Bienvenidos al capítulo 84 de Power Rangers Furia Olímpica, en este capítulo nos centraremos en Satoshi, los Rangers están listos para ir al rescate de los Rangers controlados por Cronos, pero una llamada inesperada cambiara los planes de Satoshi, el Carmesí deberá encargarse de solucionar unos asuntos pendientes, pero sin esperarse que el pasado puede volver nuevamente.
Nota: Lamento la tardanza, como dije, no estoy escribiendo estos 2-3 últimos capítulos para profundizar a Satoshi una última vez, lastimosamente por problemas personales es que hubo el atraso.
Nota 2: El capítulo 85-86 los subiré de forma semanal, en una semana subo el 85 y una semana después el 86, esto debido a los problemas personales que se andan presentando, pero no todo es malo, ya que como dije, los capítulos 87 hasta el último se subirán de manera diario o cada 2 días, dependiendo de cómo quede más sencillo y con eso marcaríamos el final de esta historia.
Lamento si se me escapa algún error, pero corregí los errores que encontré.
Comencemos con el capítulo.
Un gran mal ha de despertar
Nuestro destino es
Buscar el gran poder
Entre la espesa niebla al caminar
Tratar de encontrar
Un camino ideal
Nuevamente estallara la gran batalla celestial.
El poder olímpico usaras
Vamos Power Rangers.
Ardan como el fuego
Y venzan a todo el mal
Vamos Rangers.
Luchando con valor.
Guerreros de Esperanza, vuelen
Por siempre Power Rangers
Luchemos contra el Chrono Poder
En las estrellas hay
Un camino de luz
Se valiente con el corazón
No pares de luchar
Con toda tu pasión
Nuevamente estallara la gran batalla celeste.
El poder olímpico usaras
Vamos Power Rangers.
Ardan como el fuego
Y venzan a todo el mal
Vamos Rangers.
Luchando con valor.
Guerreros de Esperanza, vuelen
Por siempre Power Rangers
Power Rangers Furia Olímpica.
Capítulo 84.
Tren de medianoche.
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Hace varios meses, lugar desconocido.
-¿Te retirarás?–.
Mike y Satoshi se encontraban frente a un lago, ambos mirando el agua sin motivación aparente.
-Sí, es necesario–.
-Dices eso, pero no parece que vayas a deja de luchar–Menciona Mike al ver la tensión en la pose del rubio, estando en obvia posición de alerta.
Satoshi suspiró y cerró los ojos. Habían pasado unas semanas desde que dejó a Mikasa después del incidente de Lanna.
-Es raro que después de meses de estar desaparecido vuelvas y presentes tu renuncia. Siendo honesto ya todos estaban empezando a dejar de lado tu autoridad–Seguía hablando el sicario veterano. Satoshi abrió los ojos y observó su reflejo. Era el rostro de un hombre sin motivos.
-Fueron meses de ilusión, ahora debo volver a encaminarme hacia mi único objetivo de vida–Respondió seco el ojinegro. Mike resopló.
- No creas que no se sabe que estuviste jugando a la familia estos meses. Te traerá repercusiones, muchacho. Ahora que la gente sabe que tienes sentimientos usarán eso en tu contra–Explicaba Mike sereno, aunque la mirada de Satoshi se fruncía en una expresión de ira.
-Como si cualquiera de esos idiotas pudiera hacerme algo–Respondió agresivo el rubio. Mike resopló.
-Ellos saben que no pueden llegar a ti físicamente, pero sí a los que te importan–Dijo Mike, lo cual hizo que Satoshi lo mirara con furia.
-Sobre mi cadáver–Declaró el rubio.
-Escucha, muchacho. Eres fuerte, tanto que da miedo, pero lo que realmente te hacía intocable era el hecho de que estabas solo en el mundo. Ahora ellos pueden usar esto para doblegarte –Explicaba Mike ante la mirada pensativa del rubio.
-¿Aun tienes el número de ese abogado?–Preguntó Satoshi. Mike hizo una mueca.
-¿Saúl? ¿Estás loco? No podemos confiar en ese payaso–.
-Has hecho trabajos para Él–.
-Sí, sencillos. Nunca le confiaría nada relacionado a mi nieta–.
-De todas formas, es mi mejor opción ahora. Ese tipo es un cobarde, pero no es estúpido, sabe a quién temerle–Declara el rubio. Mike suspira y saca un celular antiguo de tapa de su bolsillo para entregárselo al portador del grifo.
-No siempre podrás depender del miedo para controlarlos, muchacho–Argumentó Mike. Satoshi agarro el mango de su Katana con fuerza.
-El miedo controla el mundo. Yo soy el miedo–.
Actualidad, Ángel Grove. Unas horas después de la batalla entre Daniel y Bryan.
El sol caía en el horizonte y con Él se iba la luz natural que bañaba la vida de todas las personas de Ángel Grove. La figura del Samurái previamente cegado por la venganza yacía pensativa en el área de batalla donde recientemente dos hermanos habían cumplido su destino a su vez que lo rechazaron.
Donde antes había una zona boscosa ahora solo quedaba un cráter gigante que aun después de un par de horas finalizada la batalla seguía desprendiendo calor. Aunque la batalla se había realizado en otra dimensión, tuvo efectos en esta.
Entonces, lo hiciste, fénix–Susurraba para sí mismo el carmesí recordando la promesa que Daniel le había hecho después de la contienda que habían tenido el día anterior.
Satoshi miró el collar de Girasol, a diferencia del Fénix Él no pudo salvar a su hermana de la muerte, y lo único que tenía que haber hecho era callarse. Aun después de varios meses de la muerte de Keu y de haber encontrado algo de tranquilidad, Satoshi aún se sentía vacío.
El rubio miró como el sol se ocultaba, podía sentir cómo su cuerpo dejaba de recibir la energía del astro. Desde que despertó la bendición del sol pudo notar que de día era al menos el doble de fuerte que antes, mientras que en la noche su portento físico se mantenía como antes de despertar la habilidad de Apolo.
Su Katana comenzó a sonar.
-¿Satoshi? ¿Dónde estás? ¿Por qué no vienes?–La voz de la Ranger plateada sonaba.
-Estaba atendiendo algo, iré en unos minutos–Respondió el rubio.
- ¡Señor Satoshi! Venga, se está perdiendo la fiesta–La voz de Eri sonó a través de su Katana causando que el samurái sonriera.
-Estoy en camino, Eri–Respondió cálido.
La comunicación se cortó y el carmesí quedó pensativo. Sacó un celular desechable de su Yukata. Cero mensajes. Mike no respondía a sus mensajes y los de Gustavo eran evasivos cuando preguntó por el anciano sicario.
El ojinegro suspiró y sacó otro celular desechable, en él había un único contacto: S.G. Si Él no sabía qué pasaba con Mike, nadie lo sabría.
Al ver aquel contacto no pudo evitar pensar en aquellos ojos negros que le habían enseñado a vivir una vez más. Satoshi sacudió su cabeza, no era momento para esos pensamientos.
Sin más, desapareció en una ventisca carmesí.
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Base Ranger.
Después de aquella batalla en la que se decidió el destino de dos hermanos y su conclusión, los Rangers estaban bastante contentos. Daniel no solo había roto con el ciclo del odio, sino que también puso a Bryan de su lado otra vez, al menos en principio. Por ende, ahora contaban con un total de nueve Rangers.
Ambos portadores del fénix ya se encontraban despiertos, aunque cansados. Ambos estaban hablando entre sí como siempre solían hacerlo en el pasado. Pero cierto hombre lobo se encargó de interrumpir el ambiente de calidez.
-No quisiera arruinar el momento, pero nuestros padres siguen bajo el control de ese maldito titán–Mencionó Dante con seriedad. Todos lo vieron y calmaron sus expresiones.
-La última vez lograron hacer que los recordaran. Madison logró recobrar todo el sentido de sus acciones–Mencionó Tommy iniciando la tertulia sobre los Rangers veteranos.
-Conociendo a mi padre ya se habrá encargado de reiniciar sus mentes, por lo que asumamos que iniciaremos desde cero–Siguió Keith pensativo.
Todos tenían miradas conflictivas en sus rostros, sobre todo Daniel, Bryan y Dante.
-Haré lo que sea necesario para salvarlos… Por mucho tiempo los repudié sin siquiera saber quiénes eran, pero ahora me doy cuenta que quiero que volvamos a ser una familia–Dijo el portador del fénix oscuro ante la mirada cálida de su hermano.
-Qué emotivo para alguien que hace unas horas quería ser el nuevo Dios–.
La voz de Satoshi asustó a todos. El rubio había llegado sin que nadie más que Poseidón lo detectase, aunque a último momento.
-¡Señor Satoshi!–Eri fue la primera en reaccionar y fue corriendo a los brazos del rubio, quien la recibió con cariño.
-Hey, Eri, ¿te portaste bien?–Preguntó el samurái despeinando a la chica quien asentía con una sonrisa.
-Yo creo que Eri no podría portarse mal, mírala, es un ángel-Rio Nancy. Satoshi rio por lo bajo.
Bryan bufó y se ganó la atención del Carmesí.
-Qué cariñoso para ser el gran juez de la Diosa Némesis–Dijo Bryan sarcásticamente, haciendo que el carmesí lo mirara serio.
-Proteger a un ser querido es algo que no espero que los de tu calaña entiendan–Respondió Satoshi con soberbia. Bryan se levantó enojado yendo hacia el rubio, aunque se le notaba el cansancio.
-Oigan, oigan, ya basta. Bryan, siéntate, no estás completamente recuperado–Intentó calmar Daniel.
-¿Tú qué vas a saber de proteger? ¿Crees que no sé quién eres? Aún tengo los recuerdos de cuando era Savithar, todo lo que Keu nos contó–Retó Bryan a Satoshi, el cual se encontraba sosegado.
El rubio miró fijamente al fénix oscuro mientras liberaba aura carmesí, a Cake se le pusieron los pelos de punta, mientras las chicas sin poderes se mantenían al margen junto con los demás Rangers y Alfa le estaban saltando alertas de peligro en su software interno.
-Si de verdad tienes una idea de quién soy yo, entonces tal vez tu mejor curso de acción sea ir con cuidado–Advirtió Satoshi con tranquilidad. Bryan se lo quedó mirando dubitativo, pero aun enojado.
-Eres un… -
-¡Ya basta!–El gruñido de un lobo feroz sonó por toda la base.
Dante se había cansado de verlos pelear.
-¿Qué carajo hacen? ¡Debemos concentrarnos en recuperar a nuestros padres! Puedo entender la indiferencia de Satoshi, pero no la tuya, Bryan. ¡Concéntrate!–Regañó el Ranger morado a Bryan, quien dejó de lado su ira y se mostró avergonzado. Se alejó del carmesí lentamente.
Satoshi observó a Dante detenidamente, su expresión era diferente. Por lo que había notado del portador de la Manta Raya siempre había sido bastante disciplinado, pero ahora se notaba aún más serio.
-Es admirable tu voluntad de salvar a tus padres, Dante Evans–Declaró el carmesí, ganándose una mirada de sorpresa de todos. Satoshi únicamente llamaba por su nombre a Eri y a Kim.
-Volviendo a lo que estábamos hablando, yo sé cómo detectar a nuestros padres siempre y cuando estén fuera del monte olimpo. Puse un rastreador en Stryk…digo, en mi padre cuando me apuñaló–Aquello hizo que todos se esperanzaran. Dante le pasó los datos del rastreador a Alpha.
-La cosa es que únicamente están fuera del Olimpo cuando nos atacan. – Dijo pensativo Damián.
-¡Ay, ay, ay! ¡Los encontré!–Gritó Alpha llamando la atención de todos. En la pantalla principal había un punto parpadeante.
-¡¿Dónde están?!–Preguntó Daniel histérico levantándose y casi cayéndose de no ser por Kim.
-Calma, aun no estás en condiciones–Regañó la rubia.
-Están en una fábrica abandonada en el estado de Alabama–Leyó el robot.
- ¿Qué estamos esperando? Tenemos que ir–Apuró Dante.
- Espera, Dante, aun no podemos ir–Lo detuvo Tommy, ganándose una mirada de muerte del lobo.
-Cierto, Daniel y Bryan necesitan reposo, además necesitamos idear una estrategia–Habló Damián. Poseidón se encontraba pensativo.
- No, yo puedo pelear. No seré la razón para quedarnos atrás. – Dijo Daniel tratando de mantenerse en pie peor con obvias dificultades, lo mismo para Bryan.
- No están en condiciones para realizar ningún tipo de actividad física en al menos veinticuatro horas. Tienen varias huesos rotos y heridas tanto internas como externas. – Habló Elsa entre severa y triste. Estaban en una encrucijada.
- ¿Un maldito día? Para cuando nos recuperemos será demasiado tarde. Maldición–Bryan golpeo la cama en frustración.
-Aunque no podamos ir… Ustedes tienen que ir a rescatarlos. Al menos entreténganlos hasta que podamos ir–Les dijo Daniel quien se encontraba sosteniéndose la cabeza.
-No servirá, los necesitamos a ustedes dos. Primero por su fuerza, sin ustedes dos la balanza se equilibra a favor de los Chrono caballeros. Segundo, ustedes son la mejor oportunidad de traer a Madison y a Nick de vuelta. No podemos ir sin ustedes–Reflexionó Tommy. Daniel se cubrió todo el rostro en desesperación, siendo consolado por Kim y por Aarón.
-Todo estará bien, te lo prometo-Consoló el joven Aarón.
-¿Y si pedimos refuerzos?–Poseidón empezó a hablar, ganándose la mirada de todos.
-Estoy más que seguro que los Rangers Wild Force y Mystic Force estarían más que dispuestos a ayudar a salvar a sus compañeros. Podemos llamarlos y estarían aquí en unas horas máximo, tiempo suficiente para idear una estrategia–Terminó de hablar Poseidón. Alpha procedió a contactarse con los equipos Ranger.
-Eso equilibra más las cosas, pero aun así sin Daniel ni Bryan sería muy difícil traerlos de vuelta. Son sus hijos después de todo–Mencionó Fionna algo cabizbaja.
Eri al ver que el señor Daniel estaba casi llorando por no poder participar en la batalla y entendiendo a su corta edad que sus padres eran importantes decidió jalar la Yukata de Satoshi, quien la miró con curiosidad. Eri le hizo un gesto para que se arrodillara y así lo hizo. La pequeña le susurró algo en la oreja y a Satoshi le brillaron los ojos.
-¿Segura que puedes hacerlo?– Le susurró preocupado. La chica miró hacia abajo algo asustada pero luego lo miró a los ojos con decisión.
-Sí, quiero que el señor Daniel se sienta bien–Respondió firma la peliblanca. El carmesí sonrió y le acarició la cabeza.
-Fénix, Oscuro. Eri quiere intentar algo con ustedes–Mencionó Satoshi trayendo a la niña hasta los dos. Kim supo entonces lo que quería hacer y miró al rubio preocupada.
-¿Estás seguro que quieres que haga eso? Solo curando la garra de Dante quedó muy cansada–Mencionó preocupada la chica. Satoshi miró pensativo cómo Eri extendía sus manitos y tomaba la de Daniel, y poco a poco sentía que la energía de Eri incrementaba y fluctuaba hacia la del Ranger Rojo, llenándolo de dicha fuerza.
-Realmente preferiría que se quedara al margen, pero ella insistió en ayudar. No puedo negarme–Le dice a Kim viendo a Eri repetir el proceso con Bryan. Satoshi sostuvo a la pequeña quien se encontraba cansada.
-Won, muchas gracias, Eri. Nos ayudaste mucho–Agradeció Daniel con una gran sonrisa, Bryan también le sonreía a la pequeña, lo cual hizo que ella se sintiera bien. Posteriormente cayó dormida y Satoshi la llevó a un cuarto.
-¿Seguros que están mejor ahora?-Pregunto Nayeli a los 2 hermanos.
-Nos sentimos mejor que antes-Respondió el menor de los Fénix con una sonrisa.
En el camino Keith lo alcanzó, aunque el carmesí lo ignoraba.
-Satoshi, sé que eres reacio a tratar conmigo, pero quisiera extender de nueva cuenta mi oferta para enseñarle a Eri a usar sus poderes–Habló con cuidado el Dios de los mares no queriendo causar una reacción negativa en el portador del Grifo.
Satoshi frunció el ceño pensativo y no dijo nada hasta que pudo poner a Eri en una cama. El rubio la miró con cariño, se veía pacífica. El rubio no pudo evitar pensar en el rostro de emoción que la pequeña ponía cuando se sentía de ayuda.
-¿Cuántos años has vivido, Poseidón?–Preguntó de repente el Carmesí, haciendo que Keith se sobresaltara y lo mirara confundido.
- Miles de años, podría decir millones, no llevo mucho la cuenta–Respondió simplemente el Dios. Satoshi lo miró fijamente.
-¿Cuántas guerras has visto? ¿Cuántos niños has visto morir en esas guerras?–Siguió preguntando el rubio a lo cual el Dios no supo qué responder.
Satoshi dejó de mirarlo y observó a la peliblanca durmiente.
-Yo solo he vivido una guerra y he visto morir a miles y miles de niños, algunos de ellos por fuego cruzado, otros porque fueron obligados a pelear, pero todos tienen algo en común: los niños son solo víctimas de las creencias ignorantes de los adultos–Satoshi acarició el cabello de Eri.
- Vivimos en este bosque donde todos nos queremos cazar, donde solo vive el más fuerte, donde no hay oportunidades diferentes a pelear como animales. Ustedes se ven como héroes de la justicia, pero son solo un pueblo defendiendo al suyo asesinando a otros pueblos. Y en medio de esa batalla, en ese bosque, están los niños. No saben nada y aun así se les obliga a ver desgracias, se les obliga a pelear. Ellos no merecen eso. Para que la humanidad prospere hay que salir del bosque, pero los adultos no podemos, nosotros estamos condenados a luchar. – Satoshi se tomó un momento para mirar a un Dios desconcertado.
El Carmesí se acercó a Él y Keith pudo notar que la mirada que el rubio le estaba dando no era una de odio o asco como usualmente eran, su mirada era suave y era casi como si estuviera abogando.
-Saquen a los niños del bosque–Fue todo lo que dijo el Carmesí antes de pasar por el lado de un Keith pensativo.
-Esos no eran los ojos de un humano normal… ¿Cuánto has pasado, Satoshi?–Pensaba Keith para sus adentros. Satoshi se detuvo.
-Cuando Eri despierte puedes pedirle si quiere entrenar, si Ella acepta que así sea–Le empezó a decir al Dios. De repente su aura carmesí se disparó y miró amenazadoramente a Keith. La temperatura se había incrementado en segundos.
-Pero que te quede claro, Dios de los Mares. Eri no saldrá de aquí por ningún concepto, no la expondremos a Cronos ni a nadie. ¿Entendido?–Advirtió Satoshi al Dios, el cual manteniéndose calmado solo lo miró seriamente y asintió con la cabeza.
Cuando Satoshi volvió a la sala principal todos estaban trabajando en la estrategia.
-Qué bueno que volviste, te necesitamos para una parte importante del plan–Le dijo Tommy al carmesí, el cual sol asintió con la cabeza.
-Hemos pensado en que sería bueno dividir la escala de poderes, ya tenemos a Daniel y a Bryan para intentar hacer volver en sí a Nick y a Maddison. Un equipo irá con ellos como soporte. Dante y yo seríamos los oradores contra Cole y Alyssa, son sus padres y yo trabajé con Cole en el pasado, fui algo así como un mentor de paso. Sin embargo, sé que no estoy en mi mejor momento de poder, aun con el equipo de soporte no creo poder acercarme a hablar, para eso te necesitamos, Satoshi. Quiero que me prestes tu fuerza–Explicó levemente el plan al Ranger carmesí. El cual lo meditó un momento.
-Así que solo quieres que inmovilice al Red Lion el tiempo suficiente para que puedas sacarlo del control mental, ¿cierto? Puede hacerse–Satoshi decidió que no era nadie para meterse en el plan de rescate de padres de otros, de hecho, estaba siendo tan tolerante justo por eso. Ellos tenían la oportunidad que Él nunca tuvo.
Mientras Satoshi los veía discutir la estrategia, algo en su bolsillo vibró. Rápidamente sacó el celular y el mensaje que recibió lo dejó helado.
-Mike murió hace meses, creí que lo sabías–.
El rubio se recuperó de la sorpresa y respondió rápidamente.
-No lo sabía. Voy en camino-.
Empuñó su celular y sin querer terminó rompiéndolo. Su cara estaba estoica, casi sin emociones. Procedió a caminar hacia la salida, lo cual fue notado por los Rangers.
-Oye, ¿A dónde vas?–Preguntó Fionna.
-Tengo algo qué hacer–Respondió simplemente Satoshi. Dante se enojó y con gran velocidad se puso frente a Él.
-No sé si sabes lo que estamos haciendo aquí, se trata de recuperar a nuestros padres, no es cualquier cosa-Le dijo con furia encarando al carmesí, el cual simplemente lo miraba sosegado.
-Tú lo dijiste, sus padres, no los míos. Solo estoy de acuerdo con el plan porque eso implicaría eliminar a los Chrono Caballeros, sin embargo, algo surgió y debo irme. Ahora, fuera de mi camino–Advirtió el carmesí liberando su aura, lo cual hizo que Dante diera un paso atrás gruñendo.
-Satoshi, es suficiente. Creí que nos ibas a ayudar–Reclamó Daniel algo dolido. El rubio lo miró por unos segundos y suspiró, apagando su aura carmesí.
-Escuchen, me iré, pero trataré de volver para cuando inicie el plan. Ya debería estar de vuelta para cuando salga el sol. – Dijo Satoshi mirando que apenas estaban marcando las 9 p.m.
Daniel y Satoshi se miraron por unos segundos.
-Está bien, comprendo. Debe ser importante. Ve y trataremos de esperarte. – Terminó de decir Daniel. En ese momento, Satoshi desapareció en una ventisca carmesí.
Los Rangers se miraron entre si preocupados y preguntándose la situación del carmesí, pero había otra duda en el ambiente.
Nayeli se acercó un momento a Dante-¿Crees que Satoshi estará bien?-Pregunto la chica.
-Esperemos que pueda volver a tiempo para ejecutar nuestro plan-Suspiro Dante para después continuar planeando su estrategia.
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Albuquerque, Nuevo México. 11 P.M.
A esa hora la mayoría de las personas estarían en sus camas totalmente tranquilas, pero ese no era el caso para Saúl Goodman. Saúl era un abogado para criminales, tenía el don de la palabra y sabía usar bien vacíos legales para impedir la condena de maleantes. A pesar de eso, hoy no era una buena noche para Él.
El Señor Goodman se encontraba bastante inquieto, mordiéndose las uñas y sudando su traje de colores extravagantes. Sabía que este día llegaría, pero no esperaba que fuese tan pronto.
Saúl sintió que la temperatura subía en su oficina, y frente a Él se manifestaba la figura que muchos consideraban demoniaca. Los que sabían de la leyenda del de la sangre limpia preferirían que se mantuviera como una leyenda, pero no lo era.
-Mucho tiempo sin vernos, Goodman–Saludó la voz que le helaba la sangre hasta a los más peligrosos hombres del mundo. Saúl lo miró y como todo buen hombre de negocios se levantó e incómodamente le extendió la mano esperando que no fuera recibida como de costumbre.
Para su sorpresa, el legendario mercenario extendió su mano y estrechó la suya. Pronto salió de su sorpresa y notó que la estrechaba con cierta fuerza, antes de dejarla ir. Saúl se sobó la mano y tomó asiento.
-Buenas noches, Señor Bloody Clean–Saludó Saúl con respeto.
-Ya no uso ese nombre–Corrigió Satoshi, haciendo que el abogado temblara. Cabe recalcar que Saúl en ningún momento hizo contacto visual.
-Está bien, eh, señor-Tartamudeo el abogado.
-¿Cuándo murió Mike?– Preguntó sin rodeos el rubio.
-No se sabe con exactitud. Murió de un disparo, tal vez alguien quiso venganza–Respondió Saúl nervioso.
-Es imposible que lo hayan tomado con la guardia baja unos sicarios cualquieras–Empezó a decir Satoshi elevando la temperatura del lugar, haciendo que el abogado empezara a sudar del miedo.
-Tuvo que ser alguien en quien Él pensase que nunca le dispararía–El carmesí miró a Saúl con seriedad.
-Y ahora mismo tu mirada es la de un culpable–Satoshi desenvainó su Katana y apuntó directamente al abogado, quien levantó las manos y agachó la mirada en temor absoluto.
-¡Espera! ¡Espera! Yo no tuve nada que ver, te lo juro. Pasó antes de que yo me enterara-Trató de abogar con miedo.
-¿Quién fue?–Preguntó Satoshi con una tranquilidad mortal apuntando su Katana a Saúl. El abogado se quedó en silencio.
-Ya veo, si no vas a hablar, entonces no hables nunca más–El rubio preparó su Katana ardiendo para acabar con la vida del abogado quien yacía muerto de miedo.
Entonces Satoshi sintió una energía que le heló la sangre.
Alguien abrió la puerta.
-¡Basta! Fue Fring–Dijo aquella voz.
Satoshi giró casi con miedo para ver a esa figura. Su mirada estaba afligida al momento de reconocerla.
-Mikasa…..-.
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Hasta aquí el capítulo, Satoshi ha recibido la noticia sobre la muerte de Mike y ahora ha averiguado quien ha sido el responsable de haberlo matado, pero ahora el regreso de Mikasa ha sorprendido al Carmesí, la pregunta ahora es ¿Que sucederá ahora que Mikasa ha vuelto? ¿Aun sentirá rencor por el pasado? ¿Lograra Satoshi tomar venganza del hombre que asesinó a su amigo? eso lo descubriremos en el siguiente capítulo.
Responderé con el gusto de siempre:
Génesis 581: Cuídate también Bro, espero y pido que el Covid-19 no te afecte ni a ti o a tu familia, de hecho a ninguno de los que leen esta historia, espero te guste este capítulo y te encuentres bien.
Moiseshercab: Te lo aseguro amigo, me esforzare porque lo que quede de esta historia sea lo más fascinante de todo, espero te guste este capítulo y te encuentres bien.
Nos vemos hasta la próxima...si Dios así me lo permite.
