107. Tentación
Heero lo vio alejarse campante y sin mirar atrás. Se quedó un momento burlándose de Duo y su desfachatez para asumir que él era la razón por la que no había cumplido sus deberes.
Enseguida se burló de sí mismo. Era verdad que no sabía qué hubiera hecho ese día si Duo efectivamente lo hubiese besado. Sí sabía que ahora la idea parecía bastante tentadora. Y no lo entendía. ¿Qué tenía Duo que parecía atraer a todo el mundo? Las chicas literalmente lo seguían con la vista a todos lados, aunque él negara ser el motivo. Y en realidad, no solo eran ellas, también muchos chicos.
¿No había sido entrenado para ser diferente de ellos? ¿No debería ser inmune a esa clase de deseos y vivir concentrado solo en conseguir la paz?
Debía resistir la tentación de la idea y alejarse de Duo. No podía permitir que su atención se desviara de sus asuntos importantes, aunque estuviese en un tiempo muerto entre misión y misión.
