Hola a todos mis queridísimos lectores, al fin estoy de vuelta con esta historia que tantas satisfacciones me ha dado.
Quiero, necesito, contarles brevemente el por qué de la demora.
Primero que nada, tuve un bache importante, me tranqué porque había llegado al punto en el que tendría que empezar a desarrollar el final, al punto en el que todo debería comenzar con la descripción de la culminación de esta historia, no me lo podía tomar a la ligera...
Una tarde, decidida a avanzar por lo menos un poco más, me senté frente a la compu, dando vueltas, mirando la pantalla sin saber cómo abordar el resto de este fic... Hasta que, como por arte de magia, las imágenes comenzaron a aparecer en mi cabeza, escena tras escena y no pude dejar de escribir... (no los quiero spoilear, así que sigo en las notas finales) Me gustaría que leyeran esto para que me dijeran qué piensan...
CAPÍTULO 45 – ÚLTIMA MISIÓN (PRIMERA PARTE): IMPREVISTO
– Todo está listo, solo queda que encuentres el momento indicado para comenzar con tu actuación – decía Hashirama tres días después.
Sakura asintió, no quería que se cumpliera el plazo que le había impuesto Sasori para hacer las cosas a su manera, se encogió internamente ante la idea, se terminaba el tiempo. Miró a Sasuke, que correspondió el gesto entendiendo enseguida por donde iban sus pensamientos. Si bien Sakura no había querido decirle nada al principio, no quería comportarse como en el pasado, y omitir que el Akasuna la estaba presionando de esa forma era una falta. Además consideró ilógico ocultarlo cuando su conversación había quedado grabada, si alguien la escuchaba sin que ella lo hubiera informado, seguramente estaría en problemas y su jefe la sacaría del caso por exponerse otra vez. Claro que esa información solo la manejaban unos pocos, pero había sido significativo para planificar todo rápidamente.
– Es difícil prever el momento exacto, pero creo que podemos establecer un día y un rango de hora para estar pendientes y actuar enseguida – concordó Kakashi sacándola de sus pensamientos.
– No puede pasar de este fin de semana – dijo ella, sin poder evitarlo, a lo que su maestro, Hashirama, Naruto y, por supuesto Sasuke, asintieron de acuerdo, entendiendo por qué lo decía. Solo ellos cuatro conocían el motivo por el que Sakura se encontraba tan ansiosa y no quería pasar del sábado para terminar con todo eso, incluso también estaban preocupados por que pudiera llegar ese momento.
– Según planearon Sakura, Naruto y Sasuke – continuó Hashirama, – el mejor momento para actuar sería el sábado mismo, entre las dos y las cinco de la tarde, ya que hay grandes probabilidades de que nuestro objetivo se encuentre en la casa.
– ¿No cree que sería mejor hacerlo por la noche? – preguntó de pronto Shikaku, que había estado analizando la situación hacía unos minutos.
– Akasuna suele salir los fines de semana por la noche a atender sus diferentes negocios y no nos queremos arriesgar.
– Aún así… Karin podría llamarlo para avisarle de la situación – justificó Temari, apoyando a su suegro.
– ¿Crees que podría funcionar? – Le preguntó Hashirama a Sakura.
– Sasori por lo general no suele atender las llamadas de Karin, a menos que lo haga cuando no debería hacerlo. Eso significaría que hubo una emergencia. – Suspiró derrotada al terminar de explicar. Claro que podrían hacer todo por la noche, incluso le parecía más seguro. Pero no quería arriesgarse a que quizá Sasori decidiera quedarse en casa para llevarla a dormir con él.
– Entiendo.
– Seguramente haya prohibido a su hermana que lo llame cuando él está con sus "ilícitos", si lo hace, solo significa que algo verdaderamente grave pasó, como que Sakura esté recordando o nuevamente descompensada – terminó Yamato por su jefe. – Creo que la mejor opción es de noche.
– No lo creo – contradijo Sasuke, y sus palabras nunca antes le habían resultado tan oportunas y salvadoras a Sakura como en ese momento.
– ¿Cuál es tu punto Uchiha?
Sasuke miró a su novia, sabiendo que ella no quería encontrarse esa noche con el Akasuna. No podía decir el motivo a los presentes, pero tenía cómo justificar su decisión. – Es más difícil que nos podamos armar rápidamente si no sabemos si Akasuna va a estar o no, y si va a ir o no. Nos da también un rango de hora mucho más extenso, ya que Karin lo podría llamar a las 10 p.m. y él podría aparecer cuando termine sus negocios: dos, tres, incluso cuatro de la madrugada. ¿A cuántos agentes dejaríamos en estado de alerta, preparados para actuar, casi seis horas en el peor de los casos? Por más eficientes que sean… ¿Cuánto puede bajar la probabilidad de éxito por la incertidumbre que se va a generar si se cambia lo que ya está planificado?
La pelirrosa miró a su novio con ojos brillantes, llenos de amor y de una absoluta admiración. Se sentía sumamente orgullosa y agradecida de tenerlo en su vida. Jamás se imaginó tener un amor así, tan leal, sano, confiable en todo el sentido de la palabra, un amor con el que podía compartir su trabajo altamente confidencial Le agradeció también a él, con solo una mirada, no precisaba más que eso para entenderla. Lo amaba aún más, si eso era posible, con locura y le confiaba ciegamente su vida.
Sasuke sonrió en respuesta, satisfecho consigo mismo. Él tampoco quería que a Sakura la agarrara la noche en casa de Sasori, lo desesperaba pensar en esa posibilidad.
– ¿Y por qué no dejarlo para otro día y así poder llevar adelante todo en la noche? Planificando como es debido, claro… – preguntó Temari, ignorando el ultimátum que le había puesto Sasori y de esa forma también lo que podría pasar.
– No podemos seguir aplazándolo, y otro día estaríamos bajo las mismas condiciones, no tendríamos seguridad de que él estuviera de noche a determinada hora – respondió Hashirama, dando por terminada esa discusión y sacando de la duda a los que pensaban en cambiar lo ya planeado.
Finalmente, el tan esperado día había llegado, provocando que todos se encontraran sumamente ansiosos, principalmente Sakura, que tendría que hacer uso de todo su autocontrol y sus dotes de actuación frente al pelirrojo. Además de que tendría que lidiar y tranquilizar en parte a Karin, que no tenía el entrenamiento ni la experiencia que tenía ella. Muchas cosas podían salir mal y Sakura se maldijo internamente por sus ocurrencias y planes. "Vamos, tú puedes Sakura" se dijo a sí misma frente al espejo del baño, lavando su cara por tercera vez en pocos minutos. Todo estaba meticulosamente planeado, no podría salir mal "¿o sí?" "¡Mierda! ¡No! Todo va a salir bien" se repitió una vez más dándose ánimos.
Estaba obligada a tranquilizarse; cuando salió del baño y vio el rostro preocupado y afligido de Karin lo supo: dependía principalmente de ella, si no le daba seguridad a la pelirroja, podrían ser delatadas. su semblante cambió a uno de completa convicción, dándole seguridad a la otra joven. Tocó su hombro cuando se cruzaron y asintió, dándole confianza y fuerzas. Ya no había vuelta atrás, su equipo estaría listo, terminarían con todo eso. No pudo evitar sentir pena por la pelirroja, después de todo, Sasori era su hermano.
Bajaron a desayunar y se encontraron con un Sasori muy alegre preparando hot cakes. Sakura se detuvo un momento y lo miró antes de adentrarse a la cocina, él le sonrió cuando la escuchó acercarse. Sabía que estaba haciendo lo correcto, pero ¿por qué por momentos se sentía como una mierda? Sin embargo solo tenía que pensar en el dolor que les había causado a sus seres queridos para ignorar esa clase de pensamientos hacia Sasori. No podía permitirse sentir más compasión por él, no la merecía.
Tardó solo unos segundos en volver a mentalizarse. Sonrió en respuesta, acercándose al otro lado de la barra de la cocina. – ¡Mis favoritos! – exclamó. – Mmm… Qué bien huele – finalmente sentándose frente a él.
– Lo que sea por mi dama – respondió el joven colocando un plato con hot cakes y jalea de fresa frente a ella. – ¡Ey! Kar, ¿qué pasa contigo?
La aludida abrió más los ojos por la sorpresa, aunque realmente fuera normal que estuviera tranquila por las mañanas, no solía ser muy buena madrugadora. – Estás pálida – prosiguió su hermano, – ¿te sientes bien?
Karin asintió sin ganas y avanzó hacia ellos tímidamente. "Camino al desastre" pensó Sakura. – Saso – susurró, – está en sus días, ¿podrías ser más discreto? – agregó a modo de regaño, recibiendo como respuesta una perfecta sonrisa cómplice y un "Oh, lo siento" por parte del joven.
Más allá de ese inconveniente, las siguientes horas transcurrieron con tranquilidad. Sakura y Karin estuvieron en el cuarto de la pelirroja tratando de distraerse, intentando conversar de trivialidades, como cualquier otro día mientras el tiempo avanzaba hacia la hora en que comenzaría la misión, a pesar de que por momentos el ansia las traicionara.
– ¿Nada puede salir mal no es así?
Sakura negó, tratando de darle tranquilidad. – Mnn. Todo está perfectamente planeado – habló lo suficientemente bajo para que Sasori no pudiera oír si andaba cerca. – Sasori está monitoreado, ya están los gps funcionando por si acaso, y en menos de un par de horas ya estarán todos en posición. Aunque la misión fallara, que no va a suceder – agregó, al ver que su antigua amiga parecía no muy convencida – estaremos a salvo, lo prometo.
Esas palabras parecieron tranquilizar bastante a Karin, ya que pudo distraerse un rato, antes de que ambas decidieran bajar a la cocina por un vaso de agua. Ya era casi mediodía, por lo que Sasori bajó atrás de ellas para empezar a cocinar. – ¿Qué les gustaría comer hoy chicas? ¿Les parece bien unas pastas?
– Excelente – le sonrió Sakura como siempre.
– Adoro las pastas – concordó casi al mismo tiempo Karin.
Las chicas se quedaron a hacerle compañía a Sasori mientras cocinaba. Organizar juntos el almuerzo de los fines de semana era algo habitual desde hacía meses, y por un momento, Sakura nuevamente se sintió mal, pensando en que le hubiera gustado que las cosas fueran diferentes, pues una parte de ella extrañaría aquella calidez que estaba a punto de romper.
– ¡Aaahh! – el grito de Sakura rompió el silencio. Karin la miró horrorizada, antes de poder recomponerse un poco, aunque supiera lo que seguía.
– ¡Saku! – gritó al tiempo que se tiraba a socorrer a una pelirrosa que había caído de rodillas con las manos a ambos lados de la cabeza, presionando fuertemente. – ¿Qué te sucede? – preguntó con "angustia".
– No lo sé – apenas pudo responder.
– Saku – Karin sabía que era una actuación, pero verla así la asustó tanto, que fue fácil para ella seguirle el juego. Miró la hora. – Aún no es tiempo. ¿Qué haces? – susurró antes de que volviera Sasori del baño.
– No... estoy… fingiendo – apenas pudo articular. – Llama a Sasuke – imploró en un susurro desesperado. Levantó la mirada, una mirada cargada del más profundo terror. Unas piedras jade rodeadas de finas hebras rojas que reflejaban el dolor que estaba sintiendo al pelear con lo que le estaba pasando. – Que no me lleve…
Karin se horrorizó al darse cuenta de lo que sucedía, ¿Sasori le había dado algo? Si ese era el caso… ¿por qué? ¿Se habría enterado de lo que planeaban? ¿Pero cómo? – ¡Aaaahh! – volvió a gritar. – ¡Karin! – No hizo falta más para que la pelirroja finalmente pudiera reaccionar. Recordando el plan a la perfección, inyectó el suero en su amiga y a ella misma para que no pudieran dormirlas, marcó el teléfono de Sasuke y lo guardó en su bolsillo para que escuchara, al mismo tiempo que llamaba a su hermano. – ¡Sasooo! ¡Ayuda! ¡Saku no está bien! Saku, ¿qué te sucede? – trató de buscar la forma para que pudieran llevar a cabo lo que habían planeado. ¿Por qué demoraba tanto?
– ¡Sakura! ¿Qué fue lo que pasó? – preguntó el pelirrojo inclinándose para levantarla en brazos y llevarla al sillón.
Sasuke salía de darse una ducha cuando escuchó que sonaba su celular. Había estado bastante nervioso por la misión de hoy, así que había decidido bañarse para ir temprano a monitorear desde las cercanías de la casa de Akasuna. "¿Karín?" El remitente llamó su atención, seguramente estaría tan nerviosa que quisiera repasar algo por milésima vez. – ¿Y ahora qué…? – Comenzó impaciente, pero se detuvo en seco cuando escuchó a Sakura hablar...
– No sé Saso, me duele mucho – se quejaba.
"¡¿Qué rayos?! ¿Qué están haciendo?" Se preguntó a sí mismo. "Aún no es hora".
– ¡Aaaahhh! – El grito de Sakura le puso los pelos de punta y le dio un vuelco el corazón por el miedo repentino que no pudo evitar sentir, ¿qué estaba pasando en esa casa?
– Sasori su temperatura está aumentando – oyó lo que parecía una desesperada Karin.
– ¡Mierda! – exclamó Sasuke al tiempo que llamaba a Naruto por el teléfono de línea.
– Teme. A mí también me parece mentira que hoy se vaya a termin... – parloteaba un acelerado rubio al tiempo de contestar.
– No hay tiempo. Algo está pasando en casa de Sasori, alerta a todos que se adelantó la misión. Yo estoy saliendo para allá. – Y colgó, no dándole tiempo a Naruto de preguntar nada. No era necesario, confiaba en él, estaban preparados y sabía que su amigo se encargaría de reacomodar a todos rápidamente para que siguieran como lo habían planeado.
– Trae unos paños y agua fría – le dijo Sasori a Karin arrodillándose al lado del sillón y acariciándole la frente a Sakura. Karin dudó un instante antes de dirigirse a la cocina.
Sasuke puso el celular en altavoz para escuchar mientras conducía a casa de Akasuna y lo muteó para que no pudieran escucharlo a él. Tenía un nudo en el estómago y los nervios a flor de piel, no le importaba si tenía que aguantar a Hashirama después, pero no se perdonaría si perdía a Sakura de vuelta. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué se habían adelantado con el plan? ¿Acaso Sasori les había dicho que saldría de la casa más temprano? "No lo entiendo." – ¿Sasuke? – el susurro de Karin al otro lado de la línea interrumpió sus pensamientos, la desesperación era evidente en su voz. – ¿Estás ahí?
– ¿Karín qué está pasando?
– No lo sé, Saku no está fingiendo, algo le pasa.
Sasuke se horrorizó antes de pasar a la furia, sus nudillos quedaron blancos de tanto apretar el volante. "Lo voy a matar" fueron las palabras que hicieron eco en su mente al pensar que seguramente le había hecho algo.
Tuvo que hacerse de todo su autocontrol para concentrarse. – ¿Tiene su equipo con ella?
– Sí, ya se había equipado.
– ¿El antídoto?
– Logré dárselo antes de que viniera mi hermano.
El joven asintió aunque no lo viera. El proceder de las chicas y saber que no estaban del todo desprotegidas le daba algo de tranquilidad. – Vuelve para que no sospeche, estoy yendo para ahí. No cuelgues el teléfono.
Volvió a mutear su celular y se puso un intercomunicador mientras se dirigía a toda velocidad hacia la casa . – Aquí Halcón. ¿Zorro? ¿Lobo? ¿Me escuchan?
– Te copiamos. ¿Cuál es la situación? – oyó a Kakashi al otro lado.
Todos ya se estaban reuniendo en la base para rearmarse y entrar en acción. Naruto se encontraba ultimando detalles con Kakashi, a punto de salir a cubrir a Sasuke, cuando éste habló por intercomunicador.
– Tengo una llamada en proceso desde la casa. Parecía que habían comenzado con la actuación pero el apoyo se las ingenió para hacerme saber que Jade no está fingiendo, algo le pasa.
Silencio…
Naruto estaba que sacaba chispas al pensar que ese malnacido podría haberle hecho algo nuevamente a su hermanita. "¿Pero cómo? ¿Por qué justo hoy?" Abrió los ojos como platos al tiempo que miraba a su maestro. – No es posible… – susurró más para sí mismo que para alguien más. – ¿O sí?
– Lobo – escuchó que llamaba su amigo. – Puede que tengamos un intruso en La Hoja.
Era la misma conclusión a la que habían llegado Naruto y Kakashi.
– No puede ser… – dijo el rubio afligido. – ¿Quién podría...? ¿Por qué…? – Miles de preguntas que ni siquiera podía terminar y sin respuesta llegaban a su mente. No podía ser...¿Uno de los suyos?
– Naruto – habló su maestro, poniendo una mano sobre su hombro para llamar su atención. – No es lo importante ahora, tampoco es seguro. Sasuke y Sakura te necesitan, yo me encargo.
Naruto asintió, serio, con decisión y determinación en su mirada, antes de salir corriendo a apoyar a su amigo.
Sakura no soportaba más el dolor, creía que iba a desmayarse. – Llama a Sasuke... – logró decirle a Karin, que la miraba horrorizada. Vio reflejado en su antigua amiga su propio horror. La idea de que la apartaran de nuevo de sus seres queridos, de Sasuke, de Naruto, de sus tíos y todo lo que estos sufrirían una vez más, se le vino a la mente sin poder evitarlo. Preferiría morir a olvidarlos una vez más. – Que no me lleve… – odió el tono de súplica y debilidad con las que salió su voz. – ¡Aaaahh! – otra puntada más de dolor. – ¡Karin! – gritó para que la chica reaccionara. El dolor la agotaba, amenazaba con desvanecerla. Pero no podía dormirse. Buscó en su bolsillo el antídoto sin éxito, pero para su suerte, Karin se percató de eso y la inyectó, igual que a sí misma; eso la tranquilizó un poco. No podía quedar a merced de Akasuna. "Sasuke…"
– ¡Sasooo! ¡Ayuda! – El grito de Karin parecía tan lejano… – Saku, ¿qué te sucede? – a penas logró escuchar.
– ¡Sakura! ¿Qué fue lo que pasó? – escuchó a lo lejos, como si estuviera hundida en el fondo de un pozo y alguien le susurrara desde arriba. ¿Le hablaban a ella? Sintió como la levantaban en brazos y luego la posaban en algo blando. Se esforzó por tomar conciencia de su estado y de todo a su alrededor. Estaba en el sillón de su casa, eso era buena señal, no la habían sacado de allí. Alguien acariciaba su frente, "Sasori". ¿Dónde estaba Karin? Tenía la garganta seca, su pecho quemaba, ¿qué le estaba pasando? Nada de lo que conociera se asemejaba a sus síntomas. Su corazón de pronto dio un vuelco; sí, sí había algo que conocía: veneno. La adrenalina le hizo abrir los ojos ante la comprensión.
Vio a Sasori a su lado, Karin no estaba, él tenía esa mirada de satisfacción que tan bien conocía. No se veía preocupado, sino arrogante, victorioso. "¿Por qué?" ¿Él sabía lo que harían hoy? Si es así… "¡Oh no!" Solo podía significar que alguien los había traicionado... – ¿Qué… me… hiciste? – a penas logró decir.
Él le sonrió de lado, acariciando una vez más su frente. – Tranquila pequeña. Pronto todo estará bien nuevamente – ignoró su pregunta.
Sakura huyó de su contacto y eso pareció alterarlo. Sasori la tomó fuertemente del mentón y le giró la cara para que quedaran frente a frente. – ¿Qué pensaste? ¿Que no me enteraría? ¿Que dejaría que alguien tocara lo que es mío? Me perteneces Sakura.
Sakura lo miró con odio y un profundo asco – Eres un... monstruo. Yo jamás seré... tuya – logró escupir esas palabras.
Akasuna sonrió arrogante. – Eso ya lo veremos. – Se acercó aún más a ella. – Puede que para cuando termine contigo, me ames tanto que no sepas ni quién eres – se burló, antes de darle un fugaz beso en los labios.
La chica lo quiso golpear, pero sus brazos y piernas casi no respondían. – ¿Qué me diste?
– Tal vez con borrar tu memoria no sea suficiente – la ignoró, provocándola. – Tal vez deba borrar a ese Uchiha y a tus amigos de la faz de la tierra también – "meditó".
– No te atrevas – murmuró furiosa, intentando alcanzarlo para golpearlo.
– ¡Oh! ¿Y qué harás? Puede que ni siquiera te enteres – volvió a susurrarle muy de cerca.
– Eso… no… No permitiré… que… suceda.
– Sssshh… – dijo el pelirrojo de pronto, arrodillándose nuevamente a su lado y acariciando su cabello. – No querrás que mi hermanita se de cuenta y le pase algo ¿no es así? – le susurró al oído al escuchar a Karin volver de la cocina.
Sakura se asustó un poco al pensar que podría lastimar a Karin, con ella estando en ese estado, sin poder hacer nada para impedirlo, pero al mismo tiempo la tranquilizó saber que Karín no los había traicionado y que aparentemente él no sabía que la chica era su cómplice.
Sakura obedeció. Vio a su amiga traer un recipiente con agua y un paño para ponerle en la frente. – Agua – le pidió.
La chica asintió y fue nuevamente a la cocina.
La pelirrosa analizaba toda la situación. Su equipo ya debería estar en marcha pero aún no escuchaba nada. Tenía el auricular puesto y la nanocámara con micrófono incluído, pero estaban apagados porque aún faltaban dos horas para que hubiera comenzado el plan. Debía buscar la forma de prenderlos sin que Sasori se diera cuenta. El gps, se lo había puesto en uno de los zapatos antes de que se levantara, y lo llevaba puesto, a menos que le hubieran informado del mismo. "¡Mierda!" ¿En verdad tendrían un informante en la base? ¿Cuánto sabía Sasori? Tenía que tratar de averiguar algo. – ¿Qué me vas… a hacer?
Sasori se dio vuelta un segundo para asegurarse de que Karin seguía en la cocina y en ese instante Sakura aprovechó para encender su equipo.
– Lo de siempre – respondió como si se tratara de algo sin importancia. – Ayudarte a que te sientas mejor – agregó tomando su mano. Sakura ya no tenía fuerzas para resistirse. – ...sin tanto drama. Una buena vida, tranquila, lejos de las armas y el peligro.
– ¿Qué me diste? – casi no logró escuchar su propia voz.
– ¡Oh! Eso. Es uno de los sedantes de mi amigo.
La chica lo miró incrédula, "¿solo un sedante?".
– De acuerdo – le sonrió orgulloso. – Tiene algo de uno de sus nuevos venenos, pero es solo un poquito, es un buen paralizante. Jamás dañaría a mi reina.
– ¿Eso te parece que no me hace daño? ¡Cielos! Qué… considerado.
– Saku, aquí te traje el agua. ¿Cómo te sientes? – preguntó Karín preocupada.
– He estado mejor, gracias Kar – agregó, tomando el agua. – Por suerte las puntadas en la cabeza cesaron. – El agotamiento producto del dolor estaba pasando y eso le estaba permitiendo hablar mejor. Debía asegurarse de que la seguirían si Sasori decidía llevársela ahora.
– De todos modos me quedaré más tranquilo si te ve un médico cariño – expresó el joven con todo el afecto que le fue posible.
– No necesito un méd…
– Saso tiene razón Saku – interrumpió Karin.
– Estaré bien – quiso mostrar algo de resistencia para no levantar sospechas. El pelirrojo no parecía saber sus planes a la perfección y eso jugaría a su favor.
– Nada de eso. Es más, creo que debemos salir cuanto antes.
– Prepararé sus cosas – dijo Karin tratando de hacer tiempo.
– No será necesario, si queda internada como la vez anterior, vendré por ellas.
– Pero…
El pelirrojo fulminó a su hermana con la mirada, provocando que no insistiera más, un escalofrío corrió por su columna vertebral.
– Vamos – le dijo a Sakura ayudándola a ponerse de pie.
Sakura no pudo más que rezar internamente para que todos estuvieran en posición.
... El drama no había terminado, era eso lo que me había trancado, necesitaba más acción, más emoción, y algo IMPREVISTO, algo que no se esperara, porque no podía escribir una historia que terminara sin más, que simplemente se resolviera como los personajes habían planificado...
Después de haber escrito bastante, otra duda surgió, ¿poner un traidor dentro de La Hoja? ¿Será esa la respuesta? Y si es así... ¿Quién? Es demasiado doloroso...
Demoré un poco más porque no estaba segura si dejar que Sakura abiertamente le preguntara a Sasori qué le había hecho o si era mejor que disimulara ante él. Aún ahora, publicando el capítulo, tengo dudas de si hice lo correcto, pero espero llenar sus expectativas y que sea de su agrado.
A mi parecer, valió la pena la demora. Estoy conforme con un resultado que no había planificado, que no esperaba, pero que surgió solo, fluyó en mi mente.
¿Qué opinan? ¿Valió la pena esperar tanto? ¿Les gustó? ¿Los sorprendió? ¿O ya se esperaban algo así? Me gustaría saber qué opinan. Espero de corazón que hayan disfrutado leyendo tanto como yo escribiendo.
Beso enorme a todos y muchas gracias por seguir este fic y esperar mis actualizaciones. Muchas gracias a DULCECITO311 por sus comentarios de siempre, desde el inicio de esta historia, comentarios tan hermosos e inspiradores Espero de corazón que te guste este nuevo capítulo.
