Disclaimer: Shingeki no Kyojin pertenece a Hajime Isayama.
Advertencia: SPOILERS del manga
Expectativas
Marley, 878
El ambiente era divertido, tal y como se esperaba de una de las mejores tabernas de la ciudad, las risas llenaban el salón, los meseros iban de aquí para allá llevando tarros de cerveza, las bebidas eran de buena calidad y hasta el acompañamiento musical resultaba ameno. En principio se negó a entrar porque pensó que para sus dos acompañantes eso sería demasiado, pero resultó que ellos encajaron mejor con el ambiente que él mismo. Para los jóvenes como ellos, la entrada a una taberna sería mal vista por los adultos pero festejada entre sus contemporáneos, la única diferencia es que ellos no entraron por puro alarde, sino porque necesitaban encontrar a alguien.
–Canta muy bien –logró escuchar a los hombres de la mesa contigua, hablaban sobre la chica que cantaba en el pequeño escenario
El joven castaño y de ojos azules observó a la cantante, le sorprendía lo bien que interpretaba la melodía, de hecho no comprendía como es que teniendo semejante talento se hubiese unido al ejercito. "Ganaría más en la opera y no tendría que arriesgarse" pensó al castaño mientras seguía con la mirada puesta en la joven morena y voz de ruiseñor.
–Además es hermosa –mencionó otro hombre con obvia lascivia
A Paul cayeron mal estas palabras y no pudo evitar mirar molesto al hombre que había pronunciado aquello, éste se percató de su amenaza y le confrontó –¿También te gusta esa muñeca? Podemos compartirla –el sujeto sonrío perverso
El joven negó con la cabeza y se alejó de ahí para ir a sentarse a la barra, desde ahí seguía viendo como el hombre hormonal seguía babeando por su compañera. Si bien estaba molesto con el acoso hacia una mujer, no estaba celoso, ¿porque tendría que estarlo?. Se llevó el tarro a los labios mientras su cabeza lo llevaba a recordar ciertas cosas indebidas.
~ –Dos hombres no pueden amarse –sentenció duramente aquella voz femenina –así como tampoco pueden hacerlo dos mujeres
–¡Si señor! –contestaron los niños, más uno entre ellos aún no entendía que era "amar"
–¡Ustedes son el futuro, no se dejen llevar por esas corrientes demoníacas! –seguía pronunciando la mujer que recorría el patio donde estaban formados ordenadamente los niños ~
Niehaus creció con aquella educación, donde lo único permitido era lo natural: la unión del hombre y la mujer. Sin embargo, el castaño se cuestionaba si eso era lo correcto, ¿porque él parecía desviarse?. Observó nuevamente a su compañera, pero nada ocurrió, Gretel tenía una cara linda que se veía favorecida aún más con el maquillaje y gracias a ese vestido corto podía lucir sus piernas largas, además de la forma en que se movía al cantar podría seducir a cualquier hombre, excepto a él. Durante la etapa de cambios de la adolescencia, pudo notar como las chicas simplemente no llamaban su atención a comparación de sus compañeros que evaluaban la belleza o carácter de las chicas, él en cambio siempre defendió a las féminas de comentarios malintencionados u otras cosas.
~ –¿Quien crees que es la más bonita de la tropa? –cuestionó uno de los nuevos novatos de la tropa 123
–Pienso que Irina –comentó otro chico en voz baja y buscando que no hubiese alguien más escuchándolos –pero su hermano le sigue como su sombra
–Yo pienso que Shirley es más bonita –comentó otro del grupo de cinco –tiene mejor "desarrollo" –hizo un ademán curvo con sus manos, a lo cual los otros rieron
–Si a eso vamos, Kesia tiene buen frente –dijo otro adolescente
–Charlotte no se queda atrás –mencionó divertido otro novato –Gretel tampoco esta mal
–Anya es la mejor –intervino Anton quien había escuchado la conversación no tan decente de sus compañeros –y si les contará en que otras cosas es mejor –el tipo se sentó junto a ellos confianzudo
–¿Acaso tú ya... –preguntó el chico que había iniciado la conversación
Anton asintió socarrón, lo cual motivó a los otros a preguntarle sus dudas sobre las féminas, pero el bravucón solo pudo decir unas cuatro frases hasta que un zape le golpeó.
–Deja de decir esas vulgaridades –sentenció Paul
–Oh vamos Paul –expresó Anton sin vergüenza –somos hombres, a veces necesitamos "desestresarnos"
–Pero no de esa manera, faltarle el respeto a nuestras compañeras no es de caballeros –sentenció con rudeza Niehaus
–Por favor –Anton hizo una mueca de fastidio y se defendió –ellas buscan ese tipo de situaciones
Esta vez Paul tomó del cuello al bravucón, amenazándolo –A mí no parece que Anya busque algo contigo, pero si no quieres escucharme, supongo que te gustará a escuchar al príncipe, a Murakumo o al mismísimo Subcomandante Arlert
Anton se zafó y se alejó de ahí sin decir nada, luego Paul se volvió con sus demás compañeros que estaban estupefactos –Y ustedes, más les vale hacer algo de provecho si no quieren ser amonestados –expresó Niehaus a sus sumisos compañeros quienes corrieron a sus habitaciones ~
Así Paul se había ganado tanto el respeto de sus compañeras como de los varones que no seguían ese tipo de "diversiones", era considerado como un soldado y líder perfecto, más, había algo que no se atrevía a demostrar y que últimamente le pesaba cada vez más. Dirigió su mirada azul a la mesa de billar donde un grupo entre jóvenes y adultos disputaba una partida enfrascados en el frenesí y la concentración, uno de ellos, el más joven, se estiró sobre la mesa para poder empujar una bola complicada y ahí fue donde Paul comenzó a acalorarse. Logró ver los músculos de los brazos más desarrollados, la espalda ancha, los rulos castaños pegándose en la cara por el sudor y la sonrisa confiada del chico; luego regresó su mirada a su bebida sintiéndose avergonzado y sucio, pero a la vez quería mirar más, aunque eso se contrariará a lo enseñado por su tutora, se quedo pensativo por varios minutos.
–¡Oye Paul, es hora de irnos! –escuchó una voz a sus espaldas, se trataba del mismo joven que jugaba al pull –Gretel ya esta afuera
Niehaus asintió y siguió a su compañero, a quien escaneaba discretamente de arriba a abajo para después volver a abofetearse mentalmente.
–Chicos –llamó la morena quien ya se había cambiado de ropas –¿encontraron algo?
–Nada –dijo Bastian y mostró una bolsita llena de monedas –pero si gané algo de dinero
Gretel soltó un bufido y preguntó lo mismo a Paul, quien distraído solo negó con la cabeza. –¿y ahora que hacemos?
–Esperar indicaciones –respondió el Cabeza de resortes –y rogar porque el príncipito no se haya metido en problemas
–De acuerdo –apoyó la morena y comenzó a caminar junto al chico castaño, fue hasta ese momento que Paul se sintió regresar a la realidad pues escuchó un ruido cercano, volteó hacia atrás pero solo vio a un gato hurgando en la basura –¿Paul? ¿Estas bien?
–S-sí –respondió el de ojos azules
–Creo que bebiste demasiado –externo Bastian con mofa, sin imaginar que alguien más en las sombras había escuchado parte de su conversación.
...
La Escuela de Instrucción Marleyana despedía a su nueva generación de jóvenes comprometidos con Marley, entre ellos a la mejor alumna de la generación que caminaba con altivez por los corredores de la institución en compañía de otra chica.
–Deedee ¡espera! –gritó la joven rubia de anteojos
La otra chica no ralentizó el paso sino que siguió caminando hasta quedar a unos metros de la entrada, la rubia quien trataba de alcanzarla chocó con ella y se fue hacia atrás cayendo sobre su trasero.
–Kelly –pronunció la chica llamada Deedee –hoy es el día
La rubia seguía sentada en el piso pero mostró interés en las palabras de la otra. –¿Estas triste? –cuestionó Kelly preocupada
–¿Triste? –Deedee era una chica alta de cabellos negros repartidos en dos coletas bajas y poseía unos grandes ojos celestes –¿Porque debería? ¡Si soy la mejor de la generación! –exclamó con orgullo –la escuela es quien debería sentirse triste por mi ausencia
–Ya veo –Kelly por fin se levantó sacudiendo su uniforme –¿Ya te dijeron a que departamento vas a ir?
–Aún no, pero supongo que cualquiera será fácil para mí
–Pero y si te envían a Iprafe o algún lugar lejano o violento –siguió hablando la rubia
–Me las arreglaré, soy la mejor –sonrío la muchacha morena
Kelly suspiró resignada, a pesar del carácter caprichoso de Deedee, ésta era la única que podía llamar como "amiga" y por tanto se preocupaba por ella, aunque la de cabellos negros nunca le agradeció el gesto.
–Hmp... –sonó la voz masculina de otro adolescente –Hola, perdón por interrumpir –tanto a Deedee como a Kelly les tomó de sorpresa –s-solo quería darte esto...
El chico que se había acercado a las amigas, extendió una caja elegantemente envuelta junto a una rosa a la mejor alumna generacional, Kelly chilló de emoción mientras la otra chica solo se quedó muda, el joven al ver el silencio de Deedee le habló –¿N-no te agradan los chocolates?
La sobrina del Coronel Eldricht tomó la caja sorprendiendo al chico, más la cara de éste paso de ser roja a palidecer por lo que le siguió, pues Deedee lanzó la caja con fuerza mostrando su descontento –Por supuesto que no me gustan los chocolates... –pronunció la joven con el gesto de desprecio dibujado en su rostro –si provienen de un sucio mestizo como tú
–¡Deedee! –reprochó la rubia a su compañera, pero ésta ni la tomó en cuenta
–Ahora esfumate –ordenó la morena haciéndole un gesto despectivo para que se marchara
El pobre joven huyó del lugar cargando su humillación, Kelly comprensiva salió en su defensa –¿Porque lo hiciste? ¡Solo quería darte un obsequio!
–Por favor, eso ni siquiera puede llamarse obsequio y no aceptaré algo que no venga de un chico cien por ciento marleyano
–Pudiste ser menos dura –mencionó la rubia
–Y darle esperanzas a ese pobre diablo –desdeñó Eldricht más luego mostró una cara soñadora y suavizó su voz –yo solo puedo tomar cumplidos de algún guapo, gallardo y valiente oficial que sea fiel a Marley, tanto en sus genes como en su actitud –suspiró teatralmente imaginándose a su chico ideal
–¿Como el Mayor Rooney? –cuestionó Kelly sabiendo que su amiga babeaba por el rubio soldado
–¡Ejem! –Eldricht se sonrojó pero evadió responder –es un buen ejemplo. Además dudo que alguien logré resistir a mis encantos –coqueta se pasó los dedos por sus oscuros cabellos
–C-claro –dijo Kelly aunque en realidad pensó "Más bien porque eres la sobrina del Coronel"
–Por supuesto –la morena llevó una de sus manos cerca de su boca y comenzó a reír con presunción –Ohohoho
–Ve con cuidado Deedee –se despidió la rubia con cierta nostalgia
–Lo haré –exclamó con seguridad –Tú también... –la morena no sabía que decir, la chica rubia había sido la única en acercarse a ella –...cuidate y enorgullece a Marley
–Así será
Deedee Eldricht dio la media vuelta y salió de la escuela que la había moldeado por varios años. Sacó por fin el sobre que le informaba a que departamento del ejercito había sido asignada, pero no quiso saberlo hasta tener los pies fuera de la escuela. Leyó con atención y esbozó una sonrisa maliciosa.
–Esto se pondrá interesante –dijo entusiasmada –incluso si tengo que pelear contra titanes eldianos, demostraré que soy la mejor
Y así cargando su maleta se mezcló entre la gente para buscar su nuevo destino.
...
Una mujer llegaba al campamento que se levantaba en esa lejana región, en la ciudad había probado pedir algo de comida, pero solo se ganó miradas reprochables, insultos y una que otra propuesta indecorosa. La chica sabía que probablemente se debía a que era inmigrante, y es que con el hiyab en su cabeza era bastante obvio. Apenas vio a unos niños cerca, corrió hasta ellos y les pidió agua en su idioma, la niña más pequeña fue quien rápidamente le acercó un cuenco con agua que la mujer bebió veloz, en tanto otro niño puso en aviso a los adultos quienes la comenzaron a rodear con desconfianza, pero por fortuna un hombre intervino a favor de la chica, conduciéndola a una tienda alejada.
–Espero no te moleste estar aquí –le dijo el hombre que la ayudó, mostrándole una tienda pequeña y sucia –y disculpa a mi gente, le tienen desconfianza a los extraños
–Comprendo –mencionó la mujer todavía mostrando signos de fatiga –es solo que estaba muy sedienta
–Te traeré algo de comer, por cierto me llamó Halil –se presentó el hombre ahora en idioma de Marley –¿cual es tu nombre?
–Me llamo Rania –contestó la mujer en el mismo idioma
–¿Y que haces por estos rumbos Rania? –preguntó el hombre que portaba un fez en la cabeza
–Quería regresar a mi lugar de origen para ver como estaba mi familia –mencionó la chica –pero creo que ya no los podré volver a ver
–¿De donde vienes exactamente? Puedes hablar nuestro idioma pero nunca te hemos visto por aquí
–Yo nací en el Medio Oriente pero me llevaron a la fuerza a Rinean –inventó la castaña –ahí viví varios años, hasta que junte el dinero suficiente para regresar con mi familia
–Ya veo, y no los encontraste ¿cierto? –el hombre le miró con pena
–Creí que todo estaría mejor –respondió la chica – más ahora veo que todo empeoró
–A los inmigrantes como nosotros nos tratan como escoria, lamentablemente regresar a nuestro país de origen tampoco en una opción
Rania recordó que después de la Guerra de Paradis, los remanentes de la Alianza de Medio Oriente se habían separado en grupos insurgentes y otros más en mercenarios, por lo que las luchas seguían en territorio medio oriental y por tanto la sangre inocente seguía corriendo. Ella misma fue testigo de la cruel guerra, sus padres la enviaron a Paradis con todos sus ahorros para sacarla de ese infierno, en la isla se mantuvo con un grupo de refugiados que la alimentaban a cambio de trabajo, sin embargo, llegó la Rebelión de los Muros y con ello la muerte de todos sus compatriotas, ella estuvo al borde de la muerte por los severos golpes infligidos, más gracias al comandate Kirstein pudo recomponerse de ese severo episodio, hasta que fue adoptada por los Inocencio.
–Es algo triste –dijo con sinceridad la de ojos esmeralda
–Sí, aún recuerdo que mi hermano mayor robaba carteras con el fin de juntar el suficiente dinero para poder irnos a un lugar mejor –los ojos de Halil se tornaron cristalinos –pero no lo consiguió
–¿Porque? –preguntó con cautela la chica
–Porque un día lo atraparon robando y lo molieron a golpes como advertencia a los demás carteristas –el hombre limpió las lagrimas con su muñeca, Rania comprendió que no mentía pues esa forma de castigo era aplicada por los marleyanos, y por lo visto Halil también había perdido una mano
–¿Cual era el nombre de su hermano? –preguntó con curiosidad a mujer
–Ramzi
–Lamento su perdida –expresó la mujer
–Por fortuna ahora tengo una familia que proteger –el hombre miró hacia fuera enfocándose en un par de niños que jugaban –tal y como me enseñó mi hermano
Rania sonrió inconsciente y eso lo notó el hombre –¿Ya encontraste a tu nueva familia?
–Sí –respondió la castaña –tal vez deba volver con ellos
–Entiendo –contestó el hombre –pero no tienes dinero ¿cierto? –Rania negó con la cabeza –entonces puedes quedarte aquí hasta que juntes ese dinero
–¿En serio? ¿No será una molestia? –cuestionó la mujer avergonzada
–Eres bienvenida –dijo Halil quien salió de la tienda –por ahora descansa
–Gracias –respondió Rania, si bien le alegró conocer gente amable, tampoco podía sentirse bien pensando en que les estaba mintiendo para encontrar algo de información en Marley
La ojiverde se recostó en su improvisado lecho pensando en el significado de su familia, a sus padres biológicos los recordaba muy poco, pues fue a Paradis siendo muy pequeña, y de ahí a los únicos que pudo considerar como familia fueron a los Kirstein. Admiraba a su salvador, el Comandante Kirstein, pero también les tomó un cariño enorme a la señora Ryoko y a Murakumo, junto a ellos conoció la calidez de un hogar, uno que nunca logró sentir con los Inocencio. A pesar de que la señora Nora y la tierna Cheryl siempre fueron amables, no fue así con June y menos con el señor Inocencio.
Rania se sobresaltó al pensar en el patriarca Inocencio, intento calmar su ansiedad cerrando los ojos e imaginándose que seguía siendo una niña que ayudaba a Ryoko-san a tender la ropa mientras el pequeño Murakumo se escondía entre las sabanas para sorprenderlas y hacerlas reír, todo ante la mirada enternecida de su salvador.
...
Odiha, 878
La oscuridad caía en el puerto y por tanto la brisa nocturna refrescaba el callejón donde se encontraba escondidos desde hace ya un par de horas, sus compañeros lo habían dejado ahí hasta que le indicarán la "señal", mientras, se mantenía leyendo esperando con ansias poder salir y dar una vuelta por los sombríos castillos abandonados rodeados de bosques bajo la luz de la luna llena.
–Solo es un cargamento pequeño –escuchó con atención la voz de uno de sus compañeros
–Aún siendo pequeño debes pagar –se escuchó otra voz masculina irritada
–¿Que te parece si te pagó con algo de la mercancía? –el joven parecía negociar
–Ja, ¿de verdad piensas que me vas a pagar con eso? –se burlo el hombre malencarado
–Es buena mercancía –el otro hombre le contestó sin sentirse ofendido –deja que te muestre esta preciosura
Inmediatamente el joven castaño de perilla cuidada sacó de sus ropajes una piedra azulada que brillaba tenuemente, el hombre mayor arqueó una ceja incrédulo. –¿Que se supone que es eso?
–Esto mi estimado, es una piedra explosiva de hielo, esto se usa en Paradis como fuente de energía –explicó el joven –podrías cambiarlo por una buena suma de dinero
–¿Y como se usa? –comentó el hombre interesado
–Tienen que hacer combustión para liberar energía, pero olvida como funcionan, solo tienes que venderla –ofreció el joven castaño –Hizuru actualmente tiene la mayor posesión sobre ella por lo que es difícil comercializarlas fuera de Paradis
–¿Que tan pequeño es tu cargamento? –cuestionó el hombre moreno
–Es ese –el joven castaño señalo una caja de madera que no sobrepasaba su altura
–De acuerdo –el hombre le hizo una seña a sus trabajadores para que llevaran la caja a una bodega cercana
–No te preocupes, no tardaremos en irnos –mencionó el joven con una leve sonrisa
–Solo no me metan en problemas –pidió el dueño de la bodega
–No te preocupes
El dueño y sus trabajadores se alejaron de ahí, por lo que el chico escondido en el callejón por fin salió. –¡Vaya! Eso fue más fácil de lo que pensé
–Eso es porque cualquiera cae por un poco de dinero –el castaño se burló
–Sargento Anders ¿eso no va a levantar sospechas? –cuestionó el chico de ojos y cabellos negros
–En primer lugar llámame por mi nombre –regañó el castaño –y en segundo, todas las cosas en esa bodega son productos ilegales
–¿Todos? –Achim Frey se sorprendió al ver que las bodegas estaban repletas de cajas y contenedores
–Es un lugar de almacenamiento de mercancía ilegal, puede haber drogas, explosivos, armas y hasta animales ahí dentro –señaló Klaus Anders
–Que mierda y nosotros apoyando esta estafa –se quejó el sombrío Frey
–Era la única opción para pasar nuestro armamento –mencionó Klaus –además el hecho de que Kant haya muerto y Bay este en Paradis, me deja este trabajo a mí
–Cierto, y ¿ahora como vamos a movernos? –preguntó Achim –todos están dispersos
–Moveremos el armamento a un punto ciego y avisaremos a los demás por medio de un anunció cifrado en el periódico
–Bien pensado –admitió Achim en voz baja
–Ahora vamos a buscar ese lugar escondido –ordenó Klaus, sin embargo notó que el chico aún estaba pensativo –¿sucede algo?
–Es solo que... –Achim no sabía como expresarse ante su superior –no creía que el Cuerpo de Investigación se rebajará a hacer cosas como estas
–¿Rebajar dices? –Klaus frunció el ceño –creó que ya viste todo lo que tenemos que pasar, a estas alturas uno ya no ve si esto es correcto o incorrecto, solo veo si es práctico
–Pero...
–¿O acaso crees que si actuamos siempre bajo la moralidad lograremos algo? –cuestionó con dureza Anders
–Es solo que al principio ustedes parecían ser unos verdaderos héroes –dijo Frey recordando el emotivo discurso de Blanchett antes del examen de graduación
–Un héroe ¿eh? –mencionó el líder del escuadrón administrativo –eso depende de que lado lo mires, para Paradis somos sus héroes, para Marley ahora mismo somos los villanos
–¿Y para nosotros quienes son los villanos? –interrogó el chico de vestimenta oscura
–Eso es lo que estamos averiguando –sentenció el sargento –no lo olvides, a veces tendremos que ensuciarnos las manos con tal de salvar a otros
Achim Frey soltó un suspiro resignado –Entiendo
De pronto escucharon los pasos de una persona acercarse, estaban a punto de tomar posiciones de defensa, cuando la persona les dio la clave secreta de comunicación entre soldados de Investigación.
–He encontrado un buen lugar apartado –dijo el hombre que no era más que Irving Stark del escuadrón cartográfico
–Perfecto –alabó el soldado castaño –entonces ya tenemos terminada la primera parte del plan –Klaus miró con determinación a sus compañeros –Stark, Frey, de nosotros depende que apoyemos con lanzas relámpago a los demás si las cosas se tornan graves
Los otros soldados asintieron para después tomar rumbo hacia un poblado rural mientras la noche los protegía de sus cazadores.
.
..
...
***Notas***
*Sé que la obra original no se exploró mucho sobre otros temas, por lo que aquí si quise meter algo con respecto a:
1. La adolescencia y sus cambios.
2. La homosexualidad, nada de esas cosas raras que luego escriben en el yaoi/yuri.
3. El machismo. Comenzando con un ejemplo sencillo de lo que no debería hacerse.
*Para crear a Deedee hice como el profesor Utonio, mezclé: el nombre e hiperactividad de Dee Dee (la hermana de Dexter), la risita de antagonista malcriada (de los shojo de los 90´s), la primera apariencia de Videl (de Dragon Ball) y las creencias de Gretel (de la peli el Niño con la pijama de rayas ) y así nació la Gabi 2.0 turbo plus remasterizada.
*Homenaje para Gorrito-kun y su hemano :(
*Con eso de que ya todos imaginan su mundo ideal, Rania no quiso quedarse atrás XD.
*Me puse a pensar como rayos llegaron los de la Legión a Marley con todo y lanzas relámpago, pero meh es mucho rollo. Por lo que aquí simple y sencillo, sobornaron a los guardias costeros, fin.
*Por fin, el viernes sabremos como termina esta historia y si vamos a tener que ir a terapia. Al menos yo seguiré Team Eren hasta el final.
