Advertencia sexo explícito

Ben estuvo largo rato con BB-8 quién le dió mucha información acerca de Pryde, sus negociaciones con la Reina de Naboo, algunas platicas con altos mandos del senado galáctico, había descubierto grandes cantidades de créditos ocultas que el driode no había dudado en confiscar y también información sobre alguna clase de bloqueo mental al que se había sometido para evitar que él obtuviera esa información.

- Eres muy listo balón parlanchín.

BB-8 dejó escapar un bip-bip orgulloso y Ben le dió el dispositivo que le había entregado el senador Bes.

- Ahora ve que puedes hacer con esto, mientras yo voy a buscar a Rey.

Otro bip-bip ahora molesto se escuchó y Ben suspiró antes de caminar seguido del droide que no dejaba de reclamarle.

- Ya, está bien no volveré a dejarte solo, aunque no sé de qué te quejas si aquí está tu dueño.

BB-8 volvió a refunfuñar mientras tomaba la delantera.

- Si tienes razón, está ocupado.

- ¡Rey ya sal de ahí!

- ¡No quiero!

Rose vio a Leia y a las doncellas pidiendo ayuda y Tara se acercó a la puerta del baño.

- ¡Mi Lady salga de ahí o entro por usted!

- ¡Me veo gorda!

- ¡Rey!

- ¡Mi Lady!

Rose y Tara hablaron al mismo tiempo mientras Leia negaba con la cabeza.

- ¡Oh está bien! ¡Pero si mi esposo me deja ustedes van a tener la culpa!

- ¿Por qué la va a dejar su es...poso?

Rey salió del baño y Tara se quedó muda al verla, igual que las demás, el vestido le quedaba hermoso, ella se veia luminosa y la incomodidad y timidez que mostraba la hacía verse aún más bella de lo que era.

Leía se acercó a ella y le puso la mano en el vientre abultado.

- Eres un valioso regalo que la fuerza nos dió Rey y este niño es un tesoro también, te ves hermosa.

Un par de lágrimas escaparon de los ojos de Rey e Isa se acercó apresurada asecarle las mejillas.

- ¡No llore mi Lady! Que el líder supremo va a preguntar qué le hicimos si la encuentra con los ojos rojos.

Todas rieron mientras Tara le arreglaba bien el vestido.

- Ahora solo le hace falta una capa y estará lista para la batalla mi Lady.

- ¿Cuál batalla?

- Es... solo una metáfora, no sé alarme.

- ¡Ben está cerca! - Rey caminó de nuevo al baño - ¡Tengo que quitarme ésto!

- ¡No señora! Usted se queda así - Rose tomó a Rey de los hombros y la empujó suavemente fuera de la habitación.

- Niñas - Leia detuvo a las dos doncellas antes de que fueran tras Rey.

- ¿Si princesa?

- Quiero pedirles algo.

Rey se apresuró al patio exterior y se quedó esperando a que Ben bajara de la nave Lanzadera con el corazón acelerado y retorciendo sus manos, quería ver su reacción y al mismo tiempo lo temía, lo vio descender hablando con BB-8 y respiró profundo antes de dar un paso hacia él que en ese momento levantó la vista y se detuvo.

- ¡Rey! - su nombre llegó hasta ella como un susurro y se apresuró a llegar a dónde estaba para tomarla en sus brazos y BB-8 pasó a un lado de ellos para ir donde Rose.

- ¿Ben?

- Estás...

- ¿Te gusta? ¿Me veo bien? - se separó un poco de él y se puso las manos en el vientre.

Por toda respuesta Ben la besó y en ese beso le dió las respuestas que ella quería y más, le pasó los brazos por la cintura pero su ya hinchada barriga le impidió pegarse a él.

- Estás hermosa Rey - le dijo cuando se separó de ella - hermosa.

Le dió otro beso y la abrazó de nuevo.

- ¿No me veo gorda?

- Mucho.

- ¡Ben!

- Te ves... sexy - dijo después de recorrerla con una mirada de depredador que la hizo sonrojar.

- No me mires así.

- ¿Por qué no? Te deseo, siempre, pero ahora, no se, tienes algo que me exita mucho.

- ¿Estás seguro? ¿No me lo dices solo para que no me sienta mal?

- Más tarde te voy a mostrar que tanto me exitas.

- ¿Por qué más tarde?

- Por qué ahora mismo mi madre, la mecánica y las doncellas están esperando para acercarse - respondió con una sonrisa de desaliento y la soltó.

Leia se acercó a ellos seguida de las tres chicas que hablaban entre si en voz baja.

- Ben.

- Madre.

- Ya viste que tus miedos eran infundados.

- No era miedo madre.

- ¿Ah no?

- ¿De que hablan? - preguntó Rey confundida.

- Nada importante mi cielo, vámonos.

- Antes de que se vayan, me tomé la libertad de buscar dos doncellas para Rey.

- ¿Qué? ¡No, yo no necesito doncellas!

- ¡Claro que sí mi Lady! Nosotras la vamos a ayudar que que se vea como toda una emperatriz - Tara se acercó a ella llevando algunas cosas iguál que Isa.

- ¡Pero yo no quiero...!

- Aún si nos vamos a quedar con usted, ven Isa.

- ¡Oigan no...! - Rey fue tras ellas dejando a Ben con Leia.

- Ahora si ya está todo listo para partir mañana madre.

- Si hijo, partiremos cuando tú des las orden.

- Desearía que no hicieras eso madre.

- ¿Que?

- Dejarme las decisiones sobre la resistencia, no soy el más indicado para eso.

- ¿Por qué no? Yo ya estoy vieja y eres mi hijo.

- ¡Madre no!

- Hablaremos de eso después.

- No, no lo haremos, por cierto dos de mis hombres se quedarán contigo.

- ¿Es necesario?

- Por favor.

- Como quieras, pero no es necesario yo en verdad espero que todo salga bien.

- Yo también madre, el futuro de mi familia depende de eso. Ah, otra cosa, necesito que ella venga con nosotros - dijo Ben mirando a Rose.

- ¿Yo? - pregunto la chica asombrada.

- Si, necesito que acompañes a Rey, no como doncella, si no para que la ayudes con la nueva flota, ella va a estar a cargo y necesito personas de confianza a su lado.

- Yo...¿General?

- ¿No quieres ir Rose?

- Si pero ¿Y usted?

- No te preocupes, está Maz, Lando y Chewie nos van a ver Coruscant.

- ¿Chewie? - Ben tenía muchas ganas de ver al enorme wookiee.

- Si, podrás verlo muy pronto.

- Tengo mucho que hablar con él.

- Creo que el también tiene mucho que decirte.

Ben asíntio y miró de nuevo a Rose.

- ¿Entonces vienes?

- Si ¿BB-8 también va con nosotros?

- Si,vamos balón parlanchín. Madre nos iremos muy temprano por la mañana.

- Estaremos preparados Ben.

Él se alejó con Rose y Leia se quedó mirando, sonrió con melancolía, todo estaba empezando a tomar el rumbo correcto, solo faltaba Finn pero ya se ocuparía de él después.

- ¿Princesa por qué estás tan melancólica?

- Maz, solo pensaba que los jóvenes está tomando su camino y yo ya estoy vieja.

- No me hables de vejez Leia que yo te gano.

- Es verdad, además pronto conoceré a mi nieto, eso es lo mejor.

- Rey es un regalo.

- Lo mismo pensé yo Maz, es un bello regalo de la fuerza.

- Si, ahora vamos a poner todo en orden, debemos ir a patear unos cuántos traseros a Coruscant.

- ¡Maz!

- ¿Qué? Esos políticos ambiciosos no se merecen menos.

- Vamos, tengo que ultimar unos detalles con el senador Bes - a lo lejos vio a los dos hombres que siempre acompañaban a Ben y movió la cabeza, ya haría algo también con eso después.

Se fue acompañada de Maz mientras en la nave Lanzadera Rey discutía con las doncellas.

- Tranquila mi Lady que le va a hacer daño.

- Pero...

- Pero nada - Tara se puso frente a ella y le habló con firmeza y respeto - nosotras vamos a estar con usted siempre que el líder supremo esté ocupado, si él está a su lado no nos verá ni la sombra.

- No es eso chicas, es que yo siempre he hecho mis cosas sola, hasta ahora.

- Lo entendemos, pero ahora es la esposa del líder supremo y necesita doncellas.

- ¿No le agradamos mi Lady? - preguntó Isa triste.

- ¿Que? ¡No! ¡No es eso, claro que me agradan y mucho!

- Entonces no se diga más, nos quedamos con usted - dijo Tara firme - ahora siéntese y dejé de discutir o nunca nos iremos de aquí.

Rey miró a los lados y todos incluidos Ben y Rose la veían sonriendo, se sonrojó y se sentó enfurruñada mientras su esposo daba la orden de despegar para después acercarse a ella.

- No te enojes mi cielo, es mejor que ellas estén contigo y Rose también.

- ¿Rose?

- Si - respondió la aludida - pero que te lo explique él.

- Cuando lleguemos a la nave lo sabrás - le dijo Ben al sentir su curiosidad.

- Unos minutos después descendían de la nave Lanzadera y se dirigían a sus aposentos después de dejar a BB-8 en un centro de carga y de dar órdenes para que les asignaran habitaciones a Rose y a las doncellas en el mismo nivel que a ellos.

Cuando llegaron Ben pidió los alimentos mientras Rey deshacía las trenzas de su cabello.

- ¿Ahora sí me vas a decir que pasa?

- La flota está lista, nos vamos mañana a Coruscant.

Rey al escuchar eso se sentó y se quedó viendo a la nada.

- ¿Mi amor que pasa? - Ben se sentó junto a ella y la abrazó.

- Tengo miedo de perderte.

- Rey no pienses eso ni por un momento, tú eres mi vida, ¿Como podría dejarte?

- Pero ¿Y si tratan de obligarte a qué te cases con esa mujer?

- Por eso es que tengo un plan, Hux y mi abuelo me dieron la idea.

- ¿De que se trata?

En ese momento llegaron con los alimentos y mientras comían, Ben le contó todo acerca del plan y el papel de Anakin, Hux y Rose en él.

- ¡Pero Ben! Yo no puedo estar a cargo de una flota tan grande y no quiero separarme de tí.

- Ni yo de ti mi amor, pero es verdad lo que dicen, necesito que alguien cuide mi espalda y ¿Quien mejor que tú?

- ¿Pero por qué yo? ¿Por qué no pones a Hux a cargo.

- Por qué la flota es tuya.

- ¿Qué?

- Todos los pilotos y los stormtroopers fueron instruidos para seguir tus órdenes.

- Pero...

- ¡Por favor Rey! No tengo a nadie más a quien confiarle mi vida, solo a tí.

Rey se levantó y fue a sentarse en las piernas de Ben para abrazarlo.

- No quiero separarme de tí.

- Ni yo de tí, pero no va a ser mucho tiempo.

- ¿Estás seguro?

- Si, ahora termina de cenar.

- Ya terminé, lo que quiero es darme un baño.

- Ve, voy a hacer algo aquí y me reúno contigo.

- No creo que sea conveniente.

- ¿Por qué no? - le tomó el cuello con una mano y acercó su boca a la de ella.

- Por que me das miedo cuando tienes esa mirada.

Ben sonrió y le dió un beso antes de dejarla ir pero un momento después ella volvió sonrojada y enfurruñada, otra vez.

- ¿Y ahora que hice? - preguntó tratando de contener la risa pues ya sabía el motivo de su molestia.

- No puedo quitarme esta cosa.

- ¿El vestido?

- ¡Ben no te rías!

- No me estoy riendo ¿Quieres que llame a la doncella?

- ¡No! Prefiero arriesgarme contigo.

Le dió la espalda y él soltó los broches del vestido, ella huyó rápidamente al baño aunque estaba segura de que la seguiría y así fue, cuando ya estaba bajo la regadera y cubierta de espuma sintió sus manos dónde antes estaba la cintura.

- ¡Ben!

- ¿Mmm? - tenía los labios ocupados besandole los hombros y el cuello.

- No...hagas eso.

Sus manos bajaban lentamente por el cuerpo de Rey que había empezado a exitarse también al sentir en la parte baja de la espalda la dureza del miembro viril. Trató de darse la vuelta pero Ben se lo impidió afirmando sus caderas y pegándose más a ella.

- No te muevas, quédate así.

- Pero...

- Por favor.

El susurro llegó acompañado de un mordisco en el lobulo de la oreja lo que provocó que Rey gimiera y se arqueara, ella subió una de sus manos y sujetó el cabello de Ben mientras el agua seguía callendo sobre ellos. Una de las manos de él subió a sus pechos mientras la otra buscaba el rincón oculto entre sus piernas.

Acarició con suavidad los pezones duros, mordió el cuello, y entre las piernas los dedos buscaban la humedad que se confundia con el agua tibia, la acarició con destreza sin llegar a penetrarla, los gemidos de Rey empezaban a ser más desesperados, la espuma había desaparecido dejando su piel solo con las gotas del agua, Ben cerró el flujo de esta y siguió acariciando a su mujer, le tomó la barbilla para poder besarla y ese beso aunado a las caricias íntimas la hicieron llegar a un orgasmo que estremeció a Ben también pues lo sintió como si hubiera sido suyo.

Después de un momento los secó a ambos, la tomo en sus brazos y la llevó a la cama donde la dejó para seguir con su seducción, el miembro le latía por la necesidad pero primero queria deleitarse en su belleza y hacerle el amor con sus manos, con su boca, cuando la tuvo otra vez exitada y gimiendo la penetró y con sus besos, sus ojos y su voz le dijo cuánto la amaba y que no podía vivir sin ella.

Rey estaba otra vez al límite, el ritmo lento con el que Ben le hacía el amor la desesperaba, quería más, necesitaba más, lo atrajo hacia ella y con besos se lo dijo, él se apoyó en la cama con las manos para no lastimarla y dió rienda suelta a la pasión hasta que ambos llegaron a orgasmo esa vez juntos.

Ben se retiró de Rey con suavidad y después la abrazó y la cubrió con las mantas.

- ¿Ben?

- Espero que ésto te haya dejado claro quien vive en mi corazón.

- Te amo.

- Y yo a ti celosa, ahora duérmete, mañana empieza el viaje y aún hay cosas que arreglar.

Unas horas después todos estaban listos para partir, solo esperaban la orden del líder supremo Rose y Hux estaban junto a Rey, un poco más atrás también estaban tres de los Caballeros de Ren listos para protegerla, Ben esperaba la confirmación de la General Organa de que estaban listos y Poe estaba con Trudy que ya había mejorado mucho, también esperando, ya les habían dicho que iban a Coruscant.

Cuando Leia le habló a Ben desde el crucero de la resistencia este le hizo una señal a Hux que de inmediato dió la orden.

- No vemos en Coruscant General Organa.

- Como usted diga líder supremo - le respondió Leia a su hijo con una seriedad un tanto sospechosa.

Rey sonrio y tomó la mano de su esposo mientras una por una las naves avanzavan y daban el salto al hiper espacio.