Yuma siempre fue comprensivo. Paciente y expectante en cuanto a los planes de su amado. Casi nunca ponía un pero en ellos, al contrario. Terminaba por contribuir y analizar en los detalles que él consideraba debían ser tratados. Su juicio y conocimiento eran esenciales para dar grandes pasos en cuanto a ellos. Sin embargo. Solo por esta vez. Se vio a si mismo realmente sorprendido. Estupefacto. Y con una ligera vergüenza. Pues el que su amado lo haya presentado por esposo. Ya decía muchas cosas. No estaba en contra de ello. Para nada. Era algo que ya estaba contemplado en un cierto punto.
Pero que lo haya dicho a otro subordinado del Reino vecino. Eso sí que le descoloco. Más tratando de conservar la calma. Fue que se resigno a esperar que todas las presentaciones terminaran.
Aziel. Como se hizo llamar el Escrivá del Mundo Varian. Les hizo saber con amabilidad su propósito. Su visión y su sueño en cuanto al tratado. Hubo muchas explicaciones y se pidieron arreglos mínimos al pergamino. Lo cual fue hecho por el Escrivá de la Reina. Quien eficientemente realizo un nuevo tratado. Uno mejorado y uno realmente bello. Pues al contrario de la belleza que mostraba el pergamino del Mundo Varian. Este nuevo papel, era blanco. Pequeñas estelas de luz podían verse a simple vista.
Apartados y demás puntos fue lo que se manifestó en ese nuevo pergamino. Uno donde la respuesta era afirmativa. Y ahora solo faltaba la firma y sello del Reino Vecino. Dado solo por la autoridad del Rey Ryoga. Así que una vez que terminaron con aquel importante ritual para aquel documento. Fue que Aziel volvió a tomar la palabra. Inclinándose ante los monarcas del Mundo Astral.
-Agradezco de corazón que hayan tomado su tiempo para atender a este llamado a la paz...
-...-Yuma negó levemente con su cabeza. Y dejando a un lado a Haruto fue que se posiciono a un lado de su marido- Al contrario. Es de un hombre valiente el pedir la paz entre naciones que alguna vez estuvieron en conflicto. Así mismo, admiro su devoción a su Reino, Aziel-san. Sí un hombre distinto hubiese venido en su lugar, quizá esto no pudiese haber sido posible...- El nombrado retomando su postura admiro la belleza y la inteligencia que mostraba el Reina. Quien tomaba del brazo a su marido. El cual sonreía orgulloso.
-Reina Yuma. Rey Astral... Gracias por todo. Rezo por que su Mundo sea prospero y glorioso. Que la luz ilumine sus vidas y su corazón. Así como deseo lo mejor para el futuro heredero que viene en camino...- Yuma se sonrojo levemente. Más asintió en respuesta. Astral ahora tomando las últimas palabras.
-Aziel has sido un buen mensajero y un importante hombre para que esto pudiese ser concebido. Así que ahora por medio de ti, quiero contribuir con una nueva propuesta para el Rey Ryoga...- Los presentes le miraron ligeramente confundidos. Más confiando plenamente en la inteligencia y astucia de Astral. Le dejaron seguir adelante con lo que sea que fuese a decir- Deseo contribuir a la causa yendo personalmente a visitar al Rey Ryoga al Mundo Varian... Así que, solicito una audiencia con él...
Todos los involucrados le miraron. Como quien mira a una extraña criatura. Los humanos siendo los más impresionados. Kaito comenzó a pensar con velocidad cual era el propósito detrás de ello. Mientras III parecía tratar de asimilarlo. Convenciéndose a sí mismo de que aquello tenía una razón de ser. Por otro lado Haruto admiro con inocencia absoluta al mayor. Pues a pesar de que él no lograba entender todo aquello con claridad. Sabía y tenía consciencia de que era muy importante. Y si así era. Astral estaba en lo correcto. Su pequeño corazón de alguna manera se lo decía.
Yuma fue quien más tardo en procesar aquello. Así que, después de que cada palabra cayera a su psique de golpe, fue que miro a su prometido. Exigiendo explicaciones con su mirada. La cual denotaba angustia y preocupación. Pues, no era que no confiara en su amigo Shark. No. Si no más bien. Que el Rey del Mundo Astral vaya a un Mundo "enemigo" que apenas y hace un par de años salía de Guerra. Era técnicamente un suicidio. Era como decirles a los demás que apuntaran sus armas en su contra. Y siendo sincero. No quería quedar viudo tan pronto. Ambos tenían a un hijo que cuidar.
-A-Astral... Cariño creo que deberíamos...-Menciono apenas en un suave susurro a su prometido. El cual solo guiño su ojo con rapidez. Ocasionando que le mirara extrañado. ¿Qué es lo que planeaba realmente?
-Entiendo su Majestad Astral. Yo mismo le hare saber de su demanda...-Dijo Aziel. Trayendo a los presentes a la realidad- Nada nos compareciera más que una audiencia de su parte... De seguro a mi Rey Ryoga le fascinara saberlo. Y sí es el caso. Pido permiso para retirarme en este instante a mi Mundo. Llevando conmigo la respuesta y su nueva propuesta...-Una inclinación nació de nueva cuenta. Para segundos después retomar su postura. La cual denotaba emoción y felicidad.
-Por supuesto. Un par de escoltas te llevaran hasta donde puedas retornar a tu Mundo sin problemas. Eres bienvenido en cualquier momento que gustes Aziel...-Menciono el peliblanco con una sonrisa. A lo que el mencionando le correspondió de igual manera.
Ryo fue quien se ofreció después para llevarlo hasta la salida. Acompañándolo lo más que podía. Al igual que aquel Escrivá de el Reina. De esta manera. Quedando solo el cuarteto de amigos junto al infante. Quienes no dudaron en acercarse al peliblanco a buscar respuestas a tantas interrogantes que les venían atormentando desde hace minutos.
-Astral... ¿Estas seguro de esto?-Cuestiono III colocándose a un lado de Kaito. Quien tampoco dudo en preguntar.
-¿Acaso esto es factible? Se qué no me corresponde hablar de las decisiones que se toman en este Mundo. Pero... ¿Astral esta bien que sigas con eso?
-Kaito y III tienen razón- Menciono de pronto el embarazado- Astral... ¿Qué hay sobre ir hasta allá? ¿Por qué ahora? Cariño estas asustándome... No quiero que nada malo te pase... Sabes que eres propenso a... Bueno. Ser liquidado...
El peliblanco mirando a cada uno de sus amigos, para terminar de posar su mirada en su amado. Fue que sonrió. Aunque no era cualquier sonrisa. Era más bien, una delatora. Pues se podía ver misterioso. Y de cierta manera divertido. Y tomando la palabra, fue que comenzó con sus propias explicaciones.
-Sugiero que se tranquilicen... No es nada de lo que deban preocuparse. Mis intenciones con Ryoga son claras. Solo quiero ir a ver que es lo que espera de este tratado. A donde es que quiere dirigir su Reino junto al Mundo Astral. Saber cuales son sus planes a futuro y sobre todo. Tener en cuenta el alcance de esta decisión...-Menciono dirigiendo a su amado hasta uno de los sofás en la oficina. Mientras sus amigos escuchando en silencio, se sentaron frente a ellos. Siendo seguidos por el infante que miraba curioso toda la situación.
-Pero...-Dijo Yuma tratando de tranquilizarse- ¿Es realmente necesario que vayas? Digo. Si es un asunto diplomático también debo ir yo...- Astral le miro. Más dándole una leve caricia a una de sus manos, fue que negó levemente con su cabeza.
-...Me encantaría que me acompañaras. Pero será mejor no hacerlo. Aún estas en una etapa delicada Yuma. No sabemos a ciencia cierta si el cambio de energía afectara con creces a nuestro hijo... Mejor es evitar riesgos...
-¡Pero...!
-No Yuma... Entiende que es algo que se debe hacer. ¿No acaso mencionamos eso a Aziel? Él vino solo a nuestro Mundo. Aun con un riesgo elevado. Y aun así no se aterro. Al contrario. Fue valiente y camino hasta aquí... Y justo ahora va de regreso junto a su gente...
-Bueno... Si lo mencionas así...-Susurro Yuma. No muy convencido- Aunque aun no puedo dejar de preocuparme Astral. Y no es por nada cariño pero, eres de cierta manera atraído a la muerte. No me hagas hablar de la batalla que tuve con Elifas la primera vez que llegue aquí...
-¿Peleaste con Elifas?-Preguntó de pronto el pelirosa. Ahora claramente sorprendido. Yuma le miro, y con cierta pena le afirmo con su cabeza.
-Vaya... Parece que hay cosas que escapan de nuestro saber. ¿No es así Astral?-Cuestiono con cierto tono de burla el cazador al mencionado. Quien le sonrió de manera extraña.
Ambos jóvenes. Yuma y III miraron a sus acompañantes. Esperando una nueva explicación.
-Jajaja no puedo ocultarte casi nada. ¿Verdad Kaito?-Menciono de manera alegre el peliblanco mirando de manera retadora al cazador. Quien no dudo en devolverle la mirada de la misma manera.
-Me pareció extraño que apenas tomando la decisión de aceptar aquella propuesta de paz, de inmediato hicieras una petición... Entonces me pregunte. Sí estabas tan renuente de firmar antes, ¿Por qué pareciera que ahora te entregas en bandeja de plata a un Mundo que bien podría matarte? Por más que pensaba que era por la paz... Eso solo se volvió una excusa perfecta para algo más... Algo que no nos estas diciendo...-Astral solo rio como un niño haciendo una travesura- Así que... ¿Nos dirás acaso lo que ocultas? ¿O tendré que hacer Yuma te lo saque a la fuerza?
-¿Ah? ¿Disculpa?-Preguntó claramente ofendido el embarazado por ser utilizado como amenaza. Una risa leve se escuchó después. Proveniente de aquel Rey. Quien dejando de mirar al cazador, volvió su vista a su amado. Quién no dudo en imitarle.
-Por supuesto, se los diré... Aunque sería divertido ver como es que logras convencer a Yuma para ayudarte... Es más fácil que el te de la espalda por mí ¿sabes?...-Menciono Astral. Claramente divertido, ligeramente arrogante. Kaito solo frunció un poco su seño. Pues sabía lo que el peliblanco decía era verdad. Yuma estaba realmente apegado a su prometido que no dudaría en ayudarlo en vez de a él. Así que cruzando sus brazos. Fue que espero a que su amigo se dignara a hablar.
-¡Esperen! No entiendo nada de lo que esta pasando. ¿Alguien por favor podría explicármelo?-Exclamo el pelirosa. Ganando la atención de los presentes. Y Astral decidiendo que ya había sido bastante de jugar, fue que cambió su expresión a una completamente seria.
-Es cierto. Es justo como Kaito lo dice... Hay un motivo más debajo de todo esto...-Comenzó el peliblanco, atrayendo las miradas de regreso a él- Esto es por Don Milenario...
Aquel nombre basto para que el ambiente se pusiera tenso. Frío. Yuma de pronto recordó cierta fracción de la platica y los planes que ya estaban en marcha gracias a su amado y a él. ¿Acaso esto... Era para estar un paso al frente de esta guerra silenciosa?
-Astral...-Murmuro. Llamando a su prometido. El cual le sonrió con leve preocupación. Pues aún cierto episodio resaltaba en sus recuerdos.
-¿Qué tiene que ver Don Milenario con todo esto?-Cuestiono el cazador. Colocando toda su atención en su amigo peliblanco.
-Todo y nada a la vez... Como ya saben. Hay una amenaza latente en la Tierra gracias a el antiguo Sr. Heartland. El cual obviamente se ve influenciado por Don Milenario... Sus planes aun no son totalmente visibles. Pero podemos intuirlos si los pensamos bien. Digo. ¿Por qué si esta vivo no tomo el control del Mundo Varian una vez más? ¿Por que mandar a un pobre infeliz a tratar de hacernos daño? ¿Por qué ahora? ¿Que tienen que ver los Caballeros ahora Guerreros en todo esto?... La respuesta es sencilla. Su poder no ha sido restaurado del todo... Pero espera el momento idóneo para comenzar de nuevo con sus verdaderos planes... Ya lo ha dicho Erí en un tiempo atrás. Heartland solo es una fachada... Así que, el que Shark se haya decidió a mover es una enorme ventaja para nosotros. Y una enorme pérdida para él... Debemos actuar ahora que podemos. Alertar a Shark de la verdadera amenaza que esta en sus tierras. Y sí es posible, realizar una alianza sí todo esto llega a complicarse más de lo que lo esta haciendo...
-¿Hablas de un plan de respaldo? Tener al Mundo Varian de nuestro lado en el momento idóneo... Eso solo lo retrasará más. ¿No es cierto?-Cuestiono Yuma, atrayendo la mirada del mayor. Quien al saberse entendido sonrió.
-Así es... No sabemos a ciencia cierta cual es el motivo real de Don Milenario. Pero si le quitamos cartas que ya ha usado y que puede volver a usar. Entonces comenzaremos a ganar terreno en esta batalla...
-Atraparlo en su propio juego...-Menciono III. Entendiendo de pronto todo aquello- ¡Por eso es que aceptaste todo esto! ¡El pedido de Shark se volvió la excusa perfecta para que avanzaras! Y no es de que no quieras la paz y la tranquilidad. Si no que también estas asegurando el futuro enfrentamiento ¿Cierto?- Astral asintió.
-Vaya... Había olvidado que eres también un gran estratega-Dijo Kaito sonriendo al saber el motivo oculto. Y vaya que era un buen motivo- ¿Entonces ese es tu plan? ¿Tener una alianza en caso de que Don Milenario tenga que ser detenido a la fuerza?
-Así es... Y a resumidas cuentas. La paz se llega a ella con batallas. No esperaría nada más aparte de ello...-Admitió el peliblanco.
-Ja. Como se esperaba del Rey del Mundo Astral. Con tu intelecto rebasando incluso a los mejores científicos... No esperaría menos de ti Cariño-Menciono Yuma mirando con orgullo a su pareja. Pues si bien sus planes aun tomaban más tiempo. El acortarlo de esa manera solo significaba lo bien que estaban estructurándolo.
-¡Entiendo! ¡Entiendo! ¡Ya lo he entendido!- Exclamo el pelirosa con alegría, y queriendo ayudar, fue que quiso involucrarse aun más- ¡Yuma, Astral! ¡Por favor deseo ayudarlos! ¿Cómo puedo ayudarles? Me ofrezco para participar en cualquiera de sus planes...
La pareja le miro. Y meditándolo por unos segundos le sonrieron con ligero triunfo. Yuma tomando la palabra.
-Creo... Que se como puedes ayudarnos III... O debería decir... ¿Embajador?-Menciono con orgullo. Mirando como su amigo comenzaba a emocionarse.
-¡Por supuesto! ¡Estoy dispuesto a aceptar el cargo!
Kaito y Haruto miraban esto con aprobación. Inspirándolo para también adelantar sus propios planes en contra del antiguo Sr. Heartland. Después de todo. El no podría aceptar un cargo así, pero sí podría quitarles un estorbo de encima.
-Perfecto... En ese caso debemos prepararnos para el anuncio al Mundo Astral... -Menciono Astral. Parándose de aquel sillón. Ayudando a su pareja a hacer lo mismo. Sus amigos imitándole- Pero antes... Parece que hay un asunto más por resolver...
-El Caballero de la Soberbia...-Murmuro el pelirosa, con ligera molestia.
-Así es...-Afirmo el embarazado.
-¡Sí! ¡Los planes comienzan!-Exclamo Haruto. Atrayendo las miradas de los mayores. Los cuales atinaron a sonreírle.
Yuma por otro lado jalo un poco a su pareja. Acercándose a su oído. Murmurando.
-No creas que dejare pasar cierto detalle cariño... Aún no somos esposos...- El mayor sonrió con ligera burla.
-Oh~... ¿Te molesta acaso?
-No. No es eso... Pero... ¿No crees que si lo dices deberíamos serlo oficialmente?
-Sí... Si deberíamos... Y lo seremos. Ese será el último anuncio de nuestra parte a nuestro pueblo...-Menciono el mayor. De pronto robando un tierno beso al menor. Quien al ser sorprendido solo atino a sonrojarse. Ocultando su cara en el brazo del peliblanco. Ante la atenta mirada de sus amigos.
-Entonces... ¿Vamos?-Cuestiono el pelirosa atrayendo la atención de los presentes.
-Yo me quedare aquí... -Dijo de pronto el infante- Si se van comenzarán a buscarlos como locos. Me quedare a aquí a esperarlos...
-...-Kaito miro con orgullo a su hermano. Y regalando una caricia fue que le hablo- Gracias Haruto... No tardaremos...
-¡Por supuesto! Vayan y comiencen a salvar los mundos...-Termino el infante levantando sus brazos a manera de triunfo. Haciendo reír con ternura a los presentes. La pareja preguntándose si su bebé será también tan adorable como Haruto.
Y con ello. Fue que el cuarteto de amigos. Una vez más fueron envueltos en una energía blanca antes de desaparecer. Dejando atrás al pequeño niño que reía con felicidad. Siendo solo interrumpido por el asistente que llegaba con rapidez.
-Mmm ¿En donde...?-Murmuro Ryo, buscado con la mirada a sus Señores. Hasta toparse con el infante.
-Volverán pronto...-Informo- No te preocupes... ¿Podemos comer algo? Todo esto me dio hambre...
Aquel asistente, ligeramente confundido asintió. Siendo jalado de la mano por el niño, llevándolo fuera de aquella oficina. La cual quedo en silencio. Esperando a que más secretos fuesen contados.
