Bueno aquí les traigo otro capítulo, de aquí para adelante nos toca puro romance y Eloísa va a estar en segundo plano, como imaginan Terry ya sabe que siente pero Candy apenas lo va a descubrir, llegará Anthony a causar un poco de roses pero sabemos mi intención que no he ocultado y Candy se decidirá pronto por Terry. Me encantaron sus comentarios y me encanto que les encantara el capítulo pasado, este está menos romántico pero tienen que pasar estas hechos para que Candy entre en duda y se decida. Les mando saludos y nos leemos pronto.
La historia de Candy Candy no me pertenece es de la escritora Kyōko Misuki, yo solo se la tomo prestada sin fines de lucro para divertirnos un poco con los personajes.
El siguiente contenido puede tener escenas que dañen la sensibilidad de las personas, si no les gusta este tipo de historias absténganse de leerla
CAPÍTULO 52
Annie se fue directo a su cuarto, lloro toda la noche, porque aunque Archie se había decidido por ella, sabía que el guardaba muchos sentimientos por su mejor amiga y si lo pensaba detenidamente ella creía que Candy sería mejor compañera para el menor de los Cornwell que ella misma, en medio de sus pensamientos nocturnos y la catarsis sentimental que tenía había decidido que le diría a Candy que ella tendría una vida agradable con Archie si decidía darle una oportunidad. El llanto continuo no la dejaba respirar y tuvo que levantarse a tomar un poco de aire fresco, abrió su balcón y cuando estaba por recargarse en la baranda observó algo que la dejó sorprendida Terry estaba parado justo debajo del balcón de Candy y veía con añoranza la puerta como si esperara que la pecosa se asomara.
El inglés había llegado ahí por inercia ya que cuando salió del edificio estuvo caminando por el bosque y tomándose un momento para pensar, por ahora había aclarado sus sentir, él estaba enamorado de Candy y en algún momento él se dio cuenta que ella sentía lo mismo por él, sin embargo el constante rechazo de amor que había sufrido toda su vida lo hizo dudar, el la había visto abrazar a sus primos y ¿si ella era fraternal con todos y no solo con él? Sabía que Candy siempre estaba pendiente del bienestar de los demás, lo había hecho con sus amigas y con él mismo. En ese momento el impulsivo pensamiento de querer saber lo que había en el corazón de la rubia lo llevó hasta la residencia de señoritas, pero cuando estuvo parado bajo el balcón pensó que no era momento de saber, tendría que preguntar en horas adecuadas y porque no mejor darse a la tarea de conquistar a la pecosa, si ella no gustará de él no se abría dejado tomar la mano y no hubiera estado pendiente de su regreso al colegio, después de ese análisis Terry lanzó un beso hacia la ventana en forma de despedida.
Annie vio la acción y se sorprendió ruborizándose al ver algo tan intimo, ahora ya no tenía duda el saco era de Terry, ellos habían estado en el bosque y por lo visto habían estado paseando por Londres, su idea fugaz de dejar que Candy fuera cortejada por Archie quedó descartada, todo había caído bajo los ojos de Annie, Candy también gustaba de Terry por eso estaba tan triste los días que no lo vio en el colegio y luego su extraño comportamiento cuando el regreso delataba una pelea entre ellos. La ojiazul no estaba segura hasta que grado Candy y Terry eran amigos pero se quedaría callada para no generar revuelo entre sus compañeras y para que Archie no se percatará.
El domingo fue un día tranquilo, después de la clase de religión y de la misa todo transcurrió con normalidad, antes de la merienda Candy fue a la pequeña colina, había sacado el saco a escondidas de su cuarto, después de haber pasado con la prenda toda la noche se sentía embriagada del aroma de Terry como si le hubiera dado un cálido abrazo, no pudo dormir bien por el exceso de mariposas en el estómago que sentía y cuando llego al lugar y lo vio sentado junto al árbol tampoco pudo evitar sonrojarse.
-Hola- dijo ella tímida.
-Hola Candy- dijo el sonriéndole.
-¿y eso? ¿Por qué ahora no soy Tarzan pecoso o alguno de esos apodos que me pones?- Candy estaba sorprendida y el escuchar tan dulcemente su nombre la volvió a poner nerviosa.
-Quería sorprenderte mostrando mi buena educación Tarzan pecoso.- Terry soltó una carcajadaCandy solo torció los ojos y se sentó junto a él.
-Veo que trajiste mi saco- dijo Terry
-Si, no quiero que te vayan a retar por andar usando el uniforme a medias, aunque veo que aveces no lo usas- dijo Candy observando a Terry que ese día traía una camisa color malva, pantalones blancos y su chaleco negro.
-En fin de semana no es obligatorio llevar el uniforme, si mal no recuerdo lo dice el reglamento, solo que a las monjas se les olvida decirle eso a las señoritas para que no se vean mas bonitas de lo que son, aunque algunas son encantadoras, así traigan el uniforme- Terry la vio intensamente como si quisiera acercarse y besarla pero se contuvo, no quería asustarla, Candy le aguantó la mira a pesar de ruborizarse más al grado de parecer un tomate. Sus ojos se perdieron entre uno y el otro sin darse cuenta cuánto tiempo pasó. De un momento a otro el se levanto y le dio la mano para ayudarla a levantarse.
-Bueno Pecosa, me parece que ya es hora de la merienda- dijo Terry como si nada.
-Si, es una lástima que no prestáramos atención al atardecer como otras veces.- dijo Candy tratando de romper su mutismo en el que quedó después de estar perdida en la mirada de Terry.
-Eso no importa, ya habrán otros atardeceres que miraremos juntos. Yo hoy tuve la fortuna de perderme en dos bellas gemas verdes.- Candy agacho un poco la cabeza, no sabía que pasaba bien con ella pero no quería dejar de sentir esto por Terry. Acto seguido el como caballero le dio su brazo y juntos se fueron de la colina, la dejó en el lindero del bosque y cada uno tomó su camino por separado, Candy pasó junto a Annie y Archie sin verlos, iba en una nube de emociones qué nunca antes había sentido en su vida, ni si quiera por Anthony, recordaba como se había abrazado al rubio en el campanario pero no era ni la mitad de lo que sentía con Terry al tocar su mano, no quería imaginar que sentiría al abrazarlo, no quería compararlos pero era inevitable darse cuenta de lo obvio y no caer en comparaciones, mientras que Terry la sorprendía y la aceptaba como era, había notado en esos días que para pertenecer al mundo de Anthony y al de los Andrey tenia que cambiar su personalidad y eso no le agradaba en lo absoluto.
Annie había salido a ver a Archie fría, sería y distante, él no se dio cuenta. Estaban en un silencio incómodo cuando vieron salir a Candy del bosque tan feliz que no los saludo.
-Dime Annie ¿Qué hace Candy en el bosque?-pregunto Archie más interesado en Candy que en Annie.
-No lo se, solo dice que va a la pequeña colina de Ponny.- contesto Annie monótona.
-No me agrada eso, por ahí siempre esta Granchester y me preocupa que le pueda hacer algo malo. Hablaré con ella- Archie ciño las cejas molesto.
-No creo que Candy se dejara hacer algo por ese joven y dudo que deje de ir a la colina, ella es ella en todas partes a donde vaya por eso la admiro tanto. Si me disculpas debo regresar adentro.- Annie lo corto y se fue un tanto molesta.
-¡Annie!- Archie dijo en un susurro, por fin noto que algo pasaba y aunque ya no trato de hacerla volver se fue a su dormitorio enfadado.
Todas las chicas bajaron a cenar, Elisa estaba tan enojada porque ese día no pudo intentar un acercamiento con Terry, cuando trato de encontrarlo en el salón de recreo no estaba y en los jardines tampoco. Cómo iba a atraparlo en sus encantos si el susodicho era muy esquivo, tendría que pescarlo en misa si es que el aludido llegaba aparecer. Neal le había dicho que el se la pasaba en el bosque ocultándose pero ella no era una salvaje para irse a meter ahí, su mente ato cabos muy rápido, casi podía escucharse su cerebro maquinando ideas, ¿y si Candy y él se encontraran en el bosque?,¿Por qué ella siempre corría ahí acabando las clases?Eso no podía ser, Candy no podía hacerse amiga de ese sujeto seguramente él tenía bien aprendido el protocolo y seguro ya había escuchado de la reputación de la muchacha…una espina de intranquilidad la sacudió Terry defendió a Candy cuando su hermano y sus amigos querían divertirse con ella. La duda se quedó en ella y a partir de ese momento vigilaría más a Candy.
-Listo, este es mejor que el de hace unos días- dijo Stear alegre.
-¿De que hablas?- pregunto Archie que leía sin avanzar un de sus libros.
-El Nuevo barco mensajero, mañana después de misa le diré a Candy que nos venga a visitar, así podré enseñárselo.- dijo El inventor alegre.
-¿Creí que estabas interesado en conocer más a Patricia?- pregunto el casi rubio a su hermano
-así es, pero creo que aún puedo mostrarle mis inventos a Candy, si tú te pones celoso de Candy por su amistad con Granchester y eso que tú si tienes novia ¿porque yo no podría mostrarle mis inventos?
-¿Qué dices? Candy y ese sujeto son amigos. No te creo.- Archie se impresionó tanto que tiró el libro al levantarse.
-No estoy completamente seguro pero al parecer él la defendió de Neal una vez y de ahí ella ha platicado casualmente con él en diversas ocasiones.- Stear estaba viendo a su hermano sin darle mucha importancia- creo que ella no nos cuenta todo para no preocuparnos y lo mejor es respetarla.
-Pues a mi no me gusta, mañana le pediré que venga a vernos para hablar con ella sobre su comportamiento, salir en la noche y exponerse es muy peligroso puede quedar en entredicho su reputación- Archie seguía muy exaltado
-¿Que no es más peligroso pedirle que venga y de igual forma quedaría en entredicho su reputación?- Razono Stear.
-Tienes que apoyarme porque eres mi hermano.- Archie no quiso escuchar el comentario y se fue disgustado.
A la mañana siguiente las tres amigas estaban paradas fuera de la capilla, no querían escuchar a Elisa que estaba en primera fila ya adentro creyendo que Terry volvería aparecer ahí. Como esperaban Stear y Archie se acercaron a ellas disimuladamente para saludarlas. Annie dijo un simple hola y enseguida se metió a la capilla, Patty saludo a Stear pero sintió que debía ir con la ojiazul y se metió a sentarse con ella.
-¡Oh! Parece que Annie está molesta contigo, Archie.- dijo Candy observando todo.
-Si, ya se le pasará.- Archie no estaba seguro pero en otro momento hablaría con ella.
-Candy ya arregle el barco mensajero ¿quieres venir esta noche a verlo?- pregunto Stear.
-Claro que si- dijo alegre la pecosa.
-Te haremos señas cuando veamos que es seguro.- dijo Archie, pero tuvieron que entrar porque se acercaban las hermanas.
Terry bajo a la cocina aprovechando que todos estaban en misa, pediría a la cocinera le diera algo de desayunar; los diez días fuera del colegio y la escapada del fin de semana con Candy lo habían retrasado en los deberes y aunque no era muy afecto a entrar a clases siempre cumplía con las tareas a tiempo y cumplía con todos los trabajos, por esa razón no llevaba malas notas, además que el aprendía mejor los temas a solas que con sus compañeros bobos. Cuando su padre lo metió al internado ya iba más adelantado que muchos de sus compañeros, ser el hijo de un noble le había garantizado una educación privilegiada, en verano casi siempre le ponían un instructor y cuando el entró al colegio ya se sabía todo el protocolo, así que esas materias de etiqueta no las tomaba, tenia mucho más tiempo libre que otros alumnos y el se buscaba la manera de entretenerse cómo practicar en el aula de música cuando todos estaban en clase o montar a caballo, mientras estaban en el quinto domingo usaba la biblioteca, solo las monjas encargadas sabían bien que estaba haciendo, por eso tenía la fama de tener buenas notas sin si quiera entrar a clases. Cuando los deberes se le acumulaban como le paso en este caso se llevaba los libros a su suit y trabajaba desde ahí. Después de desayunar fue a la biblioteca a sacar lo que necesitaba, no podría ver a Candy en la tarde porque debían presentar un ensayo de historia a la mañana siguiente y hacer un experimento de química, —quizá debería pedirle un poco de asesoría al primo de Candy— pensó el inglés, esperaba que ella no se preocupara o peor aun esperaba que a él no le diera su episodio de ansiedad a falta de verla.
Las clases comenzaron, Candy estaba distraída viendo por la ventana en vez de poner atención a la clase de francés, Terry paso por el patio cargando de libros, la pecosa lo observo hasta que se perdió, pero su distracción le salió caro ya que no supo responder lo que le preguntaba la hermana y su castigo fue terminar la lección en la hora del recreo. El futuro duque estuvo en la colina hasta después de que tocara la campana para esperar a Candy pero ella nunca llegó, tendría que esperar hasta el día siguiente ya que no querían que llamaran a su padre por incumplido.
La tarde siguió su transcurso, Elisa vigilaba a Candy más que nunca y esto hizo que la rubia no pudiera ir a buscar a Terry en la colina. Cuando ya todas estaban en sus habitaciones en lo que esperaba la señal Candy se puso a escribir una nota, le pediría a Stear que se la diera a Terry cuando lo viera, al ver la hora se dio cuenta que casi era momento de que Archie hiciera la señal, así que se paró en su balcón, su mente no pudo hacer otra cosa que pensar en Terry, en el momento que lo conoció, sus cambios de ánimo, nunca había conocido a nadie como él y le costaba mucho trabajo entenderlo, los últimos días que había pasado con él habían sido muy especiales, lo sentía tan cercano y a su vez era todo un misterio para ella, lo único que si entendió con pensarlo tanto es que lo extrañaba pero tendría que acordar no verse tan a menudo o alguien podría delatarlos. La luz en el cuarto de Terry estaba apagada, el Ingles había bajado a pedir algo de cenar y se quería asomar al laboratorio para saber si el primo inventor de Candy estaba ahí.
La señal por fin estaba ahí Candy casi se la pierde por estar pensando en Terry, tenía una sonrisa de tranquilidad en el rostro que por poco se le olvida fijarse que nadie la estuviera vigilando, esa misma tarde Patty se había dado cuenta que Neal o Elisa o alguno de sus amigos de los hermanos las seguían. Al observar que no había nadie sacó su cuerda hecha por sábanas y salto del balcón al árbol más cercano, solo tenían una hora para poder verse y platicar antes de que pasara la ronda para asegurarse que todos dormían.
La rubia pecosa llegó hasta el árbol más cercano a los balcones, pero una ráfaga de viento apagó la vela que indicaba cual era el lugar donde debía saltar, ambos cuartos estaban oscuros para no llamar la atención, al no ver Candy saltó sin querer al balcón de Terry.
-Stear, Archie. ¿Dónde están?. Candy no reconoció la recámara y camino hasta el escritorio para ver de quien era, habían muchas hojas y libros de alguien que estaba estudiando, levantó un libro y solo vio que era de la biblioteca, al moverse tiro otros libros que estaban mal puesto y uno cayó abierto, dentro estaba una fotografía, Candy la levantó y se quedó mirándola un momento, recogió el desorden que había hecho sin querer y mientras observaba en su mano la foto de una gran actriz que además era muy hermosa.
-Me parece que es Eleanor Baker- se acerco a la ventana para que la luna le ayudara a ver mejor- si es la famosa actriz de Broadway, ¿Qué es esto? Una dedicatoria "A mi hijo Terry con todo mi amor, Eleonora Baker" ¿como? Pero no se sabe que sea casada.- Candy estaba muy sorprendida- Bueno al menos este es el cuarto de Terry, peor hubiera sido caer en el de alguien más. ¿Será la madre de Terry?
En ese momento Terry regreso a su habitación un poco mal humorado por no haber encontrado al inventor, su sorpresa fue muy grande al ver a Candy en su cuarto al principio pensó que ella lo había ido a buscar porque no lo había visto ese día pero después vio lo que sostenía en las manos y su ira opaco toda alegría por verla.
-Candy
-Terry
-¿Qué haces aquí?- el enojo se vio reflejado en sus hermosos ojos azules, Candy se intimidó, dio un paso hacia atrás y trastabilló provocando que la foto se le cayera de las manos. Terry la tomo y la comenzó a romper en pedacitos, furioso, sin decir nada, su peor pesadilla se había hecho realidad alguien por fin había descubierto su secreto y precisamente tenía que ser Candy ¿Qué pasaría ahora? Se preguntaba el inglés que sentía crecer su ira a la par que su miedo.
-Discúlpame, entre por error.- dijo Candy tímida y muy avergonzada.
Terry se le acercó tanto que podía sentir su aliento sobre su frente, la tomó de los brazos más fuerte de lo que quería y la amenazo.
-No digas no una palabra a nadie si lo haces estás perdida, ¿entendiste?- Terry hablo en un susurro pero eso aun lo hizo más aterrador para la pecosa.- un aire helado se metió por el balcón e hizo que Terry la soltara.
Candy temblorosa y sobándose los brazos de donde la tomo le dijo.
-Terry…
-Fuera de aquí.- Terry ordenó
-Terry de verdad lo siento, nunca dire una palabra, te lo prometo.- Candy Camino hacia el balcón y volteo a verlo. El le daba la espalda y no la miro pero si volvió a ordenar
-Véte.
Candy salió al balcón, habían pasado 10 minutos desde que Archie había prendido la señal, ambos hermanos la llamaban en susurros.
-Candy, Candy ¿Dónde estas?- decía Stear ya preocupado.
-Candy Candy.- Archie se escuchaba angustiado.
-Aquí estoy, apártense.- Candy saltó de un balcón al otro.- Terry giro a verla ya cuando ella no estaba y sintió una terrible culpa. Alcanzó a escuchar como hablaba con sus primos y lo invadió una oleada de celos. Se quedó en el escritorio atormentado sin poder continuar con sus deberes.
Las voces en el cuarto de a lado no lo dejaban pensar se levantó a cerrar la puerta del balcón cuando escuchó .-estábamos preocupados, nunca pensé que ibas a entrar por error al cuarto de ese aristócrata malcriado.- dijo Archie que en cualquier oportunidad hablaba mal del inglés
-No, no estaba ahí- mintió Candy.
-Menos mal no te encontró- dijo Stear que pensaba que eso iba a ser muy malo para la reputación de Candy
-Menos mal, si te veía seguro hacía que nos mandaran a todos a la cárcel del colegio.- dijo Archie pensando lo peor.
-Eso si que no, Terry no es ningún soplón, el es un caballero- dijo Candy muy ofuscada, Terry la escuchó pelear con su primo el elegante y se sintió peor de lo que ya se sentía.
-¿Y eso cómo puedes saberlo? ¿A caso lo conoces muy bien? Candice Contéstame- Archie tuvo un arrebato de celos y enojo. El ojiazul volvió a sentir una ira terrible quería ir y partirle la cara a ese imbecil que le estaba exigiendo a explicación a Candy como si fuera su novio, en ese momento cayó en la cuenta que él no había sido muy diferente y cerró las puertas haciendo más ruido del que quería.
-¿eso ya que importa?Él no la vio y es más que suficiente, quiero que veas esto Candy, que es por lo que venías a saludarnos.- dijo Stear conciliador y más tranquilo que Archie, el menor de los Cornwell ya no rebatió se quedó observando el invento de su hermano.
El barco de Stear comenzó a volar en círculos por la habitación, Candy estaba maravillada, ya que el invento funcionaba muy bien Archie tomo asiento en la cama para observar.
-Siento mucho haberlo destruido la otra vez Stear.- se disculpó la pecosa.
-Eso no importa Candy, me hiciste mejorarlo mucho, por ejemplo los controles ahora son más sencillos y hace menos ruido.- contesto orgulloso el Inventor.
-Stear haría cualquier cosa para complacerte Candy.- dijo Archie por casualidad
-Porque no te callas Archie.- dijo Stear y esto lo distrajo haciendo que el barco colapsara sobre la cabeza de Archie, el muchacho se llevó un buen susto y en su intento por resguardarse provocó que se cayeran unas fotografías de Eleanor Baker de debajo del colchón.
Candy las tomo en sus manos y dijo.- Es Eleanor Baker
-Si, estas fotos se despegaron de debajo del colchón, las ponemos ahí para que las lonjas no las vean.- explicó Stear.
-Y tenemos muchas más, cuando estábamos en America los tres competíamos para saber quien conseguía las mejores fotos, porque no se puede negar es una mujer muy hermosa.- continuó Archie.
-Un día vimos una de sus obras y quedamos maravillados, la tía abuela no sabe nada sobre esa aventura. – continuo Stear.
-No sabía que les gustaba el teatro y mucho menos que coleccionaran fotografías de una famosa actriz- dijo Candy intentando seguir el hilo de la conversación, mientras veía las fotos y pensaba cuánto se parecía Terry a ella.
-Claro que nos gusta y ella es tan buena actriz que conmueve a cualquier persona que la vea. ¿tu también eres fan de ella?- pregunto Stear.
-¿eh? Si.- dijo Candy muy abrumada.
-Toma en esta caja hay muchas más fotografías, toma las que quieras.- siguió Archie mientras admiraba la fotografías que iba sacando Candy de la caja.
Mientras Candy se perdía en sus ideas sobre Terry y concluía que el venía de verlas pensó en voz alta -¿No abra podido verla?
-¿Qué?- pregunto Archie
-Realmente nadie puede verla, es una famosa actriz muy reconocida en America y Europa, jamás nos recibiría.- Explicó el de Anteojos.
Siguieron viendo las fotos, hasta que en lo que las pasaban Candy encontró una foto de Anthony, esa foto ya tenia al menos un año, la tomaron antes de la adopción de Candy, en la fotografía Anthony estaba muy bien, tenía una mirada gentil y sonreía alegre, no era el mismo Anthony que se vio envuelto en la telaraña de Elisa y era tal cual como cuando Candy lo conoció, la sorpresa de encontrar un retrato de él la hizo sentirse en un remolino de emociones, por un lado estaba el misterioso Terry y por el otro estaba Anthony con su aura de bondad.
-Pensé que todas las fotografías de Anthony se habían quedado en America.- dijo Stear
-Me puedo quedar con ella, parece que nos está mirando y sonriendo. ¿Cómo estará ahora?- dijo Candy.
-Va mejorando lentamente- dijo Archie triste.
-Recuerdo el día que me regaló dulce Candy y marco así mi cumpleaños-
-Anthony- suspiro Archie.
-Desearía que nada de lo qué pasó hubiera pasado, así él estaría aquí- dijo Stear melancólico. La campana comenzó a sonar y los tres tuvieron que apartar sus pensamientos, Candy se despidió dándoles ánimos y pensando que seguramente pronto estarían juntos los cuatro. Ellos también intentaron mantenerse optimistas para que Candy no perdiera la esperanza.
