Serpientes y Tejones

El viernes, después de Cuidado de Criaturas Mágicas y darles a conocer a los Crup (animales del tipo del terrier Jack Russel), todo el colegio se dirigió al campo de quidditch.

Oscuras nubes estaban cubriendo el cielo y se esperaba lluvia intensa en cuanto el partido estaba programado para comenzar.

'No estoy seguro de querer subir ahí, Lily,' dijo Severus mientras miraba a la multitud reunida en el campo de quidditch.

'¿Qué tal esto?' sugirió ella, 'nos aseguraremos de sentarnos cerca de la salida, y si se pone muy abarrotado para ti, podemos marcharnos juntos.'

'¿Estás segura?' preguntó Severus. 'Porque sé cuántas ganas tienes de ver a Frank ganar frente a Slytherin.'

Lily lo miró con una ceja alzada. 'Te das cuenta de que considero más importante tu bienestar que un partido de quidditch, ¿verdad?'

Severus no supo cómo responder a eso, así que la siguió escaleras arriba a una grada. Para su agradable sorpresa, la Profesora McGonagall también estaba sentada allí, mirando a los jugadores abajo con ojo agudo.

'Buenas tardes, Profesora,' dijo Severus cuando él y Lily se sentaron junto a ella. Él no pudo evitarlo y tuvo que preguntar, '¿a qué equipo está animando hoy?'

La Profesora McGonagall se asomó por encima de sus gafas cuadradas cuando lo miró. 'Técnicamente se supone que no tengo favoritos, Señor Snape,' dijo, tratando de sonar indiferente. 'Pero en un apunte más honesto, hoy estoy animando a Hufflepuff.'

'Entonces estoy seguro de que es para que Gryffindor pueda seguir como líder,' dijo Severus, intentando echar un poco de leña al fuego.

Las cejas de McGonagall se volvieron un ceño. 'Sí, en efecto, Señor Snape. Aunque temo que el equipo Slytherin está, una vez más, en una racha ganadora.'

'¿Le gustaría hacer una apuesta sobre qué equipo va a ganar?' le preguntó Severus con una amplia sonrisa.

McGonagall miró severamente a Severus, como si estuviera debatiendo internamente si hacer una apuesta con un estudiante era algo que pudiera hacer sin romper las normas del colegio. '¿Y qué tipo de apuesta sugiere, Señor Snape?'

Un leve, pero inconfundible centelleo, había aparecido en sus ojos, y Severus supo que se la había ganado.

'Recibirá una provisión muy pequeña de Félix Felicis al final del año escolar si Slytherin gana el partido,' dijo Severus con confianza. 'Pero si gana Hufflepuff, lo que creo que va a ocurrir, quiero que me enseñe a convertirme en Animago.'

Lily parecía horrorizada por la conversación que estaba teniendo lugar entre Severus y su profesora. 'Estaba esperando que se intercambiaran galeones,' dijo confusa.

'No sea boba, Señorita Evans,' dijo McGonagall, 'eso sería ilegal.'

Lily no pudo evitar reír entre dientes ante la forma de McGonagall de encontrar un agujero en las normas.

'Me sorprende que no apoye a su propio equipo, Señor Snape,' dijo McGonagall. 'Y cómo se supone que pondrá las manos en una poción tan rara es algo que preferiría no saber.'

'Entonces, ¿tenemos un trato?' preguntó Severus esperanzadamente.

'Tenemos un trato,' accedió McGonagall.

Lily le dio un codazo a Severus en las costillas y le susurró al oído. 'Aunque, ¿qué te hace pensar que ganará Hufflepuff?'

'Porque Rosier está en el equipo con Avery y Mulciber,' susurró Severus en respuesta. 'Y en este momento no pueden ni mirarse.'

Sonó el silbato y el juego comenzó. Frank estaba haciendo círculos sobre ellos en busca de la snitch, pero todo para lo que Severus tenía ojos era la interacción entre Rosier, Mulciber y Avery.

No era necesario ser un genio para ver que Mulciber y Avery estaban tratando deliberadamente de hacérselo pasar mal a Rosier. Si estaban dispuestos sabotear el partido, Severus sabía que los problemas entre ellos tenían que ser graves.

'¿Sabéis qué está pasando allá abajo?' gritó Frank desde arriba.

'No estoy seguro del todo,' gritó Severus en respuesta. Para empeorar las cosas, una nube había estallado y comenzó a llover a cántaros súbitamente.

Severus enseguida aplicó un encantamiento Impervius sobre él y Lily golpeando su túnica y la de ella, y vio que McGonagall tomaba nota y hacía lo mismo sobre su túnica y sus gafas. Al menos, de algún modo los mantendría secos de la lluvia.

'Sólo sigue buscando la snitch,' lo tranquilizó Severus. 'Creo que tienen algunas rencillas personales.'

McGonagall estaba ahora en pie y mirando por encima de la barandilla, tapándose la boca con la mano con aspecto horrorizado, mientras Mulciber y Avery estaban intentando enviar bludgers en dirección a Rosier.

Vanity llegó enseguida a ayudar a Rosier a alejar las bludgers y fue decretado un tiempo muerto.

'He estado preocupada por el Señor Rosier desde Navidad,' dijo McGonagall. '¿Sabe algo más sobre su situación, Señor Snape?'

'El Director Dumbledore sabe más, Profesora,' dijo Severus. 'Y creo que el Profesor Slughorn también.'

Avery y Mulciber fueron arrastrados a la línea de banda, y muy probablemente fueron suspendidos de jugar más a quidditch.

Frank, que ahora estaba indudablemente discutiendo con el árbitro, dejó caer su escoba al suelo.

'¿Qué está haciendo Frank?' preguntó Lily.

'La nobleza Hufflepuff,' dijo Severus con un suspiro. 'Probablemente está exigiendo repetir el partido, ya que jugar sin dos golpeadores en el equipo rival sería injusto.'

'Qué idiota,' dijo Lily con sequedad.

A través de la molestia de la rabieta de Frank, Severus había perdido de vista a Mulciber y Avery, que parecían haber desaparecido por completo. Enseguida localizó a Rosier en el terreno, asegurándose de que al menos estaba a salvo, y comenzó a pensar en todos los posibles lugares a donde los dos chicos podrían haber huido.

Desafortunadamente, Severus no tuvo la oportunidad de escabullirse pasando desapercibido, ya que toda la multitud se puso en pie y se encaminó de regreso al castillo. Frank se había salido con la suya.

'Si ves a Mulciber o a Avery, por favor, házmelo saber,' le dijo a Lily mientras caminaban velozmente de regreso al castillo. 'Simplemente se han desvanecido y no me fío un pelo.'

'Yo estaría más preocupada porque fueran tras de Rosier en lugar de por dónde están,' dijo Lily.

'Es porque lo saben,' dijo Rosier desde detrás de ellos. Rosier miró alrededor para asegurarse de que no estaban oyéndolo. 'Saben que no apoyo al Señor Tenebroso, y ahora mis padres también lo saben.'

'¿Hablaste con el Profesor Slughorn?' le preguntó Severus.

'Lo hice,' dijo Rosier. 'Incluso conseguí de él una habitación junto a su despacho. Y tenías razón, es un poco pánfilo, pero ahora sé que puedo confiar en él.'

'Rosier,' dijo Lily con cautela. '¿Por qué Avery y Mulciber sabotearían su propio partido de quidditch para ir tras de ti?'

'Ya no creo que les importe mucho el quidditch, para ser honesto,' dijo Rosier con una pizca de decepción. 'Ahora mismo creo que simplemente están intentando quebrarme.'

A través de la lluvia todavía era obvio que los ojos de Rosier se estaban poniendo rojos. 'Sólo desearía no tener que estar tan asustado todo el tiempo.'

Lily se detuvo de repente y atrajo a Rosier a un estrecho abrazo. 'Tienes amigos, Evan,' dijo. 'Mientras tengas eso, nunca estarás solo.'

'Gracias, Ev- Lily,' respondió él mientras le devolvía el abrazo. 'Sé que nunca estoy solo.'

'Os veré a ambos el domingo, ¿vale?' dijo Rosier cuando se separaron. 'Hay algo que creo que podría enseñar al grupo.'

Rosier huyó después de ver a una Vanity aparentemente furiosa entre la multitud.

'¿Qué tiene Rosier en reserva para nosotros?' le preguntó Lily a Severus cuando entraron en el vestíbulo central.

'Ya lo verás,' dijo Severus con una amplia sonrisa. '¿Todavía estás seca?'

Lily se tocó la túnica y asintió. 'Tu hechizo ha funcionado.'

Lily pasó el resto de la tarde con Alice y Mary. Severus, sin embargo, había estado buscando por todo el castillo a Avery y Mulciber, pero enseguida llegó a la comprensión de que los dos chicos no debían haber regresado al castillo tras el partido.

'Parece que ninguno de nosotros ganó la apuesta, Señor Snape,' dijo McGonagall cuando se aproximó a Severus en la mesa Gryffindor. 'Parece preocupado por algo.'

McGonagall estaba asomándose por encima de sus gafas cuadradas con actitud seria, y Severus supo que era mejor responderle con sinceridad.

'No puedo encontrar a Avery y Mulciber en ninguna parte,' dijo él. 'Creo que deben haber huido tras el partido y no han regresado al castillo.'

El rostro de McGonagall cayó. '¿Está insinuando que dos estudiantes se han perdido?'

'Eso me temo.'

Sin perder un segundo, McGonagall se puso en pie y llamó a los otros maestros para comenzar una partida de búsqueda.

La cena estaba a punto de comenzar y Severus vio a Lily entrar un momento después de que la Profesora McGonagall se hubo alejado.

'No hay astronomía esta noche,' dijo Lily alegremente. 'Pero eso no va a impedirnos subir a la torre, ¿verdad?'

'No le robé los pitillos a Vernon sólo para esconderlos en mi bolsillo, ¿verdad?' dijo Severus travieso.

'Bien,' respondió Lily. 'Porque ya traje un frasco para meter unas llamas dentro, de modo que podamos mantenernos calientes.'

Severus y Lily comieron su cena velozmente, haciendo que Mary y Alice los miraran incrédulas, y luego salieron corriendo hacia la torre de astronomía tan rápido como pudieron.

La lluvia estaba resonando a su alrededor, pero mientras se sentaran en el centro de la torre, se mantendrían secos.

Ambos se tumbaron sobre la espalda y miraron al techo de la torre, el fuego en el frasco crepitando suavemente.

Severus le dio a Lily un cigarrillo y los encendieron con un chasquido de los dedos.

'Estoy un poco preocupado por Rosier,' dijo Severus.

'Yo también,' admitió Lily. 'Ha estado actuando de modo bastante extraño últimamente.'

¿Qué quieres decir con extraño?'

'Es un poco difícil de explicar,' comenzó Lily. 'No es sólo que obviamente lo acosan, sino que está tan… soñador últimamente. Como si tuviera la cabeza en las nubes.'

'Quizá está enamorado,' dijo Severus encogiéndose de hombros. 'Probablemente de Vanity, ya que siempre están pegados.'

Lily miró a Severus con una ceja alzada. '¿Y qué sabrías tú de estar enamorado?' dijo bromeando. '¿Has estado enamorado alguna vez?'

'No que yo recuerde,' mintió él. '¿Y tú?'

'Besé a Remus una vez allá por tercer año,' declaró ella con toda naturalidad. 'Pensaba que me gustaba y yo a él, pero enseguida me di cuenta de que estábamos mucho mejor como amigos.'

Severus casi se ahogó con el humo que acababa de inhalar. '¿Tú… besaste una vez… a Lupin?' dijo con los ojos llorosos.

'Sólo una vez,' Lily se encogió de hombros. 'En realidad no fue para tanto.'

'Y nunca me lo contaste,' dijo Severus incrédulo. Su parte racional sabía que no tenía nada que temer cuando se trataba de Lupin, pero no pudo evitar sentirse celoso por el hecho de que él logró besar a Lily por primera vez, y un desliz accidental en la poción de Acónito pareció bastante tentador de repente.

'No te estás ahogando, ¿verdad?' le preguntó Lily preocupada.

'Estoy bien, estoy bien,' dijo Severus cuando recuperó el aliento. 'Sólo sorprendido, es todo.'

'Perdona por no contártelo,' dijo Lily para responder su pregunta. 'Odiabas tanto a los merodeadores por entonces, que sabía que sólo te dolería si lo hubiera hecho.'

'En eso tienes razón,' admitió Severus. 'Y todavía no puedo soportarlos, pero no puedo mantenerlo contra ti.'

Fumaron sus cigarrillos sin intercambiar una palabra. Severus miraba a Lily mientras ella miraba fijamente al techo, y por una vez, deseó haber estado en los zapatos de Lupin.