Todos los personajes y la historia pertenecen a Kohei Horikoshi y Masashi Kishimoto
—Cof, cof. El ganador del cuarto combate es Katsuki Bakugo. —anunció Hayate entre toses.
En las gradas, el desenlace del combate provocó reacciones dispares.
—Apenas le quedaba chakra. Estaba apunto de desmayarse por la pérdida de sangre. Y aún así ... —pensó Neji observando al ensangrentado Bakugo que jadeaba debido al cansancio. —Pero este desenlace tan inesperado me bien bien, así puedo cumplir mi promesa de ser yo el que acabe con él.—
—¡Yujuuuu! ¡Viva!—gritó Lee entusiasmado. —Primero Sasuke y ahora Bakugo ... No me puedo quedar atrás. —añadió esto en un susurro mientras apretaba el puño, ansioso porque le tocara pelear.
—Los dos pupilos de Kakashi se han clasficado. Como cabía esperar de mi máximo rival. —pensó Guy—Pero aún así, Neji y Lee están muy por encima de ellos.—
—Vaya, vaya. Así que el rubito maleducado es algo más que solo palabras ...—comentó Temari, mirando con otros ojos a Bakugo.
—Este chico ... —dijo Kankuro.— Creía que lo tenía perdido y ha conseguido derrotar a su oponente de un solo puñetazo. Ahora entiendo porque te interesa tanto, Gaara. —miró a su hermano que estaba como una especie de trance.—¿Gaara?—
—...—Gaara se agarró a sí mismo para controlar su sed de sangre. —Katsuki Bakugo, tu sangre será deliciosa...—susurró con una mirada enfermiza que heló la sangre a su hermano.
Por otra parte el equipo 10 se alegraba del triunfo del rubio.
—Menos mal ...—suspiró Ino, aliviada llevándose una mano al pecho
—Después de todo lo que pasamos en el bosque de la muerte, hubiera sido una lata que hubiera muerto aquí. —dijo Shikamaru conteniendo un bostezo. —Aunque ahora me siento presionado para ganar. Si mi madre se entera que el peor alumno estando agotado y volviendo entre los muertos se ha clasificado y yo no, me echa de casa. Eso si será una lata ...—
—Los dos alumnos de Kakashi se han clasificado. De Sasuke me lo esperaba, pero que Bakugo venciera a Kiba ... Menuda sorpresa. —pensó Asuma dando una calada a su cigarrillo.
—Bakugo-kun ...—susurró Hinata con una sonrisa.
—Kiba ha ido con todo y aún así ha perdido. No me lo esperaba. —dijo Kurenai impactada.
—Yo sí. —dijo Naruto, serio, algo raro en él.
—¿Eh? ¿Pensabas que Kiba perdería?—preguntó Kurenai, desconcertada.
—Mi padre me lleva advirtiendo de él mucho tiempo. —explicó Naruto observando a Minato. —Me dijo que Bakugo no me lo pondrá fácil en el futuro para sucederle como Hokage.—
—¿Tan bueno es?—cuestionó Kurenai, incrédula.
—Mi padre ve en él un potencial que pocas veces ha visto en su vida.. Y mi padre no suele equivocarse. —dijo Naruto recordando las palabras de Minato.
—...—Kurenai se quedó unos segundos callada y luego observó a Naruto que temblaba. —¿Por qué estás temblando, Naruto?—preguntó preocupada
—Es solo que no puedo contener mi emoción. Los tipos de la arena, Sasuke, Bakugo ... Me muero de ganas por pelear contra ellos. ¡Dattebayo!—contestó con una sonrisa.
—¡Bien hecho, Bakugo! ¡Ese es mi compañero! ¡Muy bien!—gritó Sakura, repleta de felicidad—¡Kakashi-sensei! ¡Tenías razón! ¡Ha ganado! —
Kakashí asintió con una sonrisa debajo de su máscara.
Bakugo era de los pocos de la sala que no estaba contento allí.
—Uno de ellos—
—Uno de los que ha venido de otro mundo.—
—Ah, ah, ah, ah, ah. —jadeó Bakugo
—Lo vi en varias ocasiones cuando Orochimaru experimentaba con mi brazo. Era enorme y con el cabello rubio—
—Te salvaré, All Might. Te lo prometo. —pensó Bakugo mirando al techo. Luego echó un vistazo alrededor. Vio los gestos de emoción de Sakura, Lee y de Ino. Las miradas retadoras de Gaara, Neji y Naruto. Pero su atención se centró en el Yondaime Hokage. —Ese viejo bastardo ... ¿Sabrá algo también de lo del cuatro-ojos relacionado con el reptil? Después de lo de la masacre del clan Uchiha, no me puedo fiar de ese cabrón. —el odio de Bakugo hacia Minato se incrementaba por momentos.
Cuatro enfermeros pasaron portando dos camillas para llevarse a Kiba y a Bakugo al hospital. Con Kiba no tuvieron problemas al estar inconsciente, pero los ojos de Bakugo manchados con sangre le conferían un aspecto aterrador que hizo que los enfermeros dieron un paso atrás.
—¿Qué creeis que estáis haciendo, extras?—preguntó Bakugo con desprecio, molesto porque los distrajeran de su análisis a Minato esperando que su postura le revelara algo de información.
—Eh ... quiero decir ... estás herido ... y bueno ...Te íbamos a llevar al hospital—titubeó un enfermero que tragaba saliva con dificultad.
—No estoy herido. —dijo secamente Bakugo cruzándose de brazos.
—¿Ah, no?—el cuerpo de Bakugo lleno de cortes, magulladuras y sangre hacía desconfiar al enfermero. Pero no quería incordiar a un tipo tan aterrador.
—¡No!—dijo Bakugo bruscamente con una vena en la frente. —¡Es que estás sordo o eres imbécil! —
—Yo ... lo siento ...—dijo el enfermero deseando salir de allí.
—Ya tendré tiempo de ir al hospital después de los combates.—sentenció Bakugo volviendo a fijar su mente en Minato, preguntándose si escondía algo.
—Como ... quieras ...—el enfermero se dio la vuelta, aliviado de no tener que llevarle al hospital.
De pronto, una bombilla se le encendió a Bakugo abriendo los ojos como platos al darse cuenta tan tarde.
—¡Un momento, extra! —Bakugo le sujetó del hombro al enfermero impidiéndole que se marchara. —¿Todos los heridos están ahora mismo en el hospital? —preguntó Bakugo en un tono más de una orden que de una pregunta. —Me refiero a Sasuke, el gordo, la chica de las armas y ...—A su mente le vino la imagen de Kabuto con Yoroi y Misumi. — ... y el tipo de las lentes oscuras.—
—Eh ... sí. —contestó el enfermero. Que se aterró aún más al ver que el rostro de Bakugo aún podía tener un aspecto mas terrorífico.
—El tipo de lentes oscuros tiene que tener estar también relacionado con el reptil. Me dirá todo lo que sepa del cuatro-ojos y del reptil, le guste o no.—pensó Bakugo.
Bakugo pensó en ello con la idea de que quizás tuviera que torturar a Yoroi si era preciso para conseguir la información que necesitaba. Sabía que eso era poco heroico, pero menos lo era el renunciar a encontrar y salvar a All Might. Después de tanta ayuda de su antiguo profesor e ídolo, ahora era su turno el que debía salvar a su sensei.
—Haré lo que haga falta para salvarlo. —susurró Bakugo, mirándose su puño ensangrentado en trance. —Lo que haga falta ...—
—Ehhh ... ¿te encuentras bien?—preguntó el enfermero, medio preocupado y medio aterrado al ver que Bakugo estaba hablando solo.
—Pues no. —contestó Bakugo saliendo del trance. —Al final tenías razón, extra. Estoy herido. Necesito ir al hospital.—
