117. Sonido
Heero tenía claro una cosa: el sonido de dolor que Duo soltó contra su boca había sido increíblemente satisfactorio. Y en ese mismo instante él, imprevisible como siempre, le estaba sirviendo en bandeja conseguir arrancarle unos cuantos más.
Cogió la crema que le extendía y le dio una mirada irónica ante su cara de incredulidad. Claro que Duo se recuperó rápido y no perdió tiempo en abrirse la camisa.
¿Cuántos más podría arrancarle?
—Demonios —se quejó Duo—, veo en tu mirada acumularse las malas intenciones y ni siquiera me importa. Hazlo —apuró y jadeó ruidosamente cuando, de hecho, presionó su mano firme contra su piel lastimada, fregando para que la crema penetrara en la piel, aunque no era ese su objetivo.
—No es suficiente —calificó en una fría observación.
—Nnggggh —masculló el trenzado de vuelta, cuando cruelmente aplicó más presión, apenas acercándose al sonido que quería conseguir.
Justo cuando se decidió a aplicar más fuerza, Duo lo atrajo desde el cuello para volver a besarlo, ahogando en su boca el gemido que buscaba.
