplemente lo hago, ¿vale?'

Lily frunció el ceño hacia él y apartó la cabeza.

'¡Oh, podríais dejarlo!' les dijo Alice a ambos. 'Nunca os he visto discutir así antes.'

Severus sabía que Lily estaba enojada. No era que él fuera capaz de ver los Threstals, sino el hecho de que estuviera ocultándole cosas. El grave secreto que acarreaba con él era algo que no quería compartir con ella hasta que al menos fueran mayores de edad o se volviera importante para su futuro.

'¿Cómo es que puedes verlos, Severus?' preguntó Mary, tomando partido por Lily claramente en este asunto.

'No puedo responderte a eso,' dijo con voz tosca. 'Prefiero no hablar de ciertas cosas.'

'Odio cuando me ocultas secretos,' dijo Lily suavemente, como si estuviera conteniendo las lágrimas.

'Lo siento, Lily,' dijo él sinceramente, pero ella no volvió a hablarle en todo el trayecto hasta el castillo.

Severus encontró a Rosier sentado al extremo de la mesa Slytherin. 'Voy a hablar un poco con Rosier, ¿vale?' le dijo al grupo, y se encaminó hacia la mesa Slytherin.

¿Cómo ha ido tu descanso navideño?' le preguntó Severus a Rosier cuando se sentó a su lado.

'El mío ha ido bien. Hice un montón de exploración del castillo. Descubrí que la Sala que Viene y Va hace mucho más que simplemente presentarse como sala de entrenamiento.'

'¿Encontraste algo interesante?'

'Nada en particular. Tampoco creas que mis padres estaban contentos porque me quedara. Todo lo que me regalaron fue este viejo diario por Navidad- ¡hey, Vanity!' dijo Rosier alegremente.

La capitana de Quidditch Slyhterin acababa de llegar. Primero le echó un vistazo a Severus, pero probablemente tomó una decisión sobre ello en ese segundo fugaz.

'¿Cómo estás, Snape?' le preguntó.

'Para ser sincero, nunca he estado peor.'

'No te molestaré con más preguntas sobre ello,' dijo Vanity. 'Ya debe ser bastante duro tener que lidiar con todos mirándote.'

Rosier le dirigió a Severus una mirada que decía sé-lo-que-pasó. 'No te haré preguntas a menos que haya algo de lo que te gustaría hablar.'

Severus sacudió la cabeza. 'Gracias, pero hablar de ello es lo último que quiero hacer ahora mismo.'

'Rosier,' dijo Severus mientras picoteaba su comida. 'No creo que sea sensato que me quede en los dormitorios de Slytherin.'

'Lo comprendo,' dijo Rosier. 'Para ser sincero, Avery y Mulciber también están poniéndome de los nervios. ¿Tienes otro sitio donde quedarte?'

'Lo tengo,' respondió Severus. 'Tengo una habitación secreta en las mazmorras para mí. Sólo no te chives de mí a Slughorn. No necesito que la gente crea que ando asustado por el castillo de noche cuando no lo hago.'

'Mis labios están sellados,' dijo Rosier.

Severus no podía comer, así que enseguida se encaminó a las mazmorras Slytherin, sacó su equipaje del dormitorio y lo arrastró hasta el laboratorio de pociones.

Por primera vez desde su llegada a Hogwarts, fue capaz de usar su nueva varita.

Le dio una buena mirada, todavía alucinado por cómo la varita que una vez había pertenecido al hijo de Lily estaba ahora en sus manos. Pensó en mencionárselo a Dumbledore, pero tener que explicar toda la historia detrás de esta varita en particular no era algo que esperara con ganas. Quizá le ocultaría ese pedazo de información a Dumbledore hasta que se volviera importante.

Levantó la varita y conjuró una cama de la nada. La cama se veía completamente diferente de las que había conjurado antes en el pasado. Parecía más… ¿lujosa? Era una cama de dosel, cubierta de satén verde, y parecía tan cómoda que Severus estuvo tentado de simplemente arrastrarse dentro y quedarse dormido.

Antes de que pudiera decidir si arrastrarse dentro de la cama o no, oyó la puerta abrirse y cerrarse, y enseguida se dio la vuelta, la varita preparada, para ver quién había entrado en el laboratorio.

Retiró la varita de inmediato después de ver que era Lily quien había entrado.

'Una cama de aspecto interesante,' dijo ella cuando cerró la puerta tras de sí y se fusionó con la pared. 'Veo que ya no te quedas en el dormitorio Slytherin.'

'No es seguro para mí quedarme allí,' respondió él. 'Así que imaginé que haría del laboratorio mi lugar de refugio por el momento.'

'Siéntate, Severus,' dijo Lily tranquila pero exigente, y Severus hizo lo que le dijo.

'Sé que no voy a obtener una respuesta directa de ti,' dijo ella cuando se sentó a su lado en la cama, 'pero tampoco quiero irme a la cama enfadada contigo.'

Severus bajó la mirada a sus manos mientras trasteaba con su varita. 'Lo siento mucho, Lily,' fue todo lo que pudo murmurar.

'Sev,' dijo Lily con dificultad, 'Al principio de este año, cuando volví a verte en el tren, pensé que sólo estabas diciendo un montón de galimatías para llamar mi atención, pero-'

Severus levantó la mirada hacia ella con los ojos muy abiertos.

'-Pero no puedo evitar pensar que debe haber algo de verdad en las cosas que dijiste aquel día.'

'Desearía poder explicártelo, Lily,' dijo él con un peso en el corazón. 'De verdad lo hago, pero no puedo ahora mismo.'

'Sea lo que sea, Sev, espero que, por la razón que sea que no puedes decírmelo, puedas al menos confiárselo a Dumbledore.'

'Puedo,' dijo él con un pequeño rayo de esperanza. 'De hecho, voy a volver a reunirme con él después de clases mañana.'

'Bien,' dijo Lily. 'Ahora, hay otra razón por la que estoy aquí.'

'¿Y qué razón sería?' le preguntó Severus, un poco asustado por si ella todavía estaba enojada por algo.

'Sobre esa poción que tú y el Señor Belby estáis intentando crear, ¿vas a comenzar con ella próximamente?'

Severus dejó escapar un suspiro de alivio. 'Iba a comenzar mañana-'

'¿Por qué no comenzar hoy?' interrumpió Lily. 'Tienes todo lo que necesitas, ¿no?'

'Sí, pero estoy cansado-'

Lily dejó escapar un suspiro. 'Sólo necesitas comer. En realidad no has comido nada desde esta mañana.'

'¿Has estado observándome?' le preguntó Severus con una amplia sonrisa en el rostro.

'Le prometí a papá que me aseguraría de que comías bien,' dijo ella. 'Tiendes a olvidarlo cuando estás estresado.'

Lily buscó en su bolsillo y sacó un gran pedazo de tarta de manzana envuelto cuidadosamente en una servilleta. 'Era lo más fácil para traer,' dijo mientras le entregaba el pedazo.

'Gracias,' dijo él, percatándose de lo hambriento que estaba, ahora que Lily ya no estaba enojada con él.

'¿Comenzarás a trabajar en la poción esta noche?' le preguntó Lily esperanzada.

'Lo haré,' dijo él, 'pero no la tendré lista hasta la próxima luna llena, que será dentro de unos días si recuerdo bien.'

'Lo es,' confirmó Lily, '¿Qué hay del Félix Felicis?'

El centelleo en sus ojos traicionó que había estado esperando con ansia por comenzar a elaborarlo.

'¿Qué tal si tú comienzas con eso?' dijo Severus, viendo el desafío en sus ojos. 'Y trabajaremos codo a codo esta noche.'

'¿Confiarás en mí con todos esos ingredientes raros?' preguntó Lily como si no pudiera creerlo.

'¿He dudado alguna vez de tu talento?' dijo Severus cuando tragó un gran pedazo de tarta. 'Estoy seguro de que puedes hacerlo, Lily.'

Cuando terminó la tarta de manzana, Severus se levantó de la cama y abrió su baúl de una patada.

'Algo más antes de que comencemos,' dijo mientras rebuscaba en él.

Sacó de su baúl el envoltorio de cartón para posters que Petunia le había dado. 'Veamos lo que Petunia ha hecho para mí, ¿vale?'

Se sentó en la cama junto a Lily y quitó la tapa de plástico. Con cuidado sacó el papel en el que Petunia había pintado. Lo desenrolló suavemente para revelar un retrato, con intrincado detalle, de toda la familia, incluido él.

La tinta mágica que Severus le había regalado se había conformado por sí misma para representar los colores exactos de sus pieles y cabellos, haciéndolo verse como un retrato muy realista.

Severus sintió que se quebraba un poco. Era como si la pintura de Petunia confirmara que ahora era oficialmente parte de la familia, de pie alegre en medio de ella.

'Es precioso,' dijo Lily, mirando la pintura con adoración. 'Me alegro tanto de que comenzara a hacer arte de nuevo.'

Lily se levantó, encontró un bote de tinta vacío y lo transfiguró en un marco sencillo. 'Puedes colgarlo sobre la chimenea, ¿te gustaría?' le preguntó mientras le mostraba el marco.

'Eso me gustaría,' dijo él, todavía mirando la pintura con una cálida sensación en el corazón.

Severus colocó la pintura boca abajo sobre el cristal, la enmarcó y utilizó un hechizo de pegado para asegurarla sobre la chimenea.

'Ahora tienes un pedacito de hogar contigo en Hogwarts,' dijo Lily mientras le rodeaba los hombros con un brazo. Ambos la miraron un rato antes de darse la vuelta y sacar las recetas e ingredientes para las pociones en las que estaban a punto de trabajar.

'¿Crees que Vernon aceptará la idea de que Petunia acuda a la escuela de arte?' le preguntó Severus a Lily cuando encendió el fuego bajo su caldero.

'Ni idea,' dijo Lily, 'pero ella prometió que me escribiría una vez le envíe a Leo. Espero que esté de vuelta mañana.'

'Debería estarlo,' la tranquilizó Severus. 'Es una lechuza lista.'

'Todavía es el regalo más estupendo que me han hecho nunca,' dijo Lily con una sonrisa.

'¿Sabes lo que es también un regalo maravilloso?' le dijo Severus. 'Que no estés enfadada conmigo.'

'A veces eres un poco un misterio para mí, Sev,' admitió ella. 'Pero confío en ti y eso es todo lo que importa.'

'Hablando de Vernon,' dijo Severus, 'Me las arreglé para mantenerlo en secreto y que no te enteraras.'

Lily apartó la vista de las plumas de Snidget que estaba preparando. '¿Y qué secreto sería ése?' preguntó con curiosidad.

De dentro de su túnica, Severus sacó un paquete de cigarrillos sin estrenar. 'Cogí éstos de su chaqueta cuando fui a hablar con Petunia en Navidad.'

Los ojos de Lily se ensancharon con adoración. 'Parece que tenemos algo que hacer después de nuestra clase de Astronomía el viernes,' dijo con una sonrisa burlona.