Capitulo 48

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Jon maldijo mientras se dirigía a toda velocidad hacia Astapor, invocar un jinete de dragón era su mejor habilidad sin duda.

Quien podía hacerle frente.

Un dragón.

Con un caballero que sabía manejarlo a la perfección.

Traído de la antigua Valyria.

El problema era.

Uno, el dragón debe ser alimentado.

Y realmente comían esas criaturas.

Dos, a pesar de que obedece a su caballero, este tiene que estar controlando permanentemente, o se comería a sus hombres tal y como a los enemigos. Las invocaciones son leales al usuario, lo que significaba que el caballero era leal, el dragón, no.

Y tres, Jon noto que solo puede invocar uno, no tenía la habilidad o nivel para invocar más de uno, lo que significaba que si se produce un ataque, solo puede atacar a un atacante a la vez.

Si lo atacan de diferentes lados, tenía que terminar un lado antes de atacar al otro.

La información que obtuvo en Yunkai indicaba que Astapor tenía escorpiones, algo que Daenerys no sabía, sus dragones no estaban acostumbrados a ser atacados, por lo que no tenían experiencia en contra medidas.

Afortunadamente Daenerys solo llevo a Drogo consigo, por lo que Viserion y Rhaegal estaban a salvo en Meeren.

La velocidad del dragón era inmensa, solo le tomaría un par de horas en llegar de una ciudad a la otra.

-Espero llegar a tiempo- dijo él.

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Daenerys se dirigía a toda velocidad, destruiría la puerta de Astapor, luego los inmaculados podrían destruir a los enemigos.

Su objetivo era tener la menor posible de bajas de civiles. Sabía que no todo podía ser logrado, personas mueren en las guerras.

La chica miro la puerta desde Drogo.

-Terminemos- susurro ella.

Fue sorprendente para ella cuando una lanza tan larga como un caballo paso cerca de ella.

Drogo también estaba sorprendido.

Era la primera vez que lo atacaban con algo así.

Normalmente usaban flechas, que apenas atravesaban la armadura que tenía como piel.

El dragón miro de donde vino.

Las murallas tenían escorpiones, una especie de ballesta gigantes, tenían el tamaño de maquinas de asedio y estas disparaban flechas del tamaño de lanzas.

El dragón no pudo evitar ser golpeado en el ala por una de ellas, lanzo un alarido de dolor y cayo no pudiendo mantener el vuelo.

-¡DROGO!- grito Daenerys.

La caída fue fuerte, y la chica se cayó a la arena, estaba ilesa, el dragón resistió la caída pero estaba adolorido.

Daenerys estaba confundida, y mareada.

-¿Escorpiones?- pensó ella.

Había escuchado de las armas con las que en Dorne la reina Rhaenys esposa de Aegon el conquistador cayo.

Miro hacia atrás vio una decena de mercenarios venir en caballos.

-¡Atrápenlo! – escucho Daenerys.

Unas redes de metal fueron lanzadas sobre Drogo.

Daenerys miro con horror, mientras decenas de hombres en caballos sostenían las redes impidiendo que el dragón se mueva.

-¡No teman muchachos, aquí está la recompensa, hoy tenderemos a la reina de los dragones!- dijo un mercenario acercándose a Daenerys con lujuria en sus ojos.

La mujer dio unos pasos para atrás, pero el mercenario rio acercándose más a ella, hasta que una lanza que salió de la nada y le dio en el cuello.

El hombre cayo, Daenerys miro confundida y giro para atrás.

Un grupo venia hacia ella, tres mujeres jóvenes, junto a otros cuatro hombres jóvenes y un hombre adulto.

Las mujeres eran, una delgada, de ojos azules, cabello rubio, venia con unas dagas en cada mano. Otra era delgada y esbelta, con cabello negro liso peinado en una larga trenza, tenía un látigo en su mano. La última mujer era piernas largas, ojos muy juntos y pelo liso marrón, venia desarmada, pero Daenerys creía que fue quien lanzo la lanza.

Por los hombres, los tres más jóvenes, un muchacho de baja estatura y complexión robusta, ojos celestes, pelo castaño oscuro. Llevaba una lanza en su mano. Otro era un hombre de cabello castaño claro, ojos verdes, llevaba armadura y espada, el tercer hombre joven, tenia ojos azules, pelo rubio también traía espada, el ultimo joven de seis pies de altura, ancho de hombros, de enorme vientre y calvo también tenía una espada.

Finalmente el hombre mayor que venía con ellos, se veía algo salvaje, tenía una sonrisa de oreja a oreja, como si disfrutara de una buena matanza.

Era atractivo, con cejas finas, ojos negros y nariz aguileña. Su cabello era de color negro, con unas vetas de plata.

El hombre sonrió.

-Debemos irnos, o nos eliminaran- le dijo a Daenerys.

Esta lo miro.

-No somos enemigos- le aclaro él.

Daenerys miro a Drogo siendo arrastrado por los caballos.

-Volveremos por él, en cuanto nos unamos a tus hombres- informo el mayor.

Daenerys cabeceo.

-Soy el príncipe Oberyn Martell, mis hijas, Obara, Nymeria y Tyene- le dijo el hombre.

Daenerys lo miro, había escuchado de la serpiente roja de Dorne.

-Mi sobrino Quentyn, con sus escuderos, ser Cletus Yronwood, Ser Gerris Drinkwater, Ser Willam Wells y Ser Archibald Yronwood- Presento la serpiente roja de Dorne.

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-Entiendes lo que quiero- dijo Tywin a su invitado, este vestía una túnica gris como si fuera un sacerdote.

-No damos el regalo a reyes- indico él.

-No son reyes, Ned Stark es un noble como cualquiera, los Tully son nobles como cualquiera- indico él.

El hombre lo miro y cabeceo.

-Pague lo mismo que valdría tres castillos, espero que mueran antes de la próxima luna- aclaro el hombre.

-No- le dijo él.

Tywin lo miro.

-¿Disculpe?- pregunto él.

-No morirán, cuando ustedes quieran, sino cuando el dios de los muchos rostros lo haga- aclaro el hombre.

Tywin lo miro.

-Suelo obtener lo que quiero- aclaro él.

-No eres más que un lord, si no esta satisfecho, puede buscarse otros asesinos- le aclaro el sacerdote.

El lord de los Lannister lo miro unos segundos, pero finalmente asintió.

-Que mueran lo antes posible- índico él.

El sacerdote cabeceo y Tywin lo miro retirarse.

No muchos le aguantaban la mirada.

-Si quieres que algo salga, contrata a los mejores- dijo él.

Miro por la ventana de su oficina.

-Un Lannister siempre paga sus deudas- susurro él.

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Arya camino por los pasadizos de aguasdulces, había visitado a Sansa, mientras que en Invernalia, su madre estaba organizando y daba deberes a Bran y Rickon.

Su padre la había llamado y ella llego a su oficina.

-Padre- dijo ella.

-Pasa- dijo él.

Miro a Ned Stark el cual se mostraba cansado.

-Deberías descansar- le dijo ella.

Ned sonrió y Arya cerró la puerta.

-Tengo algo que necesito que hagas- le dijo él.

Ella sonrió.

-Una misión- dijo ella.

Ned alzo una ceja.

-¿Qué sabes de los Tyrell?- pregunto él.

La chica se encogió de hombros.

-Enemigos que nos han atacado, una familia del dominio, señores, ¿no es así?- dijo ella.

Ned suspiro.

-Esperaba un poco más, si. Señores del dominio, Margaery su hija está casada con el rey Tommen, es la reina momentánea- aclaro él.

-¿Quieres atacar a los Tyrell?- pregunto ella.

Ned negó.

-Claro que no, pueden estar ayudando a los Lannister, pero no son enemigos, no por el momento al menos…Olenna Tyrell negocio conmigo hace unas semanas- indico él.

Arya frunció una ceja.

No le gustaba la política.

Para ella era más simple.

Aliados o enemigos.

Ayudas a tus aliados.

Eliminas a tus enemigos.

- Margaery ha sido secuestrada por la fe de los siete, está en el desembarcadero del rey, nuestra negociación fue que Robb despose a Margaery, la tomaría como segunda esposa, a cambio de apoyo de los Tyrell contra los Lannister, por supuesto debemos primero rescatar a Margaery - aclaro él.

-¿Segunda esposa? ¿Robb sabe? ¿No parece algo que él pueda aceptar? ¿Quieres que me teletransporte y rescate a la chica?- pregunto ella.

Ned negó.

-No, el no sabe, pero deberá aceptarlo por mas que no le guste. No, es muy arriesgado sola en el desembarcadero, pero quiero que te prepares, eres la única que puede escapar de inmediato, y será una prueba para ti, para tu autocontrol, recuerda que salvar a un aliado es algo mucho mejor que matar a un enemigo- le aclaro él.

Arya suspiro.

-¿Como entrare si no quieres que me teletransporte?- pregunto ella.

Ned giro para atrás y un hombre estaba ahí.

Arya lo miro era un hombre menudo, de pelo y ojos castaños y una barba corta salpicada de hebras grises.

-Déjame presentarte a Ser Davos Seaworth quien fue mano de Stannis, antes que este caiga. Ser Davos está dispuesto a ayudarnos, en condición de que salvemos a la hija de Stannis de los ataques de los Hombres de hierro y Euron Greyjoy- indico Ned.

Arya lo miro, no se veía fuerte para nada.

-¿Y cómo me va ayudar?- pregunto ella.

EL hombre sonrió.

-Antes de ser mano, fui contrabandista, señorita. Puedo hacerla entrar en el desembarcadero del rey- aclaro este.

Arya sonrió.

-Genial – susurro ella.

Ned rodo sus ojos.

-Momento, ¿cómo vas a rescatar a Shirenn Baratheon?- pregunto Arya.

-Ya se están preparando los hombres y Bran se nos unirá pronto- le dijo él.

-¿Por qué Bran puede atacar un castillo y yo me tengo que infiltrar?- le recrimino ella.

Ned alzo una ceja.

Arya bajo la cabeza.

-Muy bien, entiendo- susurro ella como si fuera una niña siendo regañada por su padre, aunque Davos creyó que la situación era exactamente así.

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Jon miro el campamento de Daenerys mientras bajaba con el dragón de los cielos.

Gusano Gris observo el dragón con cuidado.

-Mis hombres están a unos días, ¿Daenerys?- pregunto él.

El hombre señalo a una tienda.

Jon giro al jinete sobre el dragón.

-Ve a escoltar a los hombres, si es posible evita que te vean- ordeno él.

El jinete de Dragón cabeceo.

Jon se dirigió a la tienda de campaña y los inmaculados que custodiaban la puerta se corrieron y dejaron entrar.

El chico vio a Daenerys sentada en una silla grande, mientras que un grupo de personas estaban con ella, Jon supo que eran de Poniente.

-De Dorne- pensó viendo sus vestimentas, y que se parecían a Ashara en físico.

-Su majestad, llego, que bueno, hubo unos inconvenientes- dijo ella.

-¿Escorpiones?- pregunto él.

Ella cabeceo y lo miro con curioseada.

-¿Que paso con Yunaki?- pregunto ella.

-Está tomada- dijo él.

La mujer cabeceo sin sorpresa, los Dornienses miraron en sorpresa, ya que su información indicaba que el ataque empezó hace un par de días.

-Le tomo dos días tomar una ciudad- pensó Quentyn.

-Así que este es el rey de Valyria…El marido de Rhaenys - pensó la serpiente roja de Dorne.

-Estos caballeros son, el príncipe Oberyn Martell, sus hijas, Obara, Nymeria y Tyene Arena, su sobrino el príncipe Quentyn Martell, junto a sus caballeros, Ser Cletus Yronwood, Ser Gerris Drinkwater, Ser Willam Wells y Ser Archibald Yronwood- presento la reina de Meeren.

-Jon Nieve, rey de Volantis y Valyria- se presento él.

Oberyn sonrió.

-Sin grandes presentaciones y directo al grano…Me gusta- pensó este.

Los demás parecían también apreciar eso, la reina de Meeren se presento como Daenerys de la Tormenta, la que no arde, rompedora de cadenas, madre de dragones y reina de las ciudades Dragón.

Tenía tantos títulos que tardo mucho en presentarse.

Oberyn miro que disimuladamente le chico se fijo en Tyene.

-Los Martell, supongo que información se ha filtrado, si están aquí- dijo él.

La serpiente roja cabeceo.

-Dudo que los Lannister tengan la información, pero mi hermano tiene amigos en todo Essos- aclaro este.

-Así que sabe de Rae y Aegon- Pensó él.

-Presumo que viene a encontrarse con su sobrina, ¿entonces?- dijo Jon.

-Es cierto, entonces- susurro Oberyn.

-Sí, dos pobres niños fueron asesinados junto a Elia Martell, pero no eran sus hijos, remplazados por la Araña y Ashara Dayne- dijo él.

Oberyn suspiro.

-Podríamos haber ayudado- admitió el.

-Tendrá que consultarlo con Ashara, en cuanto mis hombres lleguen, los enviare a Valyria para que puedan encontrarse- prometió el chico.

Giro a Daenerys.

-¿Situación?- pregunto él.

-Drogo cayo, vive o al menos eso creo- dijo ella.

-Ya veo, los líderes de la arpía están en Astapor, por eso tanta defensa, no temas, un dragón pequeño puede valer tanto como un castillo, uno como Drogo, podría valer una fortuna, quizás incluso varias ciudades, los maestros no lo mataran si pueden obtener ganancias de el- dijo él.

Daenerys cabeceo.

-¿Y ese dragón con el que viniste?- pregunto ella.

Jon sonio.

-Bueno soy el rey de Valyria, sino tuviera dragones, no haría fama a mi título-aclaro él.

Daenerys sonrió.

-Por supuesto- dijo ella.

-Bien, si todo está aclarado, me gustaría ayudar, pero aun no existe una alianza, su majestad- admitió Oberyn.

Daenerys cabeceo.

-Por supuesto, han salvado mi vida, y serán recompensados, lo prometo, príncipe- dijo ella.

Oberyn cabeceo pero no parecía interesado en recompensas.

-Entonces esperare a los barcos, me gustaría ver cuanto antes a mis sobrinos- dijo él.

-Rae esta en Valyria, pero lamentablemente no podrá ver a Aegon- índico Jon.

El príncipe parpadeo.

-¿Paso algo?- pregunto un poco preocupado.

-Lo peor que le pueda pasar a un príncipe, se enamoro y fue a ayudar a su suegro, para impresionarlo- indico Jon.

El príncipe de Dorne parpadeo antes de estallar en carcajadas.

-No se puede esperar nada menos de un Martell- le dijo este.

El príncipe se retiraba cuando giro al rey de Valyria.

-Nuestra información indica que Bravos y Pentos dirigen a la compañía Dorada hacia Volantis – le informo él.

Jon lo vio retirarse.

-Las defensas deben poder detener cualquier ataque de Pentos, pero Bravos y sus barcos podrían dar problemas- pensó Jon.

Suspiro con cansancio.

-Ramon debería manejar sin problemas los barcos – volvió a pensar.

Daenerys se acerco y lo abrazo.

-Estoy seguro que todo estará bien- dijo ella.

Jon cabeceo.

Beso a su prometida.

-Terminemos rápido, en cuanto lleguen mis hombres tendremos un ataque directo- dijo él.

-¿El jinete de dragón ayudara? ¿Puedes invocar más?- pregunto ella.

Jon negó.

Daenerys y el hablaron mucho en su estadía en Meeren.

Más bien solo hablaron en la cama, pero ella sabia la mayoría de sus secretos, incluso el juego.

Había sido testigo de sus invocaciones en su conquista de Meeren, su curiosidad era mucha, pero no pudo tener buenas respuestas hasta que se comprometieron y Jon se abrió a ella.

Eso y que la chica podía obtener lo que quería luego de una dosis de buen sexo.

-Drogo estará bien, pero no usaremos al caballero dragón en todo, solo puedo invocar uno, y el mana que gasta la invocación es enorme, quizás cuando suba de nivel- dijo él.

Ella cabeceo.

Tener el poder del juego era uno de los sueños de la chica.

Sabía que Rhaenys lo obtuvo después de la boda.

Y desde que se entero se mostro realmente de curiosa, era una forma de defenderse sin tener sus dragones o guardias pendientes.

La chica recibió otro beso antes de relajar su cuerpo en los brazos de su prometido.

-Iremos por ti Drogo- prometió la reina.

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FIN DEL CAPITULO