Los personajes no me pertenecen son creación del gran Akira Toriyama. La trama e historia si son idea original mía.

Volverás desde tu infierno con el rabo entre los cuernos implorando una vez más. Pero para ese entonces Yo estaré a un millón de noches lejos de esta enorme ciudad... Si te vas, si te vas, y me cambias por esa bruja, pedazo de cuero no vuelvas nunca más, que no estaré aquí... - Si te vas, Shakira

Desperté un poco desorientada, como cada mañana desde que la pesadilla comenzó. No recordaba porqué amanecí en el cuarto de Trunks en lugar del mío.

«¿Me habré quedado dormida ayer después de contarle un cuento?»

Debería de apurarme y darme prisa, seguramente Vegeta no estará muy feliz de que me haya quedado dormida en el cuarto de Trunks, pero ¿Por qué no vino a despertarme?

De pronto todo llegó a mí, los recuerdos de los últimos días me invadieron, golpeando mi ya resquebrajada alma.

Recordé mi infierno: Después de aquel fatídico día donde Vegeta me mostró su verdadero ser como el demonio que es.

Al día siguiente, Nappa llegó a la nave a notificarme que "el príncipe" estaría fuera, que había salido de misión junto con la bruja y su heredero.

¡El muy cobarde! ¡Ni siquiera había tenido el valor de decírmelo en persona! Se largó con su "perfecta familia saiyajin".

¡Carajo! Quisiera decir que no me importaba, pero ¡Kamisama! cómo dolía su traición. El saber que mientras mi bebé y yo lo amábamos, apoyábamos y dejábamos todo por él, nunca le importamos más que como herramientas para lograr su propósito.

Y a pesar de las ganas que tenía de gritar y rebelarme a esta situación, cuando Nappa se presentó a mi lado y solo indicó que mientras Vegeta no estuviera, sería él quien me daría las instrucciones puesto que tenía trabajo que hacer. Me tragué todos los improperios que quería decirle a ese mono desgraciado que era Vegeta y al imbécil de su sirviente que me trataba peor que a una cucaracha.

Sabía que por el momento era yo quien estaba en desventaja así que, tragándome el coraje y dolor que sentía decidí seguirlo y llevarme a Trunks conmigo, aunque Nappa insistía que lo dejara a cargo de Radditz, ¡No pensaba hacer semejante cosa! Al menos hasta no conocer más de ellos.

Veía en sus caras el desagrado y disgusto que mi pequeño niño ocasionaba por sus rasgos "poco saiyajines" ¡Monos descerebrados!

Mi hermoso pequeño valía más que todos ellos juntos y un día se tragarían sus horribles expresiones de asco y desprecio. No lo conocían y ya lo juzgaban, ¡Ya les demostraríamos quienes éramos Trunks y Bulma Briefs!

Por mientras lo seguí atenta, mientras me mostraba en un recorrido la base entera. Iba vestida con un jumper normal de los que solía usar en la CC. Y a pesar de ser ropa de trabajo, creo no escondía del todo mi figura favorecedora, pues cada vez que pasábamos cerca de alguno de esos brutos saiyajines podía sentir sus miradas lujuriosas recorrerme, yo volteaba a verlos dándoles una fiera mirada de desprecio, no podía evitarlo; ¡No dejaría que me vieran como un pedazo de carne!

Curiosa iba mirando todo, aunque como ese insensible mastodonte ni se detenía, no podía más que ver todo de pasada. Ya luego tendré tiempo de investigar correctamente.

Al llegar al laboratorio me fue presentada la otra científica de la que hablaba la tipa esa, la "pseudo reina".

Suzuke, era el nombre con que se presentó la otra científica. Curiosa raza la tsufuru-jin tenía el tono de piel verdosa azulada, y de no ser por el tono de voz y nombre que poseía, hubiera pensado que era un hombre, era una raza que tenía rasgos andróginos al parecer, aunque fuera una fémina.

Parecía temerosa al verme, supuse que era por la presencia de Nappa, el grandote calvo imponía, pero yo no le tenía miedo. Me daba cuenta de que era al parecer algo así como la mano derecha de Vegeta.

Una vez hechas las presentaciones, le indicó a la otra científica algo que hasta yo desconocía en ese momento, Nappa simplemente dijo – A partir de ahora reportarás todo el trabajo científico que hagas a ella.

Ví los ojos de Suzuke abrirse enormes y espantados — Lo siento señor Nappa, tengo órdenes estrictas de la futura reina con respecto a la confidencialidad de algunos proyectos y no podría informarle a la señorita presente hasta no tener el permiso expreso de ella — Fue lo que dijo en forma acelerada la científica.

Podía leer el miedo en sus ojos azules, al menos algo teníamos en común, ambas teníamos ojos azules, aunque de distinta tonalidad.

De pronto vi al saiyajin acercarse amenazadoramente al cuerpo frágil de la otra científica, ella simplemente tembló como una hoja de papel — La instrucción es una orden del príncipe Vegeta, se cumplirá— fue su amenaza directa.

Sin poder poner más resistencia Suzuke asintió con la cabeza, Nappa volteó a verme —tan pronto te pongas al corriente con los temas que hay aquí, te pasaré la información del proyecto en el que el príncipe desea que trabajes — fue todo lo que gruñó antes de irse.

—Ajá— dije en tono de fastidio, vi la cara de Suzuke aterrada por mi forma de contestar, mientras que el grandote detenía su caminar y volteaba a verme dándome un gruñido de advertencia.

Torcí los ojos — tranquilo amigo las órdenes nos quedaron claras ahora si nos permites... — Le señalé la salida del laboratorio y furioso lo vi salir del lugar.

Debo decir que estaba seriamente impresionada, la raza a la que pertenece Suzuke es muy habilidosa, recreó los tanques de curación como los que tenían en las bases de Freezer y en el propio planeta Vegita, aunque el proyecto no estaba finalizado, el avance que llevaba era impresionante.

Estaba realmente impactada por lo avanzado que era su laboratorio, al verlo simplemente silbe del impacto que tuve .

— ¡Wow! Para ser unos brutos tienen muy bien equipado el laboratorio para nosotras ¿No? — alegre comenté, el lugar era amplio y bien ventilado, con grandes ventanales que daban hacia fuera de la base. Era un preciosa vista que dejaba ver las rojas planicies de ese planeta.

Admire ese bello paisaje y me hice una nota mental de que tenía que investigar más de ese lugar, de todas formas estaría ahí atrapada una buena temporada así que lo más sensato sería conocer más de mi "nuevo hogar".

Nuevo Vegita, su nuevo nombre pero ¿Cuál sería su verdadero nombre? Estaba intrigada y esperaba en algún momento poder hablar con los oriundos del lugar, no los había visto, eran muy diligentes a la hora de hacer sus tareas domésticas y no había aún asistido al comedor de la base.

Paseé mi vista en el laboratorio de un blanco impoluto, perfecto con varias mesas de trabajo, aunque solo fuéramos dos científicas; de un lado había varias puertas que llevaban a salas de diversos tipos, entre ellas las de pruebas.

La puerta inicial más cercana daba a un pequeño cuarto sin mayor uso, lo cuál fue fantástico para mi propósito. Ahí lo acondicionaría para que Trunks pudiera jugar y descansar en lo que yo trabajaba en ese lugar.

Me puse de inmediato a ver lo necesario para acondicionar el cuarto y meterme de lleno en los proyectos que existían. A partir de ese momento me dediqué en cuerpo y alma a entender todos los proyectos que existían en curso.

Tal cantidad de proyectos y trabajo me ayudó a olvidarme por un rato de mi propia miseria y me permitió levantarme de mi dolor, me tomó varias semanas sumergirme en ese trabajo agotador en lo que mi pequeño se quedaba a mi lado, en ese cuarto que le acondicioné, jugando tranquilamente con sus aviones y cochecitos...

En el comedor dentro de la base, dos saiyajines comían alegres mientras hablaban despreocupados.

—¿Que has sabido de Tooma?— la voz cantarina de la Saiyajin distrajo de su comida actual al guerrero.

—Nada, posiblemente ya hizo enojar a Vegeta y terminó pulverizado — dijo con tono indiferente el saiyan mientras se llevaba un pedazo de carne a la boca.

—O a la pesada de Kale — añadió divertida la saiyajin —Cómo sea, cuando regrese seguramente él nos dirá qué peripecias pasó, al menos está teniendo más diversión que nosotros — Se quejó la saiyan, mientras dejaba de lado su comida y apoyaba los codos en la mesa y recargaba su cara en sus manos.

Tottepo la miró curioso antes de añadir — ¿Viste al otro cachorro? Es tan extraño... — Una mueca de disgusto cruzó por su cara.

— Jamás pensé que el príncipe tuviera gustos tan raros, aunque la hembra es hermosa— dijo en tono lascivo el hombre.

Caulifla solo torció los ojos al cielo, —¿No puedes mantener tu pito tranquilo por un momento idiota?

Por idiotas como tú, Vegeta amenazó a todos, cómo si la débil hembra valiera tanto— la guerrera dió un bufido de claro disgusto y desacuerdo mientras cruzaba sus manos a la altura de su pecho.

El hombre divertido solo dijo —Sólo estas celosa de que Kale te ganó además de que el príncipe llegó con una concubina.

Una risa burlona se instaló en su cara.

—Y encima de todo prefirió de concubina a una insignificante mujer débil que a una Saiyajin de clase baja, eso debe de doler ¿No?

Las carcajadas de burla de Tottepo solo hicieron que la saiyan lo mirara con ceño fruncido —Si piensas que me importa un poco donde meta el pito Vegeta, eres más imbécil de lo que pensé.

Resopló la saiyan para luego continuar — me tiene sin cuidado lo que él haga o con quién prefiera revolcarse, estar en el lugar de la pesada de Kale jamás fue algo que me interesara y en cuanto a la humana, hay dos escenarios: Se aburre de ella y la mata, o sigue con su capricho y Kale la mata.

Una risa divertida se instaló en la cara de la Saiyajin — La cara de enojo e indignación de nuestra "princesa" simplemente no tuvo precio.

—Sólo estas celosa de que Kale te ganó— Siguió molestándola Tottepo.

— Me da igual esa engreída, al menos como reina asegura un linaje fuerte— decía la saiyan alzando los hombros en señal de completa indiferencia.

—No me gustó nada la amenaza de Vegeta y estoy segura de que si algo le pasa a la terrícola la va a cumplir, ¡No te quiero cerca ni tocando su juguete! Más te vale que te mantengas lejos o te golpearé yo misma, ¡Tonto!

Dijo en forma resuelta la saiyan, al final no quería ser castigada por culpa de los idiotas que vivían con ella en la base, desconfiaba en su capacidad de pensar usando la cabeza, usualmente quién pensaba por ellos era el triste órgano reproductor que les colgaba entre las piernas.

—No he hecho nada para que me acuses así — Se defendió Tottepo —además no pienso tocar al juguete del príncipe, aunque me gustaría verla más seguido, lo malo que siempre trae consigo a su espantoso crío— mientras una mueca de fastidio se instalaba en su cara.

Caulifla simplemente se rió divertida, — El crío es bastante distinto, aunque ya que lo miras bien no es tan feo— decía indiferente.

Tottepo quién después de hablar de la hembra terrícola recordó que llevaba un buen tiempo sin tener sexo prefirió hablar de algo más importante para él, en lugar de seguir con el tema del crío bastardo de su príncipe.

—Mejor vayamos al asteroide de placer cercano, ya tiene rato que no lo visitamos.

Ella solo lo miró burlona, — La única forma de obtener una hembra para ti es pagándoles ¿No?

Comentaba divertida mientras comía algunas frutas endémicas de ese lugar.

— Nunca quieres fornicar conmigo— le devolvió la respuesta alegre él mientras seguía molestándola — pero si cambiaste de opinión puedo hacerte gritar de placer.

Ella torció los ojos antes de decir — te he visto fornicar, no puedes con las putas pagadas vas a poder conmigo. Si quisiera mal sexo le diría a Radditz al menos tiene algo decente y no miserias cómo las tuyas — Burlona mostraba con sus manos el tamaño que según ella poseía el miembro de su compañero.

Tottepo gruñó, su cara se tornó carmesí por la indignación ante tal falsedad. Estaba por contestar cuando la saiyan quien no tenía paciencia para escuchar el reclamo del saiyan ofendido al sentirse atacado en su mísera virilidad, rápidamente lo corto al decirle:

— Andando semental, vamos a los asteroides de placer.

Fue todo lo que risueña le dijo al saiyan, dándole un golpe en el hombro al guerrero antes de salir rumbo al destino acordado...

Después de algunas semanas de descanso que le di a mi agotado cerebro sumergiéndome en lo que era mi pasión: La ciencia, tenía la mente más despejada y los sentimientos más controlados, el dolor seguía ahí y sabía que no se iría.

Ese día después de regresar a la nave y de hacer que Trunks durmiera me quede sola con mis pensamientos. Por primera vez no actuaba como un autómata desde que la pesadilla comenzó.

Sabía lo que tenía que hacer, para salir de ese lugar, debía enfrentar la situación. Era una herida que supuraba, debía limpiarla, aunque doliera y para hacerlo solo habría una forma: Dejando que lo que tuviera que romperse se quebrara.

Para evitar que mi pequeño me escuchara me encerré en la cámara de gravedad que había en la nave, que estaba insonorizada y evitaría Trunks escuchara algo.

Ahora que habían pasado varias semanas y mi cerebro por fin procesaba mejor el horror de lo que había acontecido, finalmente sucedió, lo que había estado evitando, por fin me quebré...

Por primera vez desde que todo sucedió la científica se permitió dejar salir todo el dolor que llevaba aguantando desde semanas atrás.

Sentía su pecho arder y el dolor que antes había sentido se hizo intolerable, así como el nudo en la garganta que amenazaba con asfixiarla.

—¡¿POR QUÉ?! — fue el lastimero grito que dió, dejando salir en el, todo el dolor contenido.

Desgarrándose la garganta en ese reclamo que hacía al silencio y al que nadie respondería.

Sentada ahí, destrozada. Finalmente la peliazul se permitió sentir todo eso que le había estado carcomiendo el alma en estas semanas.

Lloró por el amor que vivieron, lloró por cada momento donde el príncipe la trató como el ser más especial de ese universo, lloró por el amor que ella sentía que se transmitían mutuamente cada vez que habían hecho el amor.

Lloró porque, aunque fuera más fácil creer que nunca la amó no era así, muy dentro de ella tenía la plena certeza de que él la amó con todas sus fuerzas, tal como ella lo amaba, pero a pesar de todo ese amor, el decidió descartarlos y dejarlos atrás.

Lloró por ella, lloró por su pequeño Trunks que era el menos culpable de todo y que ahora era el que más pagaría por los pecados de sus padres. Lloró por su amor y por el de Vegeta, lloró por la cobardía y la traición del saiyajin.

Sus manos se cerraron en puños fuertemente, encajándose las uñas en sus palmas —¡COBARDE! ¡Eso eres Vegeta un cobarde! Ensuciaste todo lo hermoso de nuestro amor solo por tu mísero poder y por tu estúpido orgullo y tu estatus. Yo... yo te hubiera seguido y apoyado hasta el fin del universo. Y no sólo yo, mi bebé también — se limpió las lágrimas que salían como torrente de sus azules ojos.

Cobardía ¡Sí! Esa era la palabra, inhaló y más aliviada de por fin sacar su dolor, de externarlo; muy en el fondo ella lo sabía: Vegeta la amó con locura y desesperación.

La amó como jamás nadie la había amado, la amó como él jamás amaría a otra. Y a pesar de todo, el amor no fue suficiente y el Príncipe decidió por voluntad propia dejarlos atrás, en forma consciente los hizo a un lado.

Hubiera querido soñar y convencerse de que él un día recapacitaría y volvería arrepentido con ellos, pero no era estúpida y la época en la que creía que el príncipe azul existía se había acabado.

Aún con las manos en puños golpeó la pared, sus blancos nudillos de inmediato resintieron el golpe dejando rojas marcas del daño recibido en sus delicadas manos, pero nada le importaba y con la voz aún cargada del sentimiento que tenía, del dolor latiendo en su pecho solo dijo:

— Espero que disfrutes a tu gran perfecta y pura familia de raza Saiyajin, que seas muy feliz en tu reino de terror, deseo que jamás despiertes de tu sueño y que la emoción por tu nueva vida te recompense. ¡Oh Kami! Jamás te he pedido nada, solo esta vez lo haré, por favor deja que Vegeta sea feliz aquí con los suyos y que me deje ir, a mí y a mi hijo; que halle la felicidad que ansía en manos de esa mujer. Y permítenos a Trunks y a mi escapar de este lugar.

Esas fueron sus últimas palabras dichas entre una plegaria y una oración, se levantó más calmada del suelo, se limpió las lágrimas que aún corrían por su bello y delicado rostro y suspiró.

Ahora que por fin había podido dejar fluir todo el dolor que había estado conteniendo, debía pararse y recomponerse. El tiempo de tenerse autocompasión había llegado a su fin, y debía sí o sí, hallar la forma de salir de ahí, no podía desaprovechar la oportunidad que tenía.

Sin Vegeta y la bruja esa en la base, tenía margen para poder hacer un buen plan y si Kamisama estaba de su lado podría hallar la forma de que ella y su hijo se fueran de ahí...

Por un instante me ví tentada en tomar la nave y volar rumbo a la tierra, para cuando Vegeta se enterara ya llevaría bastante ventaja, mi mente me decía que ahora que era de noche y Nappa y Radditz estaba dormidos podía hacerlo.

Pero... Si regresaba a la tierra, ¿Quién me ayudaría?, ¿Sería capaz de poner a la Tierra en peligro? Gohan no es más que un niño que comienza a crecer; además aún si combinara la fuerza de todos los guerreros Z incluyéndolo, no tendrían oportunidad contra todos los saiyajines.

Y Gokú sigue inconsciente, su cuerpo aun necesita tiempo... ¿Cuánto faltaba para que él se recuperase? Un poco más de un año para que él despertara creo...

Necesito saber cómo va, pero desde aquí no tengo comunicación con la tierra, y si lo intentara seguramente Vegeta sería notificado. ¿Cómo saber si los androides querrán estar de nuestro lado y pelear una guerra que no es suya?

¡No! No puedo ser tan egoísta y llevarles esos peligros a ellos, todo el mundo me lo advirtió y fui yo la necia que creyó en él y apostó por él.

El resto nunca confiaron en el saiyan, pero respetaron mi decisión. Yo sola me metí en este dilema y deberé buscar la forma de sobrevivir en lo que Gokú despierta o en lo que logro de alguna forma comprar mi libertad y la de mi hijo.

Aunque quisiera tomar la nave y escapar, debo ser madura y afrontar mis consecuencias. No puedo poner al resto de la tierra en peligro, no puedo poner a mi hijo en peligro.

Necesito ser inteligente — ¡Vamos Bulma piensa! No ha existido aún un problema al que no halles solución.

De pronto un plan se formó en mi mente, palmeé mi frente en señal de reproche a mí misma. Pero qué tonta he sido. Respiré llenando mis pulmones de aire para tranquilizarme.

Mi mente me dio la solución, pero me negaba a aceptarla; todo mi ser se rebelaba, y sin embargo era el camino más fácil para llevar a cabo mi plan.

Me guste o no, aprovecharé mi estatus de "concubina" mientras ellos crean que estoy con Vegeta mantendrán sus asquerosas manos lejos de mí, deberé de ganarme la confianza de esos saiyajines, primeramente, de esos dos: Nappa y Radditz, son clave para lo que voy a hacer.

¡Sí! Definitivamente necesito a esos dos de mi lado, ahora para que mi plan funcione debo hallar una forma de poder contactar a Gokú, lo cual hace todo complicado, pues no sé cuando él vaya a despertar.

Nuevamente palmeé mi frente, últimamente no estaba siendo muy brillante – Oh Bulma pero que boba te has visto, ¿Cómo no lo pensé antes?

Salí corriendo de la cámara de gravedad y fui directo al puesto de mando de la nave.

Me puse a revisar la información de los sistemas solares y cinturones de asteroides vecinos, estaba segura de que ella estaba cerca.

«Vamos donde estás... no me falles... Vamos, yo sé que estás en este sector... ¡Bingo!»

Por primera vez en semanas sonreí genuinamente, mientras aplaudía felizmente, dando saltitos de la emoción, bailando.

¡Yo lo sabía! Ella no podía estar lejos, ahora debía ganarme la confianza de esos saiyajines para poder tener una oportunidad para contactarla

Iba amaneciendo y mientras mi mente revolucionada seguía entretejiendo ese plan que sería mi boleto de escape de este horrible lugar.

Corrí emocionada hacia mi habitación me miré de frente en el espejo, los días anteriores no había podido ser capaz de mirar mi reflejo, la vergüenza y la culpa por estar en esa situación me lo impedían ¡No más!

Me quedé viendo en el espejo, admirando mis formas, por primera vez en muchos días realmente me contemplé y me ví hermosa.

«Definitivamente tienes pésimos gustos por haberme cambiado así por una tipeja como esa»

Sonreí al pensarlo — Ya parezco una arpía amargada y no, no me robarás mi alegría ni mi felicidad principito, quédate con tu adorada familia Saiyajin.

Me di una vuelta mirando bien mi reflejo, no cabe duda aunque me llamen vanidosa soy muy hermosa y el tener a Trunks no hizo más que darme mejores atributos...

Emocionada la ojiazul y de mejor humor de lo que había estado en muchísimo tiempo, pensó en todo lo que tenía que hacer para poder contactarla, viéndose aún en el espejo comenzó su soliloquio

— Bien Bulma tu puedes con esto, punto número uno hacerme con el control del área científica que el mismísimo "príncipe" de los Saiyajines me dió

— la voz de la científica rezumaba ironía al mencionar el título del saiyan, para depués continuar.

— Eso es fácil, paso dos tener bajo mi control las comunicaciones, eso también será fácil, paso tres ganarme la confianza de esos dos Saiyajines , ese si es un reto mayor... ¡Pero nadie se resiste a la gran Bulma Brifes! — risueña se auto guiñaba el ojo a través del espejo.

De pronto se quedó perdida en sus pensamientos mientras el ceño en su frente se pronunciaba más — Nappa y Radditz...— indignada resoplaba, pues seguramente esos dos solo la veían como algo que poseer, bufó molesta por ese hecho pero ya tenía un plan que seguir solo había que apegarse a el.

No quería amargarse ahora así que, no dejó a su mente divagar pensando en esos dos. Prefirió pensar en la otra persona que tenía que volver a ver.

Emocionada imaginaba el momento de volver a contactarla y la sorpresa que le daría, la última ocasión que visitó la tierra hacía más de 3 años, un año antes de que conociera a Vegeta; en ese entonces Bulma estuvo en una convención científica por tanto no tuvo oportunidad de verla y la extrañaba a montones.

Sabía que sería la única que no la juzgaría y en caso de necesidad le ayudaría a esconderse en algún lugar del universo en lo que su amigo despertaba...

Tarareaba una canción, emocionada mientras hacía el desayuno, mi pequeño llegó hasta el comedor de la nave atraído por el delicioso olor de la comida mientras caminaba aún adormilado...

—¡Hambe mamá! — Fue la queja del pequeño saiyan, la ojiazul solo sonrió. —¡Saiyajin tenías que ser, jovencito! — se rió mientras abrazaba a su pequeño.

—¿Acaso no va a saludarme y darme un beso? ¿Qué modales son esos Trunks? Ya te pareces al bárbaro de tu padre— Decía alegre la ojiazul mientras sonreía a su retoño.

El pequeño Trunks, sintió cuando su mamá le dió muchos besos en la carita, mientras él hacía pucheros riendo y tratando de quitársela de encima un poco avergonzado.

—Mamá Tunks niño gande — Se quejaba el ojiazul tratando de no demostrar lo mucho que adoraba los besos de su madre.

Disfrutaba mucho de sus tiernos besos pues, solo ella era la única que podía hacer semejantes muestras de afecto si recibir un gruñido enojado por parte del pequeño saiyan.

La ojiazul sonreía genuinamente, por primera vez desde que llegó a ese planeta. Ya no viviría maldiciendo su suerte, a partir de ahora tenía un plan bien estructurado y tenía que aprovechar el tiempo que quedaba para poder llevarlo a cabo, había perdido ya valiosas semanas.

La científica sabía que su pequeño debería hacer su parte, desearía que no fuera así pero no había de otra, su hijo sería clave para ganarse a esos dos saiyajines.

—Trunks, mientras tu papá vuelve empezarás tus lecciones con Radditz y Nappa en poco tiempo, ellos van a entrenarte como lo hacía tu papá en la nave ¿Recuerdas? A tu papá le hará feliz saber cuándo vuelva que ya estás entrenando.

El pequeño Trunks vio a su mamá, dejó de comer y emocionado solo dijo —¡Si mamá! — la peliazul sonrió, su pequeño era un buen niño y sabía que haría lo que ella dijera que haría feliz a su padre. Sabía perfectamente cuánto admiraba su pequeño a ese desconsiderado saiyajin, aunque éste no se lo mereciera.

Un plan había sido trazado, abrazó a su pequeño, a partir de ahora lo que vendría sería duro para los dos, pero ellos saldrían adelante.

Jamás se rendía, en sus venas corría la sangre del científico más inteligente, ella una de las mentes más brillantes y aventureras, jugaría esta guerra de la forma que ella sabía, los saiyajines conocerían quién era ella y tarde o temprano la respetarían a ella y a su hijo.

De pronto el pequeño Trunks quién últimamente había escuchado, cómo los demás hablaban con mucho respeto a su padre y usaban el título de majestad o alteza, o Príncipe. interrumpió la diatriba mental de su madre al decirle:

—¿Mami, Papá es píncipe? — Bulma volteó a verlo curiosa antes de contestar. —Sí mi amor, tu papá es el príncipe de los saiyajines.

Emocionado preguntó — ¿Entonces, Tunks príncipe también, mamá?

Bulma quien jamás había dudado de eso a pesar de lo que había pasado sonrió, no le importaba lo que los demás creyeran o dijeran, su hijo era el hijo del príncipe de lo saiyajines y por consiguiente un príncipe también.

— ¡Sí mi amor! Eres un príncipe— Confirmaba la peliazul mientras besaba la mejilla del pequeño.

El pequeño Trunks en su infantil inocencia y para quien la vida era algo tan sencillo, sacó la conclusión natural a lo que escuchaba y emocionado dijo.

— ¡Mami pincesa también!

Una sonrisa espontánea surcó los labios de la científica mientras cargaba en sus brazos a su pequeño niño, aprovecharía esa infantil confusión para ir preparando a su pequeño, pues por mucho que lo cuidara habría cosas que no podría ocultar al regreso de Vegeta y su mujer.

—No mi amor, mami no es princesa— La mirada de confusión de Trunks le encogió el corazón, pero de inmediato trató de ayudarlo a entenderlo.

Tu papá es un saiyajin, no es de la tierra, si él es príncipe tú también lo eres. Yo sólo soy humana, los saiyajines solo tienen príncipes de su raza. Tu papá es príncipe y existe una princesa, ella y tu papá gobiernan aquí.

Trunks recordó entonces a la mujer que le generó enojo y miedo y que lo miraba feo a él y a su mamá, frunció su ceño haciendo que la peliazul de pronto sintiera su estómago encogerse por la similitud tan fuerte que había entre su pequeño niño y Vegeta.

No sabía que podía estar pensando el pequeño, pero lo tenía sumido en una gran concentración, justo cuando estaba por preguntarle, el pequeño saiyan salió de sus cavilaciones y en forma firme indicó —Papá príncipe, Tunks Píncipe y mami pincesa — Mientras su ceño fruncido le decía que no pensaba cambiar su opinión.

—Sí mi amor, mamá es una princesa inteligente y millonaria en la tierra, cuando tu papá venga vendrá la princesa de este lugar.

Su corazón se le aceleró, su hijo era muy pequeño aún, y con tan solo dos añitos le había devuelto la fe en la vida.

Simplemente lo abrazó y lo llenó de besos a pesar de las protestas fingidas del pequeño, pues ella sabía cuánto amaba que ella lo besuqueara, aunque en eso era idéntico al padre y prefería hacerse el duro y que no era así.

Una vez que acabaron el desayuno y a pesar de no haber dormido nada por haber llorado toda la noche, se sentía con fuerzas renovadas.

Se puso el jumper de trabajo y cuando Nappa llegó, ella ya estaba esperándolo. Con una sonrisa pintada en los labios recibió al saiyajin, pues su plan había comenzado...

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Hola a todos!! Espero tengan una fabulosa semana, lamento actualizar tarde pero al menos fue en el día de siempre ; pues al parecer ya el plan ha comenzado, se lee que la peliazul no se quedará sentada esperando a que la rescaten .

Me encantaría saber que opinan del cap y que creen que vaya a pasar.

Y aprovecho a invitarlos también a seguir mi página en FB: https/Desert-Rose-106556841381917/

Mil gracias por leer y seguir el fic cada semana

Contesto rápidamente los comentarios del cap anterior

Belen.b189: Definitivamente deberíamos llamarle a Vegeta don excusas pues se la pasa justificando a su grandiosa familia... a ver cómo le va... Con respecto a Tarble veamos qué pasa con el ;)

Calay: Esperemos que si sea su aliado, ella necesita desesperadamente gente de su lado Para salir de ahí.

XXlalalulu: Jajajajaa no pudiste resumir mejor el cap jajajaajaja

Invitado1: Yo también odio la actitud de Vegeta espero pronto empiece a tragarse sus palabras

Invitado 2: Tan cercano no pero definitivamente ya estamos en el problema más fuerte veamos cómo sale de el y cómo termina esta situación al final ;)