Capítulo 36
Estaba satisfecho, ella viviría junto a él sin problemas, se mantendría a su lado todo el tiempo que su frágil vida humana le permitiera y al mismo tiempo estaba confundido y molesto consigo mismo marchándose del lugar dejando a una sacerdotisa desconcertada que lo miro marcharse por los cielos.
-Amo Sesshomaru – dijo Rin observándolo marcharse
-Descuida, seguramente necesita tiempo – aconsejo Miroku acercándose a Kagome - ¿cómo te sientes Kagome? – ella lo miro
-Un poco…extraña…– acaricio sus mejillas notando que la sensible área que determinaban las marcas había desaparecido – tuve un sueño que parecía interminable – dijo en voz baja suspirando al rascarse un poco la nuca - ¿están bien? – desvió inmediatamente el tema
-Keh! … claro que lo estamos Kagome, lo importante es que logramos salvarte – soltó Inuyasha sentándose en su tradicional pose de perro regañado junto a Kagome originando una sonrisa en la miko nostálgica que paso a preocupación al ver el pozo maltrecho y fisurado
- ¿Qué paso con Kikyo? – su pregunta fue directamente a Inuyasha que desvió la mirada quedándose en silencio
El hanyou se sentía desolado y completamente vacío, no solo perdió a Kagome por su propio descuido; Kikyo también se había ido para no volver y ese hecho le pesaba bastante, tampoco era alguien incapaz de sentir dolor
-Ella murió … - susurro Inuyasha sin mirarla sintiendo la sorpresa en el rostro de ella, la conocía perfectamente y sabía lo que diría a continuación.
- ¿Por qué lo permitiste? – la dorada mirada se clavó en la castaña mirada, "definitivamente esa pregunta no la esperaba" pensó
-Pero…
- ¡Ay muchacha necia como puedes querer perdonar a alguien que por poco destruye el corazón de mi amo! ¿Qué clase de miserable humana eres? – regaño Jaken molesto, la mujer no estaba valorando la desesperada lucha de su amo, el que se mostrara emocional antes tantas personas por el simple hecho de perderla
- ¡Señor Jaken! – reprendía Rin
-Basta... por favor… - interrumpía la pelea que podía suscitarse – no quise sonar despectiva ante el esfuerzo de Sesshomaru por salvarme, pero Inuyasha…amabas a Kikyo, era tu compañera…la salvaste innumerables veces y llegaste a descuidarnos en ocasiones ¿Por qué lo permitiste? – pregunto confundida
-Chicos, lo mejor será irnos de este lugar, está anocheciendo y para nuestra mala suerte Inuyasha se volverá humano esta noche ¿recuerdas? – miro a Inuyasha mientras se agachaba para tomar la pequeña perla rosa que descansaba junto al poso – es mejor llevar esta conversación a la aldea y regresar mañana a la aldea de la anciana Kaede, vamos – invito sonriendo y a regañadientes aceptaron marchándose detrás del monje, Kagome fue llevada en brazos por el hanyou
Miroku podía ver de reojo el inquieto rostro de Inuyasha, estaba luchando consigo mismo por aclarar el mar de emociones que estaba invadiéndolo y apuro a los demás de forma sutil para abrir el camino a una oportunidad, ellos necesitaban hablar.
-Su excelencia estamos dejándolos atrás – susurro Sango al monje al ver que el hanyou se quedaba a unos pasos detrás de ellos
-Es necesario Sango, este momento debía llegar tarde o temprano, dejémoslos solos – unas palmadas en la espalda de la mujer eran suficiente para invitarla a caminar a su lado junto a Jaken, Shippo y Rin.
Inuyasha caminaba con completa lentitud mientras Kagome veía avanzar más rápido a sus compañeros o al menos eso pensaba ella extrañándose ante ese hecho, luego paseo la mirada nuevamente al hanyou que tenía sus ojos escondidos tras el flequillo
-Inuyasha…
-Kagome lo lamento – empezó el
-¿Eh? … ¿Por qué te disculpas? – desconcertada soltó la pregunta con completa naturalidad, el suspiro incomodo dejando a Kagome sentada y recargada en un árbol, quedando frente a ella a una distancia prudente
-Justo ahora soy como la mierda – reprocho a si mismo su poca capacidad de razonar en ese momento que había conseguido al fin con la mujer
-Inuyasha espera creo que, no estoy comprendiendo ¿qué...
-En estos momentos odio a Sesshomaru por dos cosas – inicio, ella mantuvo silencio evitando interrumpirlo – la primera es, el arrebatarme a Kikyo… - rápidamente continuo para evitar que Kagome prenunciara algún reproche- es un hecho que debo aceptar ahora o mejor dicho…debí aceptarlo desde el momento que murió, pero; supongo que no era lo suficientemente maduro como para entender que, rehacer mi vida con ella era sentirme vacío por la eternidad… -la mirada del hanyou se perdió en el extenso cielo nocturno dejando ver a la mujer como poco a poco su cabello se tornaba negro azabache y sus características orejas desaparecían –
-Inuya… - el dedo índice del Inuyasha humano se posó sobre sus labios silenciando su frase
-Esto es difícil para mí, solo; deja que termine…– dijo retirando el dedo de la boca femenina mirando un punto de la nada – Hacer una vida con Kikyo era tener únicamente a alguien a mi lado, vivir una fantasía de mentira, porque…ella realmente no estaba viva y luego – la mirada oscura del hombre se fijó en la acaramelada mirada de Kagome – apareciste tu a joderme…
-¡Oye… - regaño a medias al sentir como Inuyasha tapaba nuevamente su boca con la palma de su mano bufándose de la mujer pero ella astuta retiro la mano del muchacho con notable enfado - ¡¿Cómo que joderte la vida!?
La carcajada que Inuyasha dejo entrever en ese momento se aseguraría de guardarla en su memoria ya que era muy consiente que a partir de ese momento serian solo amigos y aun así dudaba que Sesshomaru le permitiera ver a su medio hermano con frecuencia, solo imaginarse la cara con la mirada asesina que tenía le provocaba un frio que le recorría la espalda.
-Perdóname Kagome… pero tarde demasiado en darme cuenta – apretó los puños evadiendo la mirada de asombro de la miko – Siempre estuviste a mi lado y Kikyo también lo estuvo a su manera, las tenía a ambas incondicionalmente para mí, eran tan importantes de maneras distintas que no logre priorizar mis sentimientos por ninguna, estaba confundido.
-Creí que sería imposible para mi – respondió mirándolo con tristeza – Sesshomaru es…
-Me di cuenta tarde lo mucho que te amaba – la mirada que estaba dándole Inuyasha en ese momento no tenía igual, la tristeza que se reflejaba en ella la confundía emocionalmente ¿acaso la veía de esa manera porque Kikyo se había ido? – pero la meta que quería alcanzar la perdí por indeciso y … Sesshomaru acabo tomándote, no sabes cómo detesto esto Kagome, como odio esto
El lamento en las palabras de Inuyasha, las tristezas reflejadas en sus ojos casi acababan convenciéndola de mantenerse a su lado, pero la marca de Sesshomaru estaba allí, transmitiéndole ese calor vivaz que emanaba cada vez que ella era acechada por alguien o cuando Sesshomaru estaba molesto o simplemente quería que ella sintiera que estaba con ella cuando estuviesen separados. La marca resultaba un poco confusa, el único capaz de calmar ese sofocante ardor que sentía en ocasiones era la boca del youkai.
-Él es alguien diferente al youkai que conocimos cuando fuimos por primera vez a la tumba de su padre… es más cálido de lo que pensé…
- ¿Te has enamorado de Sesshomaru? – pregunto con completa serenidad mirándola y ofreciendo su mano, ayudándola a ponerse de pie, ella acepto
-Esa respuesta no te compete Inuyasha – pronuncio la masculina voz aterrizando en el lugar con la magnífica gracia que poseía el youkai erizando la piel de Kagome.
Desconocía si era la marca, la curiosidad de saber porque se marchó cuando despertó o quizá el efecto de la sangre youkai en reacción con la luna nueva, pero en ese preciso momento el lord del oeste lucia más apuesto que nunca asintiendo mentalmente ante la pregunta de Inuyasha, definitivamente estaba enamorada de Sesshomaru.
-Sesshomaru yo… - detuvo sus palabras al ver que el youkai se mantenía estoico mirando un punto en particular y cuando paseo los ojos hasta el lugar soltó rápidamente la mano de Inuyasha sonrojándose
-Miko… ¿acaso la forma humana de Inuyasha es atractiva para ti? – pregunto mordazmente a la mujer
- ¿Qué?... no espera, estas mal entendiendo todo – dijo acercándose al peliplateado
-Adelante… - Sesshomaru insto a continuar sin quitarle la mirada de encima, internamente extrañado de que ella no dejara ver las marcas en su rostro
- ¿Eh? – dijo confundida
-Quiero ser el primero en escuchar la respuesta a la pregunta que Inuyasha te hizo – confeso sonrojando a la mujer que miraba nerviosamente a ambos hermanos; maldiciendo internamente al youkai y a si misma al estar en esa situación "¡por kami!"
-Si…-soltó sin mirarlo, ocultando la mirada debajo del oscuro flequillo, pero dejando ver a ambos un intenso sonrojo en sus mejillas
-Sí que…
-Si… - susurro nuevamente en respuesta
-Kagome… - murmuro Inuyasha derrotado, era lo que deseaba saber para soltarla por completo y aceptar que solo podía ser alguien con quien solo podía conversar y hablar, nada más; una mujer que había llegado a su vida para llenarlo de momentos increíbles que acabo siéndole arrebatada por su hermano, un youkai que odiaba a los humanos pero que flaqueo ante la esencia de Kagome, sonrió amargamente – debo irme – dijo caminando en dirección a la aldea sin ser visto por Kagome que mantenía su cabeza gacha – cuídala bien, no te perdonare si la lastimas… – confeso apenas audible para Kagome pero en un tono lo suficientemente perfecto para Sesshomaru que lo miro de reojo en respuesta.
-Miko… - fue interrumpido por ella
-Kagome…soy Kagome, quiero ser solo Kagome para ti… - hizo un puchero viendo a Sesshomaru ligeramente molesta y sonrojada
-Si lo dices de esa forma… - musito inclinándose un poco para estar a la misma altura de ella quien lo miro expectante - …no podría negarme Kagome.
-Yo… - un ligero beso la dejo muda por un instante
-Sigo esperando una respuesta, Kagome – tenerla frente a él tan sumisa, sonrojada y nerviosa lo regocijaba de una forma increíble, ella se había entregado a él en varias ocasiones y conocía sus sentimientos, pero deseaba escucharlo de la propia boca femenina
Esa actitud osada que tenía Sesshomaru, el solo estaba fastidiándola, entonces aun nerviosa sonrió para sus adentros, iba a darle una buena lección a ese ególatra youkai y sin una sola pisca de duda se lanzó a su boca besándolo con desenfreno, gesto que por su puesto el lord acepto sin queja alguna recibiendo la lengua de Kagome en su boca, ella era deliciosa y completamente suya
-Sigo esperando, Kagome – molesto sonriendo al separarse de su boca, ella tenía la mirada cerrada y la respiración agitada
-¿Esperando que?...
-Una respuesta digna de este Sesshomaru.
Gracias por sus hermosos comentarios, he recibido un apoyo tan bonito que ni yo pude detener a mi mente ni mis manos, debía traerles una continuación sí o sí.
Espero haberles dado suficiente amor con este episodio, ¡nos vemos en el siguiente!
