Hola a todas de nuevo, me gusto leerlas. Quería aclararles que no se alteren por Terry, el sabemos a la perfección que no se involucraría con Elisa, pero si coquetea un par de veces con ella en el anime y en el manga, obviamente eso tendrá que verse pero más adelante. Como dijo mi querida amiga Grace necesitábamos una acción que impulse la actitud de Eliza para con Terry, les dije que si los voy a separar pero poquito. Obviamente ambos tienen que crecer y volverse humanos completos. Si aparecerá Susana pero no los haré sufrir tanto por su culpa. Por ahora solo hay que disfrutar de la vida en Londres.
Es que por ahí se me está ocurriendo unir mis dos historias como si esta fueran los orígenes, claro que visto desde el punto focal de Elisa y en la otra historia será desde el punto de vista de Annie y Terry. Aun lo estoy pensando pero se me ocurrió jugar un poco con esas ideas.
El otro capítulo aparecerá un poco de Anthony no crean que ya lo olviden pero quería darle peso a Terry y Candy, hasta aquí ambos ya sienten algo pero no son muy buenos expresándose y les cuesta trabajo abrirse a los sentimientos, Candy porque cree que tiene que ser leal a los sentimientos que cree tener por Anthony, aunque sabemos que en realidad no piensa tanto en él, simplemente porque ella continuo con su vida. Y Terry no quiere aceptar los sentimientos que siente por Candy porque le dan miedo, cree que al no ser amado el no sabe amar.
Bueno creo que esto es todo por ahora, que lo disfruten les mando saludos a todas ArmónicadeTerry, Grace, Australia, Mia, Vane , todas las lectoras que ponen comentario pero no dejan su nombre y a las que leen en silencio. Cuídense mucho.
La historia de Candy Candy no me pertenece es de la escritora Kyōko Misuki, yo solo se la tomo prestada sin fines de lucro para divertirnos un poco con los personajes.
El siguiente contenido puede tener escenas que dañen la sensibilidad de las personas, si no les gusta este tipo de historias absténganse de leerla
CAPÍTULO 50
Por fin había llegado el lunes Candy se levantó temprano y estuvo lista antes que Patty la fuera a llamar para ir juntas a misa. La pecosa había pensado que ese día podía ser el día en que Terry volvería al colegio, tal vez podría saber como estaba su salud y si no lo veía esta vez buscaría la forma de comunicarse con él.
En el edificio de los chicos Terry iba llegando con su equipaje, lo acompañaba una de las monjas, todos sus compañeros lo observaron después de tantos días reaparecía el rebelde de la escuela, Stear, Archie, Neal y Jonathan lo vieron dirigirse a su alcoba.
-Ya vieron, al parecer si estaba enfermo como decían, se ve pálido y más delgado- comentó Neal a nadie en específico.
-Fue mi impresión o ¿cojea un poco?- Dijo Archie a Stear
-Me alegro que le dieran su merecido al muy cretino- dijo Neal acercándose a sus primos.
-No lo se, no deberíamos mirarlo de esa forma es de mala educación, lo mejor será ir a la capilla, si nos apuramos podríamos saludar a la chicas- dijo Stear y se fueron los dos hermanos, mientras los demás seguían cuchicheando.
Candy y Patty llegaron a la capilla iban a esperar a Annie pero al sentir un poco de frío decidieron irse a sentar, la rubia acepto de inmediato la propuesta de Patty, si de algo estaba segura era que si Terry ya estaba en el colegio no iría a rezar y mucho menos con el frío que hacía, seguro se quedaría en su habitación calentito.
En el patio rumbo a la iglesia Stear y Archie se encontraron con Annie, acompañaron a la ojiazul para poder conversar mientras caminaban
-Buenos días Annie- dijo el de lentes
-Hola Annie- saludó más informal Archie
-Buen día Archie y Stear, ¿qué tal estuvo el fin de semana?- pregunto la ojiazul, los fines de semana que no eran libres era más difícil coincidir con los muchachos, ya que las monjas eran más estrictas con las reglas.
-Desarrollamos un invento nuevo que puede servirnos de mucha ayuda los fines de semana que no hay quinto domingo- Stear estaba emocionado.
-Ya le explicarás luego, mejor cuéntanos ¿hablaste con Candy?- pregunto ansioso Archie
-Si, dice que solo está aburrida y que no le pasa nada. Tratamos de preguntarle sobre Anthony realmente no dijo nada, es más estaba un tanto distrai…- Annie no pudo continuar porque una monja la reprendió.
-Annie Britter ya sabe las reglas de esta escuela, la interacción está prohibida, vaya inmediatamente al confesionario y que le asignen una manda.- la monja le gritaba desde la entrada de la capilla, Annie palideció y sin voltear se fue caminando.
-Las esperamos en el laboratorio de ciencias, en el descanso de la mañana- Stear le susurro a Annie, aunque no estuvo muy seguro de que lo escuchara porque la muchacha iba realmente asustada.
Los muchachos aguardaron un poco para no meter a Annie en más problemas.
-Stear, deja de insistir con el invento no estamos seguros de que funcione como todo lo qué haces .- dijo Archie molesto.
-¿Estas diciendo antes de probarlo que no va a servir? Que poca fe tienes en mi hermano- Stear estaba incrédulo.
-Eso no es lo que importa, escuchaste lo que dijo Annie, seguramente Candy está molesta con Anthony por su falta de comunicación, deberíamos abogar por él.- Archie estaba ofuscando.
-La verdad es que prefiero no meterme en eso, no se si tú te has dado cuenta pero Candy ya no siente el mismo interés que tenía por nuestro querido primo. No digo que no lo quiera pero las cosas han cambiado.-termino Stear encogiéndose de hombros.
-¿Quieres decir que ya no está enamorada de él?- pregunto Archie incrédulo.
-Mejor entremos ya están casi todos ahí y nos retarán si no vamos- El moreno quería seguir caminando.
-Stear dímelo quieres…-Archie jalo a su hermano del hombro
-Es que no se qué pasa, solo pienso que Candy ha cambiado y posiblemente sus intereses sean otros y no los que todos creíamos, sabes creo que todos estamos creciendo- Stear jalo a su hermano que se quedó muy pensativo.
Durante la misa Stear y Archie no hablaron nada, Candy les sonrió cuando pasaban después de que Patty le diera un codazo para verlos, esto no pasó desapercibido para el menor de los hermanos Cornwell que se quedó más confundido después de esa reacción.
Annie fue castigada, por hablar con los varones, tuvo que quedarse en la capilla hasta poder recitar de memoria un sermón que le asignaron. Candy y Patty no pudieron hablar con ella y tuvieron que irse a su primera clase solas; para Candy la escuela era pesada y aburrida, ella pensaba que las monjas hacían todo tedioso para así mantenerles la mente ocupada después de clases ya que era difícil concentrarse con una lección tan aburrida como las que daban y así tendrían que repasar por su propia cuenta para acreditar los exámenes. Acabando la clase se fue con Patty a la biblioteca, los deberes de historia eran laboriosos y la muchacha castaña quería sacar los libros antes de que las demás los tomaran, causando un retraso en sus deberes. Candy al ver que Patty tardaba mucho se regresó al salón a buscar a Annie, la rubia ojiazul estaba con Elisa y secuaces quienes la molestaban haciendo burla de su poca habilidad deportiva; la pelirroja al ver a Candy comenzó a molestar con el hecho de que eran huérfanas, como no había logrado pescar a Terry en la misa se había puesto de malas y lo único que se le ocurrió fue incomodar a Annie, pero cuando Candy llegó se hizo la ofendida y se fue de inmediato.
-Annie ¿Estás bien?- pregunto la pecosa.
-Si Candy, me alegro verte. Archie y Stear me pidieron que vayamos al laboratorio de ciencia, en este descanso; creo que quieren enseñarte algo.- termino Annie
-Bien, vayamos hace tiempo no charlamos con ellos, Patty aun estará en la biblioteca un rato ya sabes si no es la primera en tener los deberes no esta feliz.- Candy se encogió de hombros pero su comentario hizo que ambas muchachas rieran.
-Quizá nos quieren enseñar algo- dijo Annie alegre.
-Me parece que te llevas muy bien con Archie no es así.- observo la pecosa
-¡Oh! Candy- Annie se avergonzó un poco.
Elisa no perdió de vista los movimientos de Candy y Annie, todas esas escapadas de tarde le parecían sospechosas quizá tramaba algo, ponerse en contacto con Anthony podría ser una opción o tal vez otra cosa. De todos modos por ahora no podía indagar mucho sobre ella si misión era conquistar a Terry.
Las dos rubias llegaron a escondidas al laboratorio y en lo que los muchachos se aseguraban que nadie entrara por la puerta, las hicieron esconderse atrás de unos arbustos, después por fin las ayudaron a entrar por la ventana.
-Tenemos suerte de que no esté en un primer piso, este uniforme blanco se ensucia con todo- dijo Candy.
-Bienvenidas- dijo Stear alegre
-Es impresionante este laboratorio, nunca había visto una cosa así.- Candy estaba sorprendida.- Tiene de todo tipo de instrumentos que uno no se imagina.
-Lo mejor para los posibles científicos del futuro, ¿no crees Candy?- dijo el de lentes.
-Creo que tú serías un gran científico Stear- Candy le sonrió.
- Y ya que dices eso, damas y caballero, los he reunido aquí para mostrarles mi nuevo invento.- dijo Solemne el moreno.
-¿Qué inventaste?- Candy estaba curiosa.
-Ahora verán.
Stear tenía sobre una de las mesas un objeto tapado con un pañuelo, acto seguido de la presentación el le quitó el pañuelo y reveló un pequeño barco con alas, era como uno de esos barcos a escala que la gente arma en una botella, con la diferencia que este no estaba dentro de ninguna botella y además las pequeñas alas estaban cubiertas de plumas dándole un aspecto diferente.
-"El barco mensajero"- hablo más fuerte el mayor de los Cornwell
Todos estaban sorprendidos, aunque realmente Annie y Candy no sabían a que se refería, así que la pecosa pregunto.
-¿Qué significa barco mensajero?
-Toma el aparato que está sobre la mesa y presiona el botón rojo.
Candy hizo lo que le pedían, el barco comenzó a mover de arriba abajo las alas y de un momento a otro estaba comenzando a volar, aunque no conseguía gran altura.
-¡Vuela!- Annie estaba muy sorprendida ya que nunca había visto un experimento de Stear.
-Este barco como ven puede dirigirse y comunicar los cuartos a través de las ventanas llevando un mensaje dentro.
-Stear eres un genio- dijo Candy alegre y sincera.
-Estupenda idea, hace muy poco ruido el malcriado de nuestro vecino no lo escuchará- Archie estaba contento.
-¿El malcriado? Te refieres a Terry. ¿Cómo esta? Hace tiempo no lo veo.- pregunto Candy dejando de ponerle atención al barco.
- hoy está en el colegio, vino arrastrándose- explicó Archie sin importancia.
-¿Arrastrándose dices?- Candy dejo de sonreír un tanto alarmada.
-No te preocupes, Archie exagera, quizá cojea un poco pero en general, él está bien- Stear tranquilizó a la ojiverde al observar su reacción.
-Que alivio él está bien- Candy suspiro y lo dijo mas para ella misma, así que esto hizo que perdiera todo el control del barquito provocando que se estrellara en la pared y se desbaratara por completo.
-Candyyyy- Stear gritó tratando de evitarlo pero fue demasiado tarde; el barco ya hacía en el piso completamente desarmado.
Candy y Archie hicieron gemidos lastimeros y Annie por fin hablo de la impresión.
-Santo Dios se desintegró por completo- esto hizo reaccionar a Candy.
-Lo siento Stear- la rubia estaba apenada pero a la vez estaba tan contenta que no podía dejar de pensar en Terry.
El recreo estaba por llegar a su fin, así que las rubias tuvieron que salir lo más rápido que pudieron del laboratorio para llegar a su siguiente clase. Conforme pasaba el día Candy se ponía más intranquila no veía la hora de terminar con las clases para ir a ver a si Terry por fin aparecía en la colina. Su inquietud llamó la atención de todos, tanto de sus amigas como de su principal enemiga Elisa ahora ya no Yeni duda de que la Rubí escondía algo y ella tenía que averiguarlo a cómo diera lugar.
Antes de la cena todas se fueron a sus habitaciones, menos Candy que aunque fingió que lo hacía en cuanto pudo corrió hacia la segunda colina, el ocaso aún no se daba así que decidió recostarse en la hierba a esperar. Terry había hecho lo mismo, como si ambos hubieran pactado una cita, cuando el muchacho la vio recostarse en el pasto se detuvo a pensar. Realmente no sabía que estaba haciendo, ¿que le diría a Candy?tal vez todo estaba en su cabeza y en todos esos días Candy no se preocupó por él, el sentirse vulnerable lo hizo regresar un poco y esconderse tras unos arbustos.
El sol bajo más, la ropa de a Candy, su cabello rubio y su rostro se habían vuelto de un color carmín de ensueño. Había esperado por media hora y Terry no llegaba. El inglés la veía con una mezcla de ansiedad y recelo, se decidió acercarse hasta que la escuchó murmurar su nombre.
-Terry…- suspiró la pecosa- no entiendo porque ha desaparecido, debería venir a saludarme.- pensó en voz alta, sintiendo nuevamente el peso de la desilusión por no haberlo podido ver.
En ese momento Terry ya no tuvo dudas y aunque fue un breve arranque toco la armónica parado junto al árbol, justo detrás de la cabeza de Candy.
-Es agradable ver a una chica descansando en el césped.- dijo el inglés en un intento de cumplido.
Candy se sentó de inmediato apoyándose en sus codos, después giró la cabeza y dijo -Terry- sentía que al haberlo pensado su deseo se hizo realidad. La sorpresa la hizo ponerse de pie frente a él y le regaló una de sus más bellas sonrisas para continuar. – Ya estás bien, cuánto me alegro.
-No te preocupes por mi Tarzan Pecosa, en realidad no fue nada.- Terry trató de quitarle importancia a su herida.
-Mi nombre es Candy y eres in cabeza dura, esa noche no estabas nada bien, si te acuerdas tuve que salir para buscar remedios.- dijo Candy que comenzó a perder la paciencia, ya que Terry parecía quitarle importancia a lo grave que estuvo.
-Así que violaste el reglamento, saliste sin permiso.-Terry estaba molestándose, que quería esa pequeña entrometida, ¿que le explicara con detalle la miseria que había pasado en el castillo de su padre o que no podía sacársela a ella de la cabeza? Eso nunca.
-Salí sin permiso pero fue para buscarte medicamentos, todo fue para ayudarte. Tu estabas herido.- Candy no podía creer lo que decía, todavía de que lo ayudaba se hacía el ofendido, la rubia también se enojo.
-No me impongas el agradecimiento.- Terry no soporto más dejo que la ira lo dominara y le lanzo una mirada asesina.
Candy a pesar de que sintió la gélida mirada no se intimidó, se lo quedó viendo y después se dio media vuelta mientras le decía.
-No intento hacerlo y jamás lo haría. Si tú no tienes modales no es mi problema, nunca te impondría nada, aunque me lo pierdas.- la rubia siguió su camino furiosa y no volteó a ver a Terry de nuevo, aunque su expresión ya había cambiado por una inmensa melancolía.
Candy salió hecha una furia del bosque, paso junta a Archie y Annie que estaban a un lado del edificio de señoritas platicando, no les dio tiempo ni de saludarla.
-¿Estará bien Candy?- le dijo Archie muy preocupado a Annie, que con cada muestra de preocupación hacia su hermana de crianza sentía cómo se resquebrajaba su corazón.
-No lo se, ¿prefieres que vaya a ver qué le sucede?.- pregunto Annie condescendiente.
-Seria lo mejor, se que llevamos muy poco de tiempo aquí pero me sentiría más tranquilo si la acompañarás, creo que ella te necesita más que yo, mi Dulce Annie.- dijo Archie cariñosamente mientras le tomaba un mechón de cabello y se lo acomodaba detrás de la oreja.
Annie asintió sin decir nada, sabía que su novio aún guardaba sentimientos hacia su amiga pero que la buscara y esas pequeñas caricias le daban esperanza de saber que algún día ganaría el corazón del guapo Americano. Archie le besó la mano y se despidieron. La rubia fue a buscar a Candy a su recámara pero jamás contestó, faltaban cinco minutos para servir la cena y decidió ir hacia el comedor. La pecosa estaba ahí parada a la entrada sin hacer nada, tenía la vista perdida y se veía muy pensativa. Patty las alcanzó ahí, la cena fue bastante tranquila, Annie no quizo preguntar nada a su amiga, ya que cada que intentaba conversar Candy le preguntaba que había dicho porque su atención no estaba ahí, su mente estaba tratando de ordenar los pensamientos que tenía hacia Terry, sus cambios de carácter y su forma de ser tan esquiva, pero a la vez impactante, un chico enigmático y diferente a los que había conocido, estaba tan molesta que durante la oración lo vio reflejado en su sopa y le prometió ignorarlo por completo; Annie seguía preocupada, en primer lugar había días en que su amiga actuaba muy raro y en segundo lugar la actitud de su novio. A la mejor tendría que ser menos formal y un poco más extrovertida como lo era Candy y así Archie no se aburriría con ella, quizá hasta un poco coqueta como lo era Elisa pero sin llegar a sus niveles, sin duda la relación qué llevaba con Archie debía ser más que intercambiar un par de palabras.
En el edificio de los muchachos dos de ellos había llegado tarde, Terry estaba muy molesto consigo mismo por no saber cómo actuar con Candy y por haber sido tan grosero, Archie llego tarde porque cuando veía perderse a Annie en el interior de la residencia de mujeres vio salir al rebelde de la escuela un tanto alterado, si no mal Interpretaba sus acciones podría asegurar que hasta molesto; cosa que intranquilizó mucho al castaño claro, porque había salido del mismo lugar que Candy y eso le dio muy mala corazonada, quizá era la idea que le había metido su hermano a la cabeza pero la verdad es que la rubia pecosa estaba muy cambiada. Sin dudarlo esa misma noche escribiría a Anthony contándole todo lo ocurrido.
