El Recuerdo de Ogden de los Gaunt
Severus se encontraba sentado a la mesa Gryffindor para desayunar al día siguiente. Como había esperado, Lupin se acercó a él con preguntas.
'¿Tienes alguna noticia de esa poción?' Lupin le preguntó a Severus con cautela. A juzgar por los círculos azules bajo los ojos de Lupin, estaba claro que la luna llena estaba a sólo unos días de distancia.
'Elaborándola como hablamos,' dijo Severus tranquilizándolo. 'Aunque no estará lista hasta la siguiente luna llena. Y sólo es el primer intento. No hay garantía de si tendrá éxito o no.'
'A estas alturas estoy dispuesto a probar cualquier cosa,' dijo Lupin con el ceño fruncido.
Severus dejó su cuchillo de mantequilla. '¿Incluso si eso significa envenenarte, Lupin?' se burló con sequedad. 'Porque un error es todo lo que se necesita para ponerte en el hospital o a seis pies bajo tierra.'
'Si hubieras lidiado con la licantropía tanto tiempo como yo lo he hecho, Snape,' susurró Lupin, 'la muerte casi merece el riesgo.'
Ante tal declaración, Severus se preocupó un poco. '¿Estás diciendo que preferirías no vivir si no se halla una cura para la licantropía?'
'Estoy diciendo que es algo de lo que no estoy seguro que pueda vivir con ello por el resto de mi vida,' dijo Lupin con una sonrisa triste. 'Me cuesta demasiado.'
'Encontraré un modo,' dijo Severus en un intento de alegrarlo. 'Tiene que haberlo y yo lo encontraré.'
'Eres un buen hombre, Snape,' declaró Lupin. 'Quizá deberías mostrárselo al mundo más a menudo.'
Lupin se levantó y volvió a unirse a los Merodeadores un poco más allá en la mesa.
Una vez Lupin se marchó, Lily llegó al gran comedor. Un aleteo distante indicó que el correo por lechuza estaba a punto de llegar. Tanto Lily como Severus estaban mirando hacia arriba para localizar a Leo entre ellas. Finalmente, la pequeña lechuza se zambulló hacia la mesa Gryffindor y se detuvo justo a tiempo para evitar chocar contra un cuenco de cereales.
Con orgullo, Leo levantó la hoja de suscripción y una copia de El Profeta con su garra hacia Severus.
Después de invitar a Leo a algunos trocitos de beicon, Lily y Severus se inclinaron sobre el diario para ver si había alguna noticia pertinente relacionada.
Aparte de una familia de muggles desaparecida de Leeds, no había nada que mereciera la pena, y Severus le pasó el periódico a Frank, que acababa de llegar.
El primer día de colegio fue interminable. Pareció durar para siempre antes de que Severus pudiera salir corriendo por fin del aula de Runas Antiguas y dirigirse directamente al despacho de Dumbledore.
Después de entrar en el despacho del director, Severus vio a Fawkes dormido en su percha, y encontró a Dumbledore haciendo girar recuerdos dentro del pensadero con su varita.
'Buenas tardes, Señor Sn- Severus,' se corrigió Dumbledore. '¿Cómo has estado desde el funeral?'
'Bastante bien para ser sincero, Director,' dijo Severus mientras se acercaba al pensadero. 'Tengo la sensación de que ésta no va a ser una sesión de terapia normal.'
'Al contrario, Severus. Verte envuelto en la guerra puede ser la solución a tus problemas.'
Severus miró a Dumbledore a los ojos y las palabras no tuvieron que ser dichas para comprender lo que Dumbledore estaba diciendo.
Severus bajó la mirada al pensadero, pero los recuerdos que Dumbledore había vertido en él eran muy borrosos para la vista.
'¿Le importa decirme de quién son estos recuerdos, Director?'
'Estos recuerdos pertenecen a Bob Ogden,' dijo Dumbledore mientras bajaba la vista a la masa que giraba. 'Era un empleado del departamento para la Aplicación de la Ley Mágica. Llevó un poco de persuasión obtener el recuerdo de él antes de su retiro.'
'¿Alguna razón particular por la que el recuerdo de este hombre sea importante para la guerra?'
'Ven conmigo, Severus y descúbrelo por ti mismo.'
Severus se inclinó hacia delante, respiró hondo, y sumergió el rostro en la sustancia plateada. Sintió que sus pies se levantaban del suelo, girando a través de la oscuridad, hasta que súbitamente se encontró de pie en un camino en el campo en un brillante día soleado.
Un mago de aspecto extraño estaba parado a unos pies de distancia de ellos y Severus supo que tenía que ser Ogden.
Lo siguieron hasta Little Hangleton y no se detuvieron hasta que entraron por un hueco en un seto. Se detuvieron cuando se encontraron cara a cara con una de las casas de aspecto más siniestro que Severus había visto nunca. Lo que era decir algo, ya que él consideraba que Spinner's End era el lugar más siniestro que había visto nunca.
A Severus lo cogió por sorpresa la serpiente muerta que estaba clavada en la puerta y no fue el único, ya que Ogden estaba siendo especialmente cauteloso cerca de la casa.
Desde el árbol que daba sombra a la casa, un hombre vestido con harapos se dejó caer, aterrizó justo frente a Ogden y siseó algo en su cara.
'Er- buenos días,' dijo Ogden. 'Soy del Ministerio de Magia-
Más siseo siguió.
'Er- lo siento- no lo comprendo,' dijo Ogden nervioso.
'¿Qué está pasando exactamente?' le preguntó Severus a Dumbledore, que estaba mirando el despliegue ante él con absoluta fascinación.
'Tampoco lo comprendes, ¿verdad, Severus?'
Severus sacudió la cabeza, pero cuando miró la serpiente clavada a la puerta, comprendió.
'Está hablando en lengua Pársel, ¿no?'
'Muy bien,' dijo Dumbledore.
El hombre que hablaba Pársel estaba agarrando un cuchillo con una mano, mientras sostenía su varita con la otra.
'Ahora, mire-' comenzó Ogden, pero ya estaba en el suelo agarrándose la nariz antes de poder continuar.
'¡Morfin!' dijo una fuerte voz mientras un hombre salía a toda prisa de la casa. El hombre más viejo se parecía al joven de muchas formas, y Severus supo que tenía que ser el padre de Morfin.
La conversación continuó, pero Severus estaba distraído por un feo anillo de oro, con una piedra negra en el centro, en el dedo corazón del viejo.
'Conozco ese anillo,' le dijo Severus a Dumbledore.
'Estamos prestando atención a los detalles, ¿verdad?' dijo Dumbledore, satisfecho por la capacidad de observación de Severus.
Finalmente, una vez que el Señor Ogden fue conducido adentro, quedó claro que el anillo era algo de lo que el viejo, ahora presentado como el Señor Gaunt, estaba muy orgulloso.
En el rincón de la habitación había una mujer de aspecto frágil, y Gaunt se lanzó hacia ella y la arrastró hacia Ogden por una cadena de oro.
'¿Ve esto?' le gritó a Ogden, sacudiendo el guardapelo de aspecto pesado hacia él, mientras la muchacha jadeaba sin aliento.
'¡Lo veo, lo veo!' exclamó Ogden apresuradamente.
'¡Es de Slytherin!' gritó Gaunt. '¡De Salazar Slytherin!' Somos los últimos descendientes vivos, ¿qué tiene que decir a eso, eh?'
El Señor Ogden parecía más preocupado por el bienestar de la mujer que por el hecho de que estaba hablando con los descendientes de Slytherin.
'Ese guardapelo también me parece familiar,' dijo Severus con cautela.
Esta vez, Dumbledore miró a Severus un poco más seriamente. '¿Te importa contármelo cuando el recuerdo termine, Severus?'
Severus asintió y miró cómo la mujer llamada Mérope era empujada de vuelta al rincón en que había estado antes. Le recordó dolorosamente a su propia madre después de un mal encuentro con su padre.
La familia continuó discutiendo en Pársel, dejando a Ogden, Severus y Dumbledore confusos en cuanto a lo que se estaba diciendo. Sin embargo, quedó claro que Mérope estaba implicaba en algo con lo que los dos hombres no estaban de acuerdo, causando que fuera empujada contra la pared.
En un momento dado, Gaunt perdió el control y puso las manos alrededor de la garganta de su hija, haciendo que tanto Severus como Ogden gritaran '¡no!' al mismo tiempo.
Ogden levantó la varita y gritó '¡Relaxo!' Gaunt fue lanzado de espaldas, lejos de su hija. En un ataque de ira, Morfin saltó hacia Ogden con su cuchillo preparado y lanzando hechizos con la varita.
Dumbledore agarró a Severus del brazo para llevarlo afuera para seguir a Ogden, ya que Severus todavía estaba concentrado en lo que estaba sucediendo con Mérope.
Ogden huyó, chocando contra un hombre apuesto a caballo, acompañado de una bonita muchacha, también a caballo. Rieron de la extraña apariencia de Ogden mientras corría camino arriba.
'Creo que eso llegará, Severus,' dijo Dumbledore mientras arrastraba a Severus fuera del recuerdo y de regreso al despacho.
Severus todavía estaba sacudiéndose de rabia por cómo trataban a Mérope.
'¿Sabes quién era ella, Severus?' preguntó Dumbledore mientras lo hacía pasar hasta el escritorio y le servía un té.
'La madre del Señor Tenebroso,' declaró Severus con naturalidad. 'Y el hombre muggle con quien chocó el Señor Ogden tiene que ser su padre.'
'¿Cómo es que sabes todo esto?'
'El Señor Tenebroso nunca fue reservado sobre su herencia,' dijo Severus cuando tomó un sorbo de té y se calmó un poco. 'Fue a través de los huesos de su padre que regresó, después de todo.'
'¿Estás diciendo que fue vencido antes?' preguntó Dumbledore con curiosidad.
'Nunca vencido, pero debilitado hasta el punto de que ya no tenía cuerpo.
Las cejas de Dumbledore llegaban ahora a la raíz de su cabello. 'Curioso. Muy curioso,' fue todo lo que pudo murmurar.
'Director,' dijo Severus cuando terminó su té. '¿hay alguna razón particular por la que me mostró este recuerdo?'
'Estaba esperando que te fijarías en los detalles más que en la discusión entre el Señor Ogden y los Gaunt y, afortunadamente, lo has hecho.'
'El anillo y el guardapelo, estoy seguro.'
'Sí, ¿cómo es que conoces estos objetos?'
Severus vaciló en cómo iba a traer a colación el anillo. Había sido la razón por la que Dumbledore había muerto, después de todo.
'Usted encontró el anillo,' dijo Severus. 'Lo encontró y lo trajo de vuelta a Hogwarts.'
'¿Y qué hay del guardapelo?'
'Sólo lo recuerdo vagamente, y la última vez que lo vi fue en la residencia de los Black en Londres. Era el cuartel general de la Orden del Fénix por entonces.' Severus se inclinó un poco más cerca. 'Que ya esté allí considerando el marco temporal o incluso que sea el guardapelo real que vimos en el recuerdo, es cuestionable.'
Dumbledore envolvió la taza de té con las manos y dejó escapar un suspiro. '¿Tienes idea de lo que esto significa, Severus?'
'Por desgracia, usted nunca confió en mí lo suficiente para decírmelo,' dijo Severus bruscamente. 'Siempre era muy críptico conmigo cuando se trataba de cualquier cosa relacionada con el Señor Tenebroso.'
Dumbledore bajó la vista a su escritorio. 'Lo lamento si alguna vez dudé de ti, Severus-' pero Severus le quitó importancia con un gesto.
'Comprendo por qué lo hacía. Si yo hubiera sabido demasiado y el Señor Tenebroso hubiera logrado emplear legeremancia conmigo, habría estado muerto en un abrir y cerrar de ojos.'
'Y aun así no puedo evitar ver que estás resentido por ello.'
'Simplemente odiaba que me mantuviera en la oscuridad,' dijo Severus mientras se servía más té.
Ambos hombres se sentaron en silencio por un rato, bebiendo su té, sus mentes estaban ocupadas.
'Creo que será mejor que vuelva la próxima semana,' dijo Severus finalmente para romper el silencio.
'Creo que eso sería sensato,' dijo Dumbledore.
Severus se puso en pie y se preparó para marcharse. 'Una cosa, Director,' dijo en tono serio y voz baja. 'Si va a buscar el anillo, lo que estoy seguro que ya está planeando hacer, prométame que no se lo pondrá.'
'¿Es peligroso?'
'Más de lo que piensa,' dijo Severus sombríamente. 'Así que, no importa cuánta curiosidad tenga y no importa lo tentador que sea, prométame que no se lo pondrá.'
Dumbledore miró a Severus profundamente a los ojos. 'Lo prometo,' dijo.
'Bien, entonces volveremos a reunirnos el próximo lunes.'
Una vez Severus abandonó el despacho, encontró a Lily esperándolo en el corredor, jugando con pájaros que había conjurado de la nada.
'¿Listo para un poco más de elaboración de pociones, Severus?' le preguntó con un centelleo en los ojos.
