- ¿Te vas a quedar ahí sin decir nada piloto?

- Debes descansar Trudy.

- Entonces habla yo me quedaré calladita.

La mirada llena de dudas de Poe hizo sonreír a la chica que suspiró y se movió un poco.

- Entonces vete.

- Trudy...no puedes quedarte sola.

- No necesito una niñera Poe, hace muchos años que estoy sola y si no va a hablar es mejor que vuelvas con tu gente.

- No digas eso.

- Vete Poe, tienes razón, debo descansar.

- Trudy por favor.

- Vete - se dió la vuelta con cuidado hasta darle la espalda y suspiró, solo entonces dejo salir un par de lágrimas que fueron a dar a la almohada.

Poe salió de la habitación sin decir una palabra y en el camino a su nave se encontró con el pelirrojo y BB-8.

- Por tu cara al parecer no te fue muy bien.

- No te burles Hux

- No me estoy burlando Dameron pero déjame decirte algo, si la lastimas no solo tendrás que vertelas con el líder supremo si no también con los Caballeros de Ren así que ten cuidado.

- ¡Yo no...! ¿Sabes que? A la porra con todo - se dió la vuelta y volvió a dónde estaba Trudy ante la mirada divertida de Hux que siguió su camino junto con el droide.

Unos pasos apresurados sorprendieron a Trudy que desdichada lloraba por qué creía que Poe en realidad no sentía nada por ella pero se llevó una gran sorpresa al verlo de nuevo frente a ella con una mirada decidida.

- ¿Ahora que? - le preguntó petulante secándose las lágrimas.

- Olvidé algo.

La chica se movió un poco lo que Poe aprovechó para inclinarse sobre ella en la cama y besarla de manera muy dulce, la sorpresa fue tal que se quedo quieta sin saber que hacer, después de un momento cerró los ojos y disfrutó del beso.

Cuando Poe se separó de ella iba a hablar pero el la silenció con un dedo en sus labios.

- Ahora se una buena paciente y descansa después hablamos.

Trudy asíntio y cerró los ojos, un par de minutos después estaba dormida y no sintió el beso que le dió Poe ni escuchó lo que le dijo.

- Te amo Trudy.

Tara e Isa veían a Ben con temor hasta que el senador Bes las reprendió, habían esperado que el líder supremo enviara a alguien a que que las interrogara no que fuera el en persona.

- Señor - el senador le entregó a Ben un dispositivo con toda la información que había recabado Tara.

- ¿Están bien? - pregunto a las sorprendidas chicas que se quedaron mudas de la impresión y cuando vieron entrar a Rey acompañada de Leia suspiraron aliviadas pues el líder supremo era bastante impresionante.

- Ben las estás asustando.

Rey le tomó la mano y le sonrió a las doncellas que asintieron agradecidas.

- Hablen niñas - Leia se sentó junto a Tara y le tomó la mano para darle confianza.

- Bueno para empezar la Reina es amante del senador de Cantonica, no sé si él es partícipe en sus planes o solo es un títere de ella ya que no pude seguir investigando señor.

Ben se sorprendió de la sinceridad de la chica y se dió cuenta que no era una simple doncella.

- ¿Sabes algo acerca de un ritual Sith?

- No mucho, eso lo ha mantenido lo más oculto posible solo se que encontró la manera de crear clones de un Sith.

- ¿Sabes que Sith?

- No lo sé señor, de lo que si estoy segura es que toda su familia era seguidora de Palpatine pero ahora con su derrota sus planes han cambiado.

- Lo se.

- Ella está segura que usted estará de acuerdo con los planes de matrimonio.

- Se va a llevar una sorpresa con eso.

- Pero señor tienen preparada una emboscada.

- Eso también lo sé, lo que no se es quienes en el senado galáctico son sus cómplices.

- ahi está toda esa información - Tara señaló el dispositivo - y el general Pryde le servía también pero...

- Pryde ya no es un problema.

- Señor esa mujer y su familia han cometido muchas atrocidades con tal de llegar a dónde están.

- Te por seguro que no llegara más lejos.

- Yo...se lo agradezco señor.

Ben asíntio y le hizo una seña al senador para después salir acompañado de el.

- ¿Que necesita señor?

- Para empezar que deje de decirme así.

- Lo siento es la costumbre.

- ¿Ya tiene alguna estrategia para cuando estemos frente al senado?

- En realidad si, lo hablé con la princesa y aunque en un principio no estuvo de acuerdo creo que es lo mejor.

- ¿De que se trata?

- De pedir un voto de no confianza para la Reina.

- Ah, entiendo, le debe haber traído recuerdos no muy agradables.

- ¿Por lo que sucedió con la Reina Amidala?

- Si, por eso.

- Pero eso fue un engaño de Palpatine y todos lo saben.

- Es posible que usen eso en contra nuestra.

- No lo creo y si lo hacen diremos que estamos en iguales circunstancias pues ella es la seguidora de Palpatine no nosotros.

- Buen punto.

- Además tú eres el líder supremo, supongo que tienes un As bajo la manga.

- Así es senador y lo voy a reservar para ese día.

- Entonces ten confianza, ya verás que ganaremos.

- Está bien ¿Pero quién pedirá el voto de no confianza?

- Yo.

- ¿Está seguro senador?

- Por supuesto que sí muchacho, siempre y cuando ustedes me apoyen.

- Cuente con eso.

Ben se quedó unos minutos más charlando con el senador y después fue en busca de Rey, cuando la encontró se quedó observando como las doncellas a las que habían rescatado le trenzaban el cabello y ella reía por algo que una de las chicas había dicho, le gustaba verla así, tranquila, felíz.

- Ben.

- Madre - Leia se había acercado a su hijo, al verlo observar a Rey se había dado cuenta de que ella era la luz que mantenía a su hijo en paz, no dudaba que muy dentro de el todavía viviera Kylo Ren pero Ben Solo había ganado la partida por el amor de Rey.

- No te equivoques madre - había escuchado los pensamientos de Leia - tal vez Ben Solo ganó el amor de Rey pero Kylo Ren la ama iguál y no dudaría en matar por ella.

- ¿Ella lo sabe?

- Si y aún así me aceptó, aún me cuesta entender por qué me ama tanto, no soy digno de ella.

- De eso se trata el amor Ben, de aceptar a la persona que amas con todos sus errores.

- ¡Señor! - un stormtrooper se acercó a Ben para darle un mensaje de Hux, la flota de Cazas Tie Fantasmas como los habían llamado estaba lista.

- Preparate madre, es hora de ir a Coruscant.

- ¿Tan pronto?

- Si, pero es mejor, así terminamos de una buena vez con esto.

- Dame solo este día Ben y partimos mañana.

- ¿Pasa algo?

- No pero necesito preparar a Rey, si la vas a presentar como tú esposa tiene que verse como toda una princesa.

- Madre...

- Confía en mí Ben no será nada exagerado, además ella es muy linda solo vamos a acentuar esa belleza.

- ¿Que le vas a hacer?

- Oh nada - respondió leía - solo unos pequeños arreglos no te preocupes.

Ben miro a su madre con sospecha pero decidió no decir más y fue donde estaba su mujer para despedirse.

- ¿Que pasa?

- Voy a la nave...

- ¡Voy contigo! - Rey interrumpió a Ben antes de que terminara de hablar y al tratar de levantarse las doncellas la detuvieron.

- ¡Quédese quieta mi Lady que todavía no terminamos! - Tara le puso una mano en la cabeza a Rey y siguió trenzando el cabello.

Ben no pudo ocultar su sonrisa al ver el mohin de Rey y la manera como había cruzado los brazos.

- Mi madre quiere que te quedes, vuelvo más tarde por tí.

- ¿Por qué quiere que me quedé?

- Pregúntale a ella - se inclinó a darle un beso y se fue dejándola sonrojada por las risitas de las doncellas.

- ¡No se rían chicas!

Rose se acercó y se unió a las risas de las doncellas sin hacer caso del ceño fruncido de Rey.

- La general quiere que vengan conmigo.

- ¿A dónde? - Rey estaba que no podía con la curiosidad

- Ya estamos terminando - Isa acomodó la trenza sobre las otras que habian hecho con el cabello y sonrió satisfecha.

- ¡Listo! Se ve muy linda mi Lady.

- Gracias chicas ¿Que se trae Leia entre manos?

- Ya lo verás Rey, ya lo verás - Rose sonrió misterosa y caminó instandolas a qué la siguieran.

Rey se tocó el cabello y se sintió rara al no encontrar sus acostumbrados bollos pero no dijo nada y acompañó a Rose dónde Leia las estaba esperando y al llegar casi sale corriendo pues en las dependencias de su suegra esta tenía varios vestidos extendidos sobre la cama y por su expresión y la de Rose estaba segura que eran para ella.

- Ah no, no, no, no - retrocedió negando con ambas manos pero Isa y Tara le bloquearon la puerta y Rose la jaló del brazo.

- Mañana partimos para Coruscant Rey - Leia le tocó la mejilla con cariño y la acercó a los vestidos - y vas a ser presentada cómo la esposa de Ben, por favor aceptalos.

- Es una buena idea mi Lady - Tara eligió un vestido de color azúl - y se verá usted muy hermosa.

- Además hay alguien a quien queremos impresionar - secundó Isa a su compañera.

- ¡Esa...! - Rey recordó a la Reina de Naboo, suspiró y apretó los puños y como toda mujer enamorada salió a relucir su lado celoso y vanidoso y con una mirada que prometia guerra le quitó a Tara el vestido de las manos y se metió al baño a cambiarse.

Todas incluida Leia se cubrieron la boca para no reír con ganas y levantaron los pulgares en señal de victoria.

Ajeno a los celos de Rey Ben caminaba por los pasillos del Fulminatrix, iba pensando en todo lo que le había dicho la doncella llamada Tara, al parecer la Reina de Naboo tenía un largo historial de crímenes, tanto ella como su familia.

Se apresuró a llegar a la sala de reuniones quería volver lo más pronto posible por Rey, no le había gustado nada dejarla pero Cardo y Vicrul estaban ahí así que no le había quedado más remedio que irse.

- ¿Que pasa Hux? - cuando entró al puente de la nave Hux mantenía una discusión no tenía idea con quién pero estaba bastante molesto.

- Están pidiendo que el líder supremo vaya en rescate de la Reina de Naboo y su tripulación.

- ¿Que?

- Esa fue mi expresión también.

Manda una cuadrilla y que los escolten a Coruscant.

- ¿Solo eso?

- Si - Ben esperó a que Hux diera las instrucciones - ahora vamos a lo importante.

- Como digas, antes que nada...

Un bip-bip interrumpió a Hux que miró abajo y levantó la ceja.

- ¿Que pasa BB-8?

- De eso quería hablarte - Hux señaló al droide que molesto le dió una descarga y se escondió tras Ben.

Ben no pudo evitar reír y se puso a la altura del droide.

- ¿Que pasa pequeñin?

Después de una serie de reclamos BB-8 proyectó una imagen ante Ben que sintió que el corazón se le partía, eran los padres de Rey siendo asesinados por órdenes de Palpatine, sus ojos se humedecieron pues recordó a su propio padre y el error tan grande que había cometido.

- Bórralo por favor y no le digas nada a Rey.

El droide estuvo de acuerdo y cumplió la orden en el acto.

- ¿Ahora sí podemos hablar? - Hux y BB-8 se miraban con rencor y Ben optó por ignorarlos.

- ¿Cuál era la urgencia Hux?

- La flota de tu mujer está lista.

- ¿Con cuántos stormtroopers contamos?

- Aquí con un par de miles tal vez más y ya envié una tropa a Corellia

- Bien que esté todo listo para partir.

- ¿Quieres que vengan aquí?

- No, quiero mantener este lugar fuera de todo eso.

- Está bien, entonces ¿Te parece si nos reunimos en Corellia y de ahí partimos a Coruscant?

- Me parece bien, por favor pon a un general al frente de la flota.

- ¿Y por qué no pones a tu mujer al mando?

- Hablando de eso ¿Ya tienes los documentos que te pedí?

- Si, todo está listo, eres maquiavélico Solo.

- Siempre hay que ir un paso adelante de los enemigos Hux.

- Si tú lo dices pero no te salgas por la tangente, tu mujer fue la de la idea, dale el mando de la flota fantasma.

- Pero...

- ¿No confías en ella?

- No es eso Hux.

- Yo podría acompañarla y también los caballeros de Ren y algunos miembros de la resistencia.

- Déjame pensarlo, partimos mañana a Coruscant.

- ¿Por qué hasta mañana?

- Decisión de la general, no preguntes, vamos BB-8 tu yo tenemos cosas que hacer, fue a sus aposentos con el droide y al llegar ahí llamó a su abuelo.

- ¿Abuelo? Sé que me escuchas así que no te hagas el ausente.

- ¿Que pasa? - Anakin estaba frente a Ben con los brazos cruzados.

- Cuando todo esto empezó envié a dos de los Caballeros de Ren a Mustafar por el orientador para llegar a Exegol y me dijeron algo que había olvidado.

- ¿Que había un laboratorio ahí?

- Así es ¿Que hay en ese laboratorio abuelo?

- Clones.

- Ya sospechaba eso ¿Podrías ser más específico?

- Son clones de personas distintas y también de un par de Siths, aún no descubro que es lo que planeaba Palpatine pero es obvio que no tenían mucho conocimiento de lo que hacían por qué son muy inestables.

- ¿Como es eso?

- Mueren muy rápido, necesitan soporte vital para vivir más tiempo.

- Así como Palpatine.

- Exactamente.

- ¿Pero los que nos atacaron se veían normales?

- Y desaparecían muy rápido cuando los herían.

- Es verdad.

- ¿Abuelo que es lo que haces en Mustafar?

- Después de Coruscant ve ahí con Rey y tu madre y lo sabrás.

- ¿Por qué después?

- Por favor hijo, necesitas poner toda tu atención en lo que vas a hacer en el senado galáctico.

- Si tú lo dices.

- Si, otra cosa, confía en tu mujer dale el mando de la flota, necesitas que te cubran la espalda y nadie mejor que ella.

- ¿Abuelo tu también?

- No temas por ella yo estaré cuidandola.

- ¿Tu?

- Tal vez sea un fantasma niño pero me defiendo bien.

- Está bien no te sulfures, pondré a Rey al mando de la flota fantasma solo espero no arrepentirme.

- Confía en mí Ben, ya cometí muchos errores y estoy consiente de eso, jamás haría algo que te lastime o a Rey y mucho menos a mí bisnieto.

- Gracias abuelo.

Anakin sonrió y desapareció de la vista de su nieto que se quedó mirando al vacío hasta que el droide lo trajo de vuelta a la realidad.

- Ya te escuché balón parlanchín, a ver dime ¿Qué descubriste de Pryde?