Palabra: corazón.


24. One For All

These are the eyes and the lies of the taken
These are their hearts but their hearts don't beat like ours
They burn 'cause they are all afraid
For every one of us, there's an army of them
But you'll never fight alone
'Cause I wanted you to know
That the world is ugly
But you're beautiful to me

The World is Ugly, My Chemical Romance


Hay cosas que no cambian nunca.

Eijiro empezó sintiendo una pelea sobre su piel y ahora siente otra. Otras, en plural. Le cuesta acostumbrarse todavía a la fuerza con la que Katsuki e Izuku entrenan. El dolor es constante y tiene que aprender a disimular para sobrevivir. Izuku patea demasiado fuerte, Katsuki lleva sus manos al límite. Si están entrenando juntos, Eijiro puede imaginarse la escena perfectamente siguiendo el mapa de las sensaciones en su cuerpo.

—Ey, ¿estás bien? —Kaminari tiene cara de preocupación—. Estás pálido.

—No es nada.

Le arden las manos, pero no puede decirlo. No quiere decirlo. Izuku y Katsuki son su secreto.

—Estás pálido.

Eijiro asiente y vuelve a intentar concentrarse en la tarea. Pero le pueden las palmas y algo golpea a uno de los dos en un costado. Cierra los ojos un momento.

—¿Seguro que…?

—¿Sabes qué? Ahora vengo —dice.

No se fija en Kaminari y en la mirada preocupada que le dirige cuando se levanta de la zona en la que están estudiando, dejando sus cuadernos medio cerrados atrás. Necesita encontrarlos. Usualmente el dolor no es tan fuerte. Qué están haciendo.

No le molesta que entrenen juntos, solos. Katsuki también lo hace con él. Izuku a veces, aunque es difícil seguirle el paso y tiene un horario que no le deja demasiado tiempo libre. Han logrado tener una rutina, una manera de vivir y de ser almas gemelas. No hay una fórmula especial para sobrevivir a una relación como la que tienen.

Camina hasta Ground Beta. Una vez Izuku mencionó que a veces solían entrenar allí.

Y por supuesto, los encuentra.

—¡Deku, maldita sea, si no vas a esforzarte…!

La frase no termina. Eijiro siente el puñetazo que la corta en su propia piel.

—¡Se supone que debes cuidar de tus brazos, idiota!

—¡Estoy cuidando de mis brazos!

—¡Y esa maldita singularidad tuya…!

Katsuki se corta cuando nota que no están solos. Es el primero en darse cuenta que Eijiro acaba de aparecer en su campo visual. Sus palabras se interrumpen de sopetón, dejando claro que Eijiro es ajeno a esa escena y de repente vuelven todas las inseguridades que tiene. No sabe qué ocurre, no sabe por qué algo dicho en un entrenamiento de Katsuki e Izuku sería tan secreto.

Ni siquiera tiene qué ver con su relación.

Pero le recuerda al principio, a cuando Katsuki todavía se castigaba a sí mismo en búsqueda de una redención con Izuku; de cuando Izuku no sabía muy bien cómo manejar ser el alma gemela de Katsuki. Cuando no sabía muy bien cómo ser un puente entre ambos o si alguna vez tendría la oportunidad.

—Eh, lo siento —dice; su voz sale más débil de lo esperado—; si no debo estar aquí…

—¡No! ¡No ocurre nada! —Izuku se apresura a calmarlo, pero su rostro enrojece. Hay algo. Hay algo. Algo de lo que Eijiro no es parte y todavía no sabe si le duele no ser parte—. De hecho, creo que me vendría bien tu ayuda.

Quiere respirar aliviado, pero Katsuki todavía toma a Izuku de un brazo.

Le dice algo con la mirada.

Eijiro se siente afuera. Hacía tiempo que no ocurría eso. Habían estado trabajando en ser un trío donde no hubiera favoritismos, donde los tres estuvieran cómodos. Donde Katsuki durmiera algunas noches en su cama y saliera a correr algunas mañanas con Izuku, donde pasaran tiempo juntos los tres. Donde Eijiro se quedara sin respiración al mirar a Katsuki y boquiabierto al mirar a Izuku. No es lo mismo querer a uno que al otro, pero desde que se esfuerzan por mantener un equilibrio, todo es más fácil.

—Kacchan, no seas así —dice Izuku.

—No es tu secreto —dice Katsuki. Parece frustrado por algo. Y Eijiro está allí, viéndolos a ambos.

—¡En serio! Puedo irme si ocurre algo y necesitan hablar o… —dice. Se pasa una mano por la nuca, nerviosa—. No importa, en serio. Nos veremos más tarde.

Cuando haya respirado hondo, cuando sus demonios no sean tan fuertes y tenga la valentía de exponerlos y pedir un abrazo, pedir seguridad de que no es la pieza demás allí. A veces lo necesitan. Los tres. Recordar que no hay una tercera rueda que no cabe, ni un mal tercio. Son tres. Dos no tendría sentido.

—No, quédate —dice Izuku. Carraspea—. Ven. No es ningún secreto entre Kacchan y yo. Lo que crees que pasa. Bueno…, hay un secreto y Kacchan lo sabe. Pero no es… por… No es… —Izuku cierra la boca, parece nervioso—. Él se enteró por chismoso. Lo juro. Y no es sólo mi secreto pero creo que… —Carraspea—. Creo que me arriesgaré a contártelo. Hace un momento tu rostro…

Se acerca, dando pasos cautelosos hasta Eijiro.

Él sigue congelado en su lugar, pero escucha. La voz de Izuku siempre ha sido tranquila y pacífica.

—Noté miedo. Como si estuvieras… Como si nos estuvieras viendo desde afuera.

Katsuki bufa.

—¡Katsuki! —se queja Izuku y Eijiro percibe una frustración en su voz que duele—. ¡También lo viste!

—Tsk. Eijiro no es débil, idiota.

—Pero merece saber. —Izuku nunca despega sus ojos de Eijiro hasta quedar muy cerca de él y alzar una mano para tocar su mejilla—. No sé qué te asustó, pero te prometo que… Lo siento —se corrige—. No tendrías por qué sentir jamás que no puedes estar donde estamos nosotros. ¿Sí?

Eijiro asiente.

—Te voy a contar algo —dice Izuku—. No puedes decirle a nadie que te dije. Por favor. —Sus ojos son suplicantes y desesperados y Eijiro asiente—. Casi nadie sabe y es un secreto… Es algo peligroso. ¿Está bien?

Eijiro vuelve a asentir, como autómata. No tiene ni idea de qué está pasando.

—¿Kacchan?

—Está bien. Es tu decisión —responde Katsuki. Luego mira a Eijiro—. Sabes que te queremos, carajo. —Luego se toma el tiempo—. Lo siento.

Y oyéndolos, ya no siente que se le vaya a salir el corazón del pecho. Sonríe, de hecho. Se recuerda que a veces está bien sentirse fuera de lugar, pero que esa sensación no debe durar mucho tiempo. Son tres. Siempre le han recordado y les ha recordado que son tres.

—Muy bien. Todo eso tiene que ver con que Kacchan entrena conmigo. Porque es el único que sabe de esto. Por chismoso —continúa Izuku—. ¿Recuerdas cuando entramos a UA?

Eijiro asiente.

—No podía controlar mi singularidad porque apareció realmente tarde —sigue.

Eijiro vuelve a asentir.

—Esa es una mentira. Una mentira blanca, hecha para ocultar la verdad —admite Izuku. No parece avergonzado, pero sí escanea la cara de Eijiro con preocupación, buscando cualquier reacción—. La realidad es que realmente no tenía singularidad. Desde que nací hasta los catorce años, no tuve una…

—¿Qué ocurrió? —pregunta Eijiro.

—Alguien me transfirió su poder.

—Dile quien, Izuku —interviene Katsuki.

Pero Eijiro ya intuye la respuesta.

—Fue All-Might. Yo… Yo realmente quería…. Eijiro, yo deseaba ser un héroe con toda…

Todavía no sabe a historia entera. Pero de repente algunas de las heridas más graves de Izuku tienen sentido. Su deseo. Todo lo que lo mueve. La manera en a que se esfuerza. Realmente quería ser un héroe, costara lo que costara.

Así que se mueve por inercia y lo abraza.

«Gracias por contarme», quiere decir, aunque apenas si conoce una pequeña parte de la historia. «Gracias por decirme, por confiar en mí».

Acuna a Izuku cercano a su corazón. Mira a Katsuki que se acerca un poco después y aprieta una de sus manos.

—Ahora lo sabes —dice.

Y Eijiro entiende, plenamente, que entre ellos ya no queda ningún secreto y les queda toda la vida por delante.


Notas de este capítulo:

1) Corazón es la última palabra de la tabla que me hizo Hitzuji, pero yo consideré un epílogo además de todo porque según yo esto iba a ser un fic de actualizaciones diarias y para nada se me iba a distorsionar el calendario. Así que, todavía falta un capítulo más.

2) No quería dejar al aire que Eijiro se enterara de One For All y de alguna manera, ya que abrí con Deku vs Kacchan 2, entendí que sería un buen final para la historia principal. (¡El epílogo es un timeskip, porque quiero explorar algunos detalles de su relación y de cómo podría ser! De hecho, intentaré que salga un poquito más largo, aunque no mucho).


Andrea Poulain