DESTRUIDA
-Wuau- dejo salir Darien mientras Serena bajaba la escalera de su casa-Te ves hermosísima.
Se quedo parada en el último escalón, mirándose avergonzada las hermosas zapatillas, que Mina había metido en sus pies, con delgadas y finas cuerdas, decoradas con pequeñas imitaciones de diamantes en la cuerda que cruzaba el tobillo.
-Gracias- respondió con timidez y Darien le extendió el abrigo.
Bajo el ultimo escalón, tomando una porción del vestido de fina y ligera gasa, color rosa suave con escote en V, que flotaba sobre sus tobillos, para evitar pisarlo, y la abertura del costado se abrió hasta su muslo.
-Tu también te ves bien- alago al verlo en su smoking, girando para meter las manos en el abrigo y al volverse Darien le sonreía con ternura.
-Me alegra haberme esforzado, te ves impresionante.
-Solo es un vestido- rio con nerviosismo cerrándose el abrigo. De hecho, era un horrible y costoso vestido que Mina le había prestado. Ella había insistido en que el de color negro que había usado para la cena de la noche buena servía perfectamente, pero ella había ahogado un grito como si la vieran como un vestido dos veces fuera un crimen y había sacado esta delicada pieza aun con la etiqueta puesta, diciendo que era el vestido perfecto. El cabello en el complicado moño y el ligero maquillaje solo ha sido por diversión.
-Vamos entonces, que todos vean el hermoso vestido
La universidad de Darien era impresionante. El salón que está habilitado era tan hermoso como amplio, con enormes pilares aquí y allá, sosteniendo el cielo con frescos, con cielos azules y ángeles volando.
La premiación había sido todo lo que ella esperaba, larga, lenta y muy monótona, pero la comida estaba llenando también todas sus expectativas.
-Nunca había comido un camarón tan grande- le dijo a Darien con la boca media llana y él la miro sorprendido.
-Nunca te había visto comer tanto- murmuro comiendo su pequeño sándwich con pequeños bocados y ella enrojeció. Por un momento se había olvidado con quien estaba. Simplemente se encandilo con las luces y el salón majestuoso, y por supuesto, por la mesa de bufet.
Se había entusiasmado de mas y había comido todo lo que tenía adelante empezando por las tartas y había continuado con todo lo demás, incluyendo el enorme camarón del porte de su mano.
-Lo siento- murmuro tragando, haciéndolo reír.
-Nothing is wrong. Solo es que no te había visto comer así. Por lo general no tenías hambre- Ella tomo otro pequeño bocadito esquivando su mirada.
-No me había dado cuenta- murmuro masticando con más calma sintiendo los arañazos de la culpa en su estómago. Ella simplemente había perdido el apetito hasta la semana pasada. De pronto todo su apetito había vuelto, demostrándolo en la noche anterior, cuando casi se había comido el pastel completo ella sola.
Seiya se había divertido mucho por eso.
Una sonrisa involuntaria aprecio en sus labios y Darien tomo su mano.
- ¿Quieres bailar? - pregunto haciendo un ademan hacia la pista, donde la música suave sonaba y los bailarines se movían con gracia.
-De acuerdo- Accedió, feliz de hacer algo que el deseara, limpiándose las manos.
Darien la guio a la pista tomando su cintura descubierta, moviéndola delicadamente, y el calor de la palma le dio un cosquilleo haciendo que sus mejillas adquieran un color parecido a su vestido.
- ¿Y la pasaste bien anoche? - le pregunto haciéndolos girar y ella desplego una sonrisa enorme sin pensar.
-Estuvo estupendo- dijo emocionada- Lita se lució con la comida, y Rei y Mina decoraron tan magnifico como para una película, el árbol era tan grande que Ami debió subirse en una escalinata para poner los adornos- se rio recordando cuanto refunfuño su amiga por hacerlo, cuando uno de los adornos había caído y debieron buscar algo para subirse. Serena se negaba ser alzada de nuevo por Seiya y Ami ni siquiera lo considero. Podrían buscar subido a una silla, pero eran tan ridículamente costosas que nadie había podido subir sus pies en ella- Taiki casi se congela buscándola en el garaje. Yaten y Seiya lo fotografiaron con los labios azules. Las chicas quedaron encantadas con los regalos que eligió Seiya para ellas y yo me alegre de que los míos les hubieran gustado a ellos. No sabía lo difícil que era comprar un regalo de hombre hasta esta navidad. El tuyo te gusto ¿verdad? - pregunto mirando la fina cadena que sobresalía de su bolcillo con el elegante reloj que había elegido para él. Darien no contesto de inmediato y ella busco sus ojos.
La estaba mirándola fijamente y ella pestaño confusa.
-Te ves feliz. Me alegro por ti- le dijo sincero, pero había un rastro de tristeza en sus ojos y ella se odio por eso. Deseaba hacer feliz a Darien pero parecía que solo lo arruinaba una y otra vez.
El recuerdo de lo que había pasado en la cama de Seiya le salto a la mente de forma tan brusca que la hizo perder un paso trastabillando.
-¿Estas bien? - pregunto Darien sosteniéndola, abrazándola más cerca y apretado. Esperaba que creyera que el sonrojo furioso de su rostro se debía a la caída o incluso a su cercanía y no a la vergüenza por su horrible actitud.
-Si… si estoy bien- tartamudeo apoyando las manos en su pecho sintiendo su corazón en la palma. La similitud le dio escalofríos. Ella tenía el corazón de Darien en su palma y solo lo estaba acuchillando.
Se estaba comportando como una araña horrible y ponzoñosa.
Tenía que hacerlo mejor. Tenía que disciplinarse aún más, no podía seguir fallando. Toda la poca felicidad que tenía contaba con que ella no fallara. Un cansancio frio y terrorífico le ataco, estrechándole la garganta, pero lo hizo a un lado apretando la mano de Darien haciéndolo sonreír.
-Estoy feliz de que me hayas acompañado- dijo mirándola con el cielo azulado, tan parecido a sus ojos, arriba de sus cabezas- Muchas gracias.
Ella le devolvió la sonrisa a medias y puso su cabeza en su pecho, dejando que él la guiara por la pista, dejando su mente en blanco, solo oyendo el latido de su corazón.
De vuelta a casa, Serena suspiro cansada en el automóvil de Darien y el la miro de reojo.
-Creo que bailamos demasiado para ese par de zapatillas tan hermosas- bromeo y ella rio negando
-No creo que hayan sido los zapatos. Estoy segura que mi hibernación fue la que me ha afectado. Hace semanas que no me movía tanto.
-Es bueno que tu reclusión este cediendo- murmuró algo más triste y ambos guardaron silencio mientras él llegaba a la esquina de su calle. Debido a la hora no podía doblar para llegar hasta su casa, pero ella insistió que estaba bien con eso.
-Tomar un poco de aire me hará dormir mejor- el aseguro mientras el estacionaba con una mueca.
-Al menos déjame llevarte a la puerta- pido sacándose el cinturón, pero ella negó poniendo la mano en la suya.
-De verdad no es necesario- y no mentía. La noche había sido perfecta, bailado, reído, conversado y vuelto bailar en los brazos del otro y ella no deseaba arruinarlo al protagonizar una escena, si él quisiera besarla como buenas noches en el umbral de la puerta.
Darien iba a decir algo cuando el brillo de su muñeca llamo su la atención.
-Bonito brazalete. No lo había visto de cerca- menciono tomándole la muñeca, examinando la delicada cadena y sus dijes, en especial el del centro que brillaba aun en la oscuridad- ¿Es plata? - pregunto curioso, dándole vueltas a su muñeca para verla mejor y ella encogió los dedos inconscientemente.
-Seiya dijo que era oro blanco- murmuro moviéndose incomoda- El me la regalo.
Darien la miro a los ojos y aunque el auto estaba oscuro Serena pudo ver el dolor cruzar su mirada.
-Oro y diamantes, ¿quién puede competir con eso? - susurro bromeando, pero sin poder ocultar un rastro de verdadero dolor haciéndola estremecer.
Sintió de pronto que estaba pisando algún terreno peligroso y deseo poder retirarrse la cadena de su muñeca y sacar la presión de ese piso quebradizo que parecía haber estado en los límites esta noche, cuándo Darien se había visto tan feliz, pero a la vez tan frágil , mientras danzaban de un lado a otro, mirándola a veces si ella pudiera desaparecer en cualquier momento.
-No debes competir con nadie- dijo veloz, sintiendo una punzada en su corazón de tristeza y rencor al mismo tiempo. Calmo el primero y desecho el segundo. Darien estaba atrapado en esto tanto como ella. No tenía la culpa y la decisión la había tomado ella. Él no tenía competencia y nunca la tendría, pero eso no lo había decidido él.
- ¿De verdad? - cuestiono con un rastro de sarcasmo soltando su mano con suavidad y esta cayó en el regazo de Serena sin vida, mientras sentía la sangre abandonar su rostro dejándolo más frio.
El miedo y culpa se apoderaron de ella.
-Sabes que si- dijo buscando sus ojos sintiéndose un trozo de basura por actuar de esta forma tan deplorable, pero tal vez si seguía haciéndolo las cosas se convertirían en niños reales- Seiya es mi mejor amigo y tú eres…
-Tu destino, si- corto poniendo las manos en el volante mirando hacia adelante- Me lo dijiste cuando accediste a salir conmigo, lo recuerdo bien- hablo con la voz monótona y Serena sentí la aguja de ansiedad punzando su estómago y corazón.
Darien estaba molesto y herido y a cada momento parecía empeorar y ella parecía ser incapaz como parar esta conversación.
Estiro la mano, la que no llevaba un regalo de Seiya, hacia su brazo, apretando su bíceps.
-Yo solo ocupe las razones que tú me diste- explico intentando ser conciliadora pero la agudeza de su voz y los nervios le dio más la apariencia de una excusa y Darien se estremeció bajo su mano.
-Creo que desearía que hubieras escogido otras palabras. Ahora se sienten más como unas cadenas que palabras de amor- murmuro apretando el volante y ella respingo sintiendo que todo estaba tomando un giro que no le estaba gustando nada.
-No digas tonterías. Si dije eso es porque yo también lo siento- rio de forma entrecortada, entrando en pánico.
- ¿Es así? - pregunto el sin mirarla y ella retrocedió por la hostilidad de sus palabras.
Darien la miro retroceder y cerró los ojos. Una de sus manos se froto el rostro como si estuviera cansado y respiro hondo.
-Lo siento. Creo que debemos dejar esto para otro día- se disculpó en un murmullo, mirando la oscuridad por el parabrisas y Serena sintió la angustia subir por su pecho,
-Pero…
-Buenas noches- dijo interrumpiéndola de forma elegante y ella se bajó de automóvil de forma lenta y entumecida.
-Buenas noches- le dijo cerrando la puerta y el auto salió rápidamente de la calzada hasta que solo vio las luces traseras.
Se quedó parada sin entender que había pasado y deseo haber dejado que la dejara en la puerta. Esquivar un beso tal vez habría traído menos drama. Después de todo no era la primera vez que…
- ¿Qué haces ahí? ¿Quieres congelarte? - escucho detrás de ella y al girarse vio a Seiya con un gran abrigo con piel en el gorro que caí en sus hombros y un apretado gorro de lana cubriendo su cabeza. Tenía una expresión algo desconcertada y furiosa el mismo tiempo.
Se le quedo mirando tanto tiempo que Seiya avanzo y la miro a los ojos preocupado.
- ¿Bombón? - pregunto de nuevo pasándole la mano por el rostro y ella se estremeció retrocediendo.
-Lo siento. Darien me acaba dejar respondió- despejando su cabeza y Seiya frunció el ceño- ¿y tú que heces?
-Vengo de un trabajo- respondió cortante, sin dejar de mirarla mal- ¿Y te dejo aquí, en medio del frio? - inquirió molesto sin dejar el tema y Serena negó irritada. Su noche se había arruinado y sabía que había sido su culpa. ¿De quién más sino? No Necesitaba a Seiya regañándola justo ahora por el lugar que había decidido bajarse del estúpido auto.
-Me dejo aquí porque yo se lo pedí- respondió brusca, deseando estar ya en su cama para meterse dentro y olvidar todo por unas horas y comenzó a caminar, pero las punzadas de las zapatillas la hicieron ir más lento, mientras una mueca curvaba sus facciones.
- ¿Le pediste que te dejara en el frio con ese vestido? - volvió a preguntar cada vez más molesto. Por primera vez Seiya no se reía al verla de mal humor porque él estaba entrando en uno peor.
Serena se detuvo confusa y se miró a sí misma. De pronto sintió el frio glaciar en su cuerpo, recorriéndola desde los dedos de los pies hasta la cabeza. Se le había olvidado ponerse el abrigo antes de bajarse del auto y hasta ahora notaba lo helada que estaba el ambiente y ella misma.
-Olvide mi abrigo, déjalo así- espeto dando otro tortuoso paso, abrazándose a si misma y de pronto la chaqueta de Seiya estaba a su alrededor parando el frio y rodeándola con su aroma tibio.
-Me odiaría toda la vida si te dejara caminar un metro así vestida con este clima- le dijo de forma seria y Serena bufo mientras tomaba las solapas del abrigo cubriéndose como si fuera una manta.
- ¿Porque soy una idiota que arruina todo y debo ser cuidada? - espeto furiosa con Darien, con ella, con el mundo… con el destino.
- ¿Qué sucede contigo? - inquiero Seiya mirándola anonadado con su repentino enojo y luego miro sus pies - ¿Y por qué cojeas?
- ¡Que te importa! - respondió sin dejar de caminar
Estaba tan confusa, mareada, con nausea comenzando a cerrar su garganta. ¿Y si Darien decidía no volver a hablarle? El había sido sincero al decirle lo feliz que estaba por el regreso de Seiya, la había llamado durante la noche buena para desearle una buena noche, sin realmente mencionar ni por un segundo que ni siquiera había intentado incluirlo, y hoy, cuando solo debía hacerlo feliz, iba y le restregaba el regalo de Seiya en el rostro que al parecer costaba casi tanto como su automóvil. Por supuesto, ella no podía opinar sobre lo que Seiya decidía regalarle, pero podría haber tenido mejor criterio y no haber usado un regalo que sabía que generaría preguntas.
Pero en su defensa no sabía que Seiya no había tenido un mejor sentido común y no regalarle semejante cosa.
Lo miro con rencor justo cuando daba otro paso y su tobillo se tambaleo por el dolor, y el miedo, que comenzaba a recorrer su sistema nervioso.
- Por supuesto que me importa- respondió agachándose y de pronto estaba siendo alzada como una novia- y puedo ver tus pies- agrego apuntándolos con la barbilla. Al alzarla la abertura de su vestido se había abierto, rebelando toda la extensión de sus piernas, incluida las hermosas, pero nada cómodas zapatillas- Lindo vestido, por cierto- menciono a la ligera curvando sus labios y ella se cruzó de brazos debajo de la chaqueta.
-Es de Mina, le diré que lo aprecias- gruño con los dietes apretados, viendo atrás de su visión los faroles de Darien yendo lejos mientras ella era alzada entre los brazos de otro. ¿Es que no pararía de arruinarlo jamás?
-Recuérdame agradecerle por eso entonces- bromeo en silencio, pero ella sentía un nudo en su estómago impidiéndole hilar la conversación.
Ella podia hacer esto… podía hacer que esto funcionara como se lo había dicho a Ami. Solo Necesito un poco de tiempo. Solo necesita esforzarse más…
Un nudo de angustia cerro su garganta y apretó más el abrigo a su alrededor sintiendo el frio cada vez más cerca de sus huesos.
- ¿La pasaste bien esta noche? - pregunto intentando hacerla prestar atención y ella apretó los labios con frustración.
- Si, estuvo fantástico-respondió con los dientes apretados y más sarcasmo de lo que pretendía, y Seiya paro de caminar.
-Tal vez no bailaste lo suficiente- Una sonrisa que abarco todo su rostro apareció y dejo car sus piernas con delicadeza, pero sin bajarla, haciendo que sus doloridos pies no tocaran el piso. Apretó más firme su agarre en su cintura haciéndola sonrojar a pesar de intenso frio y comenzó a girar en medio de la calle tarareando una canción que ella no conocía.
- ¿Te has vuelto loco? - siseo mirado alrededor avergonzada, pero la calle estaba vacía excepto por ellos dos, y Seiya dio un giro completo haciéndola soltar una pequeña risa.
-Te ves muy triste para venir de una fiesta. Solo pensé en ayudar un poco- volvió a girar y moverse con gracia y ella volvió a sentir ese molesto nudo cada vez más grande subir por su garganta haciéndola bajar sus ojos.
- ¿Pasó algo? - murmuro luego de una nueva estrofa de su silbido, pero ella negó molesta sintiendo de pronto las horquillas en su cabello como agujas de tortura. Saco las manos de debajo de su refugio, segura de que Seiya la sostendría, y saco algunas soltando su cabello, hasta que solo quedaba una alta coleta en su cabeza, haciendo que su cabello cayera por los brazos de Seiya.
-No es nada que te incumba Seiya- suspiro tomando mechones buscando más horquillas y Seiya la alejo de él para mirarla con el rostro serio.
- Eras importante para mí, mi mejor amiga. Por supuesto que me incumbe- la miro con verdadero cariño y ella sintió que las emociones que había encerrado en alguna parte, junto con sus lágrimas, comenzó a dar de cuchilladas en su interior.
El motín en su interior la hizo apretar los dientes y moverse entre los brazos de Seiya,
-Bájame- ordeno repirando agitada y el la miro como si estuviera loca
-Apenas puedes caminar no puedo…
-Bájame- Repitió más fuerte, luchado en sus brazos y el obedeció dejándola en el suelo con delicadeza.
El dolor punzante de su pie la mato así que solo se agacho y se quilo los malditos zapatos. El asfalto estaba congelado por lo que inmediatamente sintió como sus pies ardían con el hielo, pero estaba más allá de eso. Todo lo que había guardado en ese cajón en los más hondo de su alma parecía golpearse por las paredes de su interior destruyendo todo a su paso.
- ¿Qué demonios pasa contigo? - exclamo Seiya tomándola de sus brazos- ¿Te has vuelto loca? Perderás un dedo. Ven aquí- intento sujetarla para subirla de nuevo, pero ella sacudió sus brazos sintiendo los ojos llorosos dejando caer también su chaqueta al suelo. El frio acuchillo su cuerpo haciéndole doler las costillas al encogerse intentando retener algo del preciado calor, pero eso dolía mucho menos que lo que parecía apretarla por dentro.
- ¿Que te importa? Te fuiste por cuatro meses. Hubiera perdido diez dedos en ese tiempo- escupió entre dientes, sintiendo el corazón apretado como si lo estrujaran y Seiya se sacudió hacia atrás como si le hubiera disparado.
-Sabes que tenía que irme- susurro ahogado y luego frunció el ceño- Sabes porque tenía que irme- espeto a su vez y volvió a mirar hacia abajo- Por favor ponte algo en lo pies- rogo moviendo sus manos sin saber qué hacer y ella le lanzo las zapatillas, que volaron por su lado, rebotando en el asfalto.
-Oh por supuesto que lo sé- siseo ella comenzando a jadear- Te tenías que ir ¡Pero jamás me dijiste que te irías por siempre! - grito furiosa y una solitaria lagrimas salió de su ojo y ella se la saco con furia mientras daba unos pasos más cerca de su casa, lacerando sus pies.
-No sería por siempre, sabes que volvería…
- ¿De verdad? - inquirió con tanto sarcasmo y malicia que le ardió la lengua, girándose para encararlo- ¿Acaso no volviste porque supiste que estaba con Darien?
Seiya se estremeció y su rostro se volvió blanco
-Eso no es verdad…
-Sí, si los es. No fue hasta que Taiki supo de mi noviazgo con Darien que decidiste volver. ¡Y no te atrevas a mentirme! - gruño al ver como él abría la boca y cerrándola de golpe sin decir nada.
-Solo estaba esperando que tomaras tu camino- dijo por fin y sus ojos volvieron a sus pies que ya comenzaban ponerse azules.
- ¿Mi camino? - pregunto furiosa- ¿Mi camino? Pues mi camino no hubiera tenido que aparecer si tú no te hubieras ido- dijo con los dientes apretados y una vocecita le advirtió que estaba hablando de más, pero era tan pequeña en comparación con el estruendo de su furia que apenas y la percibió.
- ¿De que estas hablando? - inquiero Seiya confuso y ella sorbió su nariz mientras sus ojos seguían demasiado vacíos para lo que estaba sintiendo.
- ¡No deseaba tomar ese camino! - grito moviendo sus manos -No deseo ningún camino- dijo más suave pasándose la mano por el rostro colérica- No deseaba tomar ningún camino, pero ahora me estoy esforzando- de pronto las lagrimas por fin estallaron en sus ojos llenándolos, desbordándose por los límites , y Seiya dio un grito ahogado al ver como corrían por sus mejillas.
- ¿Por qué ...?
-Había decidido no tomar ningún camino- siguió interrumpiéndolo, dejando salir cada pequeño trozo de ese gigante bloque que la asfixiaba- Yo no sería manipulada por recuerdos de otra persona, pero tú te fuiste… y no volvías- se cubrió el rostro, llorando por todos los meses que no lo había hecho, y sintio los brazos de Seiya tomarla y levantarla los centímetros necesarios para que el frio dejara de dañar sus pies, pero ella se revolvió como un animal herido.
-Dime que estas hablado- gruño luchando con sus forcejeos y ella le golpeo el pecho.
- ¡Lo estoy intentando! - repitió mientras sus puños iban y volvían del pecho de Seiya que no movió ni un musculo para evitarlo-Me esfuerzo cada día, me he esforzado cada día-lloro más fuerte, mojando su rostro, la barbilla y su cuello con los ríos de lagrimas que parecían no detenerse.
-Bombón por favor dime que hablas- rogo casi llorando con ella, desesperado por no poder ayudarla y ella aferro su ropa en sus puños.
-Me he esforzado, te juro que lo hago, pero estoy muy cansada Seiya. Muy cansada… y ahora debo esforzarme más- dejo caer su rostro en su hombro y el sostuvo todo su peso en un brazo mientras que el otro se movía para tomar su rostro y verla a los ojos.
- ¿De que estas cansada? Dime y lo arreglare, yo arreglare cualquier cosa por ti- murmuro desesperado, pasando las manos por sus mejillas, sacando el cabello que se había quedado pegado con la humedad y ella lloro más fuerte.
-No puedo estar con Darien- confeso en un susurro, sintiendo el dolor de la traición como si fuera el mismo Darien, pero ya no soportaba mentir más. Todo el castillo que había montado con tanto cuidado comenzó a caer a su alrededor y Seiya abrió los ojos como platos. Serena sintió como un temblor lo movía de arriba abajo mientras su rostro se contorsionaba con tantas emociones que parecían no poder alcanzar los músculos- Sus manos están mal- dijo cada vez más hundida en pena pero sin poder detenerse- su piel es incorrecta, su voz no me consuela, sus brazos no me abrigan…
- ¿Que? - balbuceo Seiya ferrando su abrazo y Serena miro el cielo mientras las lágrimas no dejaban de fluir.
-Lo intente. Pero no puedo- repitió mirándolo a los ojos con la agonía en sus entrañas
- ¿No lo amas? - pregunto trastornado y ella negó haciendo que las lágrimas volaran lejos
-No… ni siquiera he podido dejarlo que me bese, no he dado mi primer beso- dijo por fin sintiéndose una basura por traicionar a Darien así, pero ya no podía guardarse nada más adentro. Su pena estaba ocupando cada trozo de su cuerpo dejando poco espacio para nada más.
Seiya negó de pronto, respirando como si hubiera corrido una maratón y algo en su rostro se endureció mientras sus ojos ardieron como llamas azules.
-Porque ese beso es mío, es solo mío y de nadie más- le dijo acercándose con decisión y sus labios tomaron los suyos con firmeza.
Serena sintió como un rayo caí en su cabeza y todo su sistema nervioso colapso.
Sintió el calor entrar por sus labios y la blanda textura presionar los suyos e instintivamente abrió sus labios, compartiendo el beso con la misma pasión.
Gimió en silencio mientras era besada como jamás lo hubiera imaginado, sintiendo las estrellas fugaces recorrer su cuerpo a cada nueva presión y cada nuevo roce y sus manos tomaron su cabello acercándolo más. Abrió su boca sintiendo el calor de Seiya entrar y voló por el cielo elevándose más, más y cada vez más rápido hasta que sintio que ellos se convertían en las estrellas cruzando el cielo. Sintio su cuerpo explotar y volver a armarse y cuando volvió a ser un ser humano de nuevo entre sus brazos, descubrió que en realidad ya no era la misma.
Sintio como su cuerpo era transportado hasta que una muralla dura le presiono la espalda y Seiya volvió a tomar sus labios mientras sus manos recorrían su rostro, cuello, cintura, espalda y todo a su alcance hasta entretejerse en su cabello, haciéndola flotar con la calidez que abrazaba cada terminación nerviosa y que su corazón saltara intentando salir de su pecho. ¿Se había perdido de esto por tanto tiempo?
Esto era nuevo. Sabía que en el pasado…
De pronto todo cayó encima de ella como una ola de agua fría y filosa, y se soltó de golpe respirando agitada.
Seiya la miro a os ojos tan sorprendidos como un niño abriendo un regalo de navidad haciendo que su corazón se sintiera dos tallas más pequeño.
-Te a…
Le tapo la boca antes de que pudiera decir nada y sentio como una escarcha la recorría nuevamente, congelando todo su interior.
-No- dijo soltando el aire y Seiya la miro sin comprender- No, no, no. Le he arruinado. Lo arruine, lo arruine- balbuceo forcejeando y Seiya estaba tan perdido que la dejo ir, bajándola con cuidado y ella se aferró el vestido para no pisarlo
-No has arruinado nada amor- le dijo tomando su rostro- todo estará bien, ahora podemos…
-Nada. No podemos nada- dijo lívida tocándose los labios que seguían hormigueando de forma traicionera- Esto está mal. Arruina todo. - Miro alrededor buscando una salida, pero su mente solo corría en un bucle oscuro y cada vez mas estrecho.
-Sigues diciendo eso, pero no es verdad- exclamo Seiya buscando sus ojos entrado en desesperación.
-Si lo es- lloro sin lágrimas- Darien es mi destino, no puedo dejarlo ir- dijo perdida en la confusión y pena- Lo he arruinado. Ella dijo que solo debía seguir mi destino y todo iría bien, que así tú te quedarías- balbuceo tomándose su cabeza con horror- y ahora lo he arruinado.
- ¿Ella? ¿Ella quién? - pregunto comenzando a enfurecerse mientras la tomaba de los brazos para que lo mirara y ella lo hizo, pero sin ver nada más que su horrible error.
-Ella dijo que si tomaba mi destino te quedarías- repitió sorbiendo por la nariz- No le creí. Me negué a creerlo, hasta no volvías. Pasaron los días y días y tú no volvías. Entonces le creí. Porque cuando le dije que si a mi destino, cuando le dije que si a Darién, tu volviste. Ella tenía razón
Seiya negaba sin parar, confundido y conmocionado, uniendo los cabos sueltos de todo su discurso incoherente sin dejar de mirarla a sus ojos poniéndose más y más pálido.
- ¿Aceptaste a Darien para que yo volviera? - pregunto perdiendo el color en sus mejillas y Serena asintió triste, pasando los dedos por sus labios, que parecían cada vez más pálidos, deseando tanto…
-Te espere, pero no había respuesta- murmuro tragando los sollozos que se agolpaban en su garganta- Luego pensé que esa niña tenía razón y me arriesgué. Forme mi plan y me aferre al él. No paso mucho para que funcionara. ¿Por qué eso estabas esperando verdad? Me lo dijiste. Que aprovechara tu ausencia para buscar mi destino. Pero no tenía que hacerlo sabía cuál era mi destino.
- ¿Por qué no me lo dijiste, cuando te dije que me iría? - inquiero agónico, remeciéndola y Serena frunció el ceño con tristeza.
- ¿Hubiera servido de algo? - pregunto y Seiya guardo silencio- No quería mi destino, pero tampoco puedo estar contigo- murmuro negando- pensé que lo mejor era quedarme sola. Te tendria como mi amigo, a mi lado y a Darien también. Pero no volviste y me obligaste a tomar un camino- sus ojos buscaron los de él con frustración- Te quiero en vida Seiya. Te quiero a mi lado. Solo que no como tu desees. Solo puedo amarte como mi amigo.
-¿Por qué? - exclamo abrazándola de forma corta para luego mirarla con ojos perdidos y llorosos-Todo este tiempo he pensado que no me deseabas, que no había nada ahí para mí. Pero el otro día en mi cama, ahora en este instante… tú me amas, lo sé. Puedo sentirlo.
Serena enfrió su rostro alejándose y Seiya dejó caer sus manos de su cuerpo como si estuvieran muertas.
-No te amo… no amo a Darien pero tampoco a ti.
- ¿Porque dices eso? - susurro con angustia y desconcierto- Acabo de besarte. Se lo que sentí.
Serena se alejó más negando. El no entendía, y aunque tal vez lo hiciera, ella no podía decirle. Era su secreto y había prometido morir con el si era necesario.
-Eso ya no importa… ahora tengo que arregla esto- Se movió cada vez más hasta que el calor de Seiya el dejo por completo y corrió descalza hacia su casa.
- ¡Bombón! -Seiya corrió detrás de ella tomándole del brazo deteniendola- - ¿Volverás con él? ¿Por qué?
Ella forcejeo sintiendo el dolor lacerando su pecho y lo miro a los ojos mientras que las lágrimas volvían a saltar fuera de su escondite.
-Porque con él no me importa que sea mentira- le respondió llorando y se soltó de nuevo y corrió los metros que el faltaba cerrando su puerta de golpe y escucho como las pisadas de Seiya se detenían frente a ella.
Se dejó caer en el piso abrazando sus piernas mientras el golpeaba la madera
- ¡Bombon! - la llamo desde afuera y ella se cubrió el rostro llorando en la soledad y oscuridad de su casa.
Saludos, espero me dejen su mensajito para saber que les parecio el capitulo. Me costo lo suyo terminarlo y quisiera su opinion, ¿QUE TAL EL BESO? Casi me desmayo cuando paso. Ellos hacen lo que quieren y yo solo soy su intermediaria. Tambien me sorprendo al escribir. jjajajaj
