Fawkes el Fénix

La noche anterior Severus y Lily la habían pasado, no sólo trabajando en el Félix Felicis y la Poción de Acónito, sino también en un suministro de Filtros Vigorizantes, ahora que la demanda después de Navidad estaba alcanzando un máximo histórico.

'Vamos a hacer un montón de dinero esta semana,' le dijo Lily alegremente a Severus cuando se encontraron en Cuidado de Criaturas Mágicas, su última clase del día.

A pesar de que la lección era afuera en la nieve, el viento estaba quieto y el sol iluminaba los terrenos con una luz dorada.

'Estamos cubriendo el último pájaro mágico hoy, ¿no?' le preguntó Lily a Severus.

'Debería serlo si recuerdo bien.'

'El Profesor Kettleburn dijo que iba a ser la mejor sorpresa hasta ahora,' dijo Lily emocionada. 'Probablemente incluso más que ver a los dodos.'

'¿No te refieres a los Diricawls?'

'Oh, son lo mismo,' dijo Lily molesta mientras le daba un codazo a Severus en las costillas. 'Aquí llega.'

El Profesor Kettleburn se acercó caminando al grupo y todos lo miraron maravillados. Sobre su hombro estaba posado un fénix orgulloso. Sus plumas doradas relucían aún más brillantes a la luz del sol.

'Es Fawkes,' le susurró Severus a Lily. 'El fénix de Dumbledore.'

Kettleburn hizo que Fawkes saltara sobre una percha que ya estaba colocada frente al grupo.

'Buenas tardes a todos. Me gustaría que todos conocierais a Fawkes el fénix.'

Fawkes hinchó el buche orgulloso del mismo modo que lo hacía Leo.

'Este fénix especialmente hermoso, pertenece al Director Dumbledore,' dijo Kettleburn cuando comenzó su discurso. 'Algo curioso sobre estas criaturas es que, a diferencia de otras aves, no son conocidos por matar. Sólo comen hierbas.'

Enseguida el grupo sacó sus cuadernos y comenzaron a garabatear notas. 'El ave está calificada con cuatro X por el ministerio. No porque sea un pájaro especialmente peligroso, sino porque son extremadamente difíciles de domesticar.'

Pettigrew levantó la mano. 'Entonces, ¿cómo se las arregló el Director Dumbledore para hacerlo, Profesor?'

'Buena pregunta, Pettigrew. Es también una pregunta que, desafortunadamente, no puedo responder.' Kettleburn acarició suavemente a Fawkes detrás de las alas. 'Fawkes ha estado con el Director Dumbledore durante mucho tiempo y siempre le ha sido leal. Por hacer una extraña comparación, como una especie de varita, el fénix escoge al brujo, sin comprender realmente por qué.'

Severus sintió el peso de su varita en el bolsillo. ¿Podría haber sido una pluma de Fawkes la que se utilizó en su varita? Seguramente más fénix dieron plumas antes.

'Otra cosa especialmente interesante sobre los fénix es que su canto es mágico,' dijo Kettleburn con entusiasmo. 'Puede incrementar el coraje de los puros de corazón y asustar los corazones de los impuros.'

Severus recordó el canto del fénix. Lo había oído una vez en la distancia, cuando asistió al funeral de Dumbledore mientras estaba oculto en el bosque prohibido. Había sido hermoso, triste y otorgador de poder.

'-Y las lágrimas de fénix tienen poderes sanadores.'

'¿Crees que las lágrimas de fénix pueden utilizarse en pociones?' le preguntó Lily a Severus.

Severus seguía mirando al ave con una nueva fascinación y no pudo evitar sentir que el pájaro también estaba mirándolo.

'No que se sepa,' respondió Severus. 'Pero dudo enormemente que un fénix esté dispuesto a compartir sus lágrimas con cualquiera.'

'¿Le gustaría dar un paso adelante, Señor Lupin?' preguntó Kettleburn. 'A Fawkes le encanta que lo acaricien.'

Un Lupin de aspecto exhausto asintió accediendo, y dio un paso adelante para acariciar al ave. 'Es aún más suave de lo que imaginaba,' dijo Lupin con una sonrisa. Severus estaba observando a Lupin y, aunque podría ser su imaginación, parecía que Lupin estaba sintiéndose mejor después de acariciar al ave, como si no fueran sólo el canto y las lágrimas del fénix los que eran mágicos.

'¿A alguien más le gustaría acariciarlo?' preguntó Kettleburn al grupo.

Enseguida, todo el grupo se turnó para acariciar a Fawkes, que parecía disfrutar toda la atención que estaba recibiendo.

Severus esperó hasta que todos tuvieron su oportunidad de acariciar a Fawkes y se preparaban para abandonar la clase antes de aproximarse a Fawkes con cautela. Tenía la varita fuera, fingiendo que estaba trasteando con ella mientras esperaba su turno, y se arrodilló para ver al ave al nivel de los ojos.

Levantó la varita con las dos manos, mostrándosela al ave como si estuviera presentándole un regalo. 'Es tuya, ¿no?' le susurró Severus a Fawkes, de modo que sólo el ave pudiera oír. Fawkes cerró los ojos y acarició a Severus en el rostro a la manera de un gato.

'Así que lo es, entonces,' dijo Severus, sonriendo mientras Fawkes estaba exigiendo que lo acariciara. Acariciar al ave le proporcionó un estado pacífico de mente. Ahora sabía que su observación de Lupin había sido acertada.

'¿De qué estabais hablando?' le preguntó Lily a Severus mientras lo esperaba para regresar al castillo.

'De nada en especial,' dijo Severus cuando le dijo adiós a Fawkes. 'Sólo de que es un fénix muy inteligente y misterioso.'

'Desearía tener tu talento con las criaturas,' dijo Lily mientras regresaban al castillo. '¿Qué vas a hacer esta tarde?'

'De cabeza al laboratorio a hacer los deberes,' dijo Severus. '¿Y tú?'

'Vender algunas pociones que hemos hecho y hacer los deberes con Alice y Mary en la biblioteca.'

'Necesitas que le eche un ojo a tu Félix Felicis?'

'No es necesario hacer nada en especial durante la próxima semana,' le aseguró Lily. 'Me preocuparía más por esa poción de Acónito que estás haciendo.'

Lily fue al Gran Comedor mientras Severus se dirigía a la mazmorra Slytherin. Una vez allí, encontró a Mulciber y Avery arrinconando a Rosier contra un muro.

Rosier tenía los brazos cruzados con fuerza sobre un libro que llevaba, como si tratara de protegerlo de los ceños fruncidos de los otros chicos.

'¿Qué está pasando aquí?' exigió Severus cuando llegó dando pisotones hasta ellos.

'No es asunto tuyo, Snape,' le espetó Mulciber en respuesta, y extendió el brazo para mantener a Severus fuera del alcance de Rosier.

Rosier, que estaba tan blanco como una sábana, estaba esforzándose por encontrar un modo de escabullirse de ellos.

'Es asunto mío cuando estáis haciendo daño a mis amigos,' dijo Severus furioso mientras trataba de empujar el brazo de Mulciber.

'¿Por qué querrías ser amigo de un marica que sigue escribiendo en su diario-' comenzó Avery, pero Severus lo golpeó directamente en la cara antes de que pudiera terminar la frase.

Eso le dio a Rosier el tiempo suficiente para escapar de sus garras y correr hacia el gran comedor.

'¿Qué pasa con vosotros?' espetó Severus mientras azotaba con su varita.

Avery se agarró la nariz, que había comenzado a sangrar mucho.

'¡Qué demonios, Snabe!' el grito de Avery se oyó amortiguado a través de sus manos.

Severus tuvo el tiempo justo de levantar un encantamiento protector de los hechizos que Mulciber estaba lanzándole. '¿Qué os ha hecho Rosier?' gritó.

'¿Crees que no lo sabemos, Snape?' le ladró Mulciber. '¿Crees que somos demasiado estúpidos para ver que Rosier está intentando evitar sus obligaciones con el Señor Tenebroso?'

Regulus Black acababa de salir de la sala común de Slytherin. 'Wow, ¿qué está pasando aquí?' dijo, aparentemente sobresaltado.

'Sólo que Rosier va por el mismo camino que tu asqueroso hermano Gryffindor,' dijo Mulciber con toda naturalidad.

Black no respondió, pero continuó mirando atónito la pelea que estaba ocurriendo ante él. 'Preferiría no verme implicado en esto,' dijo de repente, y se dio la vuelta para regresar a la sala común Slytherin.

Severus no podía estar completamente seguro, pero parecía que Regulus ya estaba mostrando dudas sobre su lealtad al Señor Tenebroso. Quizá era el momento de volver a tener una conversación con él y tratar de implicarlo en la Joven Orden.

'No habéis estado leyendo su diario, ¿verdad?' preguntó Severus peligrosamente mientras mantenía su varita sobre el corazón de Mulciber.

'No voy a decir que no lo hemos intentado,' dijo Mulciber, sabiendo que Severus tenía ventaja sobre él. 'Pero no pudimos encontrar nada escrito en él.'

Eso era extraño. ¿Mulciber podría estar mintiendo? Si su maestría en legeremancia era de alguna utilidad, era el momento de hacerlo.

Avery había dejado de agarrase la nariz sangrante y empujó a Severus fuera de su camino, echando a perder el momento en que Severus podría haber empleado legeremancia sin ser detectado.

En lugar de continuar la pelea, Severus se dio la vuelta y corrió veloz hacia el Gran Comedor con la esperanza de encontrar allí a Rosier.

En un rincón sombrío en el extremo más alejado de la mesa Slytherin, Severus encontró a Rosier sentado con los brazos cruzados y la cabeza gacha.

'Lamento haber huido,' murmuró Rosier cuando Severus se sentó a su lado. 'Supongo que no soy tan valiente como tú.'

'Resistir contra todo lo que tu familia defiende es algo muy valiente, Rosier,' dijo Severus en un intento de tranquilizarlo.

'También es algo muy tonto,' murmuró Rosier cuando levantó la vista. A juzgar por los ojos bordeados de rojo, Severus supo que había estado llorando.

'Sé que no soy exactamente el hombre al que acudir en busca de guía y consuelo,' dijo Severus, 'pero podría ser buena idea acudir al Profesor Slughorn y pedir ayuda.'

'¿Dónde está exactamente el Profesor Slughorn?' preguntó Rosier, y Severus supo que se refería a la guerra.

'Slughorn es un buen hombre. Un poco pánfilo quizá, pero también fiable.'

'Entonces eso es lo que haré.'

'¿Cómo han ido tus clases de oclumancia con Dumbledore?' preguntó Severus para cambiar de tema de conversación.

'Bastante bien, en realidad,' dijo Rosier, animándose un poco. 'He logrado bloquear a Dumbledore algunas veces hasta ahora. Sé que estoy lejos de ser un experto, pero al menos es algo.'

'Estaba preguntándome,' continuó Rosier, '¿sería buena idea enseñar oclumancia a todos en la Joven Orden, como una forma de auto-protección?'

El hecho de que la sugerencia de Rosier no se le hubiera ocurrido ni siquiera remotamente a Severus lo hizo sentirse un poco decepcionado consigo mismo.

'Ésa es una idea bastante brillante,' dijo Severus. '¿Crees que podrías enseñar al grupo?'

'Esperaba que lo hicieras tú,' admitió Rosier. 'Quiero decir, asumí que sabes emplear oclumancia también, ya que fuiste tú quien me sugirió que tomara lecciones en primer lugar.'

'No es que no pueda,' dijo Severus, 'pero aun así pienso que deberías hacerlo tú.'

'¿Y eso por qué?'

'Porque te faltan agallas y necesitas aprender a liderar a la gente,' declaró Severus. 'No eres idiota. De hecho, estás lejos de ser idiota como Mulciber y Avery lo son, pero creo que ésta es la única manera en que aprenderás a no dejar que la gente te pisotee.'

Rosier parecía un poco molesto por la declaración de Severus, pero también asintió en acuerdo. 'Tienes razón, Snape, necesito aprender a defenderme más.'

'Supongo que ya no quieres quedarte en el dormitorio Slytherin, ¿verdad?'

Rosier sacudió la cabeza. 'Preferiría tener mi propio sitio secreto, como tú.'

'¿Qué tal si cogemos tus cosas y te mudas a la Sala de Menesteres?'

'¿Lo harás conmigo?' preguntó Rosier esperanzado.

'Si me prometes que hablarás con el Profesor Slughorn de esto. Puede incluso tener un sitio mejor para que te quedes, ya que la Sala de Menesteres funciona más como solución temporal.'

Rosier metió la mano en el bolsillo como para asegurarse de que el diario seguía allí. 'Entonces hagámoslo ahora, ¿vale?'