Bueno, me demoré un poco en actualizar esta historia porque estoy preparando su final, y me pasó como con varias, que cuando quise acordar, ya casi vamos 50 capítulos y creo que es un buen momento para finalizarla.

Por eso, les aviso que el próximo será el último capítulo... pero habrá otras historias, se los aseguro... espero que les guste.

Capítulo 49

Unos meses después…

Sehrazat inspiró hondo para tratar de calmarse, sentía algunas contracciones aisladas esos días y particularmente ese, tenia una reunión importante y no podía tomarse un descanso como solía hacerlo de a ratos, en días normales.

Encima, esa última semana, Onur había estado de viaje y lo había extrañado horrores…

El sonido de su móvil la distrajo mientras trataba de sonreír, su vientre había crecido mucho, pero se había cuidado para no ganar demasiado peso y así poder seguir con su rutina hasta cerca del parto…

-Onur…- dijo ella y suspiró. Su voz la tranquilizaba, la hacía sentir en casa.

-Mi vida…- dijo él con suavidad.

-Estaba pensando en ti… te llamé con mis pensamientos…

-Lo hiciste… escucha… no voy a llegar a la reunión… perdóname, el viaje de vuelta se hizo largo y estoy un poco atascado… lo siento…

-No te preocupes…- dijo ella mordiéndose el labio con resignación, había fantaseado con que él llegara y la salvara para no tener que quedarse todo el tiempo…

-Espero poder compensártelo con un par de caricias y besos…- dijo él con la voz más baja, más intensa.

-¿Sólo un par? - dijo ella y lo escuchó reír- Onur Aksal, más te vale que te apures a venir y nos encerremos en la habitación hasta mañana…- dijo ella y apretó los labios, consciente de que aunque estaba sola, estaba en la empresa.

-Entendido… pensé que se te había pasado el período de locura hormonal…- le dijo él y esta vez fue ella quien rio.

-Pues… ha vuelto…- concluyó y luego de despedirse, enviándose mutuamente besos, la conversación terminó.


Bennu entró a llevarle unas carpetas y le sonrió complacida cuando la vio ponerse de pie. La había visto un poco caída esa mañana, pero ahora estaba muy bien otra vez…

-¿Pasó algo?

-Hablé con Onur…- dijo y alzó las cejas.

-Entiendo… vendrá a la reunión…

-No lo hará… no llega…

-Creí que querías que lo hiciera…

-Lo extraño tanto, Bennu… tengo ganas de irme a casa a esperarlo… hace semanas que no tenemos un momento a solas… y hoy Kaan se quedará con Reyhan…

-Pero… él se fue hace solo una semana…

-Así es… pero los días anteriores no me sentí muy bien…

-Entiendo… bueno, esperemos que la reunión no se extienda…

-Ya conoces a esta gente… hablan de cualquier cosa y se distraen…

-Inventa una excusa… si quieres te ayudo…- dijo y ambas rieron con complicidad.

-Yo me arreglaré…- dijo Sehrazat y achicó los ojos al ver que ella sonreía.

-Antes de que te enteres por otro lado, quiero contarte que Kerem y yo vamos a casarnos…- dijo y alzó las cejas.

-Amiga…- le dijo y la abrazó con ternura- me alegro tanto… creí que él no te lo propondría nunca…

-Yo también… pero te juro que me conformaba con una convivencia, como tú con Onur…

-¿Cuándo será? Tendré que ponerme a dieta para entrar en un vestido…


En un par de meses, supongo que después de tu parto…

La reunión se presentó tal como habían pensado y Sehrazat soportó todo lo que pudo, hasta que se sintió cansada y les pidió directamente que se fueran, total, era evidente que ella tenía derecho de sentirse agotada…

Bennu la acompañó hasta la puerta de la empresa y se le aseguró que se haría cargo de todo y que no la molestaría para nada, aunque estallara una bomba…

Sehrazat le agradeció su ayuda y volvió a su casa.

Se preparó un baño de inmersión con espuma y sales aromáticas y le hizo una llamada a Reyhan para hablar con Kaan…

El niño le confesó que la extrañaba pero que lo estaba pasando muy bien y se quedó tranquila.

Se sumergió en el agua tibia y tomó un té de hierbas. Cerró los ojos con placidez. Su bebé comenzó a moverse suavemente y sonrió.

Se quedó dormida un buen rato, y no lo escuchó llegar.

Onur entró en el baño algo preocupado porque la había llamado y no le había contestado. Su preocupación se convirtió en ternura cuando la vio allí, con sus manos en su vientre, que sobresalía del agua y la espuma, dormida, con una sonrisa en los labios.

Se acercó despacio y cuando se sentó a su lado en la tina, ella abrió los ojos y sonrió adormilada…

-Onur…- dijo y él se inclinó para besar sus labios.

-Mi vida…- le dijo y luego besó su frente, su mano descendiendo por la piel de su vientre, a manera de saludo hacia su hijo.

-¿Recién llegas?

-Pasé por la empresa… Bennu me dijo que habías terminado la reunión y creí que no te sentías bien…

-Solo un poco cansada… y harta de las vueltas de los clientes… decidí que era mejor descansar un poco…

-Hiciste bien…- dijo y se movió cuando vio que ella hacía ademán de incorporarse.

Él la ayudó a secarse y a ponerse una bata y salieron del baño.

-Iré a preparar una merienda… espérame que así la disfrutamos en la cama…- dijo él y ella alzó las cejas.

-No me lo perdería por nada…- dijo y se recostó.

Onur se apresuró a pensar en algo rico y rápido para ambos y preparó unos sándwiches con lo que encontró en la heladera.


Ella lo recibió con una sonrisa cuando lo vio entrar a la habitación con la bandeja.

Comieron mientras él le comentaba sobre su viaje y ella sobre la reunión. Al terminar, Onur dejó todo a un costado y la tomó entre sus brazos.

-Hablé con Kaan hace un rato…- dijo él y ella asintió.

-Yo también…- respondió ella- nos extraña, pero lo está pasando muy bien…

-Me dijo lo mismo…

-Es muy lindo…

-Mi vida…- dijo y ella pudo captar la intensidad de su mirada.

-Dime…

-Estamos solos…

-Así es…

-Solo quiero cerciorarme de que estemos en la misma página…- dijo comenzando a besarla mientras desanudaba su bata.

-Lo estamos…- dijo ella y se mordió el labio.

-Me alegra tanto…- dijo él y abrió su bata, dejándose llevar por el aroma suave y floral de su piel.

Sehrazat cerró los ojos al sentir los besos húmedos de él sobre su piel. Pronto, su respiración normal se fue tornando más trabajosa y se convirtió en jadeos.

Onur besó toda su piel y finalmente, cuando supo que ella estaba lista, se preocupó por hacerla alcanzar el clímax para luego enfocarse en llegar él también.

Ella se perdió en sus ojos cuando finalmente lo consiguió y le sonrió con ternura.

Onur la apretó entre sus brazos y ambos cerraron los ojos…

-Soy el hombre más feliz a tu lado…- le dijo él y ella sonrió, con los ojos cerrados.

-Qué bueno, yo también lo soy…- dijo ella y se quedó dormida, protegida, envuelta en sus caricias…


Bueno, en unos días tendrán la conclusión de esta hermosa historia que, como casi todas, se ganó un lugar especial en mi corazón! Gracias por leerla!