¡HOLA MIS BELLASSSSS!
Siento el retraso, pero tengo a los pekes de vacaciones de Pascua y estamos liados con visitas a los padrinos. Y como el Covid, sigue acompañándonos, hay que hacer las quedadas con cuidado y... Bueno, ya sabéis.
Isis Janet: Veo que vas poniéndote al día. Gracias por dejármelo saber.
Invitado "Celicoro24": Gracias... Me alegro que te guste. El fic "La protegida", comenzaré a actualizarlo en cuanto acabe este... Si pudiera, lo haría antes. Pero no desesperes ;-)
PaolaValencia: ¡Bien! Una que está "atenta" a mis advertencias... ya verás cuando leas...
Andre22-twi: Me encantó tu anotación sobre la forma de usar su don Edythe, y aunque te contesté por privado, lo hago ahora aquí: Hay dos motivos... 1- Si entraba a detallar eso, el capi parecería un testamento de largo... 2- Edythe es "humana" y Edward, Alice y Jasper, vampiros. Ella no tiene la misma fuerza que ellos, por lo que no puede manipularlos a su antojo. Tampoco luego será así de fácil... Pero Edythe puede usar su don con Bella, porque es también humana y sobre todo, porque está en sintonía con ella.
Cavendano13: Creo que estás equivocada con las intenciones de Edward... Lo digo por eso que dices de que te "sonrojas"... jajaja...
PanchiiM: Gracias por la aclaración. Edythe la ha dejado en su sitio... Rose estaba un poco sobradita, pero su sobrinita la ha dejado "muerta"... jajaja
alicecarolina11: ¡Go Emmet... Te ailoviamos very very! Quiero unirme a tu movimiento "Démosle Amor a Rosalie" ¿Dónde hay que apuntarse? Y te mandan una antorcha de regalo? ¡jajajaja! Fue, ¡BRUTAL! Lo que me reí cuando leí tu comentario... ¡jajajaja! ¿Cordialidad entre Edward y Bella? Ummmm... lee este capi y luego ya me dices...
Adriu: Mis Carlisle son siempre "super especiales" Siempre mantiene una conexión muy bonita con Bella.
Jade HSos: A Rose la han puesto en su sitio. Tanto Bella como, sobre todo, Edythe. Estaba un poquito sobradita. La entrada de Bella con los Cullen fue bien (eso lo tenía previsto, que fuese todo bien y tranquilo) y claro que influyó el que ella ahora tenga una parte de vampira. Edward y Bella se aman con locura, pero... hasta que bajen barreras, se perdonen y se tranquilicen... Tendrán que pasar primero varias "cositas".
Nancygov: Edythe se ha ganado a toda la familia... Incluso a Rose, aun habiendo teniendo ese encontronazo. Pero Edythe sabrá lidiar bastante bien ;-) Edward y Bella se aman muchísimo, pero hay mucho dolor, mucha rabia entre ellos...
·
Y ahora si... Os dejo con el capi. Desde aquí, vuelve a haber otro giro, que nos llevará al final de este fic.
Estar atentas a la conversación entre Edward y Bella... Entenderéis porque el fic vuelve a girar.
·
CAPÍTULO 48
Bella y Carlisle se fueron al despacho de este. Él esperó pacientemente, durante varios minutos hasta que Bella encontrara las palabras para comenzar.
- ¿Te abruma el saber que pueden escucharnos? - Le preguntó haciendo así a Bella, alzar al cabeza en su dirección. - Porque podemos ir a otro sitio más privado…
- No… - suspiró profundo - Me agobia el saber que están todos atentos a está conversación - Rodó los ojos - pero bueno… me parece absurdo mantenerlo en secreto. - Carlisle asintió complacido por la sabía reflexión de Bella.
- Vamos a ver…. empezaré yo, para ayudarte un poco, ¿te parece? - Ella asintió aliviada. - Dime lo que más te preocupa. Lo primero que te venga ahora a la cabeza.
- ¿Qué soy? - Soltó ella de golpe. Carlisle asintió con una mueca divertida.
- Eres una híbrida. Tienes una parte, por lo que puedo observar, pequeña, de vampira. Por eso has notado ciertas… mejoras en ti. Tu belleza es una - le alzó las cejas. - Saltan a la vista tus cambios físicos.
- Veo mejor, oigo mejor… Me canso menos. Tengo más fuerza. Puedo hacer más cosas… Tener varias ideas en la cabeza y no olvidar ninguna. - Detalló Bella de carrerilla ante un muy atento Carlisle, que frunció el ceño meditando.
- Bueno, puede que no sea una parte tan pequeña - Meditó en voz alta. - Son varias cosas, y tu misma te has dado cuenta de esas "mejoras". Aunque sigues teniendo más parte humana. - Bella frunció el ceño, interrogativa. - Lo se por tu olor. Sigues oliendo a… ti. Tu sangre no ha perdido su esencia. Si es verdad que huele distinta, pero eso confirma que mantienes una fuerte parte humana en ti.
Durante largo rato, estuvieron debatiendo esos cambios en Bella, y ella le explicó las dos veces que Edythe la mordió, dejando a Carlisle anonadado.
También hablaron sobre esa sensación de vacío al comer, y que comiendo menos cantidad, se llenaba más que antes.
Con todos los datos que Bella le estaba facilitando, Carlisle caviló para si mismo que parecía haberse equivocado en su diagnóstico inicial, diciéndole a Bella que tenía una parte pequeña de vampira. Por lo que ella le decía, esa parte, era mayor de lo que pensó en un principio.
- Es porque te falta algo… y ese algo, es sangre. - Bella se estremeció. - Ese es otro signo de que tu parte vampira es pequeña, porque los humanos no te huelen apetitosos y no necesitas claramente sangre para alimentarte.
- ¿Y Edythe?
- Ella ahora necesita solo un poco de sangre para estar saciada, pero en unos meses, su alimentación irá cambiando. Irá dejando la comida humana y querrá, necesitará, más sangre. - Carlisle miró a Bella con orgullo - Ha sido muy valiente y muy inteligente por tu parte, dejar a Edythe alimentarse de ti. - Bella abrió los ojos, completamente sorprendida. Carlisle soltó una pequeña carcajada. - He visto la marca en tu muñeca. - le alzó una ceja, moviendo sus ojos hacía la nombrada. Bella se pasó la mano por encima de la media luna, frotándola.
- Al principio, tuve miedo de dejarla morderme… Sabía que un vampiro debe morder a un humano para transformarlo, pero…
- No tenías todos los detalles.
- No… - Bella suspiró, con derrota, mientras rodaba los ojos. - No, porque no quise escucharte en su momento. - Carlisle asintió con un movimiento condescendiente de su cabeza.
- El veneno que tengo dentro… ¿Qué efectos a largo plazo hará? - Tras unos segundos, Bella saltó a otra pregunta de las que más la inquietaban.
- Si te refieres a si te iras convirtiendo poco a poco en vampira, no. Mientras un vampiro auténtico no te muerda, y su ponzoña no entre en tu sistema, no te convertirás. A no ser que Edythe, siendo algo más fuerte, volviese a morderte varias veces… - Carlisle se quedó unos segundos callado, pensando.
- ¿Carlisle? - Lo apremió ella, con cierto temor.
- La ponzoña que tienes en tu sistema… No puedo evaluar cuánta cantidad o su fuerza, pero está ahí. Hace una semana que Edythe te mordió y los cambios fueron inmediatos… - Bella lo miró agobiada, increpándolo de que fuera al grano. - Otra posibilidad, es que esa ponzoña se activara, y te hiciera cambiar. - Bella frunció el ceño, asustada. - He oído hablar de eso, en el tiempo en que viví con los Vulturis, pero nunca lo he visto. - Carlisle comprobó que Bella estaba asustándose y optó por no entrar en más detalles. - Y efectos a largo plazo… Ahora mismo eres inmune a muchas enfermedades, y otras, que pudieran ser mortales, podrías combatirlas sin llegar a morir. Tu vida será más longeva de lo normal y tu sistema tardará más en envejecer. - Le explicó a una muy atenta Bella.
Pero ambos sabían que ella no estaba siendo del todo sincera. Ella porque retenía ciertas dudas y él porque notaba las lagunas en sus preguntas.
Pero Carlisle no iba a presionarla. Tenían mucho tiempo y agradecía que ya el primer día, ella se hubiera abierto de esa forma con él.
- Se que tienes más dudas, pero no hace falta contestarla todas hoy - Carlisle le dedicó una sonrisa afectuosa, y Bella agradeció el gesto.
- Si… poco a poco. - murmuró. - Ahora… - pestañeó, buscando las palabras - Bueno… No se que haremos… - Carlisle frunció el ceño, no entendiendo a Bella - Edward y yo, no hemos hablado nada… - Suspiró, sonora y fuertemente.
- Nos encantaría que vivierais con nosotros. - Soltó sin rodeos. - Esto, le corresponde a Edward decírtelo, pero se que conmigo te es más fácil comunicarte. - Sonrió con ojos traviesos; Bella hizo un mohín con la boca. - Pero nadie quiere agobiarte. Entre todos, encontraremos una solución que nos convenga a todos.
Movió su vista, y se posó en un reloj que Carlisle tenía en su mesa. Eran las 8 de la tarde.
- ¡Dios mío! Es tardísimo… - Bella se levantó de un salto, extremadamente ágil, de la silla, el cual hizo a Carlisle pestañear sorprendido. - Edythe…
Tal cual la nombró, unos golpecitos en la puerta la hicieron girarse.
- Hola - Saludó Edward. - Como parecía que habíais dejado la clase, subí para darte informes. - Bella pestañeó, confusa. - Sobre Edythe. Ha cenado, Esme le ha preparado un plato de pasta y acaba de dormirse. - Bella abrió los ojos asombrada. - Creo que estaba agotada de tantas emociones.
- Hoy a dormido muy poco, y si… ha estado muy nerviosa por venir. - Edward asintió.
- Todos han estado contándole cosas, y ha sido mucha información - Rió. - Yo apenas he podido pasar dos minutos seguidos con ella - Inclinó los hombros. - Pero todos están tan enamorados de nuestra hija - Bella sintió un golpe violento en el pecho, al escuchar decir a Edward "nuestra hija". - que he tenido que compartirla. Aunque - respiró un segundo - creo que ella ha preferido no estar a solas conmigo. - Bella miró a Edward con cierta pena, pero en cuanto sus ojos se encontraron, ella desvió su mirada.
- Has de darle un poco de tiempo - Murmuró - Tenía muchas ganas de conocerte, pero…
- Lo se. - la cortó Edward. - Iré con cuidado. - Ambos asintieron, lanzándose unas sonrisas un poco forzadas.
- Bella… - la llamó Carlisle - De antemano te digo que no quiero que te sientas obligada a nada, y se respetará lo que decidas… - Bella lo miró condescendiente.
- Si, Carlisle… Nos quedaremos a pasar la noche. - Sentenció, para ahorrarle al patriarca la retahíla. - No quiero despertar a la niña, por mi necedad de irnos ahora. Además, ella estará encantada de despertar mañana aquí, rodeada de vosotros. - Confesó sincera y de forma agradable.
- Creo que es la decisión correcta, pero te digo… que se acataría lo que tu decidieras. - Repitió Carlisle ante el asentimiento de Edward.
- Lo único… es que no tengo ropa para ella… - Bella se percató de ese detalle… Pero tan rápido lo dijo, tan rápido se arrepintió, porque preveía lo que pasaría.
- Eso no es problema - Nada más oírle decir eso a Edward, tuvo que tragar hondo, a riesgo de atragantarse con su propia saliva. - Las chicas le han comprado ropa y un montón de cosas a Edythe.
El alivió fue tan fuerte, que el pecho de Bella se desinfló al soltar todo el aire de golpe.
- Tranquila… No te iba a decir de montarnos solos en coche, tan pronto. - Edward intentó hacer una broma, pero sus ojos lo delataban. Le había parecido tremendamente mal, el alivio tan obvio de Bella. - Esme te espera en la cocina. También ha preparado cena para ti.
Con las mismas, salió del despacho, dándole la espalda a Bella sin mediar más palabras.
·
Tenían una conversación, privada, pendiente; ambos lo sabían, y Edward era más que consciente de que tan solo hacía 30 horas que sus vidas se habían vuelto a unir. Era extremadamente pronto para esa conversación, pero el sentir tal alivio por parte de Bella, de no hacer un viaje de unos pocos minutos en coche, a solas con él, no pudo evitar sentirse ofendido.
Bella se giró hacía Carlisle con la cara contraída.
- Bueno… - suspiró exageradamente el patriarca - Roces como estos, vais a tener muchos… Muchísimos - Rodó los ojos. - Pero mientras sigáis siendo así de civilizados… - dejó la frase inconclusa, a sabiendas que no siempre sería así.
·
·
Tras cenar, haciendo tiempo… Alargando su estancia en la cocina todo lo que pudo, a Bella no le quedaron más excusas.
Esme escondía la gracia que le hacía observar como Bella meneaba la comida en el plato para tardar todo lo posible.
- Bella, te recuerdo que no dormimos. - Le recordó Emmet, asomando la cara por la puerta de la cocina.
- Ve, querida… Se que es difícil, pero cuanto antes vayas… Antes saciarás su curiosidad. - Esme se acercó a ella. - No te dejes amedrentar por nadie - Le alzó las cejas, acompañándolo de un asentimiento. - Yo iré contigo.
- Gracias, Esme… - Bella detuvo a Esme, antes de salir de la cocina - Gracias por seguir estando de mi parte. - La miró con intensidad. Sus ojos no podían ser más sinceros y… culpables.
- Siempre, Bella. Eres mi hija. Te he considerado una más, desde el principio. Y ahora, eres la madre de mi nieta. Tendrás mi apoyo incondicional. - La miró con gran ternura. - Ahora, vamos. - La animó.
Bella se movió con lentitud, como si cada pierna le pesara toneladas.
- ¡Oh, vamos! - Se quejó Emmet por esa extrema lentitud.
Sin más, la tomó de los brazos, y la cargó a su espalda, saliendo de la cocina como un rayo.
·
Al entrar en el salón, todos, estaban sentados repartidos en los varios sofás de la estancia. Emmet se detuvo y Bella bajó de su espalda con un salto ágil.
Todos se quedaron alucinados con eso, ya que Bella nunca había destacado por ser excesivamente grácil.
- ¡Guau! - La picó Emmet. - ¿Has estado haciendo gimnasia? - los hoyuelos de Emmet estaban marcados, acentuando la picardía encubierta.
- Si. ¿Se nota? - Le respondió ella risueña, mirándolo de lado.
Bella tomó asiento junto a Carlisle, el cual le hizo señas a su lado.
La zona de relax del salón, estaba formado por cuatro sofás, dispuestos en un semicírculo, dejando una abertura frente a la chimenea.
Bella y Carlisle estaban frente al resto.
Bella comenzó a morderse el labio, sin saber qué decir. En cuestión de unos segundos, el ambiente se cargó, volviendo la sala irrespirable.
- Cuéntanos sobre Edythe - Sugirió Esme, echándole una mano.
- Espera - la detuvo Edward, justo cuando Bella abría la boca. - Quiero que me cuentes como fue su parto. - Le exigió mirándola fijo a los ojos.
- ¿En serio quieres escucharlo? - Edward frunció la cejas, un segundo; pero volvió a asentir. - Doloroso… inhumanamente doloroso. - Tomó aire - No se exactamente que percepción tienes tu del dolor, pero fue como si todos los huesos, de cintura para abajo, se rompieran cada vez que empujaba, incluida la columna - Alzó los ojos al cielo - Eso fue lo peor, ya que los nervios que la conectan a la cabeza, seguían unidos.
- Para que lo entendáis - Tomó la palabra Carlisle, es un dolor incluso más intenso que la transformación. - Todos jadearon, impresionados y horrorizados. Incluso Rose se contrajo.
- Los últimos dos empujones, fueron los peores… Estaba agotada, tremendamente dolorida y las fuerzas comenzaban a fallarme, ya que a ese punto, la hemorragia que estaba sufriendo comenzó a ser… peligrosa. - Recalcó - Además, tenía menos sangre en mi cuerpo del debido, ya que Edythe se alimentaba de ella. - Explicó. - Y, sabía lo que venía en cada empujón: Dolor… Y cada vez más extremo. Pero, cuando di el último y ella salió, sentí una liberación asombrosa.
- Eso también fue debido al adormecimiento de la pérdida de sangre. - Bella asintió.
- Cuando Edythe comenzó a hablar, me contó como me salvó. - La sonrisa de Bella fue deslumbrante ante sus propias palabras. - Sabía que me moría… no entendía como, pero lo supo. Así que gateando, ella bajó... - un ligero rubor, muy ligero, tiñó las mejillas de Bella.
- ¿Te mordió… ahí abajo? - Preguntó Emmet alucinado. Bella asintió, mordiéndose el labio de pura vergüenza. - ¡guauu!
- Yo no me enteré de nada, porque estaba inconsciente. Pero nada más despertar, supe que algo había pasado… Algo había hecho ella, salvándome - Aclaró, sin mirara a nadie, metida en sus recuerdos. - Porque justo cuando me desmayé, tuve claro que no iba a despertar más.
Esme jadeó, llevándose las manos a la boca consternada. Carlisle se estremeció y Edward frunció el ceño con dolor. El resto ni reaccionaban.
- Esa vez, no sentí ningún cambio. Su veneno era muy suave, así que solo se cortó la hemorragia. - Inclinó los hombros - Fue lo justo para evitar que muriera.
- La ponzoña siempre actúa primero donde hay algo que reparar. - Aclaró Carlisle. - Por ejemplo, en Edward actuó primero reparando, más bien convirtiendo, sus pulmones. Él los tenía afectados por la gripe. En Emmet, restauró sus heridas físicas, la primera fue la del pecho, que era la más grave. - Bella frunció el ceño, y miró hacía Edward.
- Gripe… ¿Me hablas de… la gripe española? ¿La de principios del siglo pasado? - Preguntó asombrada. Edward asintió y Bella gesticuló con los ojos, atónita. Miró hacía Emmet, para quitarse el pasmo - ¿Herido?
- Me atacó un oso - Aclaró el nombrado. - Estaba desangrándome cuando Rosalie me encontró y me llevó a Carlisle. Hubiese muerto en menos de una hora. - Bella abrió los ojos asombrada.
- Vaya… - Bella agachó la cara, metiéndose en sus propias reflexiones, hasta que Edward le habló, haciéndola regresar.
- Y si hubieras muerto… ¿Qué iba a pasar con Edythe? - Le preguntó Edward, con tono un tanto atacante. Bella lo miró un segundo, pero desvió sus ojos de los suyos. La fuerza de su mirada estaba desgarrándola por dentro.
Nada había ahora, de la cordialidad al recibirla unas horas antes. Edward estaba enfadado… No conocía su parte de vampiro, pero podía reconocer sus gestos.
- Tenía dos correos programados en el móvil. En ellos te indicaba donde estaba y lo que pasaba. - Le dijo muy seria, controlando los espasmos nerviosos de sus cuerdas vocales, debidas a la intensa y seria, mirada de Edward. - No estaba segura de donde estabais, pero la señora Thomas me avisó de tu visita, y supuse que estabais en Seattle.
- Si hubiésemos estado en Forks… - Bella negó con la cabeza, cortándolo.
- Sabía que allí no estabais. - le afirmó con seguridad.
- ¿Cómo estabas tan... ? - él mismo llegó a la deducción. - Jacob Black - Bella sonrió asintiendo. - Te mantenía informada de nuestros movimientos. - Edward fue capaz a controlar la ira que comenzó a generarse en su interior.
- Solo me avisó de que no estabais en Forks. Que os habíais ido de estampida. - confirmó. - De vez en cuando, me mandaba algún mensaje puntual, diciéndome que no habíais regresado.
- Él fue el que te ayudó a escapar. - No era una pregunta. Edward miraba fijamente hacía Bella, con la mandíbula tan apretada, que podía verse la fuerza a través de las mejillas.
·
Y sumado a la frustración, al dolor… al enfado, Edward se vio sobrepasado por un sentimiento más intenso y cegador: Los celos.
El maldito lobo, había estado en contacto con Bella, y ella le respondía, mientras que para él, solo tuvo un correo programado.
- Ahora que recuerdo… - Bella se levantó y fue hacía su bolso, aprovechando el paro en su conversación con Edward, rompiendo así el momento entre ellos. - Llevo días sin comprobar este móvil… - Habló para si misma.
- Fue muy buen truco el desconfigurarlo. - Comentó Alice en tono cantarín. Bella la miró haciendo un gesto divertido con sus labios.
- Por la dirección IP del servidor, siendo un poco hábil, es fácil rastrear la señal de un móvil… Para saber eso, no hace falta ser un vampiro - Respondió tan normal. Carlisle no pudo evitar dejar salir una sonrisa traviesa. Alice le alzó las cejas, en un gesto cómplice.
- ¿Tenéis red Wifi? - Preguntó Bella mientras sacaba su móvil del bolso.
- No, pero puedo pasarte megas. - Alice se levantó y en menos de un pestañeo estaba al lado de Bella, con su propio móvil en la mano.
Al acercarse a ella, Alice se quedó un tanto azorada, ya que se movió a "su" velocidad, sin tener en cuenta como podría tomárselo Bella.
- Tranquila Alice… - Bella se inclinó de hombros sin mirarla, de forma totalmente relajada. La vampira se quedó alucinada por esa reacción tan tranquila, ya que cuando se enteró de su secreto, ese tipo de movimientos la asustaban y enfadaban al extremo.
- Trae - Alice le sonrió divertida, al ver como Bella se peleaba con el móvil, por encontrar la opción para recibir datos externos.
- Bella… - la llamó Edward. - Acércate, por favor. - Intentó ser cortés, para no asustarla, pero la tensión en su mandíbula y la fiereza en sus ojos delataban que no había mucha cortesía.
Edward se movió en el sofá, para dejarle sitio a Bella; más bien, para que hubiera la mayor separación entre ellos.
Bella que observó el movimiento del vampiro, respiró profundo, y justo cuando estaba a un unos pocos pasos, se detuvo, con ojos dudosos y con cierta carga de temor.
- Por favor… - La miró suavizando sus ojos. Frunciendo la boca, ella claudicó y al fin, se sentó al lado del vampiro que robaba su sueño. Aunque por supuesto, se colocó lo más pegada posible al extremo del sofá.
Edward miró descaradamente esa separación, pero no alzó los ojos hacía Bella, ni soltó el más mínimo sonido.
- Quería preguntarte… - Suspiró - Se que es muy pronto, que quedan mil detalles que hablar, y debemos llegar a entendimientos, acuerdos, si prefieres decirlo así. Pero… - Volvió a inhalar innecesario oxígeno, como medio para tranquilizarse y no perder las formas. - Necesito saber, por el bien de mi cordura, qué quieres que hagamos. - Bella lo miró a hurtadillas, entre sus pestañas. Por el tono de voz de Edward, sabía que estaba agobiado; muy alterado, y que estaba haciendo grandes esfuerzos por mostrarse paciente con ella.
- ¿Hacer?... No te entiendo. - No estaba del todo mintiendo, ya que no entendió bien la pregunta de Edward. Así que prefirió que él se explicara.
- Me refiero a partir de ahora. Quieres vivir con nosotros, solas… que nos repartamos a Edythe como padres separados... - A Bella se le atoró el aire en los pulmones. - De verdad, necesito saber algo. - Bella consiguió volver a respirar; aunque su pecho se movía veloz. - Aquí, en esta estación, para nosotros es muy difícil vivir, ya que es un sitio demasiado soleado, y deberíamos permanecer dentro de casa, encerrados. ¿No querrás eso, verdad? - Le preguntó dudoso.
- No. Podemos irnos a otro sitio. En eso no hay ningún problema. - Respondió entre murmullos. - Buscaremos un sitio con menos sol… Edythe no pasa frío, y yo… - se mordió el labio - ya no soy tan friolera como antes. - Lanzó una sonrisa forzada.
- ¿Quieres que vivamos todos juntos? - Bella tenía sus ojos cristalinos, mirando fijamente hacía Edward, el cual le devolvía la mirada. - No quiero sofocarte, pero creo que sería lo mejor. - Bella agachó la cabeza, abatida, vencida. - Se que puede parecer una pérdida de intimidad por tu parte… y no te voy a engañar. - Edward endureció un tanto su mirada y su voz - Lo será. - Bella alzó la cabeza, con una mirada repleta de tristeza; sus ojos brillaban por las lágrimas retenidas. - Pero cuando quieras darte cuenta, te habrás hecho a nosotros. - Soltó con un deje de desdén.
·
Edward estaba ofendido, lleno de dolor, por el relato de Bella respecto al parto de Edythe. Oírla hablar de su propia muerte, del dolor que padeció, los mensajes programados… cuando todo eso, pudo haber sido evitado.
Y con los celos por Jacob Black controlando sus neuronas, se sentía frustrado, y estaba descargando esa frustración con ella ahora. Aunque no podía negarse así mismo, que verla con esos ojos llorosos, y su rostro congestionado de tristeza y rendición, lo estaban haciendo agonizar.
- Edward - Carlisle lo llamó de forma muy seria.
"No creo que sea necesario hablarle así. Ha dado un gran paso viniendo hasta aquí, metiéndose en la boca del lobo, por voluntad propia. Ha mantenido una conversación bastante sincera conmigo, a sabiendas que la escucháis… No voy a consentirte que le hables así. Se que estás dolido, pero estas no son las formas"
Edward apretó la mandíbula ante la regañina de Carlisle, asintiendo con un discreto movimiento de su cabeza.
Emmet le alzó una ceja, en una forma discreta de advertencia.
- Siento haber sido así de brusco - Se disculpó, apretando los dientes.
Bella se levantó del sofá de forma airada, estaba triste, pero también frustrada y acorralada.
Esto era lo que quería evitar, huyendo de ellos. Que comenzaran a tomar decisiones por ella. Querían tener consideración, y era cierto lo que decía Edward, pero no por eso era menos malo. Entendía que Edward era el padre de su hija, pero ahora todo sería diferente. Todo, de alguna manera, giraría entorno a ellos.
Sus nervios subieron posiciones, haciéndola sentir la adrenalina fluir por sus venas.
"Vivir juntos… Vivir juntos… en la misma casa… Sin intimidad… Pero es eso, o separarme de Edythe… ¡Dios...! En la misma casa, con él. ¿Cómo se puede convivir con alguien al que has amado tanto? Al que deseas de está forma tan irracional… Pero temes su cercanía."
Edward no pudo evitar abrir los ojos alucinado, al escuchar la voz mental de Bella. El desasosiego con el que pensaba, con tortura, el vivir con él, con alguien a quien "había" amado; en pasado, lo hizo encolerizar.
Edythe estaba dormida, seguramente profundamente, y Bella estaba muy nerviosa, todo junto, hacía que su escudo aun fuese débil y penetrable.
- Mantendremos las formas… Entre nosotros, solo habrá comunicación respecto a nuestra hija… Nada más. No te será tan difícil vivir conmigo. - Le soltó él. Su voz afilada con prepotencia. Bella se giró hacía él, saliéndosele los ojos de las órbitas, ya que se dio perfecta cuenta de que él, había escuchado sus pensamientos.
- ¿Qué…? - Preguntó jadeante. Edward le alzó una ceja y se llevó su dedo índice a la cabeza. Bella abrió aun más los ojos, junto con la boca. Estaba completamente pasmada. - Pero… - Frunció el ceño, respirando jadeante.
- Edythe está dormida, y tu, muy nerviosa. Ata cabos. - Le soltó algo arrogante.
Ambos se quedaron mirándose como dos titanes. A escasos pasos de distancia el uno del otro, sus rostros cargados de múltiples sentimientos. La ira sobresalía.
El ataque nuclear entre ellos, estaba preparado y listo.
·
- Bella… - La llamó Alice muy oportunamente, rompiendo así la tensión entre ella y su hermano. - Tu móvil está sonando como loco. - Apartó los ojos de Edward, pestañeando despacio y respirando con calma.
Sabía que debía relajarse, si no él, podría escuchar sus pensamientos; entrar en su mente e invadir su alma.
Era bueno saber que mientras Edythe estaba durmiendo, ella quedaba desprotegida.
Bella tomó el móvil de las manos de Alice y pulsó el botón de mensajes.
- Son de Jake… - Comentó, con una sonrisa tierna, que hizo a Edward gruñir, enfadándolo aun más - Está preocupado porque hace días que no le contacto. - Explicó.
Bella se quedó callada, leyendo los mensajes con atención, ya que había varios y bastante largos.
Edward la miraba fijamente, con los ojos ligeramente oscurecidos de rabia.
- ¡Dios mío! - Jadeó llevándose una mano a la boca.
No había acabado de pronunciar esa expresión de horror, Emmet y Esme, estaban a su lado con los rostros congestionados de preocupación.
- ¿Qué ocurre Bella? - Preguntó Carlisle acercándose a ella a un paso más pausado. Ella se giró con el rostro lleno de preocupación. - ¿Malas noticias?
- Es… un mensaje de Jacob… - Respiraba mediante jadeos, sintiendo como las ganas de llorar se volvían incontrolables. - Es… por la casa de Charlie. - Agachó la cabeza, sintiéndose hundida - Ha venido un temporal y… se ha llevado parte del tejado... - Y ahí, no pudo más.
Sus ojos no pudieron aguantar más la fuerza de las lágrimas, y estas comenzaron a caer descontroladas. Las pocas que su organismo, aun conseguía fabricar.
·
Se giró, dándoles la espalda, ya que no quería que la viesen llorar así… Porque ahora que se había descontrolado, toda la tensión, todos los sentimientos vividos en estas horas, le cayeron encima como un desprendimiento, aplastándola.
Su espalda se movía arrítmica, sus latidos estaban descontrolados y de sus labios salían incontrolables y audibles gimoteos, mientras se tapaba la cara con las manos.
Todos los presentes se quedaron desolados, contemplando el extremo sufrimiento de Bella. Observando lo humana que seguía siendo.
- Bella… ¡Ey! No te preocupes… La arreglaremos, soy un experto en arquitectura. - Emmet se acercó a ella, pasándole una mano cariñosa por el hombro.
- Jake dice que ha quedado inhabitable. - Se giró hacía el vampiro con la cara sumida en una extrema tristeza - Que las lluvias y el viento han destrozado parte del primer piso, y... los escombros han caído al salón, arruinándolo por completo… No hay… casa… No hay nada… - Se llevó las manos a la cara, y volvió a gemir con gran fuerza, sobre el pecho de Emmet, el cual la abrazó con protección.
"Ese era mi plan B… mi plan de escape. Volver a Forks y Edythe y yo, podríamos vivir en mi casa, en la casa de Charlie. Juntas y solas. Edward estaría cerca de la niña, pero sin tener que vivir juntos. ¡Dios…! ¿Y ahora… qué? No me queda más que aceptar convivir todos juntos… ¡Maldita sea! Y… todos los recuerdos de Charlie… Fueron pocos meses, pero eran mis mejores recuerdos, fue la mejor época de mi vida."
Edward se contrajo ante el sufrimiento de Bella, y más aun al escucharla, ya que sus pensamientos estaban cargados de tristeza. Realmente su plan era bueno, pero, parecía que el destino estaba por hacerlos convivir, por mucho que Bella, odiara esa idea.
Y eso, fue lo que lo hizo no intentar consolarla, como su corazón le decía, sino ponerse más digno, más ofensivo; Ya que nunca había querido creer que ella lo detestara tanto como parecía.
Los sentimientos de la chica comenzaron a entrar en Jasper, dejándolo aturdido. Tanto porque no lo esperaba, como por la fuerza de estos.
Bella estaba rota… Estaba hundida.
·
- Bella, la reconstruiremos. - Sentenció Carlisle - No quiero verte llorar y sufrir así, por eso. La dejaremos como estaba.
- Por supuesto hija - Apoyó Esme, rota por ver a Bella sufrir de esa forma tan inhumana. - Sabemos que esa casa significa mucho para ti. Todos los recuerdos de Charlie…
- No es solo por eso. - Intervino Edward, cortando a Esme y ganándose las miradas del resto. Se levantó del sofá, pero no se acercó a Bella. - Tenía pensado vivir en ella, con Edythe - Bella lo miró de reojo, pero se sentía tan abatida, que bajó la mirada, sin dirigirle la palabra. - No pensé que la idea de vivir con nosotros, habiendo parido una hija medio vampira, e incluso teniendo tu una parte dentro de ti, te fuese tan aborrecible. - Escupió Edward.
El resto miró desconcertado hacía Bella, incluso Emmet se tensó ante esas palabras.
·
Parecía que Edward era capaz de escuchar los pensamientos de Bella, y ella pensaba una cosa muy diferente de lo que demostraba.
Pero Jasper no lo creyó tan fielmente como el resto. Los sentimientos provenientes de Bella, no coincidían con las palabras de su hermano. A parte de que Edward emanaba rabia por doquier.
- ¿Bella? - Le preguntó con lamento Esme. - ¿Tan horrible te parece vivir con nosotros? - La voz de Esme, lastimosa y cargada de pesar, hizo a Bella reaccionar.
- No es exactamente así. - Comentó Jasper, ganándose una mirada envenenada de Edward. - No voy a dejar que pongas palabras que no son, en su boca. - Lo miró con advertencia.
Bella se separó de Emmet, y encaró a Edward mirándolo con todo el odio que en esos momentos, sentía por él, que era mucho.
- ¡Eres detestable! - Lo enfrentó - No entiendo como pudiste engañarme durante tanto tiempo… - le escupió; Edward la miró con una prepotencia rozando lo petulante. - Eres un mentiroso, un farsante… Ayer viniste con todos tus encantos, convenciéndome, para traerme a tu terreno. Pero está, es tu verdadera cara - Le recriminó ofendida.
- No fue exactamente así, pero… - Alzó las cejas y ladeó la cabeza - Fue gratificante ver como mis encantos, siguen afectándote. - Le soltó con una vanidad e insolencia que superaba cualquier límite. Bella abrió los ojos, al punto de casi salírsele de las cuencas.
- Solo pensar en la idea, de que tus manos heladas y muertas, vuelvan a tocarme, me repugna - soltó con asco, mirándolo fijo a los ojos.
A Edward eso le afectó, mucho más de lo que hubiera imaginado, y más de lo que quería reconocer.
Que ella dijera eso, lo hizo sentirse lo peor del mundo. Aunque sabía que ella estaba enfadada en ese momento, y diría algo ofensivo, pero aunque lo hubiera mirado con deseo, sabía que el poder volver a tocarla, era un imposible, y eso lo mataba, haciéndolo sacar su vena más ofensiva.
- Pues te diré, que la niña que descansa arriba, fue hecha por algo más que simplemente tocarte - Le respondió con maldad. El corazón de Bella iba a una velocidad imposible, pareciendo que fuese a salir despedido de entre sus costillas.
- Porque no sabía lo que eras, si no, puedo asegurarte, - sacudió la cabeza - Te juro por mi vida, que Edythe no hubiera sido concebida, jamás. - Toda ella temblaba de rabia y odio.
- Hijos… - Intentó mediar Carlisle, pero ninguno de los dos titanes, pareció escucharlo.
- Cuando te miré ayer, de esa forma que tanto te… gusta - la miró con descaro, dejando saber que esa, no era la palabra que iba a usar - Tu cuerpo, y tus ojos, no decían nada de esa repugnancia. Todo lo contrario. - Le espetó arrogante. Ambos se habían acercado mientras discutían, por lo que Edward se agachó un poco, quedando a unos centímetros de la cara de Bella - Estabas deseando que me acercara y volviera a tocarte…
Bella alzó la mano y justo cuando había rozado la mejilla de Edward, él le sujetó la mano con un movimiento invisible.
- ¿En serio pensabas que podías abofetearme? - Soltó guasón.
- ¡Suéltame… Ahora! - Gritó Bella encolerizada y roja de rabia. Sus pulsaciones eran tan fuertes, que su pecho se movía violentamente.
- Edward - Lo llamó Emmet con severidad. - Suéltala… ¡Ahora! - Bramó acercándose.
- Edward… Te estás pasando. Aléjate de Bella, y calla la boca - Le ordenó Jasper acercándose también.
Pero a ambos vampiros no les dio tiempo a acercarse más.
- ¡Aaaaaahhhhhhh! - El grito de Bella, fue tan exagerado, tan cargado de dolor y tan inesperado, que Edward la soltó de inmediato, atónito. Aterrado.
- ¡Bella! - Gritaron varios de los presentes.
Carlisle y Emmet estuvieron a su lado en una milésima de segundo.
- ¿Qué te ocurre? - Preguntó Carlisle alarmado.
- Me duele… - Gimió Bella.
Tenía ambas manos en la cabeza, agarrándola con fuerza y se había inclinado, como si fuese a vomitar. El dolor que estaba sufriendo en su cabeza, era tan extremo, que no podía mantenerse erguida.
- ¿Qué te duele? ¡Por Dios Bella! Me estás asustando. - Realmente, Carlisle ya estaba aterrado.
- ¿Qué le has hecho? - Le recriminó Emmet, mirando hacía Edward encolerizado. Este alzó las manos, en señal de inocencia. No era capaz de articular palabra.
- La cabeza…. Me… Arde - Carlisle abrió los ojos sobrecogido - ¡ME ARDE LA CABEZA! - Chilló enloquecida, cayendo sobre sus rodillas.
Todos se miraron, horrorizados. Porque todos, sabían lo que eso significaba.
- ¿Edward? - Carlisle lo miró dejando salir reproche en su voz; sus ojos estaban inyectados en pánico. - ¿La has mordido? - Le preguntó. Estaba seguro al 95% que no, pero… fue lo primero que había que descartar.
- No. Por supuesto que no... ¿Cómo… Cuándo? - Respondió él, igual de asombrado y asustado que el resto.
Alice y Jasper se situaron al lado de Bella, intentando sujetarla.
- No puedo… - Jasper arrugó la cara, deformándola en una de dolor. Era el reflejo del dolor de Bella. - Estoy intentando calmarla, pero me es imposible.
- Ella… Está… - Esme estaba perpleja, también situada al lado de Bella.
- Creo que si - Carlisle se agachó, mirando hacía Bella, pero le era difícil ya que ella no dejaba de temblar y gritar. - Creo que está en una fase de transformación - Carlisle lo soltó en un murmullo, ya que él mismo, no daba crédito a lo que estaba pasando.
- ¡Por Dios…! Va a explotarme la cabeza… ¡ME ARDE!
- Bella… piensa en Edythe. - Le susurró Carlisle al oído. - Céntrate en ella. Todo se solucionará, haremos lo imposible porque todo sea fácil para ti. No te preocupes por nada. - Le hablaba con tono dulce y calmo - Estoy aquí, para ti.
Y, de pronto, Bella cayó desplomada al suelo, inconsciente, completamente inmóvil.
- ¡Dios mío! - Gimió Esme asustada.
- ¡Bella! - Chilló Alice, desencajada.
Edward se lanzó por ella, al verla caer al suelo, sin pensarlo.
- Bella… Bella mi amor… - Suplicaba. Le tomó el pulso, comprobando que tenía latido. - Vamos, reacciona. Lo siento… - Apretó los ojos con culpa. Estaba enfadado, dolido… Despechado. Pero sabía que se había pasado.
- Llevémosla a una habitación - Ordenó Carlisle. - Que alguien me traiga mi maletín.
Todos reaccionaron al unísono.
·
·
Edward cargó a Bella entre sus brazos, y la llevó a un dormitorio alejado del de Edythe. No querían arriesgarse a que volviese a gritar y despertara a la niña, asustándola.
Jasper y Emmet se quedaron en la puerta del enorme dormitorio, más bien suite, donde llevaron a Bella.
Las chicas la desvistieron dejándola en ropa interior. Entonces, sobre todo Edward, fue consciente de los cambios que se habían dado en el cuerpo de Bella.
- Está cambiada… Su cuerpo está diferente. - Murmuró. - Sus caderas son algo más estrechas, y su piel está más lisa. Sus pechos también han cambiado un poco. - Comentó mirándola maravillado. - El veneno de Edythe debe ser más fuerte de lo que pensábamos se dirigió a su padre.
- La mordió tres veces... Y con lo asustada que debía estar, supongo que segregó al organismo de su madre, toda la ponzoña que pudo enjugar en su boca. - Respondió Carlisle.
Tras ponerle un camisón entre Esme y Alice, Carlisle procedió a examinarla, ante la atenta mirada de Edward.
·
- Sus constantes están algo aceleradas, pero bien. Casi normalizadas. Respira, pero de forma un poco extraña… Para las pulsaciones que tiene, su respiración está baja, pero oxigena sus pulmones bien. - Explicaba, con asombro en su voz.
- Carlisle… ¿Qué es lo que no va bien? - Le preguntó directamente Esme.
- Todo parece funcionar, pero… No como debería. - Suspiró frustrado. - Había oído hablar de algo como esto, pero jamás tuve oportunidad de presenciarlo.
·
·
Todos se quedaron en la habitación, velando el sueño de Bella. Rose fue a comprobar que Edythe dormía tranquila y tras eso, acompañó al resto.
Aunque estuviera dolida con la chica, eso no evitaba que se hubiera asustado y preocupado por ella.
Carlisle se sentó en uno de los butacones de la suite, y comenzó a repasar, mentalmente, sus diarios.
Como le había explicado un par de horas antes, nunca había visto esto, pero si sabía que podía pasar. Debía recordar sus anotaciones de su época con los Vulturis, para saber cómo hacer.
- Sea lo que sea, lo que le esté pasando a Bella, es culpa de Edward - Acusó Emmet. Un timbre de claro reproche y preocupación en su voz.
- Ya tardabas en saltar - Soltó Edward, malhumorado.
- Te has pasado… Mucho. La has atacado sin compasión. - Refutó Emmet, con un gruñido bajo.
- Edward - Intervino Jasper antes de darle tiempo a contestarle a Emmet. - Tiene razón. Se que te sientes frustrado y despechado - Edward abrió los ojos y bufó al quedar en descubierto así. - Pero esas no fueron las formas.
- ¿Despechado? - Preguntó Esme extrañada.
- Jasper… Si Bella puede mantener sus sentimientos bajo llave, deberías ser considerado en no airear los míos - Le replicó sarcástico.
- ¿Bella no responde ante tus encantos como supusiste? - Le preguntó Alice altanera. Edward volvió a bufar, pero esta vez con resignación.
- Edward, uno de los motivos de ella huir, por no decir que el principal, fue por ti. - Soltó Esme, dejándolos a todos pasmados. - Siento ser tan directa, pero creí, que tenías claro que ella no querría nada contigo. - Lo miró casi hasta asombrada, por la incredulidad de su hijo. - Y ten presente, que la encontramos gracias a que Edythe, le dejó a Alice verla, ya que Bella no tenía pensado encontrarse con nosotros, todavía.
- Sabes que ella sigue deseándote y eso, es lo que más te frustra. - Jasper se acercó a su hermano, con una mirada caritativa. - Pero eso son sus sentimientos más profundos y ocultos. Y los tiene bajo mil llaves. - Lo miró de lado. - Ahora estáis igualados.
- ¡No entiendo como ella puede ignorarme así! - Exclamó, levantándose del sillón, airado. - Sus miradas me dejan sin aliento, pero luego vuelve a recomponerse y mirarme con esa soberbia. Con una total indiferencia. - Gruñía.
- Pues vete haciéndote a la idea - Intervino Rosalie. - Ella no dejará que te acerques ni a mil kilómetros. Porque mientras mantenga las distancias contigo, podrá tener el control sobre si misma. - Todos asintieron a esas palabras.
- Edward, has de mantener la calma. No puedes atacarla así… No debes perder los estribos, si no ella se pondrá a la defensiva y la convivencia será imposible. - el comentario de Esme, fue casi una orden. - A parte de que mi nieta, no lo consentirá. Y yo tampoco.
"Manten bajo raya los celos, hermanito" Jasper le dedicó un alzamiento de cejas de forma totalmente discreta.
·
Al cabo de unas cuatro horas, Bella comenzó a moverse inquieta. Agarró las sábanas de la cama, apretándolas con fuerza haciendo a la tela rasgarse entre sus dedos, gimoteando. Tras unos minutos, volvió a relajarse. Cuando su rostro quedó descansando sobre la almohada, todos exclamaron, maravillados.
- ¡Dios mío! ¿Veis el cambio? - Preguntó alucinada Alice.
·
·
Os dije que la actitud de Edward, iba a cambiar...
Entre que se siente frustrado, y realmente débil ante Bella, ahora hay que sumarle la potencia de los celos.
Y hemos visto una cara de Edward, que no conocíamos... Pero alguna si que ha dejado entre ver en algún comentario que él no sería tan gentil.
Y ahora Bella, ha sufrido otro cambio... En el próximo, sabremos el alcance de estos cambios.
¡BESOSSSS MILESSSSSS!
